Economía y Desarrollo Facultad de Ciencias Económicas Administrativas y Contables www.fuac.edu.co Cra. 6a N° 10-72 Sede D Bogotá, D.C. Tels.: 341 30 77 - 283 60 82 Fax: ext.: 25 Correo: [email protected] El material de esta Revista puede ser reproducido citando la fuente. Economía y Desarrollo Diseño y diagramación Fundación Cultural Javeriana de Artes Gráficas - JAVEGRAF Impresión JAVEGRAF - 2010 Contenido Editorial Stiglitz y Krugman discrepan en política macroeconómica ........... 5 Higinio Pérez Negrete ¿Rentabilidad y objetivos sociales son finalidades reconciliables? A propósito de los aportes teóricos y empíricos de Yunus ............. 9 Freddy Cante La contrarrevolución capitalista chilena. La constitución económica de la sociedad neoliberal .................. 23 Juan Carlos Gómez Leyton Crecimiento, dinero y natalidad en Colombia .............................. 53 Jorge Eduardo Pacheco Bello Juan Tomás Sáyago Gómez Las TIC y el crecimiento regional en Colombia 1985-2000 .......... 77 Álvaro Martín Moreno Rivas Vigencia del Taylorismo en los paradigmas modernos de gestión ................................................................................... 95 Carlos Alberto Almanza Junco Una regla fiscal para Colombia: crítica ...................................... 123 Diego Otero Prada Universidad Autónoma de Colombia 4 CONTENIDO Rincón Histórico La democracia como valor universal ......................................... 135 Amartya Sen Instrucciones para autores ........................................................ 14 9 Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2, SEPTIEMBRE 2010 Editorial Stiglitz y Krugman discrepan en política macroeconómica HIGINIO PÉREZ NEGRETE1 Los más reconocidos y populares economistas del siglo XXI, Joseph Stiglitz (Nobel de Economía en 2001) y Paul Krugman (Nobel de Economía en 2008), tienen una percepción diferente de la política macroeconómica actual en Estados Unidos, aunque se identifican por su defensa de la teoría keynesiana. En efecto, respecto a la política monetaria expansiva del Banco de la Reserva Federal (FED), Stiglitz ha manifestado que es ineficaz para reactivar la economía, pues en períodos de crisis o desaceleración económica (esto es, cuando hay subutilización de la capacidad instalada), el aumento de la liquidez y, por consiguiente, la disminución de las tasas de interés no incentivan la inversión, sino la especulación; y agrega que “los bancos centrales son mejores para contener la exuberancia irracional de los mercados durante una burbuja –limitar la disponibilidad de crédito o aumentar los tipos de interés para frenar la economía– que para fomentar la inversión en una recesión”. Además, afirma: “John Maynard Keynes sostuvo que la política monetaria fue ineficaz durante la gran depresión” (Stiglitz, 2010a). Para Krugman, por el contrario, se necesita una expansión monetaria mucho mayor, acompañada de un anuncio, por parte de la Reserva Federal, de una meta de inflación más o menos alta a mediano plazo y del compromiso de que efectivamente dicha meta se va a cumplir: “Cuando uno se enfrenta al límite inferior cero (de la tasa de interés nominal), no importa cuánto dinero se imprima a menos que creíblemente se prometa mayor tasa de inflación” (Krugman, 2010a). De acuerdo con Krugman si, como ocurre hoy en Estados Unidos, la tasa de interés nominal del crédito está cercana a cero, el aumento de la liquidez no encuentra mucho espacio para bajar 1 Economista de la Universidad de Antioquia. Magíster en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia. Docente e Investigador de la Universidad Autónoma de Colombia. Universidad Autónoma de Colombia 6 HIGINIO PÉREZ NEGRETE dicha tasa, pero la Reserva Federal sí puede lograr una disminución importante de la tasa de interés real, creando expectativas de aumento de la inflación; con lo cual incentiva la inversión. Considera paradójico que el Partido Republicano se opusiera rotundamente a la emisión adicional de 600.000 millones de dólares, a realizarse entre enero y junio de 2011, siendo que precisamente Milton Friedman, un Nobel de Economía perteneciente a dicho partido, “responsabilizó a la FED por no haber actuado más vigorosamente durante la Gran Depresión, y en 1998 hizo un llamamiento dirigido al Banco de Japón para que ‘comprara bonos en el mercado abierto’, exactamente lo que la FED está haciendo actualmente” (Krugman, 2010b). Detrás de la mencionada discrepancia hay una interpretación diferente del problema de la “trampa de la liquidez”, señalado por Keynes durante la gran depresión de los años treinta, que consiste en que el banco central inyecta liquidez a la economía y, como consecuencia, la tasa de interés nominal del crédito puede bajar a niveles cercanos a cero, pero ni los bancos están muy dispuestos a prestar, ni las empresas están interesadas en endeudarse para invertir; y los recursos tienden a destinarse a la especulación. En este caso, Stiglitz manifiesta que la única salida de la crisis es a través de la política fiscal, mientras que según Krugman dicho problema puede ser superado mediante el compromiso por parte del banco central, de inyectar mayor liquidez y garantizar un aumento de la inflación en el mediano plazo; lo que conlleva una disminución de la tasa de interés real del crédito y un aumento de la inversión. No hay duda que, en este sentido, Krugman está mucho más cerca de Friedman que de Keynes. A diferencia de Krugman, Stiglitz advierte que el sistema financiero de Estados Unidos ha gozado de una liquidez excesiva en los últimos años, pues la política de rescate de los bancos en crisis significó cuantiosos desembolsos del gobierno, con endeudamiento externo, para comprar los llamados “activos tóxicos” (cartera de dudoso recaudo) y a su vez la Reserva Federal inyectó muchos recursos de emisión, los cuales tuvieron, en gran parte, el mismo destino. Según él, estas operaciones de la Reserva Federal podían representar, como de hecho ocurrió, un costo fiscal adicional al asumido directamente por el gobierno: La razón de que la Reserva Federal normalmente maneje bonos del Tesoro es que existe un mercado muy activo. Puede comprar y vender por valor de miles de millones de dólares con facilidad, inyectando dinero o retirándolo de la economía. Los mercados de los otros activos que ha asumido la Reserva Federal son mucho más débiles. Puede vender esos activos (absorbiendo dinero), pero si lo hace demasiado rápidamente los precios bajarán y eso significa grandes pérdidas para el maltrecho contribuyente. A mediados de 2009, la Reserva Federal, por ejemplo, estaba financiando la inmensa mayoría de las hipotecas. (Stiglitz, 2010b, p.182.) La extraordinaria cantidad de recursos inyectados por el gobierno a los grandes bancos, directamente o a través de la Reserva Federal, tuvo lugar tanto en la administración Bush como en la de Obama. Al respecto, anotó: Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 EDITORIAL 7 Casi con seguridad, los fallos de las administraciones Bush y Obama figurarán entre los errores más costosos de un gobierno democrático moderno de todos los tiempos. Tal vez el único error de magnitud comparable por sus consecuencias económicas fue la decisión de Estados Unidos de declarar la guerra contra Irak (Stiglitz, 2010b, p.150). Preocupa a Stiglitz que el gobierno de Estados Unidos, en lugar de permitir la quiebra de los grandes bancos especuladores, o nacionalizarlos como se hizo en Suecia, los premiara, dándole a la política fiscal una orientación equivocada y de altísimo costo para los contribuyentes. Considera que los grandes desembolsos para la guerra contra Irak no constituyeron un motor reactivador de la economía a principios del siglo XXI y los de ahora para “socializar las pérdidas” del sistema financiero tampoco han sacado a la economía del estado de recesión,2 y en ambos casos el déficit fiscal ha crecido notablemente, siendo hoy superior al 10% del PIB. Precisamente, respecto al déficit fiscal también hay discrepancias. Mientras que Stiglitz considera que éste ha alcanzado un nivel demasiado alto, lo que determina que se requieren acciones inmediatas para bajarlo, Krugman manifiesta que el déficit es explicable, principalmente, por la recesión económica y, en consecuencia, habría que esperar su disminución una vez que la economía entre en auge. En este aspecto, para Stiglitz no siempre se justifica un alto déficit fiscal en período de crisis, mientras que Krugman hace una lectura keynesiana más literal del ciclo económico. Stiglitz sintetiza su propuesta: Para que se restablezca el consumo estadounidense total sobre una base sostenible, tendría que haber una gran redistribución de ingresos, desde las clases altas que pueden permitirse ahorrar hacia las clases bajas que gastan hasta el último centavo que reciben. Unos impuestos más progresivos (gravar más a las clases altas, reducir los impuestos a las clases bajas) no sólo lo lograría, sino que también ayudaría a estabilizar la economía. Si el gobierno sube los impuestos de los estadounidenses de elevados ingresos para financiar una expansión del gasto público, sobre todo en inversión, la economía se expandirá. (Stiglitz, 2010b, p.111) Otra discrepancia entre ellos se encuentra en la forma en que perciben la relación de la política monetaria y cambiaria con la capacidad competitiva de la economía estadounidense. Stiglitz afirma que el resultado de la política monetaria expansiva ha sido una devaluación del dólar, lo que aparentemente pone en ventaja a Estados Unidos frente a otras economías poderosas, pero la realidad es que la fuga de capitales ha significado un desplazamiento de recursos para invertir en dichas economías, sobre todo en China; lo que dinamiza mucho más a la economía de ese país que a la de Estados Unidos, entre otras razones, porque la economía estadounidense depende muy poco del comercio exterior. Otra parte del capital fugado sale a buscar 2 “Para los trabajadores, la economía sigue en recesión cuando el desempleo es elevado, …, para las empresas, la economía está en recesión mientras ellas padezcan un exceso de capacidad, lo que significa que la economía está funcionando por debajo de su potencial”. (Stiglitz, 2010b p. 87). El desempleo en Estados Unidos se acerca al 10%. Universidad Autónoma de Colombia HIGINIO PÉREZ NEGRETE 8 rentabilidad de corto plazo (especulación) en economías latinoamericanas. Krugman, por el contrario, está convencido de que la devaluación del dólar es y seguirá siendo altamente beneficiosa para la economía de Estados Unidos.3 En síntesis, tanto Stiglitz como Krugman se han salido de la ortodoxia keynesiana y, de esta manera, señalan el camino que debe seguir la teoría económica; esto es, buscar nuevos elementos de aporte en el análisis. No hay duda de que las discrepancias entre estos dos premios Nobel de economía constituyen materia importante para las discusiones académicas. La revista Economía y Desarrollo está dispuesta a abrir un espacio para estos debates, por ello esperamos que este editorial constituya un primer paso en tal sentido. Además, en el presente número de la Revista, el lector puede encontrar análisis que constituyen elementos de debate teórico de gran importancia. Bibliografía Krugman, P. (16 de noviembre de 2010a). “En la Reserva Federal, la cumbre es solitaria”. En: La República. Krugman, P. (28 de Noviembre de 2010b). “El eje de la depresión”. En: El Espectador. Stiglitz, J. (2010b). Caída libre. Editorial Taurus. Stiglitz, J. (10 de octubre de 2010a). “La pertinencia de la Reserva Federal”. En: El Espectador. 3 Para corroborar esta discrepancia basta leer los últimos artículos de Stiglitz y Krugman. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2, SEPTIEMBRE 2010 ¿Rentabilidad y objetivos sociales son finalidades reconciliables? A propósito de los aportes teóricos y empíricos de Yunus FREDDY CANTE1 “…hay otros que, sin decirlo explícitamente, consideran que lo que tenemos que hacer es aceptar los bajísimos ingresos de millones de colombianos y crear para ellos una legalidad especial. Como serán siempre pobres, además de muchos subsidios, debemos diseñar para ellos microcréditos, microseguros, micropensiones y otros microservicios. Sería algo así como confirmarlos con un estatus de microciudadanos o micropersonas. Por simplicidad, este será el enfoque asistencialista…” Santiago Montenegro, “Un país de dos sociedades”, El Espectador, Mayo 23 de 2010 Resumen Unos mercados libres, esto es, una libertad económica sin restricciones –a eso apunta la evidencia disponible–+, más que remedios para solucionar problemas sociales, son en gran parte impedimentos para resolverlos; y podrían exacerbar la pobreza, la enfermedad, la corrupción, la contaminación, el crimen y la desigualdad. Los mercados, desde los ámbitos locales hasta los globales son ‘juegos de suma cero’, donde unos ganan y otros pierden. Experimentos como las microfinanzas y los negocios con objetivos sociales son débiles formas de poder social, pues están inmersos dentro de la lógica de la economía de mercado capitalista. Palabras clave: Microfinanzas, comportamiento de las firmas, altruismo. 1 Doctor en Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia. Profesor de la Facultad de Ciencia Política y de Gobierno de la Universidad del Rosario. Investigador del Centro de Estudios Políticos y de Relaciones Internacionales de la misma universidad. Este artículo es fruto madurado de una investigación que había comenzado en ISES, en 2007. Universidad Autónoma de Colombia 10 FREDDY CANTE Abstract Free markets or economic freedoms without restrictions --according to available evidence- are more obstacles that remedies in order to solve problems like poverty, illness, corruption, contamination, crime and inequality. Local, regional and global markets are ‘zero sum games’: the gain to some individuals cause the loss other beings. Experiments like microfinance and business with social objectives are weak forms of social power because they are inside the logic of a capitalist market economy. Key words: Microfinance, Firm Behavior, Altruism. JEL: G21, D21, D64. 1. Introducción Yunus (2003, 2007a y 2007b) discute algunas limitaciones de sistemas tradicionales que presumiblemente fomentan el desarrollo económico, asimismo hace énfasis en que no existe una única solución para los problemas sociales existentes. Muestra que aunque los gobiernos ayudan parcialmente a aliviar las inclemencias del mercado, presentan algunas fallas (como el de estar sesgados a favor de los intereses de unos grupos privilegiados). Observa que los donantes (organizaciones sin ánimo de lucro, no gubernamentales, caritativas, benevolentes, filantrópicas, etc.) presentan importantes limitaciones porque las donaciones son: insuficientes (algunas veces miserables), se hacen a ciegas (sin interactuar con los beneficiarios), se enfocan a las calamidades más publicitadas y están sujetas a fatiga y capricho. Advierte que las entidades multilaterales (las élites del desarrollo como el Banco Mundial) suponen que la pobreza se puede acabar mediante el crecimiento económico, aunque se evidencia que este puede ocurrir sin beneficiar a los pobres o, peor aún, a expensas de estos. Insiste también en que los tecnócratas de tal entidad (y de otros organismos similares) piensan que los pobres son brutos e incapaces de generar empresa; y los abruman con decenas de cursos y manuales (por lo demás hechos desde oficinas y distantes del contexto particular de los destinatarios). El capitalismo es una estructura a medio desarrollar –insiste Yunus–. La corriente principal de la teoría económica está plagada de teóricos que pregonan el ánimo de lucro como la cura para todos los males, y que simplistamente suponen que las calamidades artificiales del mundo se limitan a las “fallas del mercado”. Pero este autor advierte una grave falla de tales teóricos en materia de conceptos: los economistas no han captado la esencia de lo humano. La mencionada teoría convencional ha supuesto que el empresario se reduce a un ser unidimensional con la única misión de maximizar una tasa de ganancia, e ignora que también es una persona que profesa creencias religiosas, ideologías, políticas y que tiene emociones positivas y relaciones sociales. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES? 11 Afirma Yunus que algunos de los grandes empresarios del mundo, en respuesta a las fallas del mercado, -y presionados por movimientos populares y medios de información honestos-, han propendido por un capitalismo supuestamente menos perjudicial. Observa que aún lejos de abandonar sus ansias de lucro, han creado un movimiento denominado Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Unas corporaciones profesan una responsabilidad débil, y tienen el credo: no perjudique a la gente o al planeta (a menos que esto signifique sacrificar su tasa de ganancia), de tal manera que no evitan la venta de productos defectuosos, la contaminación y el soborno a funcionarios gubernamentales. Otras profesan una responsabilidad algo más fuerte y dicen: haga el bien a la gente y al planeta (hasta el punto en que no sacrifique la tasa de ganancia), y parcialmente se comprometen a fabricar productos y prácticas ecológicos, educación y salud para sus empleados y apoyo de iniciativas por la transparencia; en ambas respuestas se privilegia el lucro monetario. La primera respuesta empresarial es la persistencia en causar daños sociales y ambientales; la segunda apenas se reduce a generar impactos sociales y ecológicos a escalas muy limitadas (Yunus, 2007a). No obstante, Yunus mismo está envuelto en una situación de suma ambivalencia. Si insiste en que las empresas deben ser sostenibles (rentables) y renuncia a una economía de las donaciones, entonces los beneficios sociales y ecológicos que puedan generar los negocios por él propuestos, siempre serán entendibles como costes o gastos que no deben ser superiores a la tasa de ganancia. Un autor mucho más crítico como K. Boulding (1973, 1993 y 1999) no optaría por buscar escalas más grandes de “generosidad”, cautivos dentro de la lógica del poder de intercambio, más bien sugeriría una emancipación, un cambio de dimensión, hacia mayores poderes de integración y economías de las donaciones. Para hacer del capitalismo una estructura completamente desarrollada, -Yunus enfatiza- se requiere un nuevo concepto de negocios que reconozca la naturaleza multidimensional del ser humano. Los negocios sociales, a diferencia de los lucrativos, no están limitados a maximizar una tasa de ganancia para unos particulares, sino más allá, a perseguir un conjunto de finalidades sociales específicas, esto es, a resolver problemáticas sociales y ambientales. A esto le denomina el principio del beneficio social. A diferencia de diversas fundaciones de filántropos y donantes, los negocios sociales son sostenibles en términos de rentabilidad económica, es decir, sus beneficios económicos deben ser mayores a sus costes y, aún es deseable, que maximicen una tasa de ganancia. Esto significa no sólo que son productivos y generan valor agregado sino que, además, cobran un precio por los bienes y/o servicios que venden. Y más allá de ser negocios autosostenibles deben, -al igual que la empresa capitalista-, expandirse y crecer. Estos negocios no trabajan a pérdida, pero tampoco son máquinas de acumular capital; y los excedentes generados se redistribuyen públicamente a través de sus finalidades sociales, entre estas se destaca la atención a focos de beneficiarios en forma de: bajos precios (y gran calidad), mejor servicio y gran accesibilidad. Yunus da cuatro ejemplos de negocio social: 1) Una empresa que Universidad Autónoma de Colombia 12 FREDDY CANTE fabrica productos infantiles de alta calidad y a muy bajo precio, para venderlos a familias pobres; 2) Una empresa que presta servicios de salud, con medicina de alta calidad, para gente pobre; 3) Un negocio dedicado al desarrollo de sistemas de energía renovable, que vende sus servicios a comunidades rurales que de otra manera no tendrían acceso a tal recurso; 4) Un negocio dedicado al reciclaje que, con su actividad, impide que vecindarios de gente pobre sufran la contaminación. Yunus (2007a) advierte que los negocios sociales son similares a las empresas lucrativas, también en el sentido de que compiten en los mercados y buscan maximizar el número de consumidores o usuarios, mejorar la tecnología, conquistar nuevos clientes gracias a sus servicios sociales y generar otras innovaciones. En perspectiva existen, según el mencionado autor, dos tipos de negocios sociales, a saber: I. Compañías que están enfocadas a generar un beneficio social y, por tanto, buscan soluciones factibles (reducción de la pobreza, salud de calidad para gente pobre, logros en justicia social, logros en sostenibilidad ambiental global, etc.); II. Negocios lucrativos pero que son propiedad de gente pobre o en situación desaventajada, destacando que las ganancias se reparten colectivamente. Los negocios sociales, según Yunus, son un subconjunto de las denominadas empresas sociales. Su concepto de empresa social se puede interpretar en un sentido amplio; incluye iniciativas que podrían estar intensamente orientadas al mercado (con alto poder de intercambio para usar el lenguaje de Boulding), hasta las más propensas a las donaciones (con altas dosis de poder integrador siguiendo a Boulding) y que, por tanto, abarcan un amplio espectro desde lo lucrativo hasta lo no lucrativo. Yunus subraya la importancia del movimiento global en torno al empresariado social liderado por organizaciones como Ashoka Foundation. Existe, según Yunus, alguna similitud y gran complementariedad entre negocios sociales y cooperativismo. Uno de los pioneros del cooperativismo fue Robert Owen (1771-1858), quien lideró una organización con trabajadores que buscaban evitar la explotación de que eran víctimas. El movimiento cooperativista se funda en el concepto de que pueden existir negocios que sean propiedad de los consumidores, los cuales beneficien a estos y no a los mercaderes. Pueden existir cooperativas en las cuales productores y consumidores se alíen para evitar la explotación de intermediarios, patrones explotadores y especuladores. No obstante, pueden existir cooperativas excluyentes o lucrativas, dado que su concepto no está inherentemente orientado para ayudar a los pobres o generar algún beneficio social específico. El concepto de negocio social es algo ambiguo, es un híbrido entre lo lucrativo y lo no lucrativo, una zona gris entre negocios lucrativos y empresas con finalidades sociales. Los negocios sociales pueden ser muy intensivos en generar lucro o más intensivos en producir beneficios sociales, lo importante en la perspectiva de Yunus Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES? 13 es mantener cierto equilibrio (sostenibilidad) para no sesgarse en ninguno de los dos extremos. Hay tantas combinaciones cuantas la imaginación permita. Otros enfoques similares sobre microfinanzas y negocios con objetivos sociales se pueden encontrar en los textos de autores como Bruni y Zamagni (2007), Camino y Lara (2007) y Ciravegna (2007). 2. ¿Es significativo el aporte de Yunus? 2.1. Un enfoque propositivo aún a escala muy micro La pobreza condena, a quienes la padecen, a vivir en situaciones de extrema dificultad e infelicidad. Los pobres tienen , o apenas si alcanzan a tener, algún insignificante control sobre su propio futuro, y al carecer de las más elementales libertades sufren una grave carencia de derechos humanos. Yunus advierte que hay frecuentes protestas globales cuando en algunos países se violan las libertades religiosas o de expresión, pero impera una gran indiferencia frente a las vidas perdidas de más de la mitad de la población mundial que hoy son víctimas de la pobreza extrema. Otros autores también preocupados por la pobreza y el hambre en el mundo, argumentarían que la lucha contra estos flagelos depende de ampliar ciertas libertades civiles y políticas. Por ejemplo, Sen (2000) ha mostrado que las libertades son requisitos y resultados del desarrollo: si las personas gozan de algunas libertades como las de expresión, prensa y organización, entonces pueden generar acciones colectivas encaminadas a mejorar su situación (salir de la pobreza); y una mejora en sus condiciones de vida se debería traducir en más libertades (para no quedar atrapadas en situaciones donde no pueden elegir). Un mundo con pobreza es más inseguro -sostiene Yunus (2007a, 2007b)-. Tal anomalía constituye una amenaza más seria que el terrorismo, el fundamentalismo religioso, el odio étnico y las rivalidades políticas. Este mal crea refugiados económicos y carne de cañón que fácilmente puede ser reclutada para diversas clases de grupos violentos. Además la pobreza alienta conflictos extremos entre grupos, o naciones, por el acceso a bienes cada vez más escasos en algunas zonas como: agua, tierra cultivable, ofertas de energía y algunas mercancías. Según Yunus, los economistas del Banco Mundial han sugerido medidas muy simples y generales para estimar la pobreza. Para empezar reducen la pobreza a un problema que se puede medir tan sólo en términos de poder adquisitivo monetario; por tanto suponen que las personas en situación de miseria tienen ingresos que van desde unos centavos hasta menos de un dólar al día, en tanto que los pobres devengan entre un dólar y menos de dos dólares diarios. Yunus ha sugerido otra métrica, y no se limita a medir la pobreza, sino más bien a buscar algunas soluciones prácticas para superar tal flagelo. Afirma que la pobreza es variable, dependiendo del contexto, y exige examinar variaciones en materia de situación económica, hábitos culturales Universidad Autónoma de Colombia 14 FREDDY CANTE y condiciones de vida. Para sus programas de microcrédito ha hecho énfasis en diez características de las condiciones de vida que permitirían sacar a la gente de la pobreza, estas suponen que una persona y su familia tengan acceso a: 1) Una modesta vivienda avaluada en 370 dólares, y la posibilidad de no dormir directamente sobre el suelo (tener una cama o colchonetas); 2) Agua potable para beber (lo que supone procesos de filtración y purificación), al igual que agua limpia para bañarse y para lavar; 3) Que los niños en edad escolar ingresen a la escuela y terminen su educación primaria; 4) Que si contraen una deuda dispongan de al menos 3 dólares semanales para efectos de ir pagando lo que deben; 5) Una letrina o sanitario higiénicos; 6) Suficientes prendas de vestir, adecuadas para los cambios de clima. Mosquiteros; 7) Fuentes adicionales de ingreso, como granjas caseras; 8) La persona debe tener al menos 75 dólares anuales destinados al ahorro; 9) Una capacidad para ingerir al menos tres comidas diarias, durante todo el año; y 10) Una conciencia sobre la salud, además de la posibilidad de acceder y comprar medicinas y tratamientos en caso de enfermedad. Esta propuesta de Yunus permite generar políticas contra la pobreza que sirvan para atacar focos específicos y mantener una claridad en las metas. No obstante, hay que insistir en que, pese a los importantes detalles, este decálogo de Yunus resulta muy limitado pues no contempla otra información sustantiva relacionada con aspectos más macro y globales del medio ambiente como cambio climático, crisis financiera internacional, competencia desigual, intervención estatal, etc. 2.2. ¿Es el banco para los pobres una revolución financiera? En el mundo actual hay unos cuantos cientos de millones de privilegiados, quienes gozan de acceso a todos los recursos planetarios, mientras que billones de pobres luchan por sobrevivir. Billones de personas aparecen excluidos del mercado –de hecho, Yunus ha sostenido que el capitalismo está a medio desarrollar, y los negocios sociales permitirían hacer empresarios a los pobres que hoy están excluidos de los mercados-. La distribución global del ingreso confirma la existencia de la exclusión: un 94% del ingreso lo acapara un 40% de la población mundial, mientras que el 6% restante es para el 60% de los habitantes que no son ricos. Yunus (2007a, p. 208) cita cifras de una investigación hecha en la Universidad de las Naciones Unidas; destaca los siguientes datos: en el año 2000 el 1% más rico de la población mundial posee el 40% de las acciones mundiales y el 10% más rico alcanza a poseer el 85% de los activos del mundo; la mitad más pobre escasamente posee el 1% de los activos; cinco países (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia y el Reino Unido) absorben el 45% del ingreso, aunque su población es 13% de la mundial; tres gigantes subdesarrollados (India, China e Indonesia) tienen el 42% de la población mundial y solo el 9% del ingreso planetario; los 50 millones de personas más ricas en la tierra reciben un ingreso equivalente al que perciben tres billones de personas pobres. En el año 2000 todas las naciones del globo se reunieron en las oficinas de las Naciones Unidas en Nueva York y se comprometieron con ocho metas del milenio en Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES? 15 un plazo de 15 años, en particular con una reducción de un 50% de la pobreza mundial. En relación con tales metas, Yunus hace énfasis en que en las creencias y deseos de las personas se debe posicionar la idea de que la pobreza es inaceptable e incompatible con la civilización. Si hay suficiente consenso y la lucha contra la pobreza es un sueño colectivo, entonces, posiblemente, el mundo no tendrá pobreza en el año 2050, y esta será un recuerdo instalado en los museos. La solución de Yunus (2003, 2007a, 2007b) a la problemática de la pobreza evidentemente simplista y en apariencia revolucionaria- radica en crear un sistema financiero no convencional, es decir, no exclusivamente centrado en el lucro, que sea hecho a la medida de las necesidades y expectativas de los pobres que hasta ahora han estado excluidos de la banca convencional. Por cierto, es algo escéptico sobre las virtudes de la caridad (o donaciones) por tres razones, a saber: los beneficiarios de obras caritativas se vuelven buscadores de favores y dejan de ser demandantes de derechos que son merecidos; como resultado de esto pierden su voz y dejan de hacer demandas en pro de la transparencia y de la rendición de cuentas; y dado el carácter unilateral y asimétrico de la caridad se vuelven población vulnerable a la explotación y manipulación con la que tanto seducen los patrones clientelistas y los líderes populistas. La esencia del desarrollo radica en lograr un mundo que permita mejorar las condiciones de la mitad de la población mundial más pobre. Pero esto no se define como una canasta de bienes de consumo más grande, más allá exige que los individuos puedan explorar todo su potencial de creatividad sobre la base de un ambiente adecuado. Para Yunus es algo tan elemental como un crédito muy barato. Yunus, fiel a su experiencia de trabajo en zonas de pobreza extrema, sostiene que los pobres entre los pobres requieren apenas ínfimos montos de dinero para superar su situación. Su hazaña financiera se remonta a mediados de los años setenta, cuando liberó a 42 personas muy pobres de Bangladesh de las garras de agiotistas locales, para prestarles de su bolsillo unos 27 dólares sin intereses y sin trámites burocráticos, y obviamente sin coerción alguna. De ahí en adelante ha promovido un nuevo concepto de banco para que los pobres accedan a capital financiero, sin fiadores, sin historia crediticia y sin instrumentos jurídicos. Hoy el Grameen Bank o “banco de la aldea” se ha expandido, a tal punto que otorga préstamos a 7 millones de personas, 97% de las cuales son mujeres, en 78.000 aldeas de Bangladesh. Los préstamos efectuados desde su apertura representan 6 billones de dólares y la tasa de pago es del 98.6%. Es un negocio autosostenible y no depende de donaciones desde 1995. Los depósitos y otros recursos financieros constituyen el 156% de los préstamos concedidos. Se estima que el 64% de los prestatarios de este banco han dejado atrás la pobreza. Hoy el 80% de las familias pobres de Bangladesh han sido beneficiadas por programas de microcrédito. Para el 2012 se espera que todas las familias pobres accedan al microcrédito. En 1997 hubo un encuentro mundial de organizaciones que trabajan el microcrédito (unos 3.000 delegados de 137 países), quienes acordaron beneficiar a los 100 millones de familias más pobres con el microcrédito y otros servicios financieros, para el año 2005. Esto fue una meta ambiciosa, pues hoy Universidad Autónoma de Colombia 16 FREDDY CANTE existen 7.6 millones de familias beneficiadas, de las cuales 5 millones viven en Bangladesh. El Banco Grameen ofrece 4 tipos de créditos a 4 tasas de interés diferentes, todas sujetas a un interés simple (no el interés compuesto que impone la banca tradicional), y se evita que la persona termine pagando en intereses el doble de lo que le prestaron (aunque tarde 20 años o más en pagar la deuda). Los productos crediticios son: préstamo para generación de ingresos a una tasa del 20%, préstamo para vivienda al 8% de interés, crédito para educación (a un 0% durante el proceso de formación y luego a un 5% cuando la gente se gradúe), y préstamos libres de interés para los mendigos. Posiblemente el éxito del Grameen Bank radica en el concepto de crédito colectivo: los prestatarios no actúan solos, están asociados a un grupo de al menos 5 amistades, con las cuales tienen profundos y polifacéticos vínculos sociales, esto equivale a un capital social muy intensivo. Aunque cada prestatario debe responder por su propia deuda, el grupo de amistades funciona como una pequeña red de apoyo, soporte psicológico (o presión social positiva) y a veces asistencia práctica a los individuos más novatos. Esto es compatible con la acción colectiva exitosa a pequeña escala, gracias a la presión comunitaria (pueblo chiquito, infierno grande) y a la existencia de preferencias sociales. De hecho esta experiencia aparece referenciada en el reciente trabajo de Gintis et ál (2006), y también se discuten casos similares en los aportes de Camerer (2003) y de Fehr y Fischbacher (2002). Además del mencionado capital social existe una agenda social de compromisos (deberes) que son imperativos para todos los clientes de la entidad, y han evolucionado gracias a una sabiduría popular que ha madurado con el tiempo. Se destaca que los cuatro principios del Banco Grameen son: disciplina, unidad, coraje y trabajo duro. Además, los beneficiarios de tal banco deben: llevar prosperidad a la familia; no vivir en casas derruidas, repararlas o fabricar unas nuevas; cultivar vegetales a lo largo del año, consumirlos en abundancia y vender el excedente; durante las estaciones de siembra se deben plantar suficientes árboles; minimizar el tamaño de las familias, reducir los gastos y mejorar la calidad de la salud; educar a los niños y asegurarse de que más adelante puedan devengar ingresos para continuar estudios superiores; mantener a los niños en un ambiente limpio; construir y usar letrinas higiénicas; hervir o purificar el agua antes de consumirla; evitar el matrimonio de infantes o preadolescentes; no infligir directa o indirectamente injusticias a nadie; hacer grandes inversiones en colectivo. Estar siempre listos para ayudar a otra gente; restaurar la disciplina cuando sea necesario; y tomar parte colectivamente en todas las actividades sociales. 