LA TRINITARIA Apuntes y documentos para su estudio (1) Por EMILIO RODRIGUEZ DEMORIZl Tras la primera luz d e libertad fugazmente encendida por el Doctor J o s é Núñez d e Cáceres, cayó sobre Santo Domingo la negra noche d e la dominación haitiana. Desde el aciago 9 d e febrero d e 1822 señoreó sobre toda la Isla la bandera haitiana d e J u a n Pedro Boyer, receloso gobernante que concibió el funesto plan d e embrutecer y d e aniquilar la brillante juventud dominicana que s e educaba en las aulas universitarias, la q u e ya n o tendría en donde apagar s u sed d e luces. La gloriosa Uiiiversidad de Santo Tomás d e Aquino cerró s u s puertas. La emigración s e llevó hacia otras playas «la flor d e las faniilias~;el idioma francés, torpemente hablado, sustitiiyó a la vieja lengua d e Castilla; la iglesia, el hogar, los nionumentos coloniales q u e eran prenda del antiguo esplendor d e la Española, todo fué profanado por el oscui~odominador. No Iiabía escuelas q u e merecieran ese nombre, ni centros d e cultura, sino espesas sombras, el odio d e los opresores a los desdichados opi~itniclos,abyección y pobreza por todas partes. Sólo despiiés d e largos años d e laiiientable oscuridad, en las postrimerías d e la era haitiana, los dominadores f~indaronla pequeña escuela dirigida por hlonsieur Arquiere. En esos negros y pesar-osos días, amargos días d e duelo para los doniinicanos, s ~ ~ r geli ó predestinado, J u a n Pablo Duarte. Venia, como dice Meriño, ((de templar el alma varonil al sol d e sus antepasados)). En s u viaje a los Estados Unidos y a Europa h.rl b'la concebido la idea separatista, g desde su retorno, hacia 1833, s e dedicó a darle forma. Rodeóse d e la juventud, siempre ansiosa d e saber, y fiié transmifiéndole, en su casa convertida en escuela, junto con 10s conocimientos que adquiriera en Barcelona y en otros pueblos d e Europa, sus férvidas ansias d e libertad, el nobilísin-io propósito a q u e ya estaba consagrada s u vida d e Apóstol y d e Mártir. (1) A continuación <le estos apuntes se reproducen las escritos de Serrn p de Bonilla, los mRs importantes acerca de la fundaci6n de La Trinitaria. Hc- riios agregado, en aiiibos trabajos, algunas notas aclaratorias. A l final de est a s páginas, sirnpleinente esquenidticas, se ofrecen a1 lector alguiias adiciqnes acerca de La Trinitaria,que pued:in servir coino contribución al estudio, y a bien esperado, del naciiniento y vida de la ilustre Sociedad. PRESIDENTE JUAN PABLO DUARTE, COOPERAR CON MI PERSONA. VIDA Y BIENES A LA SEPARACION DEFINITIVA DEI, GOBIERNO HAITIANO, Y A IMPLANTAR UNA REPUBLICA LIBRE E INDEPENDIENTE DE TODA DOMINACION EXTRANJERA QUE SE DENOiVINARA REPUBLICA DOMINICANA, LA CUAL TENDRA SU PABELLON TRICOLOR EN CUARTOS, ENCARNADOS Y AZULES, ATRAVESADOS CON UNA CRUZ BLANCA (5). MIENTRAS TANTO SEREMOS RECONOCIDOS LOS TRINITARIOS CON LAS PALABRAS SACRAMENTALES: DIOS, PATRIA Y LIEERTAD. AS1 LO f'ROMET0 ANTE DIOS Y EL MUNOO, SI TAL HAGO, DIOS ME PROTEJA: Y DE NO, ME LO TOME EN CUENTA. Y MIS CONSOCIOS ME CASTIGUEN EL PERJU1x10 Y LA TRAICION, SI LOS VENDO (6). Los trinifnrios,-así s e llaman los miembros de la gloriosa Sociedad,-emprenden sin tardanza sus patrióticas faenas. S u s adeptos van aunientando, día por día, y el anhelo de libertad, simiente regada por todo el país, es como un vasto y silencioso incendio que inflama el corazón d e los dominicanos y que los prepara a la heroica jornada. Entre los trinitarios hay hombres del temple d e Sánchez y d e Mella. Los que rodean a Duarte tienen su color o divisa y s u seudónimo. La divisa de Duarte e s azul; roja la d e Pina; verde la d e Sánchez; amarilla la de Juan Isidro Pérez. Arístides es el seudónin~o de Duarte; Leonidas el de Benito González; Simán el de Felipe Alfau; 7emistocles el d e Juan Isidro Pérez. El propósito de independizar la Patria esclava, nacido en la mente g en el corazón d e Duarte, fué pronto ideal de la universalidad d e los nloradores de la parte espaliola de Santo Domingo, descendientes de aquellos varones que dilataron, a través de los mares, aquel vasto imperio en que el Sol no se ponía. Esa gloria le bastaba a LA TRINITARIA. De ella, madre fecunda, nació la Sociedad FILANTROI'ICA, con los mismos fines patrióticos, pero, aparentemente, con propósitos recreativos. La FILAN'rKOPICA prosiguió los trabajos de La TRINITARIA, con creciente eficacia. Fiindó iin teatro que sirvió para despertar aún más el amor patrio en el espíritu de los don~inicanos. Los actores eran de los más sesireltos próceres: Juan Isidro Pérez. Pedro Alejandrino Pina, (5) V . infra, Adiciones, 111.-La bandera dominicana. (6) V . infi-a,Adicioues, 1V.-Eljuramento trii~itario. Félix María Del Monte, Jacinto de la Coilcha,.José Masía Serra, Pedro Antonio Bobea y otros no nienos vehementes. Las piezas dramáticas representadas preferentemente eran escogidas entre aquellas que contenían expresiories que podían ser alusivas al estado de opresión en que yacían, a la libertad y al dereclio conculcados. Juan Isidro Pérez parodiaba a los tribunos de la antigua Roma o desempeñaba el papel de Bruto, y arrancaba delirantes aplausos a los espectadores. Así, el público se fué dividiendo en dos grupos antagónicos: de un lado, los haitianos; del otro, los dominicanos (7). En enero de 1843 estalló en Praslin la revolución que derrocó al Presidente Eoyer, a cuya caída contribuyeron los trinitarios encabezados por Duarte. En este año, en vista de que ya no era u n misterio la coiljui-ación fraguada en Santo Domingo, las alarma(las autoridades de Puerto Principe enviaron al General Charles Merard, al frente de poderoso ejército, a la parte española de la isla, con el objeto de impedir la denunciada sublevación. Charles Herard hizo su sorpresiva aparición por el Cibao. A su paso por aquellos pueblos encarceló a los principales próceres, y al llegar a Santo Domingo, el 12 de julio, ordenó la persecución de Duarte y de siis riiás adictos compañeros. Sánchez logró permanecer oculto, mientras Duarte, Pina y Pérez se embarcaron clandestinamente rumbo a Curazao. Pedro y Ramón Santana, iniciados por los tri~litarios en la idea separatista, tuvieron la audacia de escapar de las propias manos de Charles Herard, en las inmediaciones de Baní. Pedro Santana concibió entonces el propósito de vengarse de sus perseguidores, y tuvo la fortuna de realizar sus votos. La expedición de Charles Herard no pudo ser más infructuosa. La obra de los trinitarios ya estaba