contendiendo ardientemente por la fe

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CONTENDIENDO ARDIENTEMENTE POR LA FE
Predica: Pastor Samuel David Mejía
SAN JUDAS 1 - 3
Hay algunas cosas a las cuales quiero referirme a modo de introducción, este
capítulo 1 del Libro de San Judas, nos muestra que este hombre de Dios, quien
es usado ahora por el Espíritu Santo para hablarnos esta palabra. ¿Quién es
este Judas, siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo? Este es de acuerdo a
la escritura un hermano, o por lo menos un medio hermano del Señor
Jesucristo en la parte humano, este Judas que está hablando aquí no es el que
entregó al Señor, este es Judas siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo.
Jacobo, también era medio hermano del Señor Jesucristo, porque sabemos
que su Padre es Celestial, pero a lo menos por parte de la madre eran
hermanos, así como de crianza ya que convivieron todos en la misma casa. Si
usted quiere encontrar referencia de esto, podría ir al evangelio de San Mateo
en el capítulo 13 y el verso 55 para que todo este apoyado en la palabra del
Señor, donde dice hablando del Señor Jesucristo: “no es este el hijo del
carpintero, no se llama su madre María, y sus hermanos Jacobo, José, Simón y
Judas”; Esta misma referencia la podemos encontrar también en el libro de San
Marcos en el capitulo 6 en el verso 3: “no es este el carpintero, hijo de María,
hermano de Jacobo, José , Judas y Simón; no están entre nosotros sus
hermanas y se escandalizaban de él”.
Entonces llama poderosamente la atención que este hermano Judas, que es
siervo de Jesucristo y hermano de Jacobo, mire la manera como él se
introduce así mismo, a pesar de ser hermano en su naturaleza humana,
aunque sea por parte de madre, del Señor Jesucristo, pero él no dice hermano
de Jesucristo, dice Judas “Siervo de Jesucristo”. Esto quiere decir que él había
aceptado a Jesucristo como su Señor, y por eso él era siervo de Jesucristo. Y
esto no fue una tarea fácil, ni para él ni para Jacobo, la palabra del Señor dice,
en el evangelio de San Juan, que una vez el Señor estaba cerca para ir a la
fiesta, y se había quedado y no había subido a la fiesta, y dice que sus
hermanos le dijeron: ¿qué haces escondido aquí? ¿Porque no subes a la
fiesta? El que quiere darse a conocer, no se queda escondido. Y luego la
palabra hace una aclaración y dice: “porque aún ni sus hermanos creían en él”.
Así que para que sus hermanos creyeran en Él pasó tiempo, pasaron cosas,
pero gracias a Dios después de que pasó el tiempo y pasaron unas cosas,
como la muerte de nuestro Señor Jesucristo y su resurrección, y todas las
cosas sobrenaturales por ser nuestro amado Señor Jesucristo este Judas
hermano del Señor, llegó a creer en Él que ya no decía hermano, sino que
ahora decía “Soy Siervo, sirviente, esclavo” de mi Señor Jesucristo.
Que bueno hermano que cuando uno entra en estas cosas y trata de las cosas
de Dios, ahí se acaban los parentescos. Cuando se refiere al servicio a Dios
ahí hay solamente una clase de parentesco, y es que todos los que aceptan a
Jesucristo en su corazón como Señor y Salvador de sus vidas, llegan a ser
hijos de Dios, y el Señor Jesucristo viene a ser su Señor su dueño. Pues bien
este Judas, siervo de Jesucristo, que ya hemos visto quien es, pues hermano
escribe una de las cartas más directas, contundentes, claras,
decididas,
totalmente abierta, sin ninguna seña de diplomacia en ella, es una carta de esa
como escribían los profetas en la antigüedad.
Y en este punto vale la pena hacer la cuñita y poner el paréntesis, porque hoy
día se habla y hay una cantidad de profetas que eso es asombroso, gente que
acaba de ser presentada como obreros para trabajar en el ministerio, lo que
nosotros llamamos obrero laico, comenzando a predicar y ya salen con el título
de profeta y por ahí anda hermano, una moda de profeta y profético y eso es
asombroso. Porque a la gente le gusta lo asombroso, lo espectacular, pero lo
que más me extraña de esta cantidad de gente hot día que dicen ser profetas,
es que lo único que le profetizan a la gente son cosas bonitas.
