MORATINOS EXPLICA EN EL SENADO SU PLAN DE LEGISLATURA Ocurrió el jueves 26 de Junio. El ministro Miguel Angel Moratinos explicó en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado su plan para la 9ª Legislatura. De ella entresacamos el diálogo con el representante del PNV. La señora PRESIDENTA: Muchas gracias, señor Torres i Torres. En nombre del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas Vascos, tiene la palabra el señor Anasagasti. El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Muchas gracias, señora presidenta. Señor ministro, iniciamos la IX Legislatura y cada vez se parece usted más a aquel ministro de Asuntos Exteriores alemán, Hans Dietrich Genscher, que decía que se parecía a Dios porque estaba en todas partes, y Genscher le ganaba porque había estado él antes. Ojalá siga usted con ese criterio y, sobre todo, siga acudiendo a esta Comisión de Asuntos Exteriores del Senado, porque es usted un ministro inédito en comparación con otros anteriores. Sin embargo, no le alabo su pituitaria política en el sentido de que, como recordará, en la comisión mixta me dijo que el sí en Irlanda iba a ganar. ¿Se acuerda, señor ministro? (El señor ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Moratinos Cuyaubé: Sí.) Confío en que no haya hecho ninguna premonición ni ningún pronóstico para el partido de esta noche. (El señor ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Moratinos Cuyaubé: Sí la he hecho.-Risas.) Irlanda dijo NO Fíjese lo que ocurrió. De todas maneras estamos en una Europa a dos velocidades y tenemos al presidente checo, Vaclav Havel, diciendo que el europeísmo es como el esperanto, una lengua artificial, y que el tratado no puede entrar en vigor. Sin embargo, usted propicia políticas más comunitarias y, además, recuerda que son más los países que han ratificado el tratado que los que se han opuesto, y el caso concreto es Irlanda; es más, la noticia de ayer fue que un juez en Gran Bretaña había dado el visto bueno a la ratificación británica. Por lo tanto, creo que Irlanda no puede frenar la Constitución europea. No se puede oxidar la idea europea. Europa tiene que seguir siendo y sobre todo reforzando su posición como actor mundial y contribuir a resolver los problemas del mundo, porque, señor ministro, usted mejor que nadie sabe que es una entidad política insignificante. Tiene una moneda fuerte, es un gigante económico, pero sigue siendo un enano político. Pero el mundo no espera, sobre todo el asiático. Por lo tanto, todo lo que hagan para forzar que el Tratado de Lisboa se lleve a efecto nosotros lo apoyaremos porque creemos que toda superestructura necesita una comunidad que la sustente; no solamente se puede basar en el juego de intereses. Cuando se inició la anterior legislatura usted dijo que España tenía que estar en el corazón de Europa, pero yo creo que no lo ocupa. En el corazón de Europa siguen estando Alemania y Francia y el peligro que corremos si no prospera el Tratado de Lisboa es que España se quede en los aledaños de ese corazón de Europa; no sé dónde quedará, quizá en la vena cava inferior, pero no en el corazón de Europa. Reforma del Servicio Exterior Señor ministro, hace cuatro años, el 25 de junio de 2004, se creó la Comisión especial para la Reforma Integral del Servicio Exterior, presidida por un embajador que tenía un nombre muy sonoro, Melitón Cardona, y usted conoce mejor que nadie lo que hay detrás de esta comisión que no funcionó. Era una comisión interministerial, y quizá hubiese sido mejor una oficina técnica que analizara el estado de los servicios en el exterior. Además, en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso de los Diputados se creó una subcomisión y ahí cometió un fallo, tenía que haberla creado en el Senado. Ante ese apunte tímido que ha hecho sobre que abordará esta cuestión, le ofrecemos nuestro apoyo pero si de verdad quiere que funcione le recomendamos que cree esa subcomisión de Asuntos Exteriores en el Senado; ya verá como funciona, igual a como ha sucedido con otras cuestiones. Podemos plantear la coordinación, la financiación, la gestión