Jorge Elías Gil, evento del CIPS/ 2010 Sixth International Meeting on Socio-religious Studies CIPS 2010 Nombre: Lic. Jorge Elías Gil Viant Dirección: Calle 254 No. 3750 apto 15 e/ 37 y 51. La Lisa. Ciudad de la Habana Asiste como ponente en la modalidad de presentación oral. Título de la ponencia: Islam y Cristianismo, razones para el diálogo. Resumen. El diálogo puede definirse como una esencia inseparable de aquellas personas que profesan la fe de las tres religiones del tronco judeo-cristiano-islámico manifestándose en la vida individual y en las relaciones humanas. Una antropología de inspiración religiosa debe insistir en la acción y sobre todo en la actitud hacia el diálogo. El Islam, como espacio religioso y social, promueve el estudio y el uso de la razón como pilares básicos de la aprehensión de la realidad bajo la guía de la revelación de Dios. El diálogo puede ser planteado desde numerosas perspectivas. Una de ellas busca las áreas comunes que, desde la cultura, la historia y la religión, existen como elementos vinculantes. Sin falsos relativismos una actitud sincera de diálogo entre aquellas religiones y culturas que comparten un legado común puede ser, y de hecho es, una plataforma imprescindible de trabajo. Del amplio diapasón de razones históricas, culturales y religiosas se escogen algunas que nos sirven como puntos de presentación para penetrar en el espacio del diálogo. La comunicación entre los pueblos abre nuevos horizontes, disminuye las tensiones y reduce las posibilidades de enfrentamiento. Debatir acerca del pensamiento, las creencias y las tradiciones propicia mejores soluciones en el camino de un mundo más equilibrado. Islam y Cristianismo, razones para el diálogo. Lic. Jorge Elías Gil El diálogo se define como una esencia inseparable de aquellas personas que profesan la fe de las tres religiones del tronco judeo-cristiano-islámico manifestándose en la vida individual y en las relaciones humanas. Esta perspectiva de diálogo ha estado presente a través de toda la historia de la humanidad, sobre todo en momentos de crisis que hacen más necesarios la comunicación y el acuerdo o al menos el consenso. El comienzo del siglo XXI trajo, además de otras dinámicas, una interacción entre occidente y el Islam matizada por la secuela de los fatídicos sucesos del 11 de septiembre de 2001 en la ciudad de Nueva York. Los Estados Unidos y Europa, como bloque geopolítico, dirigen su mirada y su proyección hacia el espacio musulmán desde una posición de contingencia lo cual no excluye excesos, de hecho en ocasiones los genera. Aunque lo anterior no es un fenómeno homogéneo, evidenciado por las diferentes opiniones y propuestas planteadas por los países que integran la OTAN en su respuesta al terrorismo, si se aprecia un estado de opinión adverso y bastante generalizado hacia todo lo que parezca musulmán. Lo anterior se cataliza a partir de la influencia que ejercen los medios masivos de comunicación que frecuentemente ofrecen bloques de información sesgados y sobre todo por la vibración de fondo que subyace en el acto de asimilar cualquier noticia proveniente del Islam. Estados de opinión como estos viven en las personas, como individuos y como grupos, y es precisamente en las personas donde deben ser consultados y si es posible cambiados sobre todo cuando este cambio persiga enaltecer la dignidad de los seres humanos. El diálogo puede ser planteado desde numerosas perspectivas. Una de ellas busca las áreas comunes que, desde la cultura y la religión, existen como elementos vinculantes y propiciadores de comunicación, encuentros y procesos que redunden en un mundo que tienda a la unidad desde el respeto de la diversidad. Sin falsos relativismos ni ecumenismos epidérmicos, una actitud sincera