CAPÍTULO XXXVII

Anuncio
CAPÍTULO X X X V I I
(1566 — 1571)
Dipputa del obiepo de Chi.npQp eon el doctor S e p ú l v e d a . — R e t í r a s e el obispo á un convento. — Muerte del obispo L a s Cosos. — F u n d a c i ó n
del hospital de locos. — P r i m e r o s disjinsiciones del morques do F o l c c s . — R e v i s a el virey los procesos de los conjurados. — Disgusto de
los oidores. — Dispone el virey que salga p a r a Espafia el m a r q u ó s del V a l l e . — P r e s t a el m a r q u é s del V a l l e pleito homenojo de presentarse al Consejo de In d ias. — Don L u i s C o r t é s es sentenciado ú muerto por los oidores. — [ievoca el virey l a sentencia. — E l m a r q u é s
del Valle confia sus hijos p e q u e ñ o s al virey. — Algunos acusados a l c a n z a n permiso para ir ú E s p a ñ a . — L a sVudiencia escribe contra
el m a r q u é s de F a l c e s a c u s á n d o l e de querer a l z a r s e con el reino. — Intercejitan los oidores los curtas del m a r q u é s de F a l c e s al rey. —
D e t e r m i n a Felipe 11 nombrar jueces visitadores p a r a N u e v a E s p a ñ a . — J a r a b a , Miiiioz y C a r r i l l o son nombrados jueces v i s i t a d o r e s . Muere J a r a b a en el viaje y llegan ú M é x i c o M u ñ o z y C a r r i l l o . - C a r á c t e r del visitador M u ñ o z . - R e t i r a s e á V e r a c r u z el virey.—Procesos
de los acusados en la c o n j u r a c i ó n — P e r s e c u c i o n e s en M é x i c o . — M u l t i p l i c a n s e y festinan los ¡ ¡ r o c e s o s . - - S u p l i c i o de algunos a c u s a dos. — D a n tormento ú don Martin
C o r t é s . — D i l i g e n c i a del tormento. — Don M a r t i n
C o r t é s es c o n d e n a d ó á destierro perpetuo.—
I n d i g n a c i ó n p ú b l i c a contra M u ñ o z . — N o m b r a Felipe I I nuevos comisionados pora N u e v a E s p a ñ a . — L o s licenciados P u g a y V i l l a n u e v a
son nombrados para notificar ú M u ñ o z su d e s t i t u c i ó n — E m b á r c a n s e en E s p a ñ a . — L l e g a n á M é x i c o y se presentan ú la A u d i e n c i a . —
Dificultades de los oidores paro hacer la n o t i f i c a c i ó n á M u ñ o z — H ó c e n l a P u g a y V j l l n n u e v a . — S o r p r e s a y desconcierto del visitador.—
S a l e fugitivo de Mé.xico — Muerte de M u ñ o z . — L a .Audiencia se e n c a r g a del gobierno. — L l e g a ó M é x i c o el virey don Mttrtín E n r t quez — S u p r u d e n c i a y m o d e r a c i ó n . — E . x t i é n d e n s e por el norte los limites de N u e v a E s p a ñ a . — E x p l o r a c i ó n del teniente alcalde
F r a n c i s c o C a n o . — F u n d a c i ó n de l a villa de L a g o s y de otras poblaciones. — I n v a s i ó n de las tribus de los c o a c h i c h i l e s . — F u n d a c i ó n de
Celaya y de S a n F e l i p e . — G r a n pendencia en M é x i c o con motivo de u n a p r o c e s i ó n .
E n los últimos días del mes de julio de 1566 h a b í a
probar
en
muerto en E s p a ñ a , en el convento de Atocha, á los
habían
procedido
noventa y dos años de edad, el padre de los america-
sujetando
nos,
reduciendo á la esclavitud á sus habitantes.
el apóstol
de las Indias, el célebre
obispo de
sustancia,
que justa y
los
convenientemente
conquistadores
en
las
Indias,
por la guerra y la fuerza aquellos reinos y
A pesar
de que aquel escrito tenía el c a r á c t e r , m á s que de una
Cliiapas fray Bartolomé de Las Casas.
Los últimos años del noble religioso no fueron para
defensa, de una apología de los reyes y de los conquis-
él tranquilos, n i encontró en la celda la calma y el
tadores e s p a ñ o l e s , el monarca y el Consejo real, por
retiro que allí había ido á buscar; viviendo en constante
un rasgo de honradez,
lucha, las consecuencias de ella debían haberse hecho
personajes y en aquellos tiempos,
sentir para el obispo en la soledad del convento, con
Sepúlveda las licencias para imprimir su obra, creyendo
no
raro n i extraño en tales
negaron al doctor
tanta m á s razón cuanto que no quiso nunca despren-
sabiamente que concederlas
derse de la defensa de sus doctrinas, y en pro de ellas
ción á las doctrinas que la obra contenia, sino cubrirlas
salía á la palestra siempre que atacadas ó
con
desconocidas
el prestigio de
sería no sólo dar
la autoridad
suprema.
aprobaPero
el
las miraba, y en esos últimos años fué cuando empren-
doctor, aunque variando la forma, sin duda para no
dió la polémica m á s famosa de su vida con el doctor
aparecer burlando la negativa
Juan Ginés de Sepúlveda.
hizo imprimir y publicar su libro en Eoma, precedido
Era ese doctor, al decir de uno de los más ilustres
escritores españoles
"hábil
filósofo,
diestro teólogo
y j u r i s t a , erudito muy instruido, humanista eminente y
acérrimo disputador.
una facilidad
del gobierno
español,
de un sumario escrito en idioma castellano para que
pudiese entenderle la mayoría de los españoles.
Las Casas se separó
de la .América
por
última
Piscribia el latín con una pureza,
vez á principios de 1547 y llegó á E s p a ñ a á tiempo
y una elegancia exquisitas," y el empe-
para combatir la obra que de publicar acababa el doctor
rador le había nombrado su cronista y capellán.
Sepúlveda.
Sepúlveda escribió un tratado en forma de diálogo,
que intituló Demúcratcs
tomó
tales proporciones
que
se proponía en él,
distinguidas y competentes, ante la cual debían compa-
contradiciendo todo lo que Las Casas había sentado en
recer los adversarios para presentar sus argumentos y
sus
someterse á sus decisiones.
discursos,
Q U I N T A N A .
en sus
Segundo;
L a disputa
el rey dispuso que se formara una junta de personas
memoriales
— V i d a de españoles
y
célebres.
en
sus
libros.
L a junta escuchó primero
al doctor y después 4 Las Casas. que ocupó cinco días
390
MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S
en la lectura de su apología, pero no llegó á dictar
tución
resolución
que fué sin
superior de la misión de dominicos que el obispo había
duda la m á s empeñada y ruidosa que sostuvo en su
conducido á Guatemala, y se retiró al convento de San
ninguna
en aquella cuestión,
vida el obispo.
suya
para
la mitra
Gregorio de Valladolid,
Las Casas renunció en 1-550 el obispado de Cliiapas, habiendo conseguido que fuese nombrado en susti-
fray
Tomás
de
Casillas,
llevando en su compañía
fray Eodrigo de Labrada, su confesor,
á
su amigo y su
inseparable compañero durante muchos años.
