I SUBSIDIO DIOCESANO: “ENCUENTRO FORMATIVO MISIONERO” Para animarnos a responder a la llamada de la Iglesia diocesana de realizar una acción misionera en el año 2015 que reimpulse la misión cotidiana y permanente en toda su extensión territorial y ambiental acercamos con mucha humildad este 1er. subsidio para revisar lo que vivimos y entendemos de la misión que nos hace participes el Señor como cristianos, comunidades, parroquias, movimientos, escuelas a fin de anunciar la vida nueva, verdadera y plena en Él. Jugando los llamaremos: QUE-CO-PA-CU-CON-POR. …de la misión QUÉ: DE LA MISIÓN CÓMO: DE LA MISIÓN CUANDO: DE LA MISIÓN PARA: QUÉ DE LA MISIÓN CON: QUIÉNES LA MISIÓN POR: QUÉ HOY LA MISIÓN *Queremos también ofrecer luego otros subsidios con los contenidos (temática-mensaje) para la acción misionera diocesana del 2015, que trataran sobre las presencias del Señor vivo y resucitado: En y a través del Santo Espíritu, en la Iglesia, en los hermanos en especial en los pequeños, los pobres, los sufrientes; en la Palabra de Dios, en los Sacramentos, la Eucaristía, el compromiso social – político…De aquí que anunciemos un Dios en la persona de Jesús, cercano y dador de Vida… ¡Señor, queremos ver a Jesús! Participando de la de la misión de Cristo Jesús en su Iglesia El “QUÉ” de la misión La vida que se nos es dada por Dios viene con un misterio, la propia misión. Dios nos regalo junto a la vida la posibilidad de desarrollarla con un sentido y este sentido en la vida es la misión. A lo largo de la vida esa misión se va revelando si somos dóciles a sus señales y a los que nos sugieren los que nos educan y acompañan. A veces resulta difícil para muchos descubrir esa misión por que no han tenido una buena experiencia en su educación y acompañamiento o directamente casi han carecido de ellas. En la vida cristiana sucede de igual manera; nadie conocerá quien es Dios verdaderamente ¿Dónde esta? ¿Cómo encontrarlo? ¿Cómo actúa? si es que no se lo enseña alguien, o si no esta compartiendo con una comunidad de fe, si no ha encontrado un referente de la fe cristiana que muestre con su vida lo que esta tiene que ofrecer. ¿Somos concientes que es gracias a alguna persona cristiana o a una comunidad de fe que hemos conocido al Señor y que si no es así seria difícil encontrarlo? -COMPARTIMOSENSEÑANZA DE IGLESIA: CARTA ENCÍCLICA “REDEMPTORIS MISSIO” CAPÍTULO 1 4. La misión universal de la Iglesia nace de la fe en Jesucristo, tal como se expresa en la profesión de fe trinitaria: « Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos... Por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo y, por obra del Espíritu Santo, se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre ». En el hecho de la Redención está la salvación de todos, « porque cada uno ha sido comprendido en el misterio de la Redención y con cada uno Cristo se ha unido, para siempre, por medio de este misterio ».Sólo en la fe se comprende y se fundamenta la misión. 7. La urgencia de la actividad misionera brota de la radical novedad de vida, traída por Cristo y vivida por sus discípulos. Esta nueva vida es un don de Dios, y al hombre se le pide que lo acoja y desarrolle, si quiere 1 realizarse según su vocación integral, en conformidad con Cristo. El Nuevo Testamento es un himno a la vida nueva para quien cree en Cristo y vive en su Iglesia. La salvación en Cristo, atestiguada y anunciada por la Iglesia, es auto comunicación de Dios: « Es el amor, que no sólo crea el bien, sino que hace participar en la misma vida de Dios: Padre, Hijo y Espíritu Santo. En efecto, el que ama desea darse a sí mismo » Escuchamos la enseñanza de nuestro Papa Francisco (E.G.) MISIONAR - PRIMERIAR 24. La Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan. «Primerear»: sepan disculpar este neologismo. La comunidad evangelizadora experimenta que el Señor tomó la iniciativa, la ha primereado en el amor (cf. 1 Jn 4,10); y, por eso, ella sabe adelantarse, tomar la iniciativa sin miedo, salir al encuentro, buscar a los lejanos y llegar a los cruces de los caminos para invitar a los excluidos. Vive un deseo inagotable de brindar misericordia, fruto de haber experimentado la infinita misericordia del Padre y su fuerza difusiva. ¡Atrevámonos un poco más a primerear! Como consecuencia, la Iglesia sabe «involucrarse». Jesús lavó los pies a sus discípulos. El Señor se involucra e involucra a los suyos, poniéndose de rodillas ante los demás para lavarlos. Pero luego dice a los discípulos: «Seréis felices si hacéis esto» (Jn 13,17). La comunidad evangelizadora se mete con obras y gestos en la vida cotidiana de los demás, achica distancias, se abaja hasta la humillación si es necesario, y asume la vida humana, tocando la carne sufriente de Cristo en el pueblo. Los evangelizadores tienen así «olor a oveja» y éstas escuchan su voz. Luego, la comunidad evangelizadora se dispone a «acompañar». Acompaña a la humanidad en todos sus procesos, por más duros y prolongados que sean. Sabe de esperas largas y de aguante apostólico. La evangelización tiene mucho de paciencia, y evita maltratar límites. Fiel al don del Señor, también sabe «fructificar». La comunidad evangelizadora siempre está atenta a los frutos, porque el Señor la quiere fecunda. Comentamos en que nos iluminan estas enseñanzas de nuestra Iglesia en la persona de estos Papas. *SUGERENCIA PODEMOS PONER EN UN AFICHE LA PALABRA “PRIMERIAR” EN EL CENTRO DEL AFICHE Y ANOTAR LO QUE VAMOS ENTENDIENDO DE LO QUE NOS ENSEÑA EL PAPA FRANCISCO SOBRE LA MISION EVANGELIZADORA. Leemos con apertura de fe el Anuncio del Santo Evangelio según San Juan Cap. 12 20. Entre los que habían subido para adorar durante la fiesta, había unos griegos 21. que se acercaron a Felipe, el de Betsaida de Galilea, y le dijeron: «Señor, queremos ver a Jesús». 