08-tu.qxd 8 16/10/05 12:04 a.m. Page 1 Trama URBANA Suplemento de Justicia, Seguridad y Policiales del diario Hoy en la Noticia La Plata, domingo 16 de octubre de 2005 LUCRECIA MENDEZ ROMPIO EL SILENCIO Tiene 21 años y sus dos hijas mellizas están muertas. Las degolló su marido y luego se las entregó como si se tratara “de un regalo” Decidió hablar porque asegura que intentan hacer pasar al asesino por loco. “El sabía perfectamente lo que hacía”, afirma Doblegada por el dolor, Lucrecia Méndez, la joven madre de 21 años cuyas hijas mellizas fueron asesinadas por su esposo en su casa de Entre Ríos, decidió romper el silencio porque asegura que quieren hacer pasar al asesino “como loco”. A una semana del luctuoso episodio que consternó al país, la mujer realizó declaraciones al diario La Calle. Junto a sus padres, Julio y Liliana, en la casa que tienen en el barrio 50 Viviendas de Concepción del Uruguay, salió a des- “Están tratando de justificar algo que no tiene sentido, y ensuciando la memoria de las nenas” mentir “cosas falsas que se escuchan y que ensucian la memoria de mis hijas”. “Quiero hablar porque se están diciendo mentiras; dicen que él está mal (por Marcelo Maidana, padre y confeso asesino de las nenas), qué está loco, y no es así, estuvo y está consciente de lo que hizo. Están tratando de justificar algo que no tiene sentido, y ensuciando la memoria de las nenas. Porque le están echando la culpa a una cosa o a otra y se están olvidando del hecho. Tratan de desviar las cosas diciendo que yo hacía esto o hacía lo otro, y acá está clarito: hay un asesinato brutal y queremos justicia”, dijo. Lucrecia confirmó que su esposo ya El dolor de una madre: “Me dijo: Acá las tenés, te las maté” la había amenazado. “De la forma que él actuaba con las nenas, jamás pensé que podía hacer lo que hizo. Pensé que podía llegar a hacerme daño, pero jamás a ellas. Esa mañana del sábado se fue diciendo que iba a buscar comida a casa de mis padres, volvió tranquilo me las mostró y me dijo: Acá las tenés, te las maté, como si me hubiera dado un regalo”, relató. La joven madre aseguró que el asesinó actuó fríamente, “calculando las cosas, como siempre lo hizo”. Lucrecia reconoció: “Hace tiempo teníamos problemas como pareja, no es de ahora, pero las nenas no tenían por qué estar en el medio. El se había vuelto una persona violenta conmigo, sobre todo porque yo quería separarme y él se negaba, se negaba y se negaba. Me había dicho: Antes de separarnos, las mato a las tres. Juro que nunca pensé que sería capaz de hacer lo que hizo, no con las nenas”. Sin más consuelo que la Justicia la mujer pidió: “Que él no salga más a la calle. Lo que él me arrancó, con nada me lo va a pagar. Por eso me duelen las cosas que se dicen por ahí, que yo ando de un lado para el otro, que no estoy sufriendo. Me duele también ver que la familia de él está reclamando cosas y no piensan en las nenas, que me las mataron”. Tras la noticia del crimen, el barrio Villa Itapé se vio conmovido, pero comenzaron a circular comentarios como que Lucrecia salía hace un tiempo con un agente penitenciario, o hasta que las nenas no eran hijas biológicas de Maidana. “Yo a algunos comentarios no los entiendo, la familia de él hacía meses y meses que no las veían (a las mellizas). Ahora siguen ensuciando su memoria, hablando a la espalda, con comentarios que sólo buscan desviar la realidad: que él me las mató”, aclaró Lucrecia desde el dolor y la indignación. Desgarrador. La madre de las mellizas asesinadas pidió justicia por el aberrante crimen de su hija fLAS CLAVES Era experto con los cuchillos Peleó con su mujer y mató a sus hijas Emborrachó a las nenas con cerveza El sábado 8, Marcelo Maidana de 31 años, empleado de un frigorífico, discutió con su mujer y se llevó a las hijas, de poco más dos años. Las condujo hacia un descampado, les dio cerveza y las degolló. Después, le mostró los cuerpos a su mujer. Y entregó los cadáveres a la Policía. El hombre se dirigió a su mujer casi con orgullo, antes de exhibir el resultado de una nueva pelea familiar. La llevó para que vea lo que tenía en su viejo Ford Falcon amarillo: los cuerpos de sus dos hijas mellizas, de poco más de dos años, degollados y tapados con un cartón. La Policía realizó un rastrillaje por la zona de los crímenes. Allí encontraron rastros de sangre, un guante de uso industrial numerado, una credencial del frigorífico en el que trabaja Maidana y su documento de identidad. También hallaron las botellas de cerveza y gaseosa. Nadie quiere defenderlo La defensa de Marcelo Maidana seguiría a cargo de la Defensoría Nº 1 del doctor Eduardo Bernasconi, luego de que dos abogados particulares desistieran de representarlo. Si bien dos letrados de Concepción del Uruguay estuvieron analizando la causa, se negaron a tomar el caso. De manera que, por el momento, el abogado oficial atendería las cuestiones legales del principal sospechoso y único detenido por el doble crimen. Por otro lado, el titular de la Oficina de Asistencia a la Víctima, doctor Walter Carballo, confirmó que el doctor José Esteban Ostolaza será el abogado de la familia de Lucrecia Méndez. Carballo indicó también que, además de ajustar los detalles de la defensa legal de la familia, se designaron tres psicólogos para que asistan a Lucrecia, a su papá y su mamá. Además, explicó que la familia de Maidana mostró algunas actitudes hostiles hacia la joven madre. En las últimas horas, el doctor José Bellingeri aseguró que desistiría de defender a Maidana en esta causa. “En un primer momento accedí a estudiar el caso, porque la familia de él estaba desesperada y también habían sufrido con el hecho, pero se trata de un caso muy delicado, que va a requerir de un seguimiento especial que por motivos laborales no voy a poder hacer”, señaló. También la doctora Flavia Gisela Scalfi, una penalista especializada, se interiorizó en el caso, pero se negó a asistirlo tras realizar un “profundo análisis de conciencia”, según explicó. La estrategia de declarar la inimputabilidad de Maidana, por haber actuado en un rapto de locura sin conciencia plena de sus actos, se vería complicada por algunos indicios que marcarían que existió una premeditación del asesinato.