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Guía Básica de Reaseguro
Eduardo Esteva Fischer
Marzo 1994
Serie Documentos
de Trabajo
Documento de trabajo No. 38
Índice
1.
Estructura de los Contratos de Reaseguro
1
2.
Tipos de Reaseguro
2
3.
Contratos Proporcionales
3
4.
Contratos No Proporcionales
9
5.
Regulación de la Operación de Reaseguro en México
14
6.
Conclusiones
17
Notas
18
Bibliografía
18
Guía Básica de Reaseguro
Eduardo Esteva Fischer*
Dada la heterogeneidad cuantitativa de los riesgos asegurables y la imposibilidad de que la
intensidad de los siniestros sea uniforme, el asegurador debe encontrar algún recurso para
lograr eliminar estos factores que pueden desequilibrar tanto su capital como las reservas
acumuladas.
Entre los procedimientos que permiten a las empresas mantener una estabilidad financiera
ante la ocurrencia de siniestros potenciales podemos encontrar al coaseguro, que es el método
mediante el cual dos o más aseguradoras comparten la cobertura de un riesgo, estableciéndose
una relación contractual entre cada coasegurador y el asegurado, y al reaseguro, que es el
instrumento técnico de transferencia de riesgos que utilizan las compañías aseguradoras o
reaseguradoras, para ceder o protegerse de los riesgos asumidos.
El reaseguro es un contrato en virtud del cual, el reasegurador toma a su cargo los riesgos de
la cedente, en una proporción de las obligaciones de ésta frente a su cliente, de una manera
autónoma e independiente, y por la cual recibe la parte proporcional de las primas
correspondientes a los riesgos asumidos, o bien cubre a la cedente resarciéndole, en su caso,
por las desviaciones de la siniestralidad esperada, cobrándose una prima convenida a la
celebración del contrato.
El reaseguro se aplica como medio idóneo para lograr la dispersión de los riesgos en el espacio,
función que se logra gracias a la posibilidad de dividirlos en numerosas particiones que pueden
cederse a empresas de cualquier parte del mundo.
El objeto de este trabajo consiste en presentar, en forma general, los contratos más usados en
la operación del reaseguro y su funcionamiento. Para ello, este documento se divide en cuatro
secciones. En la primera parte, se presenta la importancia del reaseguro y cómo se define un
programa de reaseguro. En la segunda sección, se indican los distintos tipos de reaseguro que
se manejan. Posteriormente, en las tres secciones siguientes, se presentan los diversos
contratos de reaseguro de acuerdo a sus diversos tipos, y la regulación vigente en México para
la operación de reaseguro, respectivamente. Finalmente, se presentan algunas conclusiones
referentes a la tendencia actual del mercado reaseguro.
1. Estructura de los Contratos de Reaseguro
Al definir un programa de reaseguro, las compañías aseguradoras determinan el importe
máximo que pueden poner en juego por cuenta propia, de acuerdo a las características de su
cartera; este importe máximo recibe el nombre de retención1. La parte que no pueden poner
en juego, la deben proteger por medio del reaseguro; a este importe se le llama cesión.
Asimismo, dentro del programa del reaseguro, se debe considerar los contratos no
proporcionales, con los cuales se protege la retención de la compañía. En estos contratos la
aseguradora se hace responsable de la prioridad2 que fija y protege lo demás comprando una
cobertura para ello.
1
De esta forma, el reaseguro juega un papel importante en la suscripción de los riesgos y
cumple las siguientes funciones:
a)
Contribuye a dar flexibilidad de suscripción al asegurador. La compañía que
transfiere el riesgo o el siniestro, puede reasegurar una parte de un riesgo o de un
siniestro determinado, en el que exista una probabilidad de pérdida anormalmente
elevada y, de esta forma, está en posibilidad de aumentar su capacidad de
aceptación de los riesgos normales mayores a los que su capacidad financiera le
hubiera permitido de no haber tenido un contrato de reaseguro.
b)
Protege a las compañías de los siniestros que puedan poner en peligro su solvencia.
La función técnica del reaseguro consiste en proteger a las compañías ante la
posibilidad de quiebra o de dificultades financieras, al reducir la amplitud del
margen de los seguros retenidos, lo que a su vez proporciona estabilidad en los
resultados de los negocios suscritos.
c)
Permite la óptima diversificación de los riesgos. El reaseguro hace posible que las
compañías puedan diversificar entre varios agentes los montos asegurados de los
riesgos que, por sus características, pueden incidir gravemente sobre la economía
nacional.
d)
Contribuye al financiamiento de las actividades de la entidad aseguradora. Esto lo
realiza mediante el pago de comisiones de reaseguro sobre primas cedidas, las
cuales están destinadas a sufragar los gastos de adquisición, incluyendo la comisión
pagada al agente y el servicio a las pólizas en el caso del reaseguro proporcional.
