AL MINISTRO DE JUSTICIA DEL GOBIERNO DE ESPAÑA. REFLEXIONES DEL GRUPO DE ALCALDES SOCIALISTAS DE LA AXARQUIA SOBRE LA PROBLEMÁTICA URBANÍSTICA EN LA COMARCA. LAS ACTUACIONES EN SUELO NO URBANIZABLE. Son numerosos los alcaldes de la Axarquía imputados en procesos penales relativos a delitos contra la ordenación del territorio por prevaricación urbanística. Básicamente las conductas que han dado origen a estas imputaciones, con la única excepción que luego se dirá, son las mismas: la concesión de licencias de obra para viviendas aisladas en suelo no urbanizable, si bien, dichos supuestos se dividen en dos variantes, atendiendo al momento en que fueron concedidas: antes de la entrada en vigor de la Ley 7/2002, de 17 de Diciembre, de Ordenación Urbanística de Andalucía ( en adelante LOUA) y después de la entrada en vigor de la norma urbanística andaluza. Estas dos situaciones se encuentran separadas por una fecha, el día 20 de Enero de 2003, fecha de entrada en vigor de la LOUA. Las conductas sujetas a procesos penales relativas a conductas anteriores al 20 de Enero de 2003, responden sustancialmente a la siguiente descripción: - Licencias de obra para la construcción de viviendas unifamiliares aisladas en Suelo No Urbanizable, otorgadas por el alcalde correspondiente sin incluir en el expediente el preceptivo informe de la Comisión Provincial de Ordenación del Territorio y Urbanismo ( en adelante CPOTU). Se trata en la mayoría de los supuestos de licencias materialmente justas, en tanto que ajustadas a la normativa urbanística vigente en el momento de su concesión, si bien viciadas de un defecto formal esencial cual es la falta del informe preceptivo y vinculante de la CPOTU. Hasta fechas recientes, este defecto formal venia siendo corregido en vía Contencioso-Administrativo, al ser considerado un ilícito administrativo y no un ilícito penal, al igual que ocurría y sigue ocurriendo en los supuestos de aprobación de instrumentos de planeamiento por la Consejería competente, sin incluir o en contra de algún informe preceptivo y vinculante, hecho éste que ha sido subsanado en vía administrativa mediante la figura de la convalidación, o bien, en sede Contencioso-Administrativo tras el correspondiente proceso, pero nunca en vía penal, sirva como ejemplo ( podríamos citar muchos más), por su trascendencia y cercanía temporal, el caso del hotel “El Algarrobico” en el parque natural del Cabo de Gata, resuelto en vía Contenciosa sin trascendencia penal alguna. Por su parte, las actuaciones en sede penal con origen en hechos posteriores al 20 de Enero de 2003 responden al siguiente patrón: - Licencias de obra referidas a viviendas unifamiliares aisladas vinculadas a actividades agrícolas, forestales y ganaderas, otorgadas por el correspondiente alcalde, en contra del informe preceptivo y no vinculante de la Consejería competente en materia urbanística. Se hace preciso indicar que estas licencias vienen precedidas, por exigencia de la LOUA, de la tramitación de un instrumento, nuevo en nuestra comunidad Autónoma, denominado Proyecto de Actuación y dirigido a acreditar la efectiva vinculación de la vivienda proyectada a la actividad agrícola, forestal o ganadera requerida por la norma. Este Proyecto de Actuación es aprobado por el Pleno municipal, no por el alcalde, tras un largo procedimiento donde se incluye trámite de exposición pública e informe preceptivo, pero no vinculante, de la Junta de Andalucía. Y es precisamente este informe, cuando es contrario a lo aprobado por el Pleno, y posteriormente por el Alcalde ( al otorgar la oportuna licencia), el que se convierte en prueba de cargo fundamental para imputar y luego condenar a alcalde y concejales que aprobaron el Proyecto de Actuación. Llegados a este punto es preciso referirnos a un tercer supuesto que por ser común a los dos anteriores se expone en último lugar; se trata de la vivienda agrícola, aquella que pertenece al agricultor y se inserta en una explotación agraria en el sentido propio de este término, aquel que le asigna de manera concreta la legislación agrícola. En este supuesto la competencia para otorgar licencia de obra corresponde de manera directa al alcalde, tanto en el régimen previsto en la LOUA, como en la legislación anterior. No obstante, también en estos supuestos está conociendo la jurisdicción penal en detrimento de la Contencioso-Administrativa. Como se ve, el principio que define al derecho penal como última ratio no parece gozar de buena salud en estos supuestos. Para concluir este apartado es necesario resaltar la enorme