del personal, los tratados, la acción exterior de las comunidades autónomas, que cada vez tienen más importancia, el servicio exterior de la Unión Europea y la diplomacia parlamentaria. Hay mucha duplicidad y creo que hay que abordar este asunto. Pero, sobre todo, creo que hay que reforzar el Parlamento en materia de política exterior. Usted ha sido un propiciador, aunque no lo ha querido plantear hoy, de que los embajadores antes de ser destinados, se sometan a una cuestión de idoneidad en los nombramientos. Desde luego, si el embajador en Estados Unidos se hubiera sometido a ese dictamen de idoneidad, nosotros ya le hubiéramos dicho al señor Dezcallar alguna cosita. Ojalá lleve a cabo usted esta idea porque nos parece acertada y, sobre todo, porque salpicadamente vemos noticias que reafirman nuestra postura. Por ejemplo, parece ser que el Consejo de Ministros ha aprobado la creación de 25 consejerías de Interior en 25 misiones diplomáticas de España en el exterior; consejerías que dependen del Ministerio de Interior, de su Dirección General de Relaciones Internacionales y Extranjería. Creo que ese tipo de cosas hay que hablarlas, en una reforma en política exterior se tienen que plantear. ¿Cuál va a ser a futuro el papel del Instituto Cervantes? ¿Se va a plantear solamente como enseñanza y difusión del castellano o también va a tener una vertiente cultural? Creo que hay muchas cosas de las que hablar, y ojalá usted nos plantee esa reforma del Servicio Exterior cuanto antes. Zapatero anunció su Política Exterior Yo estuve en el Museo del Prado cuando, invitados por el Real Instituto Elcano, el presidente del Gobierno hizo una serie de planteamientos sobre la política exterior. Me llamó la atención lo que dijo sobre que antes de acabar el año elaboraría un plan nacional de derechos humanos. En su intervención usted no ha avanzado nada sobre su contenido ni sobre su finalidad, pero pretenden impulsar la creación de una comisión internacional que vele por la abolición universal de la pena de muerte. Me llamó la atención la rotundidad con que el presidente del Gobierno dijo que para él España significa tres cosas: justicia, humanidad y solidaridad. Suena muy bien, ¿pero cómo lo va a llevar a la práctica? Porque no solamente hay que enunciarlo verbalmente, lógicamente esas palabras tienen que ir acompañadas de hechos. Por ejemplo, vemos que el ministro de Asuntos Exteriores chino define España como el mejor amigo de China en Europa, a cuenta de las reticencias que han tenido ustedes para recibir al Dalai Lama en su visita aquí o quizá porque España no ha sido uno de los países más beligerantes ante un posible boicot a los juegos olímpicos; vemos cómo China incumple sistemáticamente -ayer o anteayer tuvimos ocasión de comprobarlo- la Declaración Universal de los Derechos Humanos o cómo llevaron la antorcha olímpica al Tíbet -si no quieres taza, taza y mediafrente al palacio de Potala. Y, ante ese tipo de cosas, España se calla. Si España significa justicia, humanidad y solidaridad, una palabrita no hubiera estado nada mal. Defensa de los Derechos Humanos Ese elevado tono ético y moral está bien y nosotros lo apoyamos, pero luego vemos cosas como lo de Guinea, donde se ha trasladado una delegación de observación del Congreso de los Diputados y ni siquiera se ha emitido un comunicado valorando unas elecciones que han sido fraudulentas. No existe un incipiente proceso de democratización de Guinea Ecuatorial y no hay ningún compromiso ético por parte del régimen de Obiang. Entiendo que hay un conflicto entre principios e intereses, pero hay que apoyar más a la oposición y denunciar que han sido unas elecciones corruptas y fraudulentas, y que solamente es elegida una persona de la oposición, es decir, si eso tiene algo que ver con la democracia pues que venga Dios y lo vea. Pero en este momento en Zimbabue hay una situación de conflicto. Yo no quiero equiparar la situación de Guinea con la de Zimbabue, sin embargo ahí tiene usted a Gran Bretaña mostrándose muy beligerante ante lo que está ocurriendo en este momento en su antigua colonia Rodesia, en