Convento de A t o c h a . — C a p i l l a mayor de l a Virgen
Colmóle
allí
de
consideraciones
el gobierno
de
E s p a ñ a , señalándosele una pensión de trescientos c i n cuenta
muerte.
mil maravedís,
Consultábase
de la que disfrutó
y
escuchábase
hasta
con respeto
su
y
distinción su parecer en los negocios de Indias, y á
tanto llegó aquel noble comportamiento, que el Consejo
Eeal, después de la muerte de Las Casas, negó permiso
para imprimir algunos libros en que se le impugnaba.
declarando:
«que á este piadoso escritor no se le debia
contradecir, sino comentarlo y defenderle
' « Y no es de c a l l a r por fin y remate de las alabancas desle
insigne v a r ó n . Que h a b i é n d o s e levantado pocos a ñ o s ha un Cupilan
( e n otras cosas digno de a l a b a n c a , y la merece un tratado que compuso de l a m i l i c i a de I n d i a s ) , que para mostrar las fucrcas de su
entendimiento en pelear con el Cid d e s p u é s de muerto, escribió un
libro c o n t r a este s e ñ o r Obispo, y el Consejo R e a l no lo d e x ó socar
ó luz, porque dijeron aquellos p r u d e n t í s i m o s s e ñ o r e s , que al Obispo
don F r a y B a r t o l o m é de l a s C a s a s no se habia de contradecir sino
MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S
E l cadáver del obispo de Chiapas fué sepultado en
v i r e y , m a r q u é s de Falces, mandó disolver las tropas
el convento de Atocha en la capilla mayor de la Virgen
que habían reunido los oidores y que estaban acuarte-
«con el pontifical pobre y báculo de palo," como él lo
ladas en el palacio; retirar y guardar la artillería, y
cesar todo el aparato
había ordenado.
bélico y de precauciones
que
F u é también memorable para México el año de 1566
tanta alarma causaba en la ciudad y que en el P e r ú
por haberse fundado el hospital de dementes, por B e r -
y en las otras partes del nuevo continente daba ocasión
nardino Alvarez,
de suponer muy grave la situación política de Nueva
en unas casas de la calle de San
Bernardo, que con ese objeto le dieron Miguel D u e ñ a s
España,
y su mujer Isabel de Ojeda.
que consigo habia traído el v i r e y , y los pocos guardias
El mismo día en que entró en México el nuevo
y sólo quedaron en palacio los
alabarderos
indispensables para la custodia del marqués del Valle,
Don G a s t ó n de P e r a l t a , m a r q u é s de F a l c e s
de sus hermanos y de algunos otros que presos perma-
la situación.
necían a ú n en las casas reales por estar ó suponérseles
que decían los oidores y seguro de que t a l alzamiento,
complicados en la conjuración.
como
No fueron tales medidas del gusto de la A u d i e n -
E l marqués de Falces, sin cuidarse de lo
el proyectado no llegaría
cumplir
su
acuerdo
y
mandó
á
que
efectuarse,
se
hizo
comenzase la
cia, que se oponía, aunque no resueltamente, á ellas,
revisión de las causas pendientes contra los conjurados.
representando al virey el peligro de la paz, el riesgo
A d e m á s , para tranquilizar los ánimos en otras partes
de perderse la tierra y los preparativos de sublevación
de las Indias, escribió, por conducto del oidor Ceynos,
que tenían a ú n en pié los conjurados; pero en el fondo
cartas al virey
obraban los oidores impulsados por el temor de que el
otras provincias, noticiándoles haber llegado á México
virey pudiera escribir al monarca que las ejecuciones
y estar la colonia enteramente tranquila.
de los Ávila habían sido injustas, porque n i tan exce-
El
fiscal
del P e r ú y á los gobernadores de las
Cárdenas de la Audiencia comenzó por
sivas precauciones n i tan sangrientos remedios exigía
pedir con instancia la confiscación del Estado y hacienda
comentarlo y d e f e n d e r l e . » — R E M E S A L . — / / ¿ s t o r í a de la
de Chiapa y Guatemala,
lib. X , c a p . X X I I I , n ú m 7.
accedió, aplazando para más tarde la resolución; por
del m a r q u é s del Valle; pero don Gastón de Peralta no
provincia
392
MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S
SU parte el marqués del Valle recusó como enemigos
guarda n i escolta que su palabra, exigiéndole sólo que
suyos á los oidores, y esto, por la falta de personas
prestase pleito homenaje de presentarse al general de
que integrasen el tribunal, fué á los ojos del virey una
la flota en Veracruz y en llegando á E s p a ñ a al Consejo
gravísima dificultad, .pero dificultad
de Indias.
más que contrariarle le halagaba,
que en el fondo
pues ó bien porque
Incapaces los oidores de estimar á cuanto obligaba
convencido de que los oidores procuraban siniestramente
aquello á don M a r t i n ,
y como satisfacción de una personal venganza la ruina
eran ellos de no haber cumplido, en caso semejante,
del marqués del Valle,
resolución definitiva
trascendencia,
ó porque le pesara dar
sin duda porque muy capaces
una
compromiso tan sagrado, presentáronse al virey exage-
en asunto tan delicado y de tanta
rando el gran peligro que iba á correr la tierra con
ó porque profesara grande simpatía á
aquella
disposición,
y
asombrados
de que tan libre
don Martín y le pareciera negra ingratitud y especie de
fuese el marqués del Valle.
profanación manchar con la sangre del hijo
gran serenidad el v i r e y , y cuando los oidores acabaron
derramada
Escuchó sus razones con
en un patíbulo, como pretendían los oidores, una tierra
de hablar, contestóles:
conquistada
de los oidores había querido i r con el m a r q u é s ,
y
pacificada por
el heroico
esfuerzo
y
«Que había visto que ninguno
que
sagacidad del padre, don Gastón de Peralta acechaba
poca gente de guardia sería de poco efecto y mucha
la ocasión de desprenderse del proceso del marqués del
pudiera poner en inquietud la t i e r r a , y pues p r i n c i -
Valle y enviar á éste á E s p a ñ a para que allí fuese
pados, galeras, fortalezas, oficios y otras cosas de gran
juzgado, seguro de que en la corte alcanzaría
calidad se confiaban y entregaban á caballeros
mejor
suerte, en todo caso, que en poder de sus envidiosos
y ruines enemigos.
de
Las recusaciones
de los oidores dieron al virey
hijos-
dalgo con un pleito homenaje, el cual tenía tanta fuerza
fidelidad
virey
y obligación
entendía
de cumplirse, que el dicho
enviaba al dicho mariiués
del ^'alle
la deseada oportunidad, y propuso á la Audiencia que
el marqués del Valle fuese remitido á E s p a ñ a para ser
alli juzgado; convinieron en ello los oidores, quizá con
poco gusto, pero como no tenían razón
fundada que
oponer y además sabían ya que no podían ser jueces
del marqués del Valle n i aun quizá influir en los que
lo fuesen, no presentaron gran resistencia al acuerdo.
Tratóse entonces del modo que habia de tenerse
F u e s i m i l e d é l a firma de don G a s t ó n de P e r a l t a
para enviar al acusado á Veracruz, de cuyo puerto iba
á salir por aquellos mismos días la flota del general
debajo del pleito homenaje con la m á s segura guarda
Juan Velasco de Barrio, y se convino y pronunció auto
de todas
para que el raaniués del A'alle fuese llevado á San Juan
Valle salió para Veracruz después de haber
de I T ú a , á su costa, y alli entregado en calidad de
el 22 de febrero de 1507, ante el secretario Gordiano
L " Callaron los oidores, y el marqués del
prestado
preso al general de la flota para que éste lo entregase
al Consejo juntamente con la causa que por la Audiencia
de México se le habia formado; pero cuando llegó el
caso de ejecutarse
dificultad.
esta disposición surgió una
grave
E l virey p r e g u n t ó á los oidores que estaban
presentes quién de ellos se encargaba de la comisión de
llevar al m a r q u é s del Valle á Veracruz, y
entonces,
alegando diferentes motivos cada uno de ellos, todos se
excusaron, temerosos
más que de la responsabilidad
legal, de la mala voluntad del marqués y de algiin
intento de sus parciales y amigos.
F a c s í m i l e de la firma de Goriliano do Casusano
(le Casasano y en manos de don Pedro B u i , caballero de
la orden de Calatrava, pleito homenajit como caballero
No podía c.oufiarse el encargo al alguacil mayor,
hijodalgo al fuero de E s p a ñ a , de paitirse de su casa é
porque estrecho parentesco le unía con don Luis Cortes;
i r derecho á Veracruz, adonde llegaría el 20 de marzo
ehviar poca escolta era imprudencia, pues muchos eran
para embarcarse
los partidarios del m a r q u é s del Valle, y hacerle custo-
la Eslerlina,
diar por numerosa tropa prestariale ocasión de seduc-
el caso (le i r acompañado de su mujer, y yendo solo se
ciones y quizá de conseguir el intento de que se le
embarcaría en la capitana -'.
en la nao de Felipe Boquín llamada
ó en otra que el general le señalase, en
acusaba. E n tal embarazo, apeló don Gastón de Peralta
á un medio cuya eficacia sólo podían comprender los
<iue, como é l , guardaban en sus pechos nobles y caballerescos sentimientos, y fué enviar al marqués sin más
' Informe dado por el virey. m a r q u é s de Falees. ;t los jueves
pesquisidores en 0 de diciembre de l.'iGT. — Onozco. — Con]iii ación
ílí-'l itiaríjucs
del Yallc, documento t i , p ú g . 411.
f ORO-ACO. — Cnnjiiración
del iiiai-qiiés
del V n / í c ( c i t a d a ) , p ú nina .ÓG.
