La espiritualidad y religiosidad como factor protector en mujeres

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ARTÍCULO DE INVESTIGACIÓN
La espiritualidad y religiosidad como factor protector
en mujeres depresivas con riesgo suicida:
consenso de expertos
Spirituality and religiosity as a protective factor in
depressive women with suicidal risk: expert consensus
Nicole Taha3,a, Ramón Florenzano U.2,5,a, Catalina Sieverson R.3,b,
Carolina Aspillaga H.3,6, Lucía Alliende3,4
This document presents the expert consensus produced by a working meeting in Santiago de
Chile during 2010 about “The Spirituality and Religiosity as a protective factor in depressive
women with Suicidal Risk”. The consensus followed the steps suggested by Delphi methodology.
Its results are organized in five areas referent to spiritual/religious interventions: a) setting,
b) counselor training, c) elements, d) subjects covered, e) stages. The experts consulted concluded
that spiritual and religious aspects need to be considerate in each case, and that in believers
can improve progress and prevent relapses at suicidal risk. However in some cases religious can
increase the amounts of fault, amplifying the severity and complicating the evolution.
Key words: Depression, suicidal risk, spiritual intervention.
Rev Chil Neuro-Psiquiat 2011; 49 (4): 347-360
Introducción
L
a depresión es el trastorno afectivo más frecuentemente informado por los sistemas de
registro del Ministerio de Salud de Chile (MINSAL). El intento suicida, en estos casos, tiene una
alta tasa de reincidencia; un 16,6% del total de
pacientes tratados en servicios psiquiátricos por actos para-suicidas, repiten la conducta dentro doce
meses siguientes1. El trastorno depresivo presenta
una prevalencia del 7% en mujeres y el 98% de las
mujeres atendidas por patologías mentales, inclui-
Recibido: 27/07/2011
Aprobado: 29/12/2011
Proyecto N° 1100731 financiado con un subsidio del Fondo Nacional de Ciencia y Tecnología de Chile (FONDECYT).
3
4
5
6
a
b
1
2
Médico.
Psiquiatra.
Psicólogo.
Tesista.
Magister en Salud Pública.
Becaria Conicyt de Doctorado
Hospital del Salvador
Facultad de Psicología Universidad del Desarrollo.
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LA ESPIRITUALIDAD Y RELIGIOSIDAD COMO FACTOR PROTECTOR EN MUJERES DEPRESIVAS CON RIESGO SUICIDA: CONSENSO DE EXPERTOS
das dentro de GES (Garantías Explícitas de Saluda),
presenta un cuadro depresivo2. Este trastorno es
el que conlleva con mayor frecuencia a conductas
suicidas3.
De acuerdo a la Encuesta Bicentenario PUC
–Adimark (2010)– la mayoría de los chilenos profesa alguna religión, y las mujeres presentan un
porcentaje mayor de creencias religiosas4. En el
caso de los profesionales chilenos de salud mental,
un 66% de los psicólogos y un 58% de los psiquiatras se declara creyente. El porcentaje mayor
de profesionales católicos se encuentra entre los
psicólogos, y el menor entre los psicoanalistas5.
La literatura señala que la espiritualidad y religiosidad pueden prevenir las conductas suicidas en
muchos casos, aunque en algunos puede representar un factor de riesgo6,7. Este posible rol protector
de la espiritualidad y la religiosidad (ER) en la
disminución de conductas suicidas fue conceptualizada por Durkheim y durante la última década se
ha convertido en un área de interés para la psicología académica8. De hecho la Asociación Psicológica
Americana (APA) creó un grupo especial (División
36) centrada en la llamada Psicología de la Religión,
que tiene reuniones anuales, un boletín y realiza
eventos internacionales al respecto.
La investigación actual ha documentado vías
biológicas que intermedian la utilidad de las
aproximaciones espirituales a diversas condiciones médicas, lo que abre la posibilidad de que el
acompañamiento espiritual sea una intervención
psicosocial en el tratamiento de patologías tanto
médicas como mentales9.
Comstock y Partrige10, encontraron que la tasa
de suicidio en aquellas personas que asisten semanalmente a oficios religiosos era del 11%, en comparación con el 29% en aquellas que asistían con
menor frecuencia. Bainbridge11, comparó la tasa
de suicidio en 120 áreas norteamericanas donde
había participación en alguna comunidad religiosa
y encontró una correlación negativa -0,40 en personas que participan en la iglesia. Identificó que
las tasas de suicidio se correlacionan también con
las tasas de divorcio, sugiriendo que el efecto de la
participación religiosa puede explicarse, en parte,
por las bajas tasas de divorcio de los miembros de
la Iglesia. Kay and Frances12, trabajaron con una
base de datos de 33.135 jóvenes entre 13 y 15 años
de edad en Inglaterra y Gales, que habían hecho
intentos suicidas y que participaban de la Iglesia,
encontrando que la asistencia a oficios protegía
significativamente del suicidio. Cotton, Zebracki
et al, en su revisión de la literatura13 se refirieron
al coping (religiosidad proximal) y a la asistencia a
servicios religiosos (religiosidad distal), observando
que ambas estaban positivamente correlacionados
con los resultados en salud.
