rx | rinitis alérgica Rinitis alérgica Obstrucción nasal De mayor incidencia en la población infantil, puede afectar al adulto en cualquier momento de su vida. Ante síntomas que no ceden con la medicación tradicional, identificar el alérgeno es la clave para dar con el tratamiento eficaz / Lena Jahn Santorufo Dificultad para respirar por la nariz, lagrimeo, estornudos en serie, prurito y secreción nasal abundante (rinorrea acuosa) son algunas de las principales manifestaciones de la rinitis alérgica, condición patológica caracterizada por la inflamación de la mucosa nasal y la consecuente sensación de obstrucción. Resultado de una predisposición genética –con antecedentes familiares de alergia–, puede aparecer a los pocos meses del nacimiento o en cualquier etapa de la vida: niñez, adolescencia o adultez. Sin embargo, en la mayoría de los casos se evidencia desde la infancia. 20+SALUD Algunos signos –físicos y conductuales– permiten identificar a quienes sufren este cuadro alérgico. De acuerdo con Carlos Ortega Tamayo, pediatra y alergólogo, el “rinítico” se puede diagnosticar a distancia: en primer lugar, es un respirador oral, lo cual acciona un juego muscular que muchas veces genera problemas dentales (los incisivos superiores tienden a sobresalir). Además, presenta ojeras profundas y violáceas y continuamente se frota la nariz hacia arriba (gesto conocido como “saludo alérgico”). Por acción de ese roce constante, con los años se pigmenta el dorso de la nariz y se marca un surco horizontal oscuro. rinitis alérgica | rx Un fuerte cuadro de rinitis alérgica puede ocasionar pérdida temporal o definitiva del gusto y del olfato Clasificación universal En general, la rinitis alérgica ha sido clasificada como perenne o estacional, categorías útiles para diferenciarla según su origen y duración. Sin embargo, Ortega Tamayo explica que en países tropicales, donde el clima no varía en función de cuatro estaciones, sino de acuerdo con los períodos seco y lluvioso, es poco determinante la incidencia estacional, asociada a la dispersión del polen durante las épocas en que éste se incrementa. En el trópico, la diversidad de la flora y la elevada humedad relativa del aire, entre otros factores, dificulta el transporte aéreo del polen. A partir del año 2008, explica la otorrinolaringóloga Jacqueline Alvarado, estas categorías fueron replanteadas y redefinidas para designar una clasificación universal de rinitis alérgica: Según su frecuencia • Intermitente: episodios que duran menos de cuatro días a la semana o menos de cuatro semanas. • Persistente: crisis que se prolongan por más de cuatro días a la semana o por más de cuatro semanas. Según su intensidad • Leve: interfiere poco o nada en las horas de sueño y no afecta la calidad de vida. • Moderada-severa: compromete las horas de sueño y, en consecuencia, deteriora la calidad de vida. Diagnóstico esencial En los países tropicales existen otros factores, distintos al polen, desencadenantes de la infla- mación de la mucosa nasal y su consecuente expresión sintomática. Entre los alérgenos más comunes se cuentan: en primer lugar, el polvo doméstico (abundante en ácaros), le siguen la humedad (generadora de moho), los epitelios de animales (sobre todo de perros y gatos), las emanaciones de insectos (como el polvillo que desprenden mosquitos y mariposas) y las defecaciones de chiripas, cucarachas y aves domésticas. El consumo de ciertos alimentos a los que el organismo resulta alérgico también puede desencadenar rinitis, debido a la absorción de nutrientes que pasan al torrente sanguíneo, irrigador de todas las mucosas, entre ellas la nasal. En desconocimiento de estos factores, explica Alvarado, la mayoría de los pacientes sintomáticos acude en primera instancia al otorrinolaringólogo en busca de un tratamiento. En muchos casos, en esta consulta se puede diagnosticar y tratar la rinitis. Sin embargo, cuando son crisis de mayor frecuencia o intensidad, que no ceden con la medicación convencional, el especialista remite al paciente al alergólogo, quien identificará el origen de la rinitis e indicará el tratamiento adecuado. Las pruebas exploratorias para confirmar o descartar la condición alérgica del paciente incluyen una citología del moco nasal y exámenes de sangre, los cuales permiten contabilizar los eosinófilos, un tipo de glóbulos blancos que aumenta ante una reacción alérgica. La evaluación sanguínea revelará, además, los niveles de In- 21+SALUD rx | rinitis alérgica La rinitis alérgica puede condicionar el sueño y deteriorar la calidad de vida de quien la padece munoglobulina E (IgE), anticuerpo que también se eleva frente a procesos alérgicos. De confirmarse el diagnóstico, un test cutáneo de sensibilidad, que incluye alérgenos por inhalación y