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Onicomicosis
Introducción
La onicomicosis es la infección fúngica de cualquiera de los elementos
del aparato ungueal, es decir, lámina, lecho o matriz ungueal producida por dermatofitos, levaduras y otras especies de hongos.
Servicio Bayer a la Formación Médica Continuada
Epidemiología
La incidencia de onicomicosis varía según la zona geográfica y se ha
estimado entre un 3 y 8% en Europa. No obstante, en los últimos años
se ha observado un aumento de la incidencia debido a factores como
la longevidad de la población general, enfermedades debilitantes como la diabetes o el síndrome de inmunodeficiencia adquirida y el uso
de fármacos inmunosupresores. La onicomicosis es más frecuente en
adultos y puede llegar a afectar al 90% de los individuos en la tercera
edad. En el hombre es más frecuente aislar dermatofitos, mientras que
en la mujer el agente causal más frecuente es Candida.
Los factores de riesgo de la onicomicosis son diversos: ocupación, actividades deportivas y zapatos mal adaptados que comportan microtraumatismos continuados del aparato ungueal, edad avanzada, estados de
inmunosupresión –diabetes, SIDA, receptores de órganos–, enfermedad
vascular periférica, dermatosis –psoriasis, liquen plano, dermatitis atópica–, frecuentar baños públicos y piscinas, climas templados, concomitancia de otra micosis superficial en distinta región anatómica en el mismo individuo o afectación de varios miembros del grupo familiar,
material útil en el cuidado de las uñas sin observar las mínimas medidas
de desinfección y uso de uñas artificiales de acrílico.
Etiología
Los dermatofitos constituyen la primera causa de onicomicosis. Las levaduras representan el 8% de las infecciones y otros hongos no llegan al
2% de los casos. Trichophyton rubrum es el agente causal más frecuentemente aislado en la onicomicosis lateral distal subungueal y en la proximal subungueal. Asimismo, T. mentagrophytes es el hongo más frecuentemente aislado en la onicomicosis blanca superficial, pero ésta
también puede deberse a Cephalosporium, Aspergillus o Fusarium oxysporum. Candida albicans causa fundamentalmente candidiasis mucocutánea crónica con afección concomitante de las uñas y paroniquia. Por
otro lado, T. soudanensis y T. violaceum causan onicosquicia –descamación lamelar de la uña– que posteriormente puede profundizar.
En ocasiones, la onicomicosis puede deberse a Scopulariopsis brevicaulis, Hendersonula toruloidea, Scytalidium hyalinum, T. violaceum,
T. schoenleinii y T. tonsurans (tabla 1).
Tabla 1. Agentes causales de onicomicosis
Agente causal
Cuadro clínico
Trichophyton rubrum
Onicomicosis distal subungueal
Onicomicosis proximal subungueal
Trichophyton megninii
Onicomicosis proximal subungueal
Trichophyton mentagrophytes
Onicomicosis blanca superficial
Cephalosporium
Onicomicosis blanca superficial
Aspergillus
Onicomicosis blanca superficial
Fusarium oxysporum
Onicomicosis blanca superficial
Candida
Paroniquia
Candidiasis mucocutánea crónica
Scopulariopsis brevicaulis
Onicomicosis distal subungueal
Hendersonula toruloidea
Paroniquia
Fractura transversal de la lámina ungueal
Scytalidium hyalinum
Paroniquia
Fractura transversal de la lámina ungueal
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Figuras 1 y 2. Onicomicosis por Trichophyton rubrum. Obsérvese hiperqueratosis subungueal, estrías transversales, opacidad y coloración amarillentamarronácea de toda la lámina ungueal del hallux. Paroniquia candidiásica.
Obsérvese el eritema y edema del pliegue proximal, así como la afectación de
la lámina ungueal a partir de su porción proximal
Clínica
La onicomicosis suele ser asintomática. La mayoría de los pacientes
consulta debido a la alteración estética que la infección produce. No
obstante, en los estados más avanzados de la infección puede producirse alteración de la marcha por cambios en el apoyo y dolor espontáneo o inducido por el roce con el calzado o asociado a la deambulación o al ejercicio. Asimismo, la infección puede ocasionar parestesias,
pérdida de destreza, baja autoestima y aislamiento social.
Desde el punto de vista clínico, debemos distinguir los siguientes tipos de onicomicosis:
a) Lateral distal subungueal
b) Blanca superficial o leuconiquia tricofítica
c) Proximal subungueal
d) Endonyx
e) Combinaciones de las anteriores
f) Candidiásica
La forma lateral distal subungueal se caracteriza por la opacidad de
la lámina ungueal, hiperqueratosis de la lámina y el lecho, así como
por la onicólisis –despegamiento de la lámina ungueal de su lecho–.