consumada, y ningún pocler era capaz de apagar en los donlinicanos la sed de libertad que a todos devoraba. En la fausta noche del 25 de febrero de 1844, como si llegaran por vez primera a un templo desconocido, los trinitarios Sánchez, Mella, Vicente Celestino Duarte y otros ardientes próceres se reunieron en la antigua Puerta de la Misericordia. No era hora de vacilaciones, sino cle ir hacia adelante, a la victoria o a la muerte. Empero necesitábase una voz, una chispa que encendiera, en la noche memorable, la luz de la libertad. Sonó entonces, fragorosa(7) V. nuestra obra Juan Isidro P&rez,el Ilastrc loco. C. T., 1944, niente, el pedreñal de Mella. Cuando se apagaron en la ciudad atónica el resplandor y el eco del célebre disparo, ya en la Puerta (le1 Conde flotaba la bandera ideada por Duarte y enarbolada por Fraucisco del Rosario Sánchez, cuya criiz, símbolo (te redención, también sería para ellos símbolo de gloria y de martirio (8). El solemne juramento del 16 de julio de 1838 estaba cumplido. De La TRINITARIA, como I\liiierva del cerebro de Júpiter, había tiaciclo la Repíiblica Dominicana. (S) V. el extenso estiidio del Lic. Rai1161i L u g o L o r a t ó n , RiografTa rle Prancisco de1 Rosario SUrrcbez. Capítulo de la fundaci6n de la Triniiarja, en la r e v i s t a Hahoruco, S. D., Nos. 233-2-47, feb.-mayo 1935. Es el ni8s extenso trabajo, d e c;irácter pol6iiiico, acerca d e La Trinitaria: d e s u fundación; rle s u s funclaclores; del juiaiiiento trinitaria; de l a b a n d e r a doininicana; de l a s ztctividades de l o s trinitarioa; de la C a s a de la T r i n i t a r i a ; etc. ADICIONES 1.-Fecha de Fundación de L, ,,-nitari~ L La fecha en que irte creei la ilustre Sociledad A,. 1,. :AL.-.-* ,. 1-- .;1+: g e n é s i ~ nuc i d Repúbli~ 11"~ ~mbía sido discutiun I M J I ~ I U J U I L I L I I U = años ien que, tendenc:losamenite, con pueril c,bjeto, sl :rido señalair una febcha dist inta a lai indicada por 1: i más al .idad -.... ~ i c~ u n t r i en el casu: ~T.- ~ aPablo l l - uuaiit.. Con el propósiiu, pucs, buir al esclarecimiento tle la cuestión, recogemos aquí los más importantes testinionios en favor y en contra de la fecha clásica de la fundación de La Trinitaria: el 16 de j~iliode 1838, nó el mismo día del año 1840 (1) : . . e n..--L- :L.. a) Uno de los documentos más antiguos en que se habla de la obra revolucionaria de Dilarte es la Petición de la oficialidad de Sarrto Domingo a la Junta Central Gubernativa, del 31 de mayo d e 1844. En este documento, firmado, entre otros, por Juan Alejandro Acosta, Pedro Valverde, el trinitario Jacinto de la Conclia, Eusebio Puello, Cayetano Rodríguez y Juan B. Alfonseca, se dice que es Juan Pablo Duai'te [(el hombre que desde mlrchos años esfd constantemente consngrado al bien de la patria y por medio d e sociedades, adquiriendo prosélitos y públicamente regando las semillas (le Separación, él Iia sido quien más ha contribuido a formar ese espíritu de libertad e independencia en nuestro siielo, en fin él ha sifrido por la patria, y su nombre fré invocado inmediatamente después de los nombres Dios, Pstria y Libertad, siempre considerado como el Caiidillo de la Revolución» (Clio, S. D., nov-dic. 1935, pág. 165). La expresión hace muchos nños, aplicada a los trabajos separatistas de Duarte, dicha en 1844, mas bien debe referirse a 1838 que a 1840. Y en ello,, como se ha indicado antes, entra el testimonio de un trinitario: Jacinto de la Concha. En diversos documentos, (cinco) de distintas épocas, Boarte habla del memorable 16 de julio de 1838: b) -en su Proyecto de Constitución, escrito, con toda probabilidad, a principios de 1844, dice Duarte: «Siendo la independencia nacional la fuente y garantía de las libertades patrias, la Ley Suprema del pueblo dominicano, es y será siempre su existencia política (1) Tanihi6n se ha discutido el día de la semana (lunes) en que fué c i e n d a La Trinitaria. Véase al respecto, Dr. Fed Henríquez p Carvajal. L a Trinitaria, en Clío, S. D.,sep-oct. 1934; y Fr. C. de Utrera, Fundación de la Trinitaria, eii Listín Diario, S. D . , 9 dic. 1940. como nación libre e independiente de toda dominación, protectorado, intervención e influencia extranjera, cual la concibieron los Fundadores de nuestra asociación política al decir, (el 16 de julio de 1838), Dios, Patria y Libertad, República Dominicana.. . (Clío, S. D., sept-oct. 1935 páp. 138) (2); -el nombramiento de Teniente Coronel del Ejército Dominicano expedido por Duarte, en Ciri-azao, el 8 de agosto de 1864, en favor de Federico Pérez, ostenta el siguiente membrete. impreso: Dios, Patria y Libertad. República Dorninicanri. Juan Pablo Duarte, Director General de la Reuolrrción Dominicana, iniciada el 16 de jzrlio de 1838, bajo el lema y nombre arriba expresados; decalzo de los furzdcldores de la República y prinzer General en /efe de sus Ejércitos en gradzración. (Este documento lo conservaba scsímil en la la Sra. Adriana Ravelo Vda. Pérez. Puede ver h a r t e se enrevista La Opiniórt, S. D., No. 160, tebrero de contraba entonces en C~lrazdo,en compañía de otros próceres, en actividades en favor de la República, en guerra con España; -en carta fechada en Caracas, el día 7 de marzo de 1865, dirigida por Duarte al Ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de la Iiestauración, le decía: «Aliara bien, si me pronuncié dominicano independiente desde el 16 de julio de 1838, cuando los i~ombresde Patria, Libertad, Honor nacional, se hallaban proscritos, como palabras infames.. .» (En la revista ~Yinerva,S. D., No. 1, feb. 1921). -en carta fechada en Caracas. el día S de mago de 1863, dirigida por Duarte a don Félix Ma. Del Monte, entonces en Piierto Rico, le dice lo siguieate: ( C ...U11 16 de julio (el de 1838) fué descubierto ahí en donde estás, la conspiración qe. habiendo estallado el 35 (como debía estallar) habría salvado el joven Sterling de la injusta y violenta muerte a que le condenara el feroz López Baños; i.y quién le hubiera dicho a nuestro compatriota que en el mismo día (16 de julio) del mismo año. quizá en la misma hora, se inauguraba en su Patria la Revolución que bajo el Lema Sacrosanto de Dios, Patria y Libertad, República Dominicana, había de dar al traste con la Adniinistración Boyer, derrocar a Riviere y m i s tarde (2) En su artículo Dnartep e1 16 deJulio de 1838,(Listín Diario. C. T., 1936) el Dr. Alcides García hace mención de los cinco documentos conocidos en que Duarte se refiere a la fecha de creacióri de La Triiiitaria, a los cuales tarnbibti nos referinios en estas notas. N*. 