Ejecución por circuito cerrado

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Justicia, Seguridad y Policía
El condenado pide que se transmita a nivel nacional
El sentenciado a la pena de muerte, Timothy
McVeigh, no se opone a que se difunda su ejecución a través de un circuito cerrado y ha vuelto a sugerir que la transmisión debería ser a
nivel nacional, algo que ha sido rechazado por
el gobierno para evitar que pueda hacer
apología del terrorismo con sus últimas palabras.
ESPECTACULO
La Plata, sábado 14 de abril de 2001
Timothy Mc Veig no siente remordimiento
En una carta al diario “Daily Oklahoman”, el
recluso dijo que el Gobierno estadounidense
debe realizar un verdadero ajusticiamiento
público permitiendo que se retransmita al país
por la televisión. Por ahora, aparece cuestionado el derecho a pedir el último deseo antes de
la mortal ejecución
El ex soldado Timothy McVeigh, que no ha
expresado remordimiento por el atentado
según el libro “American Terrorist”, basado en
75 horas de entrevistas con él por dos periodistas, formulará una declaración final minutos antes de ser ejecutado ante un reducido
número de testigos presenciales.
Las autoridades temen que utilice esos minutos para realizar “apología del terrorismo de
Estado” frente a millones de televidentes.
Por otro lado, ayer se informó que la transmisión será patrocinada por una importante
empresa norteamericana. En EEUU, también
la pena de muerte se consume por TV
BAJO ESTRICTAS NORMAS DE SEGURIDAD
Ejecución por circuito cerrado
Ajusticiarán por TV al autor del mayor atentado terrorista de EEUU. Un camión bomba destruyó un edificio federal de Oklahoma. Hubo 168
víctimas mortales y 500 supervivientes. El condenado es un ex combatiente de la guerra del Golfo Pérsico de 1991. Cuestionan la transmisión
El ajusticiamiento de Timothy
McVeigh, autor del atentado terrorista de Oklahoma, el mayor en la
historia de EEUU, va camino de ser
el próximo 16 de mayo todo un espectáculo que quiere ver medio
mundo, y cuya retransmisión por
circuito cerrado de televisión
anunció ayer el fiscal general, John
Ashcroft.
Ashcroft tomó esta decisión
después de una reunión, el martes
pasado, con los familiares de las 168
víctimas mortales y los 500 supervivientes de la destrucción, por obra
de un camión bomba, de un edificio
federal de la ciudad de Oklahoma,
el 19 de abril de 1995.
McVeigh, de 32 años y ex combatiente de la guerra del golfo Pérsico de 1991, dijo que cometió este
atentado en respuesta a la intervención de agentes federales contra
el rancho de la secta de los Davidianos, en Waco (Texas), en cuyo incendio fallecieron 83 personas el 19
de abril de 1993 después de un sitio
policial de 52 días.
Sólo diez periodistas podrán estar en la sala de ejecución, de los
más de 1.400 que han pedido presenciar el momento cuando se aplique una inyección letal a McVeigh
en el penal federal de Terre Haute
(Indiana).
La policía de Terre Haute ha adop-
Pena capital
en videocable
Quienes están a
favor de la transmisión opinan
que los supervivientes del
atentado y las
familias de las
víctimas podrán
presenciar la ejecución.
Anunciaron que
el FBI y el
Departamento de
Prisiones cooperarán para evitar
que la señal de
video pueda ser
pirateada y la
ejecución difundida fuera de su
objetivo, y se
empleará “tecnología de
Pena de muerte. Le inocularán una mezcla de químicos que acabarán con Mc Veigh
vanguardia”
tado estrictas medidas de seguridad
en la jurisdicción a fin de evitar
eventuales desórdenes que puedan
protagonizar los grupos contrarios o
partidarios de la pena de muerte.
Esas medidas incluyen el cierre de
todas las escuelas el día de la ejecución, y disposiciones especiales que
evitarán el tránsito de automóviles
por áreas cercanas al penal donde se
aplicará la máxima sentencia a
McVeigh, decidida después de que
un jurado lo declarara culpable del
atentado el 2 de junio de 1997.
Al anunciar la difusión del ajusticiamiento de McVeigh, el fiscal general pidió a la prensa que se abstenga de dar una amplia publicidad
a las declaraciones del recluso, a
quien se ha permitido conceder en-
trevistas por teléfono de no más de
quince minutos al día.
Ashcroft se pronunció a favor de
la retransmisión para que los supervivientes del atentado y las familias
de las víctimas puedan presenciar la
ejecución.
“Los que sobrevivieron al atentado de Oklahoma pueden ser el grupo más grande de víctimas del cri-
men de nuestra historia”, dijo Ashcroft en una rueda de prensa en la
que explicó los planes para la ejecución, la primera que llevará a cabo el
Gobierno de ese Estado en 38 años,
ya que la última fue en 1963.
Además de alojar a los diez periodistas, la sala de testigos del penal federal de Terre Haute sólo puede acoger a ocho personas más, y
aunque el fiscal general autorizó a
otras dos, es claramente insuficiente
para la avalancha de peticiones recibida de víctimas y familiares.
“Espero que podamos ayudarles
a cerrar este capítulo de sus vidas”,
dijo el fiscal general de Estados
Unidos.
Ashcroft anunció que el FBI (policía federal) y el Departamento de
Prisiones cooperarán para evitar que
la señal de video pueda ser pirateada
y la ejecución difundida fuera de su
objetivo, y que para ello se empleará
“tecnología de vanguardia”.
Ashcoft dijo que McVeigh había
agotado ya todos los recursos legales
para atajar el cumplimiento de la pena, pero sus abogados tienen una última oportunidad de evitar su muerte con una petición legal dos horas
antes del momento fijado para inocularle una mezcla de productos
químicos -aplicados con tres inyecciones- que acabarán con su vida el
16 de mayo
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