Por ejemplo, “Mi Hijo, Mi Siervo” estoy diciendo en términos más, o en términos
menos los mensajes proféticos de hoy día: “mi hijo, mi siervo, mi sierva, he
aquí te voy a bendecir, te voy a dar dos edificios, tu ministerio será
extraordinario, llegarás hasta el último rincón del mundo, te daré avión, carros,
un equipo de gente que te asombrarás, te daré y te daré…” y solo se la pasan
dando, lo que más me extraña es que habiendo una generación, como lo
vamos a estudiar aquí de personas que les falta tantísimo entendimiento en el
conocimiento del Señor, ni uno solo de ellos se atreva a levantar su voy y diga:
“pues como soy profeta le voy a decir la verdad, le voy a decir cual es el
problema de las cosas que no agradan a Dios”, porque el hombre de Dios, el
verdadero hombre de Dios, y el que se jacta de recibir palabra directa del cielo,
no le esconde nada al pueblo.
El profeta no se hizo para lucirse mi hermano, si es que Dios llama profetas, los
profetas no es tanto para andar prediciendo, es para mostrarle al pueblo la
condición en la que está y llamarla al arrepentimiento hacia Dios. La palabra de
Dios dice lo que es la profecía, en la epístola a los Corintios nos dice que la
profecía es para “edificación, consolación, exhortación” ¿donde está la
exhortación de tantísimo profeta de hoy? ¿Dónde está el llamado de atención?
Pero gracias a Dios este Judas, no dice que es profeta, porque no hay que
decirlo para serlo, no hay que jactarse para poder ejercer delante de Dios
aquellas cosas que el Señor le encomendó. Y Judas aquí no dice que es
profeta, pero habla en el mejor estilo de los profetas más agudos que la palabra
del Señor nos muestra, y comienza escuetamente después que saluda a la
iglesia dice: “amados míos”, mire que no es que cuando se habla claro sea por
odio, él aquí dice que los ama.
Porque esa es una equivocación terrible de la gente, cuando encuentra que
alguien le habla la palabra bien, dice “hay Dios mío, que falta de amor de ese
predicador”; Pero NO, él aquí dice amados, porque el hecho de hablar la
palabra clara, no es porque se odia ni porque se está enojado, es porque Dios
nos mandó a darle a este mundo una palabra clara, una palabra concreta,
definida, no se necesita dejar de amar para ser claro, por el contrario la palabra
del Señor dice que el padre que ama a su hijo lo corrige desde temprano.
Esta es toda la confusión que hay hoy día, una gran confusión acerca del amor,
la gente trata de hacer reclamos, en cuanto a la vida en la iglesia, en cuanto a
la vida en Cristo, que si el profeta o el hombre de Dios le habla claro, que no
tiene amor, igual pasa en los hogares, a los hijos de hoy mucha gente no los
quiere corregir, los hijos de un año, manejan no solamente a su papá y a su
mamá, sino también a su abuelita, a sus tíos, a toda la familia, y llegan a una
iglesia y manejan toda la iglesia, un niño de un año, nadie puede con él. Pero si
el pastor se levante y diga: “a ese niño me lo sientan” de una vez dicen que eso
es falta de amor, que mejor se van pues el pastor no dejó que el hijo se pusiera
de ruana la iglesia.
Y eso mismo lo queremos traducir al ambiente espiritual, si hay un hombre de
Dios que nos hable la palabra de Dios claramente, porque a nosotros debe
agradarnos la palabra clara, que el Señor nos diga lo que realmente
necesitamos oír, pero hay gente que se asombra. Pero Judas aquí empieza
diciendo: “hermanos por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de
nuestra común salvación”, había una gran solicitud, un deseo maravilloso, unas
ansias de escribirles acerca de la salvación que es común para nosotros.
Porque aquí no tenemos diferentes tipos de salvación para nadie, es la misma
salvación para todos, todos los que hemos sido salvos, lo hemos sido porque el
Señor Jesucristo nos ha lavado con su preciosa sangre, y aquí no hay iglesia
como la gente pretende, que esta iglesia es de tal pastor y esta otra de otro, y
pueden llegar a decir: “conmigo no se meta que yo no soy de su iglesia”, aquí
no hay iglesia de este ni iglesia de aquel, la iglesia es una sola y pertenece al
Señor Jesucristo.
