¿Hubo Fraude en las Pasadas Elecciones de Venezuela

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¿Hubo Fraude en las Pasadas Elecciones de Venezuela?
Por José T. Guerra - 6 de mayo de 2013
El sistema electoral automatizado con el que cuenta Venezuela es considerado por muchos
observadores nacionales e internacionales como uno de los mejores sistemas de votación que
existen en el mundo. Así lo afirmó en una ocasión el mismo ex Presidente Jimmy Carter. Cuenta
con una serie de chequeos y auditorías para asegurar que no ocurran irregularidades y si son
detectadas que sean corregidas inmediatamente. Mediante este sistema todos los actuales
miembros de la Asamblea Nacional así como gobernadores y alcaldes han sido elegidos.
En las elecciones que se hicieron en diciembre pasado, el ex-candidato de la oposición Henrique
Capriles fue elegido gobernador del Estado Miranda y a pesar del estrecho margen en los votos,
su contrincante, el actual canciller de Venezuela, Elías Jaua, aceptó los resultados dados por el
Consejo Nacional Electoral (CNE).
Sin embargo, el pasado 14 de abril, cuando el CNE emitió los resultados dando como ganador a
Nicolás Maduro, candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), Capriles, el
candidato opositor, no aceptó los resultados. La diferencia esta vez fue de un poco más de un
cuarto de millón de votos de cerca de 15 millones de venezolanos que votaron.
Después de conocer los resultados tanto el candidato perdedor como muchos de sus
simpatizantes cantaron fraude y al día siguiente, en una rueda de prensa, Capriles invitó a sus
seguidores a "descargar la arrechera" (esas fueron sus palabras textuales) haciendo sonar sus
ollas y cacerolas desde sus casas y por las calles para que se oyera en todo el mundo que le
habían hecho fraude.
Su llamado irracional dejó como resultado nueve muertos, innumerables heridos así como un
gran número de clínicas de salud y sedes del PSUV incendiadas. Estos hechos repudiables de
violencia, perpetrados por grupos extremistas seguidores de Capriles, fueron pasados por alto por
la mayoría de los medios de comunicación tanto nacionales como internacionales que se oponen
a Nicolás Maduro por ser el sucesor de Hugo Chávez a quien tanto odiaron.
A pesar del reconocimiento recibido por los jefes de estado de Latinoamérica y otras partes del
mundo así como la presencia de un número de ellos en el acto de juramentación de Nicolás
Maduro como presidente electo delante del Parlamento venezolano, Henrique Capriles ha
continuado clamando que se le hizo fraude. Primero, pidió que se hiciera un recuento de votos,
luego que se hiciera auditoria del total de las cajas, después que se verificaran los cuadernos de
votación y por último, decidió impugnar las elecciones ante del Tribunal Supremo de Justicia
(TSJ).
Sus supuestas "pruebas" de fraude son tan frívolas que difícilmente podrán ser consideradas con
seriedad ante una corte de ley. Sin embargo, con la renuencia del gobierno de Obama de
reconocer los resultados que dieron ganador a Maduro, Capriles sigue agitando a muchos de sus
seguidores y tratando de causar inestabilidad política en Venezuela.
Que no hubo fraude en las elecciones del 15 de abril se puede fácilmente concluir por la manera
cómo se vota en Venezuela. Para votar, cada persona debe presentar su cédula de identidad y
confirmar que ella es por medio de una máquina capta huellas. Una vez que vota en la tableta
digital donde aparecen los nombres y fotos de los candidatos, la computadora emite un recibo
con el nombre del candidato por quien la persona votó.
Después que la persona confirma que votó por el candidato de su elección, deposita el recibo en
una caja y al salir unta su dedo meñique con una tinta indeleble para indicar que votó y que le
impediría votar nuevamente pues la tinta dura varios días para borrarse.
Al terminar la votación del día, las máquinas emiten un acta con los datos de los votos emitidos
los cuales pueden ser verificados con las papeletas de recibo. Todo este proceso es observado por
representantes y testigos de todos los partidos políticos, los cuales después de verificar que el
informe de la máquina y las boletas de papel concuerdan firman un acta y cada uno recibe una
copia. Finalmente, esos datos son enviados vía telefónica al Centro de Totalización del CNE en
Caracas.
El sistema electoral venezolano es muy blindado y difícil de sabotear no sólo porque es
observado por testigos y especialistas asignados por los distintos partidos políticos que firman las
actas al final del día sino porque aun antes de dar los primeros resultados, cuando la tendencia es
irreversible, el Consejo Nacional Electoral realiza una auditoría del 54% de todas las mesas, algo
que en la mayoría de los países no se hace pues con una simple auditoría de un 5 a 10% es
considerado suficiente para legitimizar una elección. Además, en las elecciones del pasado 15 de
abril no hubo ningún reclamo de irregularidades por parte de esos representantes que firmaron
las actas en ninguna de las 39 mil mesas electorales a lo largo del país.
Henrique Capriles sabe que todo esto es así pero se niega a aceptar que perdió porque tal vez está
siguiendo algún plan diseñado de antemano de no aceptar los resultados si perdía para crear
inestabilidad. Él nunca quiso firmar un acuerdo del CNE de aceptar los resultados. Aupado por
líderes de extrema derecha de Venezuela y otras partes del mundo, él sigue irrespetando las
instituciones, llamando "ilegítimo" al Presidente Maduro, y recorriendo el pais como si todavía
estuviera en campaña electoral. Sin embargo, lo que está demostrando claramente es que no es
un verdadero demócrata y que sólo acepta los resultados si gana, como lo hizo en diciembre
cuando ganó la gobernación del Estado Miranda. Yo creo que por su llamado irresponsable a
desconocer los resultados del 14 de abril, con las subsecuentes muertes y daños causados por
unos cuantos de sus seguidores extremistas debería ser llamado a cuentas por la justicia.
Mientras Estados Unidos siga cuestionando el proceso electoral venezolano, como lo ha hecho
recientemente Obama, y apoyando a Capriles y sus seguidores, seguramente este señor no dejará
de continuar con su plan de crear zozobra y desgastar al nuevo gobierno de Maduro. Si vuelven a
ocurrir actos de violencia y olas de anarquía y desorden en contra del gobierno bolivariano, se
podrá saber a ciencia cierta que mucha culpa la tendrá el gobierno de Obama por no reconocer a
un gobierno legítimo elegido en un proceso limpio y transparente por la mayoría del pueblo
venezolano.
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ASÍ SE VOTA EN VENEZUELA:
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