DIÁLOGO SOBRE RECURSOS URBANOS Movilizar recursos financieros y técnicos para mejorar los barrios pobres Una adecuada movilización de recursos financieros y de otro tipo para invertir en el mejoramiento de barrios pobres y en servicios urbanos básicos le daría a los países en vías de desarrollo y a la comunidad internacional una mejor oportunidad de lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODMs.) Al adoptar actitudes innovadoras y de cooperación podría permitir a las instituciones financieras y los socios de desarrollo poner a disposición más capital para mejorar la vivienda, los servicios y las capacidades productivas de los pobres urbanos. De los 900 millones de hoy, para el 2030 el número de habitantes de barrios pobres se habrá más que duplicado, llegando a 2 mil millones. Esta cifra empequeñece a los 100 millones cuyas condiciones de vida el ODM 7/11 se ha comprometido a mejorar para 2020. Más allá de contar con formas adecuadas de vivienda, higienización y servicios básicos, los recursos financieros también ayudarán a restaurar la moral de los pobres urbanos, quienes ven que el tejido social, la confianza, los derechos humanos básicos y la ciudadanía urbana se deteriora a su alrededor. Crecimiento débil, gobernabilidad deficiente El África sub-sahariana todavía cuenta con la mayor población rural del mundo (70 por ciento en promedio), pero se está urbanizando a una velocidad alarmante. Las ciudades capitales y secundarias están duplicando su población cada 15 a 20 años. Sin embargo, la urbanización acelerada no va de la mano con un fuerte crecimiento económico, lo que es una de las principales causas de la pobreza urbana en África y en menor medida en Asia. También hay varios factores que explican la expansión de los barrios pobres, entre ellos, políticas fallidas, gobernabilidad deficiente, marcos legales y regulatorios inapropiados, mercados de tierras disfuncionales, y sistemas financieros sin capacidad de respuesta. Estos problemas se reducen a una falta de voluntad política y no solamente en los países en vías de desarrollo, pues la comunidad internacional ha tardado mucho en reconocer las realidades de la pobreza urbana y canalizar los recursos en consonancia. ¿Qué es el mejoramiento de barrios pobres? El mejoramiento de los barrios pobres se refiere a las mejoras de vivienda e infraestructura básica. En un sentido más amplio, el mejoramiento incluye impulsar los procesos económicos y sociales que pueden provocar dichas mejoras físicas con miras a lograr los ODMs relacionados con la pobreza. Sin embargo, para el proceso de mejoramiento de barrios urbanos es necesario una reforma política y legislativa más amplia, movilización de la comunidad, y desarrollo de capacidades institucionales. El objetivo e mejorar las oportunidades de empleo para los habitantes de los barrios pobres, aumentar su participación en la planificación, fortalecer la capacidad de autoridades locales, e integrar a los barrios pobres en la economía política urbana en general. ¿Quiénes participan? Los gobiernos nacionales, las autoridades municipales, las comunidades y sus organizaciones (OBCs), el sector privado, las asociaciones profesionales, y las organizaciones no gubernamentales (ONGs) participan en el mejoramiento de los barrios pobres de diversas maneras. Los programas nacionales de mejoramiento de barrios pobres de los gobiernos son iniciativas de gran escala que se valen de una reforma política y legislativa así como de proyectos piloto de demostración. Los programas garantizan los derechos de los habitantes de los barrios pobres (por ejemplo, prohibiendo los desalojos violentos y forzados) y promueven el auto gobierno local. También promulgan leyes que permitirán a las autoridades locales hacer participar a las OBCs, ONGs, y empresas en la provisión de servicios básicos. Por lo común, las ONGs brindan servicios directamente a los habitantes de los barrios pobres, o dan apoyo a estrategias que dan poder a los pobres para participar en la prestación de servicios y negociar sus términos. Las ONGs hacen esto con el apoyo de agencias bilaterales y/o fundaciones de cooperación para el desarrollo. Sus servicios incluyen los de salud, educación, vivienda, agua, higienización, capacitación empresarial y suministro de energía eléctrica. Muchos hogares de bajos ingresos que habitan en los barrios pobres se reagrupan para atender sus necesidades independientemente de las autoridades públicas y las ONGs. Son más efectivos cuando se unen para abordar temas