lo colectivo y lo intimo en la carlos cerda

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AISTHESIS
N"
33, 2000
LO COLECTIVO Y LO INTIMO EN LA
MIRADA DE CARLOS CERDA
Paulina Wendt
*
Instituto de Estética
Pontificia Universidad Católica de Chile
En
en
este ensayo se nos propone una
la relación conflictiva
de
Este cruce permite el conocimiento y, a veces, el
frontera. Sobre la base de este conflicto se nos
sus personajes.
traspaso de
una
presentan, además,
Cerda
sin
lectura de Primer tiempo, centrada
en la conciencia
lo colectivo y lo íntimo
entre
a
las claves del universo narrativo creado por Carlos
: la pérdida, la culpa, la memoria, el
través de toda su obra
sentido, la identidad.
In this essay
we are proposed a
reading
of
Primer tiempo
centered
in
relationship between the colective and the intimate in
the conscience of its characters. This crossing allows the awareness
the
conflictive
and sometimes,
the overcoming
of a
frontier. On the basis
conflict, we are also introduced the keys of the
created
by
Carlos Cerda through his
of
this
narrative universe
whole work :
lost,
guilt,
non
sense, identity.
Primer
asombro
de lo
La
tiempo1
reúne ocho cuentos
primera pérdida es
rio más adelante será el país.
la de la infancia
de
un
naturaleza pero unidos por el
y que casi siempre coincide con una pérdida.
la de la infancia. Pero ese universo inocente y origina
humana y
Los
relatos se construyen entonces entre
y la del
y de los
sumergida
barrio, de las
exilio político.
Se
suceden
dos nostalgias
imágenes de
una
:
casa,
del Instituto Nacional, de los jardines del
Indianápolis. Imágenes que a veces resumen una cierta condi
salas
pedagógico, del café
ción
de distinta
que recién comienza
que en otras
patios
tantas,
son el símbolo
lacerante de
un orden social o
histórico.
Aglutinantes
que eluden
la forma
realista a
través de
una ciudad recreada a
desde la memoria y el dolor.
Un Santiago perdido en los años 60; visto, además, desde un Berlín ajeno; y a pesar de
todo, definitivamente nuestro.
distancia y tiempo, cercana y lejana a la vez,
o
*
1
han
La
Al iniciarse, los personajes de Primer tiempo,
de ese círculo de seguridad que
sido excluidos
autora se encuentra actualmente
Cerda, Carlos. Primer
126
reconstruida
haciendo
tiempo. Santiago:
su
tesis Doctoral
sufren una pérdida : se
era
la infancia,
sobre
la
Alfaguara, 2000. Todas las notas
obra
el
país,
excluyen
su
idea de
de Carlos Cerda.
corresponden a esta edición.
AISTHESIS
N"
33, 2000
Surge,
entonces, la
memoria poétiGa donde guardan aquello que los ha con
de lo imaginario es el mundo real, pero se trata aquí de una reali
dad y de una belleza creadas en la reminiscencia : no en los actos presentes, tampoco
en la identidad
sino en el mundo de origen. Esta impronta va creando una original
poesía en la forma de ver lo cotidiano. Una mirada que se ilumina por el elemento de
mundo.
movido.
El
mundo
,
significación poética para alcanzar
La invención de la
contrapunto
tiva dúctil
entre
la
objetividad
transita
finalmente, desde lo cotidiano, su transformación
la
mirada a
la
y la
que nos
subjetividad.
Es
el efecto
Carlos
en
referimos, nace,
de
una
.
Cerda, del
técnica
narra
individual y la dimensión socio histórica. A
través de un movimiento pendular se produce la confrontación de dos verdades. Mario
Vargas Llosa, en el epígrafe de Conversación en la Catedral2, cita a Balzac su idea de la
que
entre
vida
y
ficción
:
"la
la historia
novela es
Historia por medio de la historia privada,
misma.
de las
privada
Esta
reinvención
es a menudo más verdadera que
La particularidad de Primer tiempo
meramente
naciones".
es que
lo
contrario
de lo
de la
la Historia
público no es
lo
privado, sino incluso lo íntimo.