La coloración de la lámina ungueal es muy variable, pudiendo apreciarse un tono blanquecino, marrón claro o marrón oscuro. T. rubrum
es el dermatofito más frecuentemente aislado en esta forma clínica de
onicomicosis. T. rubrum generalmente ocasiona una infección insidiosa, profunda, con un proceso inflamatorio leve que lleva a la formación
de una oquedad subungueal o incluso a la pérdida de toda la lámina
ungueal y, algunas veces, afectación de la piel circundante.
En la forma blanca superficial, también conocida como leucotriquia
tricofítica, aparece una mancha blanquecina en la uña que finalmente
se convierte en una placa blanca pulverulenta, rica en microrganismos. Como se ha comentado, esta forma de onicomicosis es producida por Trichophyton mentagrophytes, Cephalosporium, Aspergillus y
Fusarium oxysporum.
La forma proximal subungueal se caracteriza por la aparición de leuconiquia a partir del pliegue ungueal proximal que se extiende en profundidad pero respeta siempre el extremo distal de la uña. Frecuentemente es producida por T. rubrum y T. megninii. En su presencia debe
sospecharse la concomitancia de un estado de inmunodepresión.
En la forma endonyx se aprecia leuconiquia generalizada de la uña
sin hiperqueratosis ni onicólisis. Esta forma es causada por T. soudanensis y T. violaceum.
En los estadios más avanzados de la infección se aprecia opacidad,
coloración amarillenta o marronácea e hiperqueratosis de toda la lámina ungueal (figura 1) que ocasiona onicogrifosis –deformidad de todo el aparato ungueal– con repercusión en la marcha, sobre todo en
individuos de la tercera edad.
La infección por Candida generalmente ocasiona paroniquia, que se
inicia bajo el pliegue ungueal lateral o proximal (figura 2). En este caso
se aprecia una colección purulenta en esa localización, dolor, edema y
eritema del pliegue proximal y la cutícula. Posteriormente, la uña se torna de color marrón oscuro o negro, adquiere estrías y se separa de su
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Onicomicosis
Tabla 2. Antifúngicos de uso tópico
Tabla 3. Antifúngicos sistémicos
Ciclopirox (8%, laca)
Observaciones: Amplio espectro. Onicomicosis leve/moderada. Aplicación
diaria × 6-12 meses. Curación micológica: 29-36%. Curación clínica: 4786%. Eritema periungueal (4%)
Agente
Amorolfina (5%, laca)
Observaciones: Dermatofitos 1-2 aplicaciones por semana 6 meses de
tratamiento. Curación micológica: 45-50%. Curación clínica: 38-46%.
Efectos secundarios: Prurito/dolor. Eritema/paroniquia. Vesículas
Tioconazol (28%, solución)
Observaciones: Curación: 22%
Miconazol (2%, solución)
Observaciones: Avulsión química previa. Curación: 42%
Régimen
Ketoconazol 200-400 mg/día. 6-12 m
Observaciones: Con las comidas. Iniciar 200 mg/día, si no hay respuesta
doblar la dosis. Interacciones: rifampicina, rifabutina, carbamacepina,
isoniacina, fenitoína, antiácidos, ritonavir, indinavir, saquinavir terfenadina,
astemizol, mizolastina, cisaprida, dofetilida, quinidina o pimocida,
domperidona, triazolam, midazolam, simvastatina, lovastatina,
anticoagulantes orales, alcaloides de la vinca, busulfano, docetaxel,
bloqueadores del canal del calcio, ciclosporina, tacrolimus, rapamicina,
digoxina, carbamacepina, buspirona, alfentanilo, sildenafilo, alprazolam,
brotizolam, midazolam IV, rifabutina, metilprednisolona, trimetrexato,
ebastina, reboxetina. Efectos secundarios: náuseas, vómitos, trombocitopenia,
urticaria, hepatitis, fallo hepático, ginecomastia, oligospermia
Pulsoterapia: 200 mg c/12 h × 7 días/mes. Manos: 2 ciclos
Pies: 3 ciclos. Esquema continuo: 100 mg c/12 h. 3 meses
Observaciones: No asociar a: terbinafina, astemizol, cisaprida,
benzodiacepinas. Interacciones: warfarina, digoxina, hipoglucémicos orales.
