La lucha contra la pirateria en venezuela: debilidades y fortalezas Enna Olivar A. Directora General (e) CENAL. La piratería es un azote que ha invadido a muchos países y del cual no han escapado los pueblos de América Latina y el Caribe con una peculiaridad, y es que en estos escenarios ha sido avasallante, hasta el punto de desplazar empresas legalmente constituidas que no pudieron navegar ante la inundación de producciones piratas; y ésta no es una leyenda salida de una pluma literaria, es una realidad que hemos vivido en nuestro país que ha traído como consecuencia desempleo por nombrar sólo una de las paradigmáticas. En los países latinoamericanos y del caribe, donde la integración continental está en vías de definición, donde los procesos sociales y económicos son a su vez inmensos e ineludibles, el sentido de responsabilidad de los creadores, de los artistas hacia su entorno socio-cultural es no sólo justificado sino necesario. Es por ello, que todo análisis de los movimientos culturales de América Latina y el Caribe debe insertarse en la problemática social y política de la cual surgieron. En Europa, es válido estudiar las manifestaciones creativas desde una perspectiva de tradición centrada en sí misma, donde pueden nacer movimientos nuevos cuyo objetivo es solucionar problemas fundamentalmente formales; situación ésta que no es factible en nuestro continente, al menos de manera inmediata, pues esos movimientos como el modernismo, el indigenismo, definen actitudes socio-culturales. Esta diferencia es importante e interesante, ya que por lo general esos movimientos artísticos emergen como una respuesta a problemas no sólo estéticos, en donde el creador, el artista ante distintas y nuevas posiciones sociales-económicaspolíticas, crea, recrea, improvisa, toma la técnica que considera se ajusta a sus propósitos, circunscritos a fenómenos e ideales sociales y al amor al otro; es así, una constante en nuestro arte que nos da un tinte especial, mantener viva la imagen de una sociedad más justa, más humana, que continúe acentuando las emociones y las relaciones que nos identifican como grupo cultural. Así, la cultura de los pueblos y su desarrollo van aparejados a la libre expresión de sus manifestaciones y a una protección jurídica adecuada, a una nueva forma de fundamentación del Derecho y de la propiedad intelectual, que estimule ese potencial creativo; lo cual inevitablemente lleva el derrotero hacia nuestra identidad como país, como sociedad que progresivamente se ha ido empañando con los ilícitos (piratería) en derecho de autor; donde cada vez pareciera existir menos oportunidad de efectuar comunicaciones públicas y concretar en soportes materiales las obras, productos y producciones de nuestros autores, compositores, artistas, intérpretes, ejecutantes, productores. El riesgo económico es alto y la proyección del creador, el artista nacional, y la inversión no logra recuperarse en su totalidad. Frente a una progresiva reducción del nivel de vida, que se concretiza en una disminución colectiva de los ingresos percibidos por los consumidores; la compra de bienes culturales se reduce y los parámetros de consumo se van adaptando a las nuevas situaciones; no obstante, este escenario, las promociones y ofertas de diferentes obras, productos y producciones continúan en centros comerciales y diferentes puntos de comercio, coexistiendo, junto a la lluvia permanente en las calles de todas nuestras ciudades y pueblos de ofertas de bienes culturales piratas. En el año de 1996, por iniciativa de instituciones privadas con tradición en su compromiso con la protección de los derechos de la propiedad intelectual, se solicita al Ministerio de Justicia la creación de un comando especializado en materia de derecho de autor; petición que se concreta a fines del primer semestre del mismo año, con la firma del Convenio Interinstitucional contra la Piratería en donde se acuerda la creación de la Brigada contra la piratería COMANPI, adscrita a la División contra la Delincuencia organizada del Cuerpo Técnico de la Policía Judicial, cuya finalidad se circunscribía en investigar y perseguir a los responsables de la comisión de los delitos tipificados en la Ley sobre el Derecho de