confusión reinante en el sistema de fuentes de aplicación en materia de autorizaciones en el Suelo No Urbanizable en la Comunidad Andaluza y en particular en la Axarquía( será objeto de exposición somera en el siguiente apartado), y ello ante la relevancia penal que tiene su correcta aplicación dado el carácter de norma penal en blanco que reúnen los artículos 319 y 320 del Código Penal referidos a los delitos contra la ordenación del territorio, y que remiten a la hora de completar la conducta tipificada a las normas urbanísticas de aplicación, cuya vulneración se persigue. Al respecto y en lo que se refiere a la Comunidad Autónoma Andaluza, tras la sentencia del Tribunal Constitucional 61/1997, de 20 de Marzo, sobre distribución de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas, el sistema de fuentes vendrá determinado: - Legislación básica del Estado: Ley 6/1998, de 13 de Abril, sobre Régimen del Suelo y Valoraciones, modificada por el Real Decreto ley 4/2000, de 23 de Junio, por el que se aprueban Medidas Urgentes de Liberalización del Sector Inmobiliario, y por la Ley 10/2003, de 20 de Mayo, de Medidas Urgentes de Liberalización del Sector Inmobiliario y Transportes, y los preceptos vigentes que conservan este carácter del Texto refundido de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, aprobado por Real Decreto - - - - Legislativo 1/1992, de 26 de junio. Recientemente ha sido aprobada la Ley 8/2007, de 28 de Mayo, de Suelo., que entró en vigor el día 01 de Julio de 2007 y que deroga de forma expresa la referida Ley 6/1998, de 13 de Abril, y el artículo 133, el apartado 1 del artículo 134, el apartado 1 del artículo 243, el artículo 276, el apartado 1 del artículo 280 y los artículos 287, 288 y 289 del Texto Refundido aprobado por el Real Decreto Legislativo 1/1992, de 26 de Junio, también referido anteriormente. La legislación de la CCAA esencialmente; la Ley 1/1994, de 11 de Enero, de Ordenación del Territorio de Andalucía, La Ley 1/1997, de 18 de Junio, por la que se aprueban con carácter urgente y transitorio disposiciones en materia de régimen de suelo y ordenación urbana, sustituida desde el 20 de enero de 2003 por la Ley 7/2002, de 17 de Diciembre, de Ordenación Urbanística de Andalucía. La legislación estatal de aplicación supletoria en materia de urbanismo constituida por el Texto Refundido de la Ley sobre Régimen del Suelo y Ordenación Urbana, aprobado por Real Decreto 1346/1976, y sus reglamentos de desarrollo: Reglamento de Planeamiento, aprobado por Real Decreto 2159/1978, de 23 de Junio; Reglamento de Gestión, aprobado por Real Decreto 3288/1978, de 25 de Agosto y Reglamento de Disciplina, aprobado por Real Decreto 2187/1978, de 23 de Junio Los instrumentos de planeamiento de ámbito superior al municipal que, en este caso y sin perjuicio de lo que después se dirá, en principio, vendría determinado por el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Málaga, aprobado mediante Resolución de 06 de Marzo de 1987 y publicado en el BOJA de 14 de febrero de 2007. Y que ha sido sustituido en el ámbito territorial de la Axarquía por el POT-AX aprobado por Decreto 147/2006, de 18 de Julio y publicado en el BOJA de 03 de Octubre del mismo año, así como por el Plan de Ordenación Del Territorio de Andalucía, publicado en el BOJA de 29 de Diciembre de 2006. Los instrumentos de Planeamiento de cada municipio, que en este caso vendrían determinadas por las Normas Subsidiarias del Municipio En numerosas ocasiones esta multitud de disposiciones han sido dictadas sin tener en cuenta las exigencias de otras que las precedieron, otras veces, la interpretación y aplicación de unas versan sobre conceptos de otras dictadas en ámbitos competenciales distintos, y, la mayoría de las veces, son posteriores a las normas de ámbito municipal. Todas estas cuestiones revisten especial importancia cuando su aplicación e interpretación –difícil, confusa e incomprensible, incluso, para la propia Administración autora de la misma- son sometidas al prisma penal. Expuesto lo anterior tenemos que concluir dando noticia de la trampa legal que para la mayoría de alcaldes axárquicos ha supuesto el nuevo régimen del Suelo No Urbanizable en la LOUA. Supone éste régimen una clara apuesta del legislador andaluz por la autonomía local, de hecho es la primera y, por ahora, única Comunidad Autónoma que suprime el carácter previo y vinculante de la autorización autonómica ante solicitudes de construcción de viviendas unifamiliares aisladas en el Suelo No Urbanizable, y la sustituye por el ya referido