de diálogo entre aquellas religiones y culturas que comparten un legado común puede ser, y de hecho es, una plataforma imprescindible de trabajo. Es el caso del Judaísmo, el Cristianismo y el Islam. En estos contextos mucho se ha hecho y mucho queda por hacer e investigar, hoy más que nunca, los hechos recientes citados y sus consecuencias lo evidencian. Sobre todo cuando el fantasma del terrorismo y sus materializaciones, como es el caso de al-Qaeda y el Talibán, insisten en dar una imagen distorsionada del Islam, religión que se define desde la sumisión a Dios y a su creación y por tanto incapaz de destruirla. Una antropología de inspiración religiosa debe insistir en la acción y sobre todo en la actitud hacia el diálogo. El reto hoy se plantea con más premura ya que en nuestro mundo los espacios de comunicación y distensión se hacen cada día más necesarios. “Existir dialogalmente con el prójimo –próximo, es decir, toda persona que encontramos en los caminos de la vida- es construir comunidad, es crecer en la integridad de nuestro ser de personas humanas, proyectar la comunidad de Dios en nuestro entorno, en el que nos es dado proyectarla y proyectarnos. Es vivir en la Verdad y en el genuino amor de fraternidad, que a nadie excluye. Ni siquiera al que de un modo u otro nos excluye.” (1) El Islam y el Cristianismo poseen numerosas zonas de contacto. Por ejemplo el Corán, libro sagrado de los musulmanes, contiene en abundancia referencias a los textos de la Torá, los Profetas y los Salmos de David así como de los Evangelios. El Corán reúne parte de la herencia bíblica como un tesoro inserto en medio de las revelaciones del arcángel Gabriel a Muhammad, profeta de los musulmanes, que compilados poco después de su muerte formaron la escritura sagrada del Islam. En la actualidad el mundo funciona de forma entrelazada. Sucesos que acontecen en algún lugar del planeta repercuten en otros espacios por lejanos que puedan estar ubicados. A medida que se conoce sobre otras culturas se confirma la propia. En materia de religión, y a pesar de las diferencias, es muy positivo el intercambio de conocimiento y esencias a partir de un Dios único, creador y Padre de todos los hombres. Juan Pablo II fue un cristiano convencido de esta convicción que enfatiza la utilidad del diálogo, su vida y sobre todo sus viajes lo demuestran. Hoy Benedicto XVI sigue sus pasos. La interpretación errada de las palabras del Papa en su discurso sobre la relación entre la fe y la razón, pronunciado en la Universidad de Ratisbona, evidencia la necesidad de la comunicación. El propio Benedicto XVI, en su visita a Turquía realizada entre noviembre y diciembre de 2006, encarnó un espacio de diálogo en unión de sus anfitriones musulmanes y ortodoxos. Sus encuentros, contactos y sobre todo sus palabras constituyen un aliento en el camino de la unidad desde la diversidad. El Papa enfatizó la dignidad de la persona humana como el sustento para el diálogo y la comunicación entre el Islam y el Cristianismo en el camino de la paz. “Los cristianos y los musulmanes, siguiendo sus respectivas religiones, resaltan la verdad del carácter sagrado y de la dignidad de la persona”. “Esta es la base de nuestro respeto recíproco y estima, esta es la base para la colaboración al servicio de la paz entre las naciones y pueblos, el deseo más querido por todos los creyentes y por todas las personas de buena voluntad”(2). Benedicto XVI resalto “… la necesidad de afrontar el diálogo interreligioso e intercultural con optimismo y esperanza”. Además dijo que este diálogo “No puede quedar reducido a un accesorio opcional, por el contrario, es una necesidad vital, de la que depende en buena parte nuestro futuro”. Se recuerda la imagen de Benedicto XVI, entrando