De esta forma, el reasegurador pone a la inmediata disposición de la cedente
recursos que, de otra forma, tendría que constituir como reserva para riesgos en
curso.
e)
Proporciona asesoría técnica. Los reaseguradores y los corredores suministran
asesoramiento técnico sobre la planificación de los programas de reaseguro, peritaje
de siniestros importantes, procedimientos contables, liquidación de siniestros,
suscripción de nuevos negocios de seguros, proponiendo restricciones técnicas y
cooperando en la formación de personal que las compañías de seguros requieren
para su sano desarrollo.
Como puede observarse, en una institución de seguros son múltiples las funciones que se
requieren del reaseguro; sin embargo, es importante señalar que existen diversos tipos de
contratos que se adecuan a las necesidades propias de la empresa. En la siguiente sección se
presentan las diferentes clases de reaseguro que operan a nivel internacional.
2. Tipos de Reaseguro
En sus principios, el reaseguro se practicaba negociando la transferencia riesgo por riesgo,
conocida ésta como reaseguro facultativo. Con el desarrollo industrial y comercial del siglo XIX,
el seguro tomó un auge que hizo necesario buscar formas más flexibles de cobertura. Por esta
razón, se establecieron contratos automáticos de reaseguro, para cubrir prácticamente todos
los negocios aceptados por una compañía en un determinado ramo.
2
Estos dos grupos de contratos, facultativo y automático, son usados por el asegurador para
transferir ya sea el riesgo o el siniestro al reasegurador. Estos contratos se dividen, a su vez,
en contratos proporcionales y no proporcionales (Gráfica 1).
GRAFICA 1
En el reaseguro automático, la compañía que transfiere el riesgo o el siniestro da un porcentaje
determinado de todos los contratos de un tipo y la reaseguradora tiene la obligación de
aceptarlo.
En cambio, el reaseguro facultativo es un convenio donde la compañía que transfiere el riesgo
o el siniestro no tiene la obligación de dar el contrato, sino conserva la libertad de decidir qué
negocios y en qué amplitud desea reasegurar y, asimismo, el reasegurador está en la libertad
de aceptar o no el contrato. Es decir, tanto la cedente como el reasegurador tienen la libertad
de proponer, aceptar o rechazar un negocio determinado.
Existen algunas combinaciones, como es el caso del contrato automático-facultativo, en el cual
la compañía que transfiere el riesgo o el siniestro debe dar al reasegurador un porcentaje
determinado de todos los contratos, pero la reaseguradora tiene la libertad de aceptar o
rechazar.
También existe el contrato facultativo-automático, en el cual la compañía que transfiere el
riesgo o el siniestro puede o no darlo. En caso de que lo llegue a transferir, la reaseguradora
tiene la obligación de aceptarlo.
Es importante indicar que aunque la actividad principal de los reaseguradores consiste en
contratar riesgos ya asegurados, también actúan como compradores de reaseguro, al
retroceder parte de los riesgos que suscriben. La retrocesión se efectúa principalmente, porque
la reaseguradora no desea o no puede retener totalmente algunos riesgos contratados.
Cabe señalar que en los contratos proporcionales y no proporcionales existen diversas
modalidades de reaseguro, cuyas características difieren entre sí. En las siguientes secciones se
analizan los contratos que conforman al reaseguro proporcional y al no proporcionales,
respectivamente.
3. Contratos Proporcionales
En los contratos proporcionales, el reasegurador acepta una parte fija de la responsabilidad
asumida sobre un riesgo suscrito por la cedente, haciéndose cargo tanto de las obligaciones
3
(siniestros), como de los derechos (primas, previa deducción de una comisión de reaseguro
destinada a cubrir los gastos de adquisición y administración). En este tipo de contratos, se
hace una transferencia proporcional de riesgos y primas.
En los contratos proporcionales se pueden distinguir los siguientes tipos: el contrato cuota
parte, el de excedentes, el denominado open cover y los pools. Además, existen contratos
facultativos los cuales funcionan como contratos proporcionales, en cualquiera de las
modalidades.
a) Contrato de Cuota Parte
En el contrato de cuota parte, el reasegurador acepta una porción fija de todos los riesgos
aceptados por la compañía cedente. De esta forma, participa proporcionalmente en todos los
siniestros y recibe a cambio la misma proporción de todas las primas netas. En dichos
contratos se estipula que la compañía cedente, cederá automáticamente y el reasegurador
aceptará la participación acordada en todos los riesgos suscritos que se ajusten al contrato
(Gráfica 2).
GRAFICA 2
Reaseguro Cuota Parte (30 - 70)
La nomenclatura normal de un contrato de cuota parte es la siguiente:
C.P. (X-Y); Y +X =1.
Donde:
X = es el porcentaje de la cuota parte a cargo de la aseguradora en sumas aseguradas,
primas, comisiones y siniestros.
Y = es el porcentaje de la cuota parte a cargo del o los reaseguradores en sumas
aseguradas, primas, comisiones y siniestros.
