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50 CONOCER Literatura
R E T R A T O D E FA M I L I A
ARCHIVO RUBÉN DARÍO (BIBLIOTECA HISTÓRICA DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID).
Francisca con su hijo Güichín el día de su
primera comunión. Fue el único de los cuatro
hijos que tuvo con Darío que sobrevivió al
poeta. A la derecha, Rubén Darío cuando era
embajador de Nicaragua en Madrid.
—————
P A C A
S Á N C H E Z
El amor prohibido
osa
Villacastln
tenla
entonces
nueve afio$,
pero nunca
olvid6 aquella
visita. Estaba en casa de su
abuela Paca, en Navalsauz, un
pueblecito de ~vila, del que
procede su familia materna,
cuandolos vio llegar. Eran
dos importantes visitantes
y querian vet a su abuela.
LA ESCRITORA
CARMEN CONDE
--primera mujer en ingresar en la Real
Academia de la Lengua y su marido,
Antonio Oliver, hablan viajado hasta
aquel pueblecito de la sierra de Gredos
para hablar con Paca de un misterioso
bafil azul, un arc6n que la pequefia Rosa
habia visto en la buhardilla de la casa
del pueblo. La abuela Paca al principio
se mostr6 recelosa, pero Conde y
Oliver acabaron por convencerla de
algo que afin hoy toda la literatura
hispana agradece. Tras aquel encuentro,
celebrado en 1956, Paca don6 al
Estado el contenido del batik postales,
telegramas, fotos, tarjetas de v~sita y la
abundante correspondencia
que Ruben
Dario mantuvo con otros grandes
escritores de la 6poca y con ella misma,
con su querida Paca, su gran amor.
Asi descubri6 Rosa villacastin que su
abuela Francisca Sfinchez del Pozo habla
sido durante mf~s de ]6 afios la mujer
(aunque sin casarse) de Rub6n Dario.
Que, adem~s, habla tenido con 41 cuatro
hijos y que habia sido su compafiera fiel
en Paris, Madrid, Palma de Mallorca
y Barcelona durante una de las etapas
m~is ricas y tormentosas del poeta.
LA HISTORIA ES DIGNA DE UN
_~ folletin, con un protagonista
~ principesco, una muchacha de origen
hurrdlde y una mujer malvada. E1
galen es Rub6nDario, Prfncipe de las
Letras Castellanas y precursor del
modernismo; la cenicienta, Francisca
Sanchez, hija de un guard6s de la
Casa de Campo, una mujer sencilla y
analfabeta; y la p6rfida, Rosario Murillo,
segunda esposa del poeta.
La historia de Paca arranca en
Navalsauz. Su padre, Celestino, un
AI mesy
mediode conocerlo,
Paca-de 24 ahosya vive con~1 y est~
embarazada.El
esc~ndalofamiliar es
may6sculo
campesino lleno de hijos, trabaja
las tierras de don Francisco Silvela.
Cuando el politico es rehabilitado
y lo llaman a Madrid para presidir
el consejo de ministros, le ofrece a
Celestino un puesto como jardinero de
los terrenos del Palacio Real.
Francisca, la hija mayor, se encarga
de llevar la comida a su padre a la Casa
de Campo. Alll se cruza un dia con dos
hombres, mmde los cuales galantea con
ella. Francisca, que no ha ido a la escuela,
no reconoce a su admirador, el escritor
nicarag~ense Rub6n Darlo, de paso por
Espafia a instancias del diario argentino
La Naci6n para narrar el dima del
desencanto espafiol tras el desastre de
1898. Paca tampoco reconoce a su amigo,
don Ram6nMaria del Valle-InclKn.
Las habilidades galantes de Darlo
surten efecto: al mes y medio de
53
UN RICO INTERCAMBIO
Darío y Paca en una de sus estancias en
Asturias. Él le dio mundo y le permitió
codearse con las figuras literarias de la
época: Valle-Inclán, Amado Nervo, Emilia
Pardo Bazán, Jacinto Benavente… Ella le
regaló la novedad de una vida familiar
que él nunca había conocido.
—————
LA MUSA QUE NO TUVO
D E G A S . Francisca posa con
el mantón de Manila que Manuel
Machado le regaló durante una de las
estancias del poeta sevillano en París.
Una noche que lo llevaba en el Lapin
Agile, el cabaré parisino más antiguo,
el pintor Edgar Degas quiso pintarla.
Rubén Darío no lo consintió.