Zimbabue. Una palabra sobre Guantánamo, tampoco estaría mal. Son 280 los presos que están allí; llevan seis años encerrados; son detenidos antipáticos, pero son presos que tienen derechos y están allí sin juicio. Por tanto, está bien ese enunciado sobre lo que tiene que ser la política exterior española en relación con los derechos humanos, pero hay que llevarla a la práctica. El Sahara Una palabra sobre el Sahara. El Polisario está rechazando al mediador de Naciones Unidas porque le está acusando de favorecer a Marruecos y, además, está utilizando un símil que yo creo que es muy gráfico, es decir, un partido de fútbol; el árbitro en lugar de ser un dirimente entre los dos equipos, resulta que le está diciendo a un equipo que se retire del juego y está alentando al otro equipo a que meta goles. Ese es el símil que utilizó. Yo creo que es un buen símil. Hay un bloqueo total en la situación del Sahara. Yo le recuerdo a usted hace cuatro años mucho más entusiasta con este asunto; quizás usted cuatro años después esté mucho más escaldado y tenga que ser más prudente pero indudablemente hace falta coger esta bandera y esgrimirla con fuerza. Además este verano en muchos hogares de España van a estar presentes esos niños saharianos. Por tanto, no podemos seguir teniendo ese doble lenguaje. Naciones Unidas Sobre Naciones Unidas, que ha apuntado el señor Muñoz-Alonso, efectivamente es una situación de absoluto bloqueo. Vea usted el caso que ha hecho la dictadura birmana al Secretario General de Naciones Unidas. Igual algo han hecho, pero la verdad es que Naciones Unidas -y yo lo siento muchoes un gran dinosaurio de la política internacional, que no tiene ninguna virtualidad, no funciona. Indudablemente tiene que existir, pero como existe en la actualidad, es un recurso, pero nada más. América Latina Respecto a América Latina, usted se ha referido a las cumbres, pero están surgiendo nuevas plataformas, Unasur, concretamente, movido por una serie de países, queriendo iniciar una construcción sudamericana o centroamericana como remedo de la Unión Europea. Yo creo que ese es un nuevo reto que tiene España. Me gustaría preguntarle -y es una pregunta retórica que le hago siempre- si cree usted que el foro parlamentario iberoamericano tiene futuro o si es un arroz con pollo en el cual están muchos parlamentos, hace una declaración al año, no va a funcionar más o se va a quedar a ese nivel. En relación a Venezuela, por lo menos tenemos un cierto avance con respecto a hace un tiempo. No está el embajador Morodo, cosa que yo creo que es un avance sustancial y, por tanto, no le voy a dar la tabarra con ese asunto. Hay un gran profesional, que es Dámaso de Lario, pero yo sé que usted acaba de estar en Caracas, luego ha estado en Bogotá, y de alguna manera está preparando un viaje del presidente Hugo Chávez -que va a visitar la Expo de Zaragoza- a Madrid. El presidente Hugo Chávez está políticamente tocado porque en la computadora de Raúl Reyes han encontrado información que le perjudica gravemente. Y le recuerdo, simplemente, señor ministro, que en Venezuela hay en noviembre elecciones. No hagan nada que le dé demasiada legitimidad y cobertura ante una oposición que en este momento se está agrupando, porque también una de las cosas que siempre se ha pedido en relación con la oposición es que esté unida y pueda hacer planteamientos conjuntos. No le bendiga usted demasiado; yo lo único que le pido es eso, no le bendiga usted demasiado. Y en relación con Bolivia, fíjese lo que está ocurriendo; hay cuatro regiones que se han declarado autónomas, que es el 79 por ciento de la población y yo creo que es un proceso que se le ha ido de las manos a Evo Morales. Creo que el Estado español podía haber tenido algún tipo de influencia en relación con Bolivia. Africa Termino haciendo una reflexión relativa a sus declaraciones en el Instituto Elcano, en diciembre de 2005, sobre un compromiso ético y político en relación a África y sobre que en estos años han hecho cosas. El presidente en esta conferencia ha anunciado una serie de viajes y apuestas, nueva apertura de embajadas, pero