Perdona para perdonado que seas Grande es la misericordia y perdón de Dios. No hay una sensación mas buena que la que se siente cuando sabemos que tenemos el perdón de Dios porque sabemos que con ese perdón lo tenemos todo y sin él no tenemos nada. El perdón de Dios es gratis pero no es incondicional. Para recibir el perdón de Dios debemos pedírselo a Dios y perdonar a otros. Jesús nos manda a orar diciendo “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.” (Mateo 6:12) y añade: “Porque si perdonáis a los hombres perdonará también a vosotros vuestro más si no perdonáis a los hombres sus vuestro Padre os perdonará vuestras 6:14-15 sus ofensas, os Padre celestial; ofensas, tampoco ofensas”. Mateo Este es un buen momento para pensar si hay alguien a quien no has perdonado. No importa que tan serio fuera el mal que te hizo o quien tuvo la culpa. El perdón no es un sentimiento por lo tanto no puedes esperar a que sientas ganas de perdonar. El perdón es una decisión consciente del intelecto, tú decides hacerlo en obediencia a Dios o no hacerlo en desobediencia a el. Prepara una lista de todas las personas a quienes no has perdonado por la razón que sea y con tu boca habla y di: “Hoy decido de corazón perdonar a (inserta nombre de la persona) por (lo que paso) y lo bendigo en el nombre de Jesús para que le vaya bien en todo. Y si me vuelve a ofender le volveré a perdonar todas las veces que sea necesario”. Llévalo un poco más allá y haz algo que beneficie a quien perdonaste para que no tengas duda de que tu perdón es genuino. Puedes hacer esto en privado si no te atreves o no puedes decírselo directamente a la otra persona. Te aseguro que sentirás una gran sensación de liberación y paz en el momento que lo hagas. Piensa en esto, si Dios siendo El Perfecto y Todopoderoso no tenia porque perdonarnos a nosotros que somos pecadores se humillo para poder darnos su perdón ¿por qué no has de perdonar tú a otros? Yo digo que si esto es así la persona que se niega a perdonar a otros se cree que es mejor que Dios. Entonces podemos decir que el obstáculo más grande al perdón es el orgullo. El orgullo también es pecado por lo tanto no perdonar es un pecado múltiple. No perdonar es un pecado de rebeldía y desobediencia a Dios y orgullo. Perdónalo todo para que seas perdonado. Tu salvación depende de eso. Esta es la marca de un verdadero cristiano. Los dos deudores Por lo cual el reino de los cielos es semejante a un rey que quiso hacer cuentas con sus siervos. Y comenzando a hacer cuentas, le fue presentado uno que le debía diez mil talentos. A éste, como no pudo pagar, ordenó su señor venderle, y a su mujer e hijos, y todo lo que tenía, para que se le pagase la deuda. Entonces aquel siervo, postrado, le suplicaba, diciendo: Señor, ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda. Pero saliendo aquel siervo, halló a uno de sus consiervos, que le debía cien denarios; y asiendo de él, le ahogaba, diciendo: Págame lo que me debes. Entonces su consiervo, postrándose a sus pies, le rogaba diciendo: Ten paciencia conmigo, y yo te lo pagaré todo. Más él no quiso, sino fue y le echó en la cárcel, hasta que pagase la deuda. Viendo sus consiervos lo que pasaba, se entristecieron mucho, y fueron y refirieron a su señor todo lo que había pasado. Entonces, llamándole su señor, le dijo: Siervo malvado, toda aquella deuda te perdoné, porque me rogaste. ¿No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti? Entonces su señor, enojado, le entregó a los verdugos, hasta que pagase todo lo que le debía. Así también mi Padre celestial hará con vosotros si no perdonáis de todo corazón cada uno a su hermano sus ofensas. – Mateo 18:23-35 Recuerda que el perdón no es un sentimiento. Si esperas a sentir ganas de perdonar nunca pasara porque los deseos de la carne se opondrán a esto continuamente, simplemente decides consiéntete hacerlo, lo declaras con tu boca y lo demuestras. El sentimiento vendrá al final después de la acción. Recuerda pedir perdón a quien hayas ofendido o a quien tenga algo contra ti aunque no haya sido culpa tuya (Mateo 5:22-24). Dios exaltara a quien sigue su ejemplo y se humilla a si mismo. Entonces se le acercó Pedro y le dijo: Señor, ¿cuántas veces perdonaré a mi hermano que peque contra mí? ¿Hasta siete? Jesús le dijo: No te digo hasta siete, sino aun hasta setenta veces siete. Mateo 18:21-22 El perdón libera