JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO “LA IGLESIA AL SERVICIO

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JORNADA MUNDIAL DEL ENFERMO
“LA IGLESIA AL SERVICIO DEL AMOR HACIA LOS ENFERMOS Y LOS QUE SUFREN”
Ambientación. El 11 de febrero, fiesta de la Virgen de Lourdes, se celebra la jornada mundial
del enfermo. El Santuario de Lourdes ha sido y es un lugar de encuentro, a nivel mundial, de
enfermos cristianos que buscan la salud corporal y espiritual en compañía de María. A través
de esta jornada la Iglesia quiere sensibilizar a la comunidad eclesial sobre la importancia del
servicio pastoral en el amplio mundo de la salud… , servicio que es parte integrante de su
misión recibida de Jesús, “ que pasó haciendo el bien y sanando a los enfermos “. El
sufrimiento humano alcanza su sentido plenitud de luz en el misterio de su pasión, muerte y
resurrección.
En esta tarde nuestra oración va dirigida por los enfermos, especialmente de nuestra
parroquia. Hace unos años se consideraba normal escuchar que los enfermos estaban en los
hospitales y en los hospitales había capellanes para atenderlos… Hoy la creación de estructuras
de atención primaria y ambulatoria han obligado a que la mayoría de los enfermos estén en
sus casas, en residencias o centros de atención de día. Este cambio ha venido a plantear
abiertamente la misión sanadora de la comunidad parroquial. Asumir esta misión debe ir
constituyendo una prioridad de la parroquia.
Si bien los destinatarios de nuestra oración son los enfermos y sus familias. También por
nosotros, orantes , para que nos sensibilicemos sobre la misión que tenemos al servicio del
Evangelio de la salud.
1. Nos ponemos de pie y cantamos:
Hemos conocido el amor,
Hemos puesto en Él nuestro ideal
Y sabemos que al unirnos en el nombre del Señor,
Dando fuerza a nuestra vida Dios está.
Cristo nos convoca para ser con Él, signo de esperanza, signo de unidad.
Para hacer presente el amanecer de una nueva vida que comienza ya.
Hemos descubierto que la vida es solo una mentira si el amor no está,
porque en el amor está viviendo Dios como fuente eterna de felicidad.
Salmo 90
Es un salmo de confianza. El salmista no habla de sí mismo, se dirige a otra persona
para garantizarle la protección divina. Pongamos nombres, en nuestro corazón, por
los que queremos orar.
R./ El Señor es mi fuerza, mi roca y salvación.
Tu que vives al amparo del Altísimo,
y habitas a la sombra de tu Dios,
di al Señor: “ refugio mío, fortaleza mío,
Dios mío en ti confío “.
El te librará de la red del cazador,
y de la peste mortal;
te cubrirá con sus plumas,
y hallarás refugio bajo sus alas,
su fidelidad será escudo y coraza.
R./ El Señor es mi fuerza mi roca y salvación.
No temerás los peligros de la noche,
ni la flecha que vuela de día
ni la peste que avanza en la oscuridad
ni la plaga que arrasa al medio día.
Caerán a tu lado mil y diez mil a tu derecha,
pero a ti ningún mal te alcanzará.
Con solo abrir los ojos,
verás el castigo de los malvados,
porque hiciste del Señor tu refugio
y del Altísimo tu defensa.
R./ El Señor es mi fuerza mi roca y salvación
No te llegará la desgracia,
ni la plaga rondará tu tienda,
porque ha ordenado a sus ángeles
que te protejan en todos tus caminos.
Ellos te llevarán sobre sus manos,
para que tu pié no tropiece en la piedra;
caminarás sobre serpientes y víboras,
pisarás leones y drogones.
R./ El Señor es mi fuerza mi roca y salvación
Lo libraré, porque se aferró a mí,
lo protegeré, pues conoce mi nombre;
me llamará y yo le responderé,
estaré a su lado en la desgracia,
lo libraré y acrecentaré su fama;
le haré disfrutar de larga vida,
y le mostraré mi salvación.
R./ El Señor es mi fuerza, mi roca y salvación
( Breve momento de oración personal )
Lectura del Evangelio según San Lucas.
“ Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó y cayó en manos de unos asaltantes que,
después de despojarlo y golpearlo sin piedad, se alejaron dejándolo medio muerto.
