5. Nacidos para una vida nueva.

SERVICIO RADIOFONICO PARA AMERICA LATINA
RADIODIENST VOX CHRISTIANA
SERPAL
Am Kiefernwald 21
D-8000 Munchen 45
Alemania
Serie: AGUA VIVA
CURSO DE PREPARACIÓN PARA EL BAUTISMO
Autor: José Ignacio López Vigil s.j.
V Programa:
NACIDOS A UNA VIDA NUEVA
Duración: 18:55
PERSONAJES:
DON NICOLAS
DOÑA BERTA
BERTICA
PADRE RAMON
CONTROL:
LOCUTOR:
LOCUTOR:
LOCUTORA:
CONTROL:
NICOLAS:
EFECTO:
NICOLAS:
"GLORIA" DE LA MISA CRIOLLA. BAJA Y QUEDA.
Agua Viva. (SUBE FONDO. BAJA Y QUEDA)
Hoy presentamos...
Nacidos a una Vida nueva.
SUBE FONDO. BAJA Y -DESAPARECE.
Cómo están, mis amigos? La otra vez que conversamos ya se asomaron
ustedes un poco a nuestro cursillo bautismal. Ayer sábado tuvimos otra
reunión en lo parroquia que estuvo... vaya, que sacó chispas, Porque
comenzaron hablándonos de la responsabilidad social de los cristianos.
Que cuando nos bautizan renunciamos al pecado. Y que eso significa
renunciar a toda injusticia: el hambre, el desempleo, los niños sin escuela,
los campesinos sin tierra, los pueblos esclavos, en fin, todas esas cosas que
ustedes y yo sabemos demasiado bien, pues que todo eso es fruto del
pecado. Y si renunciamos al pecado tenemos que renunciar a todos sus
frutos. No podemos cruzarnos de brazos. Tenemos que organizarnos y
trabajar para que todas esas injusticias desaparezcan y...
TOCAN A LA PUERTA
...bueno, perdónenme un segundo que están llamando a la puerta. Ahora
vuelvo. (SE ALEJA) Quién vendrá ahora...?
EFECTO:
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NICOLAS:
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CONTROL:
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NICOLAS:
RAMON:
PUERTA QUE SE ABRE
(SEGUNDO PLANO) Hombre, padre Ramón, usted por aquí. Y a qué se
debe el honor de su visita...?
(VIENE DE SEGUNDO PLANO) Pues a dos cosas, don Nicolás. La
primera, que tenía unas ganas tremendas de tomarme un buen café.
(SATISFECHO) Pues a buen árbol se ha arrimado. Porque mi mujer tiene
una maña especial para colarlo bien...
...Y lo segundo, que tenía más ganas aún de conocer al nuevo miembro de
la familia.
Estupendo. Va a conocer al niño más gritón que haya nacido en esta
parroquia. (RIE) Berta, ven, mujer! ... Bertica!
(ACERCANDOSE) Ya sabía yo que esa voz me era conocida... Buenas
tardes, padre Ramón...
Muy buenas tardes, doña Berta. Sabe una cosa? Me han dicho que por
aquí hay una doña que hace el café más negro y más sabroso de todo el
barrio.
(COQUETA) Y quién será esa doña, padre?
(BROMISTA) No sé... Me han dicho también que es la abuela más joven
y más simpática de todo el vecindario.
(HALAGADA) Ay, padre, qué cosas dice usted! A usted le salen mejor
los piropos que a este zángano de Nicolás
Oye, que me voy a poner celoso... (BIEN TODOS)
(VIENE DE SEGUNDO PLANO) Hola, padre Ramón. Cómo está usted?
Muy bien, Bertica, Y tú?
Mire, aquí le traigo al cachorro para que lo conozca... Vamos, Luisito,
saluda al padre... Vamos...
