P15. L.v. BEETHOVEN, W.A. MOZART y D. SHOSTAKOVICH viernes, 12 junio, 20.30 h. sábado, 13 junio, 20.00 h. Inicio venta: 16 septiembre Precios: A 24€ B 18€ C 13€ D 9€ INFORMACIÓN ABONOS Director MANUEL HERNÁNDEZ SILVA Leonora (Obertura nº 3), Op.72 b, L.v. Beethoven Concierto nº 1 para flauta y orquesta en Sol mayor, K.313, W.A. Mozart LUIS J. TORO flauta Sinfonía nº 12 en re menor, Op.112, D. Shostakovich El concierto del sábado 13 es a beneficio de UNICEF El crítico berlinés Paul Bekker dijo en cierta ocasión que Beethoven se puso a componer una ópera y terminó escribiendo oberturas. Este juicio tan mordaz choca con el carácter perfeccionista del compositor que probablemente conocía bien el concepto que de obertura tenía el gran operista barroco Christoph Willibald Gluck: "Preparar al espectador a la acción que va a tener lugar y anunciar el contenido de toda la obra". La obertura Leonora III, Op.72 b fue compuesta en 1806 para el reestreno de la ópera Fidelio, siendo la más famosa de las que escribió ya que, como pieza aislada, sigue interpretándose en los conciertos sinfónicos. Se distingue por la arrebatadora riqueza con la que anuncia sus distintos temas, utilizando una escritura en constante progreso y nunca complaciente. Empieza con un Adagio muy modulado al que sigue un Allegro según el modelo bitemático de la forma sonata. Su estreno tuvo lugar en el Teatro an der Wien de la capital austriaca el 29 de marzo del mencionado año. Encontrándose en Mannheim en el invierno de 1778, Mozart recibió el encargo de componer unas obras para flauta de parte de un holandés residente en la ciudad, Ferdinand De Jean, entusiasta de este instrumento. A pesar de que el compositor detestaba su sonido, se puso a la tarea terminando el Concierto nº 1 en Sol mayor para flauta y orquesta, K313 el 14 de febrero de dicho año. Tiene tres movimientos, siendo el Allegro maestoso inicial de una gran dificultad por la velocidad y la versatilidad del soplo que requiere. La amplitud, la fuerza y la elegancia de este tiempo, dentro de un magistral equilibrio de proporciones, muestran la perfección creativa de este genio de la música. Del segundo, Adagio non troppo, hay que resaltar la pureza de línea musical de su conclusión, donde el solista ha de mantener el sonido reafirmando la belleza de este pasaje, el más conseguido del concierto. Éste termina con un Rondo brillante que permite el lucimiento del solista. La duodécima sinfonía de Shostakovich que lleva por subtítulo El año de 1917 está dedicada a la memoria de Lenin aunque sus movimientos hagan alusión a momentos de la revolución bolchevique. Tuvo un estreno simultáneo en las ciudades de Samara (Kuibyshev) y en Petrogrado (Leningrado) el 1 de octubre de 1961, siendo muy bien recibida por la burocracia cultural soviética. Tiene cuatro movimientos que se interpretan sin solución de continuidad. El primero, titulado "El Petrogrado revolucionario", es un moderato seguido de un allegro que contiene una melodía rusa. El segundo es un adagio que describe los paisajes bálticos que rodean la antigua capital imperial rusa. "Aurora" es el tercero. Hace una alusión épico-sonora a los incidentes de este buque de guerra en los inicios de la revolución de 1917. Finalmente "El amanecer de la humanidad" cierra la sinfonía dejando una sensación de felicidad sin contratiempos, confirmando el carácter cíclico de la obra que va transformando continuamente su material temático. www.orquestafilarmonicademalaga.com http://www.teatrocervantes.com