Cultura Autoafirmación y Exito Leonardo Vivas Venezuela Competitiva Ana Gómez: Agradecemos la presentación del doctor Martí, de la doctora Batista e invitamos al señor Leonardo Vivas, Director Ejecutivo de Venezuela Competitiva, quien tendrá a su cargo la ponencia: CULTURA AUTOAFIRMACION Y EXITO, y será presentado por la doctora Ana Mercedes Botero, directora de secretaría y Relaciones Externas de la CAF. Ana Mercedes Botero: Me corresponde continuar con el panel LA PRODUCCION ARTISTICA EN LA RECUPERACION SOCIAL, y vamos a invitar a nuestro siguiente panelista, el doctor Leonardo Vivas, que actualmente se desempeña como Director Ejecutivo de Venezuela Competitiva y director de la Empresa Nexo, Gestión Estratégica. El doctor Vivas realizó estudios de desarrollo de Maestría en Inglaterra y doctorado en Economía y Finanzas Internacionales; es profesor, investigador, experto en gerencia, en competitividad, en políticas industriales; como consultor también de Naciones Unidas se destacó por su promoción y por los estudios en materia de competitividad en Venezuela y en otros países. Esto le ha merecido ser autor de muchas publicaciones y conferencista. Como nota quizás importante es bueno destacar que publicó su más reciente libro ahora en el año 99, se titula "Chávez, la última revolución del siglo". Al doctor Vivas le corresponde el tema: CULTURA, AUTOAFIRMACION Y EXITO. Yo estoy segura que en estos momentos de crisis, no solamente en Venezuela, sino en los países andinos donde hay tanta pobreza, inequidad y desarticulación social, él va a ampliar un poco en ese concepto de producción artística, para irse más allá a un concepto mucho más amplio de cultura, como vehículo de empoderamiento de individuos y de masas, como recuperar valores, como decía el doctor Piñango, valores éticos, sociales, espirituales, que nos permita fortalecer la convivencia y la participación vecinal, familiar, comunitaria, etc., y podamos insertar a los sectores, a todos los sectores de la población, en un proceso de desarrollo verdaderamente sostenible. Los dejo entonces con él y muchas gracias. Leonardo Vivas: Muchas gracias Ana Mercedes y muchas gracias a los organizadores del Seminario, porque creo que es bastante pertinente en estos días, en esta época. Los invitados extranjeros han sido muy disciplinados en relación a sus tópicos, se han atenido a sus temas y los venezolanos, más indisciplinados, no hemos cumplido con los temas. Yo pues voy a no cumplir con el tema y voy a hacer una versión un poco desde afuera, porque yo les confieso que no soy experto en estas lides de políticas culturales. Sin embargo, me he permito algunas licencias, ya digamos como sociólogo, y quería también agradecer mucho al amigo Carlos Martí, porque nos dio una lección extraordinaria sobre mercadeo, sobre cómo en un mundo tan difícil se puede mercadear de una manera novedosa y creativa una cosa tan difícil como la cultura. Yo me voy a referir principalmente a tratar de ver cómo leo yo el panorama cultural venezolano, no visto estrictamente en relación con la cultura como fenómeno artístico, sino más bien la cultura en el sentido en que se la ha tratado,un poco más en la primera parte de la mañana, es decir, los distintos ámbitos, ese rompecabezas de la cultura que tiene muchos componentes en la actualidad. Yo creo que en la mañana de hoy, se han tocado las distintas partes de ese rompecabezas, lo que es la cultura globalizada, lo que es la cultura nacional como esperanza, hasta como un acto de fe, lo que es la cultura en el sentido más artístico, creo que el amigo Martí hizo una referencia muy buena, colocó, centró el tema en una cosa específica que nos permite aprender mucho. Y otra parte que quizás ha sido menos tocada, que tiene que ver con la cultura popular, yo creo que esos distintos elementos forman parte de ese mosaico, y que naturalmente que la manera como eso se ordena, tiene que ver con una preocupación que no es una