La actualidad de los uniformados que han vuelto a la libertad tras

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La actualidad de los uniformados que
han vuelto a la libertad tras ser
secuestrados por las Farc
28-03-10
Moncayo y Calvo se unirán al grupo de 15 militares y policías que han tenido que enfrentar el
duro reto de asumir nuevas realidad al mismo tiempo que tratan de curar las heridas del
cautiverio.
En esencia, hay cinco grupos de uniformados. Los que eran solteros y al regresar empezaron
de cero. Se casaron y algunos de ellos van a ser papás por primeras vez. Otro grupo es el de
quienes viajaron al exterior (cuatro); tres de ellos a Francia. Un tercer grupo lo conforman un
grupo de policías- coincidencialmente tres liberados en Jaque- que vieron cómo el secuestro
desbarató sus matrimonios y por último están los liberados el año pasado que quizás por durar
menos tiempo en cautiverio volvieron a sus hogares y el secuestro no alcanzó a hacer tanto
daño. Sin excepción siguen vinculados a sus instituciones. Esto es lo que están haciendo
varios de los liberados.
Erasmo Romero. Toma de Miraflores, Guaviare, 1998.
Terminó de validar su bachillerato y desde agosto del año pasado se desempeña como
administrador de una discoteca de uno de los clubes del Ejército en Bogotá. Romero, casado
y papá de dos hijos, le dice que una vez terminó el tratamiento sicológico quiso entrar a la
universidad pero no se sintió capaz. Tuve la intención de entrar a la Sergio Arboleda pero me
sentí muy cansado. Fueron diez años perdidos y estoy tratando de estar de nuevo con mi
familia", dice Romero, uno de los liberados en Jaque. De cualquier modo tiene proyectado
empezar a estudiar ingeniería civil a mitad de año, si la salud se lo permite.
Y es que asegura que aunque le fue muy bien en el tratamiento sicológico, en ocasiones se
siente mal y esporádicamente va a exámenes médicos. Aún tiene las réplicas de los dolores
en el hombro y una rodilla de una caída en cautiverio. Dice que poco ha viajado porque a
veces lo invaden "delirios de persecución", concluye.
José Ricardo Marulanda. Toma del Billar, Caquetá, en marzo de 1998.
Está radicado en la costa Caribe y esencialmente se ha dedicado ha actualizarse en el manejo
de tecnologías. La Internet, los celulares. Varios de los liberados aseguran que el uso de esos
nuevos equipos y tecnologías fue una de las mayores sorpresas cuando regresaron a la
libertad.
Marulanda, cuya imagen que tienen los colombianos es la del militar de melena que desciende
de un avión, también se ha dedicado a dictar charlas sobre superación personal en varias
guarniciones militares.
Quienes lo conocen y han estado cerca de él aseguran que no sólo lo hace por la experiencia
que tuvo en cautiverio sino porque "se acercó más a Cristo", afirma una de sus más cercanas
allegadas. Cuenta también que en ese aspecto influyó de manera fundamental la esposa del
uniformado.
Mayor Juan Carlos Bermeo San José del Guaviare 3 de agosto del 98.
Es quizá uno de los militares que más fortaleza tuvo en cautiverio. Cuando fue liberado en
Jaque su aspecto físico y emocional era el que reflejaba mayor equilibrio.
Hoy está confinado en Tolemaida culminando el curso de Lancero, el tercero que realiza
después de regresar a la libertad. "Sólo se ha dedicado a hacer cursos", cuenta Natalia, su
esposa, a la que conoció después de una década de pesadilla en la selva. Ella está
embarazada y Bermeo será papá a finales de mayo o comienzos de junio.
Primero hizo un curso de operaciones sicológicas y luego el de inteligencia básica. En agosto
empieza el curso de analista de inteligencia. Además está estudiando administración de
Empresas en la Universidad Militar y nivela materias para entrar a hacer sexto semestre.
En el caso del mayor Bermeo la relación con sus padres se fortaleció aún más, dice Natalia,
quien es periodista y cuya tesis fue sobre el secuestrado que hoy es su esposo.
