1° de diciembre de 2013 PRIMER DOMINGO DE ADVIENTO Texto: Mateo 24, 37-44 “Velad porque no sabéis qué día vendrá vuestro señor” (19, 5) 1. INVOCACION AL ESPIRITU SANTO Oración: ¡Oh Espíritu Creador! Ven, visita nuestras mentes; llena de gracias las almas de quienes Tú mismo has creado. Tú eres nuestro Paráclito, don del Altísimo de Dios, fuente viva, fuego, caridad y espiritual unción. Ilumina nuestros sentidos, infunde tu amor en nuestros corazones. Amén. 2. LECTURA (¿Qué dice el texto?) A. Proclamación y silencio - Es importante proclamar el texto en forma clara, dando importancia a lo que se lee y con pausas entre cada acción relatada. - Dejar tiempo para que cada uno lo lea nuevamente en silencio B. Reconstrucción del texto Si es posible, alguna persona puede relatar el texto de memoria. Para profundizar y entender mejor, se pueden utilizar las siguientes preguntas: - ¿Qué sucedió en tiempos de Noé? - Cuando venga el “Hijo del hombre”, ¿todos tendrán la misma suerte? ¿Qué pasará con uno de dos hombres que estén en el campo y con el otro? ¿O, con una de dos mujeres que estén moliendo, y con la otra? - ¿Cuándo vendrá el Señor? ¿Cómo vendrá el Señor? C. Ubicación del texto ¿Qué dicen los versículos anteriores y posteriores de nuestro texto? ¿En cuantas partes se divide? Jesús, a la salida del templo de Jerusalén, hace exhortaciones a sus discípulos sobre acontecimientos que sucederán plenamente en el futuro, pero que en la actualidad ya comienzan a realizarse, por esto, el Capítulo 24 de Mateo se llama discurso “escatológico” que es mirar la historia con visión del futuro. Así, el texto de hoy invita a estar preparados, vigilantes, pues no se sabe cuándo vendrá el Hijo del hombre. D. Algunos elementos para comprender el texto Textos Paralelos Comparar con Gn 7,11-23; 1Ts 5, 1-6; Lc 12,39-40; Mt 25,13 y comentar. - Ideas Fundamentales Con este domingo comenzamos, una vez más, el tiempo litúrgico del Adviento. “Adviento” significa “advenimiento”, llegada, y se refiere a la venida de Cristo. - Esta venida de Cristo es múltiple: la primera, que festejaremos en la Navidad; la última, que coronará la historia humana; Y, entre ambas, otra que podemos llamar “intermedia”, en la cual Cristo viene en todo momento a cada persona, a cada comunidad, a cada generación. Esta venida de Cristo constante y actual a nosotros es fruto de la primera y anticipo de su llegada definitiva al fin del mundo. - En la época en que Jesús predicaba, los judíos hablaban del “Hijo del hombre” (Ujios tou antropos) que tenía que venir. Interpretando algún texto de la Biblia y de algunos otros libros religiosos de ese tiempo, se esperaba la venida de una persona que debía llegar desde el cielo para hacer un juicio en nombre de Dios. Jesús dice que el “Hijo del hombre” es Él mismo. El Señor prefiere este nombre cuando se trata de su venida que tendrá lugar al final de los tiempos cuando venga como Juez. - Los discípulos le habían preguntado a Jesús, cuándo será su venida como juez y el fin del mundo. La respuesta del Señor es bien clara: nadie sabe nada, sólo el Padre. Si bien no conocemos el día ni la hora, sin embargo es seguro 1 que el Hijo del hombre vendrá; por eso hay que estar siempre preparado, porque el Señor vendrá en el momento menos pensado. - Los dos ejemplos que ilustran esta exhortación insisten en el descuido de los contemporáneos de Noé y del dueño de la casa, en la llegada imprevista del diluvio y el ladrón y en la ruina que provocan ambos acontecimientos. - La comparación con la gente de la época de Noé es parecida con la del hombre moderno, que, a primera vista, parece ser muy previsor por sus progresos tecnológicos, y sin embargo da la impresión de no saber hacia dónde dirigir su vida. Lo mismo que en tiempo de Noé, todos vivían una “vida normal”. Sólo Noé, bajo las burlas de sus contemporáneos, supo mirar más allá de “lo normal” y preparó la salvación de su familia. Los demás se despertaron cuando ya era demasiado tarde. Los que se sentían seguros y se dedicaba solamente a beber y a comer, fueron arrasados. - La segunda parábola está tomada del asalto del ladrón, también hoy muy actual; todo el mundo corre el peligro de ser asaltado por ladrones, y ya se sabe que ellos no avisan cuándo van a pasar. - Llama la atención que Jesús se haya comparado con un ladrón. Lo que quiere subrayar es que su venida será sorpresiva. El factor sorpresa puede ser una enfermedad, un accidente, una traición o la misma muerte. “Mi hora” llegará inesperadamente, y puede llegar en cualquier momento; posiblemente ya no habrá más un mañana o una próxima semana. Ahora es la hora de la gracia, por eso se debe hacer el bien ahora. Mañana tal vez ya no se podrá hacer. - Pero Jesús no invita a vivir angustiados sino a estar despiertos preparados. Cristo vendrá no solamente como juez, sino también, y ante todo como Salvador. 