393
MÉXICO Á T R A V É S D E L O S S I G L O S
Aun no era partida la flota que debia conducir al
de Barrio á dar cuenta al rey de algunas cosas r e l a -
preso á E s p a ñ a , cuando la Audiencia comenzó á urgir
tivas á la conjuración,
al virey por el secuestro
quedando en IMéxico los hermanos (juesada
del marquesado
del Valle,
alegando que era ya llegado el tiempo de proceder eu
esa
v í a ; pero aun consiguió don Gastón de Peralta
detener aquedla providencia, haciendo entender á los
oidores cuán
marqués
peligroso camino sería
del Valle
con
esa
estando
el p a t í b u l o , víctimas del visitador IMiiñoz, aiiuella falta
de previsión.
L a Audiencia y el virey escribieron largamente ai
monarca e s p a ñ o l , enviando el virey cuantos documentos
todavía en Veracruz, libre y en oportunidad de tomar
creyó necesarios para justificar
el camino del marquesado en Oaxaca.
lidad
E l proceso seguido contra don Luis Cortés habíanle
que, por
haber perdido la oportunidad, muy pronto pagaron eu
el de i r r i t a r ai
determinación,
pero sólo Espinosa lo aprovechó,
y
conveniencia de
su conducta y la lega-
sus
procedimientos, y los
oidores, haciendo contra el m a r q u é s de Falces toda clase
fallado los oidores á pocos días de la llegada del virey,
de acusaciones,
condenando al hermano del m a r q u é s
del Valle á ser
reino, aprovechando la inquietud de los ánimos, para
inclusa la de
querer
alzarse
con el
decapitado p ú b l i c a m e n t e , aplicándose
sus
bienes á la
lo cual agregaban como irrecusable prueba, pero que á
Don Gastón de Peralta, en la
ser cierto el hecho como lo refiere Cavo ' da muestra
revisión de aquella sentencia, quitó la pena de muerte,
de la mayor audacia y maldad, que el virey tenía ya
y don Luis fué sentenciado definitivamente á servir á
prestos treinta m i l combatientes, y eso lo decían porque
cámara y ñsco del rey.
su costa al rey en Orán por diez años y á la confisca-
en algunos de los muros en el interior del palacio había
ción de todos sus bienes
mandado pintar el virey grandes batallas con multitud
E n los momentos de embarcarse para E s p a ñ a el
de combatientes.
Pueril
acusación
era
aquella
para
marqués del Valle escribió al virey una carta en la que
leída en la historia, pero grave y peligrosa lanzada por
le decía que un hijo y una hija t e n í a p e q u e ñ o s ; que en
la Audiencia contra un virey ante un monarca descon-
Nueva E s p a ñ a los dejaba por no exponerles á los p e l i -
fiado, que gobernaba á tan remota distancia y á cuyos
gros é incomodidades de la navegación; que
morir
en aquella t r a v e s í a , y era
él podía
su voluntad
ojos todo debía tomar colosales proporciones y p r i n c i -
poner
palmente lo que por tan autorizado conducto le llegaba.
de don
A d e m á s , los oidores ponderaban sus propios méritos,
encargán-
los servicios que al rey habían prestado, el gran peligro
dole al mismo tiempo que goberuase y le representase
que la tierra corría y la necesidad en que se encontraba
en todo lo que correspondía al estado y hacienda del
de un remedio e n é r g i c o , eficaz y oportuno.
aquellos
Gastón
niños
bajo
el
amparo y protección
de Peralta, á quien les confiaba,
Contestóle el m a r q u é s de Falces
E l factor Ortuño de I b a r r a , por cuyas manos debía
que no podía hacerse cargo del poder de don Martin
pasar la correspondencia del m a r q u é s de Falces, ganado
Cortés en lo relativo á sus bienes, pero que « e n lo que
por los oidores, i n t e r c e p t ó l a impidiendo que llegase á
tocaba á sus hijos que él los tomaría y criaría lo mejor
su destino y sólo dejó salir libremente la de la Audien-
que pudiese."
cia, con lo que el virey quedaba indefenso en la corte
marquesado del Valle.
Noble rasgo h a b r í a sido este de don
Gastón de Peralta si á mancharle feamente no hubiera
(le las calumniosas acusaciones de sus enconados
venido la indigna intención que le guió al recibir aquel
migos.
tierno- y sagrado depósito de manos de un padre que en
ene-
Aquella intriga desleal tuvo el éxito que deseaban
él confiaba lo m á s querido de su corazón; pues el mismo
sus autores, tanto m á s
virey agrega en su informe á los jueces comisarios al
y
referir este episodio: «Zo.f cuales ( n i ñ o s ) tomó el tlirlio
oidores, sus acusaciones contra el marqués de Falces,
virey
los
como rehenes
suceder.I-
y en seguridad
de lo que
podía
receloso
el monarca
fiícilmente
español.
cuanto era suspicaz
Las
quejas
de los
preparativos del levantamiento, que tan detallada-
Si t a l fué la mente de don G a s t ó n al aceptar
mente d e s c r i b í a n , su acalorado empeño en demanda del
el encargo de don Martin C o r t é s , cometió una acción
pronto remedio, al mismo tiempo que la presencia eu
indigna de un caballero; si esto lo dijo sólo para discul-
E s p a ñ a del m a r q u é s del Valle, acusado de tan grave
parse con los jueces pesquisidores y por alejar toda
delito, como traición al r e y , y la falta absoluta de toda
sospecha de connivencia con el m a r q u é s del Valle, fué
carta ó documento de don Gastón de Peralta explicando
un acto de cobardía que mancha su nombre y memoria,
ó disculpando su conducta, todo causó
porque hay defensas que son más deshonrosas que el
estrago en el ánimo de Felipe I I , que creyó ya suble-
patíbulo.
vado al v i r e y , y si no perdida para la corona la Nueva
E l licenciado Espinosa, Pedro de Aguilar
y don
España,
sí necesitando
un
ejército
uu verdadero
para sojuzgarla.
Pedro y don Baltasar de Quesada obtuvieron del virey
Entonces ocurrió al monarca el mismo expediente de
permiso para i r á E s p a ñ a en la flota del general Velasco
que se había echado mano cuando aconteció la grave
í Informe dado por el virey, maerjuép de Folcep, á !op j u e c e s
pesquisidores en 0 de diciembre de 1507. — Onozco. —
Conjuiarión
del marijiuv del Valle, documento I I , png. 411.
de jueces visitadores revestidos de omnímodas
sublevación
'
CAVO
de Pizairo en el P e r ú ,
— L o s tres siylo." de Méa-iro,
]ih.
el nombramiento
IV,
facul-
púrrufo X X V I l l .
394
MÉXICO i
TRAVÉS D E L O S S I G L O S
tades y escogidos entre los personajes más distinguidos
al rey y fuera el m a r q u é s de Falces á contestar allá
en la corte por su inflexibilidad y su e n e r g í a .
los cargos.
E l v i r e y , triste y avergonzado, se retiró
Fueron nombrados por el rey para el desempeño
entonces de México para San Juan de Ulúa á esperar
de esa comisión el licenciado Jaraba, del Consejo Eeal;
allí la salida de una ñota para regresar á E s p a ñ a con
el licenciado Alonso de Muñoz, del Cousejo de Indias,
su familia.
y el doctor Luis Carrillo, alcalde de casa y corte, y
Desde su llegada á México hasta el mes de noviem-
extendióse la cédula de su nombramiento y facultades
bre se ocupó Muñoz en instruirse de todos los procesos
omnímodas en Madrid el 16 de junio de 1.567. Embar-
que la Audiencia había formado con motivo de la con-
cáronse
juración del marqués del Valle, muchos de los cuales
en
seguida
para
Nueva
España,
y aunque
.Jaraba murió durante la n a v e g a c i ó n , é s t a fué feliz para
se habían dado por concluidos por el virey.
