DENOMALEFICENCIA PRINCIPIO M" Asuncíón Merinero Herrero, Fabiola Yáñez Cidad, Delia Velasco Acebes, Ma Victoria Arribas Cristóbal, Margarita Encinas San Geroteo, Carmen Menéndez Cuenca, M" Carmen Muñoz Monedero y Enrique Vicente Yubero. El principio de autonomía, del que hablábamos el mes pasado, obliga a una reconsideraciónde los principiosde no maleficencia y beneficencia.En el esquema naturalista,ambas cosas surgieron unidas. La máxima era "favorecer o al menos no perjudicar",ambos elementostenian vinculación,la misma que reflejabael informeBelmont.Ese esquema es el que ha sustentadoel objetivo de la tarea sanitaria:buscar el bien del enfermo. Sin embargo, en ese modelo clásico, el bien del pacienteera algo que debía determinarel médico, un modelo paternalista. Diego Gracia, nos habla de principios de primer nivel y establece los contenidos morales que debe tener una Ética de Mínimos,que son los contenidosmoralesexigidosa todos los miembrosde una sociedad,y que marcan los mínimosmorales por debajo de los cuales nadie puede situarse. Todos los miembros de una sociedadcontratanmedianteel procedimientode la voluntad general, un conjuntode valores que serán respetadospor todos, aun coactivamente. Por lo tanto, el Principio de No-maleficenciaestableceque debemos tratara todas las personascon la mismaconsideración y respetoen el orden biológico.lmplicael deber de no hacer daño, de estar al día en los conocimientos,no ser imprudentes ( cambiar el vendaje de una herida en el momento oportuno, evitando el riesgo de infección) o negligentes(ausencia de la atención debida a los pacientes).Todas ellas son obligacionesmorales de los enfermeros que siempre estarán implicadas en el ejerciciode su labor profesional. La relaciónsanitariaque las enfermerasestablecencon los pacientes,tienendos nivelesde exigencia,uno de mínimos,por debajo del cual incurren en el delito de negligencia,y otro de máximos, que aspira a la excelencia. Al introducirel principiode autonomía,cambia la idea de la relaciónsanitario-paciente.Se superael modelopaternalistay la mera beneficencia.El respeto a la autonomía nos lleva a considerarque el bien del pacientees algo que sólo puede decidirse desde los valores de é1.No puede haber un bien objetivoque valga para todos. Lo que sea bueno para una persona sólo ella puede decidirlo,desde su proyectovital. La determinacióndel bien del paciente no puede ser objetiva, pero si puede serlo la elaboracióndel marco de minimos que supone la no maleficencia. Ese marco viene definidopor lo que es imprescindiblepara evitar el daño. No es un principio meramentenegativo,al no indicarsólo las cosas que no deben hacerseporquecausaríandaño, sino que tambiénestablece las cosas que hay que hacer,según acuerdosde los sanitarios.Se trata de hacer lo indicado. Hay que tener en cuenta que el "no hacer daño" no es absoluto, puesto que a veces es preciso hacer un daño para evitar un mal mayor. Es importanteel balance daño y beneficio,que será lo que determine la accíón. Los actos sanitariosse mueven en un marco de probabilidadesy no de certezas, lo que nos lleva a la obligación moral de decidirnos por la mejor acción técnicaque podamosofrecer,aún sabiendoque puede producirseun daño. La exigenciade no hacer daño implicano dañar, hacer lo indicadoy valorar los beneficiosy riesgos potenciales. t I El pasado26 de Marzose celebróuna Jornadade Deontologiaen el Colegiode Médicosde Segoviapara enfermerasy juntos" con BernardoCasanova'Med¡aciónde conflictos,viejos problemas,nuevas méd¡c€sbajoel título"Construyendo sanitarios"y FabiolaYáñez"La intimidad, soluciones',Món¡caLalanda"El buenuso de RedesSocialesparaprofesionales tenéisinformacióny videossobrela misma. nuestr.oreto". En wwwenfermeriasegovia.com