Los resultados del consenso de expertos aquí
presentado, respecto del rol de la ER en el tratamiento de mujeres depresivas con riesgo suicida,
son uno de los componentes del proyecto Fondo
Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico de
Chile N° 1100731 “La Espiritualidad y Religiosidad
como Factor Protector en Mujeres Depresivas con
Riesgo Suicida”. La hipótesis es que al agregar un
componente ER dentro de una intervención integral disminuiría el riesgo de nuevas conductas
suicida. El objetivo del proyecto es diseñar una
intervención con un componente religioso o espiritual, dirigida a mujeres depresivas con riesgo
suicida (ideación y/o intento) que consulten en
un Hospital General de Santiago de Chile y que
acepten recibirla.
Esta publicación presenta el consenso elaborado
por los expertos convocados, que establece el rol
de las creencias y prácticas religiosas en la salud
mental, como también, informar del diseño de una
intervención espiritual/religiosa (ER) con foco en
la prevención secundaria.
Metodología
Se convocó a un grupo de expertos, que asistió a
dos reuniones presenciales e interactuaron por me-
El Sistema de Salud de Chile cuenta con un sistema que garantiza, a todos los afiliados al sistema público o privado, el acceso, calidad,
oportunidad y protección financiera, en caso de sufrir cualquiera de los problemas de salud listados por el Ministerio de Salud para
este sistema de garantías.
a
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NICOLE TAHA, et al.
dio de correos electrónicos, con el objetivo de generar un debate trans-profesional e inter-disciplinario
para llegar a un consenso que represente su punto
de vista en depresión, suicidalidad, temas de género
y creencias y prácticas espirituales y religiosas. Este
documento se plantea como una contribución al
conocimiento del tema para los profesionales de la
salud mental y agentes religiosos.
Se utilizó el Método Delphib siguiendo sus cuatro fases: 1) Formulación del problema; 2) Elección
del grupo de expertos; 3) Construcción y aplicación de cuestionarios para obtener la opinión
de los expertos; 4) Resultados consensuados por
interacción entre ellos. Así, primero se seleccionó al
comité de expertos, conformado por cuatro a cinco
expertos en las siguientes temáticas: trastornos afectivos, comportamiento suicida, género y creencias y
prácticas espirituales y religiosas.
El formato de las dos reuniones fue semejante:
se comenzaba con breves presentaciones del equipo
de investigación y de algunos de los miembros del
grupo de expertos. Después de un descanso, se abría
un debate amplio acerca de los temas expuestos, y
formulaban conclusiones. El debate era registrado
por un grupo de investigadores que luego redactaba
las conclusiones de la sesión, que eran enviados a
cada miembro del panel de expertos. En total cada
sesión duraba tres horas. En la primera reuniónc, se
convocó a 16 expertos, de los cuales asistieron 12
(el anexo 1 lista sus características profesionales).
Durante esta convocatoria se discutió y aprobó el
método que se utilizaría para dirigir los trabajos.
Dentro de los temas tratados en esta sesión, se encuentra:
a) Presentación del proyecto: resultados preliminares de las investigaciones en curso: análisis retrospectivo de una base de datos del Servicio de
Psiquiatría del Hospital del Salvador, de mujeres
tratadas entre los años 2004 y 2009 (n = 2.000).
b) Presentación de la metodología y pasos a seguir
en la reunión:
• La organización del panel y la función de los
expertos convocados y del equipo de investigadores.
• El tipo de investigación y los métodos utilizados para la obtención de datos.
• El plan de trabajo del proyecto, la organización de los próximos cuestionarios y reunión
con el panel de expertos.
c) Grupos de discusión y primeros lineamientos:
los participantes se agruparon según área de
experticia (comportamiento suicida, depresión,
género, religiosidad/espiritualidad) para discutir y desarrollar lineamientos según preguntas
entregadas.
d) Plenario: exposición de los primeros lineamientos. Un representante por grupo expuso
los primeros consensos sobre el aporte de la
espiritualidad y religiosidad a la prevención de
la repetición de intentos o ideación suicida.
En base a esta primera reunión, el equipo de investigadores elaboró dos cuestionarios que fueron
respondidos por los participantes de la reunión inicial por correo electrónico. El primero fue diseñado
con preguntas abiertas para recoger opiniones e inquietudes expresadas en la primera reunión y el segundo se construyó en base a escala Likert. En una
segunda reuniónd se revisó el pre-informe de la reunión anterior. Se entregó el informe de resultados
de los cuestionarios (anexo 2) respondidos por los
expertos. Después cada subgrupo estuvo integrado
por un representante de cada área de experticia y
tuvo que responder a preguntas entregadas por el
equipo del proyecto (anexo 3). Posteriormente, los
dos grupos expusieron el consenso de recomendaciones para el diseño de una intervención religiosa/
espiritual. Finalmente, se envió un borrador del
consenso a los expertos, quienes enviaron a su vez,
correcciones y comentarios al documento.
b
Metodología de investigación multidisciplinar destinada a realizar pronósticos y predicciones a través de un consenso basado en la
discusión entre expertos.
c
Realizada el 27 de Febrero de 2010.
d
Realizada el 17 de Enero de 2011
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LA ESPIRITUALIDAD Y RELIGIOSIDAD COMO FACTOR PROTECTOR EN MUJERES DEPRESIVAS CON RIESGO SUICIDA: CONSENSO DE EXPERTOS
Resultados
La opinión de los expertos acerca del diseño
de una intervención ER en casos de depresión
con riesgo suicida, consideró que la espiritualidad
y religiosidad son elementos adicionales útiles y
complementarios a las intervenciones psicosociales
habituales.