preocupación nueva en América Latina, y no la es en Venezuela, ni lo es en Cuba, que tiene que ver con el famoso problema de la identidad. En el fondo, toda esta manera de buscar formas de insertarse en tiempos difíciles, tiene que ver con la defensa de ese tema de la identidad. De hecho, en América Latina esto parte incluso de una presunción muy poderosa, que es la idea, una especie de utopía latinoamericana de que verdaderamente éramos como una civilización distinta, que tenía algo que aportarle al resto del mundo, y yo creo que es una especie de utopía algunas veces dicha a gritos y algunas veces de manera soterrada, pero que se mantiene muy fuerte, y que es problemática, porque en un cierto sentido nos remite mucho a la historia, nos remite mucho a los orígenes de todo esto. Ramón Piñango hace un rato nos hablaba de algunas conceptualizaciones, algunas maneras de percibir la cultura venezolana, que puede ser perniciosas, como esa perversión de la mezcla de los tres orígenes. Pero hay otra manera también de leer todo ese problema de lo autóctono, de la identidad, de lo estrictamente propio y nacional, que es problemático cuando es exacerbado, y yo creo que una de las tentaciones que hemos tenido los latinoamericanos y por supuesto los venezolanos no escapamos a eso, es esa tentación de sentirnos enteramente distintos. Yo creo que hay una especie de pulsión romántica de pensar que las reglas y las comprensiones del mundo no valen para nosotros, nosotros estamos hechos de una especie de arcilla distinta, de un barro distinto y que naturalmente si estamos hechos de un barro distinto necesitamos mecanismos de interpretación que son distintos que para el sudeste asiático, y necesitamos unas reglas de vida que también son distintas que para el resto, y eso naturalmente tiene problemas muy fuertes. Fíjense ustedes, no vayamos tan lejos, no hay que sino aplicar un poco la lupa de lo que nos ha estado ocurriendo en los últimos años, de lo que nos ha estado ocurriendo en los últimos dos años, de lo que nos ha estado ocurriendo en el último año, desde el punto de vista de una manera de mirarlo que significa un poco la vuelta a los orígenes, es decir esa vuelta a la revolución bolivariana, a los ideales primigenios, es un poco ese retornelo de esa presunción de que solamente con nuestras propias herramientas, herramientas paridas por alguno que encarnó esa gesta histórica, solamente así podemos entender. Así es como yo leo un poco desde el punto de vista simbólico lo que nos está ocurriendo. Yo no estoy diciendo que eso sea malo ni bueno, simplemente estoy tratando de apuntar a una realidad que la noto bastante palpable. Bueno, yo quisiera que dejáramos un poco congelada esta idea, vamos a llamarla esta hipótesis del romanticismo latinoamericano que se creé distinto y que debe ser leído e interpretado de manera distinta al resto del mundo, que la dejemos por ahí congelada en el disco duro un ratico mientras hablamos de otros tópicos para volver a ese inicial. El otro punto al que quería volver un poco, para ver dónde estamos un poco parados en la actualidad, es a ese mosaico, es decir cómo ese mosaico de esa cultura nacional, cómo lo veo yo ahorita, y ustedes me van a perdonar la licencia de un ojo no experto sobre el tema que simplemente se asoma de manera abusiva a él. En relación con la cultura globalizada, no voy a abundar en el sentido de lo que representa, creo que incluso el amigo Martí lo describió de manera bastante clara, pero sí tiene algunos elementos que son importantes, que es un primer hecho que es el asunto de consumo. Recientemente el propio García Klanclini, que es el autor que cita mucho Carlos Martí, aludía al consumo como una especie de reivindicación de ciudadanía, es decir el consumo que fue durante muchos años acusado de ser simplemente un mecanismo perverso, hoy en cierta medida es reivindicado como una posibilidad de ciudadanía. Pero al mismo tiempo esa cultura