La investigación de la salud en el ámbito de las políticas sociales

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No.l-Enero-Febrero
Rev San Hig Púb 1992; 66: l-4
LA INVESTIGACION
DE LA SALUD EN EL AMBITO
POLITICAS
SOCIALES
1992
DE LAS
José Ramón Ricoy Campo
Fondo de Investigación Sanitaria. Ministerio de Sanidad y Consumo (Madrid)
Una de las máximas preocupaciones
de la sociedad es la calidad de vida y,
dentro de ella, la mayor es la referente al
mantenimiento de la salud. Por otra parte,
la salud es definida como un bien básico
del individuo en el artículo 43-l de la
Constitución y la búsqueda del estado de
bienestar exige su protección.
La política de salud de un país es la
estrategia para aplicar los conocimientos
y los recursos sanitarios a las necesidades
y demandas sociales, basando por tanto en
los valores humanos la elección de metas,
la fijación de prioridades y el establecimiento de objetivos que van a constituir
dicha estrategia.
Para poder fijar y consensuar las
estrategias de la política de salud es
necesaria en buena medida la investigación. La investigación es un paso imprescindible para abordar la solución de los
problemas y garantizar que las decisiones
en política de salud se enmarquen en un
entorno científicamente riguroso y en la
práctica factible. Toda la investigación
por tanto, y especialmente la investigación en salud, está legitimada desde los
fundamentos más básicos.
Cuando existen preguntas que no
tienen claras respuestas, y más aún cuando esas preguntas afectan al bienestar de
la sociedad, es imprescindible abordar de
inmediato la búsqueda rigurosa de su
contestación. Este es básicamente el proceso de la investigación: Saber formularse
una pregunta en función de las necesidades sociales y, teniendo en cuenta el
conocimiento
adquirido, Elaborar una
hipótesis, Fijar unos objetivos y Establecer una metodología y un plan de trabajo,
adecuados para dar respuesta a la pregunta desarrollada en la hipótesis.
Toda la ciencia persigue la adquisición de conocimientos y supone por tanto
un beneficio social, dado que favorece el
progreso de la sociedad, tanto en bienes
tangibles como en bienes intangibles. La
ciencia en salud es doblemente importante porque la adquisición de conocimientos
repercute directamente sobre el sufrimiento de los ciudadanos.
No hay otra vía conocida y aceptada
para alcanzar un nivel científico adecuado
que el desarrollo de la investigación. De
ahí que el fomento de la investigación
deba ser uno de los pilares fundamentales
sobre los que se asiente la política de una
determinada comunidad.
La investigación en salud debe abarcar
en su desarrollo la amplia gama de procesos
que intervienen en los problemas de salud;
por ello, la investigación en salud debe
trascender el marco de la investigación
médica y biológica para englobar todos los
diseños de investigación, tendentes a promover la salud o a facilitar el mayor cuidado
del ciudadano y de la comunidad.
Es clásico ya el esquema de los
determinantes que influyen en la salud y
J R Ricoy Campo
que fundamentalmente podrían ser cuatro: a) El funcionamiento físico del organismo; b) La relación entre el entorno
(físico y social) y la enfermedad/salud; c)
ILa relación entre el comportamiento y los
estilos de vida y la enfermedad/salud, y d)
ILa influencia de la estructura y funcionamiento de los sistemas asistenciales sobre
1.asalud. La investigación en salud debe
cubrir este amplio abanico de temas y por
tanto debe abordar tanto la investigación
biomédica, como la investigación sobre
medio ambiente, sobre comportamiento y
estilos de vida y sobre servicios sanitarios.
Dependiendo de la aplicabilidad de
los objetivos perseguidos en el proceso de
1.ainvestigación, se han venido diferenciando en la investigación
civil varios
tipos: a) Básica (pura o fundamental),
que persigue adquirir nuevos conocimientos sin planteamiento de aplicación
específica; b) Estratégica, que tiene perspectivas de una eventual aplicación práctica, aunque sin clara especificación, y c)
,4plicada, que va dirigida primeramente a
un objetivo práctico específico. En la
investigación en salud habría que añadir a
estos tipos la Investigación Clínica (que
involucra a pacientes y exige por tanto
recursos para el cuidado de los mismos),
1a Investigación Operacional (que estudia
la efectividad de la provisión y administración de los servicios de salud, incluidos los métodos y procesos diagnósticos
terapéuticos) y la Investigación en Salud
Pública (que trata sobre las necesidades
sanitarias, ya no del individuo, sino de la
comunidad). Estos tipos de investigación
deben tener el desarrollo que las necesidades sociales exigen, teniendo en cuenta
que en numerosos casos son situaciones
distintas al funcionalismo biológico las
que más influyen en el estado de salud de
una determinada comunidad.
Para poder desarrollar todo el proceso
de la investigación es necesario contar
con presupuesto adecuado para financiar‘)‘#
la y con personal capaz de poder desarrollarla con éxito; éstos son los dos indicadores que marcan el esfuerzo que una
determinada comunidad realiza en investigación.
España ha venido haciendo en la
última década un esfuerzo considerable,
que se traduce en la creación de la
Comisión Interministerial
de Ciencia y
Tecnología y del Plan Nacional de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico, el cual contiene un Programa de
Investigación en Salud con los siguientes
objetivos:
1. SALUD:
1.1.
Cáncer: Activación celular y del
crecimiento y diseminación tumoral.
1.2.
SIDA y otros virus y agentes relacionados: Mecanismos de patogenicidad a nivel celular y molecular.
1.3.
Fracaso celular. Autoinmunidad.
1.4.
Problemas relacionados con el medio ambiente y estilos de vida:
Respuesta cardiovascular.
Mecanismos de toxicidad.
