A C U E R D O En la ciudad de La Plata, a 5 de septiembre de 2012, habiéndose dispuesto en el establecido, Acuerdo 2078, de que conformidad deberá con lo observarse el siguiente orden de votación: doctores Soria, Negri, Kogan, Genoud, de Lázzari, se reúnen los señores jueces de la Suprema Corte pronunciar de Justicia sentencia en definitiva acuerdo en la ordinario causa C. para 86.749, "Santos, Benito contra Slipakoff, Ezequiel. Ejecutivo". A N T E C E D E N T E S La Sala I de la Cámara Primera de Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de San Isidro revocó el auto de fs. 76 que había ordenado pesificar la deuda reclamada en los presentes, manteniendo el monto de condena en la moneda de origen e impuso las costas a la ejecutada vencida (fs. 91/93). Se interpuso, por la demandada, recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley (fs. 99/104). Dictada la providencia de autos y encontrándose la causa en estado de pronunciar sentencia, la Suprema Corte resolvió plantear y votar la siguiente C U E S T I Ó N ¿Es fundado el recurso extraordinario inaplicabilidad de ley? V O T A C I Ó N de A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Soria dijo: I. La Sala I de la Cámara Primera de Apelación en lo Civil y Comercial del Departamento Judicial de San Isidro revocó el auto de fs. 76, manteniendo la deuda peticionada en la moneda de origen e impuso las costas a la ejecutada vencida (fs. 91/93.). Para así resolver, el tribunal a quo consideró que lo decidido por el magistrado de grado en torno de la aplicación del régimen de emergencia configura en la especie una violación del principio de cosa juzgada, en la medida que -puntualizó- la sentencia que había condenado al ejecutado a abonar la cantidad de cincuenta mil dólares estadounidenses (US$ 50.000, v. fs. 66/66 vta.) no fue oportunamente recurrida por la accionada (v. fs. 91). II. Contra dicho pronunciamiento la demandada, en su recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley, denuncia la violación de la ley 25.561 y del decreto 214/2002 así como la vulneración de los arts. 17, 18, 19 y 33 de la Constitución nacional. Hace reserva de caso federal (fs. 99/104). Arguye esencialmente el impugnante que al momento en que se introdujo el pedido de pesificación de la deuda y de aplicación de las normas de emergencia, la sentencia dictada en primera instancia no se encontraba firme ni consentida (v. fs. 100). Pone de relieve asimismo que dentro del plazo previsto por el art. 244 del Código Procesal Civil y Comercial y en uso de las facultades previstas por el art. 36 del citado cuerpo legal, el juez de grado dispuso la conversión a pesos del monto de condena, ocurriendo ello con carácter previo a que la sentencia de trance y remate adquiriera autoridad de cosa juzgada (v. fs. 100 vta.). En dicho contexto puntualiza -en base a doctrina sentada por la Corte Suprema de la Nación- que el derecho absoluto de propiedad (art. ("Ercolano", 17, Fallos: C.N.) no tiene 136:161) y carácter que en determinadas circunstancias resulta lícita la aplicación de las leyes con alcance retroactivo, aún cuando se limite el mencionado derecho y los efectos de las sentencias firmes, en tanto que las nuevas medidas -explicitó- no eliminen el derecho reconocido y no sean irrazonables en relación a las causas que las han hecho necesarias ("Peralta", Fallos: 313:161, v. fs. 101/101 vta.). Por decreto 214/2002 fin, no asevera resultan que la ley confiscatorios 25.561 ni y el atentan contra el derecho de propiedad de los acreedores y advierte que los pagarés impagos que originaron el litigio, provienen de la venta de cuotas partes de una sociedad de responsabilidad limitada cuyo valor -afirma- no registró alzas comparables al del dólar estadounidense tras el remplazo del sistema cambiario producido por el abandono de la convertibilidad (v. fs. 102 vta./103). III. El recurso debe prosperar con los alcances que en el presente se precisan. a) A fin de fundar adecuadamente mi voto, estimo necesario extenderme en el relato de los antecedentes relevantes de la causa. Veamos. i. promovió demanda El 10 de ejecutiva octubre de persiguiendo 2000 el el cobro actor de un pagaré suscripto por diez mil dólares estadounidenses (US$ 10.000, v. fs. 4/4 vta.). Posteriormente, amplió su pretensión a la suma de cincuenta mil dólares (US$ 50.000, v. fs. 25). ii. No habiendo comparecido el