3. MEDITACION (¿Qué me dice el texto?) A pesar de los acontecimientos que estamos viviendo, Jesús nos invita a no vivir en la angustia, sino a estar despiertos y preparados. Él nos da la esperanza de que seremos felices llevados por Él al cielo para participar en su gloria. - Si llegara hoy mi hora ¿qué quedaría sin hacer? - ¿Qué es lo más importante en nuestra vida actual? - ¿Cómo y dónde se nota que el hombre está dormido espiritualmente? - ¿Cómo me estoy preparando para la venida de Cristo? - ¿Cómo me preparo para la Navidad? 4. ORACION (¿Qué me hace decir el texto?) Pedir al Señor su espíritu, para que en este tiempo de Adviento, nos preparemos en la vigilancia y la esperanza, dejando nuestro hombre viejo de pecado y asumiendo una vida de gracia para estar dispuestos a vivir con Jesús, que viene nuevamente a vivir con nosotros. Responder a cada petición: Ven Señor Jesús. 5. CONTEMPLACION (¿A qué me compromete el texto?) Motivar a los integrantes del grupo para que, en un momento de silencio, reconozcan a Jesús que, en este tiempo de Adviento quiere que estemos espiritualmente preparados y vigilantes para su venida, lo cual nos lleva a un compromiso basado en la perseverancia en la oración, hacer una buena confesión, invitar a otra persona al grupo y dar más importancia a la Eucaristía dominical. Todo esto vivido en un ambiente de renovación como nos invita el Plan Diocesano de Pastoral (PQ). CANTO: (VEN SEÑOR, NO TARDES. MPC N° 462) 2 8 de diciembre de 2013 SEGUNDO DOMINGO DE ADVIENTO Texto: Mateo 3, 1-12 “Convertíos porque ha llegado el Reino de los Cielos” (3,2 ) 1. INVOCACION AL ESPIRITU SANTO Oración: Espíritu Santo, ven y renueva la faz de la tierra, ilumina nuestras almas con tu luz, imprime tu ley en nuestros corazones, inflámanos con el fuego de tu amor, vuelca en nosotros el tesoro de tus gracias, enséñanos a orar bien. Amén 2. LECTURA (¿Qué dice el texto?) A. Proclamación y silencio - Es importante proclamar el texto en forma clara, dando importancia a lo que se lee y con pausas entre cada acción relatada. - Dejar tiempo para que cada uno lo lea nuevamente en silencio B. Reconstrucción del texto Si es posible, alguna persona puede relatar el texto de memoria. Para profundizar y entender mejor, se pueden utilizar las siguientes preguntas: - ¿Dónde se presentó Juan el Bautista, y qué predicaba? ¿Cómo estaba vestido? ¿Qué comía? ¿Qué hacía con la gente que confesaba sus pecados? - ¿Qué dijo Juan a los fariseos y saduceos que se acercaban a recibir su bautismo? - ¿Para qué y con qué bautizó Juan? ¿Quién es más poderoso que él? Ese más poderoso ¿con qué bautizará? ¿Qué más hará ese más poderoso? C. Ubicación del texto ¿Qué dicen los versículos anteriores y posteriores de nuestro texto? ¿En cuantas partes se divide? Mateo ha organizado su evangelio alternando los hechos con los discursos de Jesús. De esta manera, al referirse al Reino de los Cielos, destaca a Juan el Bautista, quien tiene como misión preparar la venida de Jesús, y es en el desierto donde ejerce este ministerio invitando a sus seguidores s un bautismo de conversión. D. Algunos elementos para comprender el texto Paralelos del texto Comparar con: Mc 1, 1-8; Jn 1,23; 2R 1,8; Jn 5,35; Am 5,18; Rm 9,7-8; Ga 4,21-23 y comentar. - Ideas fundamentales Juan Bautista era el guía de un gran movimiento popular; su mensaje estaba centrado en la inminencia del juicio de Dios, y por eso mismo, en la urgencia de la conversión (metanoia). Su bautismo, un rito de lavado y purificación, era el sello de esta conversión. - El comienzo de la vida pública de Jesús estuvo muy relacionado con el movimiento de Juan. En primer lugar, los primeros cristianos identificaron a Juan con el mensajero del que se habla en el libro del profeta Isaías (cap. 40). Allí se anuncia la buena noticia de la llegada del Reino de Dios. Dios viene como rey para liberar a su pueblo que se encuentra en la esclavitud en un país extranjero, pero antes envía a su mensajero