Discusiones pendientes alrededor de la trata de personas

Anuncio
Discusiones pendientes
alrededor de la trata
de personas
La lucha contra la trata de personas ha sido prioridad en la agenda
pública de los últimos años. Argentina ha adecuado su legislación
de acuerdo a los estándares internacionales en la materia, y también
ha llevado adelante numerosos procesos judiciales con el fin de
prevenir y sancionar este crimen. Lo que no se ha logrado, aún,
es erradicarlo. Por el contrario, hemos sido testigos de la absurda
absolución a los acusados en el caso de Marita Verón, en que se
investigaba la desaparición de la joven en manos de una poderosa
red de trata sexual.
Estamos ante un delito que consiste en la explotación laboral o sexual
a la que se somete a seres humanos que en general pertenecen a
grupos vulnerables. En este sentido, las víctimas han manifestado en
diversos testimonios judiciales ser madres con hijos a cargo y con
graves problemas económicos. Esta situación socio-económica
desfavorable, en ocasiones, conduce a las víctimas a considerar
alternativas laborales precarias, ambiguas, imprecisas o que
suponen un alejamiento de sus familias y sus redes de contención.
Del mismo modo, las víctimas han manifestado en sus declaraciones
la presencia de problemas familiares serios como antecedentes de
abuso sexual y de violencia familiar. En general se las atrae con
posibilidades laborales prósperas, trabajos a cumplir sencillos y
remuneraciones atractivas, para luego someterlas a condiciones
inhumanas y esclavizantes, propias de la trata.
Las formas de sometimiento consisten en general, en la restricción
de la libertad ambulatoria, la retención de los supuestos salarios,
la generación de deudas que nunca llegan a poder pagarse y
también las amenazas y la violencia física. En el caso de la trata
para la explotación sexual se las “ablanda” primero sometiéndolas
a reiteradas violaciones y suministrándoles estupefacientes, con la
finalidad de destruir sus barreras psicológicas y crearles así un estado
de indefensión extremo. Dentro de las modalidades de sometimiento
más utilizadas, se observa una preponderancia de la afectación a la
autonomía económica, visualizada a través de la retención de salarios
y la deuda económica. El sistema de endeudamiento promueve
modalidades de sometimiento y de explotación extremas que pueden
ser largamente sostenidas en el tiempo. La deuda se inicia a partir del
pago de los pasajes para el traslado por parte de los/as tratantes
y un adelanto de cobro, además de descuentos que se aplican
2
Discusiones pendientes alrededor de la trata de personas
por alojamiento, comida, limpieza y vestimenta, principalmente. Son
los propios explotadores quienes abusivamente fijan los precios de
estos insumos y servicios para profundizar la deuda. Además se ha
observado la aplicación de diversas multas dinerarias, por “faltas” al
régimen de vida impuesto en los prostíbulos: llegar tarde, no tener
limpia la habitación, “peleas entre las chicas”, o quejas del “cliente”.
Esto sumerge a las víctimas en un círculo de coerción del cual les
resulta imposible salir, en tanto nunca logran “cobrar”, todo lo que
producen se ve destinado a pagar la deuda que mantienen con los
tratantes.
De acuerdo con los informes de la Procuraduría de Trata y Explotación
de Personas del Ministerio Público Fiscal de la Nación, el 98% de
las víctimas de trata sexual son mujeres. Este dato demuestra la
relación del delito con el sentido que la sexualidad femenina tiene
en las relaciones sociales y, en particular, en las relaciones entre los
géneros. Las instancias de dominación y control sobre la sexualidad
femenina, se expresan en la posibilidad de acceso de los hombres
a los cuerpos de mujeres y niñas en el “mercado” y la industria del
sexo.
En el delito de trata se produce un modo de explotación que priva de
libertad sobre su cuerpo a la víctima, y a la vez se la mercantiliza. El
proceso de cosificación de las mujeres por el cual son convertidas
en mercancías o prestadoras de un servicio traduce un imaginario
que naturaliza y banaliza las prácticas de la prostitución y también
de la trata.
En los casos de trata laboral, se ha detectado que los imputados
son, al igual que en el caso de la trata sexual, en un 60% hombres y
un 40% mujeres . (1)
La esclavitud como negocio
La trata de personas con fines de explotación sexual y laboral
constituye el tercer mayor negocio ilícito del mundo, luego del
narcotráfico y el tráfico de armas. Estamos ante un fenómeno delictivo
que arroja ganancias espectaculares y que utiliza canales financieros
3
Discusiones pendientes alrededor de la trata de personas
subterráneos, de modo que resulta muy difícil, por un lado, seguir la
ruta del dinero ilícito. Por otro lado, tampoco ha resultado sencillo
llegar a decomisos de activos provenientes de este crimen, lo que
indica que los explotadores cuentan con una significativa red de
recursos económicos que se acrecienta a medida que la explotación
sigue su curso.
Si bien es difícil establecer con certeza el número de personas
sometida a la trata, la OIT estima que en el mundo existen 20 millones
de personas en esa situación.
La trata es una actividad de criminalidad organizada, es decir, un
negocio económico protagonizado por grupos delictivos de varias
personas que se organizan y funcionan en forma estructurada
durante cierto tiempo, actuando concertadamente con el propósito
de cometer uno o más delitos graves para obtener directa o
indirectamente un beneficio económico. Una particularidad de este
delito, como dijimos, es la alta rentabilidad que genera, consecuencia
de que la actividad requiere bajos niveles de inversión.
