acepta el uso de cookies. aragondigital.es 4/6/2014 Sociedad Asier Muñoz del Valle 4/6/2014 Donación de médula: un acto heroico que salva vidas En los últimos años, el número de inscritos en el registro de donantes de médula se ha incrementado de 29 personas, en 2010, a 537, el pasado año. A pesar de que el crecimiento ha sido enorme, desde la Asociación Dona Médula Aragón aseguran que el desconocimiento sobre este tipo de donación "es el mayor inconveniente". Zaragoza.- Encontrar un donante de médula ósea compatible es muy difícil. Sólo uno de cada cuatro enfermos necesitados de este trasplante lo encuentra entre sus hermanos. El resto debe acudir a una base de datos mundial. La posibilidad de hallar un donante compatible es de una entre 50.000 aproximadamente. Es por ello, que incrementar el número de inscritos en el Registro Español de Donantes de Médula Ósea (Redmo), creado por la Fundación Josep Carreras, se ha convertido en la principal prioridad de la Asociación Dona Médula Aragón. En el caso de la Comunidad, esta cifra ha ido aumentando progresivamente: en 2010 se inscribieron 29 personas; en 2011, 75 personas; en 2012, 132 personas, y en 2013, 537. A nivel mundial, se calcula que hay 24 millones de donantes. La posibilidad de hallar un donante compatible es de una entre 50.000 aproximadamente A pesar de que el incremento ha sido enorme, desde la asociación aseguran que el desconocimiento sobre este tipo de donación es el principal inconveniente para que la sociedad se anime a donar. Para conocer mejor este tema, hay que explicar que la médula ósea es una sustancia parecida a la sangre que se encuentra en el interior de los huesos y que produce células sanguíneas como glóbulos rojos, blancos y plaquetas. Los glóbulos rojos transportan oxígeno, los glóbulos blancos se encargan de combatir las infecciones y las plaquetas son necesarias para evitar sangrados. ¿Para qué sirve la donación de médula? Es una de las preguntas que más se hace la gente. Cuando la médula ósea falla se pueda dar una alteración en las defensas del organismo, en la coagulación de la sangre o en el transporte de oxígeno. Todo ello puede derivar a enfermedades como la leucemia (el cáncer de la sangre), los linfomas (el cáncer de los linfocitos) y la talasemia (un tipo de anemia) en las que las células madre están enfermas. Para sustituir estas células madre por unas sanas es necesario un trasplante. Por ello, los donantes son la fuente de médula para estos enfermos ya que sus células madre sanas son capaces de regenerarse en la médula ósea del receptor. Pero, ¿quién puede ser donante? El vicepresidente de Dona Médula Aragón, Juan José Clavería, asegura que “pueden inscribirse en el registro todas las personas que tengan una edad entre 18 y 55 años y gocen de buena salud, aunque la edad límite es 60 años”. Tampoco pueden donar aquellas personas que tengan sida, cáncer, antecedentes de drogadicción por vía intravenosa o hipertensión arterial no controlada, entre otras. Cómo hacerse donante Cómo se hace la donación de médula es otro de los interrogantes que más se hace la gente y el desconocimiento del mismo es uno de los factores que hace a la sociedad más reacia a donar. “Se tiende a confundir médula ósea y médula espinal y la gente piensa que la donación se realiza a través de una operación quirúrgica en la espalda con graves secuelas de movilidad y no es así”, explica Clavería. Antes de hacer la donación, es imprescindible inscribirse en el registro. Para ello el donante debe informarse sobre todo el proceso, en el caso de Aragón a través del 900 102 841 o en el Banco de Sangre y Tejidos de Aragón, que serán los encargados de enviar toda la documentación al Redmo. Una vez informado y decidido a ser donante, se concertará una cita para la firma del consentimiento y se realizará una extracción de sangre para estudiar las características de compatibilidad y que una pequeña cantidad de la misma sea guardada en el laboratorio para poder ampliar el estudio en caso de aparecer un paciente compatible. Si ese día llega, el Redmo se pondrá en contacto con el paciente para solicitarle una nueva extracción para completar el estudio de compatibilidad y para analizar si tiene o ha tenido alguna enfermedad infectocontagiosa. Una vez comprobado que es totalmente compatible con el paciente se procede a la extracción de las células madre que pueden obtenerse o bien de la médula ósea o de la sangre periférica. La extracción de las células madre puede obtenerse o bien de la médula ósea o de la sangre periférica Clavería explica que la primera de ellas se realiza “a través de una punción en las crestas ilíacas en la que se extraen las células madre sanguíneas o progenitores hematopoyéticos; en esta técnica, que se usa en el 20% de los casos, es necesaria anestesia epidural o general y realizarla en un quirófano durante una o dos horas”. El método de la sangre periférica, por su parte, consiste en una extracción de sangre normal, pero más larga, de entre tres y cuatro horas. “Con una técnica llamada aféresis se recolectan las células madre sanguíneas del torrente sanguíneo. Este procedimiento se usa en el 80% de los casos”, señala el vicepresidente. Cualquiera que sea el tipo de donación, desde Dona Médula Aragón señalan que no supone ningún riesgo y que la cantidad de células madre del organismo se recupera en pocas semanas y que no impide hacer futuras donaciones. También existe un tercer tipo de donación que ha ido creciendo en los últimos años debido a los avances de la ciencia. Se trata de congelar una muestra de sangre del cordón umbilical, pues hace unos años se descubrió que en ella hay células madre. Clavería señala que desde la asociación pretenden informar, explicar y aclarar todo tipo de dudas sobre este tipo de donaciones “para que después cada persona decida si quiere ser donante de médula ósea o no, pero desde el conocimiento y la reflexión”. Por ello, la asociación tiene también suscritos sendos convenios con la Universidad de Zaragoza y la Universidad San Jorge. En ellos se comprometen a promover la donación de médula ósea, realizar jornadas de información, formar a estudiantes como voluntarios (a cambio de convalidación por créditos) y que realicen prácticas, actividades de investigación, edición de publicaciones o asistencia a congresos, entre otras. Sólo uno de cada cuatro enfermos es compatible con sus hermanos Asimismo, el vicepresidente no duda en asegurar que se trata de “un acto heroico, valiente y solidario, ya que detrás se encontrará una persona cuya vida dependerá de nuestra decisión y que no tiene otra manera de conseguirla”. Para el receptor es la última oportunidad para seguir viviendo.