Muñoz y Carrillo, que llegaron á México á principios
visitador hizo revivir todos esos procesos, mandó encar-
de octubre del mismo año de 1567.
celar á cuantos en ellos encontró comprendidos y aun
Era el visitador Muñoz un hombre déspota y san-
E l terrible
mencionados; los hombres m á s principales y respetados
guinario, que revelaba en su aspecto la dureza y p e r -
de la colonia se vieron reducidos á p r i s i ó n ;
versidad de su c a r á c t e r ; casi viejo y dando siempre
encontraban por las calles más que grupos de soldados
muestras
conduciendo á personas de todas clases á las cárceles
de
desagrado,
recibía á todos con
adusto
no se
ceño; exigiendo para si un profundo respeto y acata-
del palacio y de la ciudad; muy pronto las cárceles no
miento, dignábase apenas contestar el saludo de quienes
fueron
con él tenían que tratar algún negocio, y eso sin volver
acusados, y entonces mandó Muñoz construir violenta-
muchas veces el rostro y sin tocarse siquiera el som-
mente calabozos h ú m e d o s ,
brero; altivo y cruel, no estaba satisfecho mientras no
fuertes,
capaces de contener
el gran número
de los
oscuros y malsanos,
que se llenaron también
pero
muy pronto y que
tenía alguna victima que sacrificar. E l empeño en las
causaban t a l h o r r o r , que un siglo después todavía se
persecuciones
les daba el nombre de su constructor.
los
redoblaba su actividad
y le inspiraba
más terribles procedimientos para arrancar á los
acusados ó sospechados confesiones
aumentaran el número de presos,
y denuncias
en quienes pudiera
saciar su rabiosa sed de perjudicar y castigar.
había
aquel mónstruo
parecieron sospechosas al visitador.
Nada
n i respetado
Los encargados de hacer las aprehensiones entraban
de noche á las casas para sorprender á las familias, y
digno de compasión; el virey era blanco de su saña;
á la rojiza luz de los hachones de viento veíanse pasar
los oidores, culpables de haber
provocado la venida
por las calles los grupos de presos arrancados á esas
de aquel visitador funesto á la Nueva E s p a ñ a , tembla-
horas del hogar y del seno de sus atribuladas familias.
en su preseucia;
sagrado
S e c u e s t r á r o n s e los bienes del m a r q u é s del Valle,
de sus hermanos, de sus amigos y de cuantas personas
ni
ban
para
que
la sociedad estaba aterrada y
Entre
tanto Muñoz
y
Carrillo
sustanciaban
las
«no h a b í a hombre con hombre en la tierra y de t a l
causas con una rapidez espantosa, sin respetar términos
manera vivían todos, que no s a b í a n , de s í , n i cómo
legales,
ampararse n i defenderse de tantas crueldades y t i r a -
defensa, aceptando como prueba plena para dictar una
n í a s , " dice Torquemada pintando el espantoso cuadro de
sentencia, lo que sólo podía recibirse como un indicio.
la colonia durante el gobierno de Muñoz.
El
Su compa-
fiscal,
sin cuidar de las fórmulas
tutelares de la
por su parte, digno colaborador de aquella
ñ e r o , el doctor Carrillo, era una figura que se descu-
cruel tarea, prodigaba las acusaciones,
bría
en lo que n i motivo pudiera ser de sospecha, en una
apenas eu
el gobierno como dócil
y
diligente
instrumento del feroz y repugnante visitador.
y
fundándose
palabra, en un saludo, en un vínculo de amistad ó
Don Gastón de Peralta, ignorando que sus cartas
parentesco, extendía una terrible petición ó basaba un
é informes al monarca habían sido detenidas por los
cargo grave y capital.
oidores, recibió la noticia de la llegada de los jueces
dos, desmayando ante la parcialidad de los jueces, y el
comisarios y de
tormento venia en auxilio del fiscal y de los comisarios,
armados
las
venían,
causas que
omnímodas
sin comprender
podían
haber
facultades
de
que
absolutamente
las
motivado aquella
violenta
Defendíanse apenas los acusa-
arrancando á la víctima
con el dolor
confesiones y
denuncias falsas, hijas no m á s de los atroces
resolución de Felipe I I . Vióse repentinamente destituido de su elevado cargo y sometido á un juicio como
crujían en el potro ó se estremecían convulsos con la
sospechoso en su lealtad, y p r e s e n t ó un informe de su
prueba del agua.
conducta ante los jueces comisarios el 6 de diciembre
de
hombres
cuyos
miembros
sufri-
mientos
desencajados
Muy pronto comenzaron las ejecuciones.
E l 8 de
de 1567, haciendo en él relación de cuanto había hecho
enero de 1568 fueron ahorcados Gómez de Victoria y
en
Cristóbal
el gobierno y
tenido para
dictar
explicando las razones
cada
una
de
sus
que
había
disposiciones.
de Oñate
E l proceso de Oñate
habíale
Contradijo el informe el fiscal Francisco de Sande, y
' Este C r i s t ó b a l de O ñ a t e dijo ser pariente del que fué gobernador de la N u e v a G a l i c i a . L l a m á b a n l e para distinguirle de aquél
Muñoz y Carrillo acordaron que el proceso se enviara
eljoBcn.
D i c e l a sentencia p r o n u n c i a d a contra é l :
395
MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S
comenzado Muñoz desde Madi-id, en donde aquel acusado
H é aquí la r a z ó n , originalmente asentada por el
fué aprehendido; diósele allí tormento y confesó muchas
secretario, de la prueba de tormento que sufrió don
cosas de las que se r e t r a c t ó en México. E l dia siguiente,
Martín:
9 de enero, fueron decapitados en la plaza los dos her-
« E n la ciudad de México á siete días del mes de
manos don Pedro y don Baltasar de Quesada después de
Enero de m i l quinientos sesenta y ocho años los señores
haber sido paseados en unas bestias de albarda por las
licenciado alonso muñoz y Doctor luis carrillo aviendo
calles públicas de la ciudad y con voz de pregonero que
visto este proceso que el Doctor francisco de sande fiscal
decía: «esta es la justicia que manda hacer su magestad
de su magestad
á este hombre por traidor; mándanle degollar por ello;
Dixeron que devian confirmar y confirmaron el auto y
quien tal hace 'que tal pague Q»
sentencia del tormento en esta causa dado y pronunciado
sigue contra Don martin cortes preso
Don Martín C o r t é s , el bastardo, había por su des-
en veynte dias del mes de noviembre del año pasado de
gracia quedado en la cárcel de las casas reales á merced
mili e quinientos y sesenta y siete por el qual en efecto
del visitador Muñoz y de su compañero, y sobre él
condenaron aquestion de tormento de agua y cordeles
quisieron ejercitar todo el rigor del castigo que no podía
en cabeca agena al dicho don martin cortes el cual
alcanzar al marqués del Valle n i á su hermano L u i s .
mandaron llevar a devida execucion con efecto y asy lo
Muñoz procuró en vano que don Martín hiciera confe-
pronunciaron y mandaron.—Dos r ú b r i c a s . — P a s ó
siones que causaran la p é r d i d a del marqués del Valle, y
my.—Juan martinez de canaleta.
ante
que por su gravedad permitieran volverse sobre la causa
" N o t i f i c a c i ó n . — E n la ciudad de méxico á ocho días
de don Luis , pero el bastardo de H e r n á n Cortés resis-
del mes de Enero de mili e quinientos e sesenta y ocho
declaraciones
años yo el secretario yuso scripto ley e notifiqué el auto
semejantes, y los jueces comisarios, creyendo arrancarle
tióse
enérgica y constantemente
á dar
de suso contenido a don martin cortes en su persona el
con el martirio lo que de otro modo no podían obtener,
cual dixo que lo oya y que se haga la voluntad de los
votaron la causa á tormento, diligencia que se ejecutó
dichos señores testigo
en las casas reales el 8 de enero de 1568 en el mismo
canaleta.
día en que eran ahorcados Gómez de Victoria y Cristóbal
de Oñate.
alonso
del vallejo
alguazil.—
"Tormento.—E luego sobre dicho dia mes e año los
dichos señores licenciado alonso muñoz y doctor luis carrillo hizieron llevar al dicho don martin cortes a un aposento
« E n el pleyto que es entre el doctor f r a n c i s c o de sande fiscal de
su magestad acusador de la una parte y xpoval de o ñ a t e preso en
la c á r c e l rrenl de corte desta c i b d a d de m é x i c o rreo acusado de
la otra.