En una investigación judicial, un peritaje contable arrojó como
resultado que un prostíbulo de nivel medio del barrio porteño de
Flores en cinco años produjo una ganancia neta de 10 millones de
pesos.
Sin embargo en los procesos judiciales, las indagaciones patrimoniales
de los imputados están, por lo general, excluídas.
El cliente de trata
En este esquema, hay un actor esencial pero invisibilizado, en
apariencia inocente y ajeno al delito: el cliente de trata.
Si bien existen razones de peso para explicar lo desapercibido que
resulta quien paga por sexo en la cadena de trata sexual, -como
razón central, una sociedad patriarcal donde la prostitución está por
completo naturalizada-, existe también un buen motivo para ponerlo
en escena, porque el cliente que paga es la razón de ser de toda la
cadena de explotación que constituye la trama de la trata.
4
Discusiones pendientes alrededor de la trata de personas
El cliente manifiesta la complicidad en la reducción a la esclavitud
de mujeres y niñas, de quien pone su dinero para servirse de ellas.
En 2009, las Conclusiones y Recomendaciones de la Segunda
Reunión de Autoridades Nacionales en Materia de Trata de Personas
del Consejo Permanente de la Organización de los Estados
Americanos (OEA), instaron a los países a promover acciones que
contribuyeran a visualizar la acción negativa del denominado cliente
de trata con fines de explotación sexual, en los siguientes términos:
“Convencidos de la necesidad de visualizar la acción negativa
del denominado cliente o usuario de la trata con propósitos de
explotación sexual… Promover acciones que contribuyan a visualizar
la acción negativa del denominado cliente o usuario en tanto es quien
alimenta el círculo de explotación sexual y tiene responsabilidad en
la generación de la demanda de trata de personas para propósitos
de explotación sexual”.
Pese a ello, no hemos logrado instalar de modo suficiente la discusión
sobre el rol del cliente en la cadena de trata. Hasta el momento, es
una figura que pasa desapercibida y no se conocen a nivel judicial,
imputaciones al cliente por algún grado de participación en el delito.
Igualmente invisibilizado está el cliente de la trata laboral, por
ejemplo, el cliente textil, es decir, el dueño de la marca de ropa que
encarga la confección de prendas a talleres clandestinos que operan
en condición de esclavitud respecto de sus “empleados”, y brindan a
las marcas precios más que tentadores a la hora de ofrecer trabajos
de moldería, corte y confección en la industria textil.
Nuestra legislación interna aún no ha receptado (pese a la existencia
de algunos proyectos legislativos en tal sentido) la penalización del
cliente de trata, ni laboral ni sexual.
La necesidad del debate
Sin embargo, sería provechoso instalarlo en el centro del debate.
Cuando observamos la cadena de trata, constituida por diferentes
5
Discusiones pendientes alrededor de la trata de personas
etapas (captación de la víctima, traslado, explotación) llegamos
a la lógica conclusión de que todo ese despliegue delictivo tiene
como finalidad conseguir el importante rédito económico que trae
aparejado el delito.
La conducta del cliente, consistente en pagar para obtener sexo o
mano de obra barata es la razón estructural que incita al explotador
a llevar adelante el engaño, el sometimiento y la cosificación de las
víctimas, afectando gravemente los derechos humanos de personas
vulnerables.
La complejidad del tema obliga a considerar aspectos inescindibles
de esta discusión:
Se ha dicho que penar al cliente podría ser un chivo expiatorio
para no perseguir al explotador, haciendo un paralelismo con lo
que ocurrió con la Ley 23.737, a través de la cual se penalizó a
los consumidores de marihuana en mayor medida que a grandes
traficantes de estupefacientes. Sin embargo, este criterio intenta
frustrar de antemano una medida que, bien aplicada y en casos de
complicidad de clientes habituales y con pleno conocimiento de la
explotación, podría liberar a las víctimas del sometimiento en alguna
medida. No debe perderse de vista además, que el consumo personal
de estupefacientes afecta solo al consumidor, en tanto el consumo
de sexo o de mano de obra esclava se sirve del cuerpo de otros, es
decir que afecta derechos ajenos.
También se ha dicho, criticando la iniciativa legislativa de penar al
cliente, que eso podría incrementar las prácticas policiales corruptas
y la complicidad judicial. Además algunas voces sostienes que
podrían verse afectadas aquellas mujeres que ejercen la prostitución
libremente y temen perder su fuente de ingresos.
Por último, debe considerarse que el derecho penal por sí mismo
no viene a resolver practicas estructurales ilícitas ni a erradicar
efectivamente ningún delito.
Son discusiones que hay que dar con mayor profundidad.
Este marco de situación insta a abordar la temática desde diversas
perspectivas y a escuchar la mayor cantidad de voces, sin perder de
6
Discusiones pendientes alrededor de la trata de personas
vista la crueldad que viven las victimas de trata, su absoluta falta de
libertad o autodeterminación, las ganancias abundantes que arroja
el delito para sus perpetradores (no así para las víctimas que ponen
su cuerpo) y el rol de un cliente en apariencia ajeno, y en muchas
ocasiones, cómplice.
Referencias:
(1)
“Trata Laboral en Argentina. El tratamiento judicial de los casos en el fuero federal”,
Procuraduría de Trata y Explotación de Personas del Ministerio Público Fiscal de la
Nación, año 2014.
7
Discusiones pendientes alrededor de la trata de personas
Descargar