Buena cara de pillo tiene este pelón... (LE SILBA O LE CHASQUEA
LOS DEDOS PARA LLAMARLE LA ATENCION)
NIÑO LLORA DESCONSOLADO
Ay, qué bobo... vamos, Luisito... añañañá....
Ven con abuela, anda, ven con abuela, corazón de melón... Vamos, toma
el chupete, anda... (AL PADRE) Esto es como un terremoto, padre... Ya
usted verá el escándalo que arma el día que usted le eche el agua... Vamos,
Luisito, no seas pesado...
EL LLANTO DEL NIÑO SE VA CALMANDO. FUNDE CON
CORTINA MUSICAL.
Y Lucho... no ha llegado aún?
Está al venir, padre. Pero siéntese, por favor.
Ahora mismo le cuelo un cafecito que... jumm! ... Bueno, usted va a saber
lo que es café... (SE ALEJA)
Pues mire, padre Ramón, ya que está usted por aquí voy a aprovechar para
hacerle una pregunta. Que el otro día hablaban mucho en el cursillo de
sacramento para arriba y sacramento para abajo. Y al final yo me dije: y
esa palabrita que tanto uno ha oído, qué es lo que significa?
Sacramento? Pues es muy sencillo, don Nicolás. Esa es una palabra muy
antigua de la Iglesia que quiere decir "algo sagrado", algo que viene de
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BERTICA:
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BERTICA:
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NICOLAS:
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Dios. Bueno, en realidad el sacramento no es "algo" sino "alguien". No es
"algo que nosotros hacemos" sino "alguien que viene a nosotros".
(DUDOSO) Yo no me doy cuenta de lo que usted quiere decir con eso.
Es muy sencillo. Mire, don Nicolás, un sacramento es como... como dos
amigos que quedan en encontrarse en tal sitio y a tal hora. Un amigo suyo
le dice: "Nicolás, te espero en la esquina de la plaza a las 8. Y usted va y
se encuentra con su amigo. O una novia se encuentra con el novio. Eso es
un sacramento: un encuentro con Cristo que viene a nosotros y nos espera
para ser amigo nuestro, para hacerse amigo de los niños que se bautizan,
para hacerse presente en medio de toda la comunidad cristiana.
Bueno, padre, yo no sé si es que yo soy muy bruta pero... dónde se
encuentra uno con Jesucristo? Porque El está en el cielo y no se aparece
así... vaya, uno no ve a Dios, no sé...
Mira, Bertica, a Jesucristo lo veremos cara a cara en la otra vida. Ahora lo
vemos como a través de un cristal borroso.
Y cuál es ése cristal?
Pues ese cristal es el mundo, los hombres, las cosas. Sabes qué dijo Cristo
cuando resucitó y se apareció a sus discípulos? "Desde ahora yo estoy
presente en medio de ustedes todos los días hasta el fin del mundo". Lo
que pasa es que a Jesucristo hay que buscarlo y descubrirlo con los ojos de
la fe y no con los ojos de la cara.
Entonces usted quiere decir que nosotros tenemos ahora como... bueno,
como una fotografía de Jesucristo. Y luego, en la otra vida...
No. No es que tengamos una fotografía de Jesucristo, sino que nosotros
mismos somos esa fotografía. Para el que tiene fe, todo el mundo es una
foto de Cristo. Cuando ves un hombre estás viendo a Cristo. Cuando ves a
un pobre, a uno que pasa hambre, estás viendo una foto de Cristo
crucificado. No hay que buscar a Cristo en el cielo ni en las nubes. El está
presente entre nosotros. Nosotros los hombres somos el espejo, la
fotografía de Cristo muerto y resucitado.
(INTERRUMPE) Un momento, un momento, que ya se me están cruzando
los cables. De qué fotografías están hablando ustedes?
Mire, don Nicolás, Dios, nuestro Padre, lo creó todo, no? Creó el mundo,
creó el agua y la tierra, nos creó a nosotros a su imagen y semejanza.