Los Viajeros
José Miguel Arteaga. Toma del Billar, Caquetá.
Es el militar que llegó con un Coatí -o cusumbo-, mascota que fue su acompañante de noches
en vela y días en la selva, y a la que tuvo que dejar en libertad para no convertirse en su
secuestrador pero sólo por el cariño que le profesaba. Arteaga, que está en Francia desde
hace ocho meses, tiene programado regresar al país a mediados de año y empezar a estudiar
veterinaria.
A ese país viajó por gestión de Ìngrid Betancourt y lo acompañan Amaón Flórez Pantoja y
Raimundo Malagón, también liberados en Jaque. Ellos estudiaron francés y en Europa han
dirigido varios conversatorios sobre víctimas del terrorismo. Recientemente fueron en
representación de las Fuerzas Militares a España para compartir sus experiencias.
Es otro de los que eran solteros y se casó después de ser liberado. Conoció a Nancy Torres,
funcionaria de un banco donde fue a abrir una cuenta después de años en la selva. Al año de
ser liberado; es decir, en julio del año pasado, se casaron. Ya viene en camino un bebé.
Mayor de la Policía Javier Rodríguez Porras
Está como agregado de la Policía en E.U. desde hace nueve meses donde realiza cursos de
seguridad. "El próximo año regreso y deseo continuar en la policía hasta que el mando policial
lo estime conveniente", dice Javier Rodríguez Porras, secuestrado en la toma de Mitú, el 1 de
noviembre de 1998.
Una de las metas en el mediano plazo del mayor Rodríguez es hacer una especialización en
política pública en Colombia.
Aunque sigue soltero y lejos de su familia afirma que en ese país ha estado rodeado de
personas "muy especiales que me han dado todo su afecto y cariño pudiendo decir que aquí
tengo una segunda familia".
"Mi secuestro quedó como una encrucijada que el destino me puso y que enfrenté con
dignidad y honor. Gracias a todos los hombres que hicieron la Operación Jaque, hoy puedo
decir que regresé del túnel oscuro del horror sin secuelas mentales o psicológicas", concluye.
Tres matrimonios fracturados
John Jairo Durán Tuay. Miraflores 3 de agosto del 98
Con 37 años de edad Durán Tuay hace un curso como tecnólogo de mantenimiento
aeronáutico desde hace seis meses y lo termina en agosto. Además está estudiando inglés.
Una vez superó el tratamiento sicológico se actualizó en lo tecnológico. Sin embargo, los diez
años que estuvo en la selva fracturaron la relación de pareja. Hoy está en proceso de
divorcio. "Pasó mucho tiempo, también muchas cosas y no se pudo reconstruir nada".
Dice que pese a haber regresado el secuestro lo separa de nuevo de sus hijos porque "seré
otras vez un papá de solo fines de semana".
En el 2011 quiere estudiar relaciones internacionales o derecho. No lo ha definido.
Julio César Buitrago. Miraflores 3 y 4 de agosto del 98
Hasta el mes de abril realizó sus cursos de ascenso para nivelarse paulatinamente.
Buitrago Cuesta afirma que desde el momento en que salió de cautiverio sólo ha pensado en
seguir trabajando por los que aún están en cautiverio. Lee muchos sobre Derechos Humanos
y Derecho Internacional Humanitario.
Ha dictado charlas en la Universidad Sergio Arboleda, en la Sabana, entre otras. El año
pasado estuvo en el quinto congreso de víctimas del terrorismo en Medellín y esta semana
visitó a policías en la cárcel de Facatativá.
Al igual que Durán Tuay hace curso como tecnólogo en mantenimiento aeronáutico y también
perdió a su esposa.
Y es que durante su secuestro, su esposa (enfermera) tuvo la oportunidad de capacitarse en
España. Cuando él regresó se enteró de que ella había viajado también con sus hijos, a los
que aspira a ver a mediados de este año. "Me relevaron del cargo como se dice en el argot
militar, pero esas son cosas de la vida por el secuestro", dice con resignación Buitrago
Cuesta, quien sin embargo ha encontrado apoyo en sus padres y hermanos.