para que proclame que ha llegado el momento de preparar en el desierto un camino para el Señor. Al decir que Juan Bautista es este mensajero, indirectamente se dice que Jesús es Dios y que viene a salvar a su pueblo de la esclavitud y a instaurar su Reino. - En segundo lugar, San Mateo relaciona a Juan Bautista con el profeta Elías. En este texto se dice cómo era la vestimenta de Juan Bautista: una túnica de piel de camello y un cinturón de cuero; en otro lugar de la Biblia (2 Reyes 1,8) leemos que esta era la vestimenta que usaba el profeta Elías. Este era uno de los personajes más notables del Antiguo Testamento, que se distinguió por sus asombrosos milagros y por su violencia contra los paganos. 3 3. 4. - La tradición judía, atestiguada ya en la Biblia, afirma que antes de llegar el Mesías, Dios enviará nuevamente al profeta Elías para que anuncie y prepare su llegada. En otras partes del Evangelio de San Mateo (11,7-15; 17,11), Jesús mismo da testimonio de que este retorno de Elías se ha cumplido en la persona y en el ministerio de San Juan Bautista. De esta manera queda claro que Juan Bautista es el mensajero y precursor del Mesías, y Jesús es el Mesías. San Juan se presenta como el último de los profetas, el que viene a anunciar que ya está por cumplirse todo lo que ha sido anunciado y prometido en los libros de la Antigua Alianza. - Juan Bautista se presenta en la zona desierta (midbar) cercana a Jerusalén, a orillas del río Jordán. Allí cumple su misión de preparar al pueblo para la llegada del Salvador; acompaña los lavados de penitencia con una predicación que amenaza con juicio y castigo. En sus palabras se escucha el eco de muchos profetas del antiguo Testamento que anunciaron el juicio condenatorio de Dios sobre los pecadores. Las imágenes que usa –el hacha puesta en la raíz de los árboles que no den fruto, el fuego inextinguible, la escobilla que separa la paja del trigo– son figuras que inspiran temor. - La Palabra de Dios insiste en dos cosas: Dios ofrece misericordiosamente su perdón, pero para recibirlo, hay que disponerse por medio del arrepentimiento y la penitencia. - Esto se ve en la predicación de San Juan Bautista; él lava a las multitudes que confiesan sus pecados; ellos podrán ser bautizados después por Cristo en el fuego del Espíritu Santo. A los endurecidos e hipócritas les exige que muestren buenas obras que den testimonio de una sincera conversión. Nadie tendrá seguridad en privilegios de raza, de grupo o de apellido; lo que cuenta es “producir el fruto de una sincera conversión”. - La conversión es un cambio profundo de corazón, de la manera de pensar y de actuar, es aprender a sentir, pensar, hablar y actuar en el Espíritu de Jesús. Nada destruye tanto como el pecado, cualquiera que sea su forma: egoísmo, ansias desmedidas de poseer, de gozar, de dominar. La conversión es volver a Dios con todo el corazón y, a la vez, reencontrarse consigo mismo. MEDITACION (¿Qué me dice el texto?) En este segundo domingo de Adviento, el Señor Jesús, por medio de la persona de Juan, nos hace un llamado a entrar en un proceso serio de conversión, dejando nuestros pecados y viviendo en estado de gracia, para prepararnos así a una Navidad en paz. - ¿Qué significa para usted la conversión? - En Adviento ¿de qué me tengo que convertir? - ¿Qué estoy haciendo para que se viva en mi comunidad el Reino de los Cielos? - ¿Soy consciente que mi conversión debe ser ya, radical y con obras? - ¿Estoy haciendo mi examen de conciencia para hacer una buena confesión como medio de conversión? ORACION (¿Qué me hace decir el texto?) Elevar plegarias confiadas al Señor, pidiendo el don de reconocer nuestros pecados e iniciar un proceso serio de conversión en este tiempo de Adviento, como preparación a la venida del Señor. A cada petición responder: Ven Señor Jesús 5. CONTEMPLACION (¿A qué me compromete el texto?) Los participantes del grupo, en un momento de silencio, admiran la presencia de Jesús, hoy que, como Juan el Bautista, nos invita a un cambio radical de vida y un ser protagonistas de un reino de paz, justicia y amor. Para este fin, es necesario un compromiso serio de conversión, con más momentos de oración, confesión, lectura diaria de la Palabra, asistencia al grupo y participación en la Misa Dominical. Todo esto vivido en un ambiente de renovación como nos invita el Plan Diocesano de Pastoral (PQ). CANTO: (HOY PERDONAME, MPC 237) 4