globalizada nos ofrece un conjunto de héroes, también de eso habló Carlos Martí, héroes estereotipados que se engarzan mucho con la necesidad de organizar lo que es lo bueno, lo que es lo malo en una sociedad en pleno cambio. Y finalmente, otro aspecto que también tiene que ver con esa globalización, que es la estandarización hacia abajo y que es lo que explica por qué lo que más conocemos de Estados Unidos no es Fokler, no es MacTuein y no es, qué sé yo, John Dos Pasos, sino que lo que conocemos más de Estados Unidos son estos nuevos epígonos y estos héroes que vemos en la cultura global. El otro aspecto es la cultura artística. Por supuesto, en Venezuela la cultura globalizada tiene una presencia muy fuerte y vamos a ver cómo se entrelaza con los otros elementos. La cultura artística tiene una influencia mucho más soterrada, una influencia que no es percutante como puede ser lo de la cultura globalizada, sus herramientas son distintas, es como casi clandestina, pero tiene influencias muy importantes sobre la conformación del gusto, incluso sobre las modas, porque no siempre las modas, a pesar de que las modas tienen mucho de novelería las modas también reflejan ciertos patrones de comportamiento y de tendencia que hay en el mundo. Yo recuerdo un cuento que me echaron una vez. Ustedes saben que los italianos son los reyes del sentido en todo sentido, el diseño industrial, el diseño aplicado a la vida cotidiana, y me contaron que las principales casas de diseño, tanto diseño de moda como de diseño industrial se reunieron una vez en un seminario por allá en una de esas villas extraordinarias de la campiña italiana para discutir el problema de la postmodernidad y para discutir ciertos temas que tienen que ver con tendencias que están ocurriendo y que son leídas de una cierta manera por el mundo académico. Entonces, en ese sentido la influencia de la cultura artística por llamarla así es mucho más sinuosa, no es directa y percutante. Y en Venezuela desde hace ya como unos 30 años diría yo, esa cultura artística fue saliendo del gheto, esa fue una cultura muy de gheto hasta hace unos 20, 25 o 30 años. Salvo la literatura, fíjense ustedes qué paradoja, la literatura hasta ese momento había sido la expresión digamos principal de esa cultura artística venezolana, no nos olvidemos del papel que tuvieron, qué sé yo, Arturo Uslar Pietri, Gallegos y Miguel Otero Silva en la conformación de una manera de ver el país desde el punto de vista de una perspectiva muy culta, sin embargo esa influencia de literatura como que fue declinando y a partir de hace unos 20 o 30 años otras formas comenzaron a tener un peso mucho mayor, las artes plásticas, la música, el teatro. Entonces, que han tenido un desarrollo muy fuerte en ese tiempo y que han ido de cierta manera influyendo e incluso colándose entre los circuitos de las otras maneras de construir la cultura. Uno de los datos de esa realidad es el fenómeno de las telenovelas que fue combatido durante muchísimos años por la élite cultural mas de vanguardia en el país, pero que a partir de un cierto punto hubo una especie como de movimiento, movimiento así como un esguince para participar de ese fenómeno, y entonces fue el momento en el cual gente como Cabrujas, como Ibsen Martínez y otros comenzaron a entrar allí, que yo creo que al final todos salimos ganando porque comenzaron a producirse cierto tipo de formas de la telenovela, no todas, algunas formas de la telenovela que reflejaban de manera mucho más verídica la realidad social venezolana. Entonces, eso ha sido un poco el terreno de la cultura artística. Y finalmente la cultura popular, y lo dejo de final porque quizás es el territorio en donde Venezuela ha sido más débil, no solamente porque, como también se dijo antes, el folklore y la cultura popular suele tener ese sentido de nostalgia, como de vuelta al pasado, sino porque en Venezuela que es un país, qué sé yo, noventa y pico por ciento urbano, su