—————
conocerlo, Francisca –de 24 años–
ya vive con él y está embarazada. El
escándalo familiar es mayúsculo. Al
principio, los padres de ella están
indignados con el poeta, que los
convence de su buena fe con un viaje
a Navalsauz, en tren y en pollino,
para pedir formalmente la mano de
Francisca, aunque solo sea para callar
las habladurías: Darío piensa casarse
con Paca, pero… ya estaba casado.
F É L I X RU B É N G A R C Í A S A R M I E N T O
tuvo una vida atropellada, de idas
y venidas, romances, borracheras y
tertulias. Había nacido en Metapa
(Nicaragua) y el desarraigo lo visitó
pronto: su padre, alcohólico, se
marchó; su madre lo dejó con unos
tíos abuelos cuando encontró a otro
hombre. Félix Rubén tomó por apellido
'Darío', un antiguo apodo de la familia
(así se llamaba un tatarabuelo), y se
reveló como un niño prodigio: a los
3 años ya leía y a los 13 publicaba
poemas en los periódicos.
Vivió de escribir poemas y crónicas
en la prensa, se mudó a Chile y El
Salvador y saltó a la fama por su
poemario Azul. Tuvo una primera
mujer, Rafaela Contreras, con la que
Rubén Darío fue
abandonado
de niño por sus
padres. «Paca le dio
el hogar –dice
Rosa Villacastín–
que él nunca tuvo»
tuvo un hijo y a la que le fue infiel
con una adolescente de ojos de gata,
la Garza morena que describe en Azul,
una muchacha ambiciosa que lo cautivó
y le amargó la vida: Rosario Murillo.
Cuando murió Rafaela, a Darío lo
embaucaron Rosario y su hermano
Andrés, un ávido político: lo
emborracharon y lo casaron. Nunca
se pudo desatar de aquella cadena.
Así lo creía Paca, aunque no es solo la
típica versión de la 'amante que odia
a la ex de su hombre': es una verdad
corroborada por expertos en la obra
de Darío, como Teodosio Fernández,
que confirma: «Rosario Murillo le hizo
la vida imposible a Darío y le impidió
siempre el divorcio».
Cuando Francisca lo conoció, Darío
era un hombre de prestigio, admirado
por Manuel Machado o Juan Ramón
Jiménez. Era también un hombre
alcoholizado y atormentado. Con la hija
del jardinero encontró, sin embargo,
una vida serena: Paca era atenta y
solícita, estaba pendiente de sus gustos
y necesidades. «Mi abuela le dio un
hogar. Darío nunca había tenido uno»,
explica hoy Rosa Villacastín.
PA C A Y DA R Í O V I V I E R O N P R I M E R O
en un pisito de la calle Marqués de
Santa Ana, en Madrid. No fue una vida
fácil. El primer obstáculo fue social.
Como su familia al inicio, muchos
se distanciaron, reprobando esa
convivencia sin matrimonio. La niña que
esperaban poco después de conocerse,
Carmen –la primera que tuvieron–,
murió de viruela al año de nacer.
En 1900, La Nación envió al poeta a
París a cubrir la Exposición Universal.
Pese a no conocer el idioma ni saber
leer, Paca encontró en París cierto
sosiego. Amado Nervo –compañero
de piso de Darío y corresponsal de El
Imparcial de México– convivió con la
pareja y se aplicó con Darío en enseñar
a Paca a leer y escribir. La apodó,
además, Princesa Paca. Fueron dos
años de relativa tranquilidad, aunque
18 DE MAYO DE 2014 XLSEMANAL
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¯ *<Mitataya,
hoyteescdbo
yarepuesto
deunos
diasde
enfermedad
quehepasado.
Felizmente
nohasidomuy
fuerte.
peromehashecho
muchisima
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NOhaycomo
mitatayapara
acompa~arme.
Recibi
tucartRa
y
asiquiero
que
meescribas.
Mucho
megusta
queest~s
engordando
y quetd y Maria
est~n
conbuena
salud.
Cuidate
mucho,
mucho.
Aqui
havuelto
el frio.Est~
muy
bienquete hayas
comp~ado
la
mbquina.
ASite distraerbs
mbs
en
la casa
y harbs
tuscositas.
YO
ya
estoy
con
ganas
devolver
a Paris
y procurar~
hacerlo
Iorobs
pronto
posible.
Don
crisanto
nohavuelto
todavia.
Muchos
besos
a ti y Maria
y queteacuerdes
a cada
ratode
mi,como
yo.TUtatap~.