A esta
de la dimensión íntima de los personajes, Cerda accede no
lenguaje y distintas estrategias narrativas (punto de vista, uso del
tiempo, distintos planos de la realidad, etc.), sino sobre todo al tensionar la relación
entre los dos polos al interior del personaje. Una escisión entre el yo
y la sociedad, un
descubrimiento de la incongruencia entre la idea de mundo y el mundo real. Se reco
apropiación
sólo mediante el
bra
un
instante intangible
cambio en su
nente,
destino sino,
e
interno del
casi
siempre,
una aplastante confirmación.
personaje que no
implica
un reconocimiento
Una
de
necesariamente un
una condición perma
condición puesta repentinamente en evi
dencia, asumida sin resistir ante unos poderes o fuerzas sociales que los exceden. Esta
decepción
es un
elemento común
Una de las
midad con el
de toda la
particularidades
de
prosa
de Carlos Cerda.
esta mirada es su capacidad
lector. Al leer Primer tiempo,
pensamos que
las
de
crear una
inti
palabras están escritas
únicamente
para nosotros ; sentimos que accedemos, con descaro
y por encantamien
to, a un mundo que existiría igual si nadie lo conociera. Creaciones que generan una
familiaridad a su alrededor porque en la misma medida que acercan al lector a la
intimidad de los personajes, lo interpelan en su propia intimidad. Encadenamiento
de miradas donde cada uno observa y es observado. Instancias que generan diálogos
con múltiples caminos
de desarrollo traduciendo
un conocimiento que alguna vez
intuimos y que no habíamos podido expresar. Este particular encuentro con el lector
hace posible la plenitud de significación del texto y dota de existencia a la obra litera
ria.
En Primer tiempo
convergen
la
plenitud
expresiva
de
una categoría
lograda
e
dominio
Chile con Baldomero Lillo y
la cita del texto de Jorge Tellier, "Bajo un viejo techo".
Es decir, el tejido de las distintas formas precedentes de la tradición narrativa se
construye desde una forma de ver. Borrando cualquier deslinde genérico, surge el
independiente,
adquirida por el cuento en
del tono nostálgico presente
cuento con
el
la intensidad
en
propia
de la
condensación
lírica ; surge,
además como metá
fora.
2 Vargas
Llosa, Mario. Conversación
en
la Catedral. Madrid
:
Grupo Santillana de Ediciones S.A., 1999,
p.3.
127
N"
AISTHESIS
33, 2000
Junto
cesivos
que
y
a
Carlos Cerda descubrimos
hay
Tanto
lo
lidad
niño
y
pueden ser su
de ladrón
al no
llegar
la
a
pensión
los
el
donde
sueños se
primero,
un
vive con una
hermano mayor, que sí ha robado, es premiado. Se evoca el
demostrativo de un tiempo nostálgico, pero teñido también
niñez como
negativo
y lo
precario.
través de la
ese mundo
tiempos
particulares"
compra ; mientras, su
con
primeros
"Dos botellas de vino", como en "Clases
descubrimiento de afectos y de un mundo injusto. En
niño es acusado por el padre
mundo a
"los
en
mezclan con el
tiempo de la
que
muchas veces una primera vez"3.
de
mirada
La infancia
pensión pobre es su capacidad
que se cierra con
de sentido,
es un estado
del narrador protagonista. Lo único
la frase final del
de
padre
con el
que
es,
forma de
través del
ensoñación a
y
de la falibilidad de éste. Descubrimiento
una
descubrimiento
al mismo
ver el
de
Posibi
parte del
que salva al niño
cine.
por
tiempo, una primera
de la injusticia.
radical experiencia
En "Clases particulares", primer e imaginario encuentro con lo erótico, el
letrado protagonista toma el riesgo de creer que la vida es como la literatura la descri
be ;
Alonso Quijano
como
enamora perdidamente.