Judas continúa diciendo: “pues me ha sido necesario escribiros exhortándolos
a que contiendan ardientemente por la fe, que a sido una vez dada a los
santos; aquí entra de una vez en caliente, de una vez dice “yo les escribí para
que contiendan” y ¿sabe qué es contender? Pelear, y dice: “y no pelee con
desanimo, no pelee como esos que cuando entran a la batalla desde que se les
ve entrar se sabe que está derrotado, no señor, yo los quiero exhortar a que
ustedes peleen ardientemente, contiendan…” ósea “se paren en la línea de
batalla y no aflojen, y le pongan todo el entusiasmo, y todo el ardor de sus
vidas y no se dejen apabullar, hay que pelear ardientemente por la fe que una
vez ha sido dada a los santos”.
Es que a veces el Señor nos habla tan claro, sabe usted que es lo que a veces
a hecho que tantas personas hagan tanto daño, hermano que hace falta quien
se ponga de pie y pelee por lo que tenemos, y es el Señor el que nos manda a
pelear, pero no está hablando de una pelea carnal, que es lo que está
queriendo decir en esta parte de la escritura, esta diciendo que uno busque a
Dios, porque hay que buscar a Dios, orando, ayunando, clamando, estudiando
la palabra, vigilando, en todo y luego se pare firme sobre los principios de la
palabra y los defienda, porque hace falta gente hoy día que defienda la sana
doctrina, la fe que una vez les fue dada a los santos.
Pero hoy día, aparece cualquiera con título de doctor, a decir a diestra y a
siniestra, y a veces es difícil encontrar quien se ponga de pie y levante la voz y
diga: “yo conozco esa palabra, y yo tengo esa salvación, y las cosas son como
Dios las dice”. Ah pero algunas personas vienen y nos hablan en términos de
doctores y nosotros a veces nos dejamos impresionar por eso, y si usted quiere
agradar a Dios de una vez lo trata de legalista, anticuado, radical, retrograda,
cavernícola, indio… cualquier termino le aplican, sólo porque le gusta la
palabra, sólo porque sabe lo que Dios dice.
Pero la palabra del Señor dice para usted y para mí, que cuando se trata de
esta fe, hay que pararse y defender ardientemente esta fe que le ha sido dada
a los santos; cualquiera puede aparecer y hacer lo que quiera, pero usted y yo
mi hermano tenemos que pararnos en la raya, y sobre todo en estos días
finales, tenemos que demostrar de que material estamos hechos, porque hay
algunas personas que se derriten ante cualquier cosa que otra persona diga, se
asusta de una vez por que le dijeron, hermano le digan como le digan,
debemos defender este evangelio.
Y yo estoy hablando de que esta es una situación mundial, no estoy hablando a
nivel local, estoy refiriéndome a una situación a nivel mundial, yo he visto a
través de cadenas cristianas de televisión como los que tienen el título, tratan y
pretenden públicamente con cámaras en vivo y en directo, de indisponer,
rebajar, ultrajar, de poner por el piso a aquellos que se les ve que quieren
agradar a Dios, y comienzan a hablar en cualquier manera. Pero hermano debe
haber mujeres y hombres de Dios que sepamos, y no me refiero solo a los
pastores, sino a todo aquel que ha entregado su vida a Cristo, pues también es
un hombre o una mujer de Dios, y usted tiene que conocer su Biblia, tiene que
conocer la palabra de Dios, y tiene que saber que usted esta puesto para la
defensa del evangelio también, el apóstol Pablo decía que él estaba puesto
para la defensa del evangelio.
Y Judas dice que hay que contender ardientemente por la fe, y cual es la razón:
“porque han entrado algunos hombres encubiertamente”, y es que los peores
ataques a la obra de Dios, nunca han venido de afuera siempre han venido de
adentro, han entrado encubiertamente, es decir sin dejarse notar, a las
escondidas, ósea que entraron aparentemente como todos los demás,
haciendo decisión de fe, recibiendo las clases de la palabra, bautizándose, y
tomando el curso normal del desarrollo dentro de la obra como cualquier otro.