por ingesta, indicará cuáles son los desencadenantes de la rinitis. Ortega Tamayo aclara que los resultados cutáneos de alergia alimentaria no son determinantes, pues sólo demuestran una reacción en piel que debe ser comprobada. “Son exámenes de orientación que, en ocasiones, arrojan falsos positivos, ya sea por alergias tempranas que desaparecieron espontáneamente o porque la respuesta en piel no se manifiesta en rinitis”, ilustra el especialista. Cuadro no alérgico Aunque en su mayoría la rinitis es alérgica –en Venezuela alcanza 80% de los casos–, existen otras categorías: • Irritativa. Es producto de desencadenantes olfativos, como detergentes e insecticidas, o por la inhalación de drogas como la cocaína. El reflujo gastroesofágico, sobre todo en lactantes, puede también irritar e inflamar la mucosa nasal. • Vasomotora. También llamada rinitis idiopática –de causa desconocida–, se asocia a cambios de temperatura y presión atmosféricas. • Gestacional. Propia de la mujer durante el embarazo. Los síntomas desaparecen poco después del parto. • Estructural. Producto de pólipos o tumores nasales o desviaciones en el tabique. Requiere cirugía. 22+SALUD Tratamiento específico Cuando el diagnóstico apunta a una rinitis intermitente o leve, los síntomas suelen ceder con tratamientos convencionales que, administrados aproximadamente por un mes, procuran una mejora sustancial. Antihistamínicos o antialérgicos, antileucotrienos y corticoesteroides inhalados son algunos de los fármacos de frecuente indicación médica que, de acuerdo con Alvarado, controlan con éxito la reacción alérgica. Ante rinitis persistentes, es necesario identificar los alérgenos para combinar el tratamiento sintomático con inmunoterapia, aplicación progresiva de antígenos –en bajas concentraciones y cantidades crecientes– a través de inyecciones subcutáneas, durante un período que oscila entre 1 y 5 años. Según Ortega Tamayo, es el tratamiento más efectivo, pues el organismo desarrolla resistencia a los alérgenos que inflaman la mucosa nasal y suprime la expresión sintomática. El paciente debe, además, asumir un tratamiento profiláctico de por vida, eliminando hasta donde le sea posible los alérgenos a los que haya resultado positivo en el test cutáneo de sensibilidad alérgica. “Retirar el polvo con paños y coletos húmedos, no adquirir mascotas y corregir filtraciones que producen humedad son algunas de las medidas preventivas para evitar las alergias ambientales más comunes y mejorar la situación patológica definitivamente”, afirma Ortega Tamayo. rinitis alérgica | rx Complicaciones La mucosa nasal tiene como función filtrar, calentar y humedecer el aire que llega a los pulmones y posibilitar la respiración. Además, se encarga del transporte de las secreciones. Al presentar obstrucción, el paciente con rinitis respira por la boca y envía a los pulmones un aire impuro, frío y seco que ocasiona desde tos recurrente hasta problemas de asma. De acuerdo con Alvarado, la rinitis alérgica afecta a 80% de quienes sufren de asma y es la condición base para la aparición de complicaciones en cerca de 30% de los casos. “La alergia es una respuesta exagerada que puede implicar la inflamación de los senos paranasales y el crecimiento de amígdalas y adenoides, tejidos diseñados para la defensa. Cuando éstos aumentan de tamaño, lejos de defender producen obstrucción e infección”, detalla la otorrinolaringóloga. La secreción abundante, propia de la rinitis, puede también propiciar acumulación de moco dentro del oído y desencadenar una otitis media aguda (bacteriana y sintomática) o una otitis media con efusión (no bacteriana y asintomática). En estos casos el pronóstico varía y puede estar sujeto a opciones quirúrgicas en cuadros complejos. “Cuando la medicación e inmunoterapia no mejoran la rinitis ni las complicaciones asociadas, se indica cirugía, que es el último recurso. Sin embargo, no es la alergia lo que se opera sino aquello que obstruye”, aclara Alvarado. Aunque de venta libre, los descongestionantes nasales para el alivio sintomático de la obstrucción nasal –presentados en gotas o spray– deben usarse bajo estricta vigilancia del especialista y por muy poco tiempo. La especialista advierte que estas intervenciones ofrecen una mejoría sintomática importante, pero es necesario mantener un control posterior –supervisado por el especialista– con antialérgicos y corticoesteroides, de modo que el resultado quirúrgico no se revierta. • F u e n te s c o n s u lta d a s º Carlos Ortega Tamayo, pediatra y alergólogo. Instituto de Asma, Alergia e Inmunología. º Jacqueline Alvarado, otorrinolaringóloga. Instituto de Otorrinolaringología y Oftalmología. º The American Academy of Allergy, Asthma & Immnunology. º www.medlineplus.com. 23+SALUD