» F a l l a m o s atentos los autos y m é r i t o s del proceso que por l a
culpa que resulta contra el dicho x p o v a l de o ñ a t e le debemos c o n denar y condenamos a que de l a c á r c e l p ú b l i c a adonde e s t á ])reso
sea sacado cavallero e n c i m a de una bestia de albarda atados pies y
manos con p r e g ó n ¡ l ú b l i c o que manifieste su delito y la j u s t i c i a que
se le manda hazer sea traido por las calles p ú b l i c a s acostumbrados
de esta ciudad basta llegar á la horca adonde m a n d a m o s sea a h o r cado los pies altos del suelo basta que m u e r a naturalmente y le s a l g a
el á n i m a d é l a s carnes y d e s p u é s de ahorcado sea descuartizado y
puestos los cuartos por los c a m y n o s rreales que por nos bien visto
fuere en execucion desta sentencia d e c l a r é m o s l e mas en p e r d i miento de todos sus bienes aplicados para l a c á m a r a e fisco de su
magestad y por esta nuestra sentencia definitiva juzgando asi l a
pronunciamos y mandamos con costas.—el licenciado alonso m u ñ o z .
— el doctor luis carrillo.
» D a d a y p r o n u n c i a d a f u é esta sentencia por los s e ñ o r e s del c o n sejo e comysarios de su magestad en l a cibdad de m é x i c o en siete
dias de henero de mili e quinientos e sesenta y ocho a ñ o s . — j u a n
martinez de i j a u a l e t a . »
' D i c e el testimonio de l a e j e c u c i ó n de l a sentencia de don
Baltasar de Q u e s a d a :
« E n cumplimiento de l a d i c h a s e n t e n c i a en este dicho dia mes y
a ñ o los dichos nlguaziles de su magestad gonzalo m u ñ o z e myguel
de cantos e g e r ó n i m o de myeses hicieron s a c a r de la c á r c e l que por
mandado de loa dichos s e ñ o r e s se hizo en estas c a s a s reales donde
estaba preso el dicho don b a l t a s a r de quesada y le hicieron poner
en una m u í a de silla atados los pies y las manos con boz de pregonero que deziu esta es la j u s t i c i a que m a n d a hacer su magestad a
este onbre por traydor m á n d a n l e degollar por ello quien tal baze
que tal pague y en esta forma f u é traido por las calles p ú b l i c a s
acostumbradas hasta llegar a la plaga p ú b l i c a desta d i c h a cibdad y
en un tablado que estaba hecho para el dicho efecto j u n t o a la horca
donde se acostumbran h a c e r tales j u s t i c i a s le fué cortada la cabega
e quitada de los ombros e asi fué executada l a d i c h a sentencia de
que yo el secretario yuso scripto doy fee estando presentes j u a n
arias de r r i v e r a y j u a n croman escrivanos de su magestad e diego
de monnegro vezino desta d i c h a c i b d a d .
»Fué corregida con l a sentencia original que en mi poder queda..
— Juan Martinez de guualeta »
de las dichas casas rreales y estando presentes el potro
y los demás aparejos para le dar tormento le fué apercebido diga y declare la verdad y lo que sabe cerca del
trato de rrebelion y lebantamiento que se hizo en esta
tierra contra su magestad de mas de lo que a dicho y
declarado en sus confesyones y los demás culpados que
ay en el dicho negocio y las culpas particulares de cada
uno dellos que a ocultado y dejado de dezir y lo que
mas sabe y entiende cerca de lo susodicho con apercibimiento que no lo haciendo se le d a r á tormento y si en
él muriere o alguna lysyon rrecibiere en su cuerpo o
miembros sea a su culpa y cargo y no a la de los dichos
señores el qual dixo que ya a dicho la verdad y no tiene
mas que dezir de lo que ha dicho.
" Y luego por mandado de los dichos señores Juan
nauarro y pero baca desnudaron al dicho don martin
cortes y juntos ambos brazos se les comentaron a apretar
y apretaron con un cordel y le fue apercibido que diga
y declare la verdad y lo que sabe cerca de lo susodicho
el qual dixo que ya a dicho la verdad y no tiene mas
que dezir y aque a dios pone por testigo de su verdad.
" E luego fue echado en el potro y escalera del
dicho tormento y le fueron puestos seis cordeles dos a
los molledos de los brazos y otros dos a los muslos
y otros dos a las piernas y un cordel a los dedos pulgares de los pies y se le comenzaron a apretar y apretaron
todos los dichos cordeles y le fue apercibido diga y
declare la verdad de lo que sabe cerca de lo que le a
396
MÉXICO Á THAVÉB D E L O S S I G L O S
sydo preguntado so las dichas protestaciones
el qual
dixo que ya a dicho la verdad y no tiene mas
que
estuvo m á s que entonces á riesgo de perderse la tierra;
pero la revolución no llegó á estallar,
dicen algunos
historiadores, porque faltaba un caudillo; triste y vana
dezir.
» E luego por mandado de los dichos señores le fue
explicación, porque los caudillos brotan de las revolu-
echado un jarro de agua de medida de un cuartillo y le
ciones, y no son ellos los que las hacen, que de ser así,
fue preguntado que diga y declare la verdad cerca del
serian jefes antes de tener á quien mandar;
dicho negocio el qual dixo ya e dicho lá verdad.
lo que faltó entonces fué energía y virilidad al pueblo
n E luego se le echó otro j a r r o de agua y se le hizo
otro apercehimiento el cual dixo ya la e dicho no tengo
ciertamente
español y mestizo de la colonia, contentándose
con
todos
lamentar los sucesos escribiendo al rey y á los
señores de la corte para pedir el remedio á tan dura y
mas que dezir.
» E luego se le echó otro jarro de agua y se le
apercehió que diga y declare la verdad y lo que sabe y
pasa cerca de lo que se le a preguntado el qual dixo que
acerba situación.
Pero tantas quejas, tantas representaciones,
llega-
ron á convencer á Felipe I I de que realmente Muñoz
era un tirano tan cruel y aborrecido que la Nueva
ya a dicho la verdad.
" E luego se le echó otro j a r r o de agua y se le hizo
E s p a ñ a corría gran peligro de perderse si aquel hombre
otro tal apercehimiento el qual dixo ya e dicho la verdad
permanecía por más tiempo en el gobierno.
y por el sacratísymo nombre de dyos que se duelan de
comprendió
el rey
cuán
desacertada
había
Entonces
sido
la
elección de los jueces comisarios y cuánto mal se habia
my que no diré mas de aquí a que me muera.
" E luego se le echó otro j a r r o de agua y se le hizo
otro apercehimiento el qual dixo que ya la a dicho y que
hecho en creer tan fácilmente los informes que Ceynos,
Orozco y Villalobos enviaron contra
don Gastón
de
Peralta, y sin causa y desacertadamente, despojar del
no sabe mas.