descalzo a la Mezquita Azul y luego en actitud de recogimiento mientras los musulmanes rezaban en dirección a La Meca. No obstante el diálogo debe enfrentar difíciles obstáculos. Muchos musulmanes creen que la política occidental está diseñada para debilitar el poder del Islam y aunque históricamente existen numerosos ejemplos que ilustran esta idea, enfatizan que en la actualidad esto se realiza a través de medios más sutiles y sofisticados. Por otra parte, y producto de la cultura musulmana, el Islam es también contemplado como una ideología política constituyendo el mayor impulsor de las guerras de independencia de los musulmanes. La ideología, en ocasiones, tiende a separar pero la religión siempre busca la unidad. La interpretación histórica del Islam por una parte de la cristiandad también ha atentado contra un proceso de diálogo. Se ha manejado durante siglos que el Islam fue una versión distorsionada del Judaísmo y el Cristianismo. Recientemente el terrorismo y las posturas extremas han reforzado estos espacios de pensamiento distorsionados y han generado reacciones de la misma naturaleza. Un estudio comparado del Corán y de la Biblia así como una revisión pormenorizada de la historia de los espacios cristianos e islámicos demuestra la naturaleza común de estos contextos. El profeta Muhammad, a quien fue revelado el Corán por el ángel Gabriel, se dirigió en el inicio de estas revelaciones a consultar a un tío cristiano de su esposa Jadiya acerca de la veracidad de dichas revelaciones. Siendo el profeta Muhammad un niño este conoció los Evangelios y escucho hablar sobre Jesús -de boca de un monje- en su camino a Damasco bajo la tutela de su tío abuelo. Es Damasco y en general el espacio sirio un contexto de vital importancia para estos procesos de intercambio porque los Evangelios pasaron al árabe desde sus originales griegos a través precisamente del siríaco. Ya durante el establecimiento del Islam como espacio social y político el profeta Muhammad se ve obligado a huir producto de la persecución de sus detractores, este momento es conocido como la Hégira –año 622 de la era cristiana- o inicio de la era musulmana. Un rey cristiano de Abisinia es quien le brinda refugio en esta circunstancia. Jesús es mencionado en 24 ocasiones en versículos (aleyas) y en 15 capítulos (suras) del Corán. Unas veces como profeta, otras como Espíritu de Dios, otras como Mesías y en tres ocasiones como Palabra de Dios, como también es denominado en el Nuevo Testamento. El Islam es una religión que establece coincidencias con el Cristianismo según la cual Jesús nació sin padre, nacimiento inmaculado de una virgen piadosa. Muhammad enseño a sus seguidores diciendo que Jesús cuenta entre los grandes mensajeros de Dios, enviado para enseñar a la humanidad ciega el recto camino de su creador. Y, tras ellos, enviamos a Jesús hijo de María, para confirmar la Torāh que ellos tenían en sus manos. Y le dimos el Evangelio en el que hay guía y luz y confirmación de lo que tienen en la Torā, y que es una guía y una amonestación para los temerosos de Dios. (Corán 5,46) Precisamente Europa es muestra en sus diferentes momentos históricos de la interacción que protagonizó con el Islam y de lo útil que fue entonces y después este intercambio. El florecimiento científico y de pensamiento hispanomusulmán atrajo a estudiosos orientales, europeos y norteafricanos hacia la península ibérica y fundó las bases del Renacimiento al transmitir los principios filosóficos de los griegos reformados y comentados por los musulmanes. Toda la atmósfera de la Edad Media estaba saturada del Islam y de Oriente. Alfonso X el Sabio (1221-1284), rey de Castilla y de León desde 1252 se rodeó de sabios musulmanes y aprendió a leer y escribir el