CoNSuirTORio Jurídico. Rev. — A.E.U., 55:415-26, 1969. Consultorio Jurídico Otorgamiento y de autenticación una promesa 1. La firma de un sólo testigo a ruego. 2. La impresión digital. en la consideración del otorgamiento y suscripción de la pro Eficacia de la certificación notarial con referencia a ellos. 5. La forma llena las exigencias de la ley 8.733. SUMARIO: 3. Dichos elementos mesa. 4. utilizada, CONSULTA FORMULADA POR EL JUZGADO LETRADO DE PRIMERA INSTANCIA EN LO CIVIL DE SEGUNDO TURNO* Montevideo, setiembre 29 de 1967. Señor Presidente de la Asociación de Escribanos del Uruguay, Escri bano Julio Sanguinetti. / — Presente. La Comisión Directiva de la Asociación que Ud. preside, me ha hon rado solicitando mi opinión sobre los puntos a que alude el eficio que trans así: "N"? 1636. cripto dice Montevideo, de la Asociación de Escribanos del autos: "E. mayo 9 de 1967. Señor Presidente Buenos Aires N"? 580. En Uruguay, c/ J. A. C. D. y otro. Nulidad de promesa. L*? periodo de prueba, de mandato del Señor Juez Letrado de Primera Instanda en lo Civil de Segrmdo Turno, y a solicitud de la parte actora se ha dispuesto librar a Ud. el presente a fin de que se sirva infor mar a este Juzgado con respecto al esquema de hecho que enseguida se los puntos que a continuación se establecen: El es-i acerca de consignará es el Una quema siguiente: promesa de venta a plazos de un inmueble fina liza así: "No pudiendo firmar la vendedora E. D. lo hace a su ruego la señorita X X Luego lucen solamente las firmas de dicha señorita X X y de J. A. C, promitente comprador y una impresión dígito pulgar que se atribuye a la promitente vendedora. De inmediato consta la certificación 64. P? B. de D. 514", en — — " . . . . notarial extendida en esa forma: "N. N. escribana, certifica que: El señor J. A. C. y la señorita X. X. mayores de edad y de mi conocimiento sus* Dos informes sobre autenticación de otorgamiento estadio realizado y la confrontación de opiniones nos y suscripción de una interés. parecen de real promesa. El — cribieron en mi presencia el 416 — precedente documento, la última testigo como también mayor de edad y de mi conocimiento cuya im y por doña E. D. manifestar no poder firmar, presión dactilar luce al pie del documento por de diez y siete de junio de mil la conocer ley declarando los comparecientes novecientos treinta y uno . En fe de ello siento el presente, que signo y firmo en Montevideo, julio de mil novecientos sesenta y seis. Hay un La firma de la Escribana N. N. luce solamen Escribana". N. N. signo. de certificación y no al pie de la promesa de venta propiameíite di te al a once de pie cha. Sobre este esquema Juzgado los casos acerca de los de firmas a se solicita de esa siguientes puntos a) : ruego de un Asociación informe iSi otorgante que es cierto no o no a que nuestro en todos sepa hacerlo cierto o no que la pueda o no preceptiva la intervención de los testigos, b) Si es testigo que ha de firmar a ruego de dicho otorgante, debe ha cerla este último de manera personal, c) Qué valor posee como exteriori-' zación del otorgamiento por E. D. de la promesa de venta a que alude el pulgar colocada al pie de la misma. esquema, su atr'buída impresión dígito d) Si, en el mismo esquema, puede afirmarse con verdad jurídica y validez contractual, que "la exigencia del inc. 1"? del Art. 1585 del C. Civil se llenó en forma íntegra ya que los dos testigos presentes al acto de otor gamiento lo fueron la señorita X. X. y la propia Escribana que intervino es elección del Más todavía dicha persona que actuó como testigo del en certificación. acto, firmó la promesa como tal a pesar de que era suficiente la firma de la restante testigo. Es falso que la escribana actuó con un solo testigo ya que el restante lo era ella misma, que firmó el documento y que incluso le dio forma redactándolo y estando presente por ende, en el momento de sus cribirlo las partes", e) Si la promesa de venta así otorgada pudo ser o no inscripta en la Sección Única de Promesa de Enajenación de Inmuebles a Registro General de Inhibiciones, de acuerdo a las disposiciones reglamentarias vigentes al día 7 de setiembre de 1966. Saludo a Ud. atentamente. Dardo Salgado (Actuario Adjunto)". Plazos del legales