madre
de
En este
su
amigo, la
de los
burlona
la
propia
la
para
Sufre,
Emma Bovary.
madre
entonces,
de
una
de
Este
sí mismo en
Si bien estos dos
adolescente es contratado
de banco, de la
cual se
terrible decepción. Comprueba
es menos
de lo
que
que
la
él soñó.
de inmediato un vínculo a través de la voz narrativa creado
vocativos.
vínculo narrador
que recae sobre el propio narrador.
representación
El
su compañero
identifica como Emma Bovary,
que
relato se establece
por el uso
o
de filosofía
como profesor
la
superficie
cuentos se cierran
Este
lector,
-
se nutre
crea una
de la presentación
distancia
cómplice con
la
doble de la ironía.
dentro de
un
ámbito
limitado, una velada
de los dos compañeros, en las
respuestas de la improvisada alurnna de filosofía, en el mundo de la pensión pobre.
"Historia del Führer", es una reminiscencia de los tiempos del colegio Insti
crítica social
tuto
recae en
la
oposición entre el mundo
Nacional. El protagonista, un célebre y
encarna el
poder,
terror y, también
el
ta para pasar a ser el reflejo
"El
anuncio recorre
llo,
impone
del
norte
vuelta en
El
distintas
ante
la
suspenso
inicial
chilena.
A la
mente
se
descarga eléctrica,
arrasa con
vivido en
3
del
128
op.cit,
p.173.
anécdo
de
del
golpe el murmu
recreo.
En
el patio
una rigidez marcial en
transforma
del
en miedo
y
con
él,
en un exhaustivo espejo
coro contradictorio
y
anónimo que
teje las
de Peralta, sigue la verdad. Un
humano para someterse a una dictadura funcionaría
derrotado y ridículo, donde, como lo anuncia el epígrafe, "lo
nuevo asombro
ser
Contracorriente del
país oficial que
indaga
simbólica
Chile.
."El
Cerda, C,
risas
de muerte,
Primer tiempo de un narrador". Entrevista
Cárdenas, María Teresa
"Revista de Libros". Santiago, 29 de Octubre de 1995, p.l.
4
trasciende la
una violencia controlada :
silencia
las últimas
ahora un silencio
voz plural
real es nuestro miedo".
lo
el cuento
bajo
versiones sobre el pasado
capacidad
orquestada por un ser
único
,
espesa".4
neblina
de la historia
una
instantáneo,
hay
inspector al que le dicen el Führer,
Pero
un orden establecido
las filas como
un orden
medio pupilaje
la
de
abusivo
el misterio.
con
Carlos Cerda
en
El Mercurio,
AISTHESIS
N"
En
33, 2000
búsqueda expresiva, el volumen recrea distintas formas
tradiciones. No hay mecanismos literarios impuestos ; las
en su orden verbal propio. Destacan las páginas limpias de
una continúa
emparentadas con grandes
situaciones se resuelven
"El
y "La tarde mirando pájaros". Cuentos de situación construidos sobre la
la pausa, la sugerencia, las verdades a medias, las medias pala
silencio"
base de dos
bras, los
planos:
gestos
inconclusos, el suspenso del primer plano; esconden una verdad insi
nuada pero clara.
A esta
sutileza se une un sentido
infalible de la
estructura.
En
am
incomunicación bajo
un
bos la concisión lingüística, la contención, reflejan la rutina e
bajo
la
preparan
un
examen
fondo amenazante. En "El silencio", tres compañeros
la
mujer
se
silenciosa
actividad
de
uno
ellos.
A
la
mirada atenta de la madre de
de
contrapone un silencio pactado entre Montes, Bassano y Manuel, rasgado por la pági
na que sólo conocemos al final del relato como desenlace revelador.
El narrador es aún más objetivo en "La tarde mirando pájaros", donde tam
bién se recrea una situación modificada por un suceso repentino. La atmósfera, de
gran
tensión
ta por
mirada
la
fortuito del
pareja, esconde
canario
de la hija. La
una
tragedia
no explicitada resuel
estructura circular se acentúa en
la
la humedad de la pared, en la soledad inicial de la niña
irreversiblemente tras el cierre de la puerta del dormitorio de la madre y
fija del hombre
recuperada
en
psicológica entre una
el escape
de
ausencia
sobre
su canario.