Sí, hasta aquí estoy claro.
Bueno, pues luego Dios envió a su Hijo, a Jesucristo, para que se hiciera
hombre como nosotros, para que viviera en el mundo, y bebiera nuestra
agua, y pisara esta tierra, y se calentara bajo nuestro sol.
Y entonces, qué?
Que desde que Dios se hizo hombre en Jesucristo, todas esas criaturas de
Dios, todo el Hundo y todos los hombres, somos como reflejos, como
espejos, como signos de Jesucristo. Ahora, fíjense en esto: de entre todos
esos signos de la presencia de Cristo, la Iglesia escogió, por mandato del
mismo Cristo, unos cuantos signos especiales. Esos son los sacramentos:
signos especiales de la presencia de Jesucristo entre nosotros. Jesucristo y
la Iglesia escogen las cosas más sencillas, más populares, para los
BERTA:
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sacramentos: el pan y el vino, el agua, el aceite, la sal...
(VIENE DE SEGUNDO PLANO, CON EL CAFE) Bueno, y qué receta
de cocina está dando usted, padre?
(RIE) Ninguna receta de cocina, doña Berta. Estábamos hablando de los
sacramentos. Y de que Dios se vale de esas cosas materiales para
mostrarnos su cariño y para decirnos que Jesucristo quiere ser amigo
nuestro.
Ah, yo creía... como los oí hablando de sal y aceite... No dele que se le
enfríe el café, padre.
RUIDO DE TAZAS Y PLATOS
Un poco más de azúcar?
No, así está bien…
Y dígame, padre. Para qué dice usted que Dios usa el aceite?
Pues miren. En el bautismo, antes de echar el agua, el sacerdote toma un
poco de aceite y se lo unta en el pecho del niño. Ese aceite se llama "oleo
de los catecúmenos", es decir, de los que se están preparando para el
bautismo.
Y para qué sirve eso?
Bueno, ustedes no han visto a los atletas y a los corredores que se dan
masajes con grasas y con ungüentos para estar más ágiles, para que no les
den calambres, para correr mejor? Pues eso significa el aceite del
bautismo. Que todos nosotros somos atletas de Jesucristo. Y que la vida
cristiana es un largo camino. Y hay que estar fuertes y bien entrenados
para llegar a la meta.
Y el agua, Padre, de dónde viene eso de echarle agua en la cabeza a la
gente que se bautiza?
Pues antes, Bertica, en la iglesia primitiva, no sólo se le echaba agua en la
cabeza, sino que iban a un río y se metían en la corriente. Así se bautizó el
mismo Jesucristo en el río Jordán, Luego, en las primeras iglesias, había
como unas piscinas pequeñas y los bautizados se zambullían y se mojaban
todo el cuerpo. Pero con el tiempo se fue simplificando la ceremonia y se
quedó en eso, en un chorrito de agua que se echa sobre la cabeza
Bueno, el agua, digo yo, es para purificar, para limpiar, lo mismo que
cuando uno se da un baño. Entonces eso querrá decir que Dios nos limpia
el alma, nos limpia el pecado.
Si, don Nicolás, pero el agua tiene también un significado más profundo.
El agua es el símbolo de la muerte y de la vida.
Eso sí, porque cuando cae un aguacero muy fuerte, se mueren los
sembrados y los animales... O cuando se desborda un río... Y tanta gente
que se ha ahogado en el mar. Yo le tengo mucho miedo al agua...
Exactamente. Miren, por ejemplo, en la Biblia se nos cuenta del viejo Noé,
cuando cayó aquel diluvio tan terrible y todo el mundo murió menos Noé
y su familia que fueron salvados de las aguas por Dios. Y Moisés también,
que casi se ahoga en un río de Egipto, y se salvó de milagro. Y se
acuerdan de los hebreos, cuando iban huyendo del ejército del Faraón, y
atravesaron el mar Rojo?