1523,1 6 j u l i o -4% @! M5cC Hsi&$m& , .1D,, %@1,coateag~ m da slirs p@&a &bWfFa md&par b ptP"Mmsv-de m~lb@ &f ~T B ~ MpBEP i$g b camake &EI w1srn.s~FTFp. h &~3th&m!,$ Q @ C C & ; C ~ ~ p r dae F a g &B3m Mm@@g& &'F:& &&2va$ M e Fernando A. de Meriño, MI. Pina y Benitez, José Ma. Pichardo, Apolinar Tejera,. Federico y Francisco Henriquez y Cai-vajal, Eugenio de Marchena, Heriberto de Castro, José G. García y Felix E. Mejía, se habla de los primeros trinitarios que se juramentaron en ia casa, situada frente a la iglesia del Carmen, de doña Chepita Pérez de la Paz, a las 11 de la mariana del día 16 de julio de 1838)) (Boletin del Archivo Generulde la Nación, No. 18, 1941, p. 325). h) Entre los escritores del pasado solo José María Serra y el Arzobispo Meriño señalaron el 1840 en vez del 1838, como año de La Trinitaria. Ambos sufrieron error, puede afii-niarse, si se examinan detenidamente sus afirmaciones. Dice Serra: «La muerte natural del Capitán D. Javier Miura, que era de la gendarmería, dió ocasión para que el General Carrié.. . cometiera una arbitrariedad en perjuicio de Wenceslao de la Concha; y esto me Ilen6 de indignación. Tenía el capitán anexo el cargo de habilitado del cuerpo, y Carrié, para favorecer a su propio hijo, llamado Sanií, lo trasladó del regimiento 31, en que servía eii el cargo de furriel, al cuerpo de gendarnies, y elevándolo en grado, lo nombró y postergó a Wenceslao)). A continuación, como si se tratara de hechos coetáneos, Serra dice que se fundó La Trinitaria. Y es de observarse que Miura falleció en 1834 (4), y Samí Carrié era Capitán en 1838 (5). ¿No constituye esto un elemento de prueba contra el mismo Serra, contra el año 1840? No parece que sean nienester, para aceptarlo así, mayores razonan~ientos. Si la muerte de Miura y el ascenso de Carrié son sucesos que precedan a la fundación de Ln (4) Así c o n s t a en l a siguiente p a r t i d a de defunción: # E n lii Ciudad de S ~ i i i t o Domingo a los diez y siete d i e s del mes de Dicienlbre del a ñ o de iMil ochocient o s t r e i n t a p q u a t r o , Yo, el iilfrasquito C u r a d e e s t a Parroquia1 M a y o r ceriitico; q u e en este d í a di s e p p u l t u r a Ecca, en el cementerio c s t r a m u r o s d e e s t a ciudad al c a d a v e r del C a p i t a n Garliemetre del q u i n t o Escuridron d e Saridalmes de e s t a Plaza, Francisco Xavier M i u r a d c edad de Cincuenta y q u a t r o años, Icgitinio esposo d e la c i u d a d a n a Francisca 1,ogroüo: rccibió los s a n t o s Sacraiiient o s d e Periitericia, Eucaristica y E x t r c n i a Uncion, y p a r a qiie conste l o firmo y de ellos doi fe. Gahl Riiddo C o s t a , ( F o l . 53 v. L i b r o de Obitos, Catliecli-al) ( 5 ) CarriC e r a Teriieute en 1830, según puede verseeti artícirlo r1eP. E. d e I,esl)inasse, Gne fkiltasic du Lientcnant Carry6 en 1'nn de grace 18.70, en s u o b r a Gens d'nutrefois... Vieus Souverfirs. P a r í s 1 9 2 6 , vol. 1, pp. 274-280. Y e r a C a ~)itPiien 1838. Con ese g r a d o figura en s u c a r t a al Dr. José M a r í a Caiiiinero, del :<O de eiirro cle 183F,reproducida por Welles en Naboth's F'i~le~vard. New York, 3928, vol. 1, p. 155. Trirzifaria, según Serra, e s necesario admitir, como m á s aceptable, el a ñ o más cercano a tales sucesos, el 1838, y n ó el 1840. i)- Desde La Vega, donde residía, el Pbro. Carlos Nouel le enviaba a Monseñor d e Meriño, para s u revisión y piiblicación en el Kole fín Eclesiástico de la Arqrridiocésis de San fo Dornir~go,s u s valiosos Apuntes para /ahistoria eclesiásfica.. . Cuando MonseñoiMeriño veía algún pasaje del est~idiode si1 entrañable amigo, erróneo o discutible, le hacía s u s observaciones. Asi, el 6 d e noviembre de 1901, le escribió a Nouel: Santo Domingo, Nbre. 6/901 Mon cher compére: secibí tu carta del 30 ppO. con la enniienda para los Apr~ntesy d e una vez la pegué en su lugar. Ahora está bien. Decías ti1 qiie la Trinitaria se instaló el 16 Agto. 1838, y Sei.ra y oti-os q u e el 1540, y así lo he corregido porque es lo cierto. ¿Porgiié dices que él 1838?. Te mando el folleto d e Sesra. Si no es como él dice y yo lo Iie sabido de D~iarte,Pina y Jacinto d e la Concha, tú verás: hay tiempo d e corregir. Respecto d e si es oporfl~rraesa parte de los Jprmfrs, la creo conveniente, y por eso m e interesa que la vei-dad histórica sea su base sólida. En el Monlimenfo a D~lnrfe(folleto que te acompaño al otro) s e dice también que el a ñ o 1838 en la pág. S, y verás en él mi firma; pero ciiando lo leí para fiimarlo, no ine fijé en eso. Creo y creo que fué la ii~stalaciónel 1840. Tu videbis.. . Te abraza t u afmo. Compadre (6). Parece que, e n vista d e la carta anterior, Nouel le escribió a Meriño recoiiiendándole buscar la partida de defunción del Capitán Miura, a q u e hemos aludido antes, pasa determinar el año de fundación d e La Trinitaria. Pensaba Nouel, según parece, que este era elemento d e prueba decisivo. Ello se desprende d e la carta del 9 de diciembre de 1001, q u e le escribió Meriño, en la que éste s e lirilitaba a decirle: ((No ha parecido la partida de defunción del capitán Milira y quedamos con la fecha de 1538. Mejor es no innovar, aiinque Sersa señala 1840 y yo creo recordar que J. Concha, P. Pina y el mismo Duarte me dijeron lo inismo (4))). ( 6 ) Epistolario rle 11,leriiio. 34anuscritos, R i h l i o t r c ~d c E. R . D. (5) Epistolario de ~Wrrjño. Maiiuscritns. Bibliotecsi d c E. R. D. -.. : 34 BOLETINDEL ARCHIVO GENERALDE 1-A NACION CITOreco~dc~r, decía Meriño, y parece que su memoria no le era del todo fiel. En efecto, ¿cómo podía Iliiarte decir en 1864, (año en que le visitó Meriño), que La Trinitaria había sido fundada en 1840, si con anterioridad a 1864, en el misnio 1864, y con posterioridiid a este año, hablaba del 1838? Ya henios visto, anteriormente, los cinco documentos en que Duarte se refiere al 1838: de 1844; del 8 de ag. de 1864; del 7 de iiiarzo de 1865; del 2 de m a j o cie 1865; y del 29 de oct. de 1869. En consecuencia, pues, en vista de las razones antes expiiestas y de los docunientos aportados, no creemos que pueda dársele crédito, sin propósito interesado, a las afirmaciones de Serra y de Meriño, Iioni-atlas por venir de hombres tan probos, pero erradas, por falibilidad de la memoria de ambos. Lo cierto es que Meriño, seguramente en vista de las explicaciones de Nouel, le dice a éste que «lo mejor es iio innovar». Y Nooel, por ello y por su propio criterio, ajustado a lo que él consideró lo cierto, siguió cliciendo que La Tr-inifaricrfué l~indadael 16 de julio de 1838. 