Un sacerdote bajaba casualmente por aquel camino y, al verlo, se desvió y pasó de
largo. Igualmente un levita que pasó por aquel lugar, al verlo se desvió y pasó de
largo. Pero un samaritano que iba de viaje, al llegar junto a él y verlo, sintió
lástima. Se acercó y le vendó las heridas después de habérselas limpiado con aceite
y vino; luego lo montó en su cabalgadura, lo llevó a una posada y cuidó de él. Al
día siguiente, sacó unas monedas y se las dio al encargado, diciendo: “ cuida de él,
y lo que gastes de más te lo pagaré a mi regreso”. ¿ quién de los tres te parece que
fue prójimo del que cayó en manos de los asaltantes?. El otro contestó: - el que
tuvo compasión de él. Jesús le dijo: vete y haz tú lo mismo. “
Palabra de Dios
Reflexión:
“ Concluyendo la parábola, Jesús dice: “ Vete y haz tú lo mismo “. Con estas
palabras se dirige también a nosotros. Nos exhorta a inclinarnos sobre las heridas
del cuerpo y del espíritu de numerosos hermanos y hermanas que encontramos en
los caminos del mundo; nos ayuda a comprender que, con la gracia de Dios
acogida y vivida en la vida de cada día, la experiencia de la enfermedad y del
sufrimiento se puede convertir en escuela de esperanza. En verdad, “ lo que cura
al hombre no es el esquivar el sufrimiento y huir ante el dolor, sino la capacidad de
aceptar la tribulación, madurar en ella y encontrar en ella un sentido mediante la
unión con Cristo, que ha sufrido con amor infinito.( …. )
¡Oh vosotros, que sentís más el peso de la cruz! – dijeron los padres del Concilio
Vaticano I - Vosotros que lloráis; vosotros, los pacientes desconocidos, tened
ánimo; vosotros sois los preferidos del reino de Dios, el reino de la esperanza, de la
bondad y de la vida: vosotros sois los hermanos de Cristo paciente y con Él, si
queréis, ¡ salváis al mundo ¡ ( ….) Imploro para los enfermos, así como para los
que los asisten, la protección maternal de María, Salud de los enfermos, y a todos
imparto de corazón la bendición apostólica “
( Benedicto XVI. Mensaje 2010 )
Para la meditación:
¿ Cómo reacciono ante el dolor y la enfermedad?
¿ Cómo expreso mi amor y compasión con los enfermos de mi familia, vecinos o
del barrio?
Plegaria por la salud.
Señor Jesús, que curaste al ciego de Betsaida (Mt 8,22)
Ruega por nosotros
Señor Jesús que curaste a dos ciegos en Cafarnaúm (Mt 9,27)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a dos ciegos en Jericó (Mt 20,29)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a un ciego y mudo (Mt 12,22)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste al sordomudo en Decápolis (Mt 7,34)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a un leproso en Galilea (Mt 1,41)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a diez leprosos en Galilea (Lc 17,11)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste al paralítico de Cafarnaúm (Mt 9,1)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste al paralítico de la piscina (Jn 5,1)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste al hombre de la mano atrofiada (Mt 12,9 )
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a la mujer hemorroísa (Lc 8,42 )
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a un hombre hidrópico (Lc 14,1 )
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste al siervo del centurión (Mt 8,5)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste al hijo del funcionario real (Jn 4,50 )
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a la suegra de San Pedro (Mc 1,25)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a un niño lunático (Mt 17,18)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste al poseso de Cafarnaúm (Mc 1,25)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a un poseso mudo (Lc 11,14)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a una joven posesa de Canán (Mc 7,24)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que curaste a dos posesos de Gerasa (Mt 8,28)
Ruega por nosotros
Señor Jesús, que resucitaste a la hija de Jairo (Mc 5,41)
Ten misericordia de
nosotros
Señor Jesús, que resucitaste al hijo de una viuda (Lc 7,14)
Ten misericordia de
nosotros
Señor Jesús, que resucitaste a tu amigo Lázaro (Jn 11,1-43)
Ten misericordia de
nosotros
Señor Jesús, que resucitaste Tú mismo del sepulcro (Mc 16,6)
Ten compasión de
nosotros
Padre Nuestro.
Dios te salve María…
Oración por los enfermos de nuestra comunidad.
Señor, te encomendamos
a los enfermos de nuestra comunidad.
Acoge sus quejas.
Mitiga sus dolores.
Alivia su angustia y su cansancio.
Dales tu aliento en su lucha.
Reanima su esperanza.
Sana sus heridas.
Aviva su confianza.
Haz que se sientan queridos.
Llena sus vidas de amor y de sentido.
¡ Que se vea tu obra con ellos¡
¡ Confirma tú la acción de nuestras manos ¡ Amén
DONDE HAY AMOR Y CARIDAD ; DONDE HAY AMOR,
DIOS ALLÍ ESTÁ… ( se repite… )
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