Al final de Morir en Berlín, la derrotada Lorena recuerda "una tarde soleada de
Santiago, una boina, un libreto, unas manzanas. Recuerda un calabozo, un beso de
"iniciación"
En definitiva
silencio",
eran capítulos
diecisiete
años
tencia y de su
Führer"
y "El
de la primera versión de la novela. En el cuento, Lorena tiene
de su esencia, de su exis
y la descripción inicial es la síntesis perfecta
Mario"5
que
recuerda
junto
a
"Historia del
esperanza :
Lorena tiene diecisiete años,
es chiquita,
al espejo, hace un mes
Cine Club los sábados
descubrió
que
delgada, se empolva la nariz acercándola
Kafka, se acicala, posa, se gusta, va al
a
la tarde, toma un libro de Sartre que hay sobre el
rápidamente la escalera, usa boina, su mamá le
baja
distinta,
saca una hilacha del abrigo y le pide que vuelva temprano, fuma Liberty, cierra
con un pequeño golpe la puerta y camina hacia el paradero, sueña con ser actriz,
por
velador, se siente
el pelo negro ondea sobre su espalda a cada
va sentada en el
bus junto
a
la ventanilla,
paso, sueña con
ser escritora, ahora
sueña6.
de teatro y participa en la movilización
la huelga de los trabajadores del carbón durante el go
bierno de Alessandri. Como en ningún otro cuento de Primer tiempo, hay un contraste
ilusiones del pri
entre la violencia externa y el desgaste de las consignas frente a las
de giro emo
mer amor. A ambos polos los une su condición cambiante, de revuelta,
contingen
la
casualidad
cional. La vida social y la vida íntima están regidas por la
y
huella
en
"esa
Lorena
secreta, la
cia. La experiencia de lo íntimo se convierte para
La
de los
pisada
5
protagonista pertenece a un grupo
estudiantes apoyando
del
otro en su propio camino"7.
Cerda, Carlos.
Morir
en
Berlín. Santiago: Aguilar Chilena de Ediciones, Ltda. 1998,
p.
251.
6 Ibid,p.l29.
7 Ibid,p.l72.
129
AISTHESIS
N°
33, 2000
el contrapunto a todos los planos, la palabra posee en Primer
lo menos dos dimensiones : la directa, elemental, y la metafórica que porta
la dimensión artística de la obra. Uno de los puntos centrales de la ficción es su capa
cidad emancipadora de su referente, la forja de un mundo soberano e independiente
Extendiendo
tiempo
del
por
real.
Sólo
Desde
bas,
mediatizador es
sobresalen
sobrepasado,
en
realización
de lo imaginario
"Esplendor y
agonía
de los
las dos
hay
nouvelles
del volumen. En
raíz poética.
emerge como parte constituyente
caballos".
Un
am
inclinación del lenguaje
una clara
la imagen de
que sólo admite ser aprehendido en
La
diano
sobre una realidad preexistente.
del lenguaje,
este uso
lenguaje
el
hacia lo
luz
así arroja
chileno exiliado siente
de lo
la
coti
angustia
de afectos y de memoria. La ausencia de sorpresa del
de lomos y cabezas en medio de la Friedrichstrasse, per
mite al relato instalarse dentro de un sistema lógico otro, en el cual desde lo imagina
rio hasta lo irracional se validan como base del mundo de Mario. Gracias a esta inme
del desarraigo, de la
carencia
protagonista ante un océano
diata instalación, la duda ya no
Los
mundo, lejos de todo y de él
sólo
afecta al
desde
el punto
de
Carlos Cerda
simbolismos
mismo.
vista social sino
tradicionales y
Las
yen con
las del ensueño
o
la
la lógica interna del
relato.