Proyecto de Actuación que ha de ser aprobado por el Pleno municipal. Esta es la novedad que aporta la Ley Andaluza, y no lo hace de manera irreflexiva o alocada, sino profundamente meditada tal y como expone de manera clara su exposición de motivos, y posteriormente reitera la exposición de motivos del DECRETO XXXX. Por tanto la voluntad del legislador ha quedado clara respecto a que Administración será la competente para emitir la autorización de uso en el Suelo No Urbanizable, y es aquí, precisamente, donde está la trampa. Justo cuando los municipios han ejercido la autonomía local, eso sí, de manera diferente a la querida por la Administración autonómica, aparece la vía penal como método corrector y se aplica de manera selectiva para reconducir una situación que no se quiso o no se pudo corregir en sede legislativa. Como ya se ha dicho es precisamente la aprobación de actuaciones en suelo no urbanizable, contrarias al informe no vinculante de la Junta de Andalucía la principal prueba de cargo contra los Alcaldes y Concejales que votaron, como no pudo ser de otra forma, convencidos de la absoluta legalidad de su actuación. Si el legislador quiso prohibir las viviendas unifamiliares aisladas en el Suelo No urbanizable tuvo que haberlo hecho en sede legislativa y no lo hizo, y por tanto no es de recibo su prohibición fáctica mediante la criminalización de la actividad urbanística municipal llevada a cabo vía aplicación selectiva de la ley en contradicción con los principios propios de un estado de derecho y en especial con el principio de legalidad. Es significativo que el máximo responsable de la fiscalía en la provincia de Málaga se haya permitido decir textualmente “ Cuando un Alcalde concede una licencia de obra en Suelo No Urbanizable estamos ante un caso de corrupción Urbanística”. Esta frase que desconoce por completo el régimen jurídico presente y pasado del Suelo No Urbanizable en todo el Estado Español, ha sido extraída entrecomillada de un diario español de tirada nacional , y resume de manera clara y sencilla lo que está ocurriendo en la Axarquía Malagueña. LA ORDENACIÓN DEL TERRITORIO Y LOS PLANES GENERALES DE ORDENACIÓN URBANÍSTICA. Hasta la entrada en vigor de la LOUA, el número de municipios axárquicos con instrumento de planeamiento general aprobado definitivamente era muy escaso. En la actualidad, transcurridos seis años desde aquella entrada en vigor, el número de municipios con instrumento de planeamiento sigue siendo el mismo. No se ha aprobado definitivamente ni un solo Plan General De Ordenación Urbana en toda la Axarquía, lo que denota que algo debe estar pasando. Es preciso señalar en este momento que aquellos escasos instrumentos de planeamiento general, normalmente Normas Subsidiarias del Planeamiento, aprobados definitivamente en su día, no entraron nunca en vigor, es decir no gozan de fuerza vinculante ya que la Administración encargada de su publicación integra ( Junta de Andalucía) obvió tan esencial trámite. No es de extrañar esta situación si tenemos en cuenta que lo mismo ha venido ocurriendo durante 21 años con el Plan Especial de Protección del Medio Físico de la Provincia de Málaga ( en adelante PEMFPA), aprobado por la Junta de Andalucía mediante resolución de 06 de Marzo de 1987, y publicado en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía el día 14 de Febrero de 2007, es decir 20 años después. Efectivamente, no se trata de un error, no, el PEMFPMA ha venido aplicándose de manera indebida durante 20 años, ya que no entró en vigor hasta el día siguiente a su publicación integra en el BOJA, tal y como establece de manera expresa la resolución publicada, esto es el día 15 de febrero de 2007. Y ello a sabiendas de esta circunstancia, ya que han sido numerosas las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que han puesto de manifiesto esta deficiencia esencial, anulando los acuerdos que encontraron fundamentación en dicho Plan no publicado y por tanto no vigente. No obstante, esta conducta consistente en aplicar una norma a sabiendas de su ineficacia por falta de publicidad, por parte de aquella Administración obligada a la publicación de la propia norma, nunca trascendió del ámbito ContenciosoAdministrativo. En esta misma situación se encuentran los municipios de la Axarquía que poseen instrumento de planeamiento, su no publicación, determina su no vigencia y por tanto un estado de confusión, en cuanto a la norma aplicar, difícilmente compatible con las exigencias del principio de legalidad en materia penal. Aún se complica más la situación