Y cuando dice algunos han entrado, está refiriéndose a gente que son
miembros de la iglesia o que están en el liderazgo, y hay gente que viene y
entra como cualquier otro, pero después de un tiempo, desde ahí adentro
comienzan a armar el problema. Y la palabra del Señor dice: “que estos habían
sido destinados para esta condenación desde antes” ¿Qué es lo que quiere
decir esto? Que el Señor desde antes lo había profetizado “hay de los
tropiezos, es necesario que vengan tropiezos, pero hay de aquellos que hacen
tropezar a alguno…”
Y el Señor de una vez lo dijo “es necesario que vengan”, los tropiezos siempre
van a aparecer, y los que entran encubiertamente siempre van a aparecer, dice
que estaban destinados desde antes, lo que nosotros tenemos que mirar es
que nosotros no seamos uno de esos que entro a escondidas, pues nuestra
decisión por el Señor tiene que ser firme y clara, contundente, cada uno tiene
que decir: “yo estoy en Cristo, porque yo amo al Señor y amo su palabra,
porque amo la salvación que el Señor me ha dado; yo amo al Padre, al Hijo, al
Espíritu Santo, esta palabra de Dios con todo m corazón y no me quiero apartar
ni a derecha ni a izquierda, siempre quiero meditar en ella, y siempre quiero
hacer lo que Dios me dice”, eso debe estar claro para cada uno de nosotros.
Pero hay algunos que no lo ven así, la Biblia dice que ya estaban destinados, y
algunos no lo veía así, la Biblia los describe como hombres impíos, ¿qué es un
impío? Es una persona que conociendo a Dios, no hace lo que Dios dice, sino
que hace lo que a Dios le desagrada; y hablar de esta manera tal vez será
complicado pero alguien tiene que hablar, ciertas partes de la escritura que no
son populares están ahí, no se mencionan mucho pero ahí están, es la palabra
de Dios, no hay absolutamente nada para decir, que no se puede, ni que no se
debe, por el contrario hay que hablar esa palabra clara, sobre todo en estos
días tan complicados que estamos viviendo.
Hombres impíos… una persona que conoce la voluntad de Dios, pero hace al
contrario de la voluntad de Dios, para desagradarle está cometiendo impiedad,
lo cual es lo contrario a la piedad; ósea que en vez de ser piadoso es impío,
sabe lo que Dios dice, sabe lo que Dios quiere, pero por diferente razones
decide hacer lo que él quiere, o lo que a él se le ocurre aunque desagrade a
Dios, eso es una persona impía, ósea una persona falta de piedad.
Y la Biblia dice que estos entraron encubiertamente, a las escondidas, que no
se dejaron ver cuando entraron, sino después que ya estaban adentro, y ya
había seguido el curso normal de cualquier otro en el camino del Señor, que se
destapan, y que dice: “que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios”
que es eso, mire hermano la gracia de Nuestro Dios es muy grande, sabe que
es la gracia de nuestro Dios, que somos salvos de gratis, que no es por obras
para que nadie se gloríe, sino que gratuitamente sin nosotros merecerlo, pero
el Señor, por nosotros habernos arrepentido, por que nos volvimos a él, Él nos
perdona y nos da esa salvación tan grande que él tuvo que pagar con su propia
vida, nos la da gratis, y no la merecíamos, ni la merecemos, pero podemos
recibirla, disfrutarla y vivirla.
Pero la palabra de Dios dice que estos convierten en libertinaje la gracia de
Dios, y comienzan a aplicar escritura a diestra y a siniestra, algunos por
ejemplo para apoyar el adulterio de algunas personas, citan un texto del
apóstol Pablo que lo dice por el Espíritu Santo: “cada uno en el estado en que
fue llamado así se quede”, y si alguien vino adultero, entonces lo arreglan y le
dicen: “hermano, la palabra dice que así se quede”, entonces le dan unas
clases y lo mojan en la pila bautismal y le dicen que ya es miembro de la
iglesia, sin más ni más, en lugar de declararle a la persona su condición; si
vienen en fornicación lo mismo da, así lo bautizan.
Yo oí a un líder, en una radioemisora una vez, que habían unas personas en
una iglesia, y él había venido a la ciudad para una gran actividad, entonces a
este personaje de buen nombre, cuando le presentaron un caso de unas
personas que no eran casadas, sino que tenían un enredo y no sabían que
hacer, razón por la cual preguntaban, y usted sabe que cuando alguien
pregunta es porque no está tranquilo pues su conciencia no lo deja tranquilo,
así que le hicieron esta pregunta a este líder, comentándole que ya hacía algún
tiempo que convivían y no eran casados, razón por la cual acudían a esta
persona de gran nombre que supuestamente conocía mucho la Biblia, y él le
respondió: “mire hermano no se preocupe, Yo como ministro del Señor
Jesucristo lo declaro marido y mujer en el Espíritu”, así sin más “arregló” el
problema.