11.-Fundadores de La' Trinitaria Conio de La Trinitaria no se conserva niiigúii acta tle sus trabajos, ciiaiito se refiere a la ilusti-e sociedad es objelo de controversia. Así, uno de los puntos más disciitidos y de niayoi- importancia es lo concerniente a s ~ i sfundadoi-es. Basta indicar aquí las diversas listas de Irit~itnriosconocidas hasta Iio!l, dignas de mayor crédito. La lista aceptada por la niayoría ha sido la dada por José 1\1;1ría Sei,ra en sus Apuntes para /u lzistoria cit. los tritritnrios fia~clndores de /o República Domiirica~~u.(Sanlo Domingo, 1887): l.-Juan Pablo Duarte; 2.-Juan Isidro Pérez; 3.-Juriil Neyoiiliiceno Ravelo; 4.-Félix María Ruiz; 5.-Benito Goiizalez; 6.-.Isciiito de la Coiiclia; 7.-Pedro Alejaiidrino Pina; 8.-Felipe Alfiii~;!).-José María Seria. OtiVotriiiitario, Juan Neponiiiceno Ravelo, foil116 la sicpiiiente lista, qiie se conserva iiianusci-ita en el Arcl-ii\lo tlel Iiistoi~iridornacional .losé Gabriel Gaicía: FUNDADORES DE LA SOCIEDAD TRINITARIA l.-Juan Pablo Duarte, iniciador y fundador (Aristides); 2.-\'icente Celestino Duarte; 3.-Juan Nepomuceno Ravelo (Temístocles); 4.-José María Serra; 5.-Benito Goiizalez, (Leonidas); 6.-Felipe Alfau y Bustamante, (Simóii); 7.-Juan Isidro Pérez. En la misma nota dice Ravelo: «Después fueron llamados y s e iinieron Pedro Alejandriiio Pina, Petlro Pablo Bonilla, Ramón Mella, Epifanio Billini, Jacinto d e la Concha, Pedro Antonio Bobea. Francisco del Rosario Saiichez, Félix Delmonte, Retnigio del Castillo~. Acerca d e ambas nótilinas, reproclucidas por el historiador García, dice el misnio: ((Pero n o está del todo conforme la opinión d e los contemporáneos con los rioml>res que liemos aceptado, com o más verosímiles, d e los fiindadores de la patriótica asociación, paro lo historin de los dados por José María Serra en los Ap~~?~tc>s trinifclrios que s e publicaron en 1887, a pesar d e ser con poca diferencia, casi los mismos iiiclicados por J u a n Nepomuceno Ravelo. . . .Confusión que n o ha faltado qiiien por egoismo o interés personal, o guiado por otros móviles, haya queritlo hacer mayor todavía, sin calcular qiie eso es perder en una obra frívola mucho calor natural, porque si bien es verdad que honra sobremanera Iiabei- sido d e los fundadores de la Tritiitaria, cur patria, n o es ineiios cierto que d e ese núiiiero Linos s e q rezagados. otros medraron muy poco, y no faltó hasta q u ac~nrrepintiera ~ a la mitad del camino, y que en punto a niéi.itos como autores d e la nacionalidad dominicana, pocos 1lega1.011a alcanzar los quilates de Satichez y de Mella, sobi-e quienes todos están contestes en que no fueron del griipo d e los nueve fiindadores. Así e s q u e sean los q u e fueren los tales fundadores, que n o dejarán d e ser para la historia los indicados por Serra, o los confirmados por Ravelo, mientras no aparezca algun documento auténtico q u e pruebe lo contrario, lo que iiiipoi.ta es saber q u e la sociedad s e instaló solemnemente, que s u s mienibros jurarori y prometieron en manos d e J u a n Pablo Duarte, por su Iionor y su conciencia, conlo lo asegura Felix María Ruiz. cooperar con siis personas, vidas y bienes a la separación def iiitiva del gobierno haitiano, y a implantar una República libre, soberana e iridependiente d e toda dominación extranjera (1))). l Bistoria de Santo Dorrii~igo S . !J. 1394,vol. 11, (1) José G ~ b r i e García, p. 171. La lisfa dada por Serra n o aejo d e ser disciitida. La obJcL.,.. m á s impostante, redactada en términos quizás excesivos, es la siguiente carta d e las hermanas d e Duarte, Rosa y Francisca, dirigida a D. Alejandro Boiiilla: ras, Dici Sr. Alejandro d e Bsililla, Santo Doinin go. Mui estiin a d o a nligo: En mi.antt manifest é que «no teA,. 1-- - I riiiitarios,), i poinía una lista 1 1 I~ U 110nlbres ~ i del nútiieio cie los si mi carta s e hubiere extraviado anoto a Ud. eii esta, q u e llegará con seguridad a s u s manos, lo que en mi anterior le decía respecto a la sociedad «La Trinitaria)). La sociedad Trinitaria fué instalada el 16 de ~ i i l i od e 1838, en una casa d e Doña Cliipita Pérez d e la Paz, a las once d e la mañana. Principiemos por los dociimentos que tengo a la vista. El primero (por ¡a fecha) es una carla d e J u a n 1sicIi.o Perez a J u a n Pablo, (fechada en Cumaná el 26 de Julio del 46: al concluir la carta le dice: ((A Simón inmorfnl, el ilusfre Vicente, que tenga esta por siiya)): los Trinitarios teníaii un seudóiiinio. i la tlivisa d e mi hermano Vicente era azul (3). El 2". clocurnento es un folleto piiblicado el a ñ o d e 1871: en la segunda nota dice: ((En el elenieiito liher-al figuiabaii en prin~ei.a linea J u a n Pablo Duarte, Fraricisco del R. Sai~chez,Ramón d e Mella, Pedro Alejandro Pina, Jiian Isidro Pérez, el PresbO. Dr. Dn. José Antonio d e Bonilla i otros patriotas 110 menos ilusli-es)). S i g a n ~ o scon los docliinentos: El 3". es una carta q u e J u a n Pablo le escribió al Si.. D. Féllx M". Delmonte a Puerto Rico. En la carta le tlecía: ((El Pi-es1)jtei.o Carrasco, cura d e la heróica villa d e los Llanos cooperó con nosotros a la fundación d e la República)) (3). 4". documento. En unos malos versos dedicados por pediniento mío a Tomás d e la Concha, J u a n I'ablo le tlecía: 10s qrte de libres blnsorzm.podemos. Los que a ln pnfrin liberlnr jztrnmos. Los jurainentados fueron functadores d e ((La Ti-iiiitaria)): tlice el folleto d e Serra qiie fueron nueve los Trinitarios, i lo afirman dos españoI 'F..!