[ios] so cubierto de plantas que perecen, y podridas infectan la atmosfera. N o tienen las aguas de la Albufera otro movimiento sino el que producen los vientos en qualquier lago de notable extensión, y cierto fluxo y refluxo, por decirlo así, que en algunos tiempos del año causan las lluvias, los calores, y el abrir ó cerrar la comunicación con el mar. Gran parte de las aguas del X u c a r , distribuidas por mil canales de riego sobre la tierra, siguen por su interior, y juntas con las que baxáron de los montes se abren caminos ocultos hasta brotar por muchas bocas en los sitios hondos. A cada paso se ven fuentes originadas de esta causa, y algunas tan copiosas que forman riachuelos. Van unos al mar, otros á la Albufera , y algunos no pudiendo llegar á estos depósitos generales, forman sitios cenagosos, y á veces lagunas intermitentes. A d e mas de esta cantidad de aguas que corren por fuentes y canales , y de la que se ve reunida en la Albufera y sus inmediaciones , es incalculable la que se halla oculta y á corta profundidad de la superficie de la tierra.. E n infinitos campos basta cavar un pie, y aun menos para encontrar las aguas: muchos lugares se habitan, cuyo suelo tiene poco fondo libre de humedades. E s obvia la razón por qué sucede así en las cercanías de la Albufera y otros sitios hondos; pero causa alguna dificultad el hallarse efectos semejantes en tierras que fueron secanos en otro tiempo. En mi juicio las causas verdaderas de haberse aumentado los sitios pantanosos han sido sacar las aguas de su curso sin preparar de antemano canales sólidos que puedan contenerlas , levantar el cauce de los rios, y hacer entrar y conservar las aguas en los campos que nunca las tuvieron. Apenas me queda duda que la acequia del R e y , aquel ancho canal que sale del Xucar en Antella, ha dado origen, ó casi todo el caudal al rio de los Ojos y á infinitos filtros que inundan las riberas. Los que entendieron en la obra de la acequia parece haber tenido únicamente la idea de hacer capaz el cauce, y dirigirlo de modo que facilitase riego á aquellos pueblos; pero ni entonces se examinó la naturaleza del terreno, ni se han tapado después las muchas bocas por donde se pierde el agua, introduciéndose