Entre las ventajas que presenta este tipo de contrato, podemos mencionar que la
administración es sumamente simple, debido a que no es necesario tramitar cada uno de los
contratos con la reaseguradora, además de que es fácil estimar las consecuencias del aumento
o disminución de la retención de la aseguradora.
Sin embargo, existen algunas desventajas como son el no poder variar la retención del
asegurador en riesgos muy expuestos a un siniestro, y el transferir gran parte de los riesgos
que pudieran quedar a retención por tener poca siniestralidad.
4
A continuación se presenta un ejemplo de este tipo de contratos, en el cual una aseguradora
coloca un riesgo en un contrato cuota parte con el reasegurador. La suma asegurada es de
N$100,000 y la retención es de N$70,000. Si se cobra una prima de N$20,000 para el riesgo y
se tiene un siniestro de N$50,000, la forma de distribuir la prima y el siniestro será la
siguiente:
Suma Asegurada N$100,000
Prima N$20,000
Siniestro N$50,000
Aseguradora
(Retención)
Reaseguradora
N$70,000
N$14,000
N$35,000
N$30,000
N$6,000
N$15,000
b) Contrato de Excedentes
Otro de los contratos proporcionales, es el contrato con base en excedentes de retención,
donde la compañía cedente no está obligada a ceder todos los riesgos que acepte de sus
asegurados; solo cede aquella parte de los riesgos que superen su propia capacidad. En estos
contratos la cedente adopta límites de retención variables, relacionados directamente con los
niveles de los distintos riesgos asegurados.
El contrato ordinario es llamado Primer Excedente, lo que significa que los riesgos que
"exceden" el límite de retención, alimentan a este contrato antes que a cualquier otro. Los
contratos subsecuentes son convenidos como Segundo Excedente, Tercer Excedente, etcétera,
recibiendo éstos la parte correspondiente después que el contrato anterior haya recibido el
monto completo al cual tiene derecho.
El reasegurador recibe la prima proporcional al riesgo que asume y pagará los eventuales
siniestros en la misma proporción. La cobertura siempre se expresa en un múltiplo del pleno de
retención (límite de retención) y se indica también el monto máximo que puede ser cedido al
reasegurador (Gráfica 3).
GRAFICA 3
5
En este tipo de contratos, la compañía cedente tiene un límite de suscripción muy grande y, de
esta forma, obtiene un mejor aprovechamiento de sus negocios. Esto le permite hacer una
selección de los riesgos y retener la suma que a su juicio sea conveniente en cada uno de ellos.
Al optar por el sistema de reaseguro en excedentes, la compañía tendrá que analizar a fondo
sus negocios con el fin de encontrar la estructura más apropiada. Se trata, ante todo, de
establecer tramos o grupos de sumas cedidas que presenten una relación óptima entre primas
y responsabilidades. Estos grupos o tramos formarán contratos distintos, razonablemente
equilibrados; es decir, con alimento de primas más o menos importante con respecto a la
responsabilidad del contrato. Cuanto más equilibrado sea el contrato, más reducidas serán las
fluctuaciones de la siniestralidad y, en consecuencia, mejores serán las condiciones de
reaseguro.
La relación entre el alimento de primas y el compromiso máximo se llama, en términos de
reaseguro, equilibrio. Es recomendable para mantener este equilibrio, el que exista una
relación con respecto a la retención de la aseguradora y a los excedentes que obtenga. Esta
relación dependerá de cuantos excedentes logre tener la compañía y como ejemplo puede ser
1:1, es decir que por cada peso que se tenga en retención se cede un peso a los excedentes,
1:2, es decir que por cada peso que se tenga en retención se ceden dos pesos a los
excedentes.
Como ventajas de este contrato se puede mencionar, la posibilidad de optimizar el límite de su
retención homogeneizando los riesgos que absorbe por su propia cuenta. Además, en
comparación con el contrato de cuota parte, la compañía absorbe una mayor proporción de
primas a retención, teniendo como desventaja el que su administración puede resultar costosa,
debido a que se tiene que calcular la retención en cada riesgo.
A continuación se presenta un ejemplo de este tipo de contrato. En él la compañía aseguradora
tiene una retención de N$52,500 y va a utilizar dos contratos de Excedentes, los cuales
cuentan con 20 líneas, es decir que cada línea es de N$52,500, por lo que el excedente tiene
una capacidad de N$1,050,000.
