Incumplimientos públicos en la protección de datos

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Incumplimientos públicos en la protección de
datos
CARLOS GONZALEZ TRIVIÑO - Abogado y militante del PSPV-PSOE.
Quiero denunciar una ilegalidad manifiesta e intolerable. Si digo intolerable no es por
ningún ánimo de exagerar, sino porque dicha ilegalidad ,además de afectar a
derechos fundamentales reconocidos por la Constitución española (y también por la
futura constitución europea), es responsabilidad directa de varias administraciones
públicas e instituciones valencianas.
Me estoy refiriendo al incumplimiento sistemático de la Ley Orgánica 15/99, de
Protección de Datos de Carácter Personal, concretamente en lo que se refiere al
tratamiento de esos datos relacionado con el acceso a edificios públicos.
Como la gran mayoría de los lectores conoce perfectamente, el acceso a muchos
edificios administrativos requiere, por motivos de seguridad, de la previa
identificación de los visitantes mediante su documento nacional de identidad. Hasta
aquí, nada que objetar.
El problema surge no por la obligación de identificarse para acceder a ciertos
edificios públicos, que en cualquier caso parece razonable. El problema es que dicha
identificación implica, por parte de los visitantes, la cesión de datos de carácter
personal. Según su definición legal, son datos de carácter personal todas las
informaciones concernientes a personas físicas o jurídicas (ex. art. 3).
Los datos facilitados por los visitantes al personal de acceso son, en algunos casos,
consignados en unos listados en los que se escriben manualmente y, en otros, son
introducidos en programas informatizados previstos para esta finalidad. Este segundo
caso conlleva un tratamiento automatizado, siempre de mayor sensibilidad.
Bien. La Ley Orgánica 15/1999 reconoce, en su artículo 5, el derecho de información
a favor de todas aquellas personas a las que se les requieran datos de carácter
personal. Por ejemplo, aquellas personas a las que se les exija su documento
nacional como requisito para acceder a un edificio público.
Dicho derecho implica, según la ley, la obligación, por parte del solicitante, de los
datos de informar con carácter previo, de modo expreso, preciso e inequívoco: a) de
la existencia de un fichero y de los destinatarios de la información, b) del carácter
obligatorio o facultativo de la respuesta a las preguntas que le sean formuladas, c)
de las consecuencias de la obtención de datos o de la negativa a suministrarlos, d) de
la posibilidad de ejercitar los derechos de acceso, rectificación, cancelación y
oposición, y e) de la identidad y dirección del responsable del tratamiento o, en su
caso, de su representante.
Debo decir que en ninguno de los edificios públicos que mencionaré a continuación,
ni en uno solo, existe medio alguno de información a los interesados de cada uno de
los extremos legalmente previstos. En todos los casos los funcionarios encargados de
la identificación de los visitantes (en algunos casos es personal no funcionario
perteneciente a la seguridad privada) se limitan a solicitar a los visitantes la entrega
del documento nacional sin hacerles prevención alguna sobre cada uno de los
aspectos que tienen derecho a conocer según el artículo 5 de la ley quienes están
cediendo sus datos.
Hay que mencionar que el criterio de la Agencia Española de Protección de Datos,
expresado en la Instrucción 1/1996, que regula la protección de datos sobre ficheros
automatizados establecidos con la finalidad de controlar el acceso a edificios
públicos y privados, corrobora plenamente lo dicho en los párrafos anteriores. El
artículo 3 de dicha instrucción se remite al propio artículo 5 de la ley orgánica y deja
bien asentada la obligatoriedad, por parte de los receptores de los datos en los
edificios públicos, de informar a los interesados de los extremos recogidos por la ley.
En la puerta de acceso de la calle Arzobispo Mayoral del Ayuntamiento de Valencia
los visitantes deben identificarse mediante la exhibición de su documento nacional u
otro semejante. En ningún caso son informados de los aspectos legales que tienen
derecho a conocer. En los dos edificios de la Conselleria de Empresa, Universidad y
Ciencia, situados, respectivamente, en los números 32 y 66 de la calle Colón,
tampoco se procede al cumplimiento de lo previsto por la ley. En uno de estos casos,
la situación es especialmente grave dado que los datos son introducidos en un fichero
informático y se procede además a la filmación de imágenes. Idénticas
irregularidades se detectan en el número 80 de la calle Colón, oficinas de la
Conselleria de Bienestar Social. Las dependencias del Servef, situadas en el número 2
de la calle Navarro Reverter, incurren en los mismos incumplimientos. Lo mismo cabe
decir de los accesos a edificios tan emblemáticos como el palacio de Fuentehermosa
y el mismo Palau de la Generalitat. Siguiendo hacia la calle Manises, acceso al
edificio de la Diputación Provincial, encontramos exactamente la misma situación.
Pero el caso más grave es, a mi modo de ver, el de las Cortes Valencianas, institución
representativa de todos los valencianos y obligada de un modo especial a velar por el
respeto a los derechos de los ciudadanos. En el caso de las Cortes, los documentos de
identidad de los visitantes son literalmente escaneados, lo cual conlleva un grado
muy sofisticado de automatización. En este caso, incluso las fotografías de los
visitantes son registradas mediante una aplicación informática diseñada al efecto.
Además de incurrir en la falta de información a los visitantes, se incurre en una
ilegalidad adicional dado que el número segundo del artículo tres de la instrucción de
la agencia establece que los datos recogidos serán los estrictamente necesarios para
cumplir la finalidad de controlar el acceso. No comprendo en modo alguno la
necesidad de escanear las fotografías de los visitantes y me parece una total
extralimitación legal.
Lo dicho. Las instituciones están para cumplir antes que nadie con la legalidad
vigente. Mucho más cuando esa legalidad protege derechos fundamentales.
Levante
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