Comparativa redes neuronales biológicas y artificiales Actualmente, hay una gran cantidad de tareas para las cuales se ha demostrado que un algoritmo o una secuencia de operaciones aritméticas y/o lógicas son inútiles. Por ejemplo, a pesar de muchos experimentos, aun no se ha desarrollado una máquina que lea automáticamente caracteres manuscritos con fluidez y lingüísticamente correcto, o que reconozca las palabras habladas por un altavoz, y aún menos que traduzca a partir de una lengua a otra, o conduzca un coche, o camine como un animal o un humano. La causa de esta diferencia no parece estar debida ni a la velocidad de procesamiento ni a su propia capacidad de procesar, pues los procesadores con los que contamos hoy en día tienen una velocidad de procesamiento 10 exp 6 veces más rápida que los elementos procesadores básicos del cerebro, es decir, que las neuronas. Esto, unido al hecho de que la capacidad neuronal es mucho más simple nos lleva a la conclusión de que mientras que en un ordenador convencional las instrucciones se ejecutan secuencialmente por medio de un procesador complicado y rápido, el cerebro es una interconexión masiva y paralela de elementos de procesamiento (neuronas) relativamente simples y lentas, cuyas características, a día de hoy no han sido igualadas. Diferencias entre los ordenadores tradicionales y el cerebro El cerebro es paralelo por completo, con gran cantidad de elementos procesadores (en torno a 10exp12) (“fine-grained parallelism”) que están altamente interconectados (hasta 10.000 conexiones por neurona). Sin embargo, el tiempo de procesamiento es lento – de milisegundos. Es analógico (y digital en algunos sentidos) y asincrónico, pues no posee ningún reloj global que determine el tiempo máximo que ha de emplear en estos procesos. Mientras que los ordenadores son principalmente dispositivos seriales – incluso los ordenadores en paralelo tienen un tiempo de procesamiento relativamente pequeño a pesar de su complicado proceso (“coarse-grained parallelism”), así por ejemplo, los circuitos ejecutados sobre silicio o GaAs son muy rápidos – escala de tiempo están en nanosegundos. Digitales y síncronos – usando una lógica cronometrada.Una de las diferencias principales es el modo en que se almacena la información, pues mientras que los ordenadores almacenen memorias localmente en posiciones fijas y específicas, las redes biológicas parecen guardar dichos datos en varias posiciones que dependerán de muchos factores. Un ejemplo muy ilustrativo es el hecho de que si por ejemplo tu cerebro ha almacenado la imagen de un elefante y sólo con verlo lo reconoce como tal, si bebieses mucho alcohol y con ello “matases” varias neuronas, no por ello dejarías de reconocer a estos animales, sino que el funcionamiento de tu cerebro apenas se degrada levemente aunque no aumente su número de neuronas pues serán otras neuronas las que lleven a cabo el trabajo. Y es precisamente esta capacidad de las neuronas de tolerar las “averías” una de sus características más importantes, aunque también es verdad que algunas neuronas realizan funciones muy específicas, esto no es lo más habitual. El motivo de su actuación, es la gran cantidad de conexiones sinápticas que poseen. Diferencias entre neuronas biológicas y artificiales Sintetizando lo enunciado en apartados anteriores, las neuronas biológicas consisten en un cuerpo o un soma de la célula que contiene un núcleo y ramas denominadas dendritas, que transfieren la información vía sinapsis de las células circundantes al soma, y un axon que lleva el impulso nervioso del soma a la estructura a la que apunta. En cambio, la neurona artificial es un modelo simplificado de la estructura biológica pues contiene tan solo sus elementos básicos: sinapsis, dendritas, soma y axon Las sinapsis y las dendritas de la neurona artificial son las entradas al elemento procesador (soma) y cada una de estas entradas tiene un peso asociado de conexión (simulando la fuerza de un conexión biológica determinada). El elemento procesador multiplica cada entrada por su peso de la conexión y suma generalmente estos productos, que pasan entonces a la función de la transferencia para generar un resultado que se transmita por la vía de salida (axon). Diferencias entre redes neuronales artificiales y biológicas De todo lo anterior se deduce que éstas son las grandes diferencias entre las redes neuronales biológicas y las artificiales: Las redes artificiales se basan siempre es funciones lógicas en todos los casos, no admitiéndose por tanto raciocinios que no se encuentren entre sus “bases”, sin embargo, no se sabe muy bien cómo hace las cosas nuestra mente en la mayor parte de las veces, aunque parecen ser el resultado de procesos sumamente complejos en varias partes de nuestro cerebro. Los ejemplos incluyen los procesos de aprendizaje o las tareas sensoriales y motoras. Otra gran diferencia es el hecho de que las redes neuronales artificiales se basan por así decirlo en el análisis, algo así como comenzar por una ídea fundamental y descomponerla hasta conocer todos sus componentes. Mientras que las redes biológicas basan su funcionamiento en la síntesis pues así es el acercamiento de las redes neuronales: se comienza por un comportamiento inicial y se trata de conformar la inteligencia mediante la unión de estos componentes. Si a lo que acabamos de enumerar le sumamos las características que diferenciaban al cerebro de los ordenadores tradicionales, como son el aparente “desorden” con el que se almacenan los datos en el cerebro frente al riguroso orden que siguen las redes neuronales artificiales, o el hecho de que las redes artificiales sólo parecen emular al cerebro en áreas que requieran habilidades puramente simbólicas o lógicas, obtendremos el porqué de la dificultad para conseguir una inteligencia artificial similar a la propia del ser humano. fuente comparativa redes neuronales-artificiales