En un primer caso, la suma asegurada es de N$800,000, la prima que se cobra es de N$46,000
y se presenta un siniestro de N$375,000. La distribución de cada uno de los rubros es como
sigue:
Suma
Asegurada
Prima
Siniestros
N$52,500
52,500 * 46,000 = 3,018.75
800,000
52,500 * 375,000 = 24,609.38
800,000
1er. Excedente
N$747,500
747,500 * 46,000 = 42,981.25
800,000
747,500 * 375,000 = 350,390.62
800,000
2do. Excedente
---
---
---
Retención
En un segundo caso, la suma asegurada es de N$2,000,000, la prima que se cobra es de
N$145,000 y se presenta un siniestro de N$1,200,000. La distribución de cada uno de los
rubros es como sigue:
6
Suma
Asegurada
Prima
Siniestros
N$52,500
* 145,,000 = 3,806.25
52,500
2,000,000
52,500
* 1,200,000 = 31,500
2,000,000
1er. Excedente
N$1,050,000
1,050,500 *145,000 = 76,12
2,000,000
1,050,500 * 1,200,000 = 630,000
2,000,000
2do. Excedente
N$897,500
* 145,,000 = 65,068.75
897,500
2,000,000
897,500
* 1,200,000 = 538,500
2,000,000
Retención
c) Contrato Open Cover
Existe también el contrato open cover dentro de los contratos proporcionales. En este tipo de
contratos, el límite de responsabilidad no se establece con base en múltiplos de retención de la
cedente, de tal suerte que, independientemente del importe retenido, la cedente puede llenar
el contrato a su máxima capacidad, es decir, no tiene limitaciones precisas (se maneja como un
reaseguro facultativo). Este tipo de contratos no se otorgan fácilmente por parte de los
reaseguradores, debido a las características tan abiertas del contrato, que pueden provocar
grandes desviaciones en siniestralidad.
d) Contrato Pool
Dentro de los contratos proporcionales figura también el reaseguro pool, el cual consiste en la
integración en un contrato de una serie de retenciones de aseguradores y/o reaseguradores,
que permiten ampliar sus capacidades de suscripción y sus primas retenidas a nivel regional o
nacional (Gráfica 4).
GRAFICA 4
El porcentaje representado es la participación de
primas y de los siniestros de cada compañía
7
La capacidad del contrato de reaseguro pool, se compone de la suma de retenciones de las
compañías que lo integran. Cada una de éstas, participan en todos los negocios cedidos al pool
con límite en su retención y de acuerdo a la modalidad del reaseguro adoptado, cuota parte o
excedente.
Como un ejemplo particular, se puede calcular la capacidad de retención en el reaseguro pool
de la siguiente manera:
donde:
c = la capacidad del pool,
xi = el porcentaje de participación de la compañía i, y
n = el número de compañías dentro del pool.
A continuación se presentan dos ejemplos para el caso del reaseguro por medio del pool. Las
compañías participan en el pool con las siguientes retenciones:
Compañía
Retención
Porcentaje de Participación
A
B
C
D
E
Capacidad
N$250,000
N$200,000
N$200,000
N$150,000
N$200,000
N$1,000,000
25%
20%
20%
15%
20%
En el caso de que la Suma Asegurada sea de N$700,000 y el pool opere por medio del contrato
de cuota parte, cada compañía se hará responsable en la parte proporcional que le
corresponde, es decir:
Compañía
A
B
C
D
E
Suma Asegurada
Retención
700,000
700,000
700,000
700,000
700,000
*
*
*
*
*
0.25
0.20
0.20
0.15
0.20
N$175,000
N$140,000
N$140,000
N$105,000
N$140,000
N$700,000
En el caso de que el pool opere por medio del contrato de excedentes y la compañía D suscriba
una suma asegurada de N$950,000, se distribuirá de la siguiente forma:
8
Compañía
Retención
Cesión
Porcentaje de participación
Responsabilidad
A
250,000 = 29.41%
850,000
N$235,280
B
200,000 = 23.53%
850,000
N$188,240
C
200,000 = 23.53%
850,000
N$188,240
200,000 = 23.53%
850,000
N$188,240
D
N$150,000
N$800,000
E
e) Otros contratos
Finalmente, es posible encontrar contratos combinados de cuota parte y excedente, los cuales
son diseñados para otorgar reaseguros de cuota parte sobre todos los seguros de cierta clase o
clases determinadas, suscritos por la compañía cedente y reaseguro de excedente para cubrir
el pleno bruto de la misma.
A continuación se presenta un ejemplo en el cual, la compañía cedente fija un límite de
retención de N$40,000 para los riesgos aceptados, pero desea aceptar cualquier riesgo
individual hasta N$1,000,000. En consecuencia, tiene un contrato con las siguientes
características:
a) Un reaseguro cuota parte (20-80), sujeto a un límite de N$200,000
b) Cuatro plenos de reaseguro de excedentes de N$200,000 cada uno.
Si la compañía recibe tres solicitudes de seguros cuyas sumas aseguradas son respectivamente
de N$100,000, N$500,000 y de N$1,000,000. La forma en que se distribuirán cada una de las
sumas aseguradas será de la siguiente manera:
Suma Asegurada
Retención
N$100,000
N$500,000
N$1,000,000
N$20,000
N$40,000
N$40,000
Cedidas al Reaseguro
Cuota Parte
Excedentes
N$80,000
N$160,000
N$160,000
--N$300,000
N$800,000
4. Contratos No Proporcionales
Los contratos no proporcionales, se caracterizan por una repartición de las responsabilidades
entre la cedente y el reasegurador con base en el siniestro y no en la suma asegurada, como
ocurre en el reaseguro proporcional. En este tipo de contratos, se paga un costo por adquirir
una cobertura, que cubra la retención de la compañía.