- (2) V . la citada carta cn nuestra o b r a J u a n Isidro Pfrcz, el Iltrstl-c Loco. C . T., 1944. (3) V . ~iiiestrolirtículo D u a r t e y Ff1i.x María Del i i f o n f e . Dos cartas I I I C mol-ahles. En La i\TaciAn, C . T., 7 abril 1940. lizados: pues bien, s e debe creer lo dice Serra, porque es un escritor público i honrado: luego la iglesia cristiana h a padecido u n a equivocación al decirnos q u e tres eran las personas q u e constituyen nuestra Santísima Trinidad: d e Iioi en adelante s e enseñará en las escuelas d e mi pobre patria que las personas q u e componen la Trinidad santa q u e celebra nuestra Católica Iglesia son nueve, i q u e por s e r nueve los socios d e José Ma. Serra, denominaron Trinitaria a su sociedad. Si José Ma. Serra q u e vive i tiene u n a familia para quien allegar honor: i gloria merece ser creído en lo que dice, apoyado tan solo por s u s amigos vivos, yo q u e n o tengo para quien aspirar, porq u e deudos y amigos todos yacen en la tumba; yo que al hojear los documentos q u e desvirtuan lo q u e Seri-a dice solo veo en torno d e mí, un silencio d e muerte que m e abruma i rodea ¿debo guard a r silencio? nó, por lo mismo q u e yo veo al ángel d e la muerte casi tener ya mi pobre cabeza con s u s alas arrastrada a la tumba, debo protestar, debo defender la gloria que le cabe a los que m e aguardan en la Eternidad. Dice una pluma falaz: los Trinitarios fueron nueve: Duarte (Juan Pablo); J . Isidro Peiez; Pedro Pina; Felipe AIfau; J u a n Nepoinuceiio Ravelo; Jacinto d e la Concha; Benito Gonlez; Félix Ruiz; José Ma. Serra.-(Nueve). Los Trinitarios son: J u a n Pablo Duarte; J u a n isitlro Perez; Peclio A. Pina; Presb". Dr. J. Ant. d e Bonilla; R a n ~ o i di e Mella; Francisco R. Sancliez; Tom a s d e la Concha; El Pi-esb. Cari-asco; Vicente Celestino Duarte (4); Felix M". Delnionte. Diez, según mis docu~iieiitos.Y como herniana del Decano d e los fundadores d e la Repiiblica, d e acuerdo con mi conciencia declaro q u e m e consta q u e fueroii del núil-iero d e los Trinitarios, q u e s e jui-amentaroi~el 16 d e Julio del a ñ o d e 1838,los Srs. Felipe Alfau; J u a n Ravelo; D. Pedro de Bonilla; Felis Ruiz; José Ma. Serra; D. Nepoili~iceiioTejera; D. Benito Gonz;ilez. Hai ~ i n oque nie parece que f ~ i éTrinitario: no lo nonibio, porq u e no estoi segura: creo q u e fue Tiinitario poiqlie .luan Pablo m e preguntó u11 día si era d e los perjuros: dudo que Ud. i Epikiiiio BiIlini i Jacinto d e la Concha no sean Ti~iiiitarios,pero coi110 no estoi segura siento no poder afirmarlo. 4 dn Acercri de Vicente Celestino Duai-te, véase Lic. I,eo~lidasG:ircía,0fi.en- Hkfrírica: eii Listí11 Iliario, S. D., 27 feh. 1932. 35 BOLETINDEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACION Dispense lo larga de esta, i salude mui afectuosamente a toda su apreciable familia, mientras les deseamos salud i felicidad. Sus reconocidas compatriotas i amigas Rosn i Francisca Duarte ( 5 ) . También Duarte se refirió a los fundadores de la insigne Sociedad. A principios de 1864 le visitó en Caracas el ilustre dominicano Emiliano Tejera. Hablando de cosas de la Patria, tan entrañablemente amada por ambos, dijo Tejera: -«Cómo se explica, general, que Sáncliez y Mella no fueran de los primeros iniciados en los trabajos pro independencia, y no concurrieran a la fundación de la Trinitaria? -«Y quien dijo que no lo fueron? Tanto Sánchez como Mella fueron fundadores de la La Trinilaria y de los primeros en acompaiíarmen. ((Duarte refirió, entonces, cómo había habido más de una reunión de los trinitarios el mismo día, y como Sánchez, Mella y varios otros, cuyos nombres suministró, entre ellos Tomás de la Concha, asistieron a la primera reunión (6))). La lista dada por el trinitario Félis María IZuiz taiilbien difiere de las anteriores. En su carta del 24 de abril de 1890, dirigida a Federico Henríquez y Carvajal, dice Ruiz que los trinitario fueron: 7 (5) De esta c a r t a hizo copia D. Eniiliano Tejei-a, quien agregó al final: ((El original de esta c a r t a lo tiene D. Manuel de Jesus Galviin, a quien se lo dió D. Alejandro Boiiillan. (Debeirios la copia utilizada a D. Eiiiilio Tejera Bonetti) (6) C a r t a del Lic. Juan Toniás Mejía, 1 5 de niayo de 1933, al Lic. R . Lugo Lovatón, en artículo de &te, L a fundación de L a Trinitaria, en Bahoruco, S . D., No. 236, 2 iiiarzo 1935, pág. 23. Acerca de la conversaci6n sostenida por Doarte p D. Eiiiiliano Tejera, a solicitud nuestra nos h a d a d o los siguientes informes, en c a r t a del 2 de febrero de 1944., D. Emiliano Tejera, digno liijo del ilust r e aniigo de Duarte: Sr. E. Rodripnrz Deiiiorizi. E s t i ~ i i a d oaiiiigo: Como le dije liop por telGfono, la n o t a no se la dí yo. Me parece que debe haber sido tornada de iirios d a t o s cliie di6 mi padre hace años a Don Fillo Nolasco y que Este pul,licó en el Listín Diario. No recuerdo la fecha. Los nombres de los trinitarios fiincladores que figuran en la nota so11 los mismos indicados en la que puso mi padre a la Exposicibn, cusirido se reprodujo en Minerva, en fel~rei-ode 1921. En esa n o t a se liabla de dos juranientaciones, u n a a las 11 de la ~ n ~ ~ i i ay noat r a en la tarde. Recuerdo haber oido decir a mi padre q u e mi abuelo (Juan Neponiticeilo Tqjern) no se juramentó en la sesión p q w e tmf~ qrtc OQLPIWT m 1 1 pmsibfl del Cnmea. Sqfia *o, lu ~ 1 6 p&a -98 bke BE@L que ha9 &&Us &&aa b Ums Mayw domii3c eamitií mi BBL;I~ @m fdwlsta&o ~mbatl Bespa* & mwr& REZmmm& 91i et di%@ b dfB B mi padfe, Biwarlt?, o el' @@o D9n dn L p~<~bdrBn d i &ir 5~ 33 J $mn9 * I P a w isddabb ~ a&te r &eJBS a%bmBms, a& 1~ mani&st&i h q t e e mi @adre,1Ei db& Bmsa m sus i8mtw a &te y a Dan Alejandro &q$W., t b&'rmd e8 misme W~CI Jasa P-ag.@m=ao m YdwYaJ da 90 dtfaab &e ZWT, crcl~dd b i 5 , & d o 3mt h 'tE.-e~b&jad~m b mlras qt.re s a d i r ,el p f g ~ qw ~h & 4 bs m t m i , . a ?26 mk@ bw$'la~ ~ s a d apeaea o baWan pasada.Qo61 1w que k"dMaa Qomado m e en *S M &e m-8~ g atrEaa C M ~ &ts *tedeMB dwra~ paca, @m 4i o a t ~ l r wla Trinitafis ae conoclc-ktimdr,fr C B L ~ B awmc~ix5. ~O e2 mdm2gl de tglp wamiliaa7&m g m m LJ. mm0 iag &m& ~ 9 ~ m $i"a~d%s,~rao i , fbsl t r a * ~ >s&rnhmrim, na me W~Y~ qw CB fama p i U a ammepl:rme a secreta 40 BOLETINDEL ARCHIVO GENERALDE LA NACION Jacinto de la Concha, Félix María Ruiz, José María Serra, Benito Gonzalez, Felipe Alfau, Juan Nepomuceno Ravelo, Juan Nepomuceno Tejera, Felix María Del Monte y P. P. Bonilla (7) 111.