» E luego se le echó otro jarro de agua y se le
mando al v i r e y ; pero era necesario poner un término á
apercehió que diga y declare la verdad y lo que le a
las consecuencias de aquellas mal aconsejadas disposi-
sydo preguntado el qual dixo que ya a dicho la verdad
ciones; u r g í a el remedio para la situación aflictiva de la
y no tiene mas que dezir.
colonia, y el monarca comisionó á los antiguos oidores
" Y en este estado por estar el dicho don martin
Vasco de Puga y Villanueva, que destituidos por el
cortes enfermo e que a pocos dias que estuvo muy malo
visitador Valderrama se hallaban en Madrid, para que
y por constarles de sus enfermedades
inmediatamente
y flaqueza y que
se
embarcaran
para
Nueva
España
estava fatigado en el dicho tormento se lo mandaron
encargados de llevar la orden al visitador Muñoz de
suspender para se lo rreyterar si les pareciese e mudar
que, dejando todos los negocios en el mismo punto en
en especial cada y quando bien visto les sea y acabósele
que estuvieran cnando el real acuerdo le fuese notificado,
de dar dicho tormento este dia a obra de las nueve oras
se pusiera en camino para E s p a ñ a sin dilación alguna,
antes de medio dia.—Dos r ú b r i c a s . — P a s ó ante m y . —
saliendo de la ciudad tres horas después de habérsele
Juan Martinez de canaleta
hecho la notificación.
E l 20 de enero se dictó la sentencia contra don
Martín
Cortés
condenándole
á destierro
perpétuo
de
Con gran secreto se embarcaron para Nueva E s p a ñ a
los comisionados en uno de esos navios que se llamaban
todas las Indias, el cual destierro debia cumplir so pena
avisos,
de muerte, debiendo ser embarcado en la primera flota
salian anticipadamente para anunciar en las colonias que
que partiese de Nueva E s p a ñ a , siendo á su costa los
la flota llegaría p r ó x i m a m e n t e , y en los puertos de la
gastos de la escolta que le custodiara en el camino hasta
metrópoli que la flota había llegado felizmente ó con
Veracruz, y condenándosele además en multa de m i l
averia en la colonia, y que salía de allí ya de regreso.
ducados, la una mitad de ellos aplicables á la cámara y
fisco y la otra á los gastos de justicia.
que m á s veleros que los demás de una
E l viaje de Puga y Villanueva fué r á p i d o ;
flota,
desem-
barcaron en Veracruz y subieron hasta México sin que
Seguían entre tanto las prisiones, las pruebas de
nadie hubiera podido apercibirse n i sospechar siquiera
tormento y las sentencias de destierro, y de multas y
su llegada, que fué el martes santo del año de 1568.
de confiscaciones, y ya nadie, n i aun los mismos oidores,
Con el mismo sigilo, pero sin perder un momento, los
se consideraban seguros y libres de las iras del funesto
comisionados se dirigieron á la Audiencia y mostraron,
y sanguinario visitador, que apoderado del gobierno de
en acuerdo secreto, sus despachos é instrucciones á los
la colonia, desde que comenzó
oidores.
el proceso
contra el
marqués de Falces, era arbitro de la vida, la libertad
Grande fué el regocijo de éstos al imponerse
de aquella novedad; ellos, como todos los vecinos de la
y los bienes de los desgraciados habitantes de Nueva
colonia, aborrecían profundamente al visitador y estaban
España.
temerosos de é l , y aquellas reales provisiones vinieron
L a indignación pública era terrible,
quizá
nunca
1 Proceso c o n l r a don M a r t i n C o r t é s . — O n e z c o . — O b r a c i t a d a ,
p á g . 228.
á calmar sus angustias y á presentarles una venganza
de los desprecios y malos tratamientos de que objeto
habían sido por parte de Muñoz.
Sin embargo,
presen-
397
MÉXICO Á T B A V É S D E L O S S I G L O S
tábase una grave dificultad:
todos los oidores conocían
tan orgulloso en el poder estaba trémulo,
cadavérico,
el carácter rudo y feroz del visitador, y para ellos era
sin fuerza n i valor para contestar, y perdiendo hasta la
un gran peligro notificarle la destitución y la orden para
humana dignidad. No m u r m u r ó , no se quejó, no opuso
salir de la ciudad y del reino; y tanto era el ascendiente
la menor resistencia; lívido y convulso, oyó la orden de
que sobre aquellos ánimos ejercía Muñoz por el terror
abandonar
que causaban sus
el miedo
recogiendo lo que. de valor tenía en la celda, salióse
de que al escuchar la notificación el visitador mandase
ocultamente del convento y de la ciudad, emprendió á
ahorcar á quien se la hacía, que ninguno de la Audiencia
pié el camino para Veracruz en compañía del doctor
crueldades
y tan grande
la ciudad en el término de tres horas, y
se atrevió á desempeñar aquel cargo, y hubo necesidad
Carrillo, acelerando el paso y ocultando el rostro por el
de que los mismos Villanueva y Vasco de Puga se resol-
temor de ser descubiertos y sacrificados por la justa
viesen á afrontar la dificultad practicando ellos personal-
indignación de los vecinos de México: á pocas leguas de
mente aquella diligencia.
Muñoz, que procuraba ostentar siempre el trato y
las costumbres de los grandes señores de su tiempo,
habia, como solían hacerlo los reyes, r e t i r á d o s e á pasar
la semana santa en un convento, eligiendo el de Santo
Domingo, en donde los frailes le dispusieron una cómoda
y bien amueblada habitación.
E n el templo el visitador
había hecho colocar, en alto sobre un tablado, un gran
sitial bajo un rico dosel de terciopelo, á imitación de los
monarcas, y alli asistía á los oficios divinos rodeado
de su guardia de alabarderos; y sin tratar n i hablar
con nadie e n t r á b a s e al convento por la misma iglesia
tan pronto como terminaban las ceremonias del culto.
Los
comisionados
Vasco de Puga
y
Villanueva,
acompañados del escribano Sancho López de Agurto y
del alguacil mayor de la ciudad, llegaron muy de mañana
al convento de Santo Domingo y se hicieron anunciar
con
Muñoz,
enviándole
á
decir no más con el paje
de servicio que tenían asunto importante y grave que
comunicarle; pero el paje no quiso entrarle el recado
porque aun no se había despertado, y los comisionados
tuvieron
que
esperar
mucho
tiempo
Acostumbrado el visitador á tratar
en la antesala.
á cuantos
con él
tenían negocios con el mayor desprecio, supo que a l g u nas personas le esperaban para hablarle, y no inquietándose por eso, no se dignó siquiera dedicar menor
F a c s í m i l e de l a firma de S a n c h o L ó p e z de Agurto
tiempo del que solía á los cuidados de su pei'sona.
A l fin, después de haber hecho esperar mucho á
Puga y á sus c o m p a ñ e r o s , dió orden Muñoz que se les
permitiera la entrada.
comisionados,
quizá
con la intención
de
hacer m á s
y comenzaron por
de la salud del visitador; con el mayor
desdén contestó
éste
ellos llegar hasta el puerto.
P r e s e n t á r o n s e humildemente los
terrible la sorpresa que preparaban,
informarse
la ciudad consiguieron los fugitivos unos caballos y en
algunas
palabras,
Cuando Muñoz llegó á Veracruz estaba todavía alli
en espera de un navio el m a r q u é s de Falces don Gastón
de Peralta, y ambos se embarcaron- en el mismo buque
y juntos llegaron á presentarse al rey.
Felipe I I había
manifestando
tenido ya tiempo y datos suficientes para juzgar con
claramente el deseo' de cortar toda ociosa conversación y
acierto á los dos gobernantes que llegaban de las Indias,
concluir cuanto antes con la importuna visita de aquellos
y
hombres.
recibido benignamente por el monarca, que escuchó con
Entonces Villanueva, sacando las provisiones
así lo demostró en su conducta.
Don Gastón
fué
reales extendiólas al secretario, d i c i é n d o l e : — L e e d esa
agrado sus disculpas y le despidió satisfecho y tranquilo;
cédula de S. M . y notificádsela
Muñoz
aquí mismo al señor
licenciado Muñoz.