9
Dentro de los contratos no proporcionales se encuentran los siguientes tipos: el contrato
Working Cover, el XL Catastrófico y el Stop Loss, además se pueden encontrar contratos
facultativos.
Esta repartición de responsabilidades se formaliza fijando montos de prioridad y cobertura,
siendo la prioridad el monto máximo de pérdida que corre a cargo de la cedente y el
remanente de la pérdida correrá a cargo del reasegurador del exceso de pérdida hasta por la
cantidad fijada como límite de cobertura.
En compensación del compromiso de asumir los montos de siniestros que sobrepasan el límite
fijado como prioridad a cargo de la cedente, el reasegurador recibe un monto del volumen de
primas generadas por el negocio cubierto.
a) Contrato Working Cover
Con el contrato working cover, la cedente busca incrementar el volumen de primas retenidas,
sin exceder de una suma determinada su aportación en cada siniestro por riesgo. Con
frecuencia se emplea para esta clase de cobertura el término inglés working excess of loss
(WXL). Este tipo de contrato protege contra siniestros que sobrepasen determinada parte del
importe que decidió conservar la institución de seguros por cuenta propia de un riesgo dado.
Este tipo de contratos tiene su aplicación principal en el ramo de incendio (Gráfica 5).
GRAFICA 5
El siguiente es un ejemplo en el cual la compañía decidió retener N$100,000 de todas las
fábricas textiles de su cartera. Ella protege su retención mediante una cobertura en exceso de
pérdida de N$60,000 en exceso de N$40,000. Si se produce un siniestro de N$75,000 en una
fábrica, la cedente tendrá que tomar a su cargo N$40,000 y el reasegurador pagará N$35,000.
b) Contrato XL Catastrófico
Otra cobertura de los contratos no proporcionales es la de exceso de pérdida catastrófico, cuya
nomenclatura es XL Catastrófico, el cual cubre el riesgo en caso de la acumulación o
agregación de pérdidas derivadas de un suceso o acontecimiento de naturaleza catastrófica
(tempestades, terremoto, etcétera).
10
Normalmente, esta cobertura sólo se utilizará cuando dos o más riesgos hayan sido afectados
como consecuencia de un solo evento (Gráfica 6).
GRAFICA 6
XL Catastrófico
FUENTE: SUIZA DE REASEGUROS
Se puede combinar el contrato de WXL y el contrato de XL Catastrófico, ya que se
complementan, como en el caso de los ramos de transportes e incendio. Cabe señalar que
cuando existe una combinación entre ambos contratos, la mayoría de las veces el primero en
emplearse es el WXL, esto es debido a que el WXL cubre riesgo por riesgo.
El siguiente ejemplo, se considera que la compañía aseguradora cuenta con un contrato de
reaseguro de exceso de pérdida que cubre N$350,000 en exceso de N$150,000. La
responsabilidad de los siguientes siniestros será como sigue:
Siniestros
N$120,000
N$250,000
N$600,000
Aseguradora
Reaseguradora
N$120,000
N$150,000
N$250,000
--N$100,000
N$350,000
En el caso de que se cuente con un segundo tramo de N$200,000 en exceso de N$500,000 la
responsabilidad del último siniestro quedará de la siguiente forma:
Siniestro
N$600,000
Aseguradora
N$150,000
Reasegurador
1er. Tramo
2do. Tramo
N$350,000
N$100,000
11
c) Contrato Stop Loss
El último de los contratos no proporcionales es el denominado Stop Loss, el cual protege los
resultados anuales de una compañía en un ramo contra una desviación negativa debida a una
incidencia de siniestros mayor a la esperada, ya sea por el número o la importancia de estos
eventos (Gráfica 7).
GRAFICA 7
En estos convenios, el reasegurador no es responsable del pago de ningún siniestro hasta que
la tasa de siniestralidad exceda un porcentaje convenido de las primas. A partir de este punto,
el reasegurador paga todos los siniestros, grandes o pequeños, pero sin rebasar el límite de
responsabilidad establecido en el contrato.
En el siguiente ejemplo, una compañía dispone de una cobertura de N$2,200,000 en exceso de
N$300,000 en el ramo de Automóviles. Un primer siniestro (pérdida de un camión) le cuesta
N$450,000 y un segundo siniestro, el mismo día, es liquidado por N$3,000,000 (colisión de
ocho vehículos, donde el asegurado de la compañía es responsable). La repartición de los
siniestros se efectúa del siguiente modo:
En el primer siniestro, la compañía paga N$300,000 y el reasegurador N$150,000. En el
segundo siniestro, la compañía paga los primeros N$300,000, el reasegurador N$2,200,000 y
el descubierto de N$500,000 va a cargo de la compañía, por lo que el costo total del siniestro
para ella es de N$800,000.
