Resolución N° 264 – F° 264 – T° 6 Santa Fe, 18 de Noviembre de 2.008.Y VISTOS: Estos autos caratulados “TESSIO GATIUS, ROBERTO ENRIQUE C/ AUFE S.A. Y/O AUFE S.A.C. Y/U OTRO S/ I.D.P. (Expte. 233/04) – RECURSO DIRECTO” (Expte. Sala I N° 223 – Año 2008), venidos para tratar el recurso directo que por denegación del de apelación extraordinaria interpone a fojas 40/41 vta. , por derecho propio, el actor en el principal, Dr. Roberto Enrique Tessio Gatius, disconforme con el auto interlocutorio expedido a fojas 575/582 del principal (en copia a fojas 32/39 de estos actuados), mediante el cual el Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual n° 1 de esta ciudad de Santa Fe denegara la concesión del recurso que contra la sentencia definitiva dictada por dicho órgano jurisdiccional a quo (en copia a fojas 1/21) materializara el quejoso (vide también en copias fojas 23/30 de autos), en tanto aquella concluyera rechazando, con costas, la demanda resarcitoria promovida por el ahora requirente; y, CONSIDERANDO: Que si bien los recaudos formales de esta presentación hecha en los términos de los artículos 568 y 356 a 358 del CPCyC aparecen cumplidos (en tanto el recurrente está legitimado, su planteo ha sido hecho en término y de manera directa ante este Tribunal ad quem, y los reclamos se dirigen -como corresponde- no contra la sentencia definitiva sino contra el auto denegatorio que se pretende sea revocado), el planteo del quejoso, incluso a la luz de la consulta de los elementos conque liminarmente cuenta esta Sala para expedirse en punto exclusivamente a si su recurso de apelación extraordinaria ha sido bien o mal denegado (incluyendo en ello copias de la sentencia definitiva que concluye la causa principal, del recurso de apelación extraordinaria articulado contra ella, del auto denegatorio y de las notificaciones a las partes de dichas piezas procesales), no alcanzan a justificar que se modifique el criterio denegatorio del tribunal a quo. Que escuetamente (como con acierto lo postula el recurrente asumiendo la verdadera esencia de la queja), se imputa al auto denegatorio no haber asumido la existencia de al menos dos supuestos vicios descalificantes en el acto sentencial mediante el cual el Tribunal Colegiado resolviera la cuestión litigiosa en el proceso principal, vinculada -según el órgano sentenciante- al aporte culposo propio de la víctima en la génesis del hecho lesivo del cual fuera partícipe, relacionado con las lesiones corporales que recibiera en la parte superior de su cabeza y cuerpo al bajarse la barrera automática del peaje ubicado en la autopista concesionada por la cual discurría al comando de una motocicleta de alta cilindrada recientemente adquirida, en el sentido de haber avanzado en el ciclo del vehículo automotor que lo precedía, en vez de esperar la atención de la empleada y las directivas que verbalmente ella le dirigiera al respecto en la ocasión. Tales vicios descalificantes, en la óptica del quejoso, se identificarían con los de apartamiento manifiesto del texto legal (al no haber hecho aplicación de la ley de defensa del consumidor, sustentando normativamente su decisorio en la preceptiva del Código Civil pero omitiendo todo el contexto tutelar de aquel microsistema), y en el apartamiento de las formas sustanciales estatuidas para el trámite y la decisión de la causa (aludiendo a que no se habría tenido en cuenta que mas allá de su automaticidad la barrera en cuestión podía detenerse manualmente, pero mediando la intervención de un supervisor), lo cual no habría sido tenido en cuenta por el Tribunal, desconociendo una prueba “fundamental y contradictoria con las consideraciones del Tribunal en el fallo”. Que lo cierto es que mas allá de la claridad y concisión conque el planteo es formulado -virtudes técnicas también predicables en relación con los fundamentos mismos del recurso de apelación extraordinaria, el cual no está ahora bajo análisis pero integra el elenco de elementos de juicio conque cuenta esta Sala al analizar la queja-, la lectura del auto denegatorio en relación con aquel planteo previo e incluso con los fundamentos de la misma sentencia, no se advierte de manera ni aún provisoria o elemental que tales disfunciones atribuidas al acto sentencial, y como consecuencia de ello al