2.3. Sobre los negocios sociales y algunos retos globales Yunus no desconoce las posibilidades de fortalecimiento de las corporaciones globales y el efecto Mateo (a quien tiene se le dará más), los cuales pueden generar Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES? 17 las nuevas tecnologías que han revolucionado el mundo de la información. Sin embargo insiste en que tales tecnologías informáticas están creando nuevos tipos de relaciones entre la gente. La gente pobre puede sacar provecho de este avance tecnológico si generan acciones colectivas ágiles y enérgicas en pro de sus derechos. Si los pobres tienen éxito entonces se verán beneficiados por la eliminación de ciertas barreras gracias a la eliminación de distancias espaciales y temporales que provienen del manejo electrónico de la información. Las nuevas tecnologías de la información podrían ayudar a que los pobres se integren en el proceso de globalización mediante el comercio, vía correo electrónico. Esta tecnología, por lo mismo, ayudaría a eliminar los intermediarios y especuladores, a propiciar contactos directos entre productores y consumidores. Estas tecnologías también ayudarían para que se democratice la información (los pobres tendrían acceso a educación y asesoría técnica, incluso a educación a distancia que podría provenir de las mejores universidades del mundo), y a generar relaciones más multidimensionales y globales. Estos avances también serían importantes en el avance mismo de la democracia (al eliminar intermediarios y farsantes políticos), y al amplificar a voz de la gente pobre (reduce los costes de tiempo, energía y dinero para poder ejercer libertades de expresión y de asociación). Puesto en breve: Yunus afirma que la tecnología en mención podría dar voz a quienes han estado acallados, ojos a los que han estado ciegos y oídos a los que han sufrido sordera. Yunus hace un llamado para que las organizaciones que en el mundo combaten la pobreza incursionen en la industria informática para derribar barreras simbólicas, esto es, crear paquetes de software, programas de tutoría y de atención a gente pobre, iletrada y que sólo habla (y a veces escribe) en su idioma natal. Aunque ciertos consensos como cierta consciencia mundial sobre el calentamiento global son genuinos, la gente no suele preocuparse por todo el planeta. Sostiene Yunus que las respuestas del común de la gente son personales e inmediatas, están centradas en las amenazas a la propiedad y al ingreso -más que a la vida misma-, y son más sensibles a los cambios ambientales que les afectan sus intereses más próximos. No obstante, los complejos problemas relacionados con el cambio climático requieren una acción unificada de todos los pueblos del mundo, si no hay una pronta iniciativa para actuar, entonces todos los esfuerzos para mejorar la vida de la gente pobre se verán malogrados. Los países ricos son los que más contribuyen al calentamiento global. Entre más grande sea la economía mundial mayor será la amenaza ambiental al planeta y al futuro de las distintas especies. Las poderosas economías de Europa y Norteamérica continúan usando los recursos naturales a una tasa que excede sobradamente la población que representan. Esto es, entre más elevado sea el nivel de ingreso de un país más alta será su contribución para el incremento de los riesgos ambientales del mundo. La lógica del capitalismo (y, por lo mismo, la de los tradicionales negocios exclusivamente lucrativos), es la del crecimiento no controlado, que genera la Universidad Autónoma de Colombia 18 FREDDY CANTE insomne y desquiciada competencia por acumular placeres o ganancias aquí y ahora. La tasa de preferencia por el presente es demasiado elevada, los consumidores buscan las máximas cuotas de derroche y los inversionistas las más astronómicas ganancias. Yunus piensa que ya es hora de limitar la libertad de las naciones para consumir y desperdiciar los recursos naturales, y buscar que restrinjan su propio consumo de manera voluntaria. Si esto es inadecuado sería preciso recurrir a la imposición. Por cierto, afirma que los negocios sociales ayudarían a producir y promocionar bienes y servicios que atiendan a usos de energías más limpias. También a la generación de consumidores que valoren lo que en realidad necesitan y lo que sea menos perjudicial para el medio ambiente. 2.4. Un poder social a pequeña escala El economista J. K. Boulding (1993), sugirió la existencia de tres tipos de poder relacionados con las acciones humanas de integración, de intercambio y de destrucción. El poder integrativo tiende hacia el amor que permite constituir familias, comunidades y otras relaciones sociales, gracias a que distintos grupos pueden tener profundas convergencias en materia de valores, visiones del mundo, ideologías o metapreferencias. El poder de intercambio (el mercado y diversas formas de negociación) que permite asignar un precio a diversos bienes y servicios (incluyendo ciertos comportamientos humanos), y que por lo general está encaminado a la obtención de una ganancia. Y, finalmente, el poder amenazador (que podría surgir en ciertas situaciones de conflicto potencial o real, y puede a veces llegar a ser destructivo). El poder destructivo o amenazador está asociado con el poderío político-militar. El productivo se relaciona directamente en el poder económico para producir e intercambiar. Y el integrativo está basado en el poder del amor y otras motivaciones similares que sirven para fundar y cohesionar relaciones sociales. Estos tipos de poder también son conocidos como poder político-militar, poder económico y poder social. Pese a los avances teóricos y a la evidencia empírica sobre la existencia de preferencias sociales y negocios con objetivos sociales, nuestro mundo todavía está gobernado predominantemente por los poderes de intercambio y aun de destrucción. Las preferencias sociales y ciertas preferencias de segundo orden (o metapreferencias) que tienden hacia el altruismo o a la reciprocidad, podrían ser apenas el germen de un poder social que, posiblemente, podría ser dominante en un futuro. Los negocios con objetivos sociales permiten escasamente la propagación de dosis diminutas de poder social y están aún cautivos en la lógica del poder de intercambio de tipo capitalista. 2.5. Preferencias sociales a pequeña escala Las preferencias sociales, en particular las de reciprocidad, tienen un alcance circunscrito a las relaciones locales (comunitarias). Las comunidades propician la Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES? 19 cooperación debido a que: se pueden caracterizar como grupos pequeños (con relaciones cara a cara que permiten fácilmente detectar a los colinchados). Además, porque sus integrantes comparten un conjunto común de valores y creencias, tienen unas relaciones sociales directas y multifacéticas, están fuertemente regulados por la reciprocidad y tienen unas similares oportunidades económicas y políticas. En muchos contextos las comunidades que emprenden negocios sociales pueden ser superiores a los mercados, a las empresas lucrativas y a los Estados por: manejar información específica que la gente ajena a la comunidad no puede conocer; y por propiciar una participación de sus integrantes en las ganancias (y también en las pérdidas). No obstante, el rostro oscuro de las comunidades es que tienden a generar ciertas barreras a la entrada y, por lo mismo, restringen los beneficios y el alcance de las preferencias sociales tan sólo a sus integrantes. 2.6. Negocios sociales a pequeña escala Surgen enormes dudas sobre cuan amplia puede ser la bondad de los negocios sociales propuestos por Yunus. Al estar insertos en mercados y operar con búsqueda de lucro, sus objetivos sociales pueden estar restringidos hacia el interior del negocio y, hacia fuera, mantienen la encarnizada competencia con el resto de firmas. Aún si se trata de negocios que generan intensamente unos beneficios para determinados grupos sociales, al transar en el mercado y, por tanto, comprar y vender bienes y/o servicios a otras empresas capitalistas, terminarán beneficiando a negocios típicamente lucrativos. Además, al operar con la lógica de los negocios lucrativos, las diversas tentativas de beneficio social inevitablemente serán administradas como costes que, para no quebrar a las empresas propuestas por personas como Yunus, deben dejar un margen de ganancia. Yunus, gracias a su experiencia de al menos cuatro décadas de trabajo con gente pobre, ha encontrado que los pobres no pueden retener excedentes de su labor productiva y, por tanto no pueden ahorrar o invertir, puesto que no tienen control sobre el capital. Este autor supone que los pobres tienen cierto capital humano (habilidades) y cierta capacidad empresarial, simplemente requieren un crédito barato que les solucione su escasez de capital financiero. Pero sintomáticamente se limita a entornos muy locales. Comparada su propuesta de negocios sociales con análisis más amplios como el de Sachs (2007), el planteamiento de Yunus resulta muy estrecho. El profesor Sachs ha hecho énfasis en que existe una trampa de la pobreza, además los pobres carecen de diversos tipos de capital, a saber: empresarial (mejores habilidades administrativas y más líderes empresariales); humano (mejores condiciones de nutrición, afecto, salud y educación que les permitan potenciar sus diversas formas de inteligencia); intelectual (una elite de intelectuales geniales y comprometidos con la gente pobre); natural (unos recursos naturales y un clima aptos para vivir y generar diversas formas de energía); capital social (más conexiones en lo estrictamente local, en lo regional y en lo mundial); capital colectivo (obras de infraestructura que se traduzcan en incremento de la conectividad física, informática, telefónica, etc.); capital institucional (unos valores y unas estructuras de poder que favorezcan relaciones sociales Universidad Autónoma de Colombia 20 FREDDY CANTE democráticas). Mientras Yunus queda anclado en soluciones de tipo microeconómico (tendientes a mejorar los ingresos de algunos cientos o miles de las familias pobres), el enfoque macroeconómico de Sachs apunta a crear ambientes económicos y políticos. También exige procesos de acción colectiva para superar la pobreza (que al menos en su expresión de miseria afecta a un billón de personas). Mundialmente publicitados y difundidos negocios sociales como el Banco Grameen, apenas si ayudan a que la gente más pobre tenga alguna mínima capacidad de gasto, y, parafraseando a Kalecki (1977), amplían el conjunto de asalariados o rebuscadores que “gastan lo que ganan” y deja intacta la colosal rentabilidad de quienes “ganan lo que gastan”. 3. Conclusión: una hormiga durmiendo con un elefante enemigo Los negocios sociales como los estilados por Yunus son un conjunto de relaciones sociales que pese a lo intensivas en reciprocidad, son apenas un enano que conviven con un gigante: el capitalismo, que aún conserva sus colosales poderes de explotación, destrucción y competencia. Acertadamente autores como Kalecki (1977) y Sraffa (1960) (quienes recogen el legado de los economistas clásicos como Smith, Ricardo y en especial Marx), han hecho énfasis en que los salarios se originan en la producción del trabajador y las ganancias en la posesión del capital. En particular Sraffa ha mostrado que el capital no es un factor de producción diferente a los aportes productivos intelectuales o materiales de los trabajadores y, además, que se origina en trabajo pretérito. Han hecho énfasis Kalecki y Sraffa que detrás de los salarios y las ganancias hay clases o sectores, a veces antagónicos de la sociedad, que protagonizan pugnas distributivas. Esto significa que hay una especie de juego de suma cero (aquel en donde unos ganan lo que los otros pierden), entre los asalariados que “gastan lo que ganan” y los capitalistas que “ganan lo que gastan”. Para tener una visión más completa de los típicos negocios lucrativos y de los llamados negocios con objetivos sociales, resulta importante entender que la ganancia puede ser entendida como lucro puro (ingreso no proveniente del trabajo) y que, no obstante, existen formas de trabajo (empresarial) distintas al esfuerzo físico, como las labores intelectuales, administrativas y creativas. A esto se adiciona la enorme responsabilidad de los empresarios, quienes apuestan su capital en situaciones de riesgo e incertidumbre que les podrían llevar al infierno (la quiebra) o al paraíso (astronómicas ganancias). Y existen otras labores no despreciables de los empresarios como son: contactos, liderazgo, capacidad de organización, de planificación y de administración -tareas complejas y costosas que pueden correr por cuenta de empresarios o gobernantes. (Ver Cuevas, 2008)-. A lo anterior se agrega que el poder de intercambio está fuertemente relacionado con el de destrucción, y que emprender un negocio es tan riesgoso y puede ser tan costoso Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ¿RENTABILIDAD Y OBJETIVOS SOCIALES SON FINALIDADES RECONCILIABLES? 21 como implementar una guerra. Schumpeter (1950) ha hecho énfasis en que uno de los atributos del capitalismo es el de la destrucción creativa, la cual deja millares de negocios quebrados e iniciativas empresariales desechadas, a cambio de: introducción de nuevos bienes y calidades, nuevos métodos de producción o comercialización, apertura de nuevos mercados, nuevas fuentes de insumos, creación de nuevas formas de organización, etc. Autores como Dahl (2002) han mostrado la importancia de introducir la democracia en las empresas. El problema no es solamente el lucro, sino el autoritarismo que se ejerce en la gran empresa moderna. Es importante trabajar en torno a tendencias como la no militarización, la no maquinización, la existencia de ocio, unas relaciones empresariales menos despersonalizadas, para así poner freno a las grandes corporaciones que se comportan como Estados autoritarios. Esto exige reducir grandes asimetrías entre los managers o controladores y los insignificantes y desinformados obreros; pero también, y muy importante, no conformarse con la ya cuestionada democratización de la propiedad accionaria y avanzar hacia el control social a quienes gobiernan y administran las empresas. Bibliografía Boulding, K. (1976). La economía del amor y el temor: una introducción a la economía de las donaciones. Madrid: Alianza editorial. Boulding, K. (1993). Las tres caras del poder. Barcelona: editorial Paidós. Boulding, K. (1999). “Nonviolence and Power in the Twentieth Century”. In Zunes, S. (et al) Nonviolent Social Movements a Geographical Perspective. Blackwell Publishing, Australia. Bruni, L. y Zamagni, S. (2007). Economía civil: eficiencia, equidad, felicidad pública. Buenos Aires: Prometeo libros, y Bononiae Libris. Camerer, C. (2003). Behavioural Game Theory: Experiments in Strategic Interaction. New York: Rusell Sage Foundation & Princeton University Press. 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Bogotá: Universidad del Rosario. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2, SEPTIEMBRE 2010 La contrarrevolución capitalista chilena. La constitución económica de la sociedad neoliberal JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON1 Resumen El presente artículo analiza la constitución económica de la sociedad neoliberal en Chile. Para tal efecto, se revisa la situación macroeconómica del capitalismo nacional previo a la experiencia socialista de la Unidad Popular, en la que esta presentaba una profunda crisis de stangflación, de legitimación y dominación. El intento de superar dicha crisis a través de la acción de una política económica socialista, fue respondido por el capital con un violento golpe de Estado que abortó la experiencia socialista; instalándose así un régimen dictatorial que impuso un nuevo patrón de acumulación capitalista, el neoliberal. Este nuevo patrón se ha constituido en la base material de la actual sociedad chilena. En el presente artículo se explica cómo y c u á l e s fueron los vaivenes y derroteros de la contrarrevolución capitalista chilena, entre 1973-1990. Palabras clave: Acumulación capitalista, crisis de stangflación, reestructuración capitalista, neoliberalismo. 1 Dr. en Ciencia Política e Historiador. Director académico del programa de Doctorado en Procesos Sociales y Políticos en América Latina y docente e investigador titular en la Universidad Autónoma de Artes y Ciencias Sociales, UARCIS, Chile. [email protected] , [email protected] Universidad Autónoma de Colombia 24 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON Abstract This article analyzes the economic constitution of the neoliberal society in Chile. To this end, we review the macroeconomic situation of national capitalism before the socialist experience of the Unidad Popular; this had a profound stangflación crisis of legitimacy and dominance. The attempt to overcome it through the action of a socialist economic policy, was answered by the capital with a violent coup that abortion socialist experience. Installing a dictatorship that imposed a new pattern of capitalist accumulation, neoliberal. This new standard has become the material basis of the current Chilean society. In this article explains how and what were the ups and downs and paths of capitalist counterrevolution Chile between 1973-1990. Key words: capital accumulation, Stangflación Crisis, capitalist restructuring, neoliberalism. Presentación Es un lugar común sostener que Chile vivió durante la segunda mitad de la década de los años setenta una transformación radical en sus estructuras políticas, económicas y sociales. Proceso que ha sido descrito por algunos analistas como una «verdadera revolución capitalista». Ésta consistió, fundamentalmente, en la modificación del régimen de acumulación de carácter industrial-productivo a uno mercantil-financiero.2 En ese sentido, Chile, fue el primer país latinoamericano en iniciar tempranamente la transición a un Nuevo Modelo Económico en la región latinoamericana. (Bulmer-Thomas, 1997).Una de las principales características de esa transición económica fue el hecho de que estuvo conducida políticamente por una dictadura militar de nuevo tipo, lo cual permitió -en opinión de Bárbara Stallingsimponer los sacrificios requeridos a la sociedad para lograr la reestructuración capitalista o el ajuste estructural deseado (Williamson, 1991). A diferencia del resto de los países de la región, la re-estructuración capitalista o el ajuste estructural se llevó a cabo en Chile como una reacción política, económica y social en contra de la experiencia socialista democrática del Gobierno de Salvador Allende. Por esa razón, la reestructuración capitalista tiene, en Chile, un carácter refundacional del capitalismo nacional. Esto último es un aspecto central en el análisis político-económico- social del caso chileno, pues nos obliga, por un lado, a diferenciar conceptualmente lo que vamos a entender por «reestructuración capitalista» y «ajuste estructural», y por otro, a 2 Para una discusión y tipologías de los regímenes de acumulación, Cfr. J. Valenzuela Feijoo, ¿Qué es un patrón de acumulación? UNAM, México, 1990. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 25 definir las condiciones de partida del proceso de transformación de la economía chilena. Este documento se divide en dos partes: en la primera parte analizamos la crisis del capitalismo nacional y los resultados macroeconómicos de la experiencia socialista de inicio de los años setentas; nuestro planteamiento aquí es que el régimen de acumulación capitalista dominante en la sociedad chilena, –al momento de iniciarse la experiencia socialista–, atravesaba por una crisis de stangflación producto de importantes desequilibrios estructurales. La experiencia socialista de la Unidad Popular (1970-1973) constituyó un intento de superar dicha crisis a través de la instauración de un régimen de acumulación socialista; sin embargo, su derrota política y militar impuso la reestructuración neoliberal del capitalismo nacional. La segunda parte analiza la reestructuración capitalista que instala un nuevo régimen de acumulación en el país. Dicho régimen basado fundamentalmente en el comercio exterior y en el capital financiero, marca una nueva etapa del desarrollo capitalista nacional; al mismo tiempo, se imponen nuevas formas políticas institucionales en concordancia con el nuevo modelo de acumulación capitalista. I. Primera parte: la economía chilena, 1940-1973 En cualquier proceso de transformación histórica es necesario definir las condiciones de partida; es decir, el régimen de acumulación existente al momento de ponerse en marcha la nueva forma de acumulación. En la sociedad chilena, el régimen de «acumulación sustitutiva de importaciones» precedió al actual (Valenzuela-Feijoo, 1990). Las características constitutivas de ese régimen eran: la industrialización sustitutiva de importaciones, la intervención estatal del proceso productivo y el desarrollo del mercado interno. Este régimen de acumulación fue dominante en Chile desde la década de los treinta. Y América Latina había comenzado a mostrar claramente sus límites (es decir, sus contradicciones o desequilibrios estructurales) durante los años sesenta. La crisis abierta de América Latina comienza en la década de los setenta, con ciertas tentativas de implementación de nuevos regímenes de acumulación (Chile, 19701973 y entre 1973-1975; Brasil, a partir de 1974; Uruguay, a partir de 1973-74; Argentina, a partir de 1976), y se generaliza entre 1981-1990. Dicho periodo (19731990) puede igualmente caracterizarse como una fase de transición entre dos modalidades diferentes o alternativas: entre, -por un lado-, el régimen dominante desde los años treinta, y -por otro lado-, el nuevo tipo de regímenes que tiende a configurarse y a predominar, que denominaremos de «acumulación extravertida». A pesar de que este proceso de transición es en cierta forma similar para la mayoría de los países de la región, hay que prestar atención a ciertos elementos condicionantes de tipo coyuntural que desempeñaron un papel significativo antes del inicio del Universidad Autónoma de Colombia 26 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON proceso de transformación, que se podrían denominar la situación macroeconómica (SM, en adelante),3 como por ejemplo: el equilibrio o desequilibrio productivo, de balanza de pagos y el comercio exterior, de inflación, etc. La situación macroeconómica era muy diferente en cada uno de los países de la región, a pesar de que el régimen de acumulación era análogo para el conjunto de países. En los elementos condicionantes hay que considerar la situación política (SP), fundamentalmente, en lo referido al tipo de régimen político existente al momento de la crisis. No es lo mismo la transición económica conducida por gobiernos democráticos que la conducida por gobiernos autoritarios. O, el inicio de las transformaciones como respuesta reactiva al proyecto socialista de sociedad, como fue el caso chileno. Por lo tanto, las condiciones acompañantes (CA) en el momento del tránsito de un régimen de acumulación a otro engloban, tanto elementos externos como internos de carácter socioeconómicos y políticos, los cuales resultan centrales para la comprensión histórica y política del proceso de transformación como de su dirección. Teniendo en cuenta tanto la SM, SP y las CA, el caso chileno se presenta radicalmente diferente en relación al resto de los países de la región. Pues, al momento de producirse el Golpe Militar de las Fuerzas Armadas chilenas, que derrocan al gobierno constitucional de Salvador Allende en 1973, la SM no era sólo producto de la crisis del régimen de «acumulación substitutiva», sino del intento de transformación radical y su reemplazo por el régimen de «acumulación socialista». Sin lugar a duda, el intento socialista de la Unidad Popular había profundizado los elementos centrales del régimen de acumulación anterior, especialmente, el rol del Estado, el desequilibrio de la balanza de pagos, la crisis fiscal, la inflación, etc. De manera que la «crisis económica» que afectaba a la sociedad chilena escapaba a la crisis estructural del régimen de «acumulación sustitutiva», era la crisis de la dominación capitalista en su totalidad. De ahí, entonces, que la SP juega un papel fundamental en el carácter político, primero de la refundación como de la posterior reestructuración capitalista de la formación social chilena. Serán las CA que le darán el carácter radical y supuestamente «revolucionario» al proceso de transición de un régimen de acumulación a otro. El régimen de acumulación sustitutivo chileno venía presentando una serie de problemas de funcionamiento, especialmente, desde 1960; los cuales fueron profundizados por la experiencia socialista de Salvador Allende. De acuerdo a los indicadores macroeconómicos previos al golpe militar de septiembre de 1973, la economía chilena estaba virtualmente en banca rota. Sin embargo, la coyuntura política y económica del periodo de la Unidad Popular es insuficiente para explicar la crisis de la economía capitalista nacional. Esta presentaba una serie de desequilibrios estructurales que dificultaban pesadamente su desarrollo; a finales de 3 Los conceptos de: situación macroeconómica, situación política y condiciones acompañantes, han sido tomados de: Jan Patula, La Transformación socioeconómica en Europa Central. UNAM, México, 1996, pp. 8-9. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 27 la década de los cincuenta y comienzo de los años sesenta, había un consenso económico en sostener que el patrón de acumulación sustitutivo e internista estaba agotado. La superación de dicha situación para todos estaba en su transformación estructural; ya sea a través de la reestructuración capitalista o la revolución socialista. Ese era el dilema histórico de la sociedad chilena durante la década de los sesenta. Los elementos de la crisis 1.- Bajo crecimiento: a lo largo del periodo 1940-1970 la economía chilena había tenido un “crecimiento -en palabras de Hugo y Pablo Trivelli- poco satisfactorio”. Tan sólo de un 4,1% promedio anual (PGB). El crecimiento del producto per cápita había sido de 1,6% anual (H. Trivelli y P. Trivelli, 1978, pp. 227-280). 2.- El lento crecimiento económico: es explicado por la insuficiente tasa de formación de capital. En efecto, como es sabido el esfuerzo de acumulación se mide básicamente a través de la tasa de formación de capital, es decir, la proporción del producto que se destina a la reposición y expansión de la dotación de activos. Este indicador alcanzó en Chile, en el periodo señalado, un 14,1% en promedio. En países que han mostrado tasas de crecimiento superior a la chilena, las tasas de formación de capital fijo han superado al 20% durante periodos prolongados. Los elementos explicativos del ritmo de formación de capital se encuentran, tanto por el lado de la oferta, como el de la demanda. Entre los primeros se incluyen todos aquellos que contribuyen a explicar lo exiguo de la oferta de ahorros, es decir, las razones que hicieron que ahorrar fuera poco atractivo. Entre los segundos están las explicaciones del porqué la demanda de fondos para inversión fuera restringida. La combinación de ambos tipos de elementos confluye para proporcionar la explicación de la baja tasa de formación de capital. Esta insuficiente acumulación de capital encuentra explicación de manera reiterada en la inestabilidad de las condiciones económicas del país y, sobre todo, en la discontinuidad en el uso de los instrumentos de política económica. El origen de la inestabilidad se encuentra en algunas de las características estructurales de la economía chilena, como es su carácter monoexportadora, que la dejan a merced de las fluctuaciones externas y en particular de aquéllas en el mercado del cobre y un proceso inflacionario crónico. Ambas características contribuyeron a configurar un horizonte de certidumbre muy limitado, constituyendo un fuerte desincentivo para la inversión, es decir, para la acumulación. 3.- Inflación crónica: la vasta literatura económica sobre el desarrollo económico nacional es contunde en afirmar que uno de los problemas centrales del régimen de acumulación sustitutivo lo constituía el largo proceso inflacionario. Según, Roberto Universidad Autónoma de Colombia 28 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON Zahler, “el país se había acostumbrado a vivir con inflación” ( Zahler 1978, pp. 1972). El problema inflacionario tenía en Chile, hacía 1970, más de un siglo de desarrollo y constituía una meta a resolver por la mayoría de los gobiernos que asumían la conducción económica del país. Sin embargo, el control de la inflación se presentaba como un problema sin solución; puesto que este no era tan solo un problema de manejo económico sino político y social. De manera que las explicaciones del porqué de su presencia y su larga duración en el tiempo escapaban a las variables, exclusivamente, económicas. Por esa razón, del mismo modo la dilucidación de las causas y factores que potenciaban la inflación se entremezclaban con las variables políticas, sociales y en cierta forma, con las culturales. La sentencia de Zahler sintetiza un problema más profundo que el meramente económico, terminar con la inflación crónica de la economía chilena constituyó una de las metas primordiales de la reestructuración capitalista iniciada en 1975. El análisis de la economía chilena en largo plazo muestra que al interior del proceso inflacionario es posible distinguir dos periodos en términos de la intensidad del proceso. El primero, entre 1940-1970, y el segundo, entre 1971 y 1973, cuando Chile, bajo la Unidad Popular, estuvo a punto de alcanzar niveles de hiperinflación, quebrando los niveles “históricos” del periodo anterior. Durante el periodo 1945-1970, Chile disputa con Bolivia y Brasil el sitial del país con la mayor tasa de inflación del continente. Los tres exhiben incrementos anuales que fluctúan en promedio entre el 25% y el 30%. Las demás naciones latinoamericanas, a excepción de Uruguay y Paraguay -y, en menor medida Argentina-, registran en sus niveles de precios, alzas no superiores al 10%. En Chile, la tasa media de inflación anual fue de 26,1%, fluctuando entre una mínima de 7,7 (1961) y máxima de 79,7 (1954). ¿Qué explica esta situación? Según Zahler, estas tasas tan persistentes y considerables son el inevitable resultado de la discrepancia entre la expansión del dinero y la del producto real. En efecto, mientras en promedio el primero creció a un ritmo anual de 30,9%, el segundo lo hizo al 4% (Zahler 1978, pp. 19-72). La inflación además de haber sido considerable y de exhibir una larga trayectoria, tal como lo muestra el cuadro N° 1, acusa una gran inestabilidad. Entre 1950 y 1970 la tasa promedio anual de variación fue superior al 50%, con años de aguda aceleración y otros de incremento de los precios más o menos estable, observándose también fases en las cuales la inflación declina en forma brusca. Para el periodo de 1940 el rango de fluctuación -promedio simple de las diferencias positivas o negativas entre la inflación efectiva y la media anual, expresado como porcentaje de esta última- alcanzó al 48%. El comportamiento errático de la inflación tuvo un elevado costo, principalmente, en la incertidumbre, en la mala asignación de recursos, problemas de balanza de pagos, Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 29 ahorro e inversión, empleo, salarios reales, etc.; así como de cambios bruscos e indeseados en la distribución del ingreso y del patrimonio. La inflación era el síntoma de una grave enfermedad, pues era también la expresión de los desequilibrios estructurales de la economía chilena. Principalmente, del comercio exterior, de las presiones al Estado y de la estructura agraria. 4.- Carácter mono-productor de la economía chilena: el comercio exterior chileno se tornaba dependiente de la producción de un sólo producto, durante el periodo que analizamos lo fue del cobre. Las entradas fiscales dependieron en un 50% del impuesto a las rentas de la gran minería del cobre, de modo que las variaciones en el mercado del metal afectaban profundamente la economía chilena. Cuadro 1 Tasas de inflación, Chile 1960-1975 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967 1968 1969 1970 1971 1972 1973 1974 1975 5, 9,6 27,7 45,4 38,4 25,8 17,0 21,9 27,9 29,3 36,1 28,2 255,4 608,7 369,2 323,3 Fuente: Corbo & Fischer:, 1994, pp. 32 y ss. 5.- El aumento permanente de los gastos fiscales: desfinanciados fue otra fuente inflacionaria. Debido a los diversos problemas que afectaban al desarrollo económico se ejercían presiones sociales sobre el Estado. Por una parte, el sector empresarial presionaba para que el Estado asumiera un papel activo en la acumulación de capitales e invirtiera en la infraestructura (energía, transporte), que no era rentable para la empresa privada. Por otro lado, los sectores medios y obreros organizados presionaban al Estado para que absorbiera la desocupación y distribuyera ingresos por medio de subsidios, previsión social, salud, educación y habitaciones. Sin embargo, como parte de estos gastos se financiaban recurriendo a emisiones inorgánicas, se desvirtuaba el objetivo redistributivo, pues era anulado por la inflación. Universidad Autónoma de Colombia 30 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON 6.- La tradicional estructura agraria: provocaba serias distorsiones en el régimen de acumulación substitutiva, pues la producción de bienes alimentarios fue cada vez más deficitaria frente a las necesidades de la población. La deficiencia de la producción agrícola se explica en gran medida por el régimen de tenencia de la tierra, en que grandes propietarios tenían más suelo que el que correspondía a su capacidad de explotarlo y pequeños propietarios tenían menos suelo del que requiere una explotación racional moderna. También incidían en el problema agrícola la falta de una infraestructura adecuada y el control de precios de sus productos. Esta situación obligaba al Estado a incrementar la importación de productos alimenticios para cubrir la demanda de la población, provocando desequilibrios en la balanza de pagos, restando posibilidad a la inversión como a la acumulación. A comienzos de la década de los sesenta, los economistas de la CEPAL señalaban que la modernización capitalista de la agricultura constituía un elemento clave en la estrategia de salida al estancamiento del régimen de acumulación sustitutivo; pues la producción agrícola debía satisfacer la demanda industrial de materias primas agrícolas, limitar el déficit de la balanza de pagos mediante la reducción de las importaciones de víveres y el aumento de las exportaciones de excedentes agrícolas, además, debía ser la fuente de inversiones, no sólo en su propio sector sino también en el sector industrial y, por último, tenía que ofrecer el sector agrario, un amplio mercado a los productos de la industria nacional al conseguir que las masas campesinas se integraran a la economía moderna y no continuasen por más tiempo marginadas de ella. Por esas razones, había que impulsar resueltamente, la reforma agraria. 7.- La inflación como impuesto: la inflación se constituyó en un impuesto no establecido formalmente, que acarreó una pérdida equivalente en promedio a un 2,4% del PGB en la riqueza mantenida bajo la forma de dinero. Esta cifra, señala Zahler, representa cerca del 45% del aporte del sector de la construcción al PGB, y aproximadamente el 80% de los recursos en virtud de la tributación sobre la renta (Zahler, 1978, p.39). 8.- Déficit Fiscal: con una inflación tan alta el déficit fiscal también fue en aumento. En la década del cuarenta el déficit fiscal representó algo menos del 0,2% del PGB, relación que se incrementa en forma sustancial en el transcurso de los años cincuenta, cuando sube a 2,5%, para continuar creciendo y llegar a un nivel del orden del 3,5% en el decenio siguiente. En el periodo de 30 años, que es analizado aquí, los ingresos tributarios nominales subieron a una tasa promedio anual de 33,6%, muy superior a la del incremento de los precios. No puede afirmarse entonces que el déficit fiscal haya sido consecuencia del deterioro del nivel real de la recaudación impositiva. Es fruto más bien del aumento del gasto, sistemáticamente superior al del rendimiento tributario (Lundahl pp. 11-54).4 4 Rigoberto García, op. cit. pág. 16 Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 31 Se ha señalado que la inflación chilena responde, en buena medida, a alzas de los precios internacionales. Ello es válido respecto de algunos años específicos, entre 1940 y 1970 los precios de las exportaciones del país subieron a un ritmo bastante mayor que los de sus importaciones (5,2% y 4%, respectivamente, promedios anuales). El hecho de que la tasa de inflación interna -comenta Zahler- más que quintuplique el crecimiento de los precios de los bienes transados internacionalmente permite concluir que la inflación mundial explica una parte muy pequeña del continuo deterioro del poder de compra del dinero en Chile. Para Mats Lundahl, la estrategia de desarrollo hacia adentro -régimen de acumulación substitutiva- fue responsable de la gradual aceleración de la inflación. La expansión crediticia del Banco Central -explica este autor- para estimular al sector manufacturero en combinación con un conjunto de estrangulamientos estructurales en el sector externo y en la agricultura, que de varias maneras estaban relacionados con la política de sustitución de importaciones, desencadenó un alza en el nivel de los precios (Lundahl, pp. 11-54). 9.- Economía cerrada: según los analistas económicos, el régimen de acumulación sustitutivo, que había cerrado la economía chilena al comercio mundial, tuvo un éxito limitado. El proceso de sustitución de importaciones se mostró operativo básicamente hasta la década de los cincuenta. Los críticos del proceso de industrialización señalaron que la estructura industrial que se había creado no era eficiente y los estrangulamientos coexistían con excesos de capacidad instalada. Tanto la minería como la agricultura fueron afectadas en este proceso ya que los incentivos de precios e inversiones actuaron simultáneamente en desmedro de ambos sectores. El fomento de la industrialización llevó al Estado a imponer un rígido proteccionismo, a tal punto que Corbo y Fischer consideran que la economía chilena estuvo prácticamente aislada de la economía mundial durante cuarenta años. El promedio nominal del arancel a la importación fue de 105%, alcanzando nada menos que el 750% para los bienes considerados de lujo, o suntuarios (Corbo y Fischer, 1994, p. 31). Por consiguiente, no es extrañar, entonces, que la principal recomendación de los economistas ligados al librecambismo era la necesidad de abrir la economía chilena a la economía mundial. Para lograr esa apertura se debían transformar las funciones económicas asumidas por el Estado. 10.