Aspectos éticos y encuadre de la
intervención
Se subraya que al realizar una intervención ER
es necesario resguardar aspectos éticos y determinar el encuadre. Las pacientes deben conocer
componentes tales como: voluntariedad de participación, consentimiento informado, tratamiento
médico y farmacológico, terapia y acompañamiento ER. Esta debe plantearse como una invitación
para que la paciente decida si desea acceder a ella.
Debe proporcionar una acogida, que es muy necesaria para estas pacientes, a causa de la frecuencia
de sentimientos de vacío, de inferioridad y la pérdida de la confianza en sí mismas. La persona que
realiza el acompañamiento ER debe trabajar en
conjunto con el equipo clínico, de manera de llevar
a cabo un trabajo colaborativo y multidisciplinario.
Antes de comenzar la intervención ER, dada la
frecuencia de los trastornos depresivos, ya señalada
por la OMS14, se debe confirmar el diagnóstico de
trastorno depresivo, su tipo y evaluar la presencia
de algún trastorno de personalidad, ya que ambos
complejizan la intervención y permiten, a su vez,
definir estrategias de abordaje y modos específicos
de relacionarse con la paciente.
Es fundamental evaluar las características
socio-demográficas, clínicas y la historia vital de
la paciente y de su familia. En base al entorno
familiar y de la red de apoyo más cercana, se pueden distinguir tanto factores protectores como de
riesgo. Brown & Harris15, demostraron que hay
factores sociales que contribuyen a la depresión y
construyeron el modelo del estrés y vulnerabilidad,
que distingue factores patógenos, de vulnerabilidad y de la formación de síntomas depresivos.
Estos factores de riesgo se pueden complementar
con dos tipos de factores protectores; aquellos que
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mitigan directamente el efecto del estrés y aquellos
que actúan independientemente y que tienen un
efecto mayor, ya que contrarrestan los efectos de los
factores de vulnerabilidad de larga data16.
Debido a la evolución conocida de la sintomatología de los cuadros depresivos, es fundamental
considerar el momento en que se realiza cada intervención. Las pacientes depresivas describen un
estado de profunda oscuridad, un estado parecido a
la muerte, donde es importante una mirada existencial17. Existen momentos de urgencia en los cuadros
depresivos donde los expertos aconsejan aún no intervenir, así como existen diferencias en la intervención con pacientes hospitalizados y ambulatorios.
En el primer caso, es posible monitorear la evolución del cuadro depresivo permanentemente. En el
segundo, se debe manejar con cautela, dado que el
seguimiento de la paciente es menos continuo.
Es importante considerar la frecuencia de altos
montos de culpa y de sentimientos de inferioridad que presentan algunos pacientes depresivos y
tomar en cuenta siempre la posibilidad de que el
acompañamiento religioso pueda aumentar estos
sentimientos. Hay estudios que demuestran que
los síntomas de trastornos del ánimo pueden estar
acompañados por descontento religioso que se
manifiestan en sentimientos negativos hacia Dios
o la sensación de haber sido abandonado por la
divinidad17.
Hackney & Sanders18, distinguen tres dimensiones de la religiosidad: la institucional (por ejemplo:
asistir a la iglesia), la ideológica (por ejemplo: teologías) y la devoción personal (por ejemplo: motivación intrínseca religiosa). Observaron que la dimensión institucional se relacionaba con mayores
niveles de angustia y que la devoción personal se
asociaba a grados menores de ella. En este sentido,
se debe indagar cuáles son las creencias, conceptos
y expectativas en torno a lo ER y determinar si es
el momento adecuado para intervenir y trabajar
en el cambio de las cogniciones asociadas a estos
sentimientos.
Características y formación del interventor
Es importante que el equipo multidisciplinario
conozca la disponibilidad de las redes de apoyo y
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los recursos espirituales locales: grupos de apoyo
parroquiales, pastoral hospitalaria, congregaciones,
comunidades religiosas, familiares creyentes, lecturas disponibles, entre otras. Se ha evidenciado que
cerca de un cuarto de las personas con diagnóstico
psiquiátrico han buscado ayuda religiosa y/o espiritual antes de solicitar ayuda con profesionales
de la salud19. En este sentido, los agentes pastorales
pueden contribuir informando a los clínicos acerca de la evolución de los pacientes. El comité de
expertos insiste en explicitar la necesidad de una
capacitación integral por parte del equipo.