folklore sigue siendo un folklore rural. Entonces, a esa manera predominante del folklore que es muy rural le resulta muy difícil entrar a jugar en otros ámbitos. Yo pongo la diferencia entre el folklore venezolano y otras expresiones de cultura popular de otros países, como el caso de Brasil, o el caso de Cuba también, pero voy a tomar el caso de Brasil que es como más fuerte. Brasil, que tiene como todos sabemos una expresión musical muy variada, tuvo la posibilidad y no solamente la posibilidad sino la realidad de competir en esos circuitos de la cultura globalizada, generando, no solamente porque logró que sus ritmos, sus melodías, sus armonías entraran en esos mercados masivos de lo que son las grandes disqueras, sino porque además tuvo otra fortaleza que fue poder asimilar los ritmos del rock y de muchas otras expresiones de la cultura global, asimilarlo a su propia fortaleza rítmica y armónica. Entonces, ahí hay un elemento que Venezuela no ha logrado hacer, y no estoy seguro que lo logremos hacer, pero eso es lo que explica también por qué el fenómeno de Buena Vista Social Club hoy tenga esa fuerza. Bueno, porque recoge un cierto tipo de expresión de cultura popular que tiene un eco muy grande en una audiencia global. En Venezuela, fíjense ustedes que lo que ha logrado entrar en ese tipo de circuito con una cierta timidez no es un fenómeno propio son cierto tipo de baladas que se han producido, y que han ocurrido porque han estado pegadas del fenómeno televisivo. Porque la forma como se confecciona una telenovela -ustedes lo saben- es que no solamente creas una serie, un drama y unos personajes, sino que le creas un tema musical, y al crearse ese tema musical y ese tema musical difundirse en el mundo los cantantes que hacen las baladas y los temas forman parte de ese posicionamiento en esos mercados. Por supuesto, no son comparables en términos de capacidad, de asimilación ni de fuerza armónica ni de los ritmos no son comparables con otras expresiones de otros países. En todo caso, esto lo que nos dice, es que estamos en una cultura nacional en recomposición, esta mezcla, este mosaico que tenemos acá y lo que uno observa es mucho de azar, como de que no hay direccionalidad en ese proceso. Y, a eso hay que sumarle otro hecho que es muy importante, que es que la cultura nacional, ese mismo mosaico de expresiones "estoy aprisionada como entre dos titanes". El uno, y a eso hacía referencia Piñango esta mañana y no lo voy a repetir, tiene que ver con el aspecto económico. Vivimos ya unos veinte años de crisis económica, y la percepción que se tiene es que cada día la situación se pone peor. Tenemos veinte años de crisis y la situación tiende a ponerse peor. No pareciera que la cosa va a mejorar sino que pareciera que se va a poner peor, y eso es un elemento que absorbe una parte muy importante de mucha de las energías. El otro titán, digamos de estas dos gandolas y la bicicleta en el medio es el cambio político. Venezuela ha vivido un proceso aceleradísimo de cambio político en los últimos años, y pareciera que muchas de las energías que no se lleva la economía se lo lleva la política y ¿qué ocurre? que lo que uno ve desde afuera, digamos como observador del proceso es que la cultura como voz se ha ido como opacando, es decir uno no siente esa voz a la cual hacía referencia Martí de la Asociación de Escritores y Artistas Cubanos que es capaz de colocar temas en la agenda nacional, no es porque uno quiera compararse y sentirse en minusvalía o menoscabo frente a otras situaciones, sino simplemente es constatar una realidad. En Venezuela, y por eso creo que es tan importante esta reunión, porque es como una especie de reinvindicación de que en este terreno hay aspectos de la agenda nacional que son susceptibles de ser puestos sobre la mesa. Finalmente, y les voy a pasar unos vídeos más ahora para que ustedes vean algunos elementos con otros aspectos que están un poco más en