decisorio que denegara el RAE, aparezcan configuradas en las efectivas constancias de esta queja. La sentencia por una parte tiene en cuenta expresamente la preceptiva de la ley 24240 (vigente al tiempo de los hechos, hoy sustituida por la 26.361) -ver fojas 9 vta. de estos obrados-, aludiendo a que la procedencia de la pretensión resarcitoria requería demostrar, por el actor (víctimaconsumidor), que “el daño ha sido producido por la cosa (vicio o defecto) o por la prestación del servicio”, abundando en el aporte de fundamentos fácticos, técnicos y jurídicos a partir de los cuales considera que la causa exclusiva y excluyente del Resolución N° 264 – F° 264 – T° 6 accidente estuvo vinculada al opus cumplido en la especie por el propio conductor del birrodado, quien en vez de esperar la culminación del ciclo (apertura automática y cierre también automático) de la barrera en relación con el paso por la cabina de peaje del vehículo automotor que lo precedía, procedió unilateral y temerariamente a avanzar cuando aquél no había concluido, argumentando que el ticket de pago iba a ser aportado por la conductora del otro automotor que seguía a la moto, conducido por la Dra. Adriana Salari (quien depusiera como testigo en el principal), a la sazón socia y compañera de viaje del actor. Que es sabido al respecto que el régimen específicamente tuitivo de los consumidores que se enmarca en el contexto de la ley 24.240 y actualmente en la 26.361 no es excluyente de las normas generales que en materia de responsabilidad civil (según lo analizado en el sub lite) dimanan de otras estructuras normativas generales (como el Código Civil) o singulares (como la ley de defensa de la competencia o de lealtad comercial, vide artículo 5° de la ley 24.240 y su correlato expansivo en la 26.361), así como que el artículo 5° de dicho régimen protectorio de las relaciones de consumo (citado por la sentencia del Tribunal a quo), prevé que “...las cosas y servicios deben ser suministrados o prestados en forma tal que, utilizados en condiciones previsibles o normales de uso, no presenten peligro alguno para la salud o integridad física de los consumidores o usuarios..”, con lo cual la imputación hecha por el quejoso de que la supuesta inobservancia de ese régimen legal singular hubiera podido llevar a una solución del caso que variaría si se hubiera atendido al mismo, no deja de ser una apreciación subjetiva, válida como tal pero no apta para justificar la apertura de la queja. Que en relación al atribuido vicio de inobservancia de las formas sustanciales por no haber atendido a la existencia de prueba relevante (vinculada a la perspectiva de la desactivación manual del ciclo automático de la barrera mediando la intervención de un supervisor), no se alcanzan a avizorar ni su hipotética incidencia relevante en la suerte del litigio, ni su proclamada autocontradicción con los fundamentos de la sentencia, en la medida en que, se insiste, el fundamento sustancial en cuyo mérito el tribunal a quo desestima la demanda anida en la atribución de culpa exclusiva de la propia víctima (la que se tiene por acreditada a través de extensos fundamentos que analizan el decurso de los hechos acaecidos el día del accidente), y no en la circunstancia de que la barrera hubiera podido o no ser desactivada manualmente por la propia cajera del peaje o por un supervisor, que tal como acontecieron las circunstancia muy improbablemente hubiera tenido tiempo de operar tal desactivación antes de que el actor acometiera el paso de manera antirreglamentaria (conforme los términos de la propia sentencia). Que siendo así las cosas, cuanto cabe entonces es desestimar la queja, declarando bien denegado el recurso de apelación extraordinaria, y mandando enviar las copias al Tribunal de anterior instancia (arts. 568 y 358 “in fine”, CPCyC). Por ello, la SALA PRIMERA DE LA CÁMARA DE APELACIÓN EN LO CIVIL Y COMERCIAL DE SANTA FE, RESUELVE: Desestimar la queja, declarando bien denegado el recurso de apelación extraordinaria y mandando remitir las copias al Tribunal de anterior instancia. Insértese, hágase saber, bajen. SAUX CORDINI GENESIO AMANDA B. de BULLRICH (Secretaria) Recurrente: Dr. Roberto E. Tessio Gatius Origen: Tribunal Colegiado de Responsabilidad Extracontractual N° 1, Primera Secretaría.