- Un Capitalismo de Estado: el Estado chileno se había hecho cargo de la conducción económica del país desde la década de los treinta. La intervención estatal en el proceso productivo constituía un elemento central del régimen de acumulación sustitutivo. En efecto, el análisis de la evolución de la economía desde 1940 a 1973 revela una progresiva extensión de la injerencia del Estado, que pasa a convertirse en uno de los principales agentes dinámicos del régimen de acumulación sustitutiva. Para ello utilizó un conjunto de instrumentos de política directos e indirectos, destinados a estimular la formación de capital en el sector, vía la Corporación de Fomento de la Producción (CORFO) (Vergara, 1984, pp. 65-104). Universidad Autónoma de Colombia 32 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON El Estado también desempeña un significativo papel en la generación de la demanda final de productos industriales a través del gasto público, especialmente en inversiones en obras públicas reactivadoras, de gran importancia en una economía con un mercado reducido y una base industrial precaria. La intervención estatal con fines re-distributivos no fue menos importante. Las presiones de los sectores medios y de obreros organizados en favor de mejoramientos de sus remuneraciones reales y mayor bienestar, condujeron a una notable extensión del gasto social (salud, vivienda, educación y previsión) y a una política de remuneraciones que procuró defender el poder adquisitivo de la población, erosionado por la persistente inflación. Durante la década de los sesenta el Estado inicia una nueva fase de intervención económica que se verá acentuada durante el gobierno de la Unidad Popular. El gasto público como porcentaje del PGB aumentó de 33.5 en 1965 a 46.9 en 1970, y la inversión pública como porcentaje de la inversión bruta, 61% a 77%. La presencia del Estado en el sector financiero fue también en constante expansión. En 1970 el Banco del Estado efectuaba el 44% del total de colocaciones y recibía el 48% de los depósitos en moneda corriente y extranjera. A través de la CORFO y del Banco del Estado, el sector público llegó a controlar casi la totalidad del crédito de mediano y largo plazo. Al finalizar el gobierno democratacristiano de Eduardo Frei M. (1964-1970), el Estado chileno había adquirido una parte de las principales compañías del cobre (la chilenización), lo que le permitió un mayor control sobre los ingresos del sector exportador. El proceso de reforma agraria iniciado en 1967 había expropiado un 15% de la superficie agrícola del país. El gasto social aumentó del 8,2 al 9,4% del PGB, y el empleo público en los sectores sociales de 119 a 153, en miles de personas. El sistema tributario fue modificado a fin de procurar mayores recursos al fisco y hacerlo más progresivo. Por todas estas razones, el régimen de acumulación vigente en Chile hasta 1970 puede ser, perfectamente, descrito a través de la noción de capitalismo de Estado, ya que el rasgo central de la intervención pública era su carácter complementario y de fomento de la intervención pública (Aranda y Martínez, 1970, pp. 55-172). En suma, al momento en que Salvador Allende y la Unidad Popular inician su experiencia socialista democrática en el año 1970 el régimen de acumulación sustitutivo mostraba claros signos de agotamiento. Fundamentalmente, porque no logró, a lo largo del periodo analizado, superar dos elementos: a) la industrialización sustitutiva no alcanza a cubrir la producción de bienes de capital y de bienes intermedios más o menos sofisticados y complejos; Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 33 b) la industria se concentra en el mercado interno y no desarrolla prácticamente ninguna capacidad exportadora. Por lo mismo, el sector exportador conserva, en lo básico, el perfil que tenía en el régimen de acumulación anterior, el primarioexportador (Valenzuela, 1992, pp. 9-42). El problema central del régimen, señala Valenzuela F, se puede sintetizar en una corta frase: insuficiente capacidad material de acumulación. Por consiguiente, el análisis del periodo 1940-1970 nos muestra una economía de crecimiento moderado, inflacionaria, y con una insuficiente tasa de acumulación de capitales, con un proceso industrial sustitutivo en vías de agotamiento, dependiente de la mono-exportación de cobre, cerrada al mercado internacional con altas tasas aduaneras, intervenida y dirigida por el Estado, con un alto gasto fiscal, etc. La Vía Chilena al Socialismo 1970-1973 La experiencia socialista democrática desarrollada entre noviembre de 1970 y septiembre de 1973, en términos generales, profundizó los principales rasgos de la economía chilena. El proyecto económico de la Unidad Popular tenía una marcada vocación estatista, por lo tanto, todo el proceso económico debía ser controlado por el nuevo Estado popular que se propiciaba. De manera que el Estado pasó a controlar casi integralmente el comercio exterior, la gran minería del cobre y todas las riquezas básicas fueron nacionalizadas, la banca, es decir el capital financiero, también fue nacionalizado. Con la formación del Área Social de la Producción el Estado pasó a controlar la mayoría de las grandes y medianas empresas industriales del país; la aceleración y extensión de la Reforma Agraria extendió el dominio del Estado en el agro. Al mismo tiempo, el gasto social se expandió fuertemente como producto de la política socialista del gobierno de Salvador Allende. Por otro lado, la inflación en 1971 fue relativamente baja, alcanzó a un 28,5%. Durante los dos años siguientes el gobierno continuó su política expansionista e intensificó el control de los precios. El déficit fiscal pasó de un 2,7% del PGB en 1970 a un 25% del PGB en 1973. La inflación alcanzó niveles exorbitantes, de un 225,4% en 1972 saltó a un 608,7% en 1973. La mayoría de los economistas que han estudiado y analizado críticamente el proceso económico de la experiencia socialista chilena, señalan el fracaso de las políticas económicas implementadas por el Gobierno de la Unidad Popular. Este señalamiento ha respaldado a quienes sostienen que las principales motivaciones de las Fuerzas Armadas chilenas para realizar el Golpe de Estado, en septiembre de 1973, tendrían su base en la caótica situación económica que afectaba al país. En mi opinión, estimo que el derrocamiento del Gobierno de Salvador Allende no se debió a la situación económica provocada por la política económica impulsaba por la Unidad Popular, sino por el intento de transformación socialista y el cuestionamiento al sistema de propiedad y distribución del poder (Gómez-Leyton, 2004). De manera que el supuesto fracaso económico de la Unidad Popular fue un factor de la crisis de la dominación y hegemonía capitalista en Chile, pero no debe considerarse causa Universidad Autónoma de Colombia 34 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON directa de la misma. Esto explica que el régimen militar buscara, en primer lugar reestablecer la dominación capitalista y, en segundo lugar, su reestructuración económica. En suma, entre 1970- 1973 el capitalismo nacional se encontraba en una profunda crisis política, económica y social. La Unidad Popular en su intento de dirigir la historia hacia la construcción del socialismo había profundizado las contradicciones estructurales del régimen de acumulación desarrollado desde los años treinta, por tanto, el nuevo bloque en el poder desde 1973, no solo buscará revertir las condiciones creadas por la experiencia socialista sino, sobre todo, reestructurar integralmente el capitalismo nacional. II.- Segunda parte La Reestructuración Capitalista, 1973-1988 Ha sido un lugar común el sostener que durante los años ochenta del siglo XX asistimos, tanto a nivel regional (América Latina) como mundial, a un proceso de transición económica, es decir, el paso de una economía centrada en la planificación central y dirigida desde el Estado a una economía centrada en mercado autorregulado. Los factores históricos que permitieron este cambio se encuentran, tanto en el derrumbe del socialismo real, en el agotamiento del proceso de acumulación sustitutivo industrial en América Latina, como en la crisis económica de los países desarrollados (stangflación) y del keynesianismo. La transición económica se inicia en América Latina con la denominada “crisis de la deuda”, a comienzos de los años ochenta del siglo pasado. Esta crisis es, en realidad, una expresión más de la crisis de stangflación que afectaba al régimen de acumulación sustitutiva en los países capitalistas periféricos y al capitalismo fordista-keynesiano en los países centrales. Esta crisis se manifiesta de la siguiente forma: 1.- El producto bruto per cápita declinó acentuadamente. Mientras que entre 1976 y 1980 había crecido 2,4% anual, entre 1981 y 1985 decreció 1,8% anual. En 1987 fue 5,2% al de 1981 y 6,6% menor en 1988. 2.- Los términos de intercambio sufrieron deterioros considerables y alcanzaron su nivel más bajo para mediados de siglo XX. En el periodo 1980-1982 el valor promedio de los términos de intercambio fue inferior, incluso al de los años de la Gran Depresión (1929-1930). La relación de precios del intercambio entre los país de la región con el resto del mundo cayó 22% entre 1980 y 1988. El valor medio de las exportaciones bajó 10,3% en 1982 y 6,5% en 1983. Subió 2,5% en 1984 y volvió descender 6% 1985 y 12,7% en 1986. 3.- En una década, la deuda externa se multiplicó por 14, pasando de 25.000 millones de dólares en 1973 a 353.000 millones en 1983. En 1987 creció a 410.000 Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 35 millones. Los montos necesarios para pagar los intereses de la deuda han alcanzado tales magnitudes que representan más de 6% del producto nacional bruto de los países. 4.- Hubo una drástica reducción en el ingreso de capitales de 37.600 millones de dólares en 1981 a 20.000 millones en 1982. Más tarde, en 1983, descendió a 2900; 10.300 en 1984; 2.200 en 1985; 8.300 en 1986; 13.000 en 1987, y 4.300 millones en 1988. 5.- El nivel de importaciones se comprimió notablemente, sobre todo a raíz de las políticas de ajuste. Se redujo de 98.000 millones de dólares en 1981 a 67.000 en 1987 y 74.000 en 1988. 6.- La inflación creció aceleradamente. En toda la región el índice de precios al consumidor aumentó de 57% en 1981 a 198.9% en 1987, a 472.8% en 1988 (Reyes & Agudelo, 1997, p. 45). En función de estos indicadores es posible calificar a la crisis, en vez, de “crisis de la deuda” como una crisis de “hiper-stangflación”, esto es, de estancamiento del proceso de producción con un elevado proceso de inflacionario. Se trataba de la manifestación latinoamericana de la crisis capitalista mundial de la década de los setenta. Como es sabido, después de la fuerte expansión económica experimentada por el sistema capitalista en las décadas posteriores a la II Guerra Mundial, entró desde 1971 en un periodo recesivo. Se trataba de un nuevo tipo de crisis capitalista, la cual se fue generalizando y profundizando desde el centro a la periferia mundial. Sobre todo, desde 1974 hasta los ochenta. A lo largo de ese periodo, la crisis se fue alternando entre periodos de débil recuperación con fases de “lenta expansión”. Desde los setenta los indicadores económicos de los países capitalistas comenzaron a mostrar una cierta reversión en materia de producción, productividad, empleo y estabilidad de precios. La crisis fue presentada por algunos autores como de acumulación (Gamble y Walton, 1985). Esto es, a diferencia de las crisis de finales de la década de 20, caracterizada por la sobre-acumulación o sub-consumo, la crisis de los setenta obedecería a una suerte de debilidad del proceso de inversión o acumulación. La economía capitalista se hallaba en una virtual depresión o estancamiento, pero con un nuevo ingrediente, una fuerte inflación. Entre las características del nuevo tipo de crisis capitalista cabe mencionar: La caída de la producción con alza sin precedentes de los precios, es decir, una combinación de recesión e inflación, fenómeno que se conoce como stangflación y que es sustancialmente nuevo en la historia del capitalismo; cuando aparece se producen quiebras de empresas y, sobre todo, un creciente desempleo. El agravamiento de la recesión, del desempleo y de la inflación en el conjunto de los países capitalistas, fue desatado al fijar el gobierno estadounidense en 1980 las tasas de interés a niveles sin antecedentes. Enormes masas de capitales especulativos fluyeron a los bancos norteamericanos en busca de jugosos beneficios. Los efectos de Universidad Autónoma de Colombia 36 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON esta medida monetaria repercutieron en forma muy negativa en los demás países industrializados de Occidente y en las naciones no petroleras del Tercer Mundo. La divisa norteamericana se sobrevaluó, encareciendo a todos esos países las importaciones de tecnología y los intereses de las deudas públicas y privadas. El punto central de esta crisis es el proceso de inversión o acumulación. Las diferentes hipótesis que intentan dar cuenta de esta situación, apuntan a señalar a la inflación, como uno de los factores responsable de la crisis, fundamentalmente por su capacidad de erosionar las decisiones de inversión y de acumulación. En América Latina la recesión mundial repercutió fuertemente, lo que impulsó a un severo ajuste estructural de sus economías. La década de los ochenta, sentenciada por la CEPAL como la “década perdida” fue el espacio temporal en donde se llevó a cabo el ajuste estructural, inaugurando un nuevo régimen de acumulación, el “extravertida” o secundario-exportador. La instalación del nuevo régimen de acumulación, es decir, el ajuste o la reestructuración capitalista de la región contó con el apoyo teórico y político, del pensamiento económico neoliberal fomentado y difundido por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM). La propuesta tanto del FMI como del BM rechazaban abiertamente el pensamiento estructuralista de la CEPAL y consideraban que sus propuestas habían sido erróneas y, en cierta forma, responsables de la banca rota de las economías latinoamericanas. El ajuste no sólo fue una determinada política económica tendiente a modificar las perversiones creadas por el pensamiento desarrollista dominante en la academia y en los gobiernos de la región, sino también un cambio radical en el tratamiento de los problemas económicos, sociales y políticos de la sociedad latinoamericana. El ajuste neoliberal no solamente exigía cambios en la economía sino a su vez en el Estado y en la sociedad. Se debía pasar de una economía regulada por el Estado a una economía autorregulada por el mercado. El ajuste estructural, entendido como la liberalización de la economía, se inicia en el primer lustro de la década de los ochenta en la mayoría de los países de la región. Las medidas promocionadas por los economistas ligados al pensamiento neoliberal, como por los técnicos del FMI y del BM, se habían comenzado aplicar, primero, en Brasil luego del Golpe de Estado de 1964 y en Chile, tras el Golpe Militar de 1973. Sin embargo, entre la “vía brasileña” y la “vía chilena”, pienso que existen diferencias ligadas a las situaciones macroeconómicas, políticas y a las condiciones acompañantes, tanto locales como internacionales que no permiten insertar ambas experiencias en un mismo proceso -que estamos comentando-. Habría que realizar un estudio económico comparativo de su génesis, desarrollo y resultados entre ambas experiencias para poder establecer con claridad tanto sus semejanzas como sus diferencias. (Estudio, por cierto, que no intentaremos aquí, tan sólo lo señalábamos, como una advertencia, pues existe la tendencia a asimilar ambos procesos, fundamentalmente, por sus raíces ideológicas). Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 37 Por otro lado, entre la experiencia neoliberal chilena y la del resto de América Latina, especialmente, la que tiene que ver con el ajuste existen diferencias importantes que hay que hacer notar cuando se analiza el proceso de reestructuración capitalista regional. Por esa razón, a continuación expondremos la experiencia chilena. El ajuste o reestructuración estructural: Chile, 1973-1997 La crisis de Estado de la formación social chilena de 1973 fue resuelta, en cierta forma, por el Golpe de Estado de septiembre de ese año, cuando las Fuerzas Armadas chilenas en su conjunto derrocaron al gobierno socialista de Salvador Allende. La instalación de la dictadura militar apoyada por el capital nacional como extranjero, significó un profundo quiebre histórico, pues el nuevo régimen no solo buscó modificar las bases económicas de la dominación capitalista, sino también trasformar las bases sociales y políticas por las cuales había transitado la sociedad chilena desde los años treinta hasta los mil días de la Unidad Popular. La dictadura militar chilena, según Alejandro Foxley, “representa una nueva coalición (en el poder), integrada por las fuerzas armadas y el sector más internacionalizado de la comunidad empresarial”. Representa, asimismo, un nuevo enfoque de políticas económicas, como respuesta a la crisis del proyecto modernizador desarrollista (Foxley, 1982, p.22). Constituyen, según Moulian y Vergara, especialmente para el primero, dictaduras revolucionarias, o por lo menos, “esgrimen la invocación revolucionaria”. Para estos autores, a partir del agotamiento del régimen de acumulación sustitutivo los intereses de los empresarios tendían a coincidir más con el estancamiento que con la modernización. Pero no tan solo el estancamiento de la modernización económica sino, también, el estancamiento del régimen democrático que había sostenido desde 1938 dicho proceso. El gobierno de la Unidad Popular con su “vía chilena al socialismo” radicalizó aún más la conciencia de crisis global del sistema capitalista nacional. Es en ese marco, cuando se percibe la necesidad de una “revolución burguesa” que refunde el sistema capitalista y la sociedad y que además modifique las formas de pensar y los modos de hacer política en Chile. Sin ella, argumenta Moulian, los intentos de restauración capitalista serían procesos precarios, inestables e inciertos (Moulian y Vergara, 1980, pp. 66 y ss; Moulian 1993, pp. 285-307). Por ello, el levantamiento militar de 1973 no fue el coup d’Etat clásico. Significó la instauración de un tipo de revolución porque la violencia estatal no fue usada para la sola perpetuación en el poder de un caudillo castrense, sino a fin de realizar, por su mediación, un proyecto de transformación económico-social y cultural, autodefinido como el pasaje de una economía reclusa y estatizada a “la sociedad libre” del capitalismo modernizado. (Moulian, 1997). Según Tomás Moulian, la constitución del Chile actual fue producto de una alianza “entre militares, intelectuales neoliberales y empresarios nacionales y/o transnacionales”. Ese bloque de poder, esa “triada”, realizó la revolución capitalista, construyó esta sociedad de mercados desregulados, de indiferencia política, de Universidad Autónoma de Colombia 38 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON individuos competitivos realizados o bien compensados a través del placer de consumir o más bien de exhibirse consumiendo, de asalariados socializados en el disciplinamiento y en la evasión, de pobres con empleos y pobres sin empleo (Moulian, 1997, p18). El tránsito desde una economía reclusa, estatizada, estancada e inflacionaria a una economía de libre mercado, estabilizada y en constante crecimiento pero profundamente desigual, fue un parto doloroso para la sociedad chilena. Para llegar al estado actual la economía nacional siguió distintas fases, distinguiendo entre 1973 a 1998, cinco, a saber: a) b) c) d) e) sep. 1973 - abril 1975, re-establecimiento de la dominación capitalista; abril 1975- 1982, la reestructuración capitalista neoliberal; 1982- 1984, la crisis de la reestructuración; 1985- 1990, el re-ajuste neoliberal dictatorial; y, por último, 1990- 1998, el crecimiento con inequidad. Fase 1. El re-establecimiento de la dominación capitalista El Golpe Militar de 1973 fue, en cierta forma, la respuesta del capital en contra del proyecto social histórico del trabajo. La crisis de la sociedad chilena puede ser interpretativa como la crisis del orden capitalista producto del avance y desarrollo del poder político, social e histórico de las clases trabajadoras. La crisis del orden capitalista fue la expresión de la inadecuación de las relaciones de dominación establecidas (Holloway, 1994). Estas relaciones ya no daban lo que el capital requería -sea por la insubordinación del trabajo, sea porque mantener la subordinación necesaria costaba más y más al capital-; el gran capital, tanto nacional como extranjero, durante la experiencia socialista, había sido desplazado por los intereses económicos de los trabajadores y las fuerzas populares. Por esa razón, las primeras medidas adoptadas por la Junta Militar fueron dirigidas a restablecer la subordinación del movimiento sindical y disciplinar social, política y económicamente al movimiento popular, esto es, subordinar el poder del trabajo. Para tal efecto, se suspendieron todos los derechos laborales y sociales alcanzados por los trabajadores, no sólo durante la experiencia socialista sino desde la dictación del Código del Trabajo en 1931. Conjuntamente con la anulación del poder del trabajo la dictadura militar se abocó a restablecer el orden económico, su objetivo prioritario en esta fase fue frenar el proceso inflacionario. En efecto, se puso en marcha una política anti-inflacionaria gradual y la inflación bajó ligeramente. La producción experimentó una muy leve recuperación y se delinearon los primeros pasos de algunas de las reformas de liberalización. La característica más importante de esta fase, señalan Edwards y Cox, es que comenzó el proceso de privatización de bancos y empresas públicas, que habían sido nacionalizados durante el gobierno de Salvador Allende. En parte como resultado del proceso de privatización surgieron algunos conglomerados económicos Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 39 muy grandes (los llamados “grupos”). La conformación de estos grupos económicos tendrá un importante papel en los principales acontecimientos que tuvieron lugar en el proceso de reestructuración capitalista nacional (Edwards y Cox E., 1992, p. 35). Para frenar la situación de “hiperstangflación” se aplicó, según Stefan de Vylder, un programa bastante tradicional y conservador de estabilización económica (De Vylder, p.64), cuyos principales ingredientes fueron: 1. Una disminución de los gastos públicos y del déficit presupuestario, que cayó desde 24% del PGB en 1973 a 8% en 1974. 2. Una baja en más de 30% de los sueldos y salarios reales entre 1973 y 1974. 3. Un intento de contracción monetaria que trajo consigo una menor liquidez en la economía. Tanto, Edwards y Cox, Vylder, Corbo, y Olave concuerdan en sostener que la política anti-inflacionaria aplicada por el gobierno militar en esta primera fase fracasó rotundamente en contener el proceso inflacionario. Sin embargo, la lucha contra el proceso inflacionario y su fracaso durante esta fase resultó decisiva en la comprensión de la crisis del capitalismo nacional, por parte de las nuevas autoridades económicas. Otros objetivos de corto plazo establecidos por el gobierno militar en esta fase, fueron la erradicación de los mercados negros y de la escasez de alimentos, la reducción de los controles gubernamentales, la reorganización del sector productivo y el esquivar una crisis importante en la balanza de pagos. Se racionalizó el sistema cambiario, reduciendo las tasas de cambio múltiple a tres y decretando una devaluación masiva a fines de 1973. Se eliminó el control de los precios de casi 3000 productos y se tomaron medidas para reducir la evasión fiscal. Durante este periodo se dieron los primeros pasos iniciales rumbo a la liberalización de algunos de los sectores económicos clave, como los mercados de capitales internos y el comercio internacional, además se inició la reprivatización de algunas empresas nacionalizadas durante el gobierno de la Unidad Popular. El cuadro siguiente, muestra la trayectoria de la privatización: Cuadro Privatización Año Empresas Intervenidas Empresas devuelvas a los accionistas o vendidas 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 202 39 10 6 2 8 6 3 4 49 28 22 7 8 - TOTAL 259 135 Fuente: Edwards y Cox, op. cit., p. 112. Universidad Autónoma de Colombia 40 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON La devolución de las empresas estatizadas al capital privado es la expresión de una segunda línea de combate iniciada por el régimen militar y su equipo económico neoliberal, esta se dirigía en contra del Estado empresario e intervencionista. Una forma de devolver el poder económico como social al capital era fortaleciéndolo estructuralmente. La mejor forma para lograr ese objetivo era transformar a los empresarios privados en los agentes del desarrollo capitalista y, para conseguir esa transformación, era necesario primero, acabar con el capitalismo de Estado. Por consiguiente, controlar la inflación y liquidar al Estado empresario constituyó las dos metas fundamentales de la fase que exponemos. Sin embargo, ambas se lograron parcialmente durante el periodo estudiado. La inflación se mostraba muy rebelde, para las medidas gradualistas y tímidas que se habían implementado. Se necesitaban medidas drásticas, o sea, un tratamiento de choque en donde no importaran las consecuencias sociales ni políticas de tal medida. La “situación política”, es decir, el carácter dictatorial del régimen, permitió que en Abril de 1975 el equipo económico dirigido por el ministro de Hacienda Jorge Cauas, graduado en la Universidad de Columbia y ex funcionario del Banco Mundial, iniciara el tratamiento de choque para erradicar una “enfermedad” que ha afectado a la economía nacional durante más de 75 años, o sea, la inflación. Sin embargo, la lucha contra la inflación era tan sólo la punta del iceberg del proceso de reestructuración integral del capitalismo nacional. Fase 2. la reestructuración neoliberal del capitalismo La aplicación del plan de shock en abril de 1975 significó el ascenso de la tecnocracia neoliberal a la conducción del proceso económico nacional (Vergara, 1985). Los economistas chilenos apegados a la ortodoxia neoliberal sostenían que para frenar la inflación se debían aplicar tratamientos fuertes y prolongados. Para erradicarla en forma definitiva había que realizar una “revolución en el terreno de la economía”, señalaba Sergio de Castro, pues la persistencia de la inflación era una manifestación de deficiencias mucho más profundas, presentes en el régimen de acumulación existente desde 1930 en adelante. No bastaba, como se pensaba en la fase inicial, con introducir ajustes y correcciones a la industrialización sustitutiva que le permitieran superar sus desequilibrios –que hemos expuesto en la primera parte de este informe– Por eso, más que un ajuste estructural lo iniciado en 1975 fue una reestructuración. En efecto, la nueva estrategia económica consistió en la aplicación de un conjunto de políticas económicas que acumuladas a lo largo de un periodo histórico (19751990 en el caso chileno) modificaron estructuralmente la economía nacional. Por esa razón, reservamos el término “ajuste estructural” a determinadas medidas económicas promocionadas, ya sea por el Banco Mundial o por el FMI, para sanear, estabilizar y corregir situaciones económicas recesivas, como por ejemplo, la crisis de la deuda en la década de los ochenta. Mientras que por reestructuración, entendemos el cambio o transformación en el régimen de acumulación, en el modo de regulación, en el modo de inserción internacional de la economía, en el rol del Estado, de las políticas sociales y en las relaciones capital-trabajo. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 41 El proceso de reestructuración iniciado en 1975 implicó implementar las medidas macroeconómicas recomendadas por el FMI, lo que John Williamson ha denominado el “consenso de Washington” (Williamson, 1991) en forma anticipada al resto de los países de la región, pero ampliamente discutida y difundida por los críticos del modelo de desarrollo sustitutivo de importaciones. Las medidas adoptadas por el gobierno militar chileno fueron proporcionadas por el equipo de economistas formados en diversas universidades norteamericanas, pero especialmente en la Universidad de Chicago, quienes habían adoptado el pensamiento neoliberal. Por tanto, fueron las condiciones políticas existentes en Chile desde 1973 las que permitieron a este grupo de economistas conocidos como los “chicago boys” conducir el proceso de reestructuración capitalista. (Guillén, 1997). Las reformas que se imponen en este periodo apuntaron básicamente a liberalizar el sistema de precios; privatizar la economía y reducir el rol del Estado; lograr una apertura comercial y financiera al exterior, liberalizando el comercio internacional y los mercados financieros, situación que queda claramente demostrada en el cuadro de la pàgina siguiente. Este proceso continuó durante los años ochenta, ya que el gobierno militar intentaba corregir los errores de la regulación financiera tras la crisis de 1982-1983 y de fortalecer la economía de mercado mediante un nuevo proceso de privatización y reformas de la política social. Durante esta fase, la economía comienza a tener desde 1977 signos de recuperación. Entre ese año y 1980 el PGB creció a un ritmo promedio anual de 8,1% y la participación de las exportaciones en el producto había aumentado desde un 15% en 1970 hasta un 23% en 1980. Los problemas más visibles eran tasas de interés muy altas y la persistente desocupación. La tasa de interés real en 1979 fue de un 16,6%, pero venía con una tendencia decreciente luego de que partiera desde niveles muy altos cuando se liberaliza el sistema financiero en 1975. La tasa de desocupación en 1979 alcanzó a un 17,2% y se había mantenido en niveles persistentemente altos luego de la recesión de 1975, a pesar de la recuperación productiva del país. La política cambiara había comenzado a ser utilizada con fines de estabilización desde febrero de 1978, cuando se implementa un “crawling peg” activo y preanunciado (la inflación había disminuido desde niveles cercanos al 370% en 1974, al 84% en 1977, 37% en 1978 y 39% en 1979); política que evoluciona hacia un tipo de cambio fijo en junio de 1979 (39 pesos por dólar). Debido a que la inflación externa era menor que la doméstica, el tipo de cambio se había depreciado progresivamente en términos reales. Existe, además, durante esta fase, un creciente endeudamiento externo del sector privado con el financiero, tanto a nivel interno como a nivel internacional. La apertura creciente al endeudamiento externo a partir de 1978 permite la entrada de un mayor flujo de capitales externos y, dado que estos flujos fueron sólo parcialmente esterilizados por el Banco Central, implicó también un crecimiento de la base monetaria y estimuló el aumento en la absorción. Universidad Autónoma de Colombia JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON 42 Reformas estructurales básicas de la economía chilena. Década del 70 Situación en 1972-73 Post 1973 1. Privatización El Estado controla más de 400 empresas y bancos En 1980, 45 empresas (incluyendo un banco) pertenecen al sector público. 2. Precios Control generalizado de precios Precios libres (excluyendo salarios y tipo de cambio 3. Régimen comercial Tipo de cambio múltiple. Tipo de cambio único. Existencia de prohibiciones y cuotas. Arancel parejo de 10% (excluyendo autos) Tarifas elevadas (promedio 94% y 220% arancel máximo). No existen otras barreras comerciales. Depósitos previos de importación (10.000%) 4. Régimen fiscal Impuesto “cascada” a la compraventa. Elevado empleo público. Elevados déficit públicos. Impuesto al valor agregado (20%) Reducción del empleo público. Superávit públicos (1979-1981) 5. Mercado interno de capitales Control de la tasa de interés Estatización de la banca. Control del crédito. Tasa de interés libre. Reprivatización de la banca. Liberalización del mercado de capitales. 6. Cuenta de capitales Total control del movimiento de capitales. El gobierno es el principal deudor externo. Gradual liberalización de movimientos de capitales. El sector privado es el principal deudor externo. 7. Régimen laboral Sindicatos poderosos con gran poder de negociación. Ley de inmovilidad. Reajustes salariales obligatorios. Altos costos laborales no salariales (40% de los salarios) Atomización sindical con nulo poder de negociación. Facilidad de despido Drástica reducción de salario real. Bajo costos laborales no salariales. (3% de los salarios. Fuente: Patricio Meller y Pilar Romaguera, 1992. p 5. La depreciación del tipo de cambio disminuyó el ritmo de crecimiento de las exportaciones e incentivo una sustitución inter-temporal del consumo, acelerando la compra de bienes durables. El flujo de capitales, además del efecto expansivo, vía la política monetaria, empujó a la baja las tasas de interés en 1978 y 1979, incrementando a su vez el ingreso permanente y los gastos. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 43 A principios de la década del 80 la economía mostraba los primeros síntomas de lo que sería luego una crisis de exceso de gastos, estimulada por la fuerte liquidez existente en la economía. Las cifras del cuadro que sigue presentan algunos de estos indicadores para el periodo 1976-81, que permiten apreciar el alto crecimiento de la absorción en relación al PGB y el creciente déficit de la balanza comercial. En síntesis, la fase de la reestructuración inició a través del tratamiento de schok la aplicación del nuevo modelo económico, en el que el desarrollo del capitalismo nacional basado en la acumulación sustitutiva sería reemplazado por un proceso de acumulación basado en las exportaciones y la intervención del Estado, por las fuerzas del mercado. La liberalización o la desregulación, es decir, el libre juego de las fuerzas del mercado como el desarrollo de la iniciativa privada, pasaron a ser los mecanismos fundamentales para la recuperación de la economía chilena. La falta de regulación y control por parte de la autoridad económica fue una de las causas que provocaron a comienzos de la década de los ochenta una de las más profundas crisis económicas soportadas por la sociedad chilena desde los años treinta. En efecto, la “crisis de la deuda” en Chile no fue provocada por los desequilibrios de régimen de acumulación sustitutivo, como lo fue en el resto de los países latinoamericanos, sino que la “crisis financiera” de 1982-1983 fue ocasionada o producida por la dinámica misma de la re-estructuración capitalista iniciada en 1975. Por esta razón, entre la “crisis de deuda” a nivel latinoamericano y la “crisis financiera” chilena hay, por cierto, elementos comunes pero, en el fondo, son diferentes; pues sus situaciones macroeconómicas no son similares. De allí, que los procesos de “ajuste estructural” desarrollados y los resultados obtenidos son, también, distintos. Fase 3. La crisis de la reestructuración 1982-1983 A principios de los años ochenta había gran optimismo entre las autoridades económicas chilenas. Se completaron las principales reformas estructurales y desde 1977 el crecimiento económico fue mucho mayor que la tasa histórica. La economía se abrió al comercio exterior, se redujeron los aranceles a un 10% parejo. Sin embargo, algunos indicadores revelaban la existencia de problemas latentes; los más visibles eran el desempleo persistente, las tasas de interés muy altas y la gran (pero estable) inflación, cuya tasa a corto plazo alcanzó un promedio de 30,3% anual durante 1976-1980 y un 38,8% en 1981. A principios de los ochenta la economía mostraba los primeros síntomas de lo que sería más tarde una crisis de “exceso de demanda”, según Raczynski y Romaguera (Raczynski y Romaguera, 1997, p.306) o “crisis financiera”, según Sebastián Edwards y Alejandra Cox (Edwars y Cox, 1992) o “crisis de la deuda”, según, Ricardo French-Davis (David, 1988). Estas tres formas de referirse a la crisis económica de 1982 tienen como elemento en común el señalar el fracaso de la experiencia monetarista. Según French-Davis, este fracaso estuvo estrechamente vinculado a una liberalización general de las importaciones y del sistema financiero. Las políticas comerciales y financieras adoptadas hicieron posible que la deuda externa con los bancos creciera anualmente Universidad Autónoma de Colombia 44 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON en casi 60% entre 1977 y 1981. A su vez, el aumento excesivo de la deuda desestimuló la formación de capital en lugar de apoyarla. Esto fue el producto de cinco factores principales: a) la liberalización rápida e indiscriminada de las importaciones, en particular debienes de consumo; b) una gran apreciación del tipo de cambio; c) una tasa interna real de interés desproporcionadamente alta (40% real por año en promedio); d) una libertad absoluta para que el mercado decidiera respecto al uso del financiamiento tanto interno como externo; y e) la dificultad para identificar ventajas comparativas de mercado y oportunidades para inversiones productivas dentro de las condiciones del mercado determinadas, por la puesta en práctica de una política económica extremadamente ideologizada. Para Edwards y Cox, el proceso de liberalización financiera de la economía chilena fue un éxito, pues el volumen de la intermediación financiera -medido mediante el crédito al sector privado en términos reales, la proporción del dinero respecto al PIB y la proporción del dinero de reserva respecto a la masa total de dinero- experimentó un incremento espectacular durante los primeros 10 años de la dictadura militar. Entre 1973 y 1981, el volumen real del crédito total al sector privado ¡aumentó más de 1100%! También aumentaron el número de instituciones financieras. Por ejemplo, en 1981 había 26 bancos nacionales, 19 bancos extranjeros y 15 financieras, un número significativamente más elevado que los 18 bancos nacionales y un banco extranjero que existían en septiembre de 1973. Sin embargo, desde el comienzo el recién creado mercado de capitales enfrentaba tres problemas: a) tasas de interés muy elevadas; b) el ahorro interno no aumentó, como lo habían esperado los formuladores de la nueva economía; c) el acelerado crecimiento del sector financiero se dio en un ambiente no supervisado por las autoridades económicas. Como resultado de ello, numerosos bancos acumularon un volumen sin precedente de préstamos malos, lo que finalmente condujo a la profunda crisis financiera de 1982. Al cuadro siguiente, se suma durante 1981 un deterioro de los términos del intercambio y un alza de las tasas de interés internacionales, lo cual agrava aún más la situación. Los términos de intercambios caen en un 12,6% en 1981 y en un 13,8% en 1982. Frente a esta situación la respuesta de la autoridad es una política de “ajuste automático”: el déficit en cuenta corriente y la pérdida de reservas produciría una contracción equivalente de la oferta monetaria, que induciría un incremento en las tasas de interés y una caída en el gasto; lo cual a su vez llevaría a una caída en las importaciones y en los precios. De esta forma se revertiría la apreciación real del tipo de cambio, tendiéndose hacia el equilibrio externo e interno. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 45 Cuadro Deuda externa chilena: 1973-1982 (millones de dólares.) Año 1973 1974 1975 1976 1977 1978 1979 1980 1981 1982 Deuda total 3.667 4.435 4.854 4.720 5.201 6.664 8.484 11.084 15.542 17.153 Sector público 3.244 3.966 4.068 3.762 3.917 4.709 5.063 5.063 5.542 6.660 Total privado 423 469 786 958 1.284 1.955 3.421 6.021 10.000 10.493 Fuente: Banco Central de Chile, citado por Edwards y Cox, p. 88 Sin embargo, el ajuste automático no funcionó porque los precios internacionales nunca se ajustaron (hacia abajo), de forma que compensaron la pérdida de valor del tipo de cambio real, con lo cual el mantenimiento de la política cambiara se volvió insostenible. La autoridad económica decide devaluar el peso en un 18% y se implementa una política de ajustes diarios en el tipo de cambio, la devaluación marcó el abandono de la estrategia de ajuste automático para enfrentar la crisis. Entre las medidas complementarias, se incluye la suspensión de la indexación salarial –indexación que se interpretó como uno de los factores que dificultaron el ajuste de precios–, una mayor regulación financiera, y un proceso de privatización. Con todo, la crisis no logran detener la crisis financiera y el Estado debe intervenir para salvar del colapso al sector, comprometiéndose a responder frente a los acreedores nacionales. En enero de 1983 se intervienen cinco bancos, entre ellos los dos mayores bancos privados; se liquidan dos bancos y una sociedad financiera y dos bancos quedan bajo supervisión directa. En conjunto, estas diez instituciones tenían el 45% del capital y reservas del sistema financiero total y un 64% del privado. Todas las medidas tomadas constituían una aberración del modelo neoliberal. La economía chilena se había vuelto la economía más estatizada de América Latina y mucho más de lo que había estado durante la experiencia socialista democrática de Salvador Allende. Para indicar la magnitud de la intervención estatal en la economía, basta mirar los montos otorgados por el Banco Central durante 1983 como subsidios directos o indirectos al sistema financiero y productivo del país. Considerando que el PGB ascendió a cerca de 1 500 000 millones de pesos, se ve que los fondos otorgados por el Banco Central no constituían un fenómeno marginal en la economía chilena. Correspondían a más de una quinta parte del PGB y, para hacer Universidad Autónoma de Colombia 46 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON otra comparación, a más de 70% de los depósitos totales en moneda nacional de todo el sistema financiero. La intervención de la banca significó un fuerte revés a la política anti-estatista de los economistas neoliberales. Pero ello no significó, como lo han interpretado algunos, analistas que el planteamiento neoliberal de la re-estructuración capitalista estuviera agotado o fracasado; tal como lo hace Pilar Vergara o como señala Patricio Meller, que la vía monetarista conducía al estatismo (De Vylder, p. 85). Tal como lo expresara el dictador Pinochet, la reestructuración capitalista era “un viaje sin retorno”. Sin embargo, en 1983 la economía chilena presentaba el siguiente cuadro: 1. El sistema financiero privado nacional estaba prácticamente quebrado, y realmente el Estado controlaba ya toda la banca privada nacional. 2. La mayoría de las empresas privadas productivas importantes ya no estaban en bancarrota, prácticamente pertenecen a los bancos y, en consecuencia, al Estado. 3. El Estado era el único agente económico que estaba dispuesto a invertir en el futuro de Chile. 4. Se implementa un variado sistema de subsidios de acuerdo a la presión que ponen los distintos agentes económicos. Por ejemplo, el subsidio del dólar preferencial le cuesta a Chile 1.200 millones de dólares. 5. Se controla estatalmente la tasa de interés. 6. Se restablece el control cambiario y se alteran los aranceles aduaneros. En síntesis, la situación los economistas de CIEPLAN señalaban que “probablemente después de casi diez años de aplicación del modelo económico se va llegar nuevamente al punto de partida”, en realidad se equivocaban. La crisis de 1982 permitió a los economistas neoliberales chilenos, ahora supervisados por el FMI y el BM, hacer más que un “ajuste estructural” como era la recomendación para los demás países latinoamericanos, llevar a cabo un “reajuste en la reestructuración” que potenciara y solidificara los cambios implementados en la década de los setenta. Fase 4. El reajuste neoliberal: un salto hacia adelante En un marco de crisis financiera, recesión interna y una paralización de las líneas de crédito internacionales, se produce primero un proceso de negociación con el FMI y luego con la banca internacional. Se establece un primer acuerdo con el FMI que obliga al país a priorizar el pago de la deuda externa, a no sobrepasar ciertos límites en materias de déficit en cuenta corriente y pérdida de reservas internacionales. Este acuerdo facilita la renegociación de Chile con la banca internacional. Por su parte, el gobierno se compromete a responder por los créditos externos que fueron contratados por el sector privado sin garantía estatal, y concede el aval del Estado a los pagos reprogramados y a los nuevos recursos. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 47 La estrategia del FMI orientará el diseño de la política económica, desde de la firma de este primer acuerdo. Dándose inició a la política macroeconómica del proceso de recuperación que se caracterizó por un aumento en el tipo de cambio real, a través de devaluaciones periódicas y una política de demanda agregada consistente con la restricción externa. En segundo lugar, se enfrenta el problema de la deuda y se distribuyen sus costos en el tiempo, a nivel externo a través de la renegociación y a nivel interno, a través de un programa de apoyo del banco Central al sector financiero, que posibilitan una mejor regulación del funcionamiento de la banca. Esta estrategia se da en condiciones externas más favorables, con disminuciones en la tasa de interés internacional y mejoras en los términos de intercambio. A ello se suma el apoyo de las instituciones multilaterales. Finalmente, un último factor que ayuda en este proceso de recuperación son las condiciones iniciales: Las reformas estructurales ya se habían implementado, existía un sector público superavitario y un bajo nivel de deuda pública. En la fase de recuperación se da una importante redistribución en favor del sector exportador, a través de la política de devaluaciones y una redistribución del sobreendeudamiento, desde el sector privado hacia el sector público. La adopción del programa de ajuste del FMI tuvo beneficios y costos para la economía chilena. Entre los beneficios se pueden mencionar: a) EL FMI ha proporcionado un importante volumen de recursos financieros. Aún más, el sello del FMI fue fundamental para obtener recursos financieros de las otras organizaciones multilaterales (BM y BID) y de la banca internacional; b) el primer “Stand-by” del FMI (1983) proporcionó un programa macroeconómico coherente por el periodo de un año. Por otro lado el programa implicó los siguientes costos: i) el “Stand-by” del FMI requería la implementación de políticas fiscal y monetaria muy restrictivas para reducir el desequilibrio externo, ii) el FMI aseveró la importancia de controlar el déficit fiscal y, iii) el FMI le impuso a Chile una especie de «camisa de fuerza», es decir, el pago completo y puntual del servicio de la deuda externa. En este periodo el FMI definió la estrategia de desarrollo de corto y mediano plazo de Chile: el crecimiento económico basado en la expansión de exportación permitiría servir la deuda de una manera ordenada y el control del nuevo endeudamiento externo reduciría el coeficiente deuda externa/PGB. Ahora bien, el nuevo equipo económico que asume en 1985 se encarga de poner en marcha el reajuste neoliberal, es calificado como “más fondista que el Fondo”. Se reinicia el proceso de reestructuración, temporalmente estancado, las tarifas arancelarias fueron bajadas a 15% en 1988, se reactiva el proceso de privatización que da lugar a un aumento en la concentración del poder económico del país. Universidad Autónoma de Colombia JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON 48 En relación con el ajuste SAL propuesto por el Banco Mundial, estos ya habían sido implementados en Chile previamente al problema de la deuda externa. En consecuencia, el acuerdo logrado con el programa SAL constituían un «free rider» para Chile, dado que requerían sólo cambios menores, los cuales de todas maneras estaban siendo ejecutados por las autoridades económicas chilenas. Las recomendaciones tanto del FMI como del BM llegaron en cierta forma desfasadas en relación al proceso de cambio estructural de la economía chilena, pues estas se formularon para hacer frente a la crisis del modelo de acumulación sustitutiva. Por esa razón, es posible encontrar en los análisis consultados sobre el ajuste estructural en América Latina que tratan el caso chileno, una serie de equívocos. Por ejemplo, Luiz Carlos Bresser Pereira (Bresser, Maravall y Przeworski, 1995, pp. 58 y ss), no logra distinguir que las reformas propiciadas por el FMI, el Consenso de Washington o por el BM, el enfoque pragmático fueron realizadas en Chile mucho antes de que se formularan y que se respondieron a la crisis de stangflación del régimen de acumulación sustitutivo de fines de la década de los setenta; y no tan solo de una “crisis fiscal”. En cuanto a los resultados de la política seguida, ha permitido una pronunciada reactivación económica después de la crisis. En 1986 la economía comenzó un proceso de recuperación sostenido y el PIB creció durante 1986 y 1989 a una tasa promedio anual de 7,4%. Esta expansión coincidió con un incremento de la regulación estatal. La recuperación de los términos de intercambio, la disminución de las tasas de interés, la reorganización de sistema financiero y el aumento del crédito internacional, a lo que se suma una política macroeconómica que mostraba mayor preocupación por las balanzas internas y externas, tuvieron un efecto favorable en el crecimiento económico, tal como se expresa en el cuadro siguiente: Cuadro Indicadores macroeconómicos 1980-1990 Año Crecimiento del PIB Tasa de Inflación 1980 1981 1982 1983 1984 1985 1986 1987 1988 1989 1990 7,8 5,5 -14,1 -0,7 6,3 2,4 5,6 6,6 7,4 9,9 3,3 31,2 9,5 20,7 23,1 23,0 26,4 17,4 21,5 12,7 21,4 27,3 Balanza de Pagos 1244 67 -1165 -541 17 -99 -228 45 732 437 2368 Términos intercambio Tasa Laboral 100,0 87,4 75,3 82,1 76,4 71,1 77,2 80,9 98,9 97,1 n.d. 14,2 16,7 13,4 9,9 11,2 8,6 6,8 7,3 8,1 9,3 8,3 Fuentes: Raczynski y Romaguera, op. cit. p. 307. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA CONTRARREVOLUCIÓN CAPITALISTA CHILENA. LA CONSTITUCIÓN ECONÓMICA DE LA SOCIEDAD NEOLIBERAL 49 La recuperación económica lograda por el reajuste neoliberal consolidó definitivamente el proceso de reestructuración capitalista y el impulso a una nueva fase que se ha denominado: crecimiento con equidad impulsado por los gobiernos democráticos. Sin embargo, el crecimiento económico, la liberalización de la economía, en otros términos la “revolución silenciosa” no ha logrado mejorar las condiciones de vida de millones de chilenos, pues el Nuevo Modelo Económico, al contrario de la opinión de Christopher Scott, no ha logrado reducir ni la pobreza ni la desigualdad social, todo lo contrario, la ha profundizado. A modo de conclusión 1. La economía chilena a finales de la década de los setentas atravesaba por una profunda crisis de stangflación. 2. La experiencia socialista democrática de la Unidad Popular profundizó los principales aspectos de esa crisis, provocando la crisis global del capitalismo nacional. 3. El golpe militar de 1973 restauró la dominación capitalista y desde 1975, inspirado en la teoría neoclásica, inicia la reestructuración del capitalismo nacional. Esta reestructuración implicó revertir completamente el régimen de acumulación anterior, el nuevo modelo impulsó el desarrollo del mercado y de la iniciativa privada. La economía pasó del dominio del capital productivo, industrial-internista, al capital mercantil-financiero. Se abrió la economía al mercado internacional. Se inició un fuerte proceso de des-industrialización. Se conformó un mercado de capitales. Desde 1977 a 1981, la economía se estabilizó y comenzó a crecer, sin embargo, la tasa de desempleo se mantenía alta y la inflación también, se presentaban serios problemas en el mercado de capitales, en fuerte endeudamiento afectaba al sector, lo que provocó finalmente una profunda crisis financiera, entre 1982-1984. Si bien, el Estado se había retirado de la economía desde 1975, este tuvo que intervenir en la economía para salvar el sector financiero y de la bancarrota del capitalismo nacional. 4. La crisis financiera da lugar a un reajuste neoliberal, apoyado por el FMI y BM, lo que permite que la economía se recupere y comience a crecer sostenidamente desde 1985 en adelante. La economía se estabiliza y crece, pero no logra superar los problemas de pobreza y desigualdad social. 5.- Entre 1975-1990, el capitalismo nacional fue reestructurado completamente. Se ha producido la contrarrevolución capitalista en su versión mercantil-financiera, o sea, la economía chilena está en manos de los dos “mellizos perversos”. Universidad Autónoma de Colombia 50 JUAN CARLOS GÓMEZ LEYTON Bibliografía Aranda, Sergio y Martínez Alberto. (1970); Estructura económica: algunas características fundamentales, En VV. AA.: Chile Hoy. Ed. siglo XXI, Santiago de chile. Bresser p., Luiz C., Maravall J. M. y A. Przeworski. 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Universidad Autónoma de Colombia ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2, SEPTIEMBRE 2010 Crecimiento, dinero y natalidad en Colombia1 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO2 JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ3 Resumen La necesidad de encontrar modelos que expliquen las relaciones existentes entre las variables nominales y las variables reales de la economía, desbordan los estudios tradicionalmente aceptados por las escuelas ortodoxas. Aquí se presenta un modelo en donde se niega la neutralidad del dinero, relacionando las decisiones de fertilidad con las condiciones de empleo y estas, a su vez, con un sistema donde también dependen del producto. La evidencia empírica para Colombia señala la relevancia de incluir este tipo de relaciones para explicar el desarrollo conjunto de dichas variables, tanto en el largo como en el corto plazo. La evidencia ha sido recogida a través de un VAR estructural en donde fueron reconocidas las restricciones que la teoría económica ha propuesto. Palabras clave: VAR estructural, neutralidad del dinero, transición demográfica, fertilidad y crecimiento económico. 1 Agradecemos los aportes al documento de los miembros del grupo TECA y el apoyo de la Universidad Autónoma de Colombia en el proyecto de investigación “Crecimiento, dinero y natalidad en Colombia”. 2 Profesor Universidad Central e investigador de estudios económicos de CAMACOL. [email protected] 3 Profesor Universidad Central. [email protected] Universidad Autónoma de Colombia 54 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ Abstract The need to find models that exhibit the existent relations between nominal and real variables in the Economy, overcome studies traditionally accepted by orthodox schools. Here is a model which denies money neutrality, it relates the fertility choices with working conditions and these to a system where also depend on the product. Empirical evidence for Colombia suggests the relevance of including this type of relationship to explain the joint development of these variables in the long run as for the short run. The evidence collected through a Structural VAR where the restrictions in economic theory suggest been acknowledged. Key words: Structural VAR, Monetary neutrality, demographic transmission, Fertility and economic growth. Introducción Las ideas de Malthus sobre la inevitable crisis del desarrollo -las teorías que buscan explicar el desarrollo económico- han rondado continuamente, desde su formulación en 1798. Dichas ideas advirtieron claras asimetrías entre la tasa geométrica que caracteriza el crecimiento de la población y la manera aritmética o lineal como se observa que crece la utilización de los recursos. No obstante, esta apreciación perdió la perspectiva histórica, en tanto desconocieron los desarrollos científicos y tecnológicos suscitados en el mundo, luego de la revolución industrial ocurrida a finales del siglo XVIII. Las tasas de crecimiento del producto de los distintos países han sobrepasado los límites planteados en el contexto pesimista de Malthus, en el que el control del crecimiento de la población era el camino para evitar el advenimiento de la crisis general. Los adelantos técnicos y científicos permitieron en una época de postrevolución industrial satisfacer las necesidades de la población mundial, que inició su vertiginoso crecimiento en las 2 últimas centurias; contexto en el cual ya no es correcto hacer implicaciones teóricas desde la retórica maltusiana. Sin embargo, tanto las dinámicas poblacionales como las científicas han seguido cambiando; las tendencias de crecimiento poblacional observadas en el último siglo revelan un estancamiento, en el que las decisiones por número de hijos son relativamente pequeñas y las nuevas dinámicas económicas generan un proceso de sustitución, en el que el número de hijos es evaluado frente a las posibilidades de alta Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 55 calidad de formación para ellos. Configurado esto, un nuevo estado de la caracterización de la relación entre las dinámicas demográficas y las de producción y desarrollo económico. En este artículo se busca develar las relaciones existentes entre dinero, producto empleo y fertilidad en el caso de Colombia. El periodo que se ha elegido para desarrollar el análisis es el comprendido entre 1950 y 2003. Se plantea que las decisiones por fertilidad resultan endógenas al sistema, mostrando que en la actualidad dependen del conjunto de las variables mencionadas y que, en el largo plazo, estas decisiones están sujetas únicamente de las decisiones autónomas y de las condiciones de empleo. Revisión de literatura La evidencia histórica encontrada por Galor (2005) en su estudio de la dinámica poblacional en el mundo, señala que esta puede ser descrita por 3 momentos claramente diferentes. Cada uno de estos momentos se caracteriza por distintos patrones de evolución, tanto de la dinámica poblacional como en la dinámica científica y técnica en la producción. El primero de ellos, es el que se ajusta a las observaciones realizadas por Malthus (1798), en el que, -si se toman en cuenta las divergencias entre las tendencias de crecimiento de la población y las de la tecnología-, los recursos no bastarían para satisfacer las necesidades de la sociedad; este periodo se caracterizó por altas tasas de natalidad y de mortalidad. La expectativa de vida promedio al momento de nacer no superaba los cuarenta años (Galor, 2005), por lo que la inversión en capital humano no encontraba un campo propicio en dónde desarrollarse. Posteriormente, en el segundo de los momentos identificados por Galor, se encuentra una sociedad que se caracteriza por hallarse circunscrita en medio de los cambios técnicos y sociales, que se presentaron como consecuencia de la Primera Revolución Industrial. Dicho momento se caracterizó por el incremento de la productividad -que permitió no solamente suplir de manera más fácil las necesidades de la sociedad, sino también la liberación de mano de obra del sistema productivo-. En consecuencia, con el cambio del paradigma productivo se generó un cambio en la demanda de mano de obra para suplir cargos cuyos requerimientos de conocimiento técnico eran cada vez más altos; así mismo se presentó una revaloración de la capacitación de la mano de obra, en donde los rendimientos esperados de la formación de capital social tendieron a ser suficientes para promover un cambio en la estructura social de la población. Finalmente, en el tercer momento encontrado por Galor se encuentra una sociedad en la que el cambio tecnológico se caracteriza por una dinámica cada vez más veloz. Este cambio, agudiza aún más los requerimientos de capacitación sobre el trabajo, pero de manera diferente al estadio anterior; se comienza a presentar un estancamiento Universidad Autónoma de Colombia 56 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ de la tasa de natalidad, hecho atribuible, según el autor, a un efecto de sustitución entre el número de hijos y la calidad de la educación de los hijos que se decida tener. En consecuencia, se observa que los rendimientos de la formación de capital humano, provocados por la transición demográfica, se presentan no solamente en niveles cada vez más altos, sino que también manifiestan efectos colaterales; como la sustitución entre el número de hijos y la calidad de educación que se le ofrece a cada uno de ellos. Este cambio en las pautas demográficas deriva en procesos de reforzamiento, en donde los más altos retornos esperados demandan altos niveles de inversión en capital humano, suponiendo un cambio en la elección del nivel de natalidad deseado. Como es señalado por Galor (2004), “las teorías de transición demográfica buscan capturar los determinantes de reducción significativa en las tasas de fertilidad y de crecimiento de la producción que han caracterizado el mundo en el siglo pasado…”, por lo que postula tres razones principales: primero, la caída de las tasas de mortalidad infantil; segundo, el incremento del ingreso per cápita; y tercero, el incremento de la demanda por capital humano. Así, las tasas de mortalidad y de natalidad infantil se ven fuertemente correlacionadas con los aumentos en los salarios reales. En la medida en la que los salarios reales han ido aumentado, las tasas de mortalidad y de natalidad han ido disminuyendo. Por otro lado, Becker (1981) señala que el comportamiento de los hogares, –en cuanto a decisiones de natalidad–, obedece a que el efecto ingreso positivo se encuentra dominado por el efecto sustitución, que es negativo; por lo que una explicación como esta resulta coherente con la teoría de los retornos a la formación de capital humano. La evidencia empírica consignada, en el estudio citado, mostró que, de acuerdo como van disminuyendo las tasas de mortalidad y de natalidad la proporción de estudiantes jóvenes en procesos educativos crece significativamente, apoyando la tesis de transición demográfica motivada por el cambio en las demandas del nuevo sistema económico productivo. Existen mecanismos de reforzamiento para este cambio demográfico, como la disminución del trabajo infantil y la preferencia por la calidad. Al marcarse las diferencias entre los salarios de las personas calificadas y las no calificadas, se restan incentivos a contratar niños, pues además de las restricciones legales de cada país, son personas que no gozan ni de la calificación ni de la experiencia de una persona adulta educada, lo que motiva la calificación de la población en busca de la competitividad en el mercado laboral. Como se señaló, cambios en los patrones de comportamiento demográfico están relacionados con cambios en el desarrollo de la producción de la economía, las decisiones que pueden tomar los distintos individuos sobre su progenie se encuentran estrechamente vinculadas con la oportunidad de percibir ingresos, por un empleo que demanda cada vez más aptitudes para su desempeño. Otros enfoques, como el encontrado en el artículo de Barro y Becker (1989), argumentan también una relación entre el crecimiento económico y la elección de Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 57 fertilidad. El modelo sustentado en su artículo se basa en el supuesto de la existencia de altruismo en las funciones de utilidad de los padres, que los motiva a asignar eficientemente recursos, procurando mejores condiciones tanto para el padre como para sus hijos, generando transferencias inter-generacionales de riqueza. La aplicación de la estructura del modelo la hacen sobre una economía cerrada, en donde la determinación de la tasa de interés y los salarios es simultánea con la determinación del crecimiento de la población y la acumulación del capital. La principal novedad, como ellos mismos señalan, radica en la determinación del crecimiento endógeno de la población a las decisiones de fertilidad. El hallazgo más destacado que puede ser extraído del desarrollo del modelo, es que se observa que la tasa de crecimiento de la población se muestra positivamente relacionada con el grado de altruismo de los padres hacia los hijos, y con la tasa de interés.4 Adicionalmente se advierte que la tasa de fertilidad se muestra positivamente relacionada con la tasa de interés, lo que implica que un incremento en el costo de educar a un niño disminuye el crecimiento de la población5 y eleva el nivel de capital per cápita de estado estacionario. Por su parte, la escuela monetarista, incorporada por Friedman (1968), señala que en el largo plazo se evidencia neutralidad del dinero, pues los cambios en los agregados monetarios no afectan el producto potencial. De otro lado, existen argumentos como los de Petrucci (2003), en los que se muestra que la riqueza monetaria puede determinar niveles de variables reales como el stock de capital y las tasas de crecimiento de la población. Bajo el enfoque de Petrucci, se demuestra que altos crecimientos de los agregados monetarios incrementan la fertilidad, debido a que esto disminuye el costo de oportunidad de la decisión de fertilidad, lo que finalmente disminuye ,también, la intensidad del capital y la cantidad de producto per-cápita; en el desarrollo del modelo se encuentra que la demanda de fertilidad está estrictamente relacionada con el lado monetario de la economía, ya que depende de la riqueza financiera y, por lo tanto, de los balances monetarios. Como resultado adicional de los argumentos de Petrucci se encuentra, además, una relación inversa entre el stock de capital y el crecimiento de la población; lo que constituye, en conclusión, elementos que argumentan la violación al postulado monetarista de neutralidad del dinero frente a las variables reales. Ahora bien, en el caso de Colombia son pocos los trabajos que se han enfrentado este problema. Sin embargo, sobresalen las investigaciones realizadas por Mejía, Ramírez y Tamayo (2008), además de los de Posada y Rubiano (2007); trabajos que se realizan con enfoques diferentes pero que develan importantes relaciones entre las variables nominales y las reales en el caso de Colombia. 4 Los resultados se sustentan bajo el análisis de estado estable. 5 Nuevamente se presenta como resultado del análisis de estado estable. Universidad Autónoma de Colombia 58 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ El trabajo de Mejía (et ál, 2008) básicamente busca establecer relaciones entre: (I) ingreso; (II) la tasa de crecimiento poblacional; (III) las tasas de fertilidad; y (IV) las inversiones en capital humano durante los diferentes regímenes de crecimiento propuestos. Si bien, la intención del documento de Mejía (et ál, 2008) no es hacer una estricta caracterización dinámica del modelo de crecimiento, sí se propone develar las principales fuerzas y estados que hay detrás de la transición demográfica, entre un régimen de estancamiento tipo Maltusiano a uno de crecimiento auto sostenido. Según los autores se identifican 2 regímenes en el caso de Colombia, el que corresponde al estancamiento maltusiano y el que corresponde a de crecimiento sostenible (Meja et ál, 2008). Por un lado, Colombia estuvo caracterizada, durante el siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, por bajos niveles de producto per cápita; altas tasas de fertilidad y de mortalidad –acompañadas de una baja expectativa de vida–; y bajas tasas de remuneración al capital humano. Este periodo se identificó por tener una economía relativamente pobre y un nivel de vida de bajos estándares. Luego, en la segunda mitad del siglo XX, Colombia se caracterizó principalmente por el rápido y sostenido crecimiento económico. Además, sostienen los autores que este periodo fue un tiempo de cambios poblacionales importantes; en particular, la estructura económica se movilizó desde al agro hacia actividades industriales y de servicios. En los años cincuenta, el país le apostó al modelo de industrialización por sustitución de importaciones, que se vio reflejado tanto en un cambio en la tendencia del crecimiento del producto, como en un importante desplazamiento de las población del campo hacia las ciudades, en donde se concentraban, principalmente, las actividades secundarias y terciarias de la economía. Estas transformaciones económicas se vieron reflejadas en un desplazamiento sostenido hacia la derecha de la demanda agregada y en la demanda de trabajo, cada vez más productivo y calificado. Por otro lado, el trabajo de Posada y Rubiano (2007), realiza un análisis teórico que apoya los modelos de crecimiento, en los que se incluyen variables demográficas, basados en los hallazgos de Becker (1981) y Razin y Ben-Zion (1975). El objetivo de esta serie de trabajos es brindar soporte econométrico a las relaciones entre las variables demográficas y las nominales de la economía. El resultado teórico de sus planteamientos sugiere relaciones entre el PIB per cápita, la inversión, la tasa de inversión en capital humano y la tasa de mortalidad infantil. Para la corroboración empírica de sus tesis los autores proponen la estimación de un panel de datos, que permitan -tanto longitudinal como transversalmente- demostrar las relaciones entre las variables señaladas. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 59 Si bien, los resultados no llegan a ser concluyentes, el documento presenta un importante desarrollo en el estudio de estas relaciones, tanto desde lo teórico como en los métodos que habrán de ser utilizados para lograr el contraste empírico de esta hipótesis. Como ventaja principal de la metodología de panel empleada, se encuentra que esta permite observar efectos dinámicos al considerar los rezagos de las observaciones. El Modelo Las variables a considerar Consideramos las 4 series con frecuencia anual entre 1942 y 2003, para datos de Colombia de las siguientes variables: Tabla 1 Variables utilizadas en el modelo Variable DESEM TBN Log(PIB) Log(M1) Descripción Tasa de Desempleo Tasa Bruta de Natalidad Logaritmo del Producto Interno Bruto (PIB) real Logaritmo de M1 Fuente: elaboración propia Las variables que se encuentran en términos monetarios son incluidas en términos logarítmicos de los niveles, mientras que, las variables que son tasas, se incluyen directamente, -sin ningún tipo de transformación-. Las series de tiempo de las variables mencionadas son no estacionarias y se caracterizan por ser integradas de orden 1 ((I1)). (Ver Anexo 1) Se utilizaron datos de frecuencia anual para aproximarnos de forma más exacta a un verdadero largo plazo en Colombia. Por un lado, se tomó en consideración que los datos del número de nacimientos en Colombia son muy escasos, evitando obtener una serie que nos permita una estimación de una tasa bruta de natalidad consistente. buscando evitar sesgo por omisión de información. Para los datos del PIB y M1 se tomaron las series presentadas por el GRECO (2002) que han sido llevados a 2003. Planteamiento del Modelo Siguiendo las recomendaciones encontradas en la revisión de literatura, el modelo VAR estándar (ecuación 1) se expresa de la siguiente forma: Universidad Autónoma de Colombia 60 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ (1) Donde: Teniendo: (2) Siendo Ai = (i=1,...,p) las matrices de los coeficientes autor regresivos et y el vector de los residuales o componentes no explicados por el proceso VAR. El sistema puede ser representado por sus componentes de VMA de la siguiente forma: (3) Donde: La representación de media móvil del modelo estructural que vamos a plantear es:6 (4) Donde: y L el operador de rezagos. De acuerdo a esto supondremos que se puede presentar en cada periodo t un shock ( t) estructural asociado a cada una de las variables: (5) De modo que el shock lt es un impacto de origen endógeno que influencia fundamentalmente a la tasa de desempleo; 2t es un impacto que se origina dentro de las decisiones de los hogares y domina a la dinámica demográfica del país; 3t 6 Modelo C. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 61 proviene de la actividad económica interna en el país; y 4t constituiría un choque a la oferta de M1, (aunque también se tienen en cuenta variaciones originadas en la demanda de M1). De acuerdo con la teoría económica, es posible argumentar que en el largo plazo no tiene efectos sobre el desempleo (Friedman, 1968 y Phelps, 1970), pero, por otra parte, también carece de efectos en el producto y en la tasa de fertilidad. Es posible encontrar un complemento a este argumento sugiriendo que las variables reales tienen influencia sobre las variables nominales, por lo que 3t tendrá influencia sobre M1, pero además, se considerará que no tiene efectos en el largo plazo sobre el empleo y la relación demográfica –como se argumentó previamente–.7 De esta manera, al considerar que la fertilidad es endógena a las condiciones en el mercado laboral (Wang, 1994), –argumentando que un shock en el empleo reasigna tiempo de crianza de los hijos hacia una mayor cantidad de tiempo de trabajo–, se encuentra un efecto en el que se reduce el crecimiento de la fertilidad y se estimula el desarrollo económico a largo plazo. Además, en la literatura desarrollada por Barro y Becker y complementada por Galor, se tiene que la transición demográfica posee efectos y relaciones con el capital humano, además del desarrollo tecnológico al interior de las economías. Los argumentos anteriormente presentados implican la imposición de las siguientes restricciones de largo plazo: (6) Donde es un polinomio en el operador de rezagos, que implican los efectos de los impactos sobre la variable i. De esta forma las restricciones se incorporan en el sistema VAR estructural de la siguiente forma: (7) La identificación del modelo estructural de la ecuación (4) se basa en la estimación de la forma reducida similar a la de la ecuación (1):8 7 Lo que constituye una restricción de largo plazo. 