la base de estas expresiones culturales. Pareciera para alguna gente que ha ido observando este empobrecimiento acelerado de Venezuela, que hubiera como razones mucho más de fondo y no solamente las atribuibles a las etnias de origen, sino al hecho de que somos como una especie de cultura premoderna de que nosotros no nos sabemos entender en un mundo que está avanzando a pasos agigantados y eso pareciera desprenderse de algunos estudios recientes que se han hecho sobre la pobreza. Los venezolanos pareciera que es que tenemos una especie de mentalidad que no engrana con la modernidad. Y, de hecho otros estudios que se han hecho en comunidades muy pobres han ido incluso mostrando como se produce unos aislamientos cada vez más fuertes de ciertas comunidades frente al resto del país, y no es solamente el hecho de que un 40% de los venezolanos no tengan una cuenta bancaria, no solamente ese hecho, sino el hecho de un proceso de auto aislamiento de la toma de decisiones. Sin embargo al mismo tiempo el país no se ha parado. Al mismo tiempo el país ha seguido moviéndose y por debajo de esa especie de nube gris que ha tenido durante muchos tiempos el país, y que tiene que ver con la falta de autoestima a la cual se aludió también esta mañana, ha habido un país que se ha estado moviendo en muchos sentidos, ha habido instituciones que han estado creando maneras imaginativas de actuar. Esas son las cosas que Piñango reclamaba esta mañana con mucha fuerza y mucha vehemencia, yo creo que algunas de esas cosas están ocurriendo, y yo no creo que se pueda tapar el sol con un dedo y decir que estamos bien. Pero lo que no se puede hacer nosotros, y en eso a lo mejor no estoy tan de acuerdo con Piñango, es no ver las cosas cuando ellas ocurren, sino ver las cosas buenas cuando ellas ocurren. Les voy a mostrar ahorita unos casos de unos videos que tienen que ver con tres maneras distintas de encarnar la acción cultural, y después hacemos un pequeño cierre final. Pero yo creo que estas experiencias van a hablar muy bien, de qué es lo que se está moviendo en Venezuela en aspectos que tienen que ver con el desarrollo de una política cultural. Video: Parecía una utopía, para algunos rayaba en la locura, pero tres días después, después de la segunda convocatoria y el segundo ensayo ya la orquesta contaba con 27 participantes y al tercero abría sus puertas a 46, el cuarto a dos días después podía contar con 64 jóvenes músicos y el 30 de abril en su concierto inaugural ya la orquesta comprendía 76 miembros principales. Lo más importante del método enseñanza del Movimiento Artista Juvenil consiste en que el niño y el joven aprenden a tocar, tocando. La práctica y la teoría se funden en un mismo hecho, el niño adquiere su instrumento y comienza a funcionar dentro de la orquesta. Este año la orquesta celebra sus 20 años, teniendo todo el territorio nacional cubierto de orquestas juveniles, infantiles, y las antiguas juveniles se han convertido en profesionales en cada una de las ciudades capitales. Hemos desarrollado nuestro propio sistema académico de nivel medio y nivel universitario, y los talleres de lutería de instrumentos de cuerdas. Hemos involucrado y mantenido un contacto de información con instituciones privadas y fundaciones privadas venezolanas que han tenido la decisión de apoyarnos en muchísimas oportunidades. Es por ello que si bien es una dificultad que vencer conseguir los recursos económicos, si se tienen condiciones claras y se tiene tenacidad repito- ella deja de ser un problema y necesariamente se consiguen los recursos y el apoyo de la gente que está en capacidad de aportar. El objetivo primordial nuestro, es convertir al venezolano en una persona que sienta el deseo de seguir creciendo, y seguirse enfrentando a realidades nuevas utilizando los conocimientos y la información organizada. En Venezuela existe el sistema nacional de bibliotecas públicas, gracias a un impulso muy fuerte que le