Generalmente, los agentes espirituales no están
entrenados para proveer servicios de salud mental,
pero sí para dar cuidados pastorales20 y por eso,
quien realiza la intervención ER debe estar capacitado para llevar a cabo el acompañamientoe, así
como debe estar en conocimiento de criterios los
clínicos y la conveniencia de realizar la intervención. Una persona que participa de algún grupo
religioso y que es entrenada en salud mental puede
establecer una relación especial con la paciente21.
Por tanto, quienes acompañen espiritualmente,
deben ser capacitados para ello, ya que de esta
manera se aseguran criterios uniformes y estandarizados. Estos aspectos se deben tener en cuenta en
selección de las personas que realizarán el acompañamiento ER, como también la necesidad de
supervisión del proceso.
Quien muchas veces lidera al equipo de intervención y orienta acerca de la pertinencia de la intervención ER, es el médico tratante, configurando
“la puerta de entrada” para un acompañamiento
ER en el trabajo individual. Por tanto, debe primar
el criterio clínico. El acompañante espiritual, idealmente, debe compartir creencias religiosas con la
paciente y ser miembro de una comunidad religiosa y no ser un clínico, de manera de evitar posibles
mediaciones o intervenciones que no son propias
de un acompañamiento ER, que puedan interferir
el tratamiento paralelo.
Los conocimientos de quien realiza la intervención ER deben versar acerca de: a) prácticas y
creencias espirituales y religiosas en general, independientemente de las propias; b) estrategias de
acercamiento e intervenciones específicas desde la
propia religión; c) trastornos afectivos, fases y sintomatología de la depresión; d) Suicidio: características, intervenciones preventivas y post-preventivas;
e) diferencias por género.
En relación a las capacidades y habilidades del
interventor éste debe contar con la capacidad de
vincularse con distintas intervenciones, conocerlas
y ser capaz de precisar la estructura de intervención
más adecuada a la paciente. Además, debe saber
establecer el inicio, el desarrollo y el cierre del proceso, para diferenciar claramente los momentos
de vinculación y desvinculación de la paciente.
Independientemente de la religión o creencias del
interventor, las características con las que éste debe
contar son transversales:
• Capacidad de escucha activa22, tal como las han
definido Hill y O´Brien, a fin de lograr una
comunicación efectiva y entender al paciente
desde su propio punto de vista, identificando
también los sentimientos, ideas y pensamientos subyacentes en su discurso y así lograr una
relación de ayuda. Para esto es necesaria la
empatía que contribuye a su vez a no imponer
contenidos en el discurso, a no confrontar en
momentos en que necesita sentirse acogida y
evitar conductas defensivas.
• El conocimiento de los fundamentos de su propia
tradición y seguridad en ellos22, tenderá a producir seguridad en la paciente. La inseguridad
del acompañante respecto de su fe motivaría
conductas defensivas y podría sostener visiones
contrastantes como si éstas fueran enriquecedoras.
• Flexibilidad ante las distintas creencias y/o
prácticas ER. Es decir, “firme en el fondo y flexible en la forma”. La flexibilidad se incrementa
e
En el Ministerio de Salud de Chile existe una Unidad de Acompañamiento Espiritual, que se ha enfocado en la Humanización
del Servicio intentando brindar una atención integral en Salud. Esta unidad es de carácter inter-denominacional y capacita a nivel
nacional a las personas que realizan este tipo de trabajo.
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LA ESPIRITUALIDAD Y RELIGIOSIDAD COMO FACTOR PROTECTOR EN MUJERES DEPRESIVAS CON RIESGO SUICIDA: CONSENSO DE EXPERTOS
con los conocimientos y la seguridad acerca de
las diferentes creencias y prácticas ER y con la
seguridad que tenga el acompañante en relación a las propias, centrándose en la dignidad
de la persona independiente de sus creencias y
prácticas ER y el compromiso absoluto de confidencialidad.
• Habilidades y prácticas contemplativas, es decir, habilidad para la meditación y oración, la
asertividad para seleccionar las herramientas y
estrategias pertinentes para llevarlas a cabo y la
periodicidad con que realice las prácticas ER22,
permitirán al interventor escoger para cada
paciente el mejor modo de acompañamiento.
• No transmitir verdades como si fueran absolutas,
debido a que la depresión puede volver frágiles
las creencias y prácticas ER en la paciente y promover angustia en algunas personas o incluso
alejarlas de sus creencias.
Formato y foco de la intervención ER
Se plantea que las intervenciones con pacientes depresivas deben ser individuales y se aplica
la misma aseveración a las intervenciones ER al
menos en un nivel inicial ya que deben tener una
connotación de acogida y contención personalizadas. Una intervención de carácter grupal puede
ser iatrogénica por el contagio emocional que se
produce entre este tipo de pacientes. Los expertos
plantean que debe ser individual, ya que una grupal
en la fase inicial del cuadro depresivo no permite
contención, ni el diseño de una intervención de las
particularidades de cada paciente. Si se decidiera
hacer una intervención grupal, se aconseja que ésta
comience después de un diagnóstico acabado de
cada paciente.