ha seguido aumentando la inmigración subsahariana porque fundamentalmente la mejor ayuda a África es la lucha contra la pobreza y la corrupción. Usted en enero de este año ha estado en Etiopía y comprometió 30 millones de euros para prevenir conflictos; y según las necesidades de la población es una cantidad escasa porque esto tiene que ser un compromiso sobre todo de la Unión Europea. Me imagino que usted suscribirá cualquier tipo de iniciativa en los acuerdos que pueda tener la Unión Europea al respecto porque esto no puede resolverlo un país europeo sólo, sino que tiene que ser una política común. Exilio Finalizo, señor ministro, usted tuvo sensibilidad en relación con una iniciativa que nosotros tomamos para recordar que en México se había creado en el exilio el Gobierno de la República, y se organizó un recuerdo a la figura del presidente Martínez Barrio y lo que significó aquello. No se ha hecho nada para recordar el 60 aniversario del movimiento europeo, que se creó en La Haya hace sesenta años, a iniciativa de los países europeos que veían que Europa no podía seguir así y se tenía que unir, y empezaron por el carbón y por el acero. Ustedes han aprobado hace dos consejos de ministros incrementar el Fondo ADAI, que es una ayuda al desarrollo de los archivos iberoamericanos y su origen está en una cumbre iberoamericana, concretamente la de Margarita, fundamentalmente para la difusión de la memoria histórica. Le recuerdo, señor ministro, que el año que viene se van a cumplir setenta años del inicio del exilio americano y que no estaría nada mal que desde su ministerio también se abordara este asunto que es propio de esta memoria y sobre todo para que no se pueda a volver a repetir una situación tan penosa como la que vivió una serie de gente hace setenta años. Tiene la palabra el Ministro de Asuntos Exteriores Muchas gracias, señora presidenta. Al senador Anasagasti le agradezco su cita de Genscher y le voy a devolver otra, lo que decía Genscher sobre la diplomacia. Decía que era un patinoire, patinando todo parece que va dulcemente pero un gesto o un mal pie puede terminar con un resultado bastante impactante. Sé que en diplomacia hay que patinar con serenidad y dulzura. Desde luego, le agradezco su intervención. Coincido con el análisis que ha hecho sobre el momento europeo que vivimos y en que tenemos que superar esa situación de ser gigante económico pero a la vez enano político. En este sentido, el Tratado de Lisboa al menos nos da unos instrumentos para jugar un papel mucho más activo en la comunidad internacional. Vamos a aprovechar el Tratado de Lisboa para ampliar al máximo las capacidades que tiene en la dimensión exterior de la Unión. No comparto su opinión acerca de que España no está en el corazón de Europa. Desde luego, sí le puedo decir que ninguna decisión importante que afecte a Europa puede hoy tomarse sin el apoyo español, sean cuestiones financieras, de seguridad, migratorias, energéticas. Lógicamente, no somos Alemania y Francia pero tenemos nuestra capacidad y, sobre todo, nuestra flexibilidad para apoyarnos en unos y otros porque tenemos una geometría variable y diferente en la Europa de los Veintisiete. Reforma del Servicio Exterior Le agradezco su oferta y reconozco que en la Comisión de Asuntos Exteriores siempre se plantean ideas nuevas e iniciativas. Estoy encantado de poder proponer que se cree una subcomisión para la reforma del Servicio Exterior porque estoy de acuerdo con su señoría en que son muchos los temas que debemos abordar en esa reforma. No soy tan negativo respecto a lo que fue la comisión interministerial de reforma. Supimos trasladarle el informe, porque hizo un fantástico diagnóstico de la situación del Servicio Exterior, que en septiembre de 2006 nos permitió aprobar en Consejo de Ministros una serie de medidas concretas, lo que hizo posible reforzar la acción exterior con la apertura de 13 embajadas, mejorar el estatuto de nuestros trabajadores, de los laborales y el conjunto de los recursos humanos del ministerio, pero todavía, lógicamente, tenemos que adaptarnos a los retos del siglo