ha dado la Biblioteca Nacional, pero esto no hubiera sido posible, si las gobernaciones de estado, por ejemplo, no hubieran aceptado ese reto, al igual que la aceptó la Biblioteca Nacional desde un principio y se hubieran decidido a aportar recursos y a poner esfuerzos para crear las redes estadales de bibliotecas públicas. La red lo que busca es ampliar las posibilidades de servicios ... que uno no se limite a lo que está contenido en un determinado servicio, sino que pueda tener la posibilidad de conseguir información adicional en otros servicios que forman parte de la red. Hemos demostrado que sí se puede lograr una relación armoniosa ante un ente central como un instituto autónomo y una gobernación, de que los cambios en la sociedad uno los quiere violentos, así como con fuegos artificiales, y resulta que los que son reales surgen desde abajo y surgen por convencimiento de la gente ante la demostración de hechos que son irrefutables. El concepto de biblioteca pública que manejamos es una institución abierta la comunidad, abierta a todos los sectores de la comunidad, donde el ciudadano y donde las instituciones pueden encontrar satisfacción a sus necesidades de información y de conocimiento. Nosotros estamos abriéndonos a todos, la biblioteca pública es para todos, para el barbero de la esquina, para el microempresario, para el estudiante que quiere ir más allá de lo que se le pide en el aula, para el ama de casa, pero nosotros tenemos unos usuarios privilegiados, nuestros usuarios privilegiados son los niños. Decidimos crear este servicio fluvial, que tiene un recorrido de más de 800 km por el río, para hacer llegar a un grupo de esta población indígena, de manera especial a los piaroa y a los guajibos, que es lo que en este momento atendemos en una primera etapa. Yo sueño con una sociedad más justa y yo no creo que pueda darse esa sociedad más justa y más fraternal, exclusivamente por la lectura. Sin embargo, creo que la lectura es un ingrediente muy importante para que la gente comparta sus conocimientos, sus experiencias, en la medida en las escriba, que las sistematice, para que todos nos enriquezcamos con ellas. En el modo de ser de los larenses, es muy típico que los que vivimos históricamente, tenga un reflejo en la vida cotidiana, los larenses no migran fuera de Lara y se mantienen muy vinculados a sus raíces, sus vivencias familiares comunitarias y el Tamunangue vive todos los días en la vida de los larenses, los larenses hacen promesas, los larenses celebran con el Tamunangue. El Museo de Barquisimeto ha logrado reflejar esa tradición, ha logrado potenciar esas tradiciones, ha logrado ser un lugar de encuentro para que los creadores, para que la gente que busca esas tradiciones como un modo de existir, de lograr sentido y fuerza en su cotidianidad, lo encuentre. Cuando el Museo se comenzó a gestar se plantearon varias opciones para dar respuesta a un interés que se había venido dando en la comunidad y la respuesta tenía mucho que ver con una querencia alrededor de una colección central, que era la colección La Salle, que hemos llamado la colección madre del Museo, el Museo es la ciudad y no podía ser de otra manera. Entonces, eso reflejó el Museo y su gente, pero no la gente como una abstracción, sino la gente con sus querencias, sus ambiciones, sus sueños, sus preocupaciones y su patrimonio, que no es otra cosa sino eso, sus modos de vida. La idea nace por mi inquietud por el deporte y la necesidad de rescatar los valores olvidados de nuestro béisbol y proyectar sus hazañas, anteproyecto de ideas, nombres, hasta que se logró ese nombre, la pasión por el béisbol. Cuando un 18 de julio de 1982 se abrieron las puertas del Museo, unido a las ilusiones venía igualmente los grandes retos. Estos grandes retos estaban muy vinculados con la necesidad de adaptar la rigurosidad de una institución universal a un discurso regional. Nosotros hemos podido demostrar a lo largo del