Trump es vulgar, grosero, vacío y un narcisista supremo

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Sociedad
Bryan Cranston
Isabel Plant
Actor
“Soy un tipo de clase de trabajadora, mis padres eran niños durante
la Depresión. Era ‘ten un trabajo,
mantén un trabajo, trabaja duro’.
Así elijo vivir”, dice Bryan Cranston, 60 años, pelo rojizo y surcos en
la cara. Es quizás uno de los actores dramáticos más cotizados hoy,
luego de haber ganado fama mundial- y cuatro premios Emmy- con
Breaking Bad, donde interpretó al
Dr. Jekyll y Mr. Hyde del mundo del
narcotráfico accidental, en el papel
de Walter White. Desde el fin de la
serie se ha mantenido ocupado: estuvo recientemente nominado al
Oscar por su rol en Trumbo, sobre
el guionista del mismo nombre. Y
ganó el Tony por All the Way, la
obra de Broadway donde interpretó al Presidente Lyndon B. Johnson,
LBJ, el año después de que muere
Kennedy. Ahora, se estrena en Chile la versión televisiva del montaje, con el título de Hasta el fin, mañana, a las 22.00 horas por HBO. Es
una película televisiva con que la
señal de cable llegará esperanzado
a las premiaciones del año. “En
cuanto a las nominaciones y cosas
así, es encantador”, dice Cranston,
“Trump es vulgar,
grosero, vacío y
un narcisista
supremo”
R El ganador del Emmy, el Tony y nominado
al Oscar llega a la pantalla chica con Hasta
el fin, donde encarna a Lyndon B. Johnson.
R El actor de Breaking Bad habla con La
Tercera sobre interpretar a un presidente y
sobre la actual carrera por la Casa Blanca.
Verónica Villarroel habla de
su fundación [59] CULTURA
El caso pendiente de la ex
directora del Planetario
[64-65] TENDENCIAS
en las oficinas de HBO en Los Angeles, donde La Tercera llegó por invitación del propio canal. “Pero no
es ni por lejos la razón por la que
hago mi trabajo, no lo hago por dinero ni por premios. No le presto
atención. Como broma dije, cuando me nominaron para el Oscar: ‘La
próxima vez necesito tener un oso
enojado en mi película para ganar.
¡Tráiganme un oso!’”.
El grupo de periodistas que rodea
a Cranston ríe con la alusión al animal que le dio el trofeo más grande de Hollywood a DiCaprio. Bryan
Cranston es un hombre amable,
que ganó su fama tardíamente, y
sabe el privilegio de estar hoy en el
Olimpo de Hollywood; antes de
Breaking Bad ya había estado nominado tres veces al Emmy por su
rol secundario de Malcolm in the
middle, pero es sin duda una estrella madura. Las reflexiones sobre su
carrera las plasamará en un libro de
memorias que lanzará este año. “Se
llama Life in parts, son historias
cortas sobre mi vida, disfruté mucho escribirlo. La soledad del proceso fue muy interesante. Imaginen
mi vida ahora, es muy pública y conozco a mucha gente a diario. Disfruté estar solo. Y en el libro reve-
lo cosas de mi pasado, de las dificultades, de superar obstáculos, de lo
que me asustaba. Cosas divertidas
también”, cuenta.
Y aunque ha participado en grandes producciones desde que ganó su
nueva fama -como Godzilla- generalmente opta por trabajos dramáticos potentes, como Hasta el
fin, The infiltrator, basada en uno
de los policías que persiguieron a
Pablo Escobar; o In dubious battle, basada en la novela de John
Steinbeck. Además, tiene agendado volver a la TV, con la serie de antología de ciencia ficción Electric
Dreams, sobre los trabajos de Phillip K. Dick, donde además será
productor ejecutivo. “Me gusta contar historias”, dice el actor, explicando cómo elige hoy sus proyectos. “Te apuesto que entre tus primeras memorias está arrastrar un
libro a la falda de tus padres, y mirar las imágenes, mientras escuchabas las palabras. Eso no cambia
nunca: hasta el día en que morimos
queremos escuchar historias. Es lo
más dulce del ser humano. Después
me interesa ver cuán bueno es el
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