Esto es lo que dice la palabra, gente que convierte en libertinaje la gracia de
Dios, no valla y busque como arreglar su problema delante de Dios y verá, esto
no es asunto de juego, el Señor Jesucristo para salvarlo a usted no fue a jugar
un partido de básquetbol, no fue una apuestita con una monedita que tiró al
aire “que si cae en cara se salvan y se cae en sello se pierde”,¡NO! Señor, esto
no es ningún deporte, o apuestas, esto no fue un partido, esto fue un sacrificio
cruento en la cruz del calvario, esto fue a precio de sangre, el Señor Jesucristo
derramó su propia sangre, dio su propia vida en sacrificio, para que ahora a
cualquiera que se le antoje quiera venir a torcer la palabra del Señor y no se
puede, en el Nombre de Jesús rechazamos esa impiedad.
Algunos me dicen que no hable de santidad, porque la santidad va por dentro y
Dios conoce, y precisamente porque Dios lo conoce es mejor que se arregle;
hay gente a la que le fastidia que uno hable de santidad y dicen: “hay hermano
no tiene otro tema para hablar”. Sabe usted que el sumo sacerdote en el
pueblo de Israel, Dios le organizó unas vestiduras, y en ellas tenía sobre su
cabeza una diadema y en esa laminilla de oro que tenía la diadema ¿sabe qué
iba escrito? SANTIDAD A JEHOVÁ y todo el tiempo que la gente se encontraba
con su pastor lo primero que veía era que decía Santidad a Jehová, así le
duela a muchos pero lo primero que la gente veía en Israel cuando se
encontraba con su pastor o el sumo sacerdote, sin necesidad de que el dijera
algo o abriera su boca, solamente leía lo que decía su frente ¡SANTIDAD A
JEHOVÁ!
¿Qué harían hoy día? Muchos le han quitado la laminilla de oro y la han llevado
a pulir a algún taller de joyería para que le borren eso, para que ya no diga
nada, puesto que a la gente solo le gusta la algarabía, el grito, los silbidos, los
chiflidos, los aplausos, el brinco, los escándalos, las imitaciones, lo que no es
cierto, a la gente le gusta eso, pero lo genuino, lo cierto, no le gusta, y
lamentablemente hay quienes no se lo dicen, pero nosotros estamos llamados
de parte de Dios a decirle a este mundo que es cierto que hay una gracia del
Señor, que hay salvación en Cristo, que el Señor tiene redención para
nosotros, pero también hay que decirles que esta gracia no es libertinaje.
Si quieren está salvación pueden recibirla pues es por gracia, pero la mayoría
dice: “hermano no les dije nada, deje que el Espíritu les diga” pero el Señor
Jesucristo si decía y los apóstoles también decían y nos dijo a nosotros que
dijéramos, como es posible que nos vamos a quedar callados, esa es una
excusa barata, que dejar que el Espíritu de Dios le diga, eso es una excusa
barata puesto que el Señor nos mandó a contender ardientemente por la fe.
Lo que el Señor Jesucristo dice en el libro de San Mateo en el capítulo 28 la
mayoría de gente no lo dice al pie de la letra, cuando el Señor Jesucristo dice:
“todo poder me ha sido dado en el cielo y en la tierra, por tanto id y haced
discípulos a todas las naciones bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo
y del Espíritu Santo, y he aquí yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin
del mundo…” ¿y el pedacito que dejaron en el medio? “Enseñándoles que
guarden todas las cosas que yo os he mandado y he aquí yo estoy con
vosotros” la manera que el Señor esté con nosotros, es que le enseñemos a la
gente que guarden todas las cosas que Él nos ha mandado.
Gracias a Dios que usted y yo no le tenemos miedo a la palabra, ningún hijo de
Dios le tiene miedo a la palabra, porque de todas maneras si uno no debe nada
No tiene miedo, pero si acaso debe algo lo que uno tiene que hacer es
arreglarse, pues convierten en libertinaje la gracia de Dios, y ¿libertinaje que
quiere decir? Que la persona no está en sujeción a nadie ni a nada, sino que
hace todo lo que se le viene a la cabeza escudado en aras de una supuesta
libertad, también es excederse, si usted lo buscara en el diccionario de la
lengua española, le diría en términos parecidos: “excederse en el uso de las
libertades que ya adquirió perjudicando a otros, o perjudicando principios
establecidos.