trabajo en el Museo, que se puede hacer un líder social, que se puede tener un protagonismo desde la trinchera de un museo. La casa grande de los barquisimetanos es más que un concepto y un eslogan de Museo de Barquisimeto, es la expresión de un proyecto cultural, es el espacio donde se puede reunir toda la sociedad en sus diversas formas y expresiones organizadas. El Museo de Barquisimeto es uno de los orgullos nuestros, éste es un Museo que además traernos cosas de nuestro pasado, también es muy activo, creo que el aporte del Museo es invalorable para una comunidad como la nuestra y digamos de allí depende mucho el nuevo ciudadano que queremos tener. Creemos que hay que rescatar y reivindicar que un Museo es asunto de profesionales, pero eso no lo aisla de lo que fundamentalmente se busca que sea, un lugar útil a la sociedad al cual le toca servir. Eso se ha combinado sobre todo con la transparencia, con el deseo de comunicar tanto los problemas, los obstáculos, que sin complacencia y sin necesidad de establecer lazos y nexos que pudieran desvirtuarnos y llevarnos fuera del camino, nosotros hemos podido ir adelante y hoy realmente somos un lugar en donde cada quien , no importa el sector que representa, siente que bien vale la pena luchar por él. Leonardo Vivas: Yo simplemente les quise traer estos tres casos, a pesar de la hora, porque dan pie a una reflexión final. Primero, que la variedad de acciones son muy grandes, la posibilidad de actuar en este terreno es muy grande, y además hay la posibilidad de que estos distintos mosaicos de la cultura nacional, o en donde ocurra la cultura nacional, puedan interpretarse. Segundo, que en el fondo no es un problema principalmente de infraestructura, yo creo que hay muchas cosas que se pueden hacer en infraestructura, pero yo creo que en Venezuela es mucho lo que se ha avanzado en relación a lo que es la infraestructura que puede ayudar al hecho cultural, en el fondo se trata de un problema un poco más complejo, que es cómo las élites venezolanas vinculadas a la acción cultural, pueden aprovechar esa realidad, aprovechar los distintos aspectos de esa cultura híbrida, para poner una reflexión importante sobre la mesa y para verdaderamente comenzar a pensar en el futuro. Muchas gracias. PREGUNTAS Y RESPUESTAS Ana Mercedes Botero: Gracias. Abrimos un espacio de preguntas tal como lo hemos hecho en el curso de la mañana. Acá tengo una primera pregunta y es el caso. P/ ¿Cuál pudiera ser la función específica en la cultura popular en los desarrollos actuales? P/. ¿Cómo absorber valores de la cultura popular? ¿Es para incorporarlos en la resolución de los desafíos actuales? R/. La verdad es que yo no tendría una respuesta unívoca frente a esto, porque también la cultura popular es muy variada. Ahí vimos por ejemplo en Barquisimeto, cómo es posible unir una expresión muy propia de la región, en este caso el Tamunangue, con otras formas que puedan obrar en la misma infraestructura. Entonces, no es un asunto unívoco, yo creo que hay muchas maneras de como se pueden congeniar, lo que sí es verdad es que no pareciera la cultura popular venezolana, salvo los casos de algunas excepciones como el caso de Simón y algunas otras expresiones que han logrado trascender la frontera, no han tenido esa fuerza que han tenido en otras partes para ser el eje de la recomposición de esa cultura nacional, no lo veo yo como el eje, quizás los ejes hay que conseguirlos en otros aspectos. La Fundación Bigott ha logrado hacer unos estudios extraordinarios sobre Caracas, sobre cómo Caracas o la cultura urbana es una manera bien particular de amalgamar los distintos aspectos de esa cultura popular, entonces a lo mejor no es un fenómeno que se transmite directamente por un medio específico, llámese música o plástica, sino que hay a lo mejor una amalgama que tiene que ver con el hecho urbano, que a lo mejor no ha sido suficientemente explorado y que habría que explorarlo.