tende que las yeguas conciben del aire: lo que creca asi Varron, ¿olumela y Plinio. ¡ En fin, es preciso convenir que la raza de nuestros caballos a n daluzes es hija del mismo país. La patria de los buenos caballos siem>re ha sido las regiones calurosas y secas del mediodía; y asi como a belleza del caballo árabe es obra del clima en que nace, lo mismo le sucede al andaluz, y si no ¿ qué pais hay en Europa que se p u e da comparar con la Arabia feliz mas que la Andaluzía ? Estas son las principales razas de caballos del mediodía, y las que en todos tiempos han merecido la aceptación general, y las únicas de que se hace uso para criar buenos caballos de silla; las de los de Italia eran en otro tiempo mejores que en el dia: sin embargo se bailan buenos caballos napolitanos; pero tanto estos como los que se crian pasados los Pirineos se deben colocar en la segunda clase, pues aunque haya algunos, como los actuales limosines, parecidos á los españoles y á los berberiscos, de quien en efecto descienden, y sean como y o los he visto, muy buenos para montar, y a se notan e a ellos los caracteres propios de los caballos del norte. Í 2. sb 83"! I a < j'.iO~'0<t J?Ü ODJ-lí!3ll Caballos CLASE. .ÓIli.TGíTI I!0T3JU;IQ I¿ 5fl3.*VQ*tü del norte. i.* V A R I E D A D . Caballos ingleses. N o hace mucho tiempo que los caballos de Inglaterra eran totalmente impropios para la silla; pero la actividad de sus habitantes, que tan bien ha sabido servirse del arte para vencer los obstáculos de la naturaleza, ha llevado la cria de caballos á tal grado de perfección, que en el dia sobrepujan en esto á todas las naciones, teniendo las razas mas marcadas que ninguna, y todas con las calidades que requiere cada uso; siendo tan copioso el número de caballos que crian, que ganan con su e s portacion, según algunos escritores, mas que nosotros con la de las lanas. Los mas hermosos caballos ingleses son en cuanto á su conformación bastante parecidos á los árabes y i los berberiscos, de quienes descienden; pero tienen mayor la cabeza, mas bien hecha y acarnerada, y las orejas mas largas, aunque bien situadas: son de buen cuerpo y mucho mayores que los berberiscos, generalmente fuertes, vigorosos, osados, capazes de gran fatiga, y escelentes para la caza y carrera; pero son duros, y tienen poca libertad en las espaldas. Entre los aficionados no estiman mas que la celeridad: el c a ballo mas feo se vende al mas alto precio si ha ganado una 6 dos corridas, y á fuerza de querer caballos corredores, y no elegir para Padres mas que los que tienen su conformación á propósito para-