Y la Biblia dice que estos que entran así convierten en libertinaje la gracia de
nuestro Dios, ósea se exceden y solo dicen “hermano eso no se preocupe, eso
deje que cada uno viva como pueda que el Señor Jesucristo es nuestro Dios,
Él nos ayuda a todos, ahí vamos adelante, ahí más o menos, así se hace el
intento, tranquilo que eso vamos para el cielo…” ¿así no más? Y se le quiere
permitir a todo mundo que haga como quiera y que lo que se le ocurra eso está
bien hecho y usted encuentra una cantidad de disparates.
Pero la palabra de Dios dice en el libro de Judas verso cinco: “más quiero
recordaros ya que una vez lo habéis sabido que el Señor habiendo salvado al
pueblo sacándolo de Egipto después destruyó a los que no creyeron…” y aquí
pone tres ejemplos: el primero es del pueblo de Israel, los que cayeron en el
desierto; en el verso 6 pone el ejemplo de los ángeles que no guardaron su
dignidad sino que pecaron, y en el verso 7 pone el ejemplo de sodoma y de
gomorra, pone tres ejemplos mi hermano, y recuerde que cuando alguien pone
más de tres ejemplos es porque esta enfatizando algo y quiere que le
entiendan que es lo que quiere decir.
Y aquí el Señor quiere que entendamos lo que Él está diciendo, esto no es un
juego, comienza diciendo: “quiero recordaros” ósea recuerden que el Señor
después que sacó al pueblo de Egipto destruyó a los que no creyeron, y eso es
una manera contundente de decirlos, pues dice: “después que los sacó” los
que no creyeron los destruyó con todo y que el mismo fue quien los sacó; usted
sabe que la palabra del Señor dice que ellos fueron quedando tendidos en el
desierto porque se rebelaban
y no le creían a Dios y a lo último los que
entraron a la tierra prometida fueron los hijos de los que salieron, porque el
Señor los vio inocentes, pero los que habían salido que se rebelaban una y otra
y otra y otra vez, esos se iban quedando en una plaga y en otra, de a diez mil,
de a quince mil, etc. y ahí fueron quedando porque no creyeron.
Pero en otro ejemplo también menciona el libro de Judas, los ángeles que no
guardaron su dignidad en el cielo, sino que abandonaron su propia morada,
usted sabe que en el cielo hubo una rebelión, una cantidad de ángeles se unió
a uno que se llamaba lucifer y abandonaron su dignidad, posición, dignidad,
búsqueda de Dios, verdadera adoración a Dios, porque creyeron que les iba
mejor uniéndoseles al otro, armaron su revuelta y dijeron: “no eso siempre
adorando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, de aquí nunca pasamos, yo creo
que con este si lo subimos allá y este si nos da algo más, yo que solamente
tocaba el charrazco pues me van a pasar a la batería, y yo que tocaba batería
pasare a ser el director de la orquesta” y cada uno se imagino escalando
posiciones, dice la Biblia que se rebelaron, pecaron, abandonaron su posición,
y ¿sabe que hizo el Señor? Dice que los puso en una oscuridad, en prisiones
eternas para el juicio del gran día.
Y luego en el tercero les habla de sodoma y de gomorra, ¡qué pasó con estas
ciudades? Dice la palabra “De la manera que aquellos habiendo fornicado e ido
en pos de vicios contra naturaleza fueron puestas por ejemplo sufriendo el
castigo del fuego eterno”, el mismo infierno reventó, la Vila dice que las
ciudades fueron consumidas por el fuego, tanto da una gota de agua sobre una
roca, dice el dicho, hasta que le abre un hueco, y tanta fue la insistencia de la
maldad de esta gente, hasta que Dios le dijo a Abraham: “no soporto más y voy
a destruir estas ciudades” y las destruyó, pero primero se lo dijo a Abraham
quien preguntó al Señor ¿y si hubieran cincuenta justos, o cuarenta, treinta…
perdonarías la ciudad por causa de ellos? hermano, no importó que el hombre
bajara la cuenta no había gente ahí con la cual Dios pudiera contar, entonces
fueron castigados por Dios.