demandado, con fecha 11 de octubre de 2001, se dictó sentencia de trance y remate, mandando llevar adelante la ejecución hasta tanto el deudor abone al acreedor la suma de US$ 50.000 con más los intereses que aplica el Banco de la Provincia de Buenos Aires en sus operaciones de descuento vigentes en los distintos períodos de aplicación (el 10 de octubre, 10 de noviembre de 1998 y 10 de diciembre de 1998) y hasta su efectivo pago (v. fs. 66/66 vta.). iii. El 19 de abril de 2002 compareció en autos el aplicación accionado de la consecuentemente, Ezequiel ley la Slipakoff 25.561, del conversión a requiriendo decreto pesos de 214/2002 la la y deuda contraída en moneda extranjera. iv. Mediante auto que luce a fs. 76/76 vta., el magistrado de grado hizo lugar a la aplicación de la citada normativa de orden público y resolvió convertir la deuda a razón de un dólar igual un peso, estableciendo el monto del crédito reclamado en la suma de $ 50.000, con más la tasa de interés referida en la sentencia hasta el 4 de febrero de 2002 y a partir de dicha fecha, los accesorios previstos en el art. 4 del decreto 214/2002 (los cuales se establecerían en la etapa procesal oportuna) y hasta el efectivo pago. Asimismo, haciendo uso de las facultades previstas en el art. 36 del Código procesal convocó a las partes a una audiencia para el día 23 de mayo de 2002, la cual -conforme surgen de las constancias glosadas a fs. 77no derivó en ningún acuerdo. v. Luego, el actor interpuso recurso de apelación contra el decisorio que dispuso la conversión de la deuda, aduciendo: i) que el mismo modificó esencialmente el objeto de la obligación reclamada, ii) que importó una novación que él no había consentido y iii) que conculcó el principio cosa juzgada y el derecho de propiedad (v. fs. 78/80). vi. Corrido el traslado de ley, el accionado lo respondió a fs. 85/86 de autos. vii. La alzada por su parte, revocó la última decisión adoptada por el magistrado de instancia inferior, lo que motivó la interposición del recurso extraordinario bajo estudio. b) Liminarmente es dable puntualizar que in re "Souto de Adler, Mercedes c. Martorano, Marta T.", causa S.499.XXXIX, fallada el 14 de agosto de 2007, la Corte Suprema de la Nación tuvo oportunidad de expedirse respecto de un pedido formulado por el deudor de que se apliquen las normas que previeron la pesificación de las obligaciones entre particulares extranjera 320/2002 (leyes y pactadas 25.561 normas y originariamente 25.820, decretos complementarias) y el en moneda 214/2002 régimen y de refinanciación hipotecaria (leyes 25.798, 25.908 y 26.167); solicitud que había sido deducida con posterioridad al dictado de la sentencia de trance y remate que había tenido lugar en el mes de noviembre de 2001 y que mandó llevar adelante la ejecución por el capital reclamado en dólares, decisión a la cual la alzada había atribuido el carácter de firme y pasada en autoridad de cosa juzgada (v. considerando 8, Fallos: 330:3593). i. En dicho precedente, el alto Tribunal sostuvo que si constitucional resultaba bien que ha aceptado corresponde razonable siempre a interpretar la que la cosa un jerarquía juzgada, no pronunciamiento dictado con anterioridad a la crisis, e incluso en pleno conflicto económico y social, se encuentre amparado por dicho principio respecto de las normas que reconocieron y legislaron dicha emergencia en forma sobreviniente y que por tal motivo no fueron objeto de consideración por los jueces de la causa (consid. 9). ii. De otra parte, aseveró que el art. 1 del decreto 214/2002, emitido en virtud de la delegación conferida por el art. 1 de la ley 25.561, transformó a pesos "... todas las obligaciones de dar sumas de dinero, de cualquier causa u origen 'judiciales o extrajudiciales' expresadas en dólares estadounidenses [...] existentes a la sanción de la ley 25.561", sin que tal norma haya contemplado como excepción la existencia de sentencia firme con condena a pagar en la moneda pactada que hubiese sido dictada con anterioridad a la entrada en vigor de las normas de emergencia (v. consid. 