y INFORME DEL ESC. WASHINGTON LANZIANO Antes de elucidar las preguntas formuladas en el oficio referido, estimo imprescindible efectuar una exposición somera, que abarque en general, todo lo cuestionado, que permitirá fácilmente evacuar la consulta pedida. ¿La Promesa de Venta a Plazos es un contrato solemne? La precedente interrogante, con la denominación textualmente indica da en el aludido oficio, para el presente caso, que se refiere a una promesa de compraventa de fecha posterior a la vigencia de la ley 8733, tiene una única respuesta: es un contrato solemne, cuya formalidad, consiste en que se otorgue por instrumento público o privado y tratándose de promesa de 417 - — enajenación de inmuebles a plazos, requiere además para lograr protección legal, la pertinente publicación registral. El tema en estudio, a partir de la vigencia del Código Civil, soluciones su eficaz tuvo di En efecto, en su primitiva redacción, el N*? 1 1664 del C. actual Art. del Civil, entonces Art. 1625, establecía: "La ven de bienes ta inmuebles, servidumbre, censos y ja de una sucesión heredita considera no se ria, perfecta ante la ley, mientras no se haya otorgado escri versas tura legales. Esta pública. disposición se extiende a la promesa de venta de los so Posteriormente, en la reforma de 1893, dicho artículo con el N° 1638, entre otras modificaciones con relación al tópico, luce que estableció: "...No obstante, la promesa de compraventa de inmuebles he bredichos bienes". cha instrumento en perjuicios ños y privado, en caso de da acción para reclamar el resarcimiento de da no cumplimiento". En función de esta nueva redacción, la doctrina debatió los efectos que producía la aludida relación jurídica, según se hubiera celebrado en escritura pública o en documento privado, sin perjuicio de admitir unánimemente, que se trata de un contrato solemne. Promulgada la ley 8733 de 17 de junio de 1931, este aserto se confirma a, la vez que resuelve parcialmente el problema doctrinario estableciendo por su Art. 2*? que la promesa de enajenación de inmuebles a plazos, sólo será válida si se otorga por instrumento público o privado^ surtiendo también distintos efectos, según se haya inscripto o no en el Re gistro General de Inhibiciones, Sección Único de Promesas de Enajenación de Inmuebles a Plazos (Art. 18 de la ley 8733). — — , Estimo en bienes raíces comunes consecuencia, es un generales, o formalizarse en que la promesa de compraventa contrato solemne que además de los debe tener los documento público o específicos privado. de cosa a requisitos y precio, plazos de esenciales debiendo Insisto, la formalidad instrumental, desde la vigencia del Código Civil no es un requisito para las promesas de compraventa de bienes inmuebles, natural ni accidental, es un requisito esencial. La promesa de enajenación de inmuebles a plazos, además de la docu mentación mencionada, requiere el cumplimiento de los Arts. 2, 3 y 4 de la ley 8733 y su inscripción en el Registro General de Inhibiciones, Sección Promesas, Arts. 6, 13 y 15. los contratos de promesas de com praventa de bienes inmuebles y de promesa de enajenación de inmuebles a Aunque parecidos, plazos son distinguibles . En la promesa de compraventa mencionada, es inconcuso que se ha violado el precepto dd ordenamiento jurídico civil, dado que no existe do cumento privado, a estar al texto del Art. 1585 del Código Civil, que es la norma que se refiere a las formalidades de los Instrumentos privados, ot^r- -4i8saben o no pueden firmar, que establece que cuando pueda firmar, lo hará por ella uno de los testigos simuháneamente presentes al acto, los cuales no podrán ser menos de dos y deberán saber firmar y aunque pudiera sostenerse que a texto expreso no dos testigos y sí solamente la se exige la suscripción por ese mínimo de ambos debiendo testigos saber firmar, no admite esa suscripción por uno, si el legislador quiere que sepan firmar supuesta interpretación, puesto que dado que ya exigía que uno lo haga por la parte "que no sepa o no pueda firmar" pudo haberse conformado con que el otro testigo supiera leer, pero pide que sepa firmar y como debemos suponer que no hay contradicción en el pensamiento legislativo, debe también el otro testigo