8 Siguiendo a Misas y Posada (2000). Universidad Autónoma de Colombia 62 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ (8) Del sistema estacionario (8) y considerando que el teorema de descomposición de Wold garantiza la existencia de una representación MA infinita, se tiene:9 (9) y, a partir de las ecuaciones (4) y (9), podremos observar que las innovaciones del VAR estándar se relacionan con las estructurales así: (10) (11) Para terminar, se encuentra una relación entre la matriz de efectos de largo plazo sobre los residuales de forma reducida y la matriz equivalente de los residuales estructurales, que podemos ver en la ecuación (12): (12) Se identificara C0 imponiendo n (n–1)/2 restricciones, en este caso impondremos 6 restricciones. La descomposición se realiza aplicando la metodología de BlanchardQuah (1989), que consiste en la imposición de restricciones sobre la matriz de efectos de largo plazo asociada a los choques estructurales C(1). Asimismo, suponemos que la matriz de efectos de largo plazo asociada a choques estructurales es triangular y las ecuaciones 12 y 13 son exactamente identificadas. Estimación y resultados Como punto de partida de la estimación del VAR estructural se requiere que las variables sobre las cuales se imponen las restricciones de neutralidad de largo plazo sean integradas de orden 1 (I (1)) en sus niveles. Como se puede observar en el anexo 1, -y para poder estimar correctamente el VAR estructural-, se debe comprobar que no existen vectores de cointegración para las variables en el estudio.10 Después de comprobar que no existen vectores de cointegración, se puede llevar a cabo la estimación del VAR estructural presentado en (4), el cual parte de la 9 Similar a la encontrada en la ecuación (3). 10 Ver anexo 3 para observar la no existencia de tal vector de cointegración. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 63 estimación de un VAR estándar estacionario para el de la ecuación (2). Encontramos la longitud del VAR estándar considerando los resultados presentados por los criterios de información de Akaike, Schwarz y Hannan Quinn; los cuales coinciden en señalar un solo número de rezagos (2, 0 y 2). Adicionalmente, siguiendo a Misas y Posada (2001), se decidió implementar los rezagos de órdenes 1 al 5; se obtuvieron los siguientes resultados observando el comportamiento multivariado de los residuales, respecto a ruido blanco y normalidad. (Ver Tabla 2) Tabla 2 Resultados de las pruebas de residuales para determinar el rezago del VAR Ruido Blanco Rezago 1 2 3 4 5 Normalidad Portmanteau ajustado Apuntalamiento Simetría Conjunta P-valor P-valor P-valor P-valor 2.4126 -1 7.3192 -1 14.9736 0.5266 22.2191 0.9014 35.9 0.9011 234.5020 0.000 105.2231 0.000 73.1817 0.000 64.2402 0.000 63.1842 0.000 46.1483 0.0000 14.2392 0.0066 12.1761 0.0161 8.6173 0.0714 19.1163 0.007 280.6503 0.000 119.4623 0.000 85.3578 0.000 72.8575 0.000 82.3004 0.000 Fuente: elaboración propia. Como se observa en la tabla 2, el orden de rezago que mejor comportamiento muestra es el 2, por lo que debe ser elegido para el orden del VAR. Este modelo (VAR (2)), fue el elegido a fin de ser sometido al análisis de impulsorespuesta, para el total del conjunto de variables, con el objetivo de contrastar su comportamiento frente a los resultados propuestos por la teoría económica. Resultados del VAR estructural La matriz de la ecuación (13) presenta los coeficientes que relacionan las variables del VAR. Es posible identificar cómo los factores interactúan en el modelo y los efectos de las variables. Universidad Autónoma de Colombia 64 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ El análisis de los efectos de los it muestran que estos se comportan de acuerdo a la teoría y racionalidad económica:11 (i) Existe una relación positiva entre la tasa de desempleo y la tasa bruta de natalidad, observada por medio del tiempo promedio que se dedica a la crianza de los hijos;12 (ii) Se encontró evidencia empírica de la existencia de una relación negativa entre desempleo y tasa bruta de natalidad con el PIB, que correspondería a la Ley de Okun; finalmente, (iii) se evidenció una relación entre la cantidad de dinero en la economía (aproximada por m1) con el desempleo, mostrando resultados consistentes con la curva de Phillips. La evidencia de la existencia de esta relación sugiere que, en efecto, los agentes de la economía pueden ser influenciados por las variables monetarias, por lo que su aceptación implica el rechazo tácito de la neutralidad del dinero. Los resultados de la relación se encuentran consignados en la siguiente matriz: (13) Análisis de impulso-respuesta Una de las virtudes más relevantes de utilizar un VAR estructural en la identificación econométrica de sistemas endógenos, radica en la posibilidad de observar las respuestas de las variables ante choques del conjunto de variables utilizadas en su especificación. Así, en el gráfico 1 se observan los efectos de choques de la tasa de desempleo en el sistema de variables. Se encontró que un incremento en la tasa de desempleo afecta positivamente a la tasa bruta de natalidad, y afecta negativamente al producto y al dinero. Estos resultados validan las conclusiones que se previeron en la teoría económica analizada. 11 Son los resultados propuestos por Oded Galor (2005). 12 En el modelo micro fundamentado planteado por Galor, encontramos que en el régimen de crecimiento moderno los agentes deciden tener menor cantidad de hijos para dedicar más tiempo en su crianza a fin de que obtengan un mayor capital humano. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 65 Gráfico 1 Diagrama de impulso-respuesta frente a un choque en la variación del desempleo SVAR Impulse Responses Fuente: elaboración propia Los impactos generados a causa de incrementos en la variación de la tasa bruta de natalidad se pueden observar en la gráfica 2, subrayando la importancia de un efecto negativo en el producto de la economía. Este resultado resulta consistente con la etapa de crecimiento económico moderno de la teoría unificada del crecimiento económico de Galor y la teoría neoclásica del crecimiento económico. De manera simultánea, se observó que la cantidad de dinero en la economía tiende a incrementarse debido a que en los hogares se incrementa la cantidad de dinero demandada por las decisiones de fertilidad, revelando, así, la existencia de una relación positiva entre estas dos variables. Universidad Autónoma de Colombia 66 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ Gráfico 2 Diagrama de impulso-respuesta frente a un choque en la diferencial de la tasa bruta de natalidad SVAR Impulse Responses Fuente: elaboración propia. Con respecto a los choques en el producto de la economía, es posible observar que este tiene un efecto positivo en la cantidad de dinero y la cantidad demandada de dinero. En lo que se refiere al desempleo, este es posterior al aumento en el empleo, lo que implica un reforzamiento de la ley de Okun. Los impactos de un cambio en M1 se pueden considerar consistentes con la teoría económica. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 67 Gráfico 3 Diagrama de impulso respuesta frente a un choque en la diferencia del logaritmo del PIB real SVAR Impulse Responses Fuente. Elaboración propia. Respecto al empleo, sobresale el hecho de la existencia de un efecto de curva de Phillips en el corto plazo; lo cual se explica porque se halló que al incrementarse M1 se incrementa también el empleo. Lo anterior es consistente con las teorías de Friedman (Friedman, 1968). Adicionalmente, es de resaltar el efecto sobre la tasa bruta de natalidad, para la cual un incremento en la cantidad de dinero afecta positivamente a través de la ilusión monetaria a las familias y a sus preferencias. Universidad Autónoma de Colombia 68 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ Gráfico 4 variación del logaritmo de M1 SVAR Impulse Responses Fuente: elaboración propia Conclusiones En la búsqueda de las causas del crecimiento económico, el Nobel Robert Lucas Jr. argumenta que, “Una vez se empieza a pensar en ellas (las causas del crecimiento económico), es difícil pensar en algo más” (Lucas, 2005); razón por la cual el considerar las razones que lo motivan, –en particular en un país en desarrollo como Colombia–, reviste de la mayor importancia y pertinencia. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 69 La línea argumental de este artículo partió del hecho de considerar la relevancia de la transición demográfica en el desarrollo para Colombia. Los planteamientos, según los cuales en un principio el tamaño de la población limitaba al crecimiento económico, -provenientes de Thomas Malthus-, han quedado atrás; y después de presentarse un incremento poblacional, la presencia de una caída en la fertilidad y un crecimiento sostenido son la causa del optimismo con respecto al desarrollo. La presencia de una relación inversa entre crecimiento del PIB real y los crecimientos poblacionales, -que presentan datos recolectados-, señalan a Colombia como un país en donde se está presentando un régimen de crecimiento moderno. La inclusión de variables que causan transformaciones socio demográficas en Colombia complementan y robustecen el modelo. Las técnicas estadísticas y econométricas empleadas en el desarrollo de esta investigación, tales como las técnicas de cointegración, el uso del VAR y del VAR estructural, con restricciones de corto y largo plazo, permiten asegurar que las condiciones que caracterizan el régimen de crecimiento moderno se presentan en Colombia. La correcta combinación de política económica y social puede llevar a este sistema por una senda de crecimiento o en una condición de estancamiento. Es relevante mencionar que los fenómenos descritos por Oded Galor se presentan naturalmente con la transición de las preferencias de los hogares y las mejoras en las condiciones de vida, salud y un incremento en la esperanza de vida. Bibliografía Arango, Luis Eduardo, Ana María Iregui y Luis Fernando Melo. (2003); “Recent behavior of Output, Unemployment, Wages and Prices: What Went Wrong?”, En: Borradores de Economía. 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Universidad Autónoma de Colombia 70 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ Londoño, Juan Luis. (1995); Distribución del ingreso y desarrollo económico, Colombia en el siglo XX, Tercer Mundo Editores, Colombia. Lora, Eduardo. (2005); Técnicas de Medición Económica, Metodología y Aplicaciones, Alfa Omega, Colombia. Lucas, Robert. (2005); Lecturas sobre crecimiento económico, Grupo Editorial Norma, Colombia. Lütkepohl, Helmut. (2005); New Introduction to Multiple Time Series Analysis, SpringerVerlag, Alemania. Lütkepohl, Helmut y Markus Krätzig. (2004); Applied Time Series Econometrics, Cambridge University Press, Estados Unidos. Maksymenko, Svitlana (2006); “Fertility, Money Holdings, and Economic Growth: Evidence from Ukraine”, In: Working Paper. Mejía, Daniel; Ramírez María Teresa y Tamayo Jorge. (2008); “Transición demográfica en Colombia: Teor”, En: Borradores de Economía. Misas, Marta y Enrique López. 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Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 71 Anexos Anexo 1 Estudio preliminar de las series PIB Gráfico A1 El PIB real en niveles a precios constantes de 1975 Fuente: GRECO Fuente: GRECO. La serie que se ha contemplado en el presente estudio contiene los datos anuales del producto interno bruto (PIB) colombiano para el periodo comprendido entre 1950 y 2003. Se caracteriza por un comportamiento creciente, cuyas principales alteraciones se observan en la segunda mitad de la década de los noventa. Se practicó la prueba de Dickey-Fuller, junto con la prueba de Schhmidt y Phillips, con diferente orden de rezago y los distintos modelos propuestos como métodos (dependiendo de las determinísticas incluidas para aproximar el GDP) para probar la estacionariedad en la varianza de la serie PIB. Se encontró que el proceso generador de datos tiene tanto intercepto como tendencia y que el número de rezagos que permite que los errores sean ruido blanco es 2 (Ver anexo 2). La serie que fue incluida en el modelo toma los datos anuales desde 1950 hasta 2003, determinando como año base 1975. Los patrones de crecimiento del PIB se mantienen relativamente constantes a través del periodo de estudio, sobresaliendo el hecho de la desaceleración en la década de los noventa y el hecho de la caída del producto en 1999. Según los datos del GRECO (2002), las series del producto y del capital per cápita para el periodo de estudio no muestran algún tipo de estacionariedad, por lo que se puede aseverar que los impactos de los choques provenientes de factores de oferta tienen repercusiones permanentes sobre los niveles observados. Además, estos Universidad Autónoma de Colombia 72 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ señalan que existe evidencia estadística para encontrar en el final de los años setenta las causas para los fenómenos de crecimiento presenciados en los ochenta; dichos fenómenos, consisten en la desaceleración del crecimiento del producto por trabajador, o en términos más generales, la desaceleración del cambio técnico, primero y segundo, producen una aceleración del crecimiento del capital por trabajador en la primera mitad de los noventa. Tasa bruta de natalidad (TBN) Gráfico A2 La tasa bruta de Natalidad en niveles Fuente: DANE, Profamilia y Flórez. La tasa bruta de natalidad (TBN) es el cociente entre el número de nacimientos y el total de la población multiplicado por 1000, para cada uno de los periodos. En particular para Colombia, la recolección de los datos constituye una dificultad debido a que -según el periodo de estudio-, son múltiples las entidades encargadas de la recolección de datos. El DANE guarda las estadísticas de nacimientos desde 1912, incluyendo los datos inicialmente recogidos por las distintas parroquias y posteriormente por la registraduría nacional del estado civil. En la información del DANE existe un vacío de información entre 1987 y 1997, periodo en el que se basó la información en las estadísticas de Profamilia. Para 1998 y bajo el nombre de estadísticas vitales, el DANE se encarga de recoger la información, razón por la cual hay más disponibilidad de estos datos. La serie señala el comportamiento del número de nacimientos con relación al número total de las personas que habitan un país, para cada periodo de tiempo. Según Carmen Elisa Flórez (2000) un fenómeno de transición demográfica se caracteriza por un incremento en el nivel de fecundidad, una vez ha transcurrido un periodo de mortalidad alta, por lo cual debería presentarse alguna alteración en la serie transcurrida en una época de violencia, –como la observada en Colombia durante la Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 73 mitad de siglo por la pugna bipartidista–. Adviértase que la serie también puede estar alterada por sesgos de medición, debido a la multiplicidad de instituciones encargadas de dicha tarea en la historia de la medición de esta estadística. Según la prueba Dikey-Fuller aumentada, la serie presenta intercepto y tendencia determinística, raíz unitaria. Según los resultados presentados en el numeral 2 del apéndice, se muestra que no hay evidencia para rechazar la hipótesis nula de la presencia de una raíz unitaria en el proceso generador de datos. Se han postulado 2 rezagos de tal manera que se observan innovaciones ruido blanco gaussianas. De nuevo, para determinar el orden de integración de la serie, es necesario practicar la prueba de raíz unitaria sobre la serie en primeras diferencias. Los resultados consignados en el apéndice muestran que existe evidencia para rechazar la hipótesis nula de presencia de raíz unitaria; esto con 1 rezago y sin componentes determinísticas, pero conservando las propiedades de optimalidad de los residuales. Dadas las condiciones ya señaladas se puede aseverar que, bajo la información consignada en los numerales 3 y 4 del apéndice, la tasa bruta de natalidad es integrada de orden uno, I(1). Según Carmen Elisa Flórez (2000), para el caso colombiano, la tasa bruta de natalidad permanece casi constante a niveles altos durante las 3 primeras décadas del siglo pasado, cuando la mortalidad era también alta y constante. Así, entre 1905 y 1938, la tasa bruta de natalidad estaba alrededor de 40 por mil. Señala Flórez (2000) que la tasa de natalidad estuvo relativamente alta hasta los años setenta, momento en el que se presenta, para el país un fenómeno de transición demográfica que se caracterizó por la caída de la tasa de natalidad, en cerca de 20 por mil. “Formalmente, el concepto de transición de fecundidad se define como el paso de un régimen de fecundidad natural a uno de control deliberado de fecundidad” Flórez (2000). Este proceso de transición de fecundidad acompaña procesos de cambio social, como los de urbanización, incremento de la participación femenina en el producto, aumento en los niveles de educación y la disminución del trabajo agrícola. Galor (2005) muestra cómo en los países europeos este cambio de los patrones de reproducción se dio mucho antes que en los países de América Latina, encontrando evidencia de la incidencia de este tipo de procesos sobre el desempeño económico de los distintos países. El GRECO (2002) señala que, Según las cifras, parecería que el mayor esfuerzo para disminuir la tasa de natalidad se hizo en el periodo intercensal comprendido entre 1973 y 1985, mientras que, en el caso de la tasa de mortalidad, el mayor esfuerzo se presentó en el periodo, también intercensal, comprendido entre 1951 y 1964. A pesar de la extensión alcanzada por el control de la natalidad durante los últimos decenios, la población Colombiana creció en promedio durante el siglo XX cerca del 2.34%, Universidad Autónoma de Colombia 74 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ Desempleo Gráfica A3 Tasa de desempleo en niveles Fuente: DANE, GRECO y Londoño. Esta cifra supera la tasas de crecimiento poblacional promedio de América que oscilan alrededor del 2,1% para el mismo periodo. Los datos resumidos en el gráfico anterior corresponden a la tasa de desempleo entre los años 1942 y 2003. Los cálculos de dichas tasas corresponden a cálculos propios sobre datos de población, población ocupada y población económicamente activa; recogidos entre la información del GRECO y la publicación Colombia estadística, cuyos volúmenes abarcan información hasta el año 1998. Según los cálculos practicados, el desempleo tiene una tendencia relativamente creciente durante la primera mitad del siglo, pasados los años sesenta la tasa de desempleo se mantiene relativamente constante hasta la década de los noventa, cuya primera mitad se caracteriza por la caída de la tasa de desempleo y repunta finalmente después del año 1994, tomando su mayor valor para 1999. En trabajos como el presentado por Iregui, Melo y Arango (2003), se argumenta que el fenómeno de crisis de finales de los noventa puede explicarse por el incremento de los costos salariales y no salariales que se observaron en la década de los noventa, debido a dos circunstancias: la primera, la falta de credibilidad de la política de inflation targeting, adoptada por el Banco de la República después de 1991 (distorsión que permitió que los salarios reales aumentaran por encima de la productividad); y segundo, la sanción aprobatoria de la ley 100 de 1993 que elevó los costos no salariales de emplear mano de obra. Al incrementarse los costos asociados a la mano de obra el desempleo repuntó, caracterizando un episodio de crisis. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 CRECIMIENTO, DINERO Y NATALIDAD EN COLOMBIA 75 Formalmente, la serie en niveles presenta raíz unitaria. El valor calculado en la prueba de Dickey y Fuller, tanto con intercepto como con tendencia determinística y con un rezago, permite señalar la existencia de raíz unitaria. Buscando el orden de integración se revisó la estacionariedad de la serie en primeras diferencias y se encontró que el valor calculado es menor que el valor crítico a los niveles convencionales de significancia; por lo que puede concluirse que la serie es integrada de orden 1, I(1). M1 Gráfica A4 M1 en Niveles Fuente: GRECO Se ha tomado la serie de los datos del GRECO desde el año 1950 hasta el año 2003. Se caracteriza por un incremento moderado de los niveles hasta la década de los ochenta. Pasada la década de los ochenta mantiene un patrón de crecimiento moderadamente alto; solo se observa una alteración leve en el patrón de crecimiento sobre los años contiguos a la crisis. Formalmente, se practicó la prueba de Dickey y Fuller para la identificación de raíz unitaria en el polinomio autoregresivo del proceso generador de datos. Adicionalmente, se aplicó una prueba de raíz unitaria con posible cambio estructural ubicado en el año de 1998. La evidencia señala que el cambio estructural es estadísticamente significativo para ese año y que, si M1 es tomada en logaritmos (se puede ver que en niveles también), la serie presenta raíz unitaria, según los datos consignados en el anexo . Una vez verificada la existencia de la raíz unitaria en la serie en logaritmos se ha comprobado que la diferencia del logaritmo de la serie es I (0) por lo que puede concluirse que la serie de M1 es integrada de orden 1. Universidad Autónoma de Colombia 76 JORGE EDUARDO PACHECO BELLO, JUAN TOMÁS SÁYAGO GÓMEZ Anexo 2 Resumen de las estadísticas asociadas a las pruebas de raíz unitaria Variable Prueba Log(PIB) Log(PIB) TBN TBN DESEM DESEM Log(M1) Log(M1) SP SP ADF ADF ADF ADF ADF ADF Términos Determinísticos Rezagos Valor Test Valor crítico 5% 2 tendencias Tendencia 1 1 2 1 1 0 1 0 -1.963 -6.494 -0.128 -2.844 -2.575 -5.24 -0.861 -4.506 -3.65 -3.06 -2.89 -1.95 -3.45 -2.89 -2.89 -2.89 Ninguno Constante y tendencia Constante Constante Constante Anexo 3 Pruebas de cointegración En las pruebas de cointegración se aplicó la corrección de muestra pequeña y se revisó el único valor en el cual parece que el vector de cointegración existe. Se observó que no es consistente con la teoría económica perse es rechazado y se puede concluir que no existen vectores de cointegración, por lo cual se debe utilizar un VAR en diferencias. Prueba de la traza con constante Rezago 1 R LR 0 1 2 3 Rezago 2 R 188.61 49.12 15.74 2.83 95% 53.94 35.07 20.16 9.14 98.12 39.63 14.95 4.19 95% 53.94 35.07 20.16 9.14 88.25 30.27 13.8 3.54 95% 53.94 35.07 20.16 9.14 71.34 35.81 14.54 3.8 95% 53.94 35.07 20.16 9.14 LR 0 1 2 3 Rezago 3 R LR 0 1 2 3 Rezago 4 R LR 0 1 2 3 Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2, SEPTIEMBRE 2010 Las TIC y el crecimiento regional en Colombia 1985-2000 ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS1 “Gatsby creía en la luz verde, el orgiástico futuro que, año tras año, aparece ante nosotros… Nos esquiva, pero no importa; mañana correremos más de prisa, abriremos los brazos, y… un buen día…. Y así vamos adelante, botes que reman contra la corriente, incesantemente arrastrados hacia el pasado” SCOTT FITZGERALD, EL GRAN GATSBY “Vemos los computadores en todas partes, excepto en las estadísticas de productividad” ROBERT SOLOW Resumen El objetivo de este trabajo es estimar un modelo de crecimiento de Solow extendido con capital humano y TIC. Se pretende examinar la hipótesis de que las tecnologías de la información y la comunicación afectan el ritmo de cambio técnico y por ende tienen efectos positivos sobre la tasa de crecimiento del PIB per cápita de los departamentos colombianos para el periodo 1985-2000. Palabras clave: convergencia, crecimiento, tecnología, desarrollo regional, teléfono 1 Profesor Asociado Universidad Nacional de Colombia y Profesor Investigador de la Universidad Externado de Colombia. Agradezco a Álvaro Zerda sus comentarios a una versión preliminar del artículo y al soporte financiero del CID de la Universidad Nacional de Colombia. Universidad Autónoma de Colombia ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS 78 Abstract The aim of this study is to estimate an extended Solow’s growth model with human capital and ICT. It aims to explore the hypothesis that information technology and communication affect the pace of technical change and therefore have positive effects on the growth rate of GDP per capita in the Colombian departments for the period 1985-2000 Key words: convergence, growth, technology, development, regional, phone Calificación JEL: R11, R12, L96, O47 1. Introducción El capitalismo es un sistema económico de producción de mercancías, por medio de mercancías. Por ello, las condiciones de acumulación y reproducción exigen extender las relaciones de mercado más allá de cualquier límite; el ideal es que todo intercambio sea mediado por el mercado. En este sentido, cada revolución tecnológica redefine las reglas del juego competitivo entre los agentes e incorpora a la nomenclatura de bienes algo nuevo. Sin duda, la llamada sociedad del conocimiento y la revolución en las tecnologías de la información y la comunicación cumplen con ésta exigencia sui generis del régimen de acumulación capitalista. La Nueva Economía significó un cambio de dimensiones no menos trascendental: un desplazamiento desde la producción de bienes hasta la producción de ideas que conllevaba el tratamiento de la información, no del personal ni de las existencias. (Stiglitz 2003) Como lo reconocen una serie de estudios especializados, el epicentro de la revolución de las tecnologías de la información y las comunicaciones fue los Estados Unidos. Al parecer todo se inicia en 1971, cuando Bob Noyce y Gordon Moore comercializan el primer procesador de Intel. En unos pocos años, sobrevendría la revolución digital y la explosión del sector de las telecomunicaciones (Pérez, 2004). Del mismo modo, el origen de Internet se asocia a una serie de contratos en el área de seguridad y defensa de los Estados Unidos, que se desarrollaría mediante el ARPAnet, que fue una red de enlace entre universidades y contratistas de alta tecnología. Este esquema permitió establecer redes de comunicación entre institutos y universidades. Inicialmente sus usuarios fueron científicos de la computación y otros técnicos especializados. En los ochenta se implementó el NSFNET que se constituyó en la espina dorsal de las redes de conexión regional de universidades; en 1987 el sistema fue mejorado y manejado por Merit, en colaboración con Mecit y la IBM. El Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000 79 NSFNET fue financiado con recursos públicos, con fines fundamentalmente educativos y científicos. Hoy día la red crece a escalas insospechadas por sus creadores, con objetivos pecuniarios y comerciales (Manson y Varian 1994). Es decir, el espacio virtual ha sido conquistado por el mercado, los sitios de la red se venden como mercancías. Alrededor de la Nueva Economía se ha generado un debate interesante, este se conoce como la paradoja de la productividad. Tal vez la referencia más conocida es el siguiente aforismo de Robert Solow, quien refiriéndose a la ubicuidad de los computadores en el mundo moderno exclamó: “Vemos los computadores en todas partes, excepto en las estadísticas de productividad”.2 En efecto, los estudios mostraban que en pleno boom de la innovación del microprocesador y la informática, los índices convencionales de la productividad de la economía de los Estados Unidos no mejoraban. De hecho, no se encontraba relación alguna entre índices de TIC (teledensidad, computadores y usuarios en Internet) y los índices de eficiencia técnica como la PTF o la razón valor agregado a empleo. Si bien es cierto que en los sectores productores de TIC, la productividad y la rentabilidad mejoraron sustancialmente, lo mismo no ocurrió en las actividades que hacen uso de las TIC, ello cuestionaba por lo menos inicialmente la idea de que las TIC fueran en verdad Tecnologías de Propósito General (TPG),3 tal como lo fueron la máquina de vapor y la dinamo eléctrica (Gualerzi y Nell 2010). Sin embargo, los estudios a nivel de micro dato encontraron relaciones sistemáticas y positivas entre el desempeño de la firma y el uso de las TIC. Teóricamente, se puede mostrar que el uso de las tecnologías de la información y las comunicaciones reducen los costos de coordinación y manejo de información compleja de las empresas, lo que les permite reducir los tiempos muertos de la producción, aumentando los niveles de utilización de la capacidad instalada, como también sincronizar mejor los flujos 2 Citado por Paul David (1990). 3 “Nosotros las pensamos como las tecnologías prevalentes en cualquier periodo dado como un patrón jerárquico estructurado (formando una clase de árbol tecnológico), las cuales en el caso más simple podrían consistir justo en dos niveles: un manojo de tecnologías básicas en la cima (quizás justo una) y un gran número de clases de productos o sectores que las usan en los niveles más bajos. Aquellas en el top son caracterizadas primero que todo por su propósito general, esto es, por tener una función genérica que es vital para el funcionamiento de un gran segmento de productos potenciales o existentes y sistemas de producción. Tal función genérica podría ser, por ejemplo, el “movimiento rotatorio continuo”, desempeñado primero por la maquina de vapor y luego por los motores eléctricos; la “lógica binaria” podría corresponder a la función genérica para la electrónica, el candidato obvio GPT de nuestros tiempos. La segunda característica distintiva de GPT es su dinamismo tecnológico: esfuerzos continuos de innovación, así como de aprendizaje, aumentan la eficiencia con la cual la función genérica se desempeña. Esto se puede reflejar en reducciones de la razón precio/desempeño de los productos, sistemas y componentes donde la GPT es incorporada, o como mejoramiento cualitativos multidimensionales en ellos. Como consecuencia, los costos de los sectores corrientes abajo que usan la GPT como insumo se reducen, ellos pueden desarrollar mejores productos, y además, más sectores encontraran rentable adoptar el mejoramiento de GPT, y así se expande el rango de aplicaciones. Tercero y último, las GPT por la existencia de innovaciones complementarias con los sectores que la aplican, en el sentido que los avances técnicos en la GPTl hacen más rentable para los usuarios la innovación, y viceversa”. Bresnahan y Trajtenberg (1992 y 1995) Universidad Autónoma de Colombia 80 ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS entre insumos y productos (Castaldi y Dossi 2008; Marini y Pannone 2007). En una conferencia realizada por la CEPAL en 2007 se presentaron una serie de trabajos para América Latina donde se pretendía mostrar la importancia de las TIC para el crecimiento del PIB per cápita y la productividad. Los resultados no fueron sorprendentes. Por ejemplo, Capasso y Correa (2007) encuentran que un aumento del capital en TIC de 10% se refleja en aumentos del PIB per cápita en los países del continente entre 0.2% y 0.9%. Gaaitzende Vries Nanno Mulder, Mariela DalBorgo, André Hoffman (2007), muestran en un ejercicio de descomposición de fuentes de crecimiento para Brasil, Chile, Argentina, Costa Rica y Uruguay, que entre 1990 y 2004 las TIC apenas contribuyeron entre 0.21% y 0.67 % al crecimiento del PIB per cápita. Finalmente, el trabajo de la CEPAL (2007), encuentra que el crecimiento de los países de América Latina entre 1991 y 2005 se explica esencialmente por acumulación de factores y, en menor proporción, por cambio técnico. Del mismo modo encuentran que el uso de las TIC tiene un efecto positivo sobre la productividad del continente, pero se muestran cautos a la hora de ponderar la importancia de dicho factor. Aunque los resultados empíricos pueden ser desalentadores, algunos agudos analistas han llamado la atención sobre aspectos que los estudiosos convencionales han pasado por alto. Lo primero que se puede aducir es que las TIC deben examinarse a la luz de la experiencia histórica de los cambios de paradigma tecnoeconómico. Paul David (1990) inicia con una interesante analogía entre la dinamo y el computador y -aunque reconoce que una dinamo no es un computador-, muestra cómo el desarrollo y la incorporación del paradigma del motor eléctrico tuvo rezagos de difusión e inconvenientes, tal como se observa con las tecnologías de información y telecomunicaciones. De hecho, observa cómo se presentaron resistencias y demoras en la incorporación de dicho conocimiento en los procesos productivos; y que mientras éstas técnicas no se generalizaron, ello no se reflejó en las variables agregadas como la productividad. Del mismo modo, cuestiona la capacidad de los indicadores convencionales para dar cuenta de los cambios cualitativos de la revolución informática y digital. En el mismo sentido, Gualerzi y Nell (2010) afirman: Los estudios considerados se focalizan principalmente en lo que se puede definir estrechamente como procesamiento de información. Pero el papel pivotal jugado por ICT puede ser mejor comprendido por considerar el enlace de comunicación, y por ende, el avance en telecomunicaciones, en las cuales el procesamiento de información es ahora interconectado en una red de trabajo. El desarrollo de redes, y de Internet en particular, son en verdad la novedad fundamental de los 1990s; la clave para la transformación de la nueva economía. En el sector de ICT, el desarrollo de hardware y software se ha orientado crecientemente a las redes. Más importante, existe un impacto general en la economía, vía el desarrollo de externalidades de red, lo cual hace posible reorganizar los procesos productivos y el marketing, generando finalmente nuevos productos y servicios. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000 81 El objetivo de este trabajo es estimar un modelo de crecimiento Solow extendido con capital humano y TIC. Se pretende examinar la hipótesis de que las tecnologías de la información y la comunicación afectan el ritmo de cambio técnico y, por ende, tienen efectos positivos sobre la tasa de crecimiento del PIB per cápita de los departamentos colombianos para el periodo 1985-2000. El trabajo se divide en tres partes: la primera es esta introducción; en la segunda parte se presenta el modelo formal neoclásico siguiendo los seminales trabajos de Solow (1956) y Mankiw, Romer y Weil (1992); y la tercera parte desarrolla la metodología de datos panel dinámico y se discuten los resultados de la estimación del modelo. 