Efectos secundarios: ginecomastia, alteraciones electrólitos, ictericia
colestática
Itraconazol
Bifonazol (1%, pomada)
Observaciones: Avulsión química previa con pomada de urea 40%
+ bifonazol 1% (2 semanas). Posteriormente, consolidación
del saneamiento del lecho ungueal con bifonazol crema (3-4 semanas).
Curación clínica: 55-87%
Onicólisis atraumática y simultánea eliminación del hongo:
Fase 1. Promedio: 2 semanas
2
Fluconazol
Pulsoterapia: 150-300 mg/semana
Observaciones: Interacciones: warfarina, teofilina, hipoglucémicos orales,
fenitoína, ciclosporina, rifampicina, hidroclorotiacida, cimetidina, cisaprida.
Efectos secundarios: erupciones cutáneas, hepatitis, fallo hepático en
pacientes polimedicados (Quimioterapia/SIDA)
Servicio Bayer a la Formación Médica Continuada
Terbinafina
1. Aplicar la po- 2. Cubrir la uña
mada de bifona- con el apósito
zol 1% + urea
especial
40% sólo en la
zona afectada
Control.
Comprobación
por parte del
médico de la
evolución del
tratamiento.
Limpieza del
lecho ungueal
3. El vendaje
oclusivo durante
24 h favorece la
penetración de la
pomada
4. Cambiar diariamente el vendaje,
quitar el material
ungueal reblandecido y repetir la
aplicación
Fase 2. Promedio: 4 semanas
Consolidación del
saneamiento del
lecho ungueal.
Saneamiento final
con bifonazol
crema (lecho ungueal y zonas adyacentes)
lecho. Esta infección es más frecuente en las uñas de las manos y afecta principalmente a trabajadores que desempeñan actividades manuales en ambientes húmedos. La lámina ungueal generalmente mantiene
su dureza, pero es característica la paroniquia que le acompaña.
El cuadro clínico producido por otros agentes menos frecuentes, como Scopulariopsis brevicaulis, Hendersonula toruloidea y Scytalidium
hyalinum, puede ser indistinguible de los ya descritos.
Diagnóstico
El diagnóstico clínico debe confirmarse mediante el cultivo del material
recolectado de la porción afectada de la uña. El examen micológico directo con KOH al 10-30% y tinta Parker o clorazol negro E permite visualizar las hifas septadas, vivas o muertas, en preparaciones finas. El material recolectado debe cultivarse en medios apropiados –Mycosel,
Sabouraud, DTM– procediéndose a la identificación posterior y definitiva de la especie fúngica de acuerdo con sus características morfológicas. Otros métodos diagnósticos útiles ocasionalmente empleados
son el examen histológico con tinciones especiales –PAS– y microscopia confocal.
Pulsoterapia: 500 mg/día, 7 días/mes, 2 meses (manos),
4 meses (pies). Esquema continuo: 250 mg/día, 6 semanas
(manos), 12 semanas (pies)
Observaciones: Interacciones: cafeína, cimetidina, ciclosporina, rifampicina.
Efectos secundarios: dermatosis, cefalea, discrasias sanguíneas, ictericia
colestática, alteración del cristalino/retina
Diagnóstico diferencial
Debe incluir las siguientes condiciones: dermatitis de contacto alérgica o irritativa, urticaria de contacto crónica y recurrente, psoriasis, liquen plano, enfermedad de Darier, de Reiter y escabiosis noruega.
Tratamiento
Los objetivos del tratamiento son aliviar los síntomas asociados, sobre
todo dolor, erradicar el hongo y, en lo posible, restablecer la anatomía
normal de la uña.
El tratamiento de la onicomicosis puede incluir:
a) Ablación química: pasta de urea al 30-40% asociada a ácido salicílico al 10% en oclusión hasta obtener el reblandecimiento de la
lámina ungueal que posteriormente se eliminará mediante cureta o
cuchilla de bisturí o pomada ungueal con bifonazol 1% + urea 40%
(tabla 2).
b) Antimicóticos de uso tópico (lacas, pomada): tabla 2.
c) Antimicóticos sistémicos: tabla 3.
d) Corrección de los factores predisponentes.
La asociación de antifúngicos sistémicos y tópicos ofrece la tasa de
curación más alta; por ello, debe recomendarse siempre que sea posible.
Bibliografía
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Odom RB, James WD, Berger TG. Andrew’s diseases of the skin. Clinical dermatology, 9.ª ed. Filadelfia: WB Saunders Company, 2000.
Werschler WP, Smith AS, Bondar GL. Treatment of onychomycosis in the elderly.
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