Y ¿qué sigue diciendo el libro de Judas? Pues que nosotros tenemos que
entender esto, estamos hablando de aquellos que convierten en libertinaje la
gracia de Dios, ¿qué quiere decir entonces? Que no se van a quedar sin su
parte, Dios dice que el quite a su palabra su nombre será quitado del libro de la
Biblia, y el que le añada a su palabra Dios traerá sobre el las plagas que están
escritas en la Biblia, no se van a quedar sin su parte.
Y le cuento una cosa, que cuando uno se tuerce así, su parte la comienza a
recibir desde aquí, tarde que temprano lo alcanza; esa vida terrible de
desobediencia, de rebelión contra Dios, de rebelión contra la palabra, una vida
de libertinaje y de impiedad; hay que levantar la voz hermano y decir que hay
un Dios en el cielo mirando, y que Él es el verdadero dueño de su obra.
El verdadero dueño de su obra es Dios, el Señor Jesucristo, el Espíritu Santo, y
Dios está en el control y por más sabio, ágil, astuto, filosófico, o por más que
sea una persona hábil para hacer las cosas, sin embargo Dios dice; “no se van
a escapar”; la Biblia dice que ya el castigo está preparado, y ya nosotros como
iglesia tenemos que mantener una vida como Dios desea, la iglesia del Señor
Jesucristo en este planeta tierra, en cualquier lugar donde usted se encuentre,
en la China, Japón, EE.UU.
Tenemos que despertar a la realidad de que Dios está buscando un pueblo que
sea realmente de Él, un pueblo que reconozca el Señorío de Cristo, que
entienda que esto no es un juego ni un deporte, algunos sienten que esto es
tan deporte que hasta vienen a las iglesias en sudaderas y con tenis, y no
estoy diciendo que la ropa es la que los santifica a uno, pero es que eso
expresa lo que hay en su corazón, porque cuando alguien siente que va a algo
serio no va con esta ropa, ni en camisetitas sin mangas, no se atreve, si lo
invitan a una reunión en el congreso de la república, con el presidente y todos
los dirigentes de una nación le aseguro que usted no va en tenis, sudadera ni
camisetita sin mangas, porque usted sabe que es algo serio y que usted debe ir
de acuerdo a la ocasión y como siente que es serio se viste serio.
Pero algunos sienten que el evangelio y las cosas de Dios son tan deportivas,
que ellos se visten deportivamente para venir a la iglesia, algunos van a la
iglesia irreconocibles, y no estoy hablando de la iglesia local sino de la
mentalidad, con sudaderas, tenis y hasta gafas oscuras y eso no se sabe que
es; pero nosotros estamos puestos para decir que este evangelio del Señor
Jesucristo, es un evangelio Santo, un evangelio puro, serio, es una palabra
seria, y que nosotros estamos a contender ardientemente por la fe que una vez
ha sido dada a los santos.
Usted no se deje engañar, ni se deje impresionar por nadie, no se deje engañar
por ninguno, vamos hermano a predicar esta palabra como esta escrita, vamos
a predicar la santidad, vamos a defender esta palabra, esta fe, vamos a
contender ardientemente por esta fe que nos ha sido dada; porque esto aún es
posible en medio de una generación como la nuestra, el Señor ya no es está
abriendo puertas, y la vamos a predicar no solo en la iglesia local, sino también
por radio y televisión, y en otros idiomas para que la gente de todo el mundo la
oiga.
El Señor le dijo a Ezequiel predica esta palabra oigan o dejen de oír, de todas
maneras sabrán que hubo profeta, y nosotros no vamos a predicar un mensaje
para complacer a nadie, de hecho tampoco es un mensaje de furia, es un
mensaje claro
y sencillo, el mensaje de Idos, queremos decirle a todo el
mundo que esto es lo que Dios dice, y queremos que la gente sepa que Dios
aún tiene un mensaje claro en este mundo a través de su iglesia, y no me
refiero a la nuestra, sino a “Su Iglesia” de la cual hace parte todo el que esté de
acuerdo con Él, que le halla entregado su vida a Cristo, que sea salvo, que
halla sido redimido por Él y esté de acuerdo con Él pues es parte de la iglesia,
así que no somos ni los únicos ni los primeros, somos parte de esa iglesia y
como parte de esa iglesia vamos a predicarle a este mundo la verdad.
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