de la
experiencia
del
su
exilio no
desde la identidad del hombre.
insuficientes
forma diferente de
como método
de
de los
conocimiento : el
apropiación
conflu
y
A lo largo del cuento, la invasión pasiva de los
sentido en la imposibilidad sexual de Mario hasta
pesadilla.
caballos va produciendo su propio
de
nacido
que apunta a una
vías racionales son
aniquilación
Conflicto
en
irreal, inconsistente, lejos de
explora con este relato una propuesta que se aleja
poético.
la
lector inmerso
caballos evidencian ese sentirse extrañamente
esta amenaza cuando comprende que no es necesario
llenar
el si
Sigrid y él. Este instinto poético, tan común en Cortázar, es la forma de
conocimiento
y la respuesta a la alienación y al extrañamiento de Mario para llenar
ese tiempo inmenso y vacío. Con "Esplendor y agonía de los caballos", recordamos
lencio
entre
lo
Walter Benjamín
que
sus amigos, incluso
existencia tanto del
circunstancial
tencia
se
hace
verdad social
y
sintetizó con
sus
ser
del
situacional
el papel
de héroe
verdad
yo
de Mario. Su
vida no
por
está
disponible. Mario,
formas
que aplastan
individual
están como nunca
la
consecuencia es el carácter
tiene
centro ni peso.
tenue, va desapareciendo en el olvido de lo
cada vez más
y la
la frase
recuerdos, han sido despojados
humano como de su actuar. Su
Su
exis
que olvida.
distanciadas. Al igual
La
que en
en Berlín, el recuerdo de un Santiago puesto al día quincenalmente a través de
las cartas, la conciencia de la cobardía, la certeza del sufrimiento lejano; "no son sino
los espejos multiplicados de una culpa y de una expiación únicas"8.
Morir
El encuentro
un
con
la
en el mundo.
utopía
,
bios. El
La
la posibilidad de
descubre presente, de vuelta
muchacha alemana marca un comienzo :
territorio común de extrañamiento donde Mario se
aceptación
del
país actual
doliente y lejano
es, sobre todo, la
de Mario
Santiago,
pasa por otra aceptación : esa
también
ese paraíso
que es
encuentro
posible convivencia entre
es
susceptible
dos
de
cam
soledades que se
restituyen.
8 Zurita, Raúl. "La
130
solidaridad
de las
escrituras".
Ensayo de Morir en Berlín. Santiago : Alfaguara, 1998,
p.264.
AISTHESIS N" 33, 2000
Según
primer
su propio
cuento,
dos
en
testimonio, Carlos Cerda escribe "Balcones con banderas", su
de Septiembre de 1973 asilado en la embajada de Co
noches
lombia, antes de partir a un exilio de doce años. En ese lugar escucha los disparos que
llegan desde
experiencia
el
tras
Desde
Estadio Nacional y decide entonces reproducir en esta
el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende.
un punto
zación circular
y
de
de
Se da
tiempo y
el punto
momento
recuerdos, ideas y
explora esta
el
formal,
vista
el cuento se
se sostiene en una oculta
vista.
diversidad
y
impudor. Teresa
con
debe
la
,
definida
de
organi
por el uso
la
en
una mujer
presencia
protagonista el narrador
madura
de
del
todo
simultaneidad al convivir en
Al detenerse
11 de Septiembre de 1973. A través de la
en siete pasajes
eficaz estructura
un golpe a
expectativas.
divide
narración su
y solitaria,
celebra
un sobrino perseguido que
forzadamente, descubre el amor y el dolor. En los pasajes iniciales, el
de la coordenada temporal impone un espesor físico, un plano dominado por la
ocultar
ritmo
descripción. Todo
en un espacio
es materia
donde
y
Se
espacio.
sus acciones
proyecta
la inmovilidad. Teresa
son recurrencia
presentes, adivinamos,
está presa
de
acciones
lo mismo, mecánicas, invariables y vacías. No son acciones, sino refle
y
jos. En su mundo nada se altera. La materialidad del reloj, del uno, dos, tres, de la
sacarina, borra el paso del tiempo como acontecer. Gracias a la reiteración, la existen
por
pasadas
cia se
que
un
torna intemporal "Abrir
la
del
saca
ámbito del
Al
puro
latir
que no se
de vista,
protagonista.
imágenes de
ver
y
conciencia,
tiene conciencia.