10). iii. inaplicabilidad de Remarcó, la asimismo, legislación de que emergencia la no encontraba fundamento válido en las directivas del art. 3 de la ley 25.820, según el cual la norma "... no modifica las situaciones ya resueltas mediante acuerdos privados y/o sentencias judiciales". Ello, acotó, pues tal mandato no debe ser interpretado como un precepto autónomo o aislado que se contraponga con el plexo normativo anterior, sino que, para asignarle el debido alcance, cabe tener presente que la interpretación de las leyes debe hacerse evitando darles un sentido que ponga en pugna sus disposiciones, destruyendo las unas por las otras, debiendo adoptar como verdadero el que las concilia y suponga la integral armonización de sus preceptos (v. consid. 11). Adunó a lo expuesto que in re "Rinaldi" (causa R.320.XLII, fallada el 15-III-2007) la Corte reconoció que las disposiciones que delinearon el régimen de emergencia buscaron dar respuesta definitiva a una situación de crisis, sistema que debe ser interpretado contexto en su social, totalidad económico y y teniendo en político cuenta en que el fue sancionado. Bajo tales premisas, juzgó que resulta adecuado interpretar que cuando la nueva ley dispuso no modificar situaciones ya resueltas por acuerdos privados y/o sentencias judiciales, lo hizo con referencia a aquellas finiquitadas en virtud de la autonomía contractual de las partes jurisdiccionales o por decisiones encontrándose emanadas vigentes las de órganos leyes en cuestión y dentro del marco jurídico que ellas reglamentan (v. consid. 11 y 12). iv. Para más, afirmó que no existía afectación a los derechos adquiridos cuando la aplicación de la nueva norma sólo comprende los efectos en curso de una relación imperio de enfatizó- jurídica, la ley sólo aún cuando antigua. rige La respecto haya nacido disposición de los bajo el derogada hechos o - actos ocurridos durante ese tiempo y hasta la fecha en que entra en vigor la nueva ley (Fallos: 306:1799; 319:1915), lo que lleva a desestimar el planteo de inconstitucionalidad o inaplicabilidad de las disposiciones de emergencia basado en que mediaría una suerte de retroactividad respecto a prestaciones ya cumplidas o a situaciones que han surtido plenos efectos, pues como sostuvo la Corte en el precedente "Rinaldi", las comprendidas en el supuesto en examen son las que están en curso de ejecución y quedaron pendientes de pago en plena crisis económica (v. consid. 13). v. Con sustento en dichas consideraciones, descalificó la decisión de la Cámara de Apelación que juzgó inaplicables normas las disposiciones complementarias por de la entender ley que 25.561 y existía sus una obligación de pago en dólares reconocida judicialmente por sentencia firme, decisión amparada por la cosa juzgada y, en consecuencia, reputó plenamente aplicables las normas vinculadas con la pesificación. Sentado lo anterior, y tomando en consideración normas que cuando federales la se Corte debate Suprema la de inteligencia la Nación es de la intérprete genuina y final, sin hallarse limitada ni por la interpretación de articulaciones de ordinarios cuando los las adecuarse han sido jueces partes, a esa inferiores debiendo ni los interpretación, descalificadas por por las tribunales sobre todo considerárselas inconstitucionales (conf. C. 98.619, sent. del 4-VIII-2010; C. 96.107, sent. del 3-XI-2010, entre muchos), considero que por la similitud que presentan con la hipótesis fáctica descrita en la especie, corresponde aquí aplicar los lineamientos expuestos precedentemente y en consecuencia, hacer lugar a la vía impugnativa intentada. c) En este punto vale recordar como ha sostenido este Tribunal, que si la sentencia que favorece a una parte es apelada por otra, toda la cuestión materia de litigio pasa al superior en la misma extensión y con la misma plenitud con que fue sometida al inferior (conf. Ac. 88.235, sent. del 8-VIII-2007; C. 87.877, sent. del 13VIII-2008). Siendo ello así, se impone dar tratamiento a los restantes fundamentos esgrimidos ante la alzada por el acreedor apelante enderezados a cuestionar los términos en que fue dispuesta la pesificación de la deuda por el juzgador de primera instancia -a saber, a la paridad un peso igual a un dólar estadounidense con más la tasa de interés fijada en la sentencia de trance y remate hasta el 4 de febrero de 2002 y a partir de dicho momento con los accesorios previstos en el art. 4 del decreto 214/2002-, solución que obligación a su exigida entender y modifica conculca su el objeto derecho de de la propiedad constitucionalmente reconocido (v. fs. 78/80). En el marco de dicha tarea procede ingresar al análisis de las normas de emergencia que rigen el caso, a efectos de establecer el modo de conversión del capital adeudado y sus intereses. i. La ley 25.561 -vigente a partir del 6 de enero de 2002 (art. 1 del decreto 50/2002, B.O., 9-I-2002)establece la forma en que han de cancelarse las deudas pactadas en dólares estadounidenses u otra moneda extranjera, no vinculadas al sistema financiero (art. 11). Allí se determina que será convertida a razón de $ 1 cada dólar o divisa y que se le aplicará el coeficiente de estabilización de referencia -C.E.R.