Autor. Importante señalar que la puesta en funcionamiento de este Convenio, con la operatividad del COMANPI, significó un avance en esta batalla y los índices de piratería bajaron de manera representativa. En Abril del año 1999, ante una nueva realidad procesal: el Código Orgánico Procesal Penal, se crea la Fiscalía XVIII del Ministerio Público con competencia en materia de derecho de autor, y con los fines de dirigir a los órganos competentes en los procesos de investigación involucrados con este tipo de delitos, y servir como parte acusadora en los procesos que arrojen indicios sobre la violación del derecho de autor. El Convenio Interinstitucional comienza a perder fuerza, no obstante, los agraviados por los ilícitos en derecho de autor continúan, estimulados por la Dirección Nacional de Derecho de Autor, y comienzan a surgir nuevas iniciativas como la Alianza Nacional para la Defensa de la Industria Musical –ANDIM-, cuyos objetivos señalan las necesidades existentes como el conocimiento de las normas relacionadas con el derecho de autor y los derechos conexos, la agilidad de los procedimientos procesales, la incautación y destrucción de los ejemplares ilícitos, el descenso de los índices de piratería, el fortalecimiento del aumento del mercado legítimo, la sensibilización al usuario de las obras protegidas para evitar el fomento de la adquisición de ejemplares piratas. Esta Alianza realizó una serie de actividades y campañas, muchas de las cuales fueron fructíferas y dejaron huellas en la colectividad. Otra iniciativa comienza a gestarse en el primer semestre del año 2002, buscando agrupar al mayor número de entes y personas dispuestas a enfrentar con nuevas aristas a la piratería. En virtud de ello, comienzan a realizarse reuniones, a las cuales se invita a participar a los representantes de todos los sectores relacionados con el derecho de autor. Se suscribe el Acuerdo Nacional contra la Piratería en materia de Derecho de Autor y Derechos Conexos; organizaciones, asociaciones y grupos de carácter público y privado reconocen y suscriben que la vía expedita para combatir eficazmente las infracciones globales, generales, particulares y específicas que vulneren los intereses legítimos de las industrias culturales es el establecimiento de una coordinación clara y delineada de los titulares de derechos y de las autoridades hacia objetivos claros. Plantean y crean una agrupación: Grupo de Acción Nacional Antipiratería –GANA-, basada en los siguientes principios: • Cualquier actividad de antipiratería que realice un ente adscrito al GANA, gozará del apoyo institucional de sus miembros. • Las peticiones que se realicen a los órganos del sector público, que pretendan mejorar la efectividad de los programas de antipiratería y que correspondan a decisiones tomadas por los miembros de GANA, gozarán del apoyo general de los distintos coordinadores de los entes asociados a los miembros. • Cada programa, trabajo o esfuerzo de antipiratería de los miembros de GANA, mantendrá su absoluta autonomía financiera, logística e instrumental. • La estructura del GANA es lineal, con la finalidad que todos los miembros tengan similares responsabilidades y derechos. No habrá estructura de cargos protocolares. En la presentación a la colectividad sobre sus objetivos y programas dieron cifras de pérdidas por las distintas industrias, disminución de puestos de trabajo directo e indirecto, pérdidas al fisco, enfatizando las consecuencias inmediatas como son el desestímulo a la inversión e inhibición del talento creador. A este Grupo se unieron las entidades de gestión colectiva, la Dirección Nacional de Derecho de Autor, ANDIM, el sector del libro, el software, entre otros. El alto índice de la comercialización de obras, productos y producciones piratas, planteó la necesidad de buscar un enfoque político institucional integral y por etapas, que llevó a los sectores privados a plantearle a la Dirección Nacional de Derecho de Autor, la búsqueda de nuevas estrategias y el establecimiento de relaciones similares a las que se estaban generando en otros escenarios de países de América Latina en el ámbito del Impuesto Sobre la Renta. Se establece la alianza con el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria –SENIAT-, creándose la Comisión para la Implementación de Normas para la Protección de la Industria basada en el Derecho de Autor y su Impacto Fiscal, donde se comienza a dar cumplimiento a lo planteado por la Dirección Nacional de Derecho de Autor: “Un enfoque político institucional integral”, donde estuviesen todos los sectores y se analizara la problemática desde diversos ángulos sociales, económicos y tributarios y no partiendo de un único tributo, sino viendo las consecuencias para el país, para los sectores privados y para la sociedad en su conjunto, con un enfoque amplio y multilateral, que contemple la reactivación de las industrias culturales como la música, uno de los ejes difusores de nuestras costumbres y reservorios de nuestra identidad, al igual que del sector editorial, vulnerados profundamente por la piratería. Es decir, brindar una nueva visión para elaborar y ejecutar alternativas que garanticen combatir el flagelo de la piratería, junto con planes sociales alternativos de ayuda al sector de la pequeña y mediana industria, que en general, estimulen a la industria nacional basada en el derecho de autor. Esto implicaría, entre otros supuestos, el crecimiento del número de puestos de trabajo, seguridad social, preservación y conservación de la identidad nacional, y contribución al producto interno bruto. Estrechamente relacionando lo anterior, lo concerniente al comercio ilícito y al comercio legal, la cadena de comercialización de las obras, productos y producciones protegidos por el Derecho de Autor. Establecimiento de acciones y estrategias para lograr que la economía informal que comercializa mercancías de procedencia ilegal, pirata, formen parte del aparato productivo del país, a través de modalidades económicas que permitan su existencia, comercializando obras, productos y producciones legales. Esta Comisión comienza a funcionar en abril del año 2003, en reuniones semanales que continúan hoy día. Desde su primera etapa, esta Comisión ha contado con el apoyo de las altas autoridades del SENIAT, ha realizado diversos trabajos de análisis e investigación sobre la piratería en el ámbito real del país y ha elaborado un amplio plan que contempla realizar en consonancia con las etapas y prioridades señaladas. En virtud de la importancia de la problemática de la piratería, y sus brutales consecuencias y dado que los planes y proyectos elaborados presentan un importante avance y proyección frente a otras experiencias latinoamericanas, se precisa en este nivel la coordinación de mayor fuerza y rango superior, que asuma la consecución de los objetivos programados. En ese sentido, se elevó la jerarquía de este Grupo al de Sub-Comisión Presidencial, para asumir la elaboración efectiva de los planes y programas diseñados y llevar los beneficios a todos los sectores involucrados. Su finalidad es analizar, estudiar y proponer acciones en contra de los ilícitos en materia de derecho de autor, en virtud que constituyen una adversidad que afecta el desarrollo de la industria nacional, la divulgación de la cultura nacional y educativa, y significativamente, los ingresos fiscales. Son algunas de sus acciones el Establecimiento de una campaña de sensibilización a la comunidad sobre el respeto al Derecho de Autor, dejando sentado que la piratería es un delito, que afecta a distintos sectores y a la República Bolivariana de Venezuela en general. Fortalecimiento de las entidades de gestión colectiva de derecho de autor y derechos conexos. Abrir los canales, en mayor dimensión de la oferta de bienes culturales, acercando estas obras, productos y producciones al poder adquisitivo de los ciudadanos. Establecimiento de estrategias educativas a nivel de la educación formal y de la no formal. Diseño y establecimiento de estrategias dirigidas a los medios de comunicación social con la finalidad de ser voceros y aliados en esta lucha contra la piratería. Concluimos expresando que la piratería es el enemigo silencioso de la creatividad humana, del futuro del hombre y la sociedad, de las instituciones y del estado de derecho, del bienestar de los ciudadanos, de la imagen internacional de nuestros países, y de los tributos y del funcionamiento de los pueblos.