Para el diseño de la intervención ER es necesario: a) contar con el antedicho equipo multi-disciplinario, diferenciando el rol de cada uno de los
interventores; b) definir claramente los objetivos de
la intervención, tiempos e indicadores para evaluar
cómo progresa la intervención; c) delimitar el encuadre (setting) para evitar situaciones de riesgo:
qué hacer, a quién acudir, etc., por ej.: mantener un
contacto fluido entre tratante y la persona que realiza el acompañamiento espiritual; y d) contar con
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un tratamiento integral: farmacoterapia, terapia y
acompañamiento ER.
En relación al paciente, es necesario a) evaluar
los recursos con los que cuenta y las estrategias de
abordaje, considerando los tiempos (timing), la
capacidad de contacto, la empatía y las defensas;
b) trabajar sobre la base de experiencias de éxito
en la resolución de problemas y recursos personales
que le han permitido enfrentar adecuadamente los
conflictos en la paciente.
Para una adecuada construcción de una intervención ER se debe considerar a) la estrategia de
intervención que se utilizará, ya sea acompañamiento mediante presencia, oración y/o contención, ajustado a las necesidades de la paciente; b) la
frecuencia, que puede ser semanal, quincenal o
mensual; c) previo a la intervención, se debe precisar qué momento de la evolución de la enfermedad
está cursando la paciente para determinar el modo
de intervención; d) especificación y encuadre de la
intervención, y los participantes de ella para que
ésta no se trasforme en una intervención psicosocial o psicoterapéutica; e) especificación del nivel
de desarrollo espiritual que tiene el interventor; y
f) cuidar aspectos de “religiosidad patológica” que
pueda tener quien realiza la intervención ER.
Contenidos a tratar en la intervención
a) Cuadro depresivo y sus posibles repercusiones: se
debe conocer en qué consiste el cuadro de los
trastornos depresivos incluyendo los deseos de
muerte y/o ideación suicida, intento suicida y
también probabilidades de recuperación. En
este sentido, se debe insistir en la necesidad
de compartir las ideas suicidas y evitar que la
paciente esté sola, clarificando que su ideación
suicida es parte de un proceso patológico y que
por lo tanto debe buscar ayuda médica y de otro
tipo para poder mejorar. Se debe hablar sobre
aquellos pensamientos y sentimientos recurrentes de culpa que aquejan a la persona, así como
delirios de hipocondría o ruina.
b) Futuro sano: la intervención religiosa debe
apuntar a la recuperación del sentido de vida y
lo trascendente. Sobre todo, es necesario devolver la esperanza, pues la persona depresiva se
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caracteriza por su desesperanza y una visión negativa del futuro. Al apuntar hacia el sentido de
vida, se debe explorar el significado de la vida,
de la muerte en ella y aumentar la fortaleza a
la hora de enfrentar el cuadro depresivo, como
también dejarse ayudar en ese aspecto.
c) La pregunta por el sentido, el para qué: el acompañamiento espiritual brinda contención
mediante la búsqueda del sentido de vida. Así
como las personas depresivas tienen una visión
negativa acerca del futuro, la tienen también
acerca del mundo y acerca de ellos mismos23.
El acompañamiento ER aborda estas visiones
trabajando, en primera instancia, el “por qué”
seguir viviendo y, en segunda, “para qué” seguir
viviendo. Al abordar el “por qué” y el “para
qué”, se pueden reforzar los lazos afectivos y la
necesidad que otras personas tienen de ella. El
interventor debe ir descubriendo y desarrollando los factores protectores y de autocuidado,
como también desarrollar estrategias cognitivas,
emocionales y conductuales en la paciente.
d) El deber: las pacientes depresivas pueden tener
un marcado sentido del deber acerca de sus
roles, prácticas y costumbres, como muestran
los estudios sobre el carácter melancólico de
Tellenbach24. Cuando este deber se torna severo
e inflexible se generan sentimientos profundos
de culpa y se debe trabajar en disminuir estos
sentimientos, al mismo tiempo que se va descubriendo y construyendo el sentido de vida.
Se recomienda plantear el período de vida en el
que se encuentra la paciente con sus implicancias, necesidades y desafíos, a la vez que plantear
aquellas cosas que la paciente considera “pendientes” o no realizadas, y acompañarle en su
proceso de realización.
e) Género: en mujeres con ideación o intento
suicida, el abandono, los problemas de pareja,
con figuras masculinas, son frecuentes. El riesgo suicida da cuenta de una pérdida, de falta
de amor, de protección y seguridad. Muchas
mujeres necesitan ser contenidas, amadas y no
sentirse solas. Las temáticas de género que se
deben abordar son: manejo del poder, sumisión,
autoestima, auto-concepto como mujer, proyecto personal, conciliación entre las distintas
áreas de la vida, manejo de los sentimientos de
culpa y énfasis en la búsqueda de la felicidad. Es
de importancia plantear el sufrimiento como
parte de la vida y no como constitutivo de su
condición de mujer.
Fases de la intervención
Se proponen tres fases para realizar una intervención ER, y no un número de sesiones determinado, a propósito de la personalización del diseño
de la intervención.