suscribir, hallándose la ratio legis, a la vez que en facilitar cuando corresponda, "el reconoció por quienes la parte no sepa o gados no no miento" por los testigos instrumentales, en determinarlos dado que necesariamente que estar mencionados en el documento privado. no tie nen La solemnidad formal esencial de la promesa de compraventa de bienes raíces, es su otorgamiento mediante documento público o privado cuya au sencia mo la inexistencia. apareja que nadie pueda considerar a la documentación en estudio, co instrumento público, sin perjuicio de recordar que la certificación de No creo firmas, para muchos notarlalistas, es un instrumento público. Cuando una promesa de compraventa otorgada en documento privado, tiene autenticado contramos I) o el la en otorgado no por los contratantes, que si tiene los documento fecha diversa No es otorgamiento por acta o certificación notarial, nos en generalidad de los casos, en presencia de dos documentos: su a privado; y II) requisitos para ello será notarial, que puede tener la de la convención. absoluto el principio que la establezca. En nuestra legislación, en que establece que con hay no general, las nulidades y contratos y raramente, aunque mentos la certificación se nulidad sin refieren léxico valorativo distinto, a a ley los actos los docu . Por analogía, se aplica la teoría legalizada y obligaciones consiguientes, a los instrumentos, cepto o no logran aflorar plenamente como tales, existentes o para los actos y contratos cuando contrarían el pre por Corresponde analizar la forma externa del acto teral, sinalagmático, solemne, objeto de la consulta, tiene los defectuosos, nulos, in anulables. jurídico negocial, a bila fin de determinar si requisitos extrínsecos para considerarlo documento privado. se entiende por documento define ni conceptúa, el documento privado. Nuestra ley civil, da el concepto de lo que público y no De las formas requeridas por la ley a que alude el Art. 157í del Código — Civil, se 419 ocupa el Derecho Público en — las diversas que generan instrumentos públicos y en cuanto a la forma de los actos y negocios De los documentos privados, se ramas especial el jurídicos. de Derecho este derecho Notarial ocupa el Derecho Privado y en en espe cial el Derecho Civil. En nuestro C. requieren ser Civil, hallamos, entre otros, documentos privados que suscritos, que es lo normal, otros, que tienen valor inclusive mero hecho de haber sido escritos (manuscritos) asientos, registros papeles domésticos (Arts. 1588 y 1589 del C. Civil) y otros, como las cartas misivas, que aún manuscritos y suscritos o simplemente suscritos, sólo pueden ser utilizados en materia civil por el destinatario y no por terceros (Arts. 354 dd C. de Proc. Civil y 1590 dd C. Civil). Ante esa variedad de matices, ¿podríamos pensar que cualquier papel escrito es un documento privado? Por deducción, descubrimos, que todos esos documentos privados, ana lizados en su aspecto extrínseco, tienen de común, además de los elementos intransladables, tales como su sostén, la grafía y la suscripción cuando co rresponde, un responsable, autor o autores inequívjocamente determinados por el y o determinables. La arquitectura de la forma, en cuanto esencifica el documento, re quiere según los casos referidos, la concurrencia de elementos ineludibles di versos, según las circunstancias, indicados últimamente. El derecho, sistema orgánico normativo, cuya fuerza no depende del asentimiento personal, está regido por el principio de no contradicción, con los correspondientes ajustes logrables por los principios de jerarquía, dero gación y competencia. Nuestro legislador, en materia de doctunentos privados, ha sido cohe rente y no existe antinomia obstante la vados, pueda deparar. no la sección que trata De los Documentos Pri perplejidad que una lectura superficial del articulado en El doctmiento privado, reconocido o dado por reconocido, tiene el mis valor que la escritiffa pública no obstante las múltiples diferencias apuntables, y si recordamos que el instrumento público hace plena fe en cuanto mo al hecho de haberse otorgado, es innegable que el legislador da enorme im portancia al otorgamiento, se considere tal el manuscrito por la persona a quien se opone o