-La bandera dominicana (")- La bandera nacional tiene su origen en el ~ u r a m e ~ i tTrinitao rio ideado por Duarte en 1838, en el que se indica que la República Dominicana «tendrá-su pabellón tricolor en cuartos, encarnados y azules, atravesado con una cruz blanca)). Hay, sin embargo, dis(7) Emiliano Tejera, Exposición al Congreso Nacional ..., B. A. G . N., 1911, No. 1 8 , p. 325. (*) Acerca de la bandera, véase: Lic. Leoniclas García, L a bandera nacional en Listín Diario, S. D., 2 8 feb. y 11marzo 1926, Nos. 1 1 1 2 4 y 11135; y su opfisculo Influencia de la iglesia católica en la formacidn de la nacionalidad y en la creacidn de la Repilhlica Dominicana, S a n t o Doniitigo, 1933, prig. 5; Dr. Federico Henriquez y Carvajal, L a bandera nacional, eti El Mensajero, S. D., 2 7 febrero 1 8 8 5 (Reproducido en Claridad, S. D. NO. .3, 25 fel~rero1923; en Listín Diario, S. D., 1marzo 1932; en Boletín de1 Partido Dominicano, C . T., 1 6 julio 1938; y en Resista de Policía, C. T., No, 1 2 , junio de 1941); Rafael Eduardo Ricart, Origen divino de la asociacidn L a Trir~jtaria,en Listín Diario, S. D., 2 8 feb. 1926; Raniún Lugo I,ovatÓn, Eljuramento recordado por 3'6lix María Rrriz p las dos banderas dominicanas, en Bahoruco, S. D., Nos. 24.6-24'7, m a g o 1 9 3 5 ; Dr. A. Lugo, L a Bandera ATacional,en L a Opinión, S . D., No. 1 5 7 6 , 2 6 feb. 1932, y disposiciones legales: a) Resoluciún 5196 del Poder Ejecutivo que reglanienta las dimensiones de las banderas que deben usar las 1.rgacioties y Consulados, (Gaceta Oficial, No. 2361, 1913); b ) Ley 493- que sanciona los actos irreverentes a la bandera, (G. O., No. 4567, 1 9 3 3 ) ; Ley 1 2 5 queagrega uii p6rrafo a la anterior, ( G . O., No. 5825, 1942); c) Ley 5 6 4 sohreimportación y uso de la bandera, (G. O., No. 4609, 1033): d) Ley 664 que prescribe conio insignia p a r a los barcos artillados, u n a bandera, (G. O., No. 4670, 1934); e) Bandera de la raza, Decreto No. 869 que declara el 3 de :ig«sto de cad a a ñ o Día cle la Bandera de la Raza, (G. O., No. 4 6 4 1 , 1 9 3 4 ) ; f) Ley 1 2 8 2 que a d o p t a la Bandera del Ejército, (G. O , No. 5015, 1 9 3 7 ) ; modificada por la Ley 1305, (G. O., No. 5 0 2 6 , 1 9 3 7 ; clerogada por la Ley 360, de 1 9 4 4 ) ; g) 1,ey 1 5 , que declara Día de la Bandera el 2 4 de octubre, (G. O., No. 5231, 1938); modificado su sirt. 2 por Ley 347, (G. O., No. 5512, 1 9 4 0 ) ; tintas versiones acerca del origen de nuestra sagrada enseña, entre las cuales se cuentan las siguientes: a) En uno de sus Cundernos de Apnnfes, inanuscritos, dice el historiador nacional García: «Al ai-borar una enseña en la Puerta del Conde, (el 27 de febrero de 1844) se aiiadió una cruz blanca que simbolizaba nuest1.a fe religiosa y política, al pabellón nacional que antes había flotado, pabellón qlie la Constituyente consagró para siempre mandando que solo el rojo y el azul se usasen alternados, en vez de la ancha faja horizontal que formaban dichos colo- h) Reglamento p a r a l a celebración del Día de l a Bandera, (Decreto 781, G. O., No. 5513, 1940); i) Ley 597 que dispone l a adopción d e u n a b a n d e r a p a r a l a Policía Nacional, (G. O., No. 5664, 1941); d e r o g a d a p o r l a Ley 360, de 1943); j) Ley 360 que regula el uso de l a b a n d e r a y d e r o g a l a s leyes 494, 1 5 y 347, (G. O., No. 5960; reproducida en l a G. O. No. 5986 1943); e s t a Ley derog a y s u s t i t u y e l a Resolución No. 5196 del P. E., de 1913; g l a s leyes No. 494, d e 1933; No. 15, de 1938; No. 347, de 1940; No. 1305, de 1937; No. 597, de 1941 y No. 125 de 1943); - k ) Ley 385 que modifica l a Ley 360, (G. O., No. 5971, 1943, reprod. en l a G. O. No. 5986, 1 9 4 3 ) ; 1) Decreto No. 1521 s o h r e iniportanción de b a n d e r a s , ( G . O. No. 5997, 1931) ; m) Decreto 1676, sobre iniportación de baiideras, (G. O., No. 6024., 1944);~ n ) Vease el artículo 194 de l a Constitucióri de 1841. El Art. 98 d e la Constitucióii de 1942 dice así: ctArt. 98.-La b a n d e r a nacional se compone de los colores azul u l t r a m a r y rojo bermell6n, eii cuarteles a l t e r n a d o s , colocados de t a l m o d o que el azul qiied a h a c i a l a p a r t e superior del a s t a , s e p a r a d o s p o r u n a cruz blanca del ancho de l a m i t a d de l a a l t u r a de un cuartel y que lleve en el centro el escudo de a r m a s de l a Repfihlica. PBrrafo.-La b a n d e r a mercante es l a m i s m a q u e l a nacional, sin cscudoo. Acerca del escudo nacional rCase artículo de M. Flores C a b r e r a , ~ e r s í l d i c a dominicana, en La C u n a de América, S. D., No. 16, 1912, y escrito de Eliseo' Grullón en la n i i s ~ i i arevista, No. 18, del 1 6 nov. 1913; y disposiciones legales: a ) Resulución 3416 sobre el uso del Escudo de Armas, (Colección de Leyes, 1894, phg. 284) b ) Resolución 4601 que prohibe el u s o particular del Escudo Nacionril y d e Arrnas n los q u e n o sean a l t o s funcionarios, ( G O., No. 1608; 1905); c) Decreto 5200 relativo a l a fornia del Escudo de Armas de l a R e p ú b l i c ~ , (G. O., No. 2376, 1913); d) V6aseel artículo 195 de l a Constitución de 1844. El a r t . 99 de l a Constitución d e 1942 dice así: Art. 99.-El escudo de arrtias de l a RepGblica lleva los colores de la baii- - 42 BOLETINDEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACION res». Este Apunte lo tomó el historiador García del articulo Colores, publicado sin firma en el Bolefír~Oficial, S. D., No. 86, 16 oct. 1869, escrita por Felix María Del Monte. Así lo hemos comprobado: esas páginas figuran e11 la colección de escritos del poeta, prócer del 1844, conservados por su hija Mercedes Del Monte Echavarría. Sin embargo, la Consfifución de 1844 no indica con toda claridad el cainbio introducido en la bandera. Quizás se consideró suficiente la palabra esqrrinndos, según aparece en el artículo 194: «El pabellón mercante nacional se compone de los colores azul y rosado, colocados en cuarteles esquinados; y divididos en el centro por una cruz blanca de la mitad del ancho de uno de los otros colores, que toque en los cuatro extremos. El pabellón de guerra Ilevará además las armas de la República en el centro)). b) El mismo historiador refiere el origen (le la bandera dominicana, en su artículo La idea sepnrafisfa, publicado en 1883: ((Empero, como había quedado inconlpleta la obra comenzada, si a la vez que se procuraba unificar la opinión dentro del pais, 110 se le daba crédito a la revolución fuera de él, inspirando a las naciones civilizadas coiifianza en sus nobles propósitos, preciso fué que el predestinado iniciador de la propaganda separatista, que todo lo preveía, y en todo se ocupaba, prestara cuidadosa atención a la fortnación de la bandera que debía cobijar bajo su nombre la proyectada nacionalidad. ((La insignia nacional adoptada por el pueblo haitiano al constituirse en estado libre e independiente, había sido foimada por Dessalines, en un moiiiento de exaltación patriótica, arrancando de la bandera francesa el color blanco, al cual atribuía todas las desgracias de Haití; de manera que el mundo veía en ella el símbolo del exclusivismo que por desgracia ha servido siempre (te base dera nacion:il, en el centro el Libro de los Evangelios. abierto, con una cruz enciina, surgiendo ambos de entre un trofeo de lanzas p banderas nacionales sin escudo, con rainos de laurel p de palma exteriorniente p coronado can u n a cint a en la cual se lee este lenia: Dios, P a t r i a y Libertad; g en la base o t r a cinta con estas palabras: Repfiblicri. Doriiinicana. Deberá tener Iornia. de cuadrilongo, con dos pequeños Rngulos iriferiores, tcrniiniindo en punta por la hase dispuesto de modo que si se t r a z a fina línea horizontal que una las dos verticales del cuadrilongo, desde donde comienzan los ángulos iiiferiores, resulte un cuadrado perfecto. Párrafo.