La
consigue curiosamente mediante
cordar
ojos
sin
relativizar el punto
interioridad de la
los
sin
la luz de la mañana, la
tensión,
miedo."
sin
anulación
pesadilla para el
final de
del
la
mtimidad
Bajo
una superficie
una pesadilla.
rutinaria,
subrayada por
intimidad tan densa y turbulenta
es un
hábito,
de ingreso
del
Ahora,
en
la
ya vestida
"Re
junto
a
los balcones temblando
la monotonía,
como el
a
personaje se
sujeto en extensas oraciones :
la ventana, contemplar las calles desoladas y las banderas
en la brisa fresca de septiembre..."10.
acción en una
resolana pálida
Vivir
el narrador consigue una vía
mayor cercanía con
la
9.
trasfondo
el narrador
fija la
social :
Listas de nombres ignorados, voces familiares al teléfono, en los oídos el recuerdo
zumbante
de bombardeos
con misión
cumplida, plenamente cumplida; ruinas
visitadas por curiosos que apuntan con sus máquinas
vencidas por el
fuego y la muerte. Su memoria
lejanos deseos, de
El desarrollo de la
su
condición,
semejante a
represiones que
conciencia
la
la fueron
de Teresa
anagnórisis
,
fotográficas hacia las vigas
convoca entonces
consumiendo en el
la presencia de
fracaso11
culminará con un reconocimiento
de las tragedias
de
griegas: pero este reconoci
de fortuna. El festejo inicial y colectivo, expresado por
las banderas tricolores y la bulliciosa algarabía de los balcones, deviene en derrota
definitiva cuando Teresa es capaz de percibir con dolor el sin sentido de su destino. Af,_
miento
descarta todo
través de
9
Cerda,
cambio
este reconocimiento mira
lo
colectivo con otro
lente: la
prestancia
inicial de
C.,op.cit,p.l98.
10 Ibid, p.201.
11 Ibid,p.205.
131
AISTHESIS
N"
33, 2000
las banderas ha
de
correlato
la
cedido ante
La
su soledad.
la forma de interpretar
de
visión
un
ha
el mundo
festejo de los balcones
trapo viejo, el
es el
transformador de la percepción;
subjetividad es el agente
sufrido una modificación radical.
Todos los sig
nos cambian su significado.
por
nes
los
El miedo se instala de a poco en el relato. Primero en forma de duda generada
la llegada de Daniel; luego en forma de una cruel decepción. La mirada sin ilusio
de Teresa desnuda la sordidez de la realidad. Desde un mismo balcón, a través de
mismos
Como
nario.
Teresa
por un
posible ver realidades
ojos, es
ideal
los demás
en
no es una
político.
va realidad producto
la
precariedad
do de
"que
de
ha
su vida
heroína
Es,
de
de Carlos Cerda, lo
que soporte
infortunios
simplemente una mujer como
un conflicto
inconsciencia
su
espera vacía,
cuentos
distintas.
idéntico
al
de
ordinario revela
tantas,
éticas
o
enfrentando una nue
del que ella ha participado tanto desde
histórico
desde la distancia de
como
lo extraordi
movida por razones
veinte años
su
balcón. En
un sába
atrás, Teresa es capaz de comprender
desde lo
sido eso: un permanente espiar
la felicidad de los
oscuro
otros".12
Al igual
a
través de la
nes creadas a
través de
Rojas13
Gonzalo
"Esplendor y
que en
metáfora.
la
asociaciones.
En
cadena
sa : el
helicóptero pasa de
el caso
del helicóptero,
significantes upelientos
"matapiojo
-
Es
en
la mirada de Tere
a
y
matapiojo.
