Sacramentos de Curación

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Sacramentos de Curación
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Los sacramentos de Curación son
la Penitencia y la Unción de los
enfermos. (CIC 1421)
En estos sacramentos, la Iglesia
ora por la curación espiritual y
física. (CIC 1514)
El Catecismo afirma que el
sacramento de la Unción de los
enfermos une a la persona ungida
con la Pasión de Cristo. (CIC 1531)
El Directorio afirma que una de las
responsabilidades de los catequistas
es la formación litúrgica. Use el
lenguaje de los símbolos y los ritos
para explorar los misterios de la
Liturgia Eucarística y los
sacramentos. (DGC 87)
Fueron, pues, a predicar, invitando a la conversión. Expulsaban
a muchos espíritus malos y sanaban a numerosos enfermos,
ungiéndoles con aceite.
Marcos 6, 12–13
Los sacramentos de Curación
La enfermedad y el pecado están presentes en nuestras vidas. Todas
las personas conocen los sentimientos de indefensión, impotencia y
desesperación que forman parte de la condición humana. En esos
momentos de necesidad física y espiritual, la Iglesia tiende la mano
para revelar la bondad y el poder de la gracia de Dios.
Los sacramentos de Curación son la Penitencia y la Reconciliación y
la Unción de los enfermos. En estos sacramentos, la Iglesia intercede
por el perdón de Dios y la curación. Los sacramentos de Curación
restauran los vínculos rotos y vuelven a unir a la persona con la
Iglesia. Dentro del Cuerpo de Cristo, los cristianos hallan la fuerza,
el descanso y la libertad. En el sacramento de la Reconciliación,
una persona recibe el perdón de sus pecados. En la Unción de los
enfermos, una persona se fortalece con la presencia del Espíritu
Santo. La Iglesia hace lo que Cristo haría. La Iglesia da la curación
en el nombre del Señor.
La imposición de manos
Libros
How to Forgive: A Step-by-Step Guide.
John Monbourquette. Una guía paso
a paso para perdonar. St. Anthony
Messenger Press.
My Reconciliation Book. Este libro
les servirá a los niños para aprender
más sobre su papel en la Misa de
los domingos. Our Sunday Visitor
Curriculum Division.
Recursos para el catequista
Visite www.osvcurriculum.com
para encontrar un plan interactivo
de la lección, recursos para el
capítulo y actividades.
La unción de la frente y las manos
de una persona durante la Unción
de los enfermos, así como la
extensión de las manos del
sacerdote durante el sacramento
de la Penitencia son acciones
sagradas. Estos gestos humanos
simbolizan el poder de curación
y perdón de Dios. El Espíritu
Santo libera al espíritu humano
de las garras del dolor, el miedo,
la culpa y el pecado. Dios usa
manos humanas para irradiar
el poder de su caricia bondadosa.
Reflexionar ¿Qué experiencias
de reconciliación o curación ha vivido recientemente?
358A Capítulo 17
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CÓMO ENSEÑAR EL CAPÍTULO 17
LOS NIÑOS OPINAN
Los sacramentos de Curación
Mis emociones
Usted espera que la experiencia de dolor de un niño
esté sucedida por una experiencia de curación. Espera
que los adultos que rodean a los niños los abracen y
cuiden de ellos. Sin embargo, es posible que esto no
siempre suceda con todos los niños a los que enseña.
Las personas de la Iglesia antigua solían asociar la
enfermedad física con el pecado pues ambos separaban
al individuo de la comunidad y ambos eran dolorosos.
Si bien en la actualidad la Iglesia comprende que el
pecado no necesariamente causa enfermedades, se sabe
que el pecado puede influir en el estado físico de la
persona. Los sacramentos de Curación ayudan a
restablecer las relaciones con la familia de fe.
• Cuando enseñe acerca de la curación, dé tiempo para
que los niños comenten sus dolores y los momentos en
que se sintieron curados y atendidos.
• Asegúrese de que los niños sepan que usted se
preocupa por ellos.
• Ayude a los niños a considerar los sacramentos de
Curación como celebraciones llenas de esperanza
más que como momentos de temor, tristeza o dolor.
• En ocasiones, reacciono con enojo. Enséñeme a no arremeter
contra los demás cuando siento frustración.
• Los adultos pueden tener gran influencia
sobre mí. Usted me puede calmar apoyando una mano amiga sobre mi hombro.
• Me siento más seguro de mí mismo.
Cuando usted cree en mí, me siento aun más seguro.
FORTALEZA PARA EL ESPÍRITU
Recuerde quién es usted
Es posible que, en ocasiones, usted se sienta abrumado
por las expectativas religiosas, educacionales y
emocionales de los demás. A menos que se adapte al
desafío que suponen unas expectativas sobrehumanas,
puede acabar fatigado y perder eficacia.
Quizá no pueda cambiar las expectativas
sobrehumanas que tienen los demás, pero sí puede
recordar quién es usted. Esto implica reivindicar
intencionalmente lo que usted hace mejor y lo que más
le interesa.
Recordar quién es usted incluye incorporar las tareas
que le surgen naturalmente, de manera que pueda
preservar esos momentos de realización personal.
Reflexionar ¿Cuáles de sus talentos o intereses
naturales necesita recordar y reivindicar?
Dios bondadoso, tú me alcanzas con tu abrazo de curación;
ayúdame a ser una presencia de curación para los demás. Amén.
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