- o el coeficiente de variación de salarios -C.V.S.-, según sea el caso. ii. A su turno, la ley 25.713 prescribe en su art. 1 la aplicación general del C.E.R. a todas las deudas, determinando las excepciones en los arts. 2 y 3, esto es, en los casos de préstamos que tienen como garantía hipotecaria la vivienda única, familiar y de ocupación permanente hasta US$ 250.000, préstamos personales hasta US$ 12.000, préstamos personales con garantía prendaria hasta US$ 30.000 y contratos de locación de inmuebles cuyo locatario es una persona física y el destino de la locación es la vivienda única y familiar. En tales supuestos corresponde la aplicación del C.V.S. De ello se desprende que para el caso que nos ocupa -pesificación de una deuda emergente de títulos de crédito por la suma total de US$ 50.000- la solución se encuentra regida por el art. 1 de la ley 25.713. Por ende, y tomando en consideración lo expresado por esta Corte en casos sustancialmente similares al presente (conf. C. 94.399, sent. del 14-VII-2010; C. 96.312, sent. del 14-VII-2010; C. 94.061, sent. del 24-XI2010, entre otros), concluyo que asiste razón al recurrente en la parcela de su impugnación que refiere a la aplicación de las normas que ordenan la pesificación de las deudas en moneda extranjera. d) En consecuencia, si lo que propongo es compartido, impugnado y corresponde establecer revocar que el el monto pronunciamiento emergente de los pagarés ejecutados deberá convertirse a razón $ 1 por cada dólar estadounidense, más el 50% de la brecha existente entre un peso y la cotización de la mencionada divisa extranjera en el mercado libre de cambio -tipo vendedordel día que corresponda efectuar el pago, salvo que la utilización del coeficiente de actualización, previsto en las normas de emergencia económica, arroje un resultado superior, con más una tasa de interés del 7,5% anual, no capitalizable entre moratorios y punitorios desde la fecha en que se produjo la mora y hasta la del efectivo pago. Las costas de la ejecución serán soportadas en los términos del art. 556 del Código Procesal Civil y Comercial, salvo las correspondientes a los incidentes generados con motivo de los planteos atinentes a la validez constitucional de las normas de emergencia, como las de esta instancia, que se imponen en el orden causado, atento a la forma en que se decide y a la naturaleza de las cuestiones propuestas (arts. 68 y 289, C.P.C.C.). Los autos serán remitidos a la instancia de origen, a fin de que se practique el cálculo de la deuda conforme a las pautas aquí señaladas. Con el alcance indicado, voto por la afirmativa. A la cuestión planteada, el señor Juez doctor Negri dijo: Con violación de la respecto cosa al juzgada agravio y en referido consideración a la de lo expuesto por el colega que abre el acuerdo en el punto b) de su voto, reitero lo expuesto en precedentes con una situación análoga al del presente caso. 1. En autos existe sentencia dictada el 11 de octubre de 2001 que manda a llevar adelante la presente ejecución en dólares estadounidenses (v. fs. 79/79 vta.). 2. El bloque legislativo de emergencia económica que produjo el abandono de la paridad cambiaria no fue objeto de consideración en dicho pronunciamiento, pues esas leyes fueron sancionadas con posterioridad al dictado del mismo. Este Tribunal, remitiendo a los fundamentos expresados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, se ha pronunciado respecto de la constitucionalidad de la ley 25.561 y las normas dictadas en consecuencia (conf. C.90.928, sent. del 9-IX-2009; C. 94.032; C. 97.043; C. 99.406; C. 89.562; C. 93.176, todas sents. del 29-XII-2009, entre otras). Afirmó en dichos precedentes que quienes se obligaron durante la vigencia de la ley de convertibilidad no lo hicieron respecto a una moneda extranjera que fluctuaba libremente en el mercado cambiario; sino que su voluntad tuvo el marco de referencia