2. El modelo de crecimiento económico neoclásico y las TIC En este acápite se presenta el modelo extendido de crecimiento exógeno neoclásico con capital humano y TIC. El punto de partida son los trabajos empíricos de Mankiw, Romer y Weil (1992) e Islam (1995), en los cuales se presentan estimaciones ecométricas en versiones de sección cruzada y datos panel dinámicos de los determinantes del ingreso per cápita en estado estable, y de las tasas de crecimiento en cercanías al equilibrio de largo plazo; donde se evalúan las hipótesis de convergencia condicionada para un grupo significativo de países desarrollados y en desarrollo. El modelo se puede extender fácilmente para incorporar los efectos de las TIC, tal como lo hacen Becchetti y Di Giacomo (2007), quienes incorporan las tecnologías de la información y las comunicaciones como determinantes de la tasa de cambio tecnológico. Este proceder permite levantar el supuesto que se hace de la naturaleza del cambio tecnológico como un bien público, es decir, como maná caído del cielo. El problema que no siempre es tratado apropiadamente en las investigaciones empíricas es que la difusión y la disponibilidad de los productos del conocimiento no es la misma para todos los países o las regiones en un Estado, ya que dichos procesos pueden anularse o abortarse como consecuencia de embotellamientos en la transferencia de tecnologías (Becchetti y Di Giacomo 2007). Este aspecto es reconocido por las teorías evolucionarias, que sostienen que existen asimetrías y desigualdades a nivel internacional y regional para adaptar y apropiar las innovaciones. El lado de la oferta del modelo se sintetiza en la función de producción CobbDouglas, cuyos argumentos son: el capital físico (K), el trabajo (L) y el capital humano (H). El cambio técnico es neutral en el sentido de Harrod (A), es decir, los desplazamientos de la función de producción garantizan que la relación capitalproducto se mantiene constante para una tasa dada de rendimiento del capital. Del lado de la demanda, se asume que una proporción constante del ingreso nacional, sk, se destina a la acumulación de capital físico y una proporción sh a capital humano. En el modelo no existe gasto público, ni impuestos, ni comercio exterior. La Universidad Autónoma de Colombia 82 ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS población se iguala al empleo por simplificación y se asume que crece a una tasa constante n. El índice de tecnología, A, crece a una tasa constante, g. La función de producción se puede escribir de la siguiente manera: , con + <1 (1) Como la función de producción es homogénea de grado 1, se puede expresar en términos de trabajo efectivo, lo mismo se hace con las demás variables del modelo. Las variables y, k, h son el ingreso, el capital físico y humano en términos de trabajo efectivo respectivamente. Las ecuaciones dinámicas o de acumulación se pueden escribir en términos de trabajo efectivo de la siguiente manera: (2) (3) El equilibrio de largo plazo se encuentra cuando, y, Resolviendo el sistema de ecuaciones, recordando que y = k h , se obtienen las soluciones de estado estable para k y h. Tenemos: (4) 5) Sustituyendo los valores de estado estable para k* y h* en la función de producción, y expresando el resultado en términos per cápita, tenemos: (6) El índice de tecnología se puede descomponer en dos partes: (7) Reemplazando (7) en (6), tenemos: (8) Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000 83 Para derivar la ecuación de crecimiento, se parte de la ecuación linealizada de la tasa de crecimiento del PIB per cápita en la vecindad del equilibrio del estado estable. La ecuación diferencial es la siguiente: (9) Donde, =(n+ +n) (1- - ) es la velocidad de convergencia del sistema a su equilibrio de estado estable. La solución de la ecuación (9) es la siguiente: (10) Sumando ln (Y/L)*-ln (Y/L)0 a ambos lados de la ecuación (10) y reemplazando luego la ecuación (8), tenemos: (10) Donde, c=(l-e- t) ln (Akp0)+gt. (11) La ecuación (11) se puede escribir de la siguiente manera, sumando a los dos lados de la ecuación, por tanto tenemos: (12) 3. Metodología de panel de datos dinámicos y resultados econométricos Las primeras investigaciones empíricas fundamentadas en el modelo de crecimiento neoclásico de Solow-Swan se orientaron a cuantificar las fuentes del crecimiento económico. Los resultados iniciales fueron interesantes; se encontró que en economías como la de los Estados Unidos el cambio técnico, –medido por el llamado residuo de Solow–, daba cuenta de algo más del 70% del crecimiento del PIB per cápita, Universidad Autónoma de Colombia ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS 84 mientras que la contribución de la acumulación de factores productivos no era tan importante. A principio de los noventa el debate resurgió con un nuevo énfasis, el cual se dirigió a comprobar las hipótesis de convergencia absoluta y relativa, hipótesis derivadas de los modelos de crecimiento exógeno de Solow y de crecimiento óptimo de Ramsey. Los métodos utilizados se limitaron, inicialmente, a regresiones de corte transversal o sección cruzada, los cuales se fueron extendiendo a medida que se incorporaban nuevas variables en el lado derecho de la ecuación. Sin embargo, estos modelos difícilmente pueden incorporar aspectos específicos de los países, pues por construcción se asume que todas las economías enfrentan la misma función de producción y el cambio técnico se considera como un bien público. Como anota Islam (1995): Los aspectos específicos de los países de la función de producción agregada que son ignorados en las regresiones de corte transversal, se correlacionan con la variables explicatorias, y esto crea el problema de sesgo de variables omitidas. Desde el punto de vista de la teoría, la aproximación de panel permite aislar los efectos de profundización del capital de una parte y las diferencias institucionales y tecnológicas de la otra, en el proceso de convergencia. La estructura convencional de datos panel dinámico se ajusta fácilmente a los modelos de crecimiento de la sección dos. Siguiendo la notación de Islam (1995), se tiene: , con i=1,2…N; t=2,3,…,T (13) Con | | <1, Donde, yit es el ingreso per cápita del gobierno subnacional i, xit es un vector de variables explicatorias no necesariamente exógenas, es decir, pueden presentar correlaciones con los efectos individuales o con los errores de la regresión; son efectos inobservables específicos e invariantes del tiempo, y t el componente que depende del tiempo, it es el término de error. Se supone que los errores it son independientes entre individuos. Como los efectos individuales, i se puede considerar como una variable aleatoria. Existe necesariamente correlación con la variable dependiente rezagada un periodo yit-1. Bajo estas circunstancias la estimación de los parámetros por OLS en niveles es inconsistente, lo que no se corrige aumentando el número de individuos. Las estimaciones del parámetro de la variable dependiente rezagada de un periodo son sesgadas hacia arriba. Lo mismo se puede decir de la aplicación del uso de estimadores dentro de grupos, que si bien eliminan el componente especifico, generan problemas de correlación entre el vector de errores transformado y la variable dependiente rezagada yit-1 transformada. Por tanto, la it estimación por OLS del modelo genera sesgos hacia abajo (Bond 2002). En este orden de ideas, el problema es encontrar un justo medio, es decir, un método que se encuentre entre la estimación en niveles de OLS y la de estimadores entre grupos. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000 85 Arellano y Bond (1991) y Arellano y Bover (1995) han desarrollado los métodos alternativos. La idea es utilizar el Método de Momentos Generalizados en Diferencias y el Método de Momentos Generalizados con desviaciones ortogonales en niveles. Los dos métodos se pueden combinar como un sistema de ecuaciones que permiten resolver problemas de inconsistencia cuando el parámetro de la variable dependiente rezagada esta cercano al círculo unitario (Bond, Hoeffer y Temple 2001). Los métodos explotan las propiedades de las correlaciones que se establecen entre las variables y los componentes de error del modelo, para seleccionar los vectores de instrumentos que permiten estimar el modelo en diferencias o en niveles de manera consistente. Como la correlación entre los efectos específicos invariantes del tiempo y la variable yit-1 generan problemas de estimación, el modelo se puede transformar mediante el operador de diferencias, lo que elimina el componente ìi. Rezagando un periodo la ecuación 13 y restando, tenemos: it = it-1 j x itj + it Con i=1…N; t=2,3,..T Con | | <1, (14) Asumiendo que las condiciones iniciales están predeterminadas y los errores del modelo no están correlacionados, se puede derivar un vector de instrumentos , dependiendo del número de correlacionados con yit-1 y ortogonales a it periodos temporales. Por ejemplo, cuando t=3, el único instrumento será yi1, cuando t=4, los instrumentos serán yi1 y yi2, generalizando para t=T, el vector será (yi1,yi2,….,yiT-2). Si xit se asume endógena, las variables xit-2, xit-3 y demás rezagos serán validos instrumentos en la ecuación de primeras diferencias, por tanto, nuestro vector general será (yi1, yi2,….,yiT-2,xi1,xi,2…xiT-2). Si se hacen supuestos más fuertes, como que xit está predeterminada, aparecerán nuevos instrumentos, como xit-1, incluso, si se asume que el vector de variables xit es fuertemente exógeno, tenderemos el vector completo como instrumentos validos en la ecuación en diferencias. Se pueden obtener condiciones adicionales si se asume que la yit y xit no están correlacionadas con i, por tanto, yit-1 y xit1, se pueden considerar como instrumentos validos para la ecuación en niveles (Bond 2002). El vector de instrumentos, se puede escribir como: ( yi2, yi3,…, yiT-1, xi2, xi3,…, xiT-1). El estimador del sistema GMM así combina el conjunto estándar de ecuaciones en primeras diferencias con sus adecuados instrumentos en niveles rezagados, con el conjunto adicional de ecuaciones en niveles con sus adecuados instrumentos en primeras diferencias rezagados. Aunque los niveles yit están necesariamente correlacionados con los efectos específicos individuales ( i) dado el modelo, la asunción hecha requiere que yit no lo esté, permitiendo que las primeras diferencias rezagadas sean usadas como instrumentos en las ecuaciones en niveles (Bond, Hoeffer y Temple 2001). Las condiciones de momentos que utiliza el sistema GMM para derivar los parámetros de manera consistente son los siguientes: Universidad Autónoma de Colombia 86 ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS Para las ecuaciones en niveles: (15) (16) Para las ecuaciones en diferencia: s>2 ; t=3,…T (17) s>2 ; t=3,…T (18) Antes de presentar las estimaciones del modelo de crecimiento y TIC, vale la pena mostrar las correlaciones entre la tasa de crecimiento del PIB per cápita y las tecnologías de la comunicación y la Internet. En el gráfico 1 se muestra la relación entre el indicador de teledensidad y penetración de Internet, con la tasa de crecimiento del PIB per cápita 2000-2007 para los departamentos colombianos. Crecimiento departamental en Colombia 2000-2007 y TIC Fuente: Ramírez y Parra (2009), cálculos propios. Como se puede constatar, existe una relación positiva entre los indicadores de TIC y la tasa de crecimiento del PIB per cápita. Esto quiere decir que aquellos departamentos que poseen mejores condiciones de infraestructura para acceder a las tecnologías de información y comunicaciones también registran el mejor desempeño económico. Sin embargo, la correlación no es muy fuerte. Ahora bien, la existencia de correlación no se puede interpretar directamente como una relación causal. De hecho, podría suceder que la dirección vaya del crecimiento económico a las TIC, o lo contrario. Incluso, se puede presentar una relación de doble casualidad o causación circular Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000 87 acumulativa. La relación anterior también se encuentra entre tasas de crecimiento (Gráfico 2) Gráfico 2 Crecimiento departamental y la tasa de crecimiento de TIC Fuente: Ramírez y Parra (2009), cálculos propios. Para arrojar alguna luz sobre este problema, se estima un modelo de data panel dinámico para el nivel del ingreso y la tasa de crecimiento per cápita de los departamentos colombianos. (El periodo de estudio es 1985-2000). Las observaciones temporales se obtuvieron de promedios de cinco años. Las cifras del PIB per cápita (ly), de la tasa de ahorro departamental (sk) se tomaron de las Cuentas Regionales construidas por el CEGA. La tasa de crecimiento poblacional (n) se ajustó por g+ =0.05 como lo sugiere la literatura, obteniendo la tasa de depreciación efectiva. El índice de TIC se construyó con base en la participación del valor agregado del sector de telecomunicaciones en el PIB y los indicadores de teledensidad ya que no se existen series de computadores o afiliación a Internet para el periodo de estudio. Las variables de TIC se normalizaron a partir de la siguiente fórmula: , garanti- zando que el índice de TIC caiga entre 0 y 1. Los índices de capital humano se tomaron del Índice de Desarrollo humano construido por el Programa del PNUD para Colombia. Los principales resultados se reportan en el cuadro 1. Lo que se puede decir es que en todos los modelos estimados los indicadores de TIC tienen el signo esperado (positivo) y son significativos. Sin embargo, los coeficientes de las otras variables resultan problemáticos, –los signos son contrarios a los esperados por la teoría–. Por ejemplo, el capital humano arroja signos negativos en cuatro de las ecuaciones econométricas; la tasa de depreciación efectiva tiene signo positivo en todos los modelos y resulta significativa en tres de ellos; la tasa de ahorro arroja un signo Universidad Autónoma de Colombia 88 ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS negativo y significativo en todas las ecuaciones, lo que contradice las hipótesis del modelo de crecimiento neoclásico. De hecho, al parecer se cumple la paradoja del ahorro keynesiana, entre mayor sea la tasa de ahorro, menor será el ingreso per cápita y su tasa de crecimiento alrededor del estado estable. Estas anomalías podrían desvirtuar la capacidad del modelo de crecimiento neoclásico exógeno para explicar los hechos de crecimiento en Colombia. Pero en realidad no es el caso. La pista para resolver el puzzle se encuentra en otro lugar. Desde hace ya varias décadas se conoce que la función de producción agregada no existe, es decir, no es posible obtener una relación matemática entre producto y los factores productivos medidos en unidades físicas a nivel agregado. Estas son las conocidas conclusiones de las controversias sobre el capital de los años sesenta y setenta. Si la función agregada no existe, entonces, ¿por qué una gran cantidad de estudios arrojan resultados que validan las hipótesis de las parábolas neoclásicas? La respuesta es sencilla, lo que se estima no es una relación técnica de producción, sino una simple identidad contable. En efecto, Jesús Felipe y McCombie (2005), muestran cómo la ecuación (11) y (12) del texto, se pueden derivar de la identidad del ingreso nacional, que dice que el PIB es igual a los salarios más los beneficios del capital. El hecho de que los resultados de las regresiones del cuadro 1 sean tan defectuosos, se debe sencillamente a los supuestos restrictivos que se hacen para derivar las ecuaciones: (i) la participación del ingreso de los trabajadores y el capital son constantes; (ii) la tasa de crecimiento tecnológico es igual para todos los departamentos. Si éstos supuestos no se cumplen en los datos, los resultados de estimaciones como las reportadas en este estudio se pueden dar, es decir, las variables arrojan el signo contrario al esperado y en muchos casos resultan no significativas. De hecho, si las expresiones se corrigen para reflejar las propiedades de la identidad, el R-cuadrado debería ser igual a uno, pues no cabe el error estocástico. En este orden de ideas, no se pueden derivar inferencias de las estimaciones del modelo M-R-W.4 Es decir, no es válida la conclusión de que las TIC tienen un efecto positivo sobre el ingreso per cápita y la tasa de crecimiento de los departamentos colombianos. La conclusión de Jesús Felipe y McCombie (2005) es lapidaria: La conclusión que se puede sacar es que las predicciones del modelo de Solow no pueden ser examinadas econométricamente puesto que ellas no pueden ser refutadas. En vista de los hallazgos anteriores, es difícil finalizar con una nota optimista. Esta estructura neoclásica, en nuestra opinión, no ayuda a responder la pregunta central de porque algunos países son más ricos que otros. La implicación del artículo, por tanto, va más allá de una mera crítica o propuesta para mejorar la estimación y el test del modelo de crecimiento neoclásico. El problema discutido es mucho más fundamental que la necesidad para extender el modelo de Solow, o el uso de técnicas econométricas más apropiadas. 4 Mankiw, Romer y Weil, por sus creadores. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 Universidad Autónoma de Colombia @DYN(LY,-2) LKH LSK LTIC1 LKH(-1) LN(-1) LN 0.158414 (5.655874)* -0.080085 (-2.017279)** 0.505512 0.807036 0.429437 0.750283 0.090173 0.083794 3.527231 7.116538 0.247155 (0.787976) 0.391631 (1.368036) -0.565343 (-3.742792)* 0.101723 (2.719153)* Cuadro 1 @DYN(LY,-2) LKH LSK LTIC1 LKH(-1) LN(-1) LN -0.077138 (-2.458793)* 0.079547 (2.389447)** 0.413400 0.803297 0.323154 0.745443 0.077077 0.084602 4.256335 4.524419 0.508930 (1.175175) 0.634388 (1.429358) -0.476424 (-3.039152)* 0.102027 (1.792396)*** @DYN(LY,-2) LKH LSK LTIC1 LKH(-1) LN(-1) LN LSK(-2) LKH(-2) LN(-2) 0.046533 (2.183130)** (4.343677)* -0.299542 (-1.568631) 0.665900 (3.921254)* -0.657242 (-7.276404)* 0.094025 (3.776360)* Desviaciones Ortogonales 0.142637 (-1.700099)*** Variable Dependiente PIB Per cápita (ly) Desviaciones Ortogonales -0.146563 (-0.890014) Significativo al 1%(*); Significativo al 5%(**); Significativo al 10%(***) Instrumentos J-statistic S.E. of regression Adjusted R-squared R-squared @LEV(@ISPERIOD(“4”)) @LEV(@ISPERIOD(“3”)) LTIC2 LTIC1 Ln (sk) ln(n+g+ ) Ln(sh) Primeras Diferencias -0.212517 (-1.339816) Resultados econome @DYN(LY,-2) LKH LSK LTIC2 LKH(-1) LN(-1) LN LSK(-2) LKH(-2) LN(-2) 8.323608 0.060971 0.359119 0.026867 (0.874204) 0.504774 0.173924 -0.342237 (-1.912341)*** 0.432652 (1.513625) -0.040874 (-0.226241) Desviaciones Desviaciones -0.178599 (0.649799) @DYN(LY,-2) LKH(-2) LN(-2) LSK(-2) LKH LN LSK LTIC1(-2) LIND(-2) LTIC1 -0.062565 (-2.048011)** (2.633922)* -0.202322 (-0.914901) 0.733927 (3.261248)* -0.640199 (-7.243094)* 0.094505 (3.173599)* Desviaciones Ortogonales -0.979581 (-4.901740)* @DYN(LY,-2) LKH(-2) LN(-2) LSK(-2) LN LSK LTIC2(2) LKH LTIC2(-1) LIND 5.957877 0.083240 0.402735 -0.014780 (-0.365756) 0.538477 0.091415 -0.332570 (-1.717613)*** 0.804913 (3.344654)* -0.310935 (-1.626122) Desviaciones Ortogonales -1.068568 (-6.996754)* Variable Dependiente Crecimiento del PIB per cápita (Dly) eno con TIC y capital humano LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000 89 ÁLVARO MARTÍN MORENO RIVAS 90 Para el presente trabajo, los resultados no son del todo desalentadores. Si bien el modelo neoclásico estimado es una simple identidad mal especificada, la correlación entre el ingreso per cápita y la tasa de crecimiento del PIB per cápita dice algo interesante. Dicha correlación no se puede explicar de manera convencional, dadas las fallas del modelo de M-R-W, por tanto cabe otra explicación. Y se nos ocurre la más sencilla e inmediata: existe una relación entre TIC y desempeño económico, sin embargo, la causalidad va en dirección contraria, es decir, es el crecimiento del PIB y el grado de desarrollo de los departamentos colombianos los factores que explican el mayor índice de TIC de la unidad subnacional. En otras palabras, las TIC son endógenas al crecimiento. Crecimiento Económico TIC 4. Conclusiones En este trabajo se examinó la relación entre las tecnologías de la información y comunicación (TIC) y el crecimiento regional en Colombia para el periodo 19852000. Se aprovecharon las cuentas regionales construidas por el CEGA, donde se sistematizan de manera rigurosa la información sobre el PIB y el ahorro departamental. Si bien en los modelos econométricos estimados, el parámetro para las TIC arrojó el signo correcto y fue significativo, los signos de las otras variables del modelo resultaron opuestos a los esperados por la teoría. Este hallazgo no se interpreta como una falla del modelo neoclásico; sino más bien como la estimación de una identidad contable mal especificada. No es difícil mostrar que expresiones formales como la Cobb Douglas u otras similares se pueden derivar de la identidad macroeconómica fundamental del ingreso nacional, que dice que este es igual a los salarios más los beneficios. En otras palabras, dicha expresión es otra manera de escribir una identidad. Esto indica que los buenos o malos resultados de estimar funciones de este tipo para países o regiones se derivan de la validez de los supuestos que se hacen sobre la participación de los ingresos del capital y el trabajo en el PIB o de asumir una tasa de crecimiento tecnológico igual para todos los países, pero de ninguna manera dan cuenta de una supuesta relación técnica entre factores y producto. De allí que la búsqueda de las relaciones entre TIC y crecimiento se debe buscar en otra parte. Por ejemplo, los modelos de crecimiento liderados por la demanda, el principio de causación circular acumulativa y los modelos de crecimiento transformacional. Por ahora, se puede decir a manera de hipótesis que las TIC no son un verdadero motor de crecimiento en Colombia y que la relación de causalidad va en sentido contrario, es decir, el crecimiento económico y el nivel de desarrollo de un departamento explican la extensión y penetración de las TIC. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LAS TIC Y EL CRECIMIENTO REGIONAL EN COLOMBIA 1985-2000 91 Bibliografía Arellano, Manuel y Bond, Stephen. Bond.(1991). ; “Some Test of Specification for Panel Data: Monte Carlo Evidence and Application to Employment Equations”, Review of Economic Studies, 58, 2, pp.277-297. Arellano, Manuel y Bover Olympia Bover. (1995).; “Another lLook at the iInstrumental vVariable Eestimation of eError-cComponents mModels”, Journal of Econometrics, 68, pp.29-51. Barro, R y Sala-i-Marti.(1995).; Economic Growth, McGrawHill. Becchetti Leonardo y Stefania Di Giacomo. Stefania. (2007).; “The Unequalizing Effects of ICT on Economic Growth”, Metroeconomica, 58, 1, pp.155-1994. Bond, Stephen, Anke Hoeffer y J. Temple. (2001).; “GMM Estimation of Empirical Growth Models”, Discussion Paper No 01, Department of Economics, University of Bristol. 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Como era de esperarse, el resultado de dichas presiones ha significado, por un lado, una supuesta ruptura epistémica de una de las más grandes filosofías y corrientes de pensamiento administrativo -en éste caso el taylorismo-; en pro de alcanzar en primera medida, los objetivos empresariales sobre los que se soporta la organización, y por otra parte, la generación, adopción y adaptación de nuevas formas de gestión y control al interior de las misma organización, como lo son: la calidad total, la gestión de calidad y la norma ISO 9000. En este sentido, éste articulo amplía el debate académico sobre sí los nuevos modelos industriales en las organizaciones centrados en la implantación de nuevas culturas organizacionales, son realmente modelos de ruptura epistémica con las tradicionales prácticas Tayloristas de la organización de trabajo o por el contrario es una nueva forma de nombrar y perpetuar el taylorismo. Palabras clave: Taylorismo, Sistemas de Gestión de Calidad, Calidad Total 1 (SGC), ISO 9000, Ingeniero industrial, Universidad Católica de Colombia. Especialista en pedagogía y docencia universitaria, Universidad La gran Colombia. Magister en Administración, Universidad Nacional de Colombia. Estudiante de Doctorado: Procesos Políticos y Culturales en América Latina, Universidad de Artes y Ciencias Sociales, Chile. Profesor e investigador de la facultad de Administración, Universidad Autónoma de Colombia. Coordinador del grupo de investigación Gea: Gestión Empresarial y Administrativa, Universidad Autónoma. Profesor en la Universidad Politécnico Gran Colombiano. Email: [email protected] Universidad Autónoma de Colombia 96 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO Abstract In the habitual exegesis of some of the changes in the strategies, forms of behaving and to be directed the organizations - independently of their nature - they usually have like references forced to the pressure of the market, to changes in the legislation, and to a series of modifications that seems they cause the adaptation from these organizations to the environment. As era of being expected, the result of this pressures has meant on one hand a supposed rupture epistemic of some of those but big philosophies and currents of administrative thought - in this case the taylorism - to reach on one hand the managerial objectives on those that the organization is supported, and on the other hand, the generation, adoption and adaptation in new administration ways and control to the interior of the same ones as they are it the total quality, the administration of quality and the norm ISO 9000. In this sense, this articulates wide the academic debate on if the new industrial models in the organizations centered in the installation of new organizational cultures are really model of rupture epistemic with the traditional Taylor‘s practice of the work organization or on the contrary it is a new form of to name and to perpetuate the taylorism. Key words: Taylorism, Systems Quality Administration (SGC), ISO 9000, Total Quality Introducción Aun cuando en la actualidad el “paradigma dominante” es la calidad, los S.G.C. y sus derivados, esto no quiere decir que se contemple la desaparición total de los paradigmas antecesores; por el contrario, en muchos casos los paradigmas dominantes son el fruto de la evolución de viejos paradigmas. El taylorismo como el paradigma dominante de principios de siglo XX no escapa a esta realidad y el hecho que ahora se trabaje todo en función de la calidad y sus derivados, no significa en ningún caso la completa abolición del taylorismo. Ello, porque aún cuando hemos recorrido más de un siglo desde su aparición, su base conceptual y su orientación hacia los incrementos de la productividad siguen siendo el eje epistémico de todas las adecuaciones teóricas y prácticas que se han dado a lo largo de las experiencias administrativas. Continuando con lo anterior, la eterna confrontación, el némesis administrativo: como hacer más con menos, pero sin reductos matemáticos, sino basados en ingeniosas y buenas gestiones administrativas; que permitan generar un beneficio a la sociedad pero al tiempo permitan un ingente proceso de acumulación de capital. Es con base en esta lógica que el pensamiento administrativo ha evolucionado hasta Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 97 llegar a convertirse en lo que conocemos hoy en día, y el hecho que dé respuesta a sociedades y momentos históricos específicos es lo que permite ver las trasposiciones de paradigmas. Ruptura epistémica: la ilusión comienza Las últimas décadas han estado caracterizadas por una ingente necesidad de dar una respuesta acertada y oportuna a las demandas del mercado y organizacionales, a través de paradigmas (círculos de calidad, just in time, calidad total, S.G.C., etc.) que rompan con la estructura epistémica de las corrientes de principio del siglo XX (taylorismo, fordismo, etc.) y que “den cuenta de los cambios que operan en la reestructuración del mundo del trabajo a partir de la introducción de nuevas formas de organización y explotación de la fuerza de trabajo por el capital, tanto en los países capitalistas desarrollados como en los dependientes y subdesarrollados (cf. “El análisis de los modelos productivos” en Boyer y Freyssenet, 2001). Actualmente, y aun cuando parece haber un consenso tácito en la aceptación de los significados, no hay una definición clara de estas prácticas, lo que lleva a confundir no sólo su objeto de estudio sino su orientación y en muchos casos su método de aplicación, tanto los que tienen que ver con el proceso de trabajo mismo (los métodos concretos de los procesos) como los que se asumen con las condiciones de trabajo asalariado (normas de contratación, permanencia y promoción, formas de utilización y consumo de la fuerza de trabajo, mercado de trabajo y desocupación, normas legales y prácticas concretas, etc.). Por esto, en este artículo no se pretende desconocer, excluir o desechar las bondades y beneficios que se pueden obtener con la aplicación de conceptos modernos de calidad, o con la aplicación de los principios de la vieja guardia del taylorismo; empero como es de esperarse, se presentaran algunas reflexiones en torno a esta temática, sin desvirtuar, falsear o redefinir ninguno de los dos paradigmas, y el hecho de realizar más énfasis en la evidencia de los elementos Tayloristas que en la norma y los derivados de la calidad, no quiere decir que se pretenda revivir el taylorismo, puesto que sería una posición anacrónica e improcedente de por sí. En este sentido es necesario, considerar que a cada momento histórico tanto el taylorismo como los conceptos y procesos derivados de la calidad, auspiciaron y en el caso del taylorismo aún hoy benefician el desarrollo de herramientas para la gestión y control administrativo, y que bajo ninguna circunstancia es opuesto, contradictorio o que uno de ellos derogue los preceptos y aplicaciones del otro. Evidencia esto el mismo Taylor quien planteó: “si no hay domino del proceso no hay manera de planificarlo ni controlarlo”. Acaso esto se contrapone a los principios de la norma y de los sistemas de gestión de calidad. El comienzo de la circularidad Hoy en día la constante evolución en los negocios así como la marcada tendencia de nuestra sociedad empresarial a la implementación de carácter atemporal y Universidad Autónoma de Colombia 98 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO descontextualizado de nuevas formas de racionalizar la operación buscando siempre el desarrollo del objeto social mediado exclusivamente por la consecución de una cada vez más necesaria y exigua rentabilidad economía, ha desembocado en la implementación de modelos y prácticas organizacionales de carácter normativo de última generación que rompen con las formas de pensamiento y corrientes tradicionales: en este caso las Tayloristas. Sin embargo, suele olvidarse que las ciencias organizacionales nacieron con Taylor2 quien propuso métodos científicos que acabaran con el empirismo reinante en la época y racionalizaron tanto los recursos como las actividades, que en últimas es el fin de la familia de más normas ISO 9000. De esta forma es evidente que para la correcta implementación de un sistema de gestión de calidad es necesario conocer las bases sobre las cuales se establecen los parámetros de normalización, ejecución y sobre todo su asiento gnoseológico que lo limita y le da sentido. Para ello hay que tener presente que la calidad (en tanto práctica y definición) ha evolucionado, al tiempo que ha ido avanzando la ciencia y la tecnología. En éste sentido los diversos enfoques de calidad en el ámbito nacional e internacional han dado lugar a la aparición de modelos de gestión de calidad, cuya conceptualización puede en algunos casos ser disímil y difícil de acotar. Sin embargo, debemos reconocer que en esencia tiene el propósito de servir de herramienta a las organizaciones para realizar autodiagnósticos, autoevaluaciones; permitiendo establecer sus planes de mejora e inserción en un mundo cada vez más competitivo y también disminuyendo los tiempo de operación, de reproceso, baja los costos etc. Dado que esto es potencialmente cierto vale la pena preguntarse cuál ha sido la evolución, no instrumental ni herramental en la concepción de calidad, sino en su esencia; que en realidad rompa con la corriente de pensamiento Taylorista como se afirma en los medios académicos. Lo anterior, porque la norma ISO y los sistemas de gestión de calidad rompen según muchos autores la hegemonía de la racionalidad instrumental y proponen una ruptura epistemológica con el ejercicio Taylorista y de la vieja guardia en la gerencia de las organizaciones modernas, que vinculan una racionalidad más humana, social y que desde una perspectiva totalizadora enmarca una gestión de la consecución del bien común y la mejora continua como piedra angular de su propuesta. Sin embargo, estas prácticas modernas de la ISO y los S.G.C., no logran distanciarse mucho de la racionalidad científica Taylorista, ya que aún continúan en la eterna búsqueda de la eficiencia de sus objetivos en la organización, al tiempo que implementan técnicas de aumento de la productividad a partir de la “administración de la condición laboral humana”. En este sentido la comparación integral de la gestión de calidad y la norma ISO con los pensamientos Tayloristas, implica asumir que diversas formas de conocimientos y acercamientos que operan en un concepto de calidad estarían íntimamente ligados 2 GARCÍA, R. y CRUZ, A. Epistemología de la administración, propuesta para la formación de los administradores. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 99 a la filosofía Taylorista. De ser así lo que interesaría en todo caso, es preguntarse, por un lado, ¿bajo la concepción pragmática, los presupuestos Tayloristas no evolucionaron ni modificando su actuar? ¿Si son los postulados Tayloristas sólo un conjunto de normas y reglas que bajo una nueva filosofía dieron paso a la generación de la corriente de calidad? O por otro ¿es realmente la calidad y la gestión de la norma una nueva forma administrativa o definitivamente es una extensión de los principios Tayloristas? Continuidad del paradigma: evidencia no circunstancial A través de un estudio exploratorio cuyo objetivo era recabar información para caracterizar las prácticas de calidad en función de los postulados Tayloristas, las características de dichos programas y la identificación de las problemáticas más significativas en las organizaciones bogotanas se dio inició al acercamiento de los paradigmas. A pesar que los resultados obtenidos de este diagnóstico sólo tuvieron un carácter indicativo, debido a que: en primer lugar las limitaciones de abarcar una muestra estadística confiable a nivel regional y en segundo lugar porque no se podría garantizar la resolución de la encuestas, ni la veracidad de la mismas por parte de las organizaciones, ya que el diligenciamiento de esta era voluntario; la relevancia de la información recolectada es muy alta, especialmente a que proviene en forma directa de las empresas y que permite dar una aproximación fundamentada en datos cuantitativos. El formato de encuesta buscó indagar acerca de las características de las empresas y de los programas y/o políticas administrativas. Cabe señalar que la encuesta estuvo orientada a inquirir sobre dos aspectos, particularmente escogidos por los autores con base en la orientación de la investigación. Estos aspectos fueron: - Perfil de la institución: ubicación geográfica, naturaleza jurídica de la organización, tiempo de experiencia, nivel de desarrollo, tipo y oferta de producto y/o servicio, número de empleados, entre otros. - Características de los sistemas de gestión de calidad y prácticas de calidad (norma ISO 9000) Utilizar estas directrices como elemento guía y de consolidación de la información permitió establecer, para el caso específico de las empresas bogotanas, un patrón de comportamiento y de desarrollo en términos de sistemas de gestión de calidad y políticas de calidad; al igual que establecer una comparación directa con las prácticas Tayloristas, lo que facilitó evidenciar si ha habido o no avances, o si se podían tipificar algunas características de las prácticas de calidad de estas empresas como Tayloristas. Los datos del formato de encuesta se complementaron con un proceso de observación directa en visitas realizadas a las empresas, lo que sin duda facilitó el análisis y la recolección de los datos. Universidad Autónoma de Colombia 100 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO Se trabajó un cuestionario con los responsables de los departamentos de aseguramiento de la calidad de cerca de 100 empresas certificadas o en procesos avanzados de certificación según la familia de la normativa ISO 9000, es decir, las empresas no deberían estar en procesos de levantamiento y documentación del sistema de gestión de calidad, sino que deberían estar en implementación seguimiento y /o control del mismo de modo que sólo les faltará la certificación. La encuesta obtuvo una tasa de respuesta del 70%, o en total 70 empresas de todos los sectores de actividad (industrial, servicios, comerciales, etc.) y de todos los tamaños -conjuntamente empleaban aproximadamente unos 2.500 trabajadores-. El elevado porcentaje de respuesta permitió realizar comentarios y valoraciones realmente representativas de la situación del sistema ISO 9000 en las empresas de bogotanas. Vale la pena resaltar que muchas de las empresas, estrictamente solicitaron no vincular información de tipo comercial (específicamente nombre de la empresa o razón social, NIT, dirección, acta de certificación ISO 9000), el motivo de esto es que durante la recolección de la información se pudo observar discrepancias entre las plataformas estratégicas (misión, visión, valores corporativos, etc.) y su acción en el día a día. Lo que generaría un rechazo no sólo desde lo comercial en cada línea de producto sino que generaría sin duda un posible choque entre las directivas y los trabajadores. Presentación de resultados3 Para el desarrollo del análisis, se han definido tres estilos de clasificación de las empresas dependiendo las siguientes dimensiones: división de trabajo, supervisión del trabajo, mecanismo de control, reglas, niveles de autoridad y formas de comunicación. Elegir estos parámetros permite que al analizar las empresas cuyo común denominador es la aplicación de la norma ISO y de sus S.G.C., puedan comprobarse la presencia o no de principios y prácticas Tayloristas dentro de las mismas. De otra parte, la combinación de estas dimensiones nos permitirá reclasificar las empresas en uno de estos tres perfiles: 1. Organización tradicional. Esta presenta una clara división del trabajo, las funciones de los puestos son flexibles y están poco formalizadas. No existe una separación estricta entre producción y mantenimiento, y por lo general se carece de un control de calidad, no presenta múltiples los niveles de autoridad, y además se nota una cierta vaguedad entre los niveles de la jerarquía. Por lo general se trata de estilos de mando arbitrarios con tendencia hacia la dictadura y el despotismo; a veces 3 Los datos aquí presentados están construidos a partir de la investigación: Calidad, Norma ISO 9000, S.G.S.: nuevas formas de nombrar al Taylorismo, desarrollada por el autor. Para ampliar referencias metodológicas, instrumento de recolección de datos, conclusiones y más resultados consultar los capítulos 3, 4 y 5 de la investigación en el Sistema Unificado de Investigación (SUI) de la Universidad Autónoma de Colombia. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 101 maximizado por un extremo paternalismo. El trabajo no presenta estándares rigurosos y los canales de comunicación interna son de por sí directos. Existe la organización informal manifestada por la gran importancia a las relaciones personales en el trabajo. 2. Taylorismo. Por lo general, se usa en sistema de producción en línea en flujo desconectado y proceloso de manufactura. En su aplicación persiste la marcada tendencia a la división minuciosa del trabajo, con funciones especificas a los puestos de trabajo. Uno de sus rasgos sobresalientes es su notoria separación entre producción, mantenimiento y control de calidad, y entre supervisión y trabajo directo. En este tipo de organizaciones, predominan la exagerada existencia de niveles de mando con espectros de responsabilidad claramente delimitados, con autoridad burocrática, con muchas reglas formales, supervisión personal o mediante equipos mecánicos y canales de comunicación preestablecidos de arriba hacia abajo. 