Además de los contratos antes descritos, se encuentra el denominado Tent Plan3, éste se utiliza
para los contratos no proporcionales, tanto para el WXL, XL Catastrófico o la combinación de
ambos y ampara simultáneamente varios ramos. Es importante señalar que en estos contratos
no necesariamente se tiene los mismos límites en cada ramo. Por otro lado, podemos encontrar
los llamado Umbrella, los cuales se utilizan para proteger las retenciones ante eventos
catastróficos y pueden abarcar varios ramos, este tipo de contratos entran en función cuando
ya se han agotado las coberturas normales.
El siguiente es un ejemplo particular, en el cual se utilizan varios contratos. En él se tiene que
la Suma Asegurada de un edificio para el riesgo de Incendio y Terremoto es N$50'000,000.
Dicha suma se va a cubrir mediante el siguiente plan, en el cual la Compañía Aseguradora tiene
una retención de N$3'000,000. Esta cifra está compuesta por N$1'000,000 que retiene la
Compañía (Retención Neta) y los otros N$2'000,000 los protege con un contrato WXL. La
12
cantidad restante se protege por medio de los contratos de primer excedente con 2 líneas,
segundo excedente con 3 líneas, un facultativo de N$10'000,000 y lo restante en el contrato de
XL Catastrófico:
Retención Neta
Cobertura WXL
Primer Excedente con 2 Líneas Brutas
Segundo Excedente con 3 Líneas Brutas
Facultativo
XL Catastrófico
Total
N$1’000,000
N$2’000,000 en exceso de N$1’000,000
N$6’000,000
N$9’000,000
N$10’000,000
N$22,000.000
N$50’000,000
En caso de que ocurra un siniestro, se afectará inicialmente la retención para que,
posteriormente, se utilicen los distintos contratos hasta agotar el siniestro. Por ejemplo, si se
tiene un siniestro de N$25'000,000, la responsabilidad se distribuye de la siguiente forma:
Retención Neta
Cobertura WXL
Primer Excedente con 2 Líneas Brutas
Segundo Excedente con 3 Líneas Brutas
Facultativo
Total
N$1’000,000
N$2’000,000
N$6’000,000
N$9’000,000
N$7’000,000
N$25’000,000
Finalmente, en el siguiente cuadro se muestran, de manera sintética, los diferentes contratos
proporcionales y no proporcionales y su manejo:
Reaseguro
Proporcional
Proporcional
Proporcional
Proporcional
Proporcional
No Proporcional
No Proporcional
No Proporcional
No Proporcional
Contrato
Automático
Cuota Parte
Excedentes
Cuota Parte y Excedente
Open Cover
Pool
Working Cover
XL Catastrófico
Working Covery XL Catastrófico
Stop Loss
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Facultativo
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En la siguiente sección se presenta, en forma general, las características de la regulación a la
que se encuentra sujeta la operación del reaseguro en México, refiriendo al efecto los artículos
de la Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros, la Ley de Contrato del
Seguro y las Circulares emitidas por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, que se refieren
al reaseguro.
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5. Regulación de la Operación de Reaseguro en México
a) Intermediarios y Reaseguradoras
La Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros (LGISMS) reglamenta la
forma en que debe de operar el reaseguro en nuestro país. Dentro de esta Ley, los artículos 26,
27 y 28 se refieren a los intermediarios y reaseguradoras, quienes son los medios para que las
instituciones y sociedades mutualistas de seguro celebren las operaciones de reaseguro.
Los intermediarios de reaseguro domiciliados en el país requieren, para operar, de la
autorización de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas, mientras que los radicados en el
extranjero, deben contar con la inscripción en el registro que lleva dicha Comisión.
Por su parte, las reaseguradoras extranjeras que deseen operar con las instituciones o
sociedades mutualistas de seguros, deben registrarse ante la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público. Para obtener el registro, éstas deben reunir los requisitos de solvencia y estabilidad
para efectuar las operaciones, así como mostrar que cumplen los requisitos que les exige para
operar la ley del país donde residen.
Es importante señalar que las reaseguradoras registradas, así como sus oficinas de
representación, sólo pueden actuar a nombre y cuenta de las mismas, para aceptar o ceder
responsabilidades en reaseguro. Las reaseguradoras deben sujetarse a las directrices de
política general que en materia aseguradora señale la Secretaría de Hacienda y Crédito Público
y, en lo que se refiere a la inspección y vigilancia, la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
Cabe señalar que las reaseguradoras autorizadas, pueden solicitar la autorización para realizar
operaciones en todas las operaciones y ramos.
b) Límite de Retención
Debido a que el propósito del reaseguro es la diversificación de las responsabilidades que
asuman las instituciones de seguros el artículo 37 de la Ley General de Instituciones y
Sociedades Mutualistas de Seguros señala la conveniencia del desarrollo de políticas adecuadas
para la cesión y aceptación de reaseguro interno y externo, así como la conveniencia de
dispersar los riesgos que por su naturaleza catastrófica puedan provocar una inadecuada
acumulación de responsabilidad y afectar la estabilidad del sistema asegurador.