Tabla 1. Características de una intervención espiritual
Fase
Características
a) Fase de contención
•
•
•
•
Individual
Identificación de conflictos principales
Escucha empática
Aceptación incondicional y apoyo
b)Fase de acompañamiento
•
•
•
•
•
Individual o grupal
Trabajo con los aspectos más críticos que generan culpa
Trabajo en conflictos más específicos
Inclusión de elementos religiosos como lecturas guiadas, meditación y oración
Énfasis en ayudar a la persona a recuperar su sentido de la vida y personalizar el proceso
de fe
c) Fase de seguimiento
• Contactar y ampliar redes de apoyo espiritual para la paciente, ya sea Iglesias o congre gaciones religiosas donde pueda seguir desarrollándose, si así lo quiere
• Motivar y empoderar a la paciente para una búsqueda espiritual
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LA ESPIRITUALIDAD Y RELIGIOSIDAD COMO FACTOR PROTECTOR EN MUJERES DEPRESIVAS CON RIESGO SUICIDA: CONSENSO DE EXPERTOS
Conclusiones
Los expertos consideran la espiritualidad y
religiosidad como elementos adicionales y complementarios a las intervenciones psicosociales
tradicionales, para un mejor manejo de los cuadros
depresivos con riesgo suicida.
Existe un creciente interés en la psicología de la
religión y hay evidencia que destaca el rol protector de la espiritualidad y religiosidad en la salud y
bienestar en general, sea físico o mental. Se enfatiza
la integración de estos elementos y no sólo el reconocimiento de una interfase y mutua influencia, si
no que se propone un trabajo interdisciplinario y
de cooperación.
Paradojalmente, el entrenamiento habitual
para aquellas personas dedicadas especialmente
al acompañamiento de enfermos –en general– y a
los cuidados paliativos –en particular– se centran
en un acompañamiento a personas que no quieren
morir, para lograr el mayor bienestar posible en
el último tiempo y preparar la muerte. Sin embargo, en los casos de depresión y riesgo suicida,
el acompañamiento cobra otra forma y sentido,
al centrarse en enfrentar y trabajar con aquellos
sentimientos y circunstancias que pudieran haber
llevado a una persona a intentar quitarse la vida, es
decir, el acompañamiento se centra en devolver las
ganas de vivir.
Se señala también que la persona que realiza
el acompañamiento ER no debiera ser un profesional de la salud, para evitar que se superpongan
intervenciones. El acompañamiento ER debiera
ser realizado por una persona diferente a quien
realiza las intervenciones clínicas y farmacológicas,
debe estar calificada y entrenada para este tipo de
acompañamientos. La depresión con riesgo suicida
tiene un determinado curso y las personas, generalmente, cargan con altos montos de culpa, sumada
una profunda desesperanza. Es por esto que, quien
realiza el acompañamiento ER debe tener tanto un
entrenamiento teórico acerca de la patología, su
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desarrollo, factores de riesgo y protectores, como
también uno práctico sobre qué estrategias utilizar
y cómo llevar a cabo un trabajo interdisciplinario
en estos casos.
El formato del acompañamiento ER debe ser
diseñado especialmente para cada persona (sin
descartar que pueda haber sesiones de acompañamiento grupal). En primer lugar, porque permite
que la misma persona sea la que busque el apoyo.
En segundo, porque si bien existe evidencia de
que los elementos ER contribuyen a la mejoría
de pacientes depresivos con riesgo suicida, hay
elementos ER que pudieran actuar como factores
de riesgo, dependiendo de cada caso (por ejemplo,
generando o aumentando la culpa o desesperanza).
En tercer lugar, porque las creencias y prácticas ER
pueden describirse como relaciones personales con
lo trascendente. El diseñar una intervención para
cada paciente, pudiera traer mayores beneficios si
se centra en las características de esa relación personal con lo trascendente.
Debido a los altos montos de culpa, sentimientos de tristeza, vacío e inferioridad que generalmente presentan las pacientes depresivas, los
expertos ponen énfasis en que la intervención ER
tenga carácter de invitación y acogida. Se propone
incorporar en los contenidos las características de
un cuadro depresivo y las características propias
del cuadro de la paciente, con el objetivo de que
se sienta aceptada en su condición de vida actual.
Asimismo, se propone integrar temáticas relacionadas con el deber y género, ya que se observa que
guardan relación con los sentimientos de culpa
asociados al cuadro depresivo.
Otro tipo de contenidos a abordar en la intervención tienen relación con los sentimientos de
desesperanza acerca de ellas mismas, del mundo y
del futuro, motivando a la paciente hacia la espiritualidad hablándole de un futuro sano en relación
con lo trascendente, como también en el sentido de
vida en base a experiencias exitosas, que den cuenta
del por qué y para qué seguir viviendo.
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NICOLE TAHA, et al.
Resumen
Se presenta un consenso de expertos sobre “La Espiritualidad y Religiosidad como Factor Protector
en Mujeres Depresivas con Riesgo Suicida”, que se obtuvo utilizando una metodología Delphi.
