Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI «La necesidad de refundar el Sistema de la Integración Centroamericana» Víctor Blanco Fonseca Como es bien sabido, el proceso de la integración centroamericana en la actualidad se enmarca institucionalmente en el llamado Sistema de la Integración Centroamericana (a partir de ahora SICA) creado por medio del Protocolo de Tegucigalpa a la carta de la Organización de Estados Centroamericanos (ODECA) de 1991. El SICA nace bajo un contexto de pacificación de la región centroamericana que en las décadas de los setentas y ochentas del siglo pasado sufrió conflictos armados en el territorio de algunos de sus Estados. Por ello, en términos generales, podría afirmarse que el objetivo de constituir el SICA era precisamente poner fin a la inestabilidad política y pacificar a la región centroamericana. Eran asuntos graves que ameritaban acciones urgentes por el bien de los pueblos centroamericanos y que, afortunadamente, se lograron superar. Hoy Centroamérica “goza de paz” en su territorio, pero existen nuevos flagelos que amenazan su seguridad e impiden su desarrollo económico y social, tales como el narcotráfico, el crimen organizado, la pobreza material de sus habitantes, la corrupción a todos los niveles, el deterioro del medio ambiente, entre otros. Encontrar soluciones para controlar o superar estos y otros problemas no es nada fácil, porque son problemas que desbordan la capacidad de los Estados pero que se podrían combatir con mayor efectividad desde el ámbito regional. Los Estados miembros del SICA lo saben o al menos deberían saberlo. No obstante, en la práctica, cada Estado individualmente hace lo que considera necesario y está dentro de sus posibilidades para tratar de resolver las situaciones que le afectan. Como mínimo la coordinación del bloque de países centroamericanos sobre los temas antes referidos ha sido muy errática. El SICA es el reflejo de los Estados que lo integran y por múltiples razones poco hace para combatir las dificultades antes descritas, aunque hay que reconocer que se han realizado esfuerzos, pero insuficientes, en algunas materias (comercial, estrategia de seguridad de Centroamérica, entre otras.). Docente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la UNAN-León; miembro del equipo de trabajo y de investigación de la Secretaría General del CIPEI; miembro del Staff de profesores del Módulo docente Jean Monnet sobre derecho de la Unión Europea otorgado por la Comisión Europea a la UNAN-León, Secretario-Documentalista del primer Centro de Información Europea (EUi) de Centroamérica y del Centro de Documentación sobre Integración Regional (CEDIR), ambos Centros con sede en la UNAN-León, Nicaragua. 79 La necesidad de refundar el Sistema de la Integración… Víctor Blanco Fonseca Desafortunadamente, desde que los Estados centroamericanos constituyeron el SICA, han carecido de la suficiente voluntad política y de visión estratégica y de desarrollo para ir adaptándolo gradual y de manera efectiva a las nuevas realidades de la región y, por lo tanto, al Sistema se le hace difícil responder a las necesidades de Centroamérica del siglo XXI. Por tal razón, múltiples sectores de la sociedad centroamericana así como actores externos a la región se han pronunciado sobre la necesidad que tiene Centroamérica de avanzar en su proceso de integración, empezando por refundar al SICA mediante la elaboración de un tratado único que, entre otras cosas, ordenaría su estructura institucional y le daría competencias concretas en determinadas materias. Nosotros nos adherimos a esa posición por considerarla de primera necesidad para mejorar el Sistema y, en consecuencia, avanzar en la integración de Centroamérica. Pero ese tratado único debe ser bien pensado, consensuado y adaptado a la realidad actual de Centroamérica, a fin de que formal y efectivamente se ordene la institucionalidad del SICA que hoy es muy dispersa y de funcionamiento muy complicado. Además, conviene delimitar claramente el margen de actuaciones de esta organización ajustándola a la realidad actual de Centroamérica. En ese sentido, se debe tener el cuidado de que los intereses particulares de uno u otro Estado miembro no distorsionen, en la medida de lo posible, los intereses y espíritu comunitarios a la hora de la negociación de dicho tratado. Así que, en nuestra opinión, al menos por el momento, consideramos que las sugerencias que proporcionamos a continuación, son algunos de los aspectos que convendrían tomarse en cuenta a la hora de elaborar y negociar el tratado único del SICA: 1. La redacción del Tratado único del SICA debería ser más clara y precisa que el actual Protocolo de Tegucigalpa que es hasta la fecha el instrumento jurídico principal y de mayor jerarquía del proceso de la integración centroamericana. 2. Los gobiernos de los Estados miembros deberían restarse protagonismo en la estructura institucional de la organización y, por el contrario, se deberían fortalecer los órganos comunitarios. 3. Se debería regular con carácter obligatorio la elaboración de un presupuesto del SICA que sea público y controlado por una instancia especializada, además de establecer las fuentes de financiamiento del Sistema que deberán provenir principalmente de las cuotas de los Estados miembros, atendiendo a la capacidad económica de cada uno de ellos. 80 Boletín Electrónico sobre Integración Regional del CIPEI 4. En la toma de decisiones en el SICA y según la importancia o complejidad del asunto, se debería optar por la mayoría simple o mayoría cualificada, para evitar que, por ejemplo, un Estado pretenda imponer su criterio sobre la mayoría. Actualmente en el SICA las decisiones se toman principalmente por consenso o por unanimidad. 5. Asimismo, se le deberían transferir competencias soberanas específicas a los órganos e instituciones del SICA, empezando por las de índole económica y comercial, a fin de que la organización impulse con autonomía estos aspectos y que, a mediano plazo, el proceso de integración avance hacia etapas o fases intermedias (unión aduanera, mercado común), lo que generaría mayores beneficios tangibles e intangibles para sus habitantes y transformaría a la región en un actor internacional mucho más competitivo. 6. También es necesaria la formulación de políticas comunes que indiquen la ruta a seguir y la posición del SICA sobre asuntos que serían de su competencia, como por ejemplo una política comercial, una política de medio ambiente, una política de seguridad, etc. 7. Con el objetivo de evitar la dispersión, lentitud, desorden y complejidad institucional del Sistema y haciendo una revisión o reforma según sea el caso, se deberían fusionar y/o anexar como parte integral del tratado único, todos aquellos convenios, protocolos, etc., que constituyen o crean órganos, instituciones, subsistemas y/o secretarías técnicas del SICA, tales como el Estatuto de la Corte Centroamericana de Justicia, del Parlamento Centroamericano, el Tratado de Integración Económica Centroamericana y su Protocolo, entre otros. Como podemos observar, la tarea de refundar el SICA no es fácil, pero es una necesidad ineludible que tiene Centroamérica y que deberá solventar lo antes posible pues, el futuro de la región, al menos uno que valga la pena, está en la integración que sus Estados puedan lograr a corto, mediano y largo plazo. Tenemos fundadas esperanzas que así como los Estados centroamericanos de manera conjunta fueron capaces de culminar exitosamente la pacificación de la región en la década de los noventas del siglo pasado, así también serán capaces de hacer frente a los nuevos retos de la región en estos tiempos. 81