22. Felipe fue a decírselo a Andrés, y ambos se lo dijeron a Jesús. 23. Él les respondió: «Ha llegado la hora en que el Hijo del hombre va a ser glorificado. 24. Les aseguro que si el grano de trigo que cae en la tierra no muere, queda solo; pero si muere, da mucho fruto. 25. El que tiene apego a su vida la perderá; y el que no está apegado a su vida en este mundo, la conservará para la Vida eterna. 26. El que quiera servirme, que me siga, y donde yo esté, estará también mi servidor. El que quiera servirme, será honrado por mi Padre. Leemos nuevamente el texto: Y tratamos de retener lo que nos dice Lo leemos otra vez ¿Qué nos cuenta el texto? Meditamos. ¿Qué nos dice? COMENTARIO: Como vemos en el relato del Santo Evangelio, estos griegos al saber algo del Señor, tener alguna que otra noticia, lo buscan personalmente. Pero no se encuentran con el directamente, se encuentran con uno de sus discípulos: Felipe. Es conmovedor como estos hombres que a pesar de ser paganos, se los ve deseosos de conocer a Jesús e intuyen que él los acercara a Dios mismo. (Además se nota que si están presentes en esta fiesta de la religión de los judíos es por que simpatizan con su fe y quieren ser parte) Ellos hacen un pedido al discípulo y este pedido parece transformarse en una oración hecha al Señor por intermedio de este: Señor, queremos ver a Jesús 2 Sabemos que todo cristiano por la fe y su bautismo hace presente al Señor y esta llamado a darlo a conocer. Esta oración-pedido es un reclamo que hacen muchos, que como ayer, saben que Jesús es una propuesta de vida plena en Dios que no se pueden perder. Dice el texto que Andrés el primero que encontraron (que casualmente fue el primero que encontró el Señor y lo llamo a su seguimiento) fue a buscar a otro discípulo que era Felipe y que ambos fueron, intercedieron ante el Señor para que este se encontrara personalmente con estos griegos. Nos cabe una reflexión importante: Que valioso es que hoy como ayer tengamos la posibilidad de que alguien o algunos nos ayuden a encontrar al Señor, facilitándolo todo lo que puedan. Esta es la Iglesia, la que puede y debe compartir con alegría esta noticia feliz de que el Señor esta con nosotros, nos salva, y da vida plena. El Señor en el texto luego hace referencia a su entrega de muerte en cruz y su resurrección, por que ahí esta la razón y la causa de la vida nueva y abundante que quiere darnos entregándose todo por nosotros, por todos sin exención. ¿Hoy buscan al Señor? ¿Lo vemos de alguna manera? ¿Cómo? ¿He sabido compartir mi fe en Cristo? ¿De qué manera? ¿Será importante sumarnos a una acción misionera de toda la Iglesia diocesana de Morón? ¿Qué puede aportar? –COMPARTIMOSSan Juan Pablo II, R. M. 1. La misión de Cristo Redentor, confiada a la Iglesia, está aún lejos de cumplirse. A finales del segundo milenio después de su venida, una mirada global a la humanidad demuestra que esta misión se halla todavía en los comienzos y que debemos comprometernos con todas nuestras energías en su servicio. Es el Espíritu Santo quien impulsa a anunciar las grandes obras de Dios: « Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe: Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio! » (1 Cor 9, 16). Podemos poner un rostro de Jesús y rezar en torno a esta imagen con la frase: Señor, queremos ver a Jesús TERMINAMOS REZANDO LA ORACIÓN POR LA ACCIÓN MISIONERA DEL 2015 Jesucristo, “Hijo y enviado del Padre, Resucitado, que eres nuestra feliz esperanza”: Envíanos a iluminar como tú iluminas, Envíanos a bendecir como tú bendices, Envíanos a sanar como tú sanas, Envíanos a liberar como tú liberas, Envíanos a ser pan como tú lo eres, Envíanos a ser comunión como tú lo eres, Envíanos a entregarnos como tú te entregas, Envíanos a dar vida como tú das vida. Señor: si tú nos envías viviremos la alegría de la misión, Si tú nos envías no nos desanimaremos, Si tú nos envías nos abrazaremos a la oración, Si tú nos envías Mamá María vendrá con nosotros… Si tú nos envías saldremos al encuentro de los que sufren, Si tú nos envías amaremos… Porque misionando se ama y amando se da Vida… Jesucristo, “Pan de Vida y comunión para el pueblo”: Que en tu Iglesia de Nuestra Señora del Buen Viaje de Morón, Seamos para nuestra Patria, mesa y lugar de tu consuelo, sanación, y reconciliación, vivo testimonio de tu justicia, misericordia y paz. Virgen del Buen Viaje que crezcamos con tigo en la misión. Amén. 3