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Es decir, que el agua del bautismo es un símbolo de la muerte.
Sí, de la muerte con Cristo. En el bautismo morimos con Cristo.
Pero también de la vida, no? Porque el agua mata muchas veces, pero si no
hay agua también nos morimos. Cuando hay una sequía. O cuando uno
tiene sed y no halla agua para tomar…
Es que el agua es el símbolo de la muerte, pero también de la vida. La vida
nace del agua. Mira, los científicos dicen que los primeros vivientes que
hubo en nuestro planeta nacieron en el mar, en el agua. Y fíjate: el vientre
de una madre, no es como una bolsa de agua en la que el bebé se va
formando nueve meses hasta que nace? Todos nosotros somos hijos del
agua.
Y yo leí en la Biblia, padre, que al principio del mundo, cuando la
creación, el Espirite Santo pasaba sobre las aguas para sacar de ellas la
vida, no es eso?
Así mismo. Por eso, en el bautismo, el sacerdote le pide al Espíritu Santo
que bendiga el agua y le comunique la fuerza de Dios para que el agua
produzca una vida nueva en los bautizados.
Entonces el bautismo es como volver a nacer.
Eso es, como nacer de nuevo. Como si Dios hiciera una segunda creación,
Jesucristo nace en nosotros y nosotros nacemos en Jesucristo. Y el agua,
que es símbolo de muerte y vida, nos enseña eso: que el cristiano, en el
bautismo, muere con Cristo y resucita a una vida nueva con El. Nacemos a
la vida de Cristo por el agua y por el Espíritu que santifica esa agua.
(POR LO BAJO) Eso está interesante, sí...
Y ahí se acaba el bautismo?
No, qué va. Después del agua, el sacerdote toma otro aceite para untárselo
en la cabeza del niño, en la coronilla. Este segundo aceite se llama el
"santo crisma".
Ah, claro, por eso se lo pone en la crisma…
(RIE) No, Bertica "Crisma" significa ungir, untar, aceitar Lo que pasa es
que antes, en los tiempos de Cristo, se usaba mucho el aceite para
demostrar cortesía y cariño No se acuerdan de María Magdalena cuando le
empapó a Cristo la cabeza y los pies con aquel ungüento de nardo? Mira,
ahora, cuando se elige a un presidente se le pone una insignia sobre el
pecho, o una banda de tela, no? Pero antes, cuando se elegía a un rey, se
derramaba sobre la cabeza del rey un aceite especial. Y también se hacía
esto cuando se consagraba a un sacerdote o a un profeta. Ese aceite era el
símbolo que convertía a aquella persona en rey, o en sacerdote, o en
profeta.
Pero nosotros no somos nada de eso, nosotros...
(LO CORTA) Claro que lo somos! Esa es la cosa. Por eso se le pone a los
que se bautizan ese aceite especial en la cabeza. Porque todo cristiano, no
sólo los curas, sino todo cristiano, ustedes y yo, y todos los bautizados,
formamos un pueblo de reyes, de sacerdotes y de profetas.
Ahora sí que no entiendo nada.
Ni yo tampoco. Usted me va a decir a mí que yo, como estoy bautizada,
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soy rey... bueno, quiero decir, reina? Reina de qué?
De belleza segurito que no... (RIEN)
Esperen un poco. Vamos por partes. Antes de Jesucristo había muchos
reyes, verdad? Cada pueblo tenía su rey, su príncipe. Y había también
muchos sacerdotes y muchos profetas. Pero cuando vino Cristo la cosa
cambió.
Y qué pasó entonces?
Que qué pasó? Pues que Jesucristo dijo que El era el único Rey, el único
Sacerdote, el único Profeta, el único Señor y Maestro.
Pero, entonces, cómo es la cosa? Usted no decía antes que los cristianos
éramos reyes y profetas y...
