POHLACION. 31 veremos. Pero aun así, si la mortandad numérica, ocasionada por la liebre amarilla, tiene derecho de alarmarnos, la sorpresa se modifica cuando se comparan sus relaciones con los invadidos, á las que nos ofreció la tisis pulmonar que, como vimos antes, se llevó por término medio mas del 41 por ciento de sus enfermos respectivos. Deben notarse también en los estados, las progresiones que presentan los números expresivos de la mortandad por la fiebre amarilla; progresiones de las cuales, una es creciente bácia los meses de estío, y otra decreciente después. Pero hay que observar, ó mejor dicho que distinguir, las series de las inva­ siones del mal y las series de las mortandades que á ellas son relativas en cada mes, y entonces se des­ cubre que no son idénticas, como veremos luego. Menos aun lo son cuando se examinan separadamente en los hospitales civiles y militares, de modo que no es exacto el creer que á fuertes ó numerosas invasiones de las enfermedades en general, ó de la fiebre amarilla en particular, corresponden también mayores mortandades proporciónales, pues muchas veces ó casi siempre sucede lo contrario. Puede ser­ virnos de ejemplo, en el estado relativo á todas las enfermedades en los hospitales civiles, el mes de abril, que en una invasión lolal de 6,509 individuos, dio 722 fallecidos, ó sea el 11,5 por ciento de los enfer­ mos; al paso que los meses siguientes, donde los invadidos exceden á Jos de abril, las proporciones de mor­ tandad son menores. En los hospitales mililares, á una entrada de 2,104 enfermos en el mes de julio, corresponde la crecida moriandad de 252, ó el 11 por ciento, al paso que las entradas mayores de los agostos, setiembres y siguientes, ofrecen proporciones menores. Con los números que ofrecen las colum­ nas de ios dos estados precedentes, hemos formado el mas concreto y general que sigue, donde se pueden apreciar mejor las proporciones de la mortandad mensual, ya por efecto de todo genero de en­ fermedades, ya solamente por la liebre amarilla. XX. RESUMEN DE LA MORTANDAD MEDIA MENSUAL, Y ESPECIAL DE LA FIEBRE AMARILLA, EN TODOS LOS HOSPITALES DE LA ISLA. DE TODAS ENFERMEDADES. DE I,A FIEBRE AMARILLA. MESES. ENTRADOS. MUERTOS. PROPORCIONES. ENTRADOS. MUERTOS. PROPORCIONES. Enero. . . . 9,664 642 6,6 314 105 Febrero. . . 9,929 595 6,0 •197 65 53,0 Marzo. . . . 10,955 769 7,0 157^ 48 50,6 . . . 8,711 802 9,2 322 110 34,j Mayo. . . . 10,610 643 6,0 500 129 25,8 Junio. . . . 10,292 851 7,0 1,224 269 22,0 Julio. . . . 13,610 1,212 8,9 2,157 464 21,5 Agosto. . . . 16,044 1,407 8,8 2,233 491 22,0 Setiembre. . 13,511 1,268 9,4 1,782 504 28,3 . . 13,869 981 7,1 867 246 28,4 Noviembre. . 12,644 905 7,2 589 200 54,0 Diciembre. . 11,984 774 6,5 570 125 55,2 TOTALES 143,620 10,849 7,6 10,712 2,754 25,7 Abril Octubre. 55,4 Por él se vé confirmado lo que observamos antes sobre los otros estados, es á saber; que la mortandad general presenta oscilaciones muy variables é indeterminadas, al paso qife la de la fiebre amarilla sigue su ley mortífera constante, creciente en intensidad en los meses frios, hasta llegar á destruir 55 y 54 por ciento de los invadidos; mas benigna en los de estío, en que se lleva desde 21 á 28 por ciento. El término medio anual, para todas las enfermedades, resulta ser de 7,6 por ciento de los invadidos, y en la fiebre amarilla sube al 25,7 por ciento. Cuando antes analizamos las mortandades en los hospitales civiles y militares, separadamente, hallárnoslas proporciones respectivas siguientes, á saber : En los hospitales civiles; mortandad general, 8,2 por 100; de la fiebre amarilla', 25,1 id. Hospitales militares; mortandad general* 5,5 por 100; de-la fiebre amarilla, 26,9 id.