Para este fin, las instituciones fijan anualmente sus límites máximo y mínimo de retención,
tomando en cuenta el volumen de sus operaciones, el monto de sus recursos, el de las sumas
en riesgo, la experiencia obtenida respecto al comportamiento de la siniestralidad, así como las
políticas que aplique la institución para ceder o aceptar reaseguro, tanto del país como del
extranjero.
En el artículo referido, se establece la responsabilidad máxima que puede asumir una
institución, al aplicar un porcentaje a la suma del capital pagado más reservas de capital,
reservas de previsión y utilidades no distribuidas. El porcentaje para el caso de la operación de
Accidentes y Enfermedades es 5%; en la operación de Daños el porcentaje varía en función del
número de ramos que opera la institución, siendo el 5% si opera un sólo ramo, 4% si opera
dos y 3% si opera tres o más. Para las operaciones de Vida, la Comisión Nacional de Seguros y
Fianzas debe fijar a cada institución el límite máximo de retención, tomando en cuenta el
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volumen de sus operaciones, su promedio de seguro en vigor y la experiencia que haya
obtenido.
Asimismo, los excedentes que tengan sobre sus límites de retención en un sólo riesgo
asegurado, pueden distribuirlos mediante la participación en coaseguro de otras instituciones
autorizadas o bien, cederlos a instituciones autorizados o reaseguradoras extranjeras
registradas.
Además, para cuidar la distribución adecuada de los riesgos o responsabilidades que asumen
las instituciones, de conformidad con lo estipulado por el artículo 38 de la Ley General de
Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros, no pueden realizarse operaciones de
reaseguro con aquellas instituciones con las que constituyan riesgos comunes por sus anexos
patrimoniales o de responsabilidad.
c) Reserva de Riesgos en Curso
En materia de la Reserva de Riesgos en Curso, el artículo 47 de esa misma Ley, señala que la
constitución de esta reserva para las operaciones de Accidentes y Enfermedades y de Daños, a
excepción de los seguros de naturaleza catastrófica afectos a reservas especiales, en el caso
del reaseguro cedido, se calcula sobre las mismas pólizas en vigor de la forma siguiente: el
50% de la prima cedida, menos el porcentaje del costo de adquisición. Además, para el caso de
las operaciones de reaseguro, esta reserva debe estar constituida por el importe que por dicho
concepto reporte la cedente previa autorización de la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas
o, en su defecto, el importe de la prima no devengada de retención a la fecha de valuación,
correspondiente a las pólizas en vigor.
Dicho artículo indica que, para los seguros de daños que por su naturaleza catastrófica pueden
provocar una acumulación de responsabilidades, la constitución de esta reserva es el resultado
de aplicar el porcentaje para cada cobertura según dicte las reglas correspondientes a las
obligaciones asumidas por seguro y reaseguro, menos cancelaciones y devoluciones. Esta
reserva es acumulativa y sólo puede afectarse en caso de siniestros previa autorización de la
Comisión Nacional de Seguros y Fianzas.
Por otro lado, en las operaciones de reaseguro, la institución cedente que haya emitido el
seguro directo en el país debe retener e invertir dentro del mismo la Reserva de Riesgos en
Curso, la Reserva para Obligaciones Pendientes de Cumplir, así como las demás reservas
previstas en la Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros, según lo
determine la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Por otra parte, y con base en lo estipulado en la Circular S-9.2 de fecha del 1º de marzo de
1993, queda prohibido a las instituciones de seguros: suscribir en cualquiera de las operaciones
para las que están autorizados, contratos de reaseguro cuota parte tendientes a disminuir el
impacto financiero en sus resultados por incremento anual de la Reserva de Riesgos en Curso;
el nulificar el efecto de la operación de dicho contrato al combinarse el importe total de las
primas cedidas con la suma de los importes de siniestros recuperados por reaseguro cedido y
las comisiones de reaseguro; el no dar cumplimiento a la liquidación de saldos; y el afectar los
principios técnicos de reaseguro o desvirtuar las cifras que reflejen los Estados Financieros.
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d) Asunción de Riesgos
Es importante señalar que conforme al artículo 18 de la Ley del Contrato del Seguro, las
compañías aseguradoras son las únicas responsables del riesgo frente al asegurado, aunque
éstas cuenten con reaseguro para dichos riesgos.
En este contexto, y debido al actual endurecimiento del mercado reasegurador a nivel
internacional, la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas emitió la Circular S-9.3 de fecha 24
de noviembre de 1993, con la finalidad de evitar que las instituciones y sociedades mutualistas
de seguros se encuentren al descubierto en ciertos riesgos.