XXI. Actores diferentes, diplomacia pública, actores empresariales, diplomacia parlamentaria. Estoy de acuerdo en que la diplomacia parlamentaria necesitaría tener un protocolo, un régimen de actuación que hoy día no tiene. Sigo con la intención de que los embajadores -ya veremos cuándo lo ponemos en marcha- puedan comparecer y ser escuchados, una vez nombrados, en la Comisión de Asuntos Exteriores del Senado y del Congreso. Así, los diputados y senadores podrán preguntarles e interesarse sobre el plan y el proyecto con el que el jefe de misión se desplaza a su nuevo destino. Derechos Humanos Es cierto que el presidente del Gobierno habló de un plan nacional de derechos humanos. Ya está prácticamente cerrado y queremos concluirlo con ocasión del 60 aniversario, en noviembre, de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Desde luego, recogerá una referencia muy clara, muy concreta y muy específica a la moratoria de la pena de muerte y su abolición. Su reflexión sobre los derechos humanos, señoría, es absolutamente necesaria e importante, pero ha de saber que, aparte de la actuación declarativa del Gobierno -y no creo que haya dificultad porque en nuestras intervenciones públicas, de presentación del programa del Gobierno o en intervenciones en conferencias nos referimos a la defensa, promoción y fomento de los derechos humanos-, está la actuación práctica. Le puedo garantizar que con esta actuación práctica el Gobierno está plenamente comprometido, sea en lugares como China, norte de África, Marruecos, Sahara, etcétera. Lo que ocurre es que hay distintas maneras de obtener resultados, y puedo mencionarle el caso de Guinea. El Senado y el Congreso de los Diputados pueden hacer las denuncias y declaraciones que estimen oportunas sobre el nivel de respeto y de protección de los derechos humanos en los distintos lugares, pero el Gobierno tiene que obtener resultados. Y los resultados se logran a través de un diálogo crítico, constructivo y a veces discreto con todas las autoridades. Guinea Ecuatorial Y en algunos casos, no digo en todos, se obtienen resultados, como sucedió con Guinea Ecuatorial, donde se ha pasado la moratoria de la pena de muerte y se han liberado 35 disidentes, aunque lógicamente nuestra preocupación es que se establezca el sistema plural, democrático y representativo que todos deseamos. Como ya he dicho en varias ocasiones, en el caso de Guinea Ecuatorial es necesario aplicar una verdadera política de Estado, un compromiso serio. No hay dificultades en lo que se refiere al conflicto de intereses y principios. En Guinea Ecuatorial la presencia española todavía es muy poco importante a nivel económico y empresarial; no estamos defendiendo ninguna empresa, ninguna intervención inversora. Lo que estamos defendiendo es la estabilidad de un país, de un régimen que le permita avanzar en el proceso democratizador. Y eso es lo que tratamos de hacer con mayor o menor éxito, pero siempre con la voluntad de que toda la sociedad española, y sobre todo la España del siglo XXI, entre por fin en Guinea Ecuatorial y que tengamos esa capacidad de influencia con la sociedad civil, con las instituciones, con la Administración. Desgraciadamente, todavía no hemos alcanzado el nivel de interlocución y de influencia suficiente en Guinea Ecuatorial. No tengo ninguna dificultad en condenar Guantánamo. Lo ha dicho el presidente del Gobierno en distintas ocasiones, es un anacronismo. Así pues, repito, no tenemos ninguna dificultad en condenarlo. Sobre el Sahara vuelvo a decir lo mismo. Creo que tenemos posiciones que quizá no se explican lo suficiente. Lo que deseamos es que ese diálogo directo funcione lo mejor posible entre el Frente Polisario y Marruecos. Sahara y Magreb No he perdido entusiasmo, señor Anasagasti, sobre el Sahara y el Magreb, lo que pasa es que tenemos dificultades ante la falta de diálogo y de interlocución entre Argelia y Marruecos, pero le he dicho al comienzo de esta legislatura, y lo confirmo aquí de nuevo, que aunque hay prioridades y prioridades, lógicamente la prioridad existencial es Unión Europea, pero posteriormente el