,... ’t
,.,.+
,
Cana
deRuben
Dar’o
aFrancisca
S~nchez
enviada
el2 defebrero
de1905
¯ DAR|O LE
blancoIo estrangulaban.
CasiIlorando
le suplic~
Villacastin quebailara desnuda
DEDIC6 VERSOS: cuentaRosa
en La PrincesaPacaque [email protected] hizo.De
<<Seguramente
Dioste
ha conducido
/ para
Dariodebiaredactarel
pronto,al poetale entrb
regarel zirboldemife /
poema
de aperturade
una~robato
inspirador
haciala fuentede noche un importanteencuentroy escribi6del tir6n su
y deolvido/ Francisca deescritores
y politicos Salutacidn
del optimista.
S~nchezacomp~ame,. hispanoamericanos
en
quecomienza
conlos
Pacaayud6al poetaa
el Ateneo
de Madrid.
versos:
<<inclitas
razas
inspirarsecuando
el
Cuando
PacaIleg6
ub+nlmas.
/ sangrede
alcohol
y la p~igina
en
Hispania
fecunda...>+.
a casa,Io encontr6
desmayado
por la
angustia
y la borrachera.
0
los ingresos del poeta eran inestables y
su alcoholismo, creciente.
Sigui6 su vida ambulante con
un breve regreso a Madrid, como
embajador de Nicaragua; en ]9o3 tuvo
otro hijo: RubenDafio S~inchez, al
que el poeta llamaba Phoc~s, porque
le recordaba al pastor tracio que se
convirti6 en emperador romano.
Termin6a su vez Cantos de vida y
esperanza, colabor6 con Juan Ram6nen
la revista Helios y bebla cada vez rn~s.
En ]905, Phoc~s muere. Su padre se
atiborra de viajes: a Inglaterra, B~lg~ca,
Rio de Janeiro... Sumaa su vez otra
estancia en Paris, comoc6nsul. Alli
se encontr6 Paca con Rosario Murillo,
quien, enarbolmrdo sus derechos de
esposa leg/tima, embarg6todos los
bienes de Darlo. Murillo interrumpla
tambi0nlas tertulias, las cenas en los
restaurantes...
PACA PERDI0 UNA NIg!A A LOS
cinco meses de gestaci6n, pero en
Francia, en ~9o7, naci6 Rub6nDario
S~inchez, apodado Gfiichin. Dario se
march6 otra vez, ahora a Nicaragua,
a luchar por su divorcio. No pudo
set. La Ley Dario -como se conoce
la norma para el divorcio en su
pais- exigia que los contrayentes
no se hubieran visto ni mantenido
contacto alguno en los filtimos cinco
afios. Murillo esgrimi6 pagos que
Dario le habia hecho para invalidar la
disoluci6n matrimonial.
Su ex irrumpia
enlas tertulias, enlos
restaurantes... Con
sus derechosde esposa
legitima, embarg6
todoslos bienesde
Dario
Un golpe de Estado en Nicaragua
despoja a Darlo de su puesto en Paris.
Regresa con Paca a Espafia y se instalan
en Barcelona. Sus finicos ingresos
fijos son los pagos de La Naci6n. Y el
alcohol se ha aduefiado de su vida.
Sufre neurosis, su aspecto es macilento
y febril. Buscael aislamiento.
Pero todo empeora. Su secretario,
Alejandro Bermfidez, roba in6ditos
de los cajones, firma articulos en
su nombre y lo convence de
emprender una insensata gira
americana. En el puerto de Barcelona
se da la dramfitica despedida. Paca
le suplica que no se marche. Tras
su paso por los Estados Unidos y
Guatemala, Darlo regresa a Nicaragua,
llevado pot Rosario Murillo, que lo
acapara. Alli muere, en ]9]6.
Paca regresa a Madrid. Pero tiene
la fortuna de encontrar a un buen
hombre,Jos6 Villacastin, que se dedica
a reunir la obra del poeta y funda con
Gflichln la editorial Rub0nDario. Paca
tiene con ~1 otra hija, la madrede
RosaVillacastln, con la que regresa a
Navalsauz, siempre custodiando el bafil
azul, hasta que Carmen Conde y su
marido ]a visitaron. ¯
PARASABERM,~,S
¯ Laprincesa
Paca.Lagran
pasibn
deRuben
Dark~
Rosa
Villacastin
y Manuel
Francisco
Reina.
Editorial
Plaza
y Jane&
2014.
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