como consecuencia de la pirámide inversa en que ha consistido el proceso legislativo en materia de ordenación territorial y ordenación urbanística en lo que respecta a la Axarquía. La aprobación y entrada en vigor de la LOUA, 20 de Enero de 2003, supuso el inicio de la carrera municipal para la aprobación de sus PGOU, carrera que habrían de culminar en un plazo no superior a cuatro años según dispuso la propia Ley andaluza. El primer obstáculo para los PGOU vino determinado por el Plan Subregional de Ordenación Territorial de la Axarquía ( en adelante POT-AX) publicado en el BOJA de 03 de Octubre de 2006. Obviamente los PGOU en tramitación se vieron afectados por esta norma supramunicipal y hubieron de adaptar sus determinaciones a la misma. Con posterioridad volvieron a sufrir un grave revés con la publicación del Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía publicado en el BOJA de 29 de Diciembre de 2006, que añadía nuevas determinaciones a incluir en los PGOU en tramitación. Entre ambas fechas y con anterioridad a la aprobación de los instrumentos de ordenación territorial referidos, la propia LOUA sufrió varias modificaciones que afectaban fundamentalmente al régimen de viviendas de protección oficial y al régimen disciplinario en materia urbanística. Es decir la pirámide normativa dirigida a regular la ordenación territorial y urbanística de la Axarquía, se desarrolló de manera inversa a la prevista en la propia Ley de Ordenación del Territorio de Andalucía aprobada en el año 1994, y que prevé el siguiente tracto temporal: 1º Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía. 2º Plan Subregional de Ordenación del territorio de la Axarquía. 3º Planes de Ordenación Urbanística de los municipios. En definitiva el resultado ha sido tan confuso y, a veces, tan traumático, que al día de la fecha ninguno de los municipios que conforman la Comarca de la Axarquía ha logrado la aprobación definitiva de su PGOU. Ello combinado con la ineficacia de los Planes aprobados con anterioridad a la LOUA por su no publicación, determina que el instrumento de aplicación en todo el territorio de la Axarquía venga constituido por las Normas Subsidiarias de la Provincia de Málaga, publicadas en el año 1978, que habrán de ser interpretadas en cada caso concreto bajo el prisma de la LOUA que responde a principios constitucionales posteriores a estas Normas Provinciales. La confusión en cuanto a las normas de aplicación urbanística en la Axarquía resulta más que evidente y coloca a los responsables municipales en una difícil encrucijada cada vez que se solicita en su ayuntamiento una licencia de obra, más aún. la incursión del ámbito penal en esta tarea administrativa aumenta la confusión de responsables y vecinos hasta tal grado que ha logrado paralizar la actividad urbanística en la zona. Es posible que esta fuera la finalidad de la aplicación selectiva de la ley penal que antes hemos referido, pero entendemos que el instrumento ha sido equivocado, no se soluciona el problema urbanístico criminalizando la actividad municipal, sino clarificando la normas de aplicación mediante el ejercicio de las competencias reglamentarias que en esta materia tiene asignada la Junta de Andalucía, y de la que hasta el momento no ha hecho uso, o al menos dictando una moratoria en tanto se clarifica tan compleja situación, en ningún caso aplicando la ley penal de manera forzada y exclusiva al eslabón más débil de la cadena urbanística, y ello en detrimento de la jurisdicción Contencioso-Administrativa que está llamada por su propia naturaleza a conocer de estos casos. CONCLUSIÓN. 1ª EL AVANCE DE LA AUTONOMÍA LOCAL QUE SUPONE LA LOUA HA SIDO PERVERTIDO POR LA PRÁCTICA JUDICIAL EN LA AXARQUÍA. No se trata de una mera declaración de principios, sino que la afirmación reseñada encuentra concreción particularizada a lo largo de todo el texto normativo y en especial en la regulación de autorización de usos en el suelo no urbanizable. Así lo entendió el propio ejecutivo Andaluz cuando al regular las competencias de la Administración de la Comunidad Autónoma de Andalucía en materia de ordenación del territorio y urbanismo mediante el Decreto 193/2003, de 1 de julio, en su exposición de motivos incorpora el siguiente párrafo inicial: “ La Ley 7/2002, de 17 de diciembre , de Ordenación Urbanística de Andalucía, fija el ámbito interadministrativo de competencias en materia de urbanismo incidiendo, entre otros aspectos, en la distribución de las mismas entre la Administración de la Comunidad Autónoma y la Administración Local. En