simplemente por quien lo ha suscrito, sea como simple asen timiento de verdad o como la utópica y doctrinaria declaración de voluntad tendiente a producir efectos jurídicos. Dados los efectos que dimanan de los instrumentos privados reconoci dos judicialmente o dados por reconocidos (Arts. 1581, 1582 y 1577 del C. Civil), la ley oriental previo expresamente otra especie de documentos — 42Ó — otorgados por personas que no saben o no pueden firmar. especie, que también legitima la libertad de obligarse, se legaliza mediante la suscripción por dos testigos, de los cuales uno firma por el otor hacerlo. gante que no sabe o que está impedido para documentos de en este Es inequívoco, que privados, en protección tipo los privados: Esta de los intereses de las personas que intervienen, se han aumentado las for malidades, las que forzosamente se deben cumplir, aparejando su inobser vancia una nulidad virtual y manifiesta. parecido de la terminología que utilizo, con las expre ley en el Art. 1560 del Código Civil, reitero, que el emplea las de formalidades, trae consigo el nacimiento de una nu incumplimiento lidad absoluta, por tratarse de solemnidad prescripta para el valor de ciertos No obstante el la siones que actos o contratos, en consideración a su naturaleza y no a la calidad o estado de las personas que en ellos intervienen, circunstancias diversas de la protec ción especial para quienes no saben o no pueden firmar. La forma instrumental del acto, titutiva 1664 inc. 2"? del C. (Art. intrínsecamente como es obvio, puede a Civil) no veces ser el aunque nulo, inexistente afectar al acto. , considerado, no facultativa y cons así la forma del Instrumento o inválido, puede, No está demás recordar, que no estoy considerando los diversos esenciales para la validez de los contratos y sí, únicamente, el quisitos trínseco, el formal, que para el te en documento caso en estudio, es re ex la solemnidad, consisten privado. Felizmente, nuestro legislador, ha no seguido al derecho formulario, que prefería la sustancia de los actos, los elementos constitutivos radicales esenciales más generalmente imprescindibles, en servil homenaje de la tiranía de la forma por la forma misma. Cuando nuestro derecho exige formalidades } ^me refiero a las ad-solemnitatem y no a las ad-probationem aquellas condicionan el nacimiento — — del acto jurídico, de suerte tal que su cumplimiento es imprescindible, so pena de nulidad. La fuerza del acto, no resultará de la volición de los intervinientes sino del amparo que las normas dan a esa voluntad, debiendo cumplirse el orde namiento jurídico, que contiene el principio de legalidad, a fin de evitar la esterilidad de aquel. El derecho, siempre formal y sus diversas expresiones oscilan entre libres, aunque viablemente adecuadas y no ausentes, que sirven para perfeccionar los actos y contratos consensúales, hasta las más saturadas de requisitos imprescindibles. El documento privado, es una forma solemne, cuya existencia, es ad es las formas más substantian o ad probationem, pero aún en este último caso, ontológicamen- — te, tiene su producción 421 — solemnidad formal, siendo aquel según los casos, demento de la de la demostración del derecho, que integra siempre la llamada o forma documental. ¿Cuáles son los requisitos del documento privado en su aspecto extrín seco, formal, plástico? El documento privado, es un medio de la técnica jurídica, que crista liza una dinámica, que en su aspecto externo, en general, se manifestará den tro de una variedad de signos, por un. soporte o sostén material, que no tiene necesariamente que ser de papel, en el que lucirán caracteres de escritura, que no tienen por qué ser latinos, que contendrá la expresión de la intelec ción, que no tiene por qué ser en idioma español y que, según los casos, sea-á impresa en sus diversas variedades o manuscrita, sea con lápiz, tinta en pasta o líquida, o con tiza, con cualquier estilo de letra en cualquier color, que hará o no referencia a la lectura, a la presencia de testigos, al pedido o no de firma a ruego y que según las circunstancias, tendrá o no firmas, se llos, fecha, etc., y la siempre prescindible impresión digital. De lo expuesto, se pueden extraer muchas conclusiones, pero