Magreb constituye una de las prioridades del Gobierno, dentro de muy pocos días iniciaré una gira por todos los países del Magreb para poder tomar el pulso a la situación en los distintos países y buscar ideas y propuestas que puedan favorecer la integración magrebí y facilitar el diálogo y la solución definitiva al problema del Sahara occidental. Chávez Por lo demás, mi viaje a Venezuela es un viaje de normalización, de defensa de nuestros intereses y para retomar el diálogo con las autoridades venezolanas. El presidente Hugo Chávez ha mostrado su interés en venir a la Expo de Zaragoza. No tenemos todavía fecha de su visita, pero en caso de que venga será absolutamente bienvenido -así se lo expresé en mi entrevista con él-. Somos conscientes de que habrá elecciones en noviembre y, por tanto, deseamos que se puedan celebrar con el mayor grado de transparencia y seguridad. Exilio Le haré un último comentario. Siempre le agradezco su recordatorio en relación con los distintos aniversarios, ya sea del exilio o de Salvador de Madariaga; esto ayuda al ministerio a estar en el día a día y no perder la perspectiva histórica, y le garantizo que haremos todo lo necesario para organizar este tipo de celebraciones. Haré un comentario muy breve sobre África. Como sabe, había un vasco muy africano, Iradier, que fue por ese continente y muchas de las ONG actuales se inspiran en la aventura de ese gran vasco. Ahora tenemos un continente africano que nos reclama y vamos a intentar responder. El señor ANASAGASTI OLABEAGA: Gracias, señora presidenta. En relación con la iniciativa tanto del portavoz del Grupo Parlamentario Catalán en el Congreso como en el Senado, el senador Vilajoana, relativa a la ratificación del tratado, simplemente quiero recordar que cuando se aprobó el famoso tratado constitucional España fue la primera que organizó el referéndum, porque quería enviar un mensaje positivo, que luego se estropeó con el referéndum francés y el holandés. Sin embargo, en esta oportunidad hemos estado muy renqueantes, muy tranquilones y al final se va a tener que habilitar el mes de julio para celebrar un pleno -usted sabe que el día 30 acaba la actividad de este periodo de sesiones-. Por nuestra parte nos parece una buena idea, sobre todo porque en un momento en el que la Unión Europea está atravesando una situación difícil, es bueno enviar mensajes positivos más que negativos. Por tanto, bienvenido sea. Irlanda En relación con lo que usted ha dicho sobre el tema irlandés, cada país tiene la constitución que tiene; Irlanda ratifica con referéndum la consulta popular y usted sabe que no es mala, pero lo que ocurre es que cuando uno toma una decisión de esa envergadura tendría que saber que no se pueden tomar ese tipo de decisiones gratuitamente, porque si uno dice que no, y es gratis, al final está toda la Unión Europea pendiente de eso. Es decir, ustedes no han estado muy finos a la hora de explicárselo a Irlanda, porque yo estoy seguro de que si Irlanda hubiera sabido que su no tendría consecuencias económicas, políticas e institucionales, hubiera reaccionado de una manera totalmente distinta. Por tanto, ahí ha habido algo que no ha funcionado demasiado bien. Derechos Humanos En cuanto a lo que usted ha apuntado sobre los derechos humanos, entiendo que la diplomacia tiene que ser discreta, y en ocasiones secreta, pero también los mensajes tienen que tener una cierta dimensión. Verbalizar que una de las banderas más importantes es la defensa de los derechos humanos y de unos planteamientos absolutamente éticos ayuda mucho en el lenguaje internacional. La canciller Merkel, si algo ha tenido, es que ha sido muy clara con respecto a Guantánamo y China; eso ha tenido unas repercusiones incluso perjudiciales para la economía alemana, pero ha querido dar ese mensaje. En definitiva, mi grupo parlamentario ha observado que el presidente Zapatero tiene un discurso ético en el Instituto Elcano, en el Congreso de los Diputados, pero públicamente hace falta una mayor contundencia. Esto es simplemente lo que quería mostrarle, señor ministro. Muchas gracias, señora presidenta.