árabe. Fue escritor y poeta. Bajo su protección se tradujeron del árabe al latín numerosas obras sobre astronomía, mineralogía, geografía, óptica y muchas otras ciencias que afianzaron el camino hacia el Renacimiento de Europa. El contacto con el Islam mediante las cruzadas y las traducciones de los eruditos acercaron a Europa y el mundo Islámico. Muestra de esto lo es la influencia islámica que experimentó el pensamiento y la obra del famoso teólogo Tomas de Aquino (1224-1274), evidente en su Suma Teológica (1267). El más famoso de los hombres de ciencia medievales fue Roger Bacon (12141292). Hacia 1240 fue a París y más tarde a Italia, donde estudió el griego y conoció numerosas obras de medicina islámica. En 1251 regresó a Oxford y entró a formar parte de la universidad. Hacia 1253 ingresó en la orden franciscana. Por entonces era un gran admirador del Islam y sus sabios. Es muy interesante el movimiento de acercamiento al Islam que se dio entre los monjes franciscanos, que empezó con el propio Francisco de Asís (1182-1226), cuando éste se entrevistó amistosamente con el sultán Malik al-Kamil cerca de Damietta, en Egipto, en 1219. Otro ejemplo fue el de Ramón Llull o Raimundo Lilio (12321315). Mallorquino, que estudió la lengua arábiga, fundó un colegio de estudios árabes en Mallorca y mandó una petición al concilio de Viena (1311) para que estableciera escuelas de idiomas y literaturas orientales para preparar misioneros que actuasen entre los musulmanes y judíos. Lulio se inspira principalmente en Ibn Arabi. Al igual que su paradigma islámico, Lulio piensa que las ciencias se logran por fe y entendimiento. La vida y el pensamiento del místico hispano-musulmán Ibn Arabí han sido de vital importancia desde su momento histórico hasta la actualidad. Este genio de la cultura árabe y su escuela dejaron una huella imborrable que perdura hasta nuestros días en las diferentes facetas de la vida del mundo islámico. San Juan de la Cruz (1542-1591) conoció a los 25 años a Santa Teresa, y en Duruelo decidieron iniciar la reforma de sus respectivas órdenes de carmelitas (1568). A consecuencia de sus ideas. En 1577 fue conducido preso a Toledo, donde permaneció recluso en un convento durante ocho meses, hasta que logró escapar refugiándose en Almodóvar. Desde entonces residió hasta su muerte en Andalucía. El método poético a la manera sufí (misticismo islámico) sería planteado por el místico quietista Miguel de Molinos (1628-1696) en su “Guía espiritual”. Los jesuitas, como los franciscanos, recibieron múltiples influencias del Islam debido principalmente a sus permanentes contactos con el mundo oriental. Misioneros jesuitas como el español San Francisco Javier (1506-1552) y el italiano Matteo Ricci (1552-1610) estudiaron las doctrinas y la cultura musulmana, especialmente durante sus estadías en la India. La Compañía de Jesús se expandió por todo el Asia y por las costas de África y el Islam y los musulmanes fueron una constante en su horizonte. Tanto San Juan de la cruz como Ibn Arabí fueron más allá de su época y por ello conocieron las persecuciones: Ibn Arabí, víctima del integrismo de su época”, tuvo que exiliarse en Damasco para continuar su obra. San Juan de la Cruz, en su esfuerzo por alcanzar a Dios por vías que no eran siempre ortodoxas en su tiempo, conoció la prisión en un calabozo y, en su evasión quemó gran parte de su obra, la cual también era insoportable para los integristas. Las peripecias de la vida de San Juan de la Cruz demuestran que él no podía ignorar a los maestros de la espiritualidad islámica. Primeramente, como estudiante en la Universidad de Salamanca. El catálogo de la biblioteca de la Universidad de esta época, contiene traducciones de sufíes musulmanes y sobre todo de Ibn Arabí