Subvenciones a los sindicatos.

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Subvenciones a los sindicatos.
Artículo de opinión de Javier López,
secretario general de CCOO de Madrid
A raíz de los ataques permanentes de los poderes económicos, políticos y
mediáticos contra los sindicatos, utilizando argumentos recurrentes como el
dinero que se embolsan en concepto de subvenciones, no son pocos los
que me han pedido que escriba sobre este tema.
Un artículo elaborado por nuestra Federación de Servicios Financieros y
Administrativos, me brinda la oportunidad de dar respuesta a estas
demandas, partiendo del hecho de que la Constitución Española reconoce a
los sindicatos de trabajadores el derecho a constituirse, participar en las
políticas públicas y en la planificación económica del Gobierno. Los
sindicatos, en función de su representatividad, representan a sus afiliados,
pero también al conjunto de los trabajadores. Las elecciones sindicales
permiten determinar la representatividad de cada sindicato, cosa que no
ocurre con las organizaciones empresariales, en las que no hay elecciones
libres.
CCOO ha ganado en las elecciones sindicales el derecho a participar en la
negociación de la gran mayoría de los convenios colectivos que regulan los
derechos y condiciones de trabajo en las empresas.
Los sindicatos reciben del Estado por esta acción sindical que desarrolla las
leyes y las adapta a cada sector y empresa 15,7 millones de euros. Hablamos
de más de 4.000 convenios y la mayoría de los trabajadores y trabajadoras.
Las organizaciones empresariales, todo hay que decirlo, reciben ayudas
similares. Los partidos políticos reciben 84,4 millones de euros, la Casa Real
8,9 millones y la Iglesia Católica, sin reconocimiento constitucional en un
Estado aconfesional, recibe 252 millones de euros.
Las asociaciones juveniles reciben 7,8 millones. La Federación Española de
Futbol 4,8 millones. Las empresas privadas de prensa escrita y las televisiones
privadas reciben 360 millones de euros, el cine español 89,6 millones de €.
Los curas que trabajan en instituciones públicas como hospitales, cárceles y
el ejército, reciben lo mismo que los sindicatos, 15 millones de euros.
Los profesores de religión nos cuestan 600 millones de euros y las
subvenciones a los toros 564 millones de euros, aunque sólo merecen el
interés del 28 por ciento de los españoles.
No parece mucho, así pues, la cantidad que reciben los sindicatos. Sin
embargo siguen abundando los ataques, según los cuales, los sindicatos
están comprados y no defienden los intereses de los trabajadores.
Veamos el caso de CCOO. Los más de 1.200.000 afiliados y afiliadas, con el
pago de las cuotas, cada mes, aportamos 118 millones de euros cada año al
sindicato. Los servicios jurídicos para afiliados y no afiliados, aportan unos 20
millones de euros. Las subvenciones del Estado no llegan a suponer ni el 10
por ciento del total de nuestros ingresos.
Los poderes económicos, salvados de la crisis por el Estado. Los poderes
políticos que mantienen sueldos públicos, subvenciones públicas y una corte
injustificable de cargos a dedo, asesores, gabinetes, etc. Los poderes
mediáticos, que viven de la subvención y la publicidad de las
Administraciones públicas, saben todo esto, conocen la realidad.
Pero siguen atacando a los sindicatos, porque saben que son la barrera más
sólida para frenar la avaricia, la especulación, la corrupción y los cambios que
pretenden introducir para, a base de ajustes y recortes, hacer pagar a los
trabajadores y sus familias, el coste de la crisis.
Para ello no dudan en utilizar dos tácticas muy ensayadas por los regímenes
totalitarios, autoritarios y fascistas: "Las grandes masas sucumben más
fácilmente a una gran mentira que a una pequeña", "una mentira repetida
adecuadamente mil veces se convierte en una verdad".
Nosotros elegimos cada día caer o no caer en esta trampa.
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