Comenzó Sancho López
encontró
al rey frío,
severo
y desdeñoso,
y
apenas comenzó á murmurar algunas disculpas, volvióle
de
Agurto la lectura de
Felipe I I la espalda como marcada prueba de disgusto,
las provisiones, y á medida que en ella avanzaba iba
diciéndole
aumentando la palidez y el desconcierto del visitador,
reconvención:—Te
al mismo tiempo en tono de la m á s acre
y al concluirse la notificación, aquel hombre tan altivo y
á d e s t r u i r . — E l orgulloso visitador que esperaba recibir
envié á las Indias á gobernar y no
398
MÉXICO Á T B A V É S D E L O S S I G L O S
en la corte grandes mnestras de estimación y que soñaba
bondadoso se hizo estimar muy en breve y recobraron
haber
del
la tranquilidad los ánimos de los vecinos de México que
monarca, quedó como herido de un rayo al escuchar las
recelosos con el recuerdo de Muñoz temblaban á la sola
terribles
noticia de la llegada de un nuevo virey
alcanzado
palabras
relevantes
méritos
á los
ojos
de Felipe I I . Vacilante salió
del
ó visitador.
palacio, y á la m a ñ a n a siguiente le encontraron en su
Enriquez por su parte
aposento muerto, sentado en un sillón y con el rostro
aquella conmovida población necesitaba y dedicóse á dar
apoyado en la palma de la mano derecha.
seguridad á los caminos, á proteger las comunicaciones
T a l fué el fin
comprendió fácilmente lo que
de aquel hombre funesto, que en el corto período de seis
con los ricos minerales de Zacatecas y Nueva Vizcaya,
meses que duró su gobierno dejó en México una tan
y detener las invasiones de los chichimecas y de algunas
profunda huella de horror y de aborrecimiento, que el
otras tribus que aun combatían por el norte y el occi-
transcurso de más de tres siglos no ha podido borrar
dente.
todavía.
Aun cuando las perturbaciones
En México extendióse r á p i d a m e n t e la noticia de que
de la ciudad de
México se comunicaran á las provincias, no llegaban las
destituido el visitador Muñoz había salido furtivamente
alarmas que eso producía á impedir la marcha regular
de la ciudad, y pocos momentos después de haber pasado
y m á s ó menos acertada, pero tranquila, de las admi-
el acontecimiento raras personas lo ignoraban, porque
nistraciones locales.
la nueva de la caída ó de la muerte de uu tirano todos
los minerales de Zacatecas y otros en la Nueva Galicia
anhelan ser los primeros y m á s diligentes en comuni-
y los de la Nueva Vizcaya, y aumentando la población
carla.
L a ciudad estaba como de fiesta, alegres salían
á las calles los vecinos y felicitábanse
calurosamente
como por un fausto acontecimiento de familia,
y sin
Seguían
explotándose
con éxito
española en aquellas provincias, se fundaban
villas ó
reales de minas que eran centro de trabajo y actividad,
y de donde salian constantemente
expediciones en busca
duda con r a z ó n , que más encarnizado perseguidor de
de minas, á explorar los alrededores, ensanchándose así
españoles y criollos no había pisado nunca las playas de
r á p i d a m e n t e , y sin el estrépito de las conquistas, los
la Nueva E s p a ñ a .
limites y fronteras del vireinato.
L a destitución y la salida de Muñoz puso otra vez
Por los mismos dias de la llegada del virey E n r i -
el gobierno de la colonia en manos de los oidores; pero
quez, el 8 de noviembre de 1568, el teniente de alcalde
la lección de la experiencia había sido terrible y no
mayor de las entonces recién descubiertas
podía ser perdida.
E l nuevo período de gobierno de la
Mazapil, emprendió un viaje en busca de nuevas minas,
Audiencia fué tranquilo, y no hubiera podido recono-
y acompañado de diez y seis soldados y del escribano
cerse en aquellos oidores á los mismos hombres
que
Pedro de Valverde, llegó hasta una lagnna grande en
tantas y tan crueles perturbaciones habían causado á la
donde había algunas r a n c h e r í a s de indios y tomó posesión
tierras de
Nueva E s p a ñ a con su ambición y sus intrigas, procu-
de aquella t i e r r a , á la que llamó Nuevo México, en
rando cicatrizar en lo posible las sangrientas
heridas
nombre del rey y de la Audiencia de Nueva Galicia á la
hechas á la sociedad por el visitador; poco á poco fueron
que estaban sujetos Mazapil y sus autoridades; levan-
calmando los ánimos hasta dejar, de la conjuración del
táronse las actas correspondientes de aquel descubri-
marqués del Valle, sólo el triste recuerdo de las victimas
miento Q y el teniente Francisco Cano puso nombre á
y el padrón de infamia en el arrasado terreno que ocupó
los ríos, valles y peñoles que encontró en las tierras de
la casa del infortunado Alonso de A v i l a .
su descubrimiento que nombró Nuevo México y que sin
el gobierno de la Audiencia,
duda no fué lo que se llamó definitivamente «Nuevo
porque Felipe I I nombró por virey de Nueva E s p a ñ a á
México" en años posteriores, porque muy común era en
Corto tiempo duró
don Martín Enriquez de Almanza, que tomó posesión
esa época la pretensión de todos los que hacían
del vireinato el 5 de noviembre de 1568. L a llegada
brimientos por el norte de llamar «Nuevo México» á
del nuevo virey á Veracruz fué señalada por un aconte-
los pueblos grandes que encontraban, y esto se observa
cimiento importante. Desde el 15 de setiembre de ese
desde las primeras relaciones que Francisco Vázquez de.
año habían anclado en la isla de Sacrificios, inmediata al
Coronado dió al i r en busca de Cíbola y Quibiria.
puerto y al castillo de San Juan de U l ú a , unos navios
de piratas ingleses.
descu-
Las violentas invasiones de los indomables chichi-
Enriquez reunió las guarniciones
mecas, que atacaban las poblaciones españolas é i n t e r -
de la fortaleza y de la plaza, y embarcándolas en los
ceptaban los caminos de México á Zacatecas, á la Nueva
trece navios de la flota en que había llegado, dió sobre
Vizcaya y aun á la Nueva
los piratas obligándoles á retirarse
vireyes y andiencias á fundar villas y colonias militares
Apropiado gobernante
para
las circunstancias en
que d e s p u é s ,
cuando se
Galicia, obligaron á los
establecieron
en las
lejanas
que México se encontraba, había nombrado el monarca
fronteras del Norte con reducido número de soldados,
español.
tomaron el nombre de presidios,
Prudente, ilustrado, práctico en el despacho
de los negocios, don Martín Enriquez por su c a r á c t e r
'
C A V O —LOS
tres siglos de México,
lib. I V , p á r r a f o 30.
no por estar desig-
nados para lugar de castigo de criminales, sino en el
'
Documentos
inéditos
de Indias,
tomo X I X , p á g . 5 3 3 .
399
MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S
sentido de colocarse
avanzadas para la defensa de la
virey
don Martin
Enriquez
se
informó muy
pronto de las depredaciones de los chichimecas y dispuso
tierra.
Asi se habia paulatinamente poblado el territorio á
través del cual pasaban esos caminos.
chichimecas,
El
desde 1552
Para alejar á los
hasta 1555
el cacique
don
que se establecieran presidios en el camino de Zacatecas,
señalando como por m á s peligroso para los viajeros y
comerciantes los puntos de Ojuelos y Portezuelos,
pero
Nicolás de San Luis M o n t a ñ é s , acompañado del cacique
antes de que pudiesen construirse esos fuertes llegó á
don Fernando de Tapia y de otros amigos suyos todos
México la noticia de una irrupción por aquel rumbo de
de Jilotepec, había conquistado Q u e r é t a r o y fundado las
la t r i b u de los cuaehichiles.
villas de Santiago de Querétaro y de A c á m b a r o ; esta-
al alcalde mayor del partido de Guanajuato, Juan Torres
blecióse á poco, dependiendo de Jilotepec, una pequeña
de Laguna, con algunas fuerzas
población en el «llano de Enano," que fué San Juan del
dicción y el mismo virey se determinó á salir á cam-
Eío,
y en 1554 el virey don Luis de Velasco estableció
las dos villas,
que tanto prosperaron,
Felipe y San Miguel
Poco
San
de milicia de su j u r i s -
paña con buen número de soldados
de México.
Esto
acontecía en 1570
antes de la
E e t i r á r o n s e loe enemigos y el virey volvió á la
muerte de don Luis de Velasco, el año de 1563, en
capital, dejando establecida una línea de presidios para
virtud de un mandamiento de la Audiencia de la Nueva
defensa
Galicia, se pobló la v i l l a de Lagos.