que habían sido encargadas en el siglo XIII, por el Rey Alfonso X el Sabio en España (que reina de 1252 a 1285) y por Federico II (Emperador en 1250) en Sicilia, ambos profundamente influidos de la cultura islámica y que se rodearon en su corte respectiva, en Toledo y Palermo, de sabios musulmanes. Una segunda semejanza aun más fuerte fue la de su conocimiento de la espiritualidad del Islam: San Juan de la Cruz fue, de 1582-1588, prior del convento de los mártires en Granada, donde escribió su Cántico Espiritual y su Viva Llama. Y en esta época los musulmanes aun no habían sido expulsados de Granada (no lo serán hasta 1609). La ciudad estaba aun poblada esencialmente por musulmanes. La mayoría de ellos se habían convertido al cristianismo y participaban en la administración de la ciudad. San Juan de la Cruz vivía en contacto con ellos. Otro hecho muestra que San Juan de la Cruz no pudo ignorar los problemas de las relaciones entre la teología musulmana y la cristiana. En 1588, el último año de su estancia en Granada, cuando fue derrumbada la antigua mezquita de los nazaríes para construir la nueva catedral, los obreros que allí trabajaban sacaron a la luz “cajas de plomo” conteniendo reliquias y pergaminos escritos en árabe, en latín y en español. Cervantes, al final del primer libro de Don Quijote, hace una parodia del asunto de los “plomos”. En específico, el estudio de las áreas comunicantes entre los espacios espirituales y místicos del Cristianismo y del Islam propone una plataforma, necesaria en la actualidad, muy útil para la creación de acciones que persigan el intercambio y la comunicación. En el contexto europeo se cuenta con la obra de autores como Claudé Addas y Henri Corbin que completan la entrega de un estudioso imprescindible del tema como lo fue Miguel Asín Palacios, aunque la perspectiva de acercamiento al tema de este último ha sido superada sin dejar de ser importante para su tiempo, incluso en la actualidad. En el presente se cuenta con esfuerzos que persiguen encontrar un espacio común en cuanto a las diferentes culturas y religiones. Entre estos esfuerzos se encuentra el del llamado “pluralismo”.La teología de las religiones ha recibido recientemente un nuevo impulso en Inglaterra y en los Estados Unidos de Norteamérica, con lo que se denomina "pluralismo". Esta corriente teológica interpreta la relación de los cristianos con las otras religiones siendo, en su origen, un fenómeno anglosajón. Formado dentro del cristianismo crítico, el movimiento "pluralista" pretende aliviar las graves consecuencias de una actitud cristiana de superioridad en relación a las otras religiones. Los "pluralistas" buscan la verdad en toda su riqueza, la paz y la supervivencia del planeta mediante el diálogo interreligioso. Un documento importante en la dirección del diálogo lo constituye el Mensaje fraternal a todos los cristianos formulado por Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) que indica: “…Que además de una vida tranquila, les garantizo su propia defensa, la de sus templos y conventos” “…Que no se obligará a ningún cristiano a convertirse a la religión del Islam, ni se le discutirá su creencia, sino en términos afables…” Estas ideas presentes en el testamento dejado por Muhammad (la paz y las bendiciones de Dios sean con él) indican el ánimo que debe primar en la interacción entre los contextos religiosos como el judío, el cristiano y el islámico que no se contraponen sino más bien se complementan en la dirección de propiciar un mundo mejor. La acción más importante es la que podemos hacer cada día, en nuestro diálogo con todos, incluso con aquellos que culturalmente son lejanos. En el Islam cada acción comienza con la invocación “En el nombre de Dios, el Compasivo, el