Sus resultados se han organizado en cinco áreas enfocadas en aspectos referentes al diseño de
una intervención espiritual/religiosa: a) encuadre; b) características y formación del interventor,
c) elementos a resguardar, d) contenidos y e) fases. Se concluye que los aspectos espirituales y
religiosos deben considerarse en cada caso, y que un acompañamiento en pacientes creyentes
puede mejorar su evolución y prevenir nuevos episodios de de riesgo suicida. En algunos casos
la religiosidad pudiera aumentar los montos de culpa, aumentando la severidad y complejidad
del cuadro clínico.
Palabras clave: Depresión, riesgo suicida, intervención espiritual.
Referencias
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Anexo 1. Miembro del grupo de expertos
Área
Profesión
Institución
Depresión
Psiquiatra
Universidad de Chile
Depresión
Psiquiatra
Universidad de Los Andes
Depresión
Psiquiatra
Hospital Del Salvador
Comportamiento Suicida
Psicóloga
Dialectical Behavioral Therapy DBT
Comportamiento Suicida
Psicólogo
Universidad del Desarrollo
Comportamiento Suicida
Psiquiatra
Universidad de Chile
Comportamiento Suicida
Salud Pública
Universidad Católica de Chile
Psicóloga
Universidad de Chile
Género-Salud Mental
Socióloga
Universidad de Chile
Género
Psicóloga
Universidad del Desarrollo
Género
Psicóloga
Universidad Diego Portales
Religión
Pastor Presbiteriano
Psiquiatra
Iglesia Presbiteriana
Religión
Delegado Episcopal para
la Pastoral de la Salud
Arzobispado de Santiago
Religión
Rabino
Círculo Israelita
Religión
Sacerdote
Arzobispado de Santiago
Religión
Socióloga
Universidad Católica de Chile
Psiquiatra
Programa Nacional de Acompañamiento Espiritual, MINSAL
Enfermera
Universidad de Chile
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Anexo 2.
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LA ESPIRITUALIDAD Y RELIGIOSIDAD COMO FACTOR PROTECTOR EN MUJERES DEPRESIVAS CON RIESGO SUICIDA: CONSENSO DE EXPERTOS
Anexo 3
No hay diferencias entre observancia y práctica religiosa: ambas son acciones concretas de cumplimiento de lo que se manda a ejecutar,
como una ley, un estatuto o una regla (La observancia religiosa significa que se es un creyente que práctica su religión)
1
Muy en desacuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
5
Muy de acuerdo
La observancia religiosa corresponde a la adquisición de una fe como creencia dentro del desarrollo espiritual de una persona. (Asumir
las creencias de determinada religión e intentar vivir de acuerdo a esos valores.)
1
Muy en desacuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
2
Impertinente
3
Indiferente
4
4
Pertinente
5
Muy Pertinente
A mayor tiempo de observancia religiosa es más fácil compartir elementos que favorezcan la aceptación de un acompañamiento.
1
Muy en desacuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
6
5
Muy de acuerdo
Dentro de la observancia religiosa se presupone un proceso educativo, esto implica que una persona que ha tenido más tiempo de
formación puede llegar a tener convicciones más arraigadas que influyan en sus decisiones.
1
Muy en desacuerdo
5
5
Muy de acuerdo
El paralelo entre tiempo de observancia y el nivel de desarrollo de la fe puede señalar si se trata de una mera práctica de ritos y
costumbres o de una fe genuina como opción de vida
1
Muy en desacuerdo
3
5
Muy de acuerdo
¿El tiempo de observancia religiosa es un aspecto a considerar?
1
Muy Impertinente
2
5
Muy de acuerdo
La práctica religiosa refiere a la asistencia a servicios religiosos en lugares especiales, la pertenencia a una comunidad específica
o congregación, la práctica de devoción privada y actividades comunitarias. (El cumplimiento riguroso de los mandatos, ritos y
conductas, preceptos que promueve la religión específica.)
1
Muy en desacuerdo
1
7
5
Muy de acuerdo
Para medir el nivel de compromiso con cierta religión la periodicidad de cumplimiento de leyes, rituales y valores puede ser un indicador. 8
1
Muy en desacuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
5
Muy de acuerdo
Las manifestaciones externas de la religiosidad no dan garantía de una auténtica espiritualidad. Sin embargo, la observancia de las 9
normas y formas de vida propias de la religión entregan un indicador confiable.
1
Muy en desacuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
5
Muy de acuerdo
Teniendo en consideración que el apoyo espiritual refiere “a los valores humanos y pone el acento en aquello que fomenta la dignidad
de la persona, su realización personal y la alegría de vivir”. En cambio, el apoyo religioso “busca dar respuesta, a partir de las creencias
religiosas de cada uno, a las preguntas existenciales del hombre, especialmente en relación al sufrimiento, la muerte y el destino definitivo
del ser humano.” ¿Qué tipo de acompañamiento recomendaría desde su experiencia?
El apoyo religioso ya que es más fácil de definir operacionalmente y hay mayor consenso en su significado.
1
Muy en desacuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
10
5
Muy de acuerdo
No son excluyentes. En una primera aproximación el apoyo espiritual puede ser parte de la psicoterapia estandarizada y luego
profundizar en el acompañamiento religioso en función del momento de la evolución del cuadro clínico.