líneas generales, dicha Ley precisa de un marco claro al respecto y avanza en la asignación de competencias a los municipios andaluces, reforzando el ámbito de decisión y responsabilidad local, en lo que respecta a la modificación del planeamiento urbanístico en general, al planeamiento urbanístico de desarrollo y a las actuaciones en el suelo no urbanizable, respecto a la legislación anterior.” En efecto, el legislador andaluz, al construir el régimen jurídico del suelo no urbanizable ( Art.. 52 LOUA ) y el procedimiento de autorización de usos y concesión de licencias en dicho suelo ( artículo 172 y 43 LOUA ) se decanta de manera expresa por la autonomía municipal, de tal forma que la intervención de la Administración de la Comunidad Autónoma en este procedimiento es meramente informante, ( El artículo 43.1.d) prevé un informe preceptivo de la Consejería competente en materia de urbanismo, no un informe vinculante por aplicación del art. 83 de la LRJPAC)). No se trata de un olvido, ni de una casualidad, sino que de manera consciente y clara el legislador ha decido suprimir la autorización previa en el uso atípico del suelo no urbanizable y califica esta nueva opción, como ya hemos visto, de avance en la asignación de competencias a los municipios andaluces respecto a la legislación anterior. La premeditación de la decisión del Legislador adquiere mayor solidez si comparamos su contenido con el resto de las Leyes Autonómicas en materia de urbanismo que, sin excepción, prevén la autorización previa de la Administración Autonómica en los usos excepcionales del suelo no urbanizable, sin perjuicio de la posterior licencia municipal. En definitiva la LOUA ha querido avanzar en la autonomía municipal, sin renunciar al establecimiento de un control complementario ( el proyecto de actuación regulado en los art. 42 y 43 de la LOUA, por remisión expresa del art. 52 del mismo cuerpo legal ) a los que resultan de aplicación la normativa general reguladora de los usos, obras y actividades. El Legislador ha decidido de forma clara y contundente atribuir la competencia de tramitación y aprobación del proyecto de actuación, de manera exclusiva, a los municipios y concretamente a su máximo órgano representativo, el pleno municipal. La criminalización del ejercicio efectivo de esta competencia municipal, pervierte el contenido teleológico de la norma andaluza. 2ª CONFUSIÓN ENTRE EL EJERCICIO LEGÍTIMO DE UNA COMPETENCIA MUNICIPAL CON LA CORRUPCIÓN URBANÍSTICA. La práctica descrita a lo largo de estas reflexiones pudiera suponer, en todo caso, una interpretación errónea de la ley urbanística, pero, en ningún caso, estaríamos en presencia de un caso de corrupción urbanística ya que no existe la necesaria confusión entre intereses públicos y privados que esta figura exige. Lo define muy bien el profesor Javier Pérez Royo en su columna publicada en el Diario “ El País” de 22 de Mayo de 2009, cuando textualmente dice: “ En esta confusión es en lo que consiste la corrupción, que no es, en última instancia, más que la privatización del poder, la subordinación, por vías soterradas y espurias, del poder político a la propiedad privada. Formalmente el título del poder político opera con si fuera exclusivamente portador de la voluntad general, pero materialmente está sometido o condicionado en su expresión de la voluntad general por voluntades particulares.” Ninguno de estos caracteres los podemos encontrar en el caso de la Axarquía, es el interés general, no el particular el que ha primado en la aplicación de la ley y, por supuesto, en ningún caso podemos hablar de enriquecimiento de los responsables municipales, a excepción hecha del municipio de Alcaucín, en el que presuntamente existen pagos de cantidades de dinero y otras prebendas a cambio de favores urbanísticos. Se trata de un caso diferente, que nada tiene que ver con los procesamientos a que se encuentran sometidos el resto de ediles axárquicos, donde el lucro personal no forma parte, en ningún momento, de las acusaciones sostenidas por la fiscalía. En definitiva, mediante el ejercicio de la acción penal y la puesta en marcha de un proceso de la misma naturaleza, se está pretendiendo corregir la dirección política que le corresponde a los responsables municipales en materia urbanística en virtud del mandato constitucional que han recibido y que encuentra desarrollo en la legislación autonómica. Se trata de una grave interferencia en la acción de los gobiernos municipales, que busca sustituir al Pleno Municipal por los Tribunales de Justicia. FIRMAN ALCALDES DE