Salud laboral.
Drogodependencias.
Neurobiología de la adaptación
humana y envejecimiento.
1.5.
2.
Genoma humano. Epidemiología
genética Y molecular.
DEPORTE:
2.1.
Fisiología y medicina.
2.2.
Entrenamiento.
2.3.
Sustancias ilegales.
2.4.
Deporte como medio de recuperación y rehabilitación.
2.5.
Factores sociales.
Rev San Hig Púb 1992, Vo1 66, No. 1
LA INVESTIGACION
3. FARMACIA:
3.1.
Diseíío de fármacos.
3.2.
Síntesis de fármacos diseñados por
interacciones con receptores específicos.
3.3.
Farmacología experimental y clínica.
3.4.
Búsqueda de nuevos compuestos
“cabeza de serie”.
3.5.
Técnicas de interés en el control de
calidad.
3.6.
Sistemas de evaluación diagnóstica, terapéutica y toxicológica.
3.7.
Nuevas formulaciones
cas.
3.8.
Nuevas síntesis de productos genéricos.
3.9.
Procesos productivos.
farmacéuti-
Por otra parte, el esfuerzo del Ministerio de Sanidad ha sido considerable al
crear el Instituto de Salud Carlos III y al
potenciar al Fondo de Investigación Sanitaria con un presupuesto que en 1982 era
de 1.093 millones de pesetas y en 1992 de
4.200 millones de pesetas.
Sin embargo, de poco vale disponer
de un amplio margen presupuestario si
no 6e cuenta con agentes suficientemente cualificados para desarrollar todo el
proceso. En el ámbito de la investigación en salud, la ejecución del proceso
de investigación debe ser una tarea de
todos los profesionales sanitarios, actuales y potenciales,
ya que todos,
independientemente
de su titulación
académica, de su rango jerárquico y de
su actividad profesional, están involucrados en la promoción de la salud, la
prevención de la enfermedad y la dispensación de los mejores cuidados sanitarios. La investigación
de por sí es
multidisciplinaria
porque el abordaje de
los problemas así lo exige; en salud la
multidisciplinariedad
y la intersectoriaRev San Hig Púb 1992, Vo1 66, No. 1
DECA
SALUD
EN EL AMBITO
DE...
lidad es más acusada que en otros campos
muy concretos, como puede ser paradigmáticamente la Física. Esta actitudinvestigadora es, por tanto, inherente a la
actividadde todos los trabajadoressanitarios que deben aplicar el método científico en su quehacer diario y, sobre todo, en
su toma de decisiones.
Cada decisión que se toma en el
sistema sanitario, aun la más trivial, es a
la vez un experimento y una fuente de
información y conocimiento; impregnar
de método estas decisiones y evaluarlas es
investigar, en este caso concreto, en
práctica clínica y servicios sanitarios.
Pero, además, para mejorar la salud de los
ciudadanos se precisa perfeccionar
y
adecuar los métodos de prevención y
profilaxis, es decir, investigar en salud
pública; para proveer mejores cuidados
se precisa mejorar la eficacia y calidad
de los procesos diagnósticos, terapéuticos y rehabilitadores, reducir los riesgos
para los pacientes inherentes a estos
procesos y mejorar la educación sanitaria del usuario y la autonomía del
paciente; para alcanzar una mayor solidaridad se requiere racionalizar
los
gastos y costes del cuidado médico y
comprometer a éstos, que son los principales agentes del gasto, en la cultura del
análisis del coste efectividad y equivalentes. En definitiva, para alcanzar los
objetivos de la política de salud se hace
indispensable potenciar en el sistema de
investigación,
tanto sobre la salud pública como sobre práctica clínica y
cuidado sanitario.
En este contexto, no debe olvidarse la
promoción de la investigación básica que
representa una parcela fundamental; su
ignorancia supondría hipotecar el futuro,
dado que ésta es la primera fuente de
conocimiento.
El desarrollo de la investigación debe
ordenarse para poder alcanzar más rápidamente objetivos que sean de mayor exigencia social; esta ordenación exige esta3
1 R Ricoy Campo
blecer mecanismqs de confluencia de las
capacidades investigadoras en las áreas
de salud, lo que desde el FIS hemos
llamado Unidades de Investigación,
a
través de las cuales las capacidades
investigadoras puedan confluir sobre los
problemas sanitarios y atraigan a nuevas
voluntades, ampliando así el espectro de
recursos utilizables en la investigación y,
en definitiva, sirviendo de eficaz instrumento para la investigación que el diseno
y ejecución de la política de salud
necesita.
La ordenación, a la que antes se hacía
referencia, exige una coordinación, de
forma que las Unidades de Investigación
que se establezcan estén integradas en una
red a través de la cual, coordinando
esfuerzos, se consiga la utilización del
mayor número de recursos en torno a los
problemas y al abordaje inter y multidisciplinario de éstos.
La configuración
de esta red de
Unidades de Investigación, que estamos
seguros supondrá el auténtico motor de
progreso en el ámbito sanitario, exige
un constante soporte y mantenimiento
que garantice la utilización de servicios
horizontales, el apoyo metodológico, el
acceso a datos sanitarios y a fondos
documentales,
etc., de forma que así
pueda garantizarse el rigor en el diseño, ejecución y análisis de los proyectos, así como la disponibilidad
de los
agentes necesarios para desarrollar los
proyectos de mayor interés y exigencia
sociales.
Estas consideraciones no tratan más
que de ayudar a la concienciación de toda
la sociedad de la importancia que para el
progreso social tiene la investigación:
Apostar por un futuro mejor en la amplia
perspectiva socio-económica de una comunidad, exige valor por el progreso
científico.
Rev San Hig Púb 1992,
Vo1 66, No. 1
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