-Ida ley reglanientar6 el uso y dimensiones de la batidera y del escudo nacioiialesa. a la legislación d e la República vecina, p de punto d e mira a s u política local. ((Para conseguir, pues, el fin deseado por los separatistas, necesario era d a r a la enseña q u e debía servir d e lábaro a la nacionalidad dominicana, una significación diametralmente opuesta, o r a escogiendo para formarla colores diferentes a los d e la bandera haitiana, ora combinando éstos con el color blanco que, considerado por aquéllos como principio d e discordia, debía ser para los doininicanos símbolo d e paz y d e armonía.)) (<Inspirado en esta creencia y enardecida s u fe patriótica por la q u e tenía e n las doctrinas d e la religión cristiana, fué q u e el caudillo nacional, buscando en el signo d e la Redención el medio d e resolver el difícil problema, concibió la grande idea d e separar los colores d e la bandera haitiana con una cruz blanca, para significar d e este modo al mundo, q u e el pueblo dominicano, al ingres a r en la vida d e la libertad, proclamaba la unión de todas las razas por los víi-iculos d e la civilización y del cristianismo.)) (Estos párrafos los repite García e n s u Historia d e Santo Uomi~zgo.S. D., 1894, vol. 11, p. 233) c) En u n a nota m.anuscrita d e puño y letra del historiador José Gabriel García q u e perteneció a César Nicolás Pensoii y qtie conservamos en nuesti-a biblioteca, hay los siguientes interesantes detalles acerca d e la bandera dominicana: ((La bandera nacional la varió la Constituyeiite d e San Cristóbal.. . en la Constitiición d e 1844. Duarte, Pina y Perez, no disciitían a la mesa d e Prudencio Diez los colores d e la bandera. Hablaban constai.itemente d e eso y d e todo lo demás relativo a la i.evolución que tenían entre nianos. De aquí que prudencia Diez, q u e fué quien m e lo esplicó a mi en . Caracas en 1856, s e impusiera del significado d e la bandera, q u e fundado en este antecedente dí a conocer en mi escrito Lo idea sepor.atista». d) En unos Aplrntes nlanuscritos d e César Nicolás Penson, q u e conservarnos en nuestra biblioteca, refiriéndose al célebre buq u e don1inic;ino Leonor, dice: «.. .Hai q u e estar al cabo d e una circunstancia niui notable, cual es, q u e estando Duarte y los demás citatlos en casa del Sr. D. Prudencio Diez, en Caracas, tío d e aquel, hablaban diariamente e n el aliil~ierzod e la forma del pabellón don~inicanoq u e ya tenían arreglada; y era así: Desechatido los colores españoles por escrúpulos d e que se imaginaran los morenos q u e volvía a implantarse la 0 T a ~ b E hm &dhy@ Da idm de %ak d e x a R don .J& beBifllmnila En B,gF h&t&@ & vaje8tg&, p&ge Jmqula SI twMwtwl: ai Pa&lm@s O e$f&lar J~Qs; 691, ~ik-&dilmakmita~ BilSinS se ai&g2atrbea m a y&@ Ia ~c~b@Sáa ca S mi&& mwIs&mahda, j~ hI?, Ia~R#.8ii~i pf a1 p r e elrlrra ea SPI mttda para v e M s j J ~ +d ts m rIpWo rcggtw a Bd,p-a no&E w IWI~I&@?InSgd&rti~, ma d pr~~r@&f@ & mmbisaa lar BE^. k p a & ta aurwa i-iadbm qare-W e ~ ak E a r&6mw die: In ni-tad; p1x-amtltnt bao agtamr w1aje2y ;af at8e a wma, p ~ i~i B B M ikvan al ww &le %Owddad, ,que á debda m&r di& E emblema al mismo haitiano con una cruz blanca que le dividiera en señal de paz». g) El historiador haitiano Tomás Madiou, a quien se debe el conocimiento de interesantes pormenores de nuestra historia, dice lo siguiente al referirse a la acción del 27 de febrero de 1844: ((E126, todavía los insurgentes no se habían puesto de acuerdo acerca de la bandera que debía enarbolarse y se reunieron para tomar una decisión. Algunos opinaron que la bandera de los colores de Haití fuese cambiada, pero José Joaquín Puello insistió en que se utilizase el mismo, diciendo que podían producirse incidentes comprometedores si se enarbolaba otra bandera, porque, agregaba él, «Ustedes saben ya lo que se dice de una pretendida propaganda colombiana y se creerá en ella si c a n ~ b i a n ~ olas bandera; dejémosle tal como es y cuando la Constituyente se reúna, entonces el pueblo sabrá a que atenerse y podremos cambiarla)). Uno de los miembros dijo: Le pondrenlos tina cruz blanca. 1 la proposición fué aceptada)). (Thornas Madiou, Hisfoire rl'Huifi. Arinies í'S43-1846.Post-au-Prince, 1904, p. 111. V. otros detalles, en la misma obra, págs. 115 y 118). I h) Es indudable que los próceres separatistas estaban de acuerdo, el 27 de febrero, en lo que respecta a la nueva bandei-a, pues tan pronto se tuvo noticia en Baní de que había sitlo proclamada la República, se lanzarori a la acción, dieron el gi-ito de libertad y lo mismo que en la Puerta de el Conde, le pusieron «la cruz a la bandera)). Así lo clice uno de los presentes en Baní en el memorable 28 de febreso de 1844, don Jacinto de Castro. Dice Castro en sus valiosas y veraces Alotas escritas hacia 1848: ((Estando en estas cuestiones, llega Joaquín Objío a qiiien habíamos mandado a saber, acompañado de Bois Duvergé, (General Antonio Duvesgé), llevando la Capitulación, inmediatamente sin agriardarnada, corrimos a la plaza de armas, se proclamó la independencia y se le puso la cruz n la bnníiernu. (B. A. G. N. 1943, No. 26-27. p. 100). Refiriéndose al pron~inciamientode LaVega, en favor de la República, promovido por Pedro Ramón de Mena el 4 de marzo de 1844, dice el historiador García: «Pero al llegar el día 4 a la primera de estas poblaciones, donde lo encontró todo preparado, y hasta la bandera hecha por las señorítas Villa.. .N (García, obra cit., vol. 11, pcíg. 237). i) Quizás el primer documento en que se habla de la bande- 46 BOLETINDEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACION ra que acababa de ser enarbolada en la Puerta de el Conde, es la carta del 6 de rilarzo de 1844 dirigida por el Cónsul de Francia en Santo Domingo al Ministro francés Guizot. Dice Saint Denys: «Olvidaba hablarle a Vuestra Excelencia del pabellón adoptado por losdorninicanos. Sei compoií e dedo:S bandas horizontales, azul y roja cortadas a lo lar$;o por u na cruz blanca)). (J'oublais de parler a Votre ... . . E.xcellence du pavilion adopte par les dominicains. II se compose de deux bandes horizontales, bleu et rouge, et il est coupé dans sa largeur par une croix b1anche.