En dicha Circular se indica que estas instituciones y sociedades mutualistas, deben abstenerse
de asumir riesgos de cualquier especie, cuando no cuenten con la previa aceptación confirmada
de una institución de reaseguro nacional o extranjera, ni con los requisitos de reservas técnicas
o capital mínimo de garantía necesarios para apoyar los riesgos aceptados.
Cuando la cesión del reaseguro se haga por conducto de intermediarios de reaseguro, ya sea
nacionales o extranjeros, éstos deben confirmar expresamente a la cedente la colocación por
su conducto, mencionando los reaseguradores que participan en dicha colocación y su
porcentaje de responsabilidad asumida, antes del inicio de vigencia de la póliza de seguro.
Además, dentro de los 30 días siguientes a esta fecha, deberán proporcionar a dicha empresa
la confirmación de la institución que aceptó el reaseguro.
Las confirmaciones que no cumplan con los requisitos antes indicados, no serán tomadas en
cuenta por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas y darán lugar a sanciones.
e) Programa Anual de Reaseguro
De acuerdo con la Ley, las instituciones de seguro y de reaseguro deben presentar a la
Comisión Nacional de Seguros y Fianzas su Programa Anual de Reaseguro, el cual debe estar
desglosado por ramos y por contratos proporcionales y no proporcionales, así como las
retenciones, prioridades, capacidades y responsabilidades de dichos contratos. Como
complemento, se deben anexar las confirmaciones de los reaseguradores o intermediarios
correspondientes.
En caso de que existan modificaciones al Programa Anual de Reaseguro, éstas deben
entregarse a la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas a más tardar 5 días después del inicio
de vigencia de cada contrato. Asimismo, las instituciones y sociedades mutualistas de seguros
y las instituciones de reaseguro deben entregar a dicha Comisión las características detalladas
del esquema de reaseguro automático.
Además se debe informar, por ramo y subramo, las bases y criterios técnicos empleados,
proporcionado el cálculo y los montos de las mismas para fijar los niveles de capacidad de
retención legal, retención básica y, en su caso, la retención adicional.
Finalmente, de conformidad con lo establecido en la Circular S-9.1 de fecha 8 de diciembre de
1993, cuando se lleguen a encontrar errores o bien cuando la información que se entregue esté
incompleta, causará la devolución del Plan Anual de Reaseguro, lo cual puede ocasionar que no
se cumpla con el plazo previsto para su entrega y, por ende, se apliquen sanciones.
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6. Conclusiones
Actualmente, el endurecimiento del mercado internacional de reaseguro ha provocado, entre
otras cosas, una disminución de las coberturas proporcionales, el encarecimiento de las cuotas
de los contratos no proporcionales y la dificultad de poder colocar los riesgos a nivel
internacional. Esto ha causado en el mercado nacional, que las instituciones y sociedades
mutualistas de seguro lleguen a mantener posiciones de riesgo no cubiertas o confirmadas por
las instituciones reaseguradoras durante periodos de consideración, sin contar, por otra parte,
con las reservas que para los riesgos retenidos por las aseguradoras deben constituir.
Por lo anterior, la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas se ha visto en la necesidad de vigilar
con más detalle la colocación de los riesgos por parte de las instituciones de seguro, para así
poder coadyuvar a la solvencia de dichas instituciones.
Debido al actual endurecimiento del mercado reasegurador, es previsible que en el corto plazo
aparezcan nuevas modalidades de contratos de reaseguro, mismos que deberán ser vigilados y
regulados en su operación por la autoridad, para poder así salvaguardar la solvencia del sector
asegurador mexicano.
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Notas
*
Las opiniones que aparecen en este documento son del autor y no necesariamente
coinciden con las de la C.N.S.F. El autor agradece los valiosos comentarios de Leopoldo
Cámara Hagen, Susana Zamora del Valle, Emma M. Izquierdo Ortega e Israel Avilés
Torres.
1
Las disposiciones legales referentes a la retención se encuentran en el artículo 37 de la
Ley General de Instituciones y Sociedades Mutualistas de Seguros.
2
La prioridad es el monto máximo de pérdida que corre a cargo de la cedente.
3
Comúnmente se les puede nombrar como paquetes.
Bibliografía
• ITSEMAP [1992] “Notas para el curso de introducción al Seguro”.
• MAPFRE [1979] “El Reaseguro” R. L. Carter.
• Reaseguradora Alianza, S.A. [1990] “Notas para el curso básico técnico de Seguro y
Reaseguro”, copia mimeografiada.
• Reaseguradora Patria, S.A. [1993] “Notas para el seminario internacional de Reaseguro
Patria '93”, copia mimeografiada.
• Solís Soberón, Fernando, [1994] “La Regulación del Seguro de Terremoto en México”,
Documento de Trabajo Núm. 35.
• Suiza de Reaseguros [1988] “El Reaseguro de los Ramos Generales”, Quinta edición,
Zurich Suiza.
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