Mateo 20:17-28. Jesús anuncia su muerte y resurrección. En esto

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Mateo 20:17-28.
Jesús anuncia su muerte y resurrección. En esto consiste su obra como Mesías: en
"servir y dar su vida en rescate por una multitud". Pero los discípulos todavía no lo
logran entender. La madre de los dos hijos de Zebedeo, es decir, de los apóstoles
Santiago (Jacobo) y Juan (Mt. 4:21), se postra a los pies de Jesús para pedirle: "Manda
que mis dos hijos se sienten en tu reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda" "Al
oír esto, los otros diez se indignaron contra los dos hermanos". El enojo de los demás
apóstoles, era en razón de quedar ellos excluidos del mismo privilegio de gobernar en
el futuro reinado del Mesías Jesús. Su concepto acerca del tipo de reinado de Jesús
todavía era borroso, poco claro. Eso mismo pasa hoy día cuando se habla de Jesús. La
gente, ¿verdaderamente entiende en qué consiste su misión? ¿Y qué decir de los
cristianos? ¿Ellos saben qué significó el sacrificio vicario de Jesús para sus vidas? Y si lo
saben, ¿por qué suelen hablar y actuar como si no lo supieran? ¿Por qué, si saben lo
que Jesús hizo por ustedes, entre los mismos cristianos tenemos diferencias de opinión
en temas tales como la "fe", el "arrepentimiento", el "perdón", el "bautismo", la
"eucaristía", las "buenas obras", la "misión", el "gobierno de la iglesia", etc.? Este
tiempo de cuaresma es para recordar y repensar otra vez dichos conceptos, a la luz de
lo que hizo Jesús por nosotros. En la cuaresma, o sea, estos cuarenta días previos a la
Semana Santa y a la Pascua (comenzando a partir del Miércoles de Ceniza, y sin contar
los días domingos, que son días festivos), Dios nos invita a reflexionar y volver otra vez
a la fuente: el evangelio. ¿Te pusiste a pensar el día que fue tu bautismo? Eso fue, tal
vez, hace ya mucho tiempo; más ese día fuiste incorporado al reino de Dios. ¿Te
acuerdas del día en que leíste las Sagradas Escrituras, y en que algún versículo bíblico
te tocó el corazón, cambiando tu vida? ¿Cuándo fue la última vez que regresaste a
Jesús, estando al pie de su cruz, con corazón arrepentido, y le confesaste (entregaste)
tu pecado, a fin de recibir de él la salud y el perdón? ¿Visitaste a un hermano que se ha
apartado de la iglesia con diversos motivos, o bien que ya no participa más con
frecuencia, a fin de invitarle otra vez al servicio divino (misa, culto)? Como discípulos
de Jesús, fuimos llamados por el Espíritu de Dios mediante el evangelio, y de este
modo somos libres de la condenación del pecado mediante el don de la fe, para ir,
servir y dar la vida testimoniando del amor de Dios. En esto consiste el ser "cristiano".
En la cuaresma, Dios otra vez nos lo hace recordar, para que vivamos también de esta
manera. A.C.
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