1
Muy en desacuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
5
Muy de acuerdo
El apoyo espiritual y religioso se complementan: uno da un marco estructurado de apoyo basado en la religión (apoyo religioso) y
el apoyo espiritual sería más libre, de acuerdo al contenido.
1
Muy en desacuerdo
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2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
11
12
5
Muy de acuerdo
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La intervención religiosa/espiritual debería ser individual ya que el grupo puede limitar la participación personal en temas más
íntimos y por otra parte se podría favorecer la generación de sentimientos de culpa en algunos casos al escuchar otros testimonios.
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
La intervención religiosa/espiritual debería ser grupal ya que es primordial la sensación de cobijo que entrega el grupo.
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
La intervención religiosa/espiritual debería ser grupal ya que una de las bondades de la religión es que entrega comunidad y sentido
de pertenencia, siendo un factor protector según la Organización Mundial de la Salud.
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
La intervención religiosa/espiritual debería ser grupal ya que garantiza que a todas las personas se le está entregando lo mismo: se
puede controlar el efecto del grupo con el grupo de apoyo control.
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
¿La oración personalizada es un medio de acompañamiento recomendable para mujeres con trastorno depresivo con riesgo suicida?
1
2
3
4
5
Muy impertinente
Impertinente
Indiferente
Pertinente
Muy pertinente
Si el paciente ha sido practicante de alguna religión la oración personalizada es recomendable en el contexto de un acompañamiento
religioso
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
Si el paciente ha sido practicante de alguna religión la oración personalizada permite fomentar la práctica desde la perspectiva de la
psicoterapia rescatando el sistema de creencias de cada paciente.
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
La oración personalizada es recomendable en la medida en que sea conducente y no catártica: que conduzca a entender su situación
y mejorarla a través de la oración
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
13
14
16
16
17
18
19
20
¿Quién debiera realizar el acompañamiento religioso/espiritual: intervención con religiosos o laicos capacitados?
Es necesario estandarizar la intervención espiritual religiosa para no caer en el proselitismo, por tanto se hacen necesarios laicos 21
capacitados para realizar el acompañamiento. Se propone exponer a los pacientes a las distintas religiones en un trabajo grupal.
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
¿Qué recomendación específica considera que sería necesario tener en cuenta para desarrollar este tema?
22
Para un paciente religioso lo recomendable sería una intervención con un religioso, dado que sería el contexto habitual en que esa 23
persona realiza las prácticas propias de su fe.
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
Religiosos porque evita las mediaciones
24
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
¿Qué factores debiera incluir una capacitación para el acompañante?
Actividades grupales con las distintas religiones donde se puedan transmitir las principales creencias y valores en general, y en 25
particular respecto de la vida, el dolor y el sufrimiento.
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
Capacitar en lecturas bíblicas, salmos y oraciones que puedan decir junto a los pacientes.
26
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
¿Qué recomendación específica considera que sería necesario tener en cuenta para desarrollar este tema?
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LA ESPIRITUALIDAD Y RELIGIOSIDAD COMO FACTOR PROTECTOR EN MUJERES DEPRESIVAS CON RIESGO SUICIDA: CONSENSO DE EXPERTOS
¿Qué terapia se debe incluir en el tratamiento de un trastorno depresivo con riesgo suicida?
¿Cuándo es recomendable comenzar la intervención religiosa/espiritual?
La primera intervención es farmacológica e individual y una vez actuando los medicamentos puede comenzar una psicoterapia y 28
una intervención religiosa/espiritual
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
Es recomendable comenzar con la intervención religiosa/espiritual una vez en curso y con efectos del tratamiento farmacológico. 29
1
2
3
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
La intervención religiosa/espiritual debe estar desde el comienzo de la intervención
1
Muy en desacuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
5
Muy de acuerdo
30
4
En acuerdo
5
Muy de acuerdo
¿Qué tipo de terapia recomienda usted en el caso de un trastorno depresivo con intento suicida? (individual, grupal, farmacológica,
religiosa/espiritual)
La intervención religiosa/espiritual debe ser un reforzativo.
31
La terapia grupal requiere cierto novel de evolución del cuadro.
32
1
2
3
4
5
Muy en desacuerdo
En desacuerdo
Indiferente
En acuerdo
Muy de acuerdo
Al comienzo individual y farmacológico, paulatinamente se agrega el manejo psicoterapéutico y religioso/espiritual.
33
1
Muy en desacuerdo
2
En desacuerdo
3
Indiferente
4
En acuerdo
5
Muy de acuerdo
(P 34) ¿Cómo se puede incorporar las variables de género en la intervención con mujeres depresivas con riesgo suicida?
(P 35) ¿Qué temáticas considera usted que debieran abordarse en esta intervención? ¿De qué forma? (Escriba en orden de importancia)
(P 36) ¿Qué otras recomendaciones específicas considera Ud. sería necesario tener en cuenta? (Escriba 2 en orden de importancia
descendente)
Correspondencia:
Dr. Ramón Florenzano U.
Dirección de Investigación,
Universidad del Desarrollo.
Av. La Plaza 680, Las Condes, Santiago, Chile.
Tel: 3279443.
E-mail: [email protected]
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