específicos tales como escuelas, caminos y sistemas de alcantarillado. Con frecuencia, los agentes de inmuebles comerciales invierten en los alrededores de los barrios pobres ya sea de manera independiente o contratados por programas públicos. Algunos pobladores de barrios pobres alquilan habitaciones básicas para obtener ciertos ingresos, y los individuos más pudientes o gremios arriendan inmuebles con fines comerciales. Escaso financiamiento internacional En los países en vías de desarrollo, la inversión total con viviendas e infraestructuras afines representa de 3 a 8 por ciento del PNB. En conjunto, estas inversiones ascienden solamente a $ 300,000 millones. Esto no permitirá a los países en vías de desarrollo a disminuir el crecimiento de los barrios pobres como lo mandan los ODMs. La ayuda multilateral y bilateral para vivienda e infraestructura urbana no llega a los $ 5,000 millones, con menos del 20 por ciento de ello para el mejoramiento de barrios pobres. En contraste, se estima que lograr la meta del ODM 7/11 costará entre $70 y $100 mil millones. Con respecto a mejorar las condiciones de vida de los futuros 1,500 millones de habitantes de barrios pobres que habrá en 2020, se estima que el costo es de un billón de dólares. Duplicar la ayuda internacional para el desarrollo (AID) a $10,000 millones contribuirá solamente en un 10 por ciento para cubrir el costo de lograr la meta del ODM 7/11. Bancos y otras instituciones Las entidades comerciales que otorgan créditos tanto en los países desarrollados como en los países en vías de desarrollo son potencialmente la fuente más grande de capital local para el mejoramiento urbano. Sin embargo, los bancos y las entidades financieras de vivienda se rehúsan a prestar a hogares de bajos ingresos por falta de seguridad. Las cajas de desarrollo municipal ayudan a las autoridades de las ciudades a desarrollar capacidades financieras, pero cuentan con poco capital. Las instituciones microfinancieras son eficientes pero sus capacidades empalidecen ante las necesidades. Los intermediarios financieros de desarrollo comunal (IFDCs) subsidiados combinan finanzas con empoderamiento, al igual que las organizaciones y/o cooperativas de ahorros y los planes de ahorro diario. ¡Bajen de mercado! En términos generales, el capital interno en los países en vías de desarrollo puede complementar la AID y dirigir la inversión extranjera para mejorar las condiciones de los habitantes de los barrios pobres. Es problema es que la movilización de capital interno para el mejoramiento de los barrios pobres tiene muchos cuellos de botella. Con el fin de abordarlos, los bancos e instituciones financieras de los países en vías de desarrollo deben cumplir con tres desafíos importantes. Deben “bajar de mercado” y ajustar su oferta a las circunstancias de los pobres urbanos Los bancos e instituciones financieras deben incorporar en su gama de productos principales a los productos innovadores que las instituciones crediticias alternativas han desarrollado para el segmento del mercado de los “pobres urbanos” Los proveedores (de todos los niveles) de servicios financieros deben cooperar de manera mucho más estrecha con socios convencionales de desarrollo (gobiernos, habitantes de barrios pobres, ONGs, autoridades locales, y el sector privado) mediante proyectos comunes, inter-gobernabilidad y un consejo consultivo nacional Ayuda Internacional Los países miembros de las Naciones Unidades pueden y deben hacer honor a su compromiso de alcanzar la meta del ODM de “ciudades sin barrios pobres” incrementando la AID a niveles que se correspondan más con las necesidades y requerimientos. La AID debe ayudar a apalancar el capital interno a favor del mejoramiento de los barrios pobres dando apoyo al otorgamiento de créditos, inversiones en patrimonio y garantías de préstamos. La comunidad internacional debe brindar asistencia técnica a los beneficiarios de dicho apoyo; esto debe plasmarse en desarrollo de capacidades, elaboración de paquetes financieros, y/o reforma de políticas y/o regulaciones. Después de todo, ajustar la oferta de los mecanismos financieros a las necesidades de los pobres urbanos es la mejor manera de mejorar sus condiciones. Este es un Artículo Principal o Artículo de Fondo de UN-HABITAT; usted tiene total libertad de publicar o citar este artículo siempre y cuando le dé el crédito correspondiente a Artículos UN-HABITAT. Contamos con fotografías apropiadas en nuestra página web. 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