que deli mitadas a los puntos solicitados, concretizo por su orden así: a) En todos los casos de firma a ruego de un otorgante, que no sepa o no pueda hacerlo, es preceptiva la intervención de dos testigos. Funda menta este aserto el Art. 1585 del C. Civil y el Art. 3*? de la ley 8733 que se remite al inc. 1° del mismo artículo del C. Civil, mandando que se haga constar por el Escribano el hecho de si alguno de los contratantes no supiera o no pudiera firmar. b) Los documentos privados, no dejan de ser tales, por el hecho de lograrse la autenticidad de los mismos, que es un resultado. La voluntad libremente expresada y consentida, existiendo firma a rue go de dicho otorgamiento, es indudable que se efectúa de manera personal, puesto que de lo contrario no habría tal ruego. No obstante estar contestado el punto solicitado cometiendo una par cial disgresión, cabe precisar: I) que nuestra legislación, en materia de do exige expresamente suscripción por testigos a ruego quienes sepan puedan firmar; II) que nuestra legislación no ha bía previsto el otorgamiento de escrituras públicas por quienes no saben 32 del Decreto ley o no pueden firmar y que por el hoy modificado Art. 1421, no habrían podido intervenir quienes estaban en esas circunstancias, de no mediar los Arts. 148, 174, 282, 279, 329 y 329, de las Constitudones de 1830, 1918, 1934, 1942, 1952 y 1966, respectivamente, y d inc. 2<? dd Art. 2390 del C. Civil que dieron permanencia a la vigente ley 13 Tít. 25 Libro 4 de la Nueva Recopilación; III) que la acordada reglamentaria del Decreto ley 1421 W 3354, en su Art. 129, para las escrituras públicas y las cumentos de privados, no no o no — 422- dispuesto en el Art. 135, se refiere a la firma a rue de la promesa se efectuó por certificación; y, autenticación go; IV) que la es por costumbre y no por imposición legal, que los documentos pri V) que vados otorgados por quienes no saben o no pueden firmar, aparecen suscritos actas notariales por lo a ruego por el testigo requerido Para d c) para tal fin. supuesto que la impresión dígito pulgar colocada al pie de la promesa de compraventa corresponda a la seüora E D ese hecho no implica expresión de otorgamiento, no tiene valor jurídico, carece de rele . . vancia y únicamente demuestra que estuvo allí presente. El otorgamiento, es diverso de la suscripción. La cuestionada promesa pudo haber sido otorgada. La impresión digital, puede servir de fundamento a una presunción judicial. no obstante ser de aplicación para las escri las actas turas públicas y notariales, el Art. 130 de la Acordada 3354 de la Suprema Corte de Justicia, que también demuestra que el otorgamiento y No está demás transcribir, la suscripción, son elementos diferentes. obstante lo establecido en Dicho Art. 130, dice así: "No el artículo anterior los otorgantes llos que no saben o no pueden firmar, podrán solicitar que vado para las firmas, se les permita colocar la impresión de la mano tancia de En saben derecha y, hechos esos en su en defecto, el de la mano en ciegos el y aque lugar reser digital del pulgar izquierda, dejándose cons la escritura". circunstancias de otorgantes no videntes y de personas que no pueden firmar, el Escribano autorizante podrá exigir la coloca esas o no ción de la impresión digital, en las mismas condiciones indicadas en el inciso anterior. La impresión digital, se La redacción de la d) mente su hará con tinta interrogante es apropiada. algo equívoca, captándose igual sentido. La exigencia del inc. 1? del Art. 1585 del C. Civil, no se llenó en for ma integral. Surge ampliamente de lo expuesto, que promesa de compraventa y cer tificación notarial, son dos documentos distintos, debiendo aquella agotar sus contenidos esenciales internos y extrínsecos. En mi opinión, está ínsito que la promesa de compraventa, debió ser suscrita por otro testigo más, para perfeccionar el documento privado, de terminando la materia. No posible Integrar un documento privado con elementos ajenos al diversa la prueba testimonial de la instrumental, como también diversa la valoración de los instrumentos sean estos o mismo, es es es requieran confesión judldal o reconocimiento públicos privados, (Arts. 458 dd C. P. Civil — ÍS78, 1583, 4á3 — 1584 