normativo dado por el Estado 23.928. que Por perturbación nuestro les aseguraba ello, se paridad considerando económica, país, la dejó social la y fijada grave política expresamente por la situación que aclarado ley de atravesó que la conversión dispuesta por el bloque normativo de emergencia correspondía ser aplicada a obligaciones de dar sumas de dinero expresadas en dólares estadounidenses u otra moneda extranjera (conf. arts. 1, dec. ley 214/2002 y 6 de la ley 25.561). Además, la ley 25.820 (Adla, LXIV-A, 38), reformó el art. pesificación moneda de 11 las extranjera, índices de de la deudas ley 25.561 y originalmente aclarando actualización que serían C.E.R ratificó la convenidas en aplicables o C.V.S. los según correspondiera (decreto 762/2002, Adla, LXII-C, 2937) y que la conversión a pesos resultaba independiente de la existencia o inexistencia de mora del deudor. Asimismo, mantuvo el derecho a requerir un reajuste equitativo, con cita expresa del principio de buena fe (art. 1198, C.C.) y del esfuerzo compartido. En torno de la relación aplicación a los planteos retroactiva de efectuados las normas en de emergencia, agrego que no existe en el caso afectación de derechos adquiridos toda vez que la aplicación de la nueva norma sólo comprende los efectos en curso de una relación jurídica, es decir, aquellas prestaciones que quedaron pendientes de pago en plena crisis económica. 3. En ese contexto, teniendo en cuenta el carácter netamente patrimonial de la presente litis, la calidad de los contratantes, la intención real de ellos de referirse al dólar, el significado económico del contrato y la fecha de celebración del mutuo, estimo que en virtud de los principios de igualdad (art. 16 de la Const. nac.) y de justicia conmutativa, resulta razonable proceder a la revisión de los efectos en curso de la relación jurídica (establecida y sometida a consideración del órgano jurisdiccional, con antelación a dicha crisis). En ese orden de ideas, considerando el carácter de los derechos aquí involucrados, adhiero a la solución propiciada por el colega que abre el acuerdo. 4 Por último y, en virtud de la remisión efectuada para dar respuesta al caso recuerdo que, según mi criterio, los fallos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sólo resultan vinculantes al caso concreto (conf. P. 43.994, sent. del 29-X-1991; P. 47.881, sent. del 29-XII1994; Ac. 78.215, sent. del 19-II-2002; C. 89.867, sent. del 10-II-2010; entre otros). Lo que no obsta que su contenido sea receptado en orden a su validez conceptual. 5. Por todo lo expuesto, doy mi voto por la afirmativa. Los señores jueces doctores Kogan, Genoud y de Lázzari, por los mismos fundamentos del señor Juez doctor Soria, votaron la cuestión planteada también por la afirmativa. Con lo que terminó el acuerdo, dictándose la siguiente S E N T E N C I A Por lo expuesto en el acuerdo que antecede, se hace lugar al recurso extraordinario de inaplicabilidad de ley interpuesto debiéndose y convertir se el revoca monto la sentencia emergente de recurrida, los pagarés ejecutados a razón $ 1 por cada dólar estadounidense, más el 50% de la brecha existente entre un peso y la cotización de la mencionada divisa extranjera en el mercado libre de cambio -tipo vendedor- del día que corresponda efectuar el pago, salvo que actualización, la utilización previsto en las del coeficiente normas de de emergencia económica, arroje un resultado superior, con más una tasa de interés del 7,5% anual, no capitalizable entre moratorios y punitorios desde la fecha en que se produjo la mora y hasta la del efectivo pago. Las costas de la ejecución serán soportadas en los términos del art. 556 del Código Procesal Civil y Comercial, salvo las correspondientes a los incidentes generados con motivo de los planteos atinentes a la validez constitucional de las normas de emergencia, como las de esta instancia, que se imponen en el orden causado, atento a la forma en que se decide y a la naturaleza de las cuestiones propuestas (arts. 68 y 289, C.P.C.C.). Los autos serán remitidos a la instancia de origen, a fin de que practique el cálculo de la deuda conforme a las pautas aquí señaladas. El depósito previo efectuado, deberá devolverse al recurrente (art. 293, C.P.C.C.). Notifíquese y devuélvase. EDUARDO NESTOR DE LAZZARI HECTOR NEGRI LUIS ESTEBAN GENOUD DANIEL FERNANDO SORIA HILDA KOGAN CARLOS E. CAMPS Secretario