Libróse para ello
Concepción de Celaya y una villa de San Felipe que se
el mandamiento al muy magnifico señor Heinando de
fundó cerca del lugar en que hoy está la ciudad de San
Martel, alcalde mayor de los Llanos, y firmáronlo ^ n
Luis P o t o s í , amurallada y con fuerte guarnición, pero
Guadalajara
el Grande.
llamadas
E l virey envió contra ellos
el 15 de enero de 1563 los oidores
licen-
ciado Alonso de Oceguera, el doctor M o r o n é s , el doctor
Alarcón y el secretario Alonso S á n c h e z ,
y el 31 de
marzo del mismo año Martel, ante el escribano
del camino, entre
los cuales se contaron la
que ya en el siglo siguiente estaba abandonada 2 .
L a tranquilidad que se había restablecido en México
después
de la salida
de M u ñ o z ,
estuvo á punto de
Juan
perderse al siguiente año de la llegada del virey ocasio-
de Arrona, tomó posesión del terreno, puso una cruz,
nándose una nueva p e r t u r b a c i ó n del orden con motivo
trazó el pueblo, señaló sitio para la iglesia y plaza y
de una ceremonia religiosa. Acostumbraban los francis-
solares para las casas reales y del Consejo,
mandando
que la villa se llamase de Santa María de los Lagos ' .
' B E A U M O N T . — Crónica
de la procincia
de San Pedro y San
Pablo, lib. I I , cap. X X X .
Dice el a c t a de p o s e s i ó n :
« E n los L l a n o s de los Z a c a t e c a s , que es en los c h i c h i m e c a s ,
cerca de unos lagos que en lengua de indios se l l a m a n P e c h i t i t a n ,
en postrero d i a del mes de m a r z o de 1 5 6 3 a ñ o s , el muy magnifico
s e ñ o r H e r n a n d o Martel, A l c a l d e M a y o r de los dichos L l a n o s y juez
de c o m i s i ó n por su Magestad, y en p r e s e n c i a de mi el escribano y
testigo de juso e s c r i t o s ; dijo: Que él viene á poblar el pueblo que se
llama S a n t a M a r t a de los L a g o s , como se m a n d a por l a c o m i s i ó n de
los muy m a g n í f i c o s s e ñ o r e s O i d o r e s , A l c a l d e s mayores del Nuevo
Reyno de G a l i c i a de esta otra parte contenida, en c u y a j u r i s d i c i o n
se incluyeron los dichos L l a n o s y t é r m i n o d i c h o s ; y no obstante que
los dichos t é r m i n o s son del dicho R e y n o e s t é n en l a p o s e s i ó n de
ellos, y por el dicho reyno se u s a y ejerce l a j u r i s d i c i o n c i v i l y c r i m i n a l , y otros aprovechamientos que á mayor abundamiento, c o n t i nuando l a d i c h a p o s e s i ó n en el dicho sitio, c e r c a de un rio que sale
de los dichos lagos, puso u n a cruz y t r a z ó el dicho pueblo y le s e ñ a l ó
sitio, iglesia y p l a z a , y solares p a r a c a s a s y c a l l e s ; y asi mismo
s e ñ a l ó un solar p a r a c a s a de su Magestad, y otro s o l a r ó c a s a de
Consejo de dicho pueblo, que se h a de l l a m a r y m a n d ó se l l a m a s e ,
la V i l l a de S a n t a M a r í a de los L a g o s , y en l a p l a z a de ella se puso
una c r u z y c e r c a de la dicha plaza ( e n un a l t o ) se puso u n a noria; y
los dichos solares se empezaron a edificar, y c i e i t a s c a b a l l e r í a s de
tierra y huertas que se dieron á ciertos vecinos que en l a d i c h a villa
poblaron, las empezaron a l a b r a r y c u l t i v a r , y e s t á n y se quedaron
en l a dicha p o s e s i ó n . T o d o lo cual se hizo y p a s ó quieta y p a c i f i c a mente, y a lo que yo, dicho escribano, doy fe. Testigos fueron p r e sentes, á lo que dicho es, el b a c h i l l e r V a l a d é s , Alonso M a z i a s y
Diego de V i v a r , y J u a n de M a l a g a — H e r n a n d o M a r t e l = Paso ante
mi, J u a n de A r r o n a , escribano nombrado. — D e s p u é s de lo s u s o dicho en la d i c h a V i l l a de S a n t a M a r í a de los L a g o s , yo el escribano
susoescrito doy fe: que continuando l a d i c h a p o s e s i ó n y p o b l a c i ó n
de l a d i c h a villa, en los dichos solares que se s e ñ a l a r o n y dieron á
los vecinos que á ella vinieron á poblar, se han fecho y labrado
veinte casas, las cuales dichas cusas e s t á n l a b r a d a s , y otras empezadas á h a c e r ; y asi mismo en la d i c h a villa esta fecha u n a iglesia,
en donde se dice m i s a y se celebran los oficios divinos, c u y a a d v o c a ción es S a n t a M a r í a de los L a g o s ; y porque de ello conste, y por
mandado del S e ñ o r j u e z , di l a presente, y doy fe que es y p a s a como
de suso dicho va dicho h a s t a hoy, tres dias del mes de Mayo de 1 5 0 3 .
— P a s ó ante m i , J u a n de A r r o n a , e s c r i b a n o . »
canos de la parroquia de San J o s é i r anualmente en
procesión un día de la festividad de la Virgen á la
iglesia llamada Santa María la Eedonda. E l año de 1569,
al llegar la procesión á la calle de la Acequia, una
tropa de clérigos salió á estorbar el paso á los frailes,
ordenándoles volviesen á su convento.
franciscanos;
encendióse
la disputa;
N e g á r o n s e los
de las
palabras
pasaron á las obras, y tomando por sí la demanda los
indios que acompañaban á los religiosos, comenzaron á
llover piedras sobre los clérigos haciéndoles huir; acudieron á la novedad muchos españoles y criollos, i n t e n tando mediar entre los eclesiásticos y hacer retirar á
los indios, pero é s t o s , sin atender á respetos, dieron
también sobre ellos, con lo que muchos salieron heridos
en ambos bandos.
E l virey envió tropa á calmar el tumulto y mandó
aprehender á cuatro de los alcaldes indios que acompañaban la procesión, pero entonces los naturales, instigados
como es de suponer por los franciscanos, se alborotaron y
comenzaron á pedir á sus alcaldes unos, y otros en gran
número
á presentarse en las
cárceles
denunciándose
culpables. Don Martín Enriquez, prudentemente, mandó
poner libres á los alcaldes y sobreseer la causa, no
pareciéndole que por aquello debia comprometerse la paz
pública.
Durante el gobierno del virey Enriquez celebraron
t C A V O . — Los tres siglos de México,
lib. I V , par. X X X l l . —
V E T A N C O U R T . — Teatro Mexicano,
tratado de l a ciudad de M é x i c o ,
c a p . 11.
* Oaoztio Y B E R R A . — Apuntes
para la historia
de la Geografía
en México,
cap X .
400
MÉXICO Á TRAVÉS D E L O S S I G L O S
en México los españoles, en 1571, el quincuagésimo I de Xicotencatl; acostumbrados muy pronto á la servianiversario de la Conquista, y fué la m á s lucida solem- i dumbre, danzaban
nidad que se había visto hasta entonces;
alegres
al son del teponaxtle para
extremáronse • divertir á los encomenderos, mientras los fuertes y los
en sus demostraciones de regocijo los indios, olvidados
presidios establecidos por los vireyes Mendoza, Velasco
ya de su perdida libertad, festejando el recuerdo de su
y Enriquez, y por la Audiencia de Nueva Galicia,
derrota.
bastaban apenas para detener las vigorosas y repeti-
Medio siglo había bastado para hacer olvidar
á los mexicanos y tlaxcaltecas los heroicos esfuerzos de
das insurrecciones de los tenaces é indomables chichi-
Cuauhtemoc y su trágico fin, y la ignominiosa muerte
mecas.
Descargar