y 1585 dd C. Civil). principio de legalidad, exige el cum plimiento del ordenamiento jurídico. Los poderes jurídicos de los que son titulares los sujetos de derecho, expresados a través de su libre volición, en su aspecto formal externo y perfeccionante, son Insuficientes para Imprimir fuerza a los actos y su protección surgirá del adecuado y estricto cumpli miento de las normas. El Art. 1585 del C. Civil, es una norma jurídica completa, inequívoca, para cualesquiera de las corrientes doctrinarias, cali ficable como primaria. Las normas jurídicas primarias, perfectas, son heterónomas y consenciales y no siempre armonizan con la teleología moral, con la teoría del ideal y en especial con una de sus ramas: la axiología. y solo El derecho es una Se expresa en el mencionado oficio que testigo estructura. ya que el restante lo El ... "la escribana actuó con un ella misma". era Sí la misión de la escribana era autenticar el otorgamiento de la pro indudable que si la hubiera suscrito como testigo, no podría legali zarla; pero es que yo sostengo que debió suscribir otro testigo, como elemen to subjetivo necesario, por las razones precedentemente desarrolladas, moti mesa, es vo por el que no doy relevancia al habilidoso planteamiento expuesto. En el Registro General de Inhibiciones, sección Único de Promesas de Enajenación de Inmuebles Plazos, a a se plazos, otorgadas publican las promesas de enajena privado, autenticadas por acta o certificación notarial o en instrumento público y como en mi con cepto por los fundamentos expuestos, no existe tal documento privado, no debió procederse al asiento registral (Art. 13 de la ley 8733) La inscripción produce entre otros, los principales efectos indicados en los Arts. 15 y 16 de la ley 8733, sin perjuicio de recordar que en nuestro derecho no rige en forma absoluta el principio de presunción de exactitud registral, al que están subordinados los de legitimación y fe pública registral El Registrador, por lo establecido en el apartado B) del Art. 58 de la del 25 de setiembre de 1946, no debió proceder a la inscripción de la ley documentación presentada La inscripción efectuada, no altera la sustantividad del problema, pues to que de conformidad a lo establecido en la segunda parte del apartado C del Art. 57 de la ley 13.318 del 28 de diciembre de 1964, la misma no vali da los actos y negocios jurídicos nulos, ni subsana los defectos de que ado lezcan conforme a las leyes. La certificación notarial y la publicación registral, son insuficentes ción de inmuebles en documento . . . para convalidar la cuestionada promesa. Termino la consulta formulada, recordando que las conclusiones medu lares esbozadas, con las que estoy jurídicamente convencido, me contrarían — axiológicamente, ciación, se motivo por el que con ensayara un 4¿4 me — complacería, enfoque distinto, con en otra el seno de la Aso perspectiva, el logro de la más viable verdad jurídica. Saluda al señor Presidente y demás miembros de la Comisión Directiva las con expresiones de mayor distinción. su (Fdo.) INFORME DEL ESC. DR. Esc. Washington Lanziano LUIS ALBERTO VIERA Montevideo, 31 de octubre de 1967. Señor Presidente de la Asociación de Escribanos del Uruguay, Esc. Carlos Juan Viapiana. — Presente. De mi consideración: Quiero fijar por escrito mi posición sobre el enjundioso trabajo presen tado por el Esc. Washington Lanziano sobre los puntos consultados por el Juzgado Letrado de 1^ Instancia de 2^ Turno, a pedido de parte y por oficio. Aunque los altos méritos de dicho reconozco trabajo que no son sino afirmación de la reconocida dedicación y estudio del autor de los problemas atingentes al Derecho Notarial y al Derecho Civil, no com nueva una parto las conclusiones del planteamiento de a que arriba y considero que ellas son consecuencia premisas erróneas. colega sostiene que las formalidades prescriptas en el Código Civil para el otorgamiento de documentos privados cuando la parte no sabe o no pueda firmar son solemnidades cuya inobser vancia apareja la nulidad absoluta del acto documentado. Disiento con tal criterio. Resulta claro, en mi concepto, del propio tex to del art. 1585 del Código Civil, que se trata de requisitos de carácter "ad probationem" Ello se