-V. en B. A. G. N., 1943, No. 28-29, p. 172). j) En su Informe al Secretario de E. de Guerra y Marina y de Relaciones Exteriores de Haití, acerca de su misión en Santo Domingo, presentado en Puerto Príncipe el 7 de junio de 1844, dice Celigny Ardouin: «El 29 (mayo 1844), en la baliía de Ocoa encontranios dos corsarios que llevaban la bandera dominicana (la bandera Iiaitiana atravesada por una cruz blanca). .»(V. Listant Pradine, Kecueil genenerale des lois et actes ~ I goriuernenzent I d'Haiti.. ano 1844, p. 339). k) Quién hizo la primera bandera dominicana? La tradición más digna de crédito le atribuye esa gloria a Concepción Bona. En su artículo Nacimienfo de don Ra~nónMello, (La Opinión, S. D., 25 feb. 1933), dice el Dr Alcides García: aLa única tradición que existía entre los hombres que proclamaron la 12epública, relativamente al origen de la primera bandera dominicana que se enarboIó en la Puerta del Conde, dice que esa enseña f ~ i élabrada en fina tela con patriótico entusiasmo y nervosidad femenil, por una de las vecinas más gallardas del Baluarte: la señorita Concepción Bona, quien además pertenecía a familia aconiodada y ardienteniente adscrita al servicio de la causa revolucionaria. Acompañó a la mencionada dama, en tan envidiable tarea, su prinia la señorita María de Jesús Pina. . ., «A mayor abundamiento recordenios, que los conjurados de la Puerta del Conde y sus colaboradoras las señoritas del vecindario lo que hicieron fué poner por obra, en lo material, la concepción magnífica de Duarte acogida fervorosamente por la Trinitaria, de formar la enseña del niievo Estado ((separando, como dice el historiador José Gabriel García, los colores de la bandera haitiana con una cruz blanca, para significar de este modo a las naciones imparciales, que el pueblo dominicano, al ingresar en la vida de la libertad, proclanlaba la unión d e todas las razas por los vínculos d e la civilización y el cristianismo)). «Doña Concepción Bona, para el 27 d e Febrero, moraba e n una casa baja q u e había en el sitio donde hoy s e levanta el edificio del Hotel Continental: muy cerca, .por tanto, d e la Puerta del Conde. «Doña Concepción Bona e r a hija de don Ignacio Bona, d e los signatarios del Manifiesto del 16 d e Enero d e 1844; sobrina carnal del prócer febrerista don J u a n A. d e Pina y prima hermana d e uiio d e los nueve fundadores d e la Trinitaria: d e don Pedro Alejandrino Pina. Don J u a n Pina residía, como es sabido, para esa fecha clásica d e nuestra libertad, al lado d e doña Concepción, en la casa q u e forma la esquina S. E. del cruce d e las actuales calle Palo Hincado y 27 d e Febrero, (Calle d e el Conde). «Doña Concepción Bona y Hernández casó luego con el caballero banilejo don Marcos Gómez y Carvajal, quien tuvo en ella los siguientes hijos: don José María, doña Eloisa, don Marcos Antonio, don Manuel d e Jesús y don Rafael María, troncos los cinco Últimos d e estin~ablesfamilias d e nuestra sociedad)). En la revista Blanco y Negro, (S. D., No. 36, 1909), hay una fotografía y al pié una leyenda q u e dice: ((Bohío donde fué construída la primera bandera dominicana)). El primer barco dominicano que llevó a los E. U. d e A. la bandesa nacional fué el bergantín Libel-tnd, capitaneado por el moreno dominicano Alejandro Camilo. Estuvo e n Baltimore, e11 octubre d e 1854 (V. El Porvenir, S. D., 1 5 oct. 1554) 1) Finalmente, el sabio maestro de'la liistoria dominicana, como lo había hecho el historiador iiadon Eniiliano Tejera,-tal cioiial Gascía,-interpretó fielmente el simbolisnio d e la bandera nacional y la aceptó como obra d e Duarte. Así lo expresa en su admirable Exposición acerca del Monumento a Duarte, escrita en 1894: «El principio nacional de la fusión d e las razas, que será la salvación d e la América tropical, dotándola con una población apropiada a s u s necesidades, encontró en Duarte un intérprete fiel, c~iaiitloideó el pabellón dominicano. Dessalines no quería que el elenieiito blanco entrase en la composición d e la nacionalidad haitiana. Duarte lo hizo figurar en la constitución de la domiriicana, como elemento civilizador, y lazo de unión respecto d e los pueblos hispano-americanos y d e los demás civilizados del globo. La b;iii- 48 BOLETINDEL ARCHIVO GENERAL DE LA NACION dera dominicana puede cobijar a todas las razas: no excluye ni le da predominio a ningnna. Bajo su sombra todas pueden crecer, fuiidirse, prosperar)). 1V.-El juramento trinitario El ((terrible juramento de fidelidad)),-como le llama Serra en carta a Meriño,-prestado por primera vez el 1 6 de julio de 1838, en el acto de creación de La Trinitaria, al cual se alude en diversos docunientos de autoridad ilidiscutible, fué dado a conocer por el prócer Félix María Ruiz. (V. Letras y Ciencias, S. D., No. 47, 1894). Si con los años, al debilitarse la memoria de Ruiz, sufrió el juraniento alguna alteración, es cosa fuera de discusión y sin importancia: lo cierto es que existió el juraniento y es lo que interesa. ¿Que por ser algo extenso pudo ser deformado? Tampoco importa: no es menos extenso el juramento de los, próceres venezolanos, (Véase Gil Fortoul, Historia Constitrrciona/ de I.'enezzre/a, Caracas, 1930, vol. 1, pp. 214-215), ni esa circunstancia ha sido suficiente para que se trate de discutir su esistencia. Antes al contrario, Gil Fortoul la confirma, diciendo: ((El testo, que resulta hoy deniasiado largo, pero que había de serlo en aquella ocasión, amenazados co-' nio estaban los patriotas por dos reacciones, la del partido español y la del clero.. .» Duai-te no olvidó nunca el j ramento trinitario. Perjzrros llamó amarganiente, una y otra vez, a los que lo quebrantaron. liefiriéndose al juramento, dice el Dr. Federico Heliríquez y Carvajal: <(Esetexto, leído por mi a varios febreristas hace ya cuarentidós años, f ~ i éreconocido por la mayoría de ellos. Ese reconocimiei~tofué categórico de pa;.te de Félix María Del Monte, trinitario juramentado y febrerista, discípulo de Duarte e íntin~oamigo de Sánchez y de Mella.)) (Eii su artículo L a barzdera domirzicana, en Listírr Diario, S. D., No. 13648, 1 marzo 1932).