-
en
protector"
gigante
de imáge
sorprendía al poeta
piojentos
la transformación
se reconoce
ser un
se manifiesta
el cambio es producto
"un
ruido amena
divulga"
todo lo
zante que
de
donde
prosa
banderas"
con
esa exterioridad sensorial
de los caballos", la
agonía
En "Balcones
La quietud que impregna el final del relato, muestra la incapacidad del ser
humano para modificar con su pura voluntad ese destino al que parece sometido. El
silencio que
Teresa
nestidad medular
no
del
ha
podido
penetrar,
¿En qué consiste el estilo
sentes en
los
relatos se une
miniaturistas
la habilidad
hacia temas inagotables
también
la
a
ciudad.
La ho
pérdida
para moverse
como el
del
desde
pre
situaciones anecdóticas
exilio político.
Si
en varios cuentos
lo imaginario, ya sea individual o colectivo,
"Esplendor y agonía de los caballos", "Dos botellas de vino", "Clases particulares",
Führer"
"Historia del
en todos la materialidad, esa sensualidad propia de lo con
prima una realidad
intervenida
ahora somete
hace
debilidad, duda,
y derrota.
de Primer tiempo? A la diversidad de registros
personaje se
por
—
—
creto, también es
los Cerda
un rasgo predominante.
no reside sólo en su excelente
transmitir
con
Una
lo
más simple
jes. Todos deben traspasar
niño
la
esencia que nace
esencia
del
una
conviven.
Al lado de la
originalidad
de la
algo
en el
de la
escritura
doblez
que
le
de Car
permite
vida.
equilibrio precario
frontera
descubre que la injusticia es
ilusión
Pero la
técnica. Consiste
que
de la
implica
mtimidad
de
sus persona
el reconocerse vulnerables: el
permanente; Lorena entiende
que el miedo
y la
iniciación, del descubrimiento íntimo, está la pérdida
12 Ibid,p.236.
13 En 1976,
de Cerda,
de Rostock, Mar Báltico; Gonzalo Rojas alienta la publicación del libro de cuentos
Berlín : Aufbau Verlag, 1976.). En dicha ocasión se
metafórico de "Balcones con banderas", cuya culminación es, en sus palabras, la
en el puerto
Begegnung mit der zeit (Encuentro con el tiempo.
detiene en el carácter
"metaforización del
horror"
132
que mediante el
helicóptero
se realiza en el cuento.
AISTHESIS
y, sobre
N°
33, 2000
todo,
destino. La
está
la imposibilidad del
originalidad
de
ser
humano de
estos relatos está en
manejar
la totalidad de
la fuerza de la mirada propuesta
su
por
Carlos Cerda. Ese tono, verdad o sugerencia que se encuentra bajo la piel de la pala
bra. Porque, finalmente, toda escritura consiste en la invención de una mirada.
Carlos Cerda
clasificación14.
Una
diversa y profunda que desafía todo intento de
a lo largo de más de treinta años y, sin embargo,
la crítica académica. La misma que le permite a su au
posee una obra
obra
desarrollada
injustamente desatendida
por
tor posicionarse "como uno de los principales aspirantes a
lista
chileno vacante
desde la
muerte
de José
ocupar el
lugar de
el nove
Donoso"15
14 El ensayista de fosé Donoso: originales y metáforas ( Andrés Bello, 1988); el novelista de la trilogía Morir en
Berlín (Alfaguara, 1993), Una casa vacía (Alfaguara,1996), Sombras que_caminan (Alfaguara, 1999); el
(Ictus,1987), "Residencia en las
dramaturgo de "La noche del
(Berlín, 1975), "Lo que está en el
Por culpa de
(Ictus, 1988), "Este domingo"; el guionista de cine y de radio; es también el cuentista de
aire"
soldado"
nubes"
nadie
(Galinost, 1986) y de los
ocho cuentos
de
este volumen.
Capital, noviembre de 1999,
soledad"
15 Navia,Patricio. "Carlos Cerda y
su seductora
en
p.133.
133
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