Si las cosas salen cómo él planifica, podría iniciar estudios de ingeniería aeronáutica en la
Universidad San Buenaventura gracias a una beca.
Armando Castellanos Gaona. Arada, Tolima, el 11 de noviembre del 99.
Su mayor anhelo es viajar al exterior y estudiar derecho. Por ahora se actualiza en sistemas,
tecnología y leyes en la Policía y está pendiente de su papá, aquejado por una enfermedad
pulmonar.
También perdió a su esposa y no ha sido fácil que sus hijos lo reconozcan como padre por los
años de ausencia a causa de su secuestro.
"Estoy luchando por reconquistar el afecto de mis hijos. Ganármelos ha sido muy duro", dice
Castellanos Gaona.
"En cautiverio uno sabe que eso tiene que pasar. Una mujer sola, soltera, además ellas
quedan con el sueldo del secuestrado y hay muchos hombres que quieren aprovecharse de
eso", agrega.
Una vez vuelva sólida la relación con sus hijos Gaona quiere estudiar derecho o ciencias
políticas. Aún no lo ha definido.
Los Tres del Gaula
Walter José Lozano Guarnizo, Juan Fernando Galicia y Alexis Torres, estuvieron secuestrados
un año y ocho meses. El plagio interrumpió las relaciones de ellos con sus familias pero no las
alcanzó a fracturar.
Walter José Lozano. 5 de junio del 2007. Retén en Cartagena de Chairá y Paujil.
Está trabajando en el Gaula (en inteligencia) y estudia derecho en la universidad Sergio
Arboleda donde cursa su primer año.
No ha terminado la terapia pero siente que la recuperación ha sido satisfactoria y que está
bien.
A pesar de que el secuestro interrumpió la relación con sus hijos no la fracturó. Con sus
padres sucedió igual. Pero reconoce que con la pareja las cosas cambiaron. "El secuestro
ayuda a que las cosas se deterioren un poco", dice Walter Lozano, que sin embargo afirma
que la relación con sus padres se solidificó especialmente con su mamá.
Juan Fernando Galicia
También hace parte del Gaula (Medellín) y en 15 días empieza un curso de inteligencia.
Prepara los papeles para estudiar derecho en la Universidad Cooperativa.
Alexis Torres
Hasta ahora ha tomado la costumbre de viajar. Sigue vinculado al Gaula de la Policía en Cali y
cursa estudios como tecnólogo en sistemas.
Cuando regresó a la libertad se casó con la novia que tenía cuando fue secuestrado por las
Farc entre Cartagena del Chairá y Paujil (Caquetá).
El Cantante
William Domínguez Castro. Operación en Valparaíso (Caquetá) el 20 de enero del 2007.
La voz del soldado profesional William Domínguez, que le compuso una canción a los de la
operación Jaque, se quedó en el coro de la iglesia del batallón Carlos Albán, en Villavicencio,
en tonos de celular y en You Tube. "No hubo el apoyo necesario para lanzar mi disco", afirma.
Domínguez cuenta que Adriana Botina le estaba ayudando pero -dice- "no me dieron los
permisos que necesitaba para ir a los ensayos".
Además del tema de Jaque, otras 11 canciones que él compuso se quedaron en el diario en
donde escribió también las memorias de los 20 meses de secuestro. Él manifiesta que sus
superiores se quedaron con el cuaderno. Sin embargo, ya compuso dos temas: Eres un amor
y Feliz en la Selva.
En tres semanas se va casar con la mujer que había sido su novia en la Escuela José María
Córdoba.
William Pérez
Trabaja en una unidad militar. EL TIEMPO lo ubicó pero Pérez, el militar de los conocimientos
en enfermería en cautiverio, explicó que permanecía demasiado ocupado y se excusó por no
detallar en qué actividades se encuentra.
REDACCIÓN JUSTICIA
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