infiere, sin esfuerzo alguno, del hecho que el Código califica al instrumento, cuando no se ha obtenido la confesión judicial de la parte y ha sido reconocido por los testigos instrumentales, como "principio de prueba por escrito" Estamos dentro de la teoría de la prueba; no de la I. El estimado 1585 del Art. . de los instrumentos solemnes. El documento constituirá tiene la confesión por escrito, trumentales si, en judicial el caso plena prueba del acto representado si se ob de parte y sólo valdrá como principio de prueba contrario, fuese reconocida por los testigos ins . Si el documento ha sido suscrito a ruego por un solo plena prueba sí se obtiene en juicio la confesión del como contrario sólo servirá testigo, valdrá otorgante; de lo como un simple indicio. — 425 — Pero, en la especie, el documento contiene además de la suscripción por testigo rogado la Impresión dígito-pulgar de la rogante. Como reconoce el propio Lanziano esa impresión digital puede servir de fundamento de una prestmción judicial. En la doctrina y jurisprudencia argentina se ha lle gado a sostener que sustituye a la firma (1), y en tal sentido parece incli narse nuestra jueisprudencia (2) Queda, pues, a la apreciación judicial el determinar su valor, de acuerdo a las circunstancias de cada caso. Aunque se trata de una situación no prevista expresamente por la ley no debe olvi darse que desde la sanción de la reciente ley de abreviación de los juicios no hay limitación en cuanto a los medios de prueba, aplicándose a aquellos no expresamente previstos las reglas de los análogos por su naturaleza. un . Lo que antecede II. de prueba no sabe o En el se refiere a los principios generales por documentos privados suscritos no puede firmar. particular a ruego de un en materia otorgante que del documento privado a que se refiere el Art. junio de 1931 lo que le confiere carácter de plena prueba, similar al instrumento público no es el hecho que haya sido suscrito por un testigo a ruego del otorgante impedido, en presencia de uno, dos ó diez testigos más sino la fe del otorgamiento que da el notario autorizante del acta respectiva. Basta leer la disposición citada para deducir esta conse cuencia sin esfuerzo alguno. En efecto, dice la disposición en la parte pertinente : "Si alguno de los contratantes no supiera o no pudiera firmar se hará constar esa circunstancia (inciso I"? del Art. 1585 del Código Civil). En todos los casos, el escribano se asegurará de la identidad de las partes y dará fe del otorgamiento (artículo 65, inciso 8"? del decreto ley de 31 de diciembre de 1878) El instrumento con los requisitos indicados, producirá los efectos es tablecidos en los artículos 1581 y 1586 del Código Civil" III. ¿En la especie se cumplieron dichos requisitos? La escr'bana extendió la siguiente certificación: "El señor J. A. C. y 3*? de la caso ley 8733 de 17 de , . la señorita X. X. mayores de edad y de mi conocimiento suscribieron en mi pre: encía el precedente documento, la última como testigo y por doña E. D. también mayor de edad y de mi conocimiento cuya impresión dactilar luce al píe del documento por manifestar no poder firmar, declarando los comparecientes conocer la treinta y uno". Aunque la redacción ley no de diez y siete de sea técnicamente tiene todos los elementos indicados. No existe sacramentales junio de mil novecientos perfecta, entiendo que con derecho términos en nuestro . La escribana da fe de la identidad de las partes y que el documento se — 426 — presencia. Que la parte Impedida de firmar estaba presente, puesto que puso su impresión digital y rogó al testigo J. A. C. que fir mara por ella, en señal de aceptación del contrato. ¿Puede haber duda al guna que dicha parte otorgó la promesa cuestionada? otorgó en su La intervención notarial, al dar fe de la identidad de las partes y de la que confiere al documento privado su eficacia proba instrumento público, en cuanto a las obligaciones y des otorgamiento es toria, equivalente al su cargos que contiene. En consecuencia el Art. S"? de la que ha cumplido con la condición básica ley 8733 y el documento quedó habilitado (Fdo.): se para su no sólo hace posterior Inscripción. Luis Alberto Viera Escribano Abogado. prescripta por plena prueba sino