Fíjese, don Nicolás. Jesucristo es el único. Pero nosotros, por estar
bautizados, estamos unidos a Jesucristo, tenemos su misma sangre,
formamos un sólo cuerpo con El.
Ah, ya, y por eso es que usted dice que los cristianos somos un pueblo de
reyes y de profetas.
Claro, porque estamos unidos a Cristo.
Y qué pasa con los otros?
Con qué otros?
Quiero decir, con los otros reyes, con los presidentes de la República, con
las autoridades del gobierno?
Bueno, esas son las personas elegidas por el pueblo para que sirvan al país
y hagan cumplir las leyes. Pero nosotros sólo tenemos un Rey y un Señor,
que es Jesucristo. Y si las autoridades civiles mandan leyes que no están
de acuerdo con el Evangelio, el cristiano no puede obedecerlas.
O sea que, si un patrón o un gobernante manda una cosa que es contraria a
lo que dice Jesucristo...
Si eso pasa, un cristiano tiene que obedecer a Dios antes que a los
hombres, como dijo San Pedro. Por eso es que los cristianos somos los
hombres más libres del mundo. Porque sólo tenemos un Patrón, que es
Dios. Sólo tenemos que obedecer a un Señor, que es Jesucristo.
Eso es tremendo, padre. Eso le pica a muchos señorones de esos que se
creen que tienen autoridad para mandar lo que les venga en gana.
Claro. Y por eso nosotros tenemos que denunciar todos los abusos y
hablar sin miedo siempre, con la verdad en la mano. Eso hacían los
profetas. Eso significa ser profeta.
Yo creía que profeta era el que adivinaba el futuro...
No, el profeta es el que le recuerda a la gente sus derechos y sus deberes.
Eso hizo Jesucristo y eso tenemos que hacer los cristianos.
Y la tercera cosa, cuál era? Reyes, profetas y qué más?
Y sacerdotes, mami.
Eso mismo. Somos un pueblo sacerdotal porque estamos unidos a Cristo,
que es el único sacerdote verdadero.
Y entonces, Usted qué es, padre Ramón? Usted no es también sacerdote?
Mire, don Nicolás, al principio de la iglesia, a los curas no se nos llamaba
"sacerdotes", sino "presbíteros".
BERTA:
RAMON:
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RAMON:
NICOLAS:
BERTA:
RAMON:
BERTA
EFECTO:
CONTROL:
Pres... qué?
Presbíteros. Es decir, ancianos. Pero no porque los curas de antes fueran
siempre viejos, sino porque eran los que tenían más madurez y más
experiencia. Luego, por esas cosas de la vida, se nos comenzó a llamar
"sacerdotes". Pero, en realidad, en la iglesia cristiana sólo hay un
sacerdote, Jesucristo. Fue el único que ofreció un sacrificio verdadero, un
sacrificio eterno, sobre el altar de la cruz. Y nosotros, los curas, somos
ministros, servidores de Jesucristo. Le prestamos a Jesucristo nuestra
palabra, nuestras manos, nuestra vida, para que El, el único sacerdote, se
haga presente en medio de la comunidad cristiana.
Entonces, por todo eso es que a Luisito le van a echar aceite en la cabeza?
Por eso mismo, doña Berta. Porque todos los bautizados somos sacerdotes
y reyes y profetas cuando nos unimos a la vida de Cristo que recibimos en
el bautismo.
Desde luego, si a uno no le explican estas cosas, uno no se entera de nada.
Bueno, bueno, y con tarta conversadera, usted se ha olvidado de decirme
qué tal estaba el café...
Estupendo, doña. Y tanto, que le voy a pedir otra tacita.
No faltaba más, padre Ramón. Bueno quiero decir, "presbítero Ramón"!
(RIEN)
RUIDO DE TAZAS Y PLATOS
CORTINA MUSICAL AGIL QUE SE MEZCLA CON EL "GLORIA"
DE LA MISA CRIOLLA.