Misericordioso”. Jesús nos invitaba a ser todos un solo espíritu y repetía que lo que pidiéramos en el nombre de Dios sería concedido. Hoy pedimos que la paz reine entre las culturas y las religiones al mismo tiempo que recordamos el versículo 8 del Salmo 103: “Misericordioso y Clemente es Yahvé, lento para la ira, y grande en misericordia”. Notas (1) Proyecto Cultural, conflictividad y diálogo. Monseñor Carlos Manuel de céspedes GARCIA-MENOCAL. Palabra Nueva. Febrero 2007. p.71 (2) Benedicto XVI visita Turquía. Palabra Nueva. Diciembre 2006. p.6 Bibliografía ADDAS, CLAUDE. Ibn Arabí o la búsqueda del azufre rojo. Murcia: Ed. Regional de Murcia, 1996. p. 343 ASÍN PALACIOS, MIGUEL. El Islam Cristianizado. Madrid: Libros Hiperión. Editorial Plutarco, 1931. p.544 BIBLIA DE REFERENCIA. Versión Reina Valera. Revisión de 1960. Tenessee: Ed. Broadman & Homan, 1990. CASALDÁLIGA, PEDRO. Nuestra espiritualidad. Colección Alternativa. Madrid: Ed. Nueva Utopía, 2000. p. 52 Corán. Traducción comentada. Abdelghari Melaranavio Service. 2001- 537 p. —New Delhi: Islamic Book CORBIN, HENRI .Creative Imagination in the Sufism of Ibn Arabí. (La imaginación creadora en el sufismo de Ibn Arabí)— Princeton N.J: Princeton University Press. 1969- 406 p. -------------------------. Historia de la Filosofía Islámica—Madrid: Editorial Trotta. 1994364 p. CHITTICK, WILIIAM C. The sufi path of knowledge: Ibn al-Arabi´s metaphysics of imagination- New York. State University of New York Press. 1989- 478 p. GONZÁLEZ, MARIO. Los árabes—La Habana: Editorial Ciencias Sociales. 2003- 270 p. HAKIM, MOHAMMED SAID. La Hégira—Revista Correo de la UNESCO. 43. N. Agosto-Septiembre 1981. IBN ARABÍ. Las Iluminaciones de la Meca—Madrid: Ediciones Siruela. .2005- 110 p. ------------. The Bezels of wisdom (Los engarces de la sabiduría)—New Jersey: Paulist Press. 1980- 302 p. ------------- . Tratado del Amor. Versión de Maurice Gloton. Madrid. Editorial EDAF. 1996. 285 p. IZUTSU, TOSHIHIRO. Sufismo y taoismo , Estudio comparativo de conceptos filosóficos clave –Volumen I Ibn Arabí-Madrid: Ediciones Siruela. 1997- 339 p. LÓPEZ-BARALT, LUCE. Asedios a lo indecible –San Juan de la Cruz canta al éxtasis transformante-Madrid: Editorial Trotta. 1998- 278 p. MARTÍN VELAZCO, JUAN. El fenómeno místico. Madrid: Editorial Trotta. 1999- 509 p. NASR, SEYYED HOSSEIN. Three Muslim Sages- Caraban Books. New Cork. 1964185 p. PRIETO GONZÁLEZ, ALFREDO. (editor) Religión, Cultura y Espiritualidad. A las puertas del tercer milenio.—La Habana: Editorial Caminos. 2000- 342 p. Sobre el autor Nombre: Jorge Elías Gil Viant Lugar de Nacimiento: Ciudad de La Habana Fecha de Nacimiento: 4 de Enero de 1971. Formación: Universitaria Especialidad: Ingeniero Aereofotogeodesta Licenciado en Estudios Bíblicos y Teológicos Graduado en Griego Neotestamentario Artista Plástico. Museólogo EXPOSICIONES PERSONALES 1988 Exposición “ IMÁGENES” Casa de la Cultura Municipal “ Sindo Garay” La Lisa. Ciudad de La Habana. 1991 Exposición de Pintura. Cine-Teatro “Habana”. Moscú. 1995 Exposición de Pintura “VESTIGIOS”. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de La Habana. 1997 Exposición de Pinturas “CONFLUENCIAS”. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de la Habana. 1998 Muestra Personal de Pintura. IV Taller Nacional de Religión, Sociedad y Teoría. I.S.P. Enrique José Varona. Ciudad de La Habana. 1999 Exposición “UNIVERSO”. Galería de Arte “Domingo Ravenet”. Ciudad de La Habana. 2005 Exposición “ESCAPES “. Sala de exposiciones transitorias. Casa Museo José Lezama Lima. Ciudad de La Habana. 2008 Exposición “El Padre y el Maestro”. Biblioteca Municipal de Bauta “Antonio Maceo”. Provincia Habana. Ha participado en más de 60 exposiciones colectivas PREMIOS Mención del Jurado en el Salón Nacional “ Premio Fayad Jamis”. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de La Habana. (1994). Segundo Premio en Pintura. Concurso de Artes Plásticas Comunidad y Medio Ambiente. Instituto de Geofísica y Astronomía. (1997). Primer Premio en el Salón Nacional “ Premio de Pintura Fayad Jamis”. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de La Habana. (1998). Premio de Artes Plásticas II Festival de la Identidad. Centro Provincial de Superación para la Cultura. Ciudad de La Habana. (1999). Mención Salón 13 de Marzo. Galería “L”. Universidad de la Habana. Ciudad de La Habana. (2002). Primer Premio Salón “Fayad Jamís” de Artes Plásticas 2002. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de La Habana. Premio Especial de la Embajada de Argelia en La Habana. Salón “Fayad Jamís” de Artes Plásticas 2002. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de La Habana. Premio Especial de la Embajada de Qatar en La Habana. Salón “Fayad Jamís” de Artes Plásticas 2002. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de La Habana. Mencion. Salón Fayad Jamis.2004 Primer Premio en el IX Salón de Artes Plásticas Fayad Jamis. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de La Habana. (2006). Premio Especial de la Embajada de Egipto en La Habana. IX Salón de Artes Plásticas Fayad Jamis. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de La Habana. (2006). Mención del Jurado. Salón de Arte Religioso. Galería de Arte de Boyeros. Ciudad de la Habana. (2006). Premio en el Primer Salón de Arte Religioso. Parroquia San Francisco Javier. (2006). Mención del Jurado. Concurso Ecología y Responsabilidad Cristiana. Exposición de Artes Plásticas. Consejo de Iglesias de Cuba. Sancti Spíritus. Premio Especial de la Embajada de Libia en la Habana. X Salón de Artes Plásticas “Fayad Jamis”. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de La Habana. (2008). Premio especial de la Embajada de Egipto. Abdala 2009. Género de Ensayo. Unión Árabe de Cuba. (2010). Premio especial de la Embajada de Qatar. XI Salón Nacional de Artes Visuales “Fayad Jamís” 2010. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de la Habana. CURSOS DE POSTGRADOS 1. Curso de Extensión Universitaria “Identidad Cubana a través de la Cultura”. Facultad de Psicología de la Universidad de la Habana (1994). Ciudad de La Habana. 2. Curso de Extensión Universitaria “Valoración y mercado de la obra de Arte” Instituto Superior de Arte. Ciudad de La Habana. 3. Curso de Relaciones Públicas. Asociación Hermanos Saíz. Ciudad de La Habana. 4. Curso de Ingles Dinámico. Instituto Internacional de Periodismo “José Martí”. Unión de Periodistas de Cuba. Ciudad de La Habana. 5. V Congreso Internacional “Pedagogía 97”. Curso de Postgrado “Maestro Investigador: evaluación y desarrollo del talento, la inteligencia y la creatividad”. Ciudad de La Habana. 6. Curso de Postgrado. Seminario Teórico: La Curaduría, un laboratorio para el Arte. Sección de Teoría y Crítica. Asociación de Artistas Plásticos. Unión de Escritores y Artistas de Cuba. UNEAC. 7. Curso de Postgrado “Acercamiento a la Cultura Islámica“. Unión Árabe de Cuba. Ciudad de La Habana. 8. Curso de Postgrado “El museo: tipos y usos- (postgrado de museología). Centro Nacional de Restauración y Museología. CENCREM. Ciudad de la Habana. 9. Curso de diseño gráfico computarizado (Corel Draw. X3). Centro Fray Bartolomé de las Casas. Convento San Juan de Letrán. Ciudad de la Habana. 10. Taller sobre “Espiritualidad y valores”. Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo. Cárdenas. Matanzas. Dirección: Calle 254 Edificio N° 257 (3750) Apto. 15 e/ 37 y 51. Rpto. San Agustín. Municipio: La Lisa. Ciudad de La Habana. Cuba. CP: 13600 Teléfono: 262-3123. Móvil: 053607018