3. Nuevas formas de organización del trabajo (NFOT). Implica una ruptura epistémica con los paradigmas predominantes en el tipo Taylorista. Su premisa básica es la flexibilización, sobre todo la del trabajo, las funciones y los controles. Por lo general, estas empresas vinculan la movilidad interna del personal, apelando a conceptos como la importancia de la polivalencia y las multitareas. En esta visión convergen la concepción y la ejecución, la supervisión y el trabajo directo, el mantenimiento, el control y la prevención, ya que su accionar esta soportado sobre la aplicación de principios de multilateralidad, equipos de trabajo, círculos de calidad etc., remarcando la importancia de la retroalimentación entre la cúpula y la base (Boyer. 1988). Sin embargo, las reglas son estrictas, aunque dejan un gran campo para fomentar la iniciativa individual y los consensos colectivos. A continuación y de manera dialéctica se interrelacionan elementos que a juicio de los autores mantienen la vigencia de los taylorismos en las empresas. Para tal fin se presentará de manera secuencial, sin que su orden de aparición indique algún nivel de importancia o preponderancia. Características generales de las empresas que han respondido a la encuesta Si bien, en un principio la mayoría de las certificadas fueron empresas “medianas”, o de más de 50 empleados, poco a poco la ISO 9000 se ha convertido también en una normativa para otras bastante más pequeñas. En la actualidad, la mayoría lo forman pequeñas empresas, de entre 10 y 50 trabajadores, aunque cabe destacar que no es nada despreciable el número de empresas que se están certificando en los últimos años de menos de 10 trabajadores, algunas de ellas con sólo 3 o 4 empleados. Así mismo, y fruto de la revisión documental, se desprende que si bien durante los primeros años de implantación de la normativa ISO 9000 parecía como si ésta solamente estuviera diseñada para empresas productivas; en los últimos años son muchas las de servicios que se han certificado, pasando del 8% en 1994 al 25% en Universidad Autónoma de Colombia 102 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO Bogotá en 20084 . Vale la pena destacar la gran cantidad de empresas del sector de transportes, atención y soporte a clientes (outsourcing) y temporales que lo han conseguido últimamente; sin duda debido a la gran competitividad de este sector, y a los numerosos clientes potenciales que hay en el resto del país y del continente, que cada vez más exigen a sus proveedores la certificación ISO 9000. Análisis de la muestra seleccionada Al evaluar y promediar las características de las empresas encuestadas se puede ver que las empresas pequeñas y medianas consultadas tienen poco uso intensivo de tecnología de punta, en tanto que las grandes el uso y disponibilidad de la tecnología es mayor. Las grandes organizaciones se caracterizan por poseer trabajos flexibles aunque poco dinámicos y las pequeñas y medianas son de carácter rígido, repetitivo y rutinario. Las pequeñas empresas son intensivas en mano de obra de baja capacitación mientras que las medianas y grandes tienden a hacer más uso de personal capacitado en áreas técnicas y operativas. En muchas de las empresas pequeñas prevalece el concepto de sistema cerrado a la hora de vincularse con el cliente mientras que en las grandes esto se maneja con visión de sistema abierto. De igual manera, la relación con el gobierno. Todas las empresas encuestadas hacen un uso intenso de la división de trabajo, de la supervisión controlada y la implementación de normas y estructuras jerárquicas tradicionales. La comunicación sigue el modelo vertical en las pequeñas y medianas, y tiende un poco a la transversalización en las grandes. Los datos se pueden consultar en la tabla 1. El 85% de la muestra estudiada presenta una marcada tendencia hacia división y especialización tanto del trabajo como de los métodos, la cual evidencia una coherencia lógica y corresponde con el tipo de estructura de procesos (casi todo actividades de secuencias y líneas de montaje), la departamentalización y verticalidad y rigidez de sus estructura; salvo algunos casos en las empresas de nivel grande. Asimismo presenta una fuerte tendencia a la súper especialización evidente en más del 60% de los casos independientemente de su orientación económica y tamaño. La muestra estudiada también marcó una gran tendencia al estricto control a través de procesos de supervisión. 80% de las empresas encuestadas afirmaron que el estricto control de los procesos aunque no podía garantizar el éxito comercial si aseguraban la confianza para el desempeño. De igual manera se nota una fuerte separación entre las actividades de producción de mantenimiento y control de calidad, reforzando la teoría de la especialización de tareas y la escasa o nula polivalencia. 4 Ibíd. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 103 Todo trabajo y actividad que se desarrolla, indistintamente del tipo de empresa, tiene un nivel de formalización ya sea en los mandos, a través de jerarquías, forma de trabajo, actividades y responsabilidades asociadas al puesto. La comunicación mayoritariamente es de tipo vertical, aunque es rescatable el hecho que el 80% de las empresas afirman que es en doble vía (ascendente y descendente). También existe la comunicación horizontal pero en menor medida y se usa para repartir órdenes y recabar información. La comunicación informal es nula o inexistente en la mayoría de los casos. De esta manera podría suponerse que el grueso de la población encuestada y haciendo un uso impropio de la extrapolación, es de tipo Taylorista con una ligera tendencia a mezclarlo en el nivel de las grandes empresas con las NFOT y en las pequeñas y medianas con el enfoque tradicional. Tabla 1 Caracterización de las empresas por tamaño Características de su empresa Pequeñas Medianas Grandes Nivel de flexibilidad del trabajo en la práctica (1 poco flexible y rutinarios 5 muy flexible y dinámico) Taylorista Taylorista NOFT Perfil de la fuerza de trabajo (escasa capacitación técnica y operativa - alta capacitación técnica y operativa) Taylorista Tradicional NOFT Relación con clientes y proveedores (1 inexistente 5 indispensable) Taylorista Taylorista Taylorista Relación con el gobierno (1 inexistente - 5 indispensable) Taylorista Taylorista NOFT División del trabajo (1 minuciosa - 5 no existe) Taylorista Taylorista Tradicional Supervisión y control del trabajo (1 excesivo - 5 inexistente) Taylorista Taylorista Taylorista Reglas formales e informales de cómo trabajar (1 estrictas - 5 flexibles) Taylorista Taylorista NOFT Estilos y niveles de autoridad, así como jerarquías de mando (1 imposición - 5 concertado) Taylorista Taylorista Taylorista Formas de comunicación (1 cerradas - 5 abiertas) Taylorista Taylorista Taylorista En cuanto a la relación entre tamaño de las empresas encuestadas y tipo de organización del Trabajo: El taylorismo predomina en la mayoría de tamaños (ver tabla 2 y 3). En las pequeñas presenta un predominio con un 65% más del doble que la tradicional, que está en un 30% y doce veces más representativo que las nuevas Universidad Autónoma de Colombia CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO 104 formas de organización del trabajo. Para el caso de las pequeñas y en muchos casos de las medianas, el modelo tradicional vincula una flexibilidad informal, en el que no hay gran distinción entre mantenimiento, producción y control de calidad. En este tipo de empresas sobresalen los conocimientos y habilidades basados en la experiencia del trabajador, que generalmente es de edad media (entre 30 y 45 años), con una escolaridad baja y cuya remuneración es mayoritariamente baja. Las empresas de este nivel presentan un nivel tecnológicamente hablando bajo o básico, casi no se da la automatización de procesos. Tabla 2 Tipo de organización del trabajo según tamaño Tipo de organización Del trabajo Tamaño Pequeña Mediana Tradicional Taylorista NFOT Sin perfil definido 12 26 2 0 3 13 7 1 Total 40 24 Grande Subtotal Total 0 2 3 1 15 41 12 2 21% 59% 17% 3% 6 70 100% Tabla 3 Porcentaje de empresas según tamaño Tipo de organización Del trabajo Tamaño Pequeña % Mediana % Grande % Subtotal % Total % Tradicional Tradicional Taylorista NFOT Sin perfil definido 12 30 65 5 0 3 13 54 29 4 0 0 33 50 17 15 21 59 17 3 21 21 59 17 3 Total 100 100 100 100 100 En el caso de las medianas el taylorismo vuelve a dominar con un 54%, pero las NFOT crecen hasta llegar a ser un 29%, las tradicionales se quedan relegadas con un 13% y es casi despreciable los perfiles no definidos con un 4%. Las empresas que desarrollan el taylorismo como base de organización de su trabajo presentan un nivel incipiente de desarrollo tecnológico, haciendo uso de centros de maquinizado, algunas automatizaciones y muy poco control computarizado. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 105 Esta condición hace que el trabajo sea estandarizado, con una marcada separación entre mantenimiento, producción y control de calidad. Debido a la fuerte estandarización y división de trabajo, los empleados de este tipo de organización presentan cualificaciones bajas, con edades medianas al igual que en la tradicional antigüedad media (de 5 a 15 años), nivel educativo bajo, especializados en una máquina y con un bajo salario. El estilo de mando es del tipo burocrático es decir el estricto cumplimento de reglas y normas formales. El caso de las grandes empresas presenta una variación significativa en cuando a que desaparecen según las empresas encuestadas las organizaciones tradicionales y las NFOT lideran esta dinámica con un 50% seguida de cerca por el taylorismo con un 33%. Las empresas sin perfil definido también tuvieron un crecimiento notorio, alcanzando un 17% del total para este nivel. En las empresas grandes que presentan mayor participación de las NFOT, se ve fusiones parciales entre las tareas de producción, mantenimiento y control de calidad. Así mismo existe una alta movilidad interna y las comunicaciones refuerzan sus conceptos de bilateralidad ya sea de forma vertical u horizontal. Hacen uso de alta tecnología por lo que el nivel de cualificación de los trabajadores es más alto y eso va en proporción a su salario, sin que esto signifique que son claramente superiores a los otros dos niveles de organización de trabajo. Pese a lo anterior al hacer el cálculo de los porcentajes de participación acumuladas por tipo de organización de trabajo se nota que la presencia sistemática del taylorismo marca la pauta con un 59% de presencia en el mercado empresarial bogotano, seguido por estructuras tradicionalistas con un 21%; en tercer lugar están las NFOT con un 17% y sólo aparecen con un 3% las prácticas sin perfil definido. La baja participación de los perfiles sin definir es un buen indicador de que las experiencias de gestión así como las lógicas organizacionales son más bien del tipo homogéneo en la muestra seleccionada y aunque el número de empresas que participaron en este estudio es relativamente bajo, la información recolectada representa en gran medida un comportamiento estable y uniforme que lo hace extrapolable y del cual se puede hacer inferencia directa. 15 Reflexiones sobre la evidencia de la existencia del taylorismo A continuación se exponen algunos de los elementos que dan constancia de la existencia de principios Tayloristas en la muestra estudiada. 1. Superespecialización. La implementación de la norma ISO 9000 y de cualquier norma en general, termina por hacer una superespecialización y estandarización de tareas; lo que el últimas concluye por someter a los empleados de nivel administrativo y operativo a máximas rutinas laborales, traduciéndose esto, en una pérdida sistemática del sentido del trabajo, y de la identificación del esfuerzo mínimo para llevarlo a cabo. Universidad Autónoma de Colombia 106 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO Esto último es supremamente peligroso en empresas que están certificadas, porque la pérdida de identidad también se convierte en una pérdida del interés y de la compresión no sólo del puesto de trabajo sino del proceso en el que se está inserto, debido a que el trabajador no comprende su aporte al proceso productivo, lo que difícilmente producirá óptimos resultados y haciendo más difícil procesos de mejora continua o de recertificación. De esta manera, se observa visos de un nuevo taylorismo, más radical y aceptado; camuflado bajo la filosofía de calidad, implementado como proceso de trabajo, como forma de regulación y sobre todo como una metodología capaz de absorber la totalidad de la fuerza y el espíritu de trabajo vía a la rutina y precarización tanto de los puestos como de los salarios. 2. La desaparición de la informalidad. Por otra parte, se nota que la aparición de interacciones espontáneas e informales se asumen como una amenaza directa a la estructura hegemónica y operativa de la empresa, la cual se tiende a minimizar y en algunos casos aún más graves a controlar a través de la implementación de nuevas tecnologías de la información, haciendo más objetivas la relaciones interpersonales y minando la capacidad de asociación que en términos históricos es sinónimo de creatividad, de innovación de búsqueda de más y mejores formas de hacer el trabajo. Bajo este contexto se olvida que el ser humano es un ser social por naturaleza y que la sociabilidad es consustancial a este ser. Esta socialización antes natural ahora se limita, como afirma el filósofo alemán Georg Simmel “sólo se presenta cuando la coexistencia aislada de los individuos adopta formas determinantes de cooperación y colaboración que caen bajo el concepto general de la acción recíproca”. De esta manera la informalidad antes buscada es ahora definida por la autoridad quien a través de la metodología como círculos de calidad define los tiempos de reunión, los temas e incluso llega a objetar participantes a través de la limitación del tamaño de los grupos. 3. Necesidades de poder. En el fondo lo que existe y persiste en existir en el ámbito empresarial organizacional regido por S.G.C., y normas de calidad es un eterna predisposicion a la planeación, una extraña fijación por el poder y el control de procesos que siempre tienen una finalidad explícita que lo hace diferente. Lo que se busca en el fondo es estimular las relaciones informales, ya que de esta forma se gana en sinceridad en la acción y ejecución de tareas y funciones; el control de ellas por el contrario fomenta la aparición de informaciones ocultas, de la ociosidad sistemática Taylorista, de la falta de pertenencia y creatividad y por ende una clara tendencia a bajar la productividad. La recuperación de la humanización social de la empresa, no es contraria a la perspectiva tecnocrática moderna de la misma, pero es necesario que las organizaciones que han caído en la trampa de aplicaciones de códigos prescriptivos, permitan la satisfacción tal y como lo expuso Max Neef y Antonio Elizalde en “Desarrollo a escala humano” de “necesidades humanas fundamentales, aunque no se prescriban: afecto, entendimiento, participación, protección, y hasta ocio”. Porque es natural y Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 107 deseable que al interior de las organizaciones se den y fomenten relaciones entre los trabajadores y, entre ellos y el medio al que afectan y del que son afectados, en una dinámica de crecimiento simbiótico, que actualmente se da a través de postulados, normas y requisitos bien intencionados en las plataformas estratégicas pero que dista mucho cuando una empresa lo hace por cumplimiento de una norma y no por convicción del principio de acción. 4. Cambio tecnológico y métodos de trabajo. Las empresas presentan un marcado interés por mantener al margen de sus procesos de decisión a los sindicatos y/o trabajadores en temas como el cambio tecnológico. En muchos casos esta disposición está soportada por la falta de cualificación y capacitación del personal, más allá de una formación básica que generalmente está dada más por la experiencia en el puesto que por una formación de tipo academicista. Este comportamiento es más notorio en las empresas pequeñas y medianas que las grandes, debido no sólo a la mayor capacitación de sus empleados sino a la mayor formalidad de los sindicatos. De manera similar puede verse que las empresas siguen siendo reacias a participar a sus empleados en el establecimiento de metas y métodos de trabajo, lo cual es una postura típicamente Taylorista que refuerza la separación entre la gerencia que crea y los operarios que hacen. 5. Criterios para la selección de trabajadores. En más del 70% de los casos los trabajadores no participan en la selección del personal, ni en la definición de los criterios para los mismos: en la promoción de trabajador, definición de cargos tareas y funciones, sanción, premios o castigos, selección de maquinaria herramientas y método de trabajo, etc., es decir, sus decisiones nunca rebasan su puesto de trabajo. De esta manera las decisiones intermedias quedan en cabezas de los jefes y las estratégicas en la gerencia cuando esta existe. 6. Movilidad entre puestos o categorías y ascensos. Las estructuras empresariales bogotanas son tendientes a no permitir la movilidad ni entre puestos ni entre turnos esto debido a la estricta división del trabajo así como la superespecialización que se da. Como resultado de ésta hace que los operarios produzcan en condiciones especificas, lo que genera una rutina no únicamente en el trabajo sino en la vida misma personal, llegando a ser valorados en términos de cosificación humana. Pero no sólo los empresarios contribuyen con este comportamiento los sindicatos y las convenciones colectivas de muchas empresas hacen que estos comportamientos estén limitados a acuerdos negociados de manera acrítica y en muchos casos buscando intereses particulares de los dirigentes de dichas comunidades. Todavía hoy el criterio principal para ascender un trabajador es la antigüedad. Los elementos amarrados a la capacidad y a la capacitación individual o en grupo son los últimos elementos a ser tenidos en cuenta. 7. Horas extras. Frente a la temática de las horas extras y del trabajo en días de descanso exclusivamente en un 7% de los casos se dejó como elemento de voluntariado, Universidad Autónoma de Colombia 108 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO lo que muestra el bajo nivel de pertenencia y la tendencia de los empleados y empleadores a reconocimientos económicos para el desarrollo de tareas. Esta visión vuelve a mostrar el carácter Taylorista de las empresas bogotanas. en la medida que presenta como herramienta para alcanzar la máxima productividad únicamente los incentivos económicos reforzando el paradigma del Homo Económicos. 8. Contratación de eventuales y Recorte de personal de base. En casi todas las empresas sin distingo de tamaños, son de tipo libres las contrataciones, sin embargo vale la pena llamar la atención que en el 90% de los casos las empresas sólo concretan con los trabajadores la entrada de operarios, administrativos de nivel medio y personal de servicios generales. La entrada de personal gerencial, administrativo, ya sea como supervisor jefe o gerente, está completamente blindada al fuero empresarial y no hay mediación para esos niveles. De nuevo la eterna predisposición a mantener separada la gerencia y lo operativo. 9. Reconocimientos económicos. En los sistemas de remuneración no hay casi participación de bonos, primas de productividad, de crecimiento empresarial, de cumplimiento o de aumento de la calidad. El 56% de las empresas utilizan un salario base más comisión, que en muchos casos queda en manos del área comercial generando una predisposición del sector de producción a no aumentar su trabajo. La comisión está dada no por venta hecha sino por cuenta cobrada y que efectivamente entre a la contabilidad de la empresa, mostrando una nueva forma de pago a destajo comercial. 10. Categorías de obreros. Las empresas pequeñas tienden a tener menor diversificación de obreros, mientras que las grandes presentan una concertación mayor. Para el caso de las empresas aquí encuestadas 54% afirman tener una alta diversificación de obreros lo que sin duda muestra una marcada tendencia a la especialización de tareas y la estandarización de funciones. Este comportamiento también presenta un mayor límite del trabajador a escoger el método de actividad, disminuye la capacidad del obrero para decidir el uso de herramientas, procedimientos, momentos de intervención directa o indirecta en el proceso. El proceso de planeación de tareas por parte del obrero es cada vez menos. 11. Control y mantenimiento. En todos los niveles empresariales se observa que el mantenimiento y el control de calidad son realizados por personal especializado, inclusive cuando muchas empresas pequeñas y medianas no cuentan con personal capacitado para ello, lo que muestra una clara división del trabajo. La especialización a la que se refieren las empresas pequeñas y muchas de las medianas es que existe una o varias personas que basadas en la experiencia en el procesos o en el sector, se dedican al control de la calidad y el mantenimiento de las máquinas; haciendo un seguimiento del tipo inspección y control característicos de principio del siglo XIX. Esto es sorprendentemente inusual no por lo atemporal del proceso sino que estas empresas se encuentran ya certificadas en norma ISO y no deberían presentar este comportamiento. Valdría la pena hacer una revisión de los criterios de seguimiento de los entes certificadores en Bogotá y evidenciar progresos y avances en este sentido. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 109 Por lo general las empresas pequeñas y medianas separan las tareas y funciones de producción de las de control de calidad y las de mantenimiento de las de supervisión, en las grandes esta proporción es menor; debido posiblemente a que en estos niveles organizacionales se encuentra más extendida la polivalencia. 12. Existencia y uso de manuales y tiempos y movimientos. Frente a esta temática la norma obliga a tener manuales de calidad y de procesos, el hecho que 10% de la empresa afirmen no tener, es muestra que no siempre está al frente de esta área personal idóneo sino, una vez alcanzada las certificaciones cambian y colocan en estos puestos personal transitorio, que en muchos casos son permisivos en asuntos como cambios en los procesos, procedimientos y específicamente de proveedores. El 90% de las empresas afirman poseer manuales y hacer estudios de tiempos y movimientos un claro indicador de la presencia de la administración científica. Finalmente, el uso de manuales de puestos así como la realización de estudios de tiempos y movimientos está más arraigado en empresas medianas y grandes. 14. Formas de comunicación y supervisión. Mas del 70% de las empresas afirman que existen serios problemas de comunicación, incluso cuando tiene identificados todos sus procesos de comunicación interna y externa; la razón de esto puede deberse, por un lado, al mantenimiento de posturas abiertas del S.G.C. de calidad pero al momento de aplicar medidas de control recaen en los vicios y formas del taylorismo, lo que dificulta no únicamente la comunicación sino el desarrollo y desempeño del trabajo y del trabajador. La forma de comunicación generalizada es por medio de los jefes o supervisores y casi siempre de manera oral. Para equilibrar esto, indiscutiblemente hay que aumentar las medidas de control muchas veces aumentando los supervisores de piso y de proceso, utilizando personal especializado para la supervisión de los trabajadores, generando un círculo descendente de productividad. Mas productividad mas supervisores. Mas productividad supervisores más costos. Más costos necesitan más productividad para absorber estos nuevos costos así continua infinitamente. De esta manera la asignación de tareas de supervisión aumenta, el diseño del puesto de tareas y las funciones del mismo quedan a cargo de los supervisores que en muchos casos son los mismos jefes (empresas pequeñas y medianas). La evaluación del desempeño entonces será hecha por el supervisor utilizando un criterio de evaluación de tipo individual y el factor más importante en esta evaluación es la calidad del desempeño. Así la frecuencia de evaluación del obrero tiende a incrementarse y la frecuencia de propuestas en mejoras de procesos o métodos de trabajo tiende a disminuir. 15. Existencia de formas grupales y organización informal: Que en un 80% de las empresas no se evidencia la aparición de grupos de participación de los trabajadores; muestra una inequívoca manifestación de la presencia del taylorismos, indicando además que a pesar de estar certificados las estructuras internas son más bien del tipo autoritarias y verticales, a la vez que se nota la exigua participación de sindicatos y agremiaciones que propicien en Bogotá la coparticipación obreropatrón en las decisiones de la producción. Universidad Autónoma de Colombia 110 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO En cuanto a los tipos de organización del trabajo predominantes en las empresas encuestadas en Bogotá se puede concluir que es del tipo Tayloristas. Predomina en un 60 % de la muestra, y este predominio es indiferente al tamaño de la empresa. La organización Tayloristas es seguida de la tradicional, que es menos importante. Las formas NFOT son minoritarias en los niveles pequeños y medianos y se dan combinaciones con presencia importante de tradicional con Tayloristas y en menor medida de Tayloristas con NFOT. Sin embargo, este modelo de bajo salario y precarización de los empleos funciona bien para las empresas modernizadas, sabiendo que sus estrategias suponen una adecuada adaptación al contexto, empero, el desarrollar modelos de crecimiento soportados en la intensificación del trabajo, del tipo Tayloristas pueden llegar a sus límites. En primer lugar, a nivel físicos pero principalmente sociales e ideológicos, generando procesos de interminables luchas de clases sociales y el desarraigo de las culturas obreras tal y como lo conocemos en la actualidad. Por lo anterior las encuestas realizadas, los documentos y las percepciones por parte de los gerentes, nos muestran en definitiva que la desaparición del taylorismo es improbable, debido particularmente a que éste, en esencia, es la base del régimen capitalista. Su implementación, alcance y uso ha quedado limitado a un conjunto de relaciones socio-laborales, mediadas por el capital y la fuerza de trabajo en el que la participación en las ganancias es mayoritariamente asimétrica. La aplicación de la norma ISO bajo una filosofía Tayloristas como sucede en el 80% de las empresas encuestadas no ha podido superar la precaria relación empleoproducto, reforzado la superexplotación del trabajador y una acumulación de capital resultado de lo anterior. Esta condición Tayloristas es el soporte conceptual occidental para la generación de la “máxima ganancia” a través de la gran industria, porque éste brinda no sólo metodologías para el aumento de producción, sino que además permite la extracción del conocimiento por parte del obrero, lo que a la luz de la norma ISO 9000 se conoce como el desarrollo e implementación del manual de funciones y planes de mejora. Otros elementos compartidos: Vigencia del viejo paradigma socio-productivo 1) Excesiva división del trabajo condicionada por la dimensión del mercado. 2) El estudio sistemático de tiempos y movimientos, para en un primer momento identificar, medir y posteriormente eliminar el tiempo muerto y los movimientos considerados improductivos e inútiles. Estipulando los tiempos obligatorios de reposo, para permitir la recuperación de la fatiga, y de pausas para hacer el mantenimiento de las maquinarias y equipos. 3) La asignación por anticipado de un número limitado de tareas específicas a cargo de cada trabajador individual, oponiéndolo al trabajo grupal. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 111 4) La búsqueda de la eficiencia empresarial no se llevaba a cabo de manera global, integrada y sistémica, sino independientemente por parte de cada área funcional, lo cual impide la optimización. 5) Cada vez mayor posibilidad de reemplazo de los trabajadores por máquinas, o por otros trabajadores debido a la sencillez de las rutinas operativas. 6) Menor autonomía de los trabajadores. 7) División social y técnica del trabajo que al separar por una parte las tareas de concepción y las de ejecución, y por otra parte las diversas tareas que comprende la ejecución de un trabajo dado, dio lugar a la desintegración del trabajo a nivel del taller y a una estructura funcional de compartimentos estancos a nivel de las empresas (divisiones, departamentos, gerencias, y servicios funcionales). 8) Dominación de grandes empresas organizadas jerárquicamente y la producción masiva de productos homogéneos. 9) La estandarización de tareas, procurando implantar de manera generalizada sólo la única y mejor manera (One Best Way) de hacer cada una de ellas (es decir la que se hacía más rápido y barato). 10) La estandarización de los objetos de trabajo (materias primas e insumos intermedios) y de las herramientas más adecuadas para hacer cada tarea. 11) Integración vertical de la producción dentro de una misma empresa, para hacer frente a la incertidumbre del mercado y reducir los costos de transacción, pero que en contrapartida daba lugar al gigantismo e indivisibilidades. 12) Medición objetiva y cotidiana de los resultados cuantitativos de la tarea realizada por cada trabajador, con base a esta se fija el monto de las remuneraciones. 13) Selección científica de los trabajadores a reclutar, procurando su adaptación al perfil del puesto de trabajo, que subvaluaba por lo general las calificaciones y competencias tácitas que se debían movilizar para la realización de la tarea. 14) Poco interés para invertir en la capacitación por parte de los empresarios. 15) Productos de baja complejidad, poco sensibles al progreso tecnológico. 16) Simplificación del trabajo, pocos requerimientos en materia de calificaciones y competencias profesionales. 17) Un sistema de control y de supervisión de los trabajadores por parte de los supervisores y capataces, quienes a pesar de reunir un número considerable de efectivos no cumplen tareas directamente productivas. Universidad Autónoma de Colombia 112 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO 18) Un sistema de remuneración según el rendimiento, para motivar el incremento de la productividad individual, tomando como base de cálculo al “trabajador promedio”, que en realidad era uno seleccionado de entre los más rápidos y calificados. 19) Utilización de máquinas herramientas con propósitos únicos. 20) Una formación profesional especializada, de corta duración y de carácter operatorio, pero rígida y limitada a las pocas tareas que se debían realizar continuamente en uno o en un reducido número de puestos de trabajo, por parte de trabajadores poco o semicalificados. Reflexiones finales: La taylorización de la norma ISO y su impacto social La occidentalización de los conceptos de calidad generó profundos cambios en la organización del trabajo al combinar la superexplotación con la aplicación productiva del control en el mundo del trabajo5 . El objetivo y resultado de estas transformaciones crearon un nuevo modelo de relaciones sociales basado en la ““autonomía del rendimiento”, reforzando así el régimen de superexplotación de la fuerza de trabajo de los sectores primarios y estimulando al mismo tiempo la tendencia a los bajos salarios, rotación de puestos y funciones, y precarización del empleo en los sectores secundarios y terciarios” (Op cit. Pág 71- 72). Lo anterior, además de ser un escenario nefasto en términos de desarrollo socioeconómico, es una manifestación clara de un nuevo taylorismo, creciente, menos amable, pero sobretodo más aceptado; en parte porque vincula a lo mejor del paradigma de la superespecialización del trabajo una visión típicamente Taylorista y una gestión del trabajo, visión indefectiblemente fruto de la calidad y sus movimientos. Por lo tanto, existe una relación directa -entre estos dos paradigmasla superexplotación (taylorismo) y productividad (calidad) del trabajo, de ahí que la aplicación de la norma ISO y los S.G.C. en vez de permitir un mejoramiento en las condiciones de empleo y salariales de los trabajadores, acentúan los mecanismos que elevan la superexplotación de la fuerza de trabajo. Lo anterior ha sido relativamente fácil en nuestro país debido particularmente a la paulatina pero evidente pérdida del poder político de las agremiaciones, lo que facilitó el aumento de la jornada y de la intensidad del trabajo; así como la caída de los salarios reales de los trabajadores y el aumento de la tercerización. Fue así como la crisis generalizada a principio de este siglo, abrió la puertas a la contratación de temporales y al uso indiscriminado del Outsourcing, sin tener en cuenta la 5 Véase a Ricardo Antunes. ¿Adiós al trabajo? Ensayo sobre las metamorfosis y la centralidad del mundo del trabajo. Cortez Editora, São Paulo, 2001; Giovanni Alves. Op. cit., comprende estos cambios a través de la transición del “toyotismo restringido” de la década de los ochentas al “toyotismo sistémico” de la década de los noventas del siglo XX en Brasil dentro de la noción de superexplotación del trabajo. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 113 naturaleza del trabajo a realizar, los objetivos empresariales, ni las dinámicas de la empresa. La única lógica que primó fue la reducción de costos y la no disminución de la productividad, principios eminentemente Tayloristas que viven dentro de las lógicas comerciales y administrativas de las empresas modernas. Este comportamiento que de por sí es generalizado atentó contra la estabilidad del empleo, generando un exacerbado aumento de empleos de baja productividad, lo que convirtió masas crecientes de empleados y trabajadores formales en trabajadores precarios sin derechos ni contrato pero sobre todo sin productividades medias. De esta manera, el Outsourcing en todo nivel lo que generó fue la oportunidad de reducir costos a través de trabajadores precarizados, tercerizados o subcontratados, con derechos cada vez más limitados, con conocimientos cada vez mas parcelados y más ajenos del mundo de las organizaciones gremiales y sindicales. Una respuesta lógica y racional en correspondencia a la pérdida de rentabilidad y gobernabilidad de la empresa modernas. En este punto, vale resaltar la lógica perversa y ambigua que se desarrolla al interior de las empresas en materia de orientación: por un lado planean, organizan, dirigen, ejecutan y controlan todo el proceso productivo de manera que se pueda dar respuesta acertada y oportuna de carácter flexible a las necesidades del consumidor; pero de otra parte esa flexibilidad no aplica para el procesos de desarrollo del trabajador al que frecuentemente se cosifica. Esta prácticas empresariales de por si hegemónicas, fueron las únicas que pudieron mantener las tasas de rentabilidad empresarial tan altas, convirtiéndose en un compromiso social aceptado -más por necesidad que por gusto-, por los dirigentes, los trabajadores pero sobre todo por los empresarios. En su aplicación, la norma ISO se apropia de los conocimientos del obrero, con el objetivo de implementar procesos que mejoren continuamente la calidad del producto y/o servicio. Sin embargo y aún con todos los benéficos expuestos a lo largo del desarrollo de este trabajo vale la pena llamar la atención nuevamente sobre el hecho que así como trajo beneficios al empresariado y las estructuras organizacionales, produjo un arraigado empobrecimiento de las condiciones laborales en cuanto que la aplicación de la norma ISO al igual que el taylorismo aumentó la intensidad del trabajo, al eliminar el desperdicio de tiempo en los procesos productivos y al aumentar la aceleración del ritmo de producción (Ibít. P. 220), lo que generó ampliaciones en las tareas de trabajo y necesariamente forjó nuevas y mejores formas de coerción y de sutil intimidación con el fin de ajustar al trabajador a las exigencias de las prácticas de producción de calidad. Estas intensidades de trabajo adicional no se vieron, no se ven, ni se verán reflejadas en las condiciones salariales, simplemente porque el discurso normativo no está orientado sobre la maximización de la ganancia de la empresa sino sobre la reducción de los costos operativos. Lo que ha sido muy mal entendido y llevado al extremo por el empresariado bogotano, que en su afán de alcanzar resultados someten sus estructuras operativas hacia la búsqueda de tasas de producción más altas, a través Universidad Autónoma de Colombia 114 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO de la combinación -de por si perversa- de: despidos masivos con círculos de calidad y trabajo en equipo, de uso intensivo de nuevas tecnologías con inestables y precarios contratos de soporte, la participación del trabajador en mesas de trabajo con la represión y persecución, de la polivalencia del trabajador con bajas remuneraciones, entre otras. Así, la aplicación de la ISO ha traído como consecuencia no sólo patrones particulares de consumo y cultura, sino también al igual que el taylorismo, en su mejor época, ha sido en gran medida patrocinadora de condiciones de trabajo iterativas, monótonas, alienantes, simplistas y degradantes para quien las efectúa; al quitarle mucho de las dimensiones intelectuales y retos que presentaban anteriormente. Este escenario es fácil de absorber cuando se usa en una sociedad como la nuestra, en la que las empresas se surten de mano de obra de una población sometida y precarizada, con mínimos o nulos niveles de calificación laboral. Esta es pues la realidad para la aplicación de la norma ISO 9000, muy a pesar que ésta está diseñada para otro contexto social. A modo final Es de general aceptación que las empresas son básicamente sistemas integrados por múltiples subsistemas, que actúan simbióticamente para alcanzar objetivos comunes. Las ISO reconocen este principio como elemento fundamental y funcional para su implementación, sin embargo recaen en la trampa mecanicista de la organización racional, cuyo fundamentación egoísta calcula instrumentalmente todo para conseguir sus fines sin reparar en los medios para su alcance. Esta visión instrumentalista y racional presupone falsamente como en el caso de la teoría clásica, que en un sistema se puede de forma sistemática establecer las interrelaciones entre los agentes sociales que al interior de ella se dan. La ISO también cae en otra trampa y es pensar que el sistema funciona de forma aditiva, es decir, cuando se completa el total de las partes, cuando es sabido que en un sistema, la suma de las partes no puede explicar el comportamiento del conjunto, de esta manera retoma una postura mecanicista llenándose de argumentos para justificar la imposición de medidas de liderazgo cuando debería proponer un modelo de dirección para el cambio organizacional; porque no se puede implementar una metodología con un enfoque basado en procesos y sistemas cuando la mayoría de las empresas MIPYES presentan modelos tradicionalmente Tayloristas. Los programas de S.G.C. y las implementación de las normas, que muchas veces son hechos de manera prescriptiva, impositiva y sistemática, buscan cambiar un acervo cultural y empresarial de manera rápida e indolora; pero se olvidan que necesitan implementar programas de sensibilización que ayuden a la modificación en las actitudes y formas de hacer y de ser de sus empleados, convirtiéndose como afirma Romero (1998) en un círculo vicioso “pues se necesita precisamente lo que no se tiene, y se tiene precisamente lo que no se necesita”. Esto hace necesario la Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 115 implementación del viejo paradigma de control y seguimiento administrativo, fundamentado en una constante ejecución de mecanismos de control- vigilancia a través de la subdivisión excesiva del trabajo, la superespecialización, la rutina y burocratización de las actividades que al interior de la organización se dan; lo que en sí es una extensión directa del paradigma clásico de la administración “el taylorismo”. De esta manera la interrelación y la participación autónoma y consciente de todas las partes de la organización se da de manera acrítica, descontextualizadas, coercitiva, punitiva, independiente del contexto, con una sentido netamente comercial y avalado por una sumisión a la mejora continua; con una visión mecanicista y nada holística, en el que el principio de autoreferencia no existe y en donde todos giran en círculos en diversas direcciones en lugar de mantenerse consistente consigo mismo y con todas las partes del sistema al tiempo que este cambia. De esta manera no se ve una profunda relación entre la actividad institucional individual y el todo, así como tampoco se contempla en su sentido más humanista la plataforma estratégica como clave de la transformación del pensamiento, los sentimientos y la actuación de los individuos que la conforman. Por eso, no es extraño que las organizaciones que implementaron la familia de normas ISO y S.G.C. responden frente a situaciones como la desaceleración económica, el aumento de precios, el incremento en el desempleo, la reducción del consumo, entre otras, de manera Taylorista, reduciendo inversiones en I+D, en programas de liderazgo corporativo, en responsabilidad social, aumentando la subcontratación, precarizando el empleo en general, entre otros. hecho este que pone también de manifiesto la vigencia del taylorismo como respuesta inherente a la crisis y si se dice que el mundo está en crisis desde mediados de la década del 80, no supondría esto el uso intensivo de prácticas y aplicaciones Tayloristas que ya deberían estar superadas. La intensificación del trabajo promovida por la norma ISO 9000 y los nuevos paradigmas de organización de trabajo conllevan también una prolongación de la jornada promedio en todo el sistema, en contravía de la postura que al implementar modelos de producción más eficientes e implantar tecnología se debería hacer mas con lo mismo e incluso con menos, en este caso tiempo. Así la aplicación de la norma se apropia -en la medida que le favorezca la valorización de su capital- de los conocimientos del obrero sin que esto signifique el enriquecimiento en alguna dimensión -pero sobre todo económica- del mismo. Lo que convierte a la norma en una poderosa herramienta para extender de forma tácita la explotación de la fuerza de trabajo a la mano sin necesidad de un castigo ni un aspecto pecuniario. Actualmente muchos de los que lideran los procesos de calidad en las empresas marchan con el estandarte de la comunicación abierta, y la libre participación a través de círculos de calidad y equipos de trabajo de calidad, alienan las mentes de los trabajadores con arengas positivistas enmarcadas en posturas de construcciones colectivas y de mutuo acuerdo; nada más lejos de la verdad. Las normas de funcionamiento, los horarios de reunión -que generalmente son en horas de descanso o no laborales- los criterios y temas de discusión son Universidad Autónoma de Colombia 116 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO elaborados y decididos unilateralmente por parte de las empresas; las temáticas abordadas están definidas con una intencionalidad que asusta, ya que se hacen estos círculos para discutir nuevas formas de mejorar la calidad, de mejorar los métodos de producción, de disminuir los tiempos muertos, temas referentes a la calidad, reducción de costos, eliminación de defectos y material de desperdicio, seguridad y condiciones ambientales que no vinculan altos niveles de inversiones por parte de la empresa. Pero para argumentar, discutir y seleccionar un nuevo plan de reparto sobre aumento de utilidades fruto de modificaciones en el método, calidad y productividad de la empresa no se habla, así como tampoco se habla en que se van a reinvertir - por ejemplo planes de capacitación, reconversión tecnológica, etc.-, ni sobre temas estratégicos empresariales. Los trabajadores sólo pueden proponer sobre temas que ya han sido escogidos por empresarios, de esta manera se ve la unilateralidad de la comunicación en términos de calidad y de gestión de calidad, el pluralismo temático está absolutamente condicionado a mejorar la rentabilidad individual de la empresa. La propuesta Taylorista se contrapone profusamente al trabajo en equipo, por lo que en el largo plazo se desarrolla una individualización no sólo de las tareas sino de los objetivos que se persiguen, mismo efecto que se ha notado en la implementación de la los S.G.C. en lo que al existir un excesivo seguimiento y control hacia trabajadores ellos optan por cumplir una serie de tareas definidos en los manuales de procesos, minando la capacidad de creatividad de innovación y de mejora que se busca con la implementación de estos sistemas. Sin embargo estos mecanismos generan una presión tal en los trabajadores en la medida que ellos son consientes que al no aportar, no participar o no mejorar alguna dimensión empresarial puede peligrar su estabilidad o continuidad dentro de la organización, por lo que desencadena un proceso de competencia interna que llevado al extremo puede derivar en una especie de darwinismo social, un costo social demasiado alto por mantener tasa altas de rentabilidad. La ISO y los S.G.C. promulgan la realización de tareas específicas, observando los procedimientos de los trabajadores y midiendo la salida del producto, en una constante evaluación de desempeño que apunta al aumento de la productividad, fundamentado en la medición de tiempos y de desempeños y en la minimización y control de las actividades y responsabilidades no formalizadas para cada puesto de trabajo. La cultura, así como las políticas de aseguramiento y gestión de la calidad implantadas por las MIPYMES analizadas se fundamentan, en la impostergable necesidad de la separación o parcialización del proceso productivo y estandarización de las actividades y “tareas” de los operarios: en el 80 % de las empresas los trabajadores deben realizar sus tareas y actividades siguiendo detalladamente el protocolo sobre las instrucciones de trabajo en el que se definen los contenidos de las actividades, los criterios de calidad a seguir e incluso algunos van más allá indicando las competencias mínimas necesarias para desarrollar una actividad específica. De esta manera todas las organizaciones Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 117 analizadas que implementaron un programa de certificación ISO o de gestión de calidad se vieron en la necesidad de definir funciones y responsabilidades para cada puesto, parcializando las actividades, definiendo cada vez más en detalle cómo debe ser ejecutado un trabajo específico. Bajo esta óptica más del 80 % de los encuestados asumen que dado que se les está diciendo como tiene que ser llevado el trabajo se puede exigir mayor responsabilidad en el logro de los objetivos organizacionales, convirtiéndose esto en una permanente evaluación del desempeño individual a través de una operación grupal. De esta manera se pudo comprobar en las empresas estudiadas que la implantación de programas de calidad reavivan la estricta división Taylorista entre la concepción y la ejecución de una tarea, siendo el nivel gerencial a través de los directores de área y los gerentes de departamento -y no los operativos- mayoritariamente los que definen detalladamente y por escrito, las tareas y los procedimientos que deben seguir forzosamente los trabajadores para conseguir parámetros de calidad; los cuales fueron a su vez construidos y establecidos “monopólicamente” por los mismos estamentos (Taylor, 1914, 1925 y 1970). La norma ISO así como los programas de aseguramiento de la calidad comparten bases Tayloristas cuando fomentan el desarrollo de estándares y procedimientos a todo nivel de la organización, asegurándose que todo el personal use de manera correcta estos procedimientos definidos y cumpla con los estándares establecidos; esto garantiza por un lado que el trabajador sólo deba seguir instrucciones básicas para cumplir sus metas de producción y por otra parte, que dado su carácter procesal, cualquier trabajador aprendería rápidamente las funciones y actividades de un puesto o tarea especifico, lo que coayuda no sólo a la “transferencia flexible del conocimiento” de un operador a otro sino lo que es más delicado, a prescindir cuando se quiera de un trabajador reviviendo la homogenización del obrero en el que ninguno es imprescindible y todos son reemplazables, polifuncionales y no se depende de ningún momento de un trabajador específico. De esta manera se asegura que el conocimiento está en el proceso escrito, lo que beneficia a la empresa en la medida que al trabajador le costaría menos adaptarse a las máquinas y a los procedimientos. Un problema que escapa a la norma es que existe un inminente riesgo de comparación entre personas, experiencias y empresas. El riesgo reside en la conflictiva osadía de comparar realidades que son incomparables pero, sobre todo, en tomar decisiones que basados en esas comparaciones, buscan la productividad en detrimento de los trabajadores, que no es extraña al momento de implementar sistemas derivados de conceptos de calidad, mostrando nuevamente una visión mecanicista y lineal. Por esto y por muchas más razones es que aún permanece el tufillo del taylorismo arraigado en la implementación de las normas ISO, al respecto vale la pena indagar aún más cuáles serán los efectos colaterales que la vinculación de estas prácticas van a tener en la vida de nuestros trabajadores. Universidad Autónoma de Colombia 118 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO Nos encontramos en un momento substancialmente complejo y delicado en el que la calidad se está utilizando como una hermética y sutil trampa productiva, por ello es menester preguntarse por el papel que desempeña la calidad y los programas de calidad en la sociedad empresarial bogotana, ya que el resultado de la encuestas y entrevistas adelantadas en desarrollo de este proyecto se evidencia un vertiginoso aumento al interior de las empresas de variables como el individualismo, la obsesión por la eficiencia, la productividad, la competitividad, el pragmatismo, el eclecticismo; como ejes sobre los que se sustenta la cultura hegemónica empresarial moderna. La simplificación de los procedimientos y el reduccionismo purificador desarrollados por la norma se juegan a favor del empresariado, porque sirven como medios para implementar y determinar objetivos cuantificables, para hacer pruebas estandarizadas, para desarrollar categorizaciones primarias y primitivas, para distribuir recursos mediante criterios coherentes con resultados buscados, haciendo triunfar la rigurosa racionalidad sistemática sobre una flexible realidad sistémica. La simplificación abusiva y consistente de la norma y del taylorismo que presuponen e identifican el éxito con la rentabilidad económica de la empresa, así como que comprueban el rendimiento a través de un tipo de evaluaciones de desempeño la cual pobremente atañe aspectos de las tareas intelectuales, están haciendo detrimento en los sistemas de producción y empresariales bogotanos. Algunos autores afirman que el daño actual no es visible por que en general Colombia no cuenta con un parque industrial robusto pero que en la medida que se dé el salto de país agrícola a país industrial esta brecha cada vez va a ser más notoria por eso la apremiante necesidad de consolidar nuestro parque industrial y empresarial sobre la base de la concertación y del crecimiento sostenido que apunte al desarrollo de los capitales privados pero que no vaya en contravía al desarrollo del ser. Es menester superar las visiones Tayloristas impuestas por la norma y desarrollar en la medida de lo posible nuestro propio modelo de organización del trabajo. Lo verdaderamente peligroso de estos nuevos sistemas sociotécnicos es que no tratan de humanizar las condiciones de trabajo, tampoco buscan llevar más allá del estricto rigor contractual las relaciones industriales ni la democratización de los resultados u objetivos. Lo que si hacen, es monopolizar y usufructuar la participación de los trabajadores en el aseguramiento de calidad, vinculando este proceso como una herramienta más de control del vasto arsenal que dispone la organización, haciendo una extrapolación, una modernización, una actualización y una retemporalización Taylorista para mantener el orden en la producción sin pérdida de poder ni control de la misma. Un claro ejemplo, lo vemos en la obligatoria tendencia de la norma a mantener un sistema de trazabilidad, que implica en esencia tener siempre y a la mano la identificación del producto y de sus componentes durante todo su proceso de producción; esto con el objetivo primordial de identificar la aparición de errores o no conformidades del producto respecto a los procedimientos y estándares de calidad preestablecidos, y plantear actividades de mejora que eviten de forma preventiva su repetición. Actividades que van a ser desarrolladas por los trabajadores y que seguramente aumentarán las dinámicas de producción para la empresa sin que exista un reconocimiento más allá de la ejecución del trabajo. Esta herramienta no Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 VIGENCIA DEL TAYLORISMO EN LOS PARADIGMAS MODERNOS DE GESTIÓN 119 sólo arroja la trazabilidad del proceso o del producto sino también la del trabajador, de esta manera el trabajador se hace responsable en todo momento del cumplimiento de los estándares de acuerdo a los parámetros establecidos, y de forma muy Taylorista -casi una especie de selección científica del trabajador- la trazabilidad no sólo si el producto es de calidad, cumple con los requisitos y es conforme, sino si el trabajador también lo es, mostrando su implícita naturaleza disciplinar y coercitiva propia del taylorismo. Esta trazabilidad ayuda significativamente a disciplinar el personal y garantizar la participación en el aseguramiento de la calidad ya que el trabajador en todo momento estará expuesto al ojo inquisidor de la gerencia, por lo que tratará cada vez de hacer mejor su trabajo y adicionalmente ayudara a controlar el trabajo y las actividades del procesos que le anteceden exigiendo a sus pares que cumplan los objetivos y estándares para evitar que, ante la continua supervisión disciplinaria de la gerencia y su ingeniería de producción paguen justos por pecadores; lo mismo sucede a quien el trabajador le entrega, generando espacios de mejora continua de las actividades en términos de procesos, tareas y control gratis para el empresarios. Una especie de autodisciplina colectiva y de vigilancia recíproca. A pesar de que se hable mucho de las nuevas formas de organización del trabajo, el sistema de asignación de tiempos a las tareas realizadas no ha desaparecido; lo único que ocurre es que no se nombra como taylorismo. Ahora es conocido por el término calidad total, círculos de calidad, etc. Y se estudia su aplicación en todos los centros de trabajo, incluso en aquellos en los que pudiera resultar difícil su aplicación como hospitales, universidades, etc. Conclusiones El paradigma de la calidad que se gesto en occidente bajo la óptica de una verdadera ruptura epistémica con el taylorismo no tiene razón de ser en el capitalismo actual, porque en realidad no se ha superado la visión de la organización científica del trabajo, más allá de un cambio en el lenguaje de imposición; en el que el control gerencial y patronal sigue como piedra angular del desarrollo capitalista, y aunque se habla de la era del conocimiento y de la comunicación abierta y flexible se nota una marcada tendencia a la disciplina de la gerencia científica, esta vez matizada por lo gurús de la administración quienes aún hoy en día auspician el desarrollo organizacional soportado en la jerarquía y la autoridad en la empresa (Drucker, 1999). Para evidenciar esto sólo falta ver como los avances tecnológicos son utilizadas como herramienta de disciplina, vigilancia y control de los trabajadores. La única manera como la occidentalización del concepto de calidad y de sus derivados se mantengan en vigencia en el largo plazo, es que se reconstruya sobre las bases de impactar sistemas productivos y sociales basados en conceptos como la equidad, la ética y relaciones societarias, que no vinculen ningún nivel de explotación ni sometimiento, sino que fomenten la participación real y totalitaria de sus miembros y sus stakeholders, con el objetivo de apalancar y fomentar el máximo desarrollo de las potencialidades no únicamente del trabajador sino de la sociedad de impacto. Universidad Autónoma de Colombia 120 CARLOS ALBERTO ALMANZA JUNCO Bibliografía Aglietta, Michel (1982). Régulation et crises du capitalisme. Calmann-levy, Paris: 2ème édition. Badham, R., y Jürgens, U. (1998). 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Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 ECONOMÍA Y DESARROLLO, VOLUMEN 9 NÚMERO 2, SEPTIEMBRE 2010 Una regla fiscal para Colombia: crítica DIEGO OTERO PRADA1 Resumen Los organismos internacionales y los economistas ortodoxos, a través de las reglas fiscales, se han propuesto restringir la política de gasto de los gobiernos, dentro de la concepción de que hay que buscar un equilibrio fiscal. Las reglas fiscales pueden adquirir diferentes formas como limitaciones al gasto, al endeudamiento, la inversión y el déficit primario. Sin embargo, limitan la política del gobierno para atender situaciones críticas y predominan sobre el gasto social. Así como hay defensores de las mismas son numerosas las críticas. Palabras clave: reglas fiscales, Colombia, críticas 1 Ingeniero electricista de la Universidad de los Andes, magister y candidato a doctorado en economía Universidad de Pennsylvania. Ha sido Subdirector del Departamento Nacional de Planeación, Viceministro de Minas y Energía, Gerente del Instituto Colombiano de Energía Eléctrica y actualmente es Decano de la Facultad de Economía de la Universidad Central. Autor de varios libros y ensayos sobre economía y energía; también es asesor internacional. Universidad Autónoma de Colombia 124 DIEGO OTERO PRADA Abstract Fiscal rules are being proposed by international institutions and orthodox economists in order to restrict the government spending from a conception that it is needed to obtain a fiscal equilibrium. Fiscal rules can be of different characteristics as limitations to the expenses, the debt, the investment and the primary deficit. However, these rules restrict the government policies for respond to critical situations and are above the social expenses. There are supporters of these rules and at the same the critics are numerous. Key words: fiscal rules, Colombia, crítical Las reglas fiscales son ideas del FMI y del Banco Mundial En este apartado se argumenta que hay que establecer una regla fiscal como una panacea para la economía. En general, las reglas fiscales, cualesquiera que sean sus formulaciones, son propuestas para hacer rígida la política fiscal; son ideas que tienen su origen en los organismos internaciones como el FMI, el Banco Mundial y en la mentalidad de los economistas neoliberales. Dichas ideas en el fondo manifiestan que la política fiscal es perjudicial, que el Estado debe ser mínimo y que es más potente en el corto plazo la política monetaria. Asimismo, que hay que dejar a las fuerzas del mercado y del sector privado actuar libremente sin interferencias del gobierno. Definición de una regla fiscal Según Kopits y Simansky (1998), una regla de política fiscal es una restricción permanente de esta expresada en términos de un indicador del comportamiento fiscal, tal como el déficit público de la administración central, el nivel de gasto, el volumen de deuda u otro componente fiscal importante. Para García (2004), se entiende la regla fiscal como aquella restricción constitucional o legislativa en que se especifica algún tipo de límite en las variables fiscales, tales como saldo presupuestario, deuda, gasto o impuestos, y que se aprueba normalmente junto a una regulación del procedimiento de elaboración, discusión parlamentaria, ejecución y control del presupuesto. En términos generales, una regla fiscal busca eliminar la discrecionalidad en el manejo presupuestario, es una restricción a la política fiscal. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 UNA REGLA FISCAL PARA COLOMBIA: CRÍTICA 125 Tipos de reglas fiscales Las reglas fiscales se concentran en el presupuesto central de los gobiernos, y dejan por fuera, en muchos casos, el manejo fiscal de los departamentos, regiones y municipios, lo cual indica una falla importante para la efectividad de las mismas. Son varias las reglas fiscales. Una primera regla fiscal está presente en la Comunidad Económica Europea, por el Tratado de Maastricht, e indica que el déficit fiscal no puede ser superior al 3% y la deuda como proporción del PIB no debe sobrepasar el 60% del mismo. Una segunda regla fiscal extrema es la del presupuesto balanceado, es decir, que los gastos deben ser igual a los ingresos en un determinado número de años. Una tercera consiste en tener un superávit primario, el excedente de los ingresos sobre los gastos antes del pago de intereses sobre la deuda, de una determinada magnitud, por ejemplo de 1%. Una cuarta es la llamada “regla de oro” (golden rule), en que solo se permite endeudamiento para financiar la inversión. Una quinta busca limitar el gasto a un determinado porcentaje, por ejemplo, que su crecimiento sea menor a la inflación anual en un punto porcentual. Objetivos de una regla fiscal Los defensores de aplicar una regla fiscal mencionan diferentes objetivos, que se resumen en los siguientes: Limitar la discrecionalidad de los gobiernos en la toma de decisiones de política económica. Promover la estabilidad macroeconómica. Mejorar la sostenibilidad de las cuentas públicas a mediano y largo plazo. Dar credibilidad y consistencia a las políticas económicas. Mejorar la asignación de recursos a través de la racionalización del gasto público y de los impuestos. Reducir la amplitud y duración de las fluctuaciones económicas. Detrás de una regla fiscal se esconde la ideología neoclásica convencional Detrás de la defensa de las reglas fiscales se encuentra toda una filosofía económica de sabiduría convencional, reflejada en el nuevo consenso en macroeconomía, que se resume en los siguientes puntos: 1. La política fiscal es menos eficaz, comparada con la política monetaria. La primera sólo sirve de apoyo para amortiguar los ciclos económicos. Universidad Autónoma de Colombia 126 2. DIEGO OTERO PRADA El déficit fiscal es ineficaz porque da lugar al efecto de “Crowding out”, que es una repetición del argumento de equivalencia Ricardiano dice que la política fiscal y el déficit fiscal son infructuosos para afectar el nivel de la actividad económica porque los efectos sobre la demanda agregada de gastos del gobierno, o de disminuciones en los impuestos, se ven compensados por cambios iguales en la demanda privada. 3. La política fiscal promueve gastos desbordados y déficit fiscal que conduce a niveles insostenibles de deuda. 4. El déficit fiscal promueve el déficit en la balanza corriente, la llamada teoría del déficit gemelo (twin deficit theory). 5. Al banco central independiente que controla la tasa de inflación con reglas muy definidas (la regla de Taylor) fijada por la constitución o el legislativo requiere complementarla con una regla similar para controlar el déficit fiscal. 6. La tasa de interés fijada por el banco central tiene efectos importantes sobre la inversión ya que permite promover el ahorro necesario para llevarla a cabo. 7. El sector privado mueve la economía. Es todo un programa que va contra la intervención estatal y a favor del mercado, la no regulación, el estado mínimo y la defensa sin restricciones a todo nivel del sector privado. No hay claridad en la literatura sobre la efectividad de las reglas fiscales, puesto que las evidencias son contradictorias. Existe el problema de la causalidad, es decir, la situación fiscal mejora por la regla o por la situación económica que produce el cumplimiento de la regla. Una regla fiscal para Colombia En Colombia el Banco de la República ha venido estudiando el tema. Lozano, Rincón, Sarmiento y Ramos (2008), funcionarios de dicha entidad, publicaron en la Revista de Economía Institucional el artículo “Regla Fiscal cuantitativa para consolidar y blindar las finanzas públicas de Colombia”, en el cual recomiendan la adopción de una regla fiscal tipo Kopits (2001). Más recientemente, la Comisión Independiente de Gasto Público (2007), Lozano (et ál 2008) y Perry (2009), señalaron la necesidad de una regla fiscal cuantitativa. Rincón (2010), del Banco de la República, compara la regla fiscal diseñada para Colombia por el Comité Técnico Interinstitucional (2010) con cuatro reglas fiscales alternativas, por consiguiente es necesario analizar su posición porque es un reflejo de lo que desean los defensores de una regla fiscal para Colombia. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 UNA REGLA FISCAL PARA COLOMBIA: CRÍTICA 127 La regla recomendada por el Comité es la siguiente: bt = b*+ at yt (1) Donde: b es el balance fiscal definido en términos del balance primario b* es la meta deseada de balance fiscal para el mediano plazo at es el grado de sensibilidad de la autoridad fiscal con respecto a la brecha del producto yt es la brecha del producto, o diferencia entre el PIB y el PIB potencial. La regla de la ecuación (1) dice que para cualquier año t el balance fiscal deberá ser igual a la meta deseada de mediano plazo, más la corrección por la brecha del producto. Si el PIB actual es igual al potencial, la brecha del producto es cero y el balance fiscal es igual a la meta deseada. Para valores diferentes a cero de la brecha, la reacción de las autoridades va a depender del valor del parámetro at. Si el valor de a es 0,1 como menciona Rincón, si la b recha es positiva (PIB actual es superior al potencial), el balance fiscal debe ser superior a la meta deseada, es decir, se ahorra, y si el PIB es inferior al potencial, se despilfarra. Se tiene, entonces, que la política fiscal es contra cíclica. En el modelo son claves tres supuestos: la meta deseada de balance fiscal, el valor del parámetro at y el cálculo del PIB potencial. Se tienen, entonces, múltiples posibilidades, lo que hace la regla muy discrecional, que ya es un defecto de toda regla fiscal porque va a depender de los criterios que asuma la tecnocracia, subordinando su criterio sobre el papel de la política fiscal. Si son ortodoxos, defenderán parámetros estrictos que restrinjan totalmente a las autoridades económicas. Si se trata de economistas de otras corrientes menos ortodoxas, serán más flexibles en la escogencia de los valores de los parámetros. Una de las principales dificultades de esta regla fiscal, como en la teoría de la inflación objetivo, es el cálculo del PIB potencial, ya que hay diferentes metodologías y existe la crítica de que el pasado no puede ser argumento para predecir el futuro. Para Colombia, el PIB potencial histórico estaría cercano al 5%, y si esto se aplica, nunca se podrá resolver el problema del desempleo y la pobreza. Se requiere crecer al 8% anual y ningún cálculo de PIB potencial basado en el pasado daría este valor. Perry (2009), estudia las reglas fiscales con relación a la prociclicalidad, sostenibilidad y sesgo contra la inversión y propone una regla fiscal para Colombia. Se refiere a lo que es muy conocido de la prociclicalidad en la política fiscal de Latinoamérica, que cuando el PIB sube el déficit fiscal aumenta y cuando cae el déficit fiscal disminuye a través de la reducción en la inversión, lo cual es nefasto. Universidad Autónoma de Colombia 128 DIEGO OTERO PRADA Perry propone fijar un balance primario estructural entre 1,5-2,0% del PIB así: Incrementar gradualmente de 0,5% del PIB a 1,5% del PIB y luego volver en el largo plazo a 0,5% del PIB. La regla fiscal escogida para Colombia por el CTI es similar a la de la ecuación (1) con la adición del componente cíclico de los ingresos petroleros (ccipt) que recibe el gobierno central, que sería otra variable sujeta a variaciones en el tiempo por la incertidumbre en los niveles de producción y en el precio internacional WTI del petróleo, que es la referencia para Colombia. La propuesta del gobierno limita los derechos sociales Antes de finalizar el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, el Ministro de Hacienda Oscar Iván Zuluaga y el Jefe del Departamento Nacional de Planeación Esteban Piedrahita Uribe, presentaron un proyecto de acto legislativo “en el que se establece el derecho a la sostenibilidad fiscal para alcanzar los fines del estado social de derecho”, en el que se dispone la sostenibilidad fiscal como “un derecho de todos y es deber de todas las ramas y órganos del poder público colaborar armónicamente, dentro de sus competencias, para hacerla efectiva”. En este orden de ideas limita los derechos sociales a la sostenibilidad fiscal al declarar en el Artículo Primero: El Congreso de la República, al determinar el alcance concreto de los derechos sociales y económicos consagrados en esta Constitución, deberá hacerlo en tal forma que asegure la sostenibilidad fiscal con el fin de darles, en conjunto, continuidad y progresividad. En la exposición de motivos se presenta toda una argumentación propia de los economistas más ortodoxos del planeta, que vale la pena hacer un resumen de los principales aspectos. Se habla siempre de Estado Social de Derecho pero, limitado a lo que llaman sostenibilidad social que en ninguna parte se define. Son dos palabras que se repiten a lo largo del texto sin que exista una definición o explicación de lo que esto significa, generando múltiples interpretaciones. La sostenibilidad fiscal es el súmmum de la sabiduría, con su cumplimiento se logrará el progreso económico y social del país En una pura retórica conservadora se afirma “que el gasto puede llevar a aumentos dramáticos en las tasas de interés”, dentro de la famosa teoría del crowding out, los recursos públicos compiten con los del sector privado, y al ser limitados, según los autores de la exposición de motivos, la competencia lleva a un incremento en las tasas de interés. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 UNA REGLA FISCAL PARA COLOMBIA: CRÍTICA 129 Un segundo argumento tiene que ver con la teoría de la inflación en la “que un crecimiento insostenible del gasto público puede conllevar a ajustes macroeconómicos indeseables a través de incrementos en la inflación o movimientos bruscos en la tasa de cambio”. El tercer argumento es el inter-generacional, según el cual al aumentar los niveles de la deuda pública para financiar el gasto “se refleja en una carga para las generaciones futuras, que tendrán que pagar más impuestos para que el sector público pueda atender su deuda”. Un cuarto punto es el que afirma que “mayores impuestos inhiben la inversión, el ahorro, y por esta vía el crecimiento y la generación de empleo futura”. Se dice que la “que para que la dependencia del financiamiento interno y externo financie una parte del presupuesto el Gobierno debe limitarse, para esto el manejo fiscal prudente y creíble resulta fundamental”. Se continuará igualmente, con “inflación baja, estable y sostenibilidad fiscal, que permita efectividad de las políticas de estabilización macroeconómicas, al lograr minimizar las fluctuaciones del ciclo económico” Se habla de “tener un nivel óptimo de deuda y dirigir la política fiscal al acercar la deuda pública a dicho nivel, ese será el espíritu de la Regla Fiscal que ha venido socializando el Gobierno Nacional.” Es todo un conjunto de argumentos discutibles de la economía más ortodoxa, en que las evidencias empíricas son contradictorias para aceptarlos. Hay afirmaciones que son objeto de discusión y no se pueden probar, como por ejemplo los niveles óptimos de deuda y nivel de gasto como proporción del PIB, que la tasa de interés depende del déficit fiscal, que mayor gasto fiscal perjudica a las generaciones futuras y que mayores impuestos inhiben el ahorro y la inversión. Pero lo más grave del asunto es que la famosa sostenibilidad fiscal nadie la ha definido. Se le puede dar la definición que se quiera si el solo propósito es el de reducir el gasto del gobierno. En el fondo lo que hay es la política friedmaniana de disminuir el gasto del gobierno, es decir, del tamaño del estado, dentro de la convicción más conservadora donde se afirma que el Estado es el culpable de todos los males. Análisis La gran falla de cualquier regla fiscal es su objetivo de restringir la política fiscal por medios tecnocráticos. La regla fiscal lleva implícito que los tecnócratas ortodoxos son los que saben qué hacer con la política fiscal, saltándose el proceso de decisión política. Universidad Autónoma de Colombia 130 DIEGO OTERO PRADA Como bien lo dicen Murray y Wilkes (2009) “la política fiscal es un asunto político. La pregunta de cómo fijar impuestos, gastar y endeudarse no se puede deducir por cálculos técnicos. No hay una respuesta simple si 40, 50 o 60 por ciento del PIB es un nivel de deuda insostenible”. La idea de la regla fiscal es análoga a las juntas monetarias o bancos centrales con reglas rígidas de control de la inflación que no son sujetas a debate político. Si se fijan parámetros para el manejo fiscal, prácticamente desaparecen las políticas monetarias y fiscales y los extremistas ortodoxos de derecha determinarían el rumbo de los gobiernos. El debate público sobre la estrategia de crecimiento desaparece y las prioridades quedan en manos de los tecnócratas. Se elimina el debate pluralista para definir la política fiscal y los partidos pierden su esencia. Hay en la imposición de reglas fiscales y monetarias un desprecio a la política, a la que se acusa de irresponsable y cortoplacista, y lo mismo a los electores. Sólo los tecnócratas saben muy bien qué hacer, son los que mejor distribuyen los recursos, ellos representan a las generaciones presentes y futuras y saben lo que conviene a los pueblos. Hay muchos términos que manejan los defensores de las reglas fiscales que son objeto de polémica y cuyo significado no es único. Por ejemplo, qué es sostenibilidad, cuál es el nivel óptimo de gasto, deuda e inversión, qué es justicia inter-generacional, qué es estabilidad macroeconómica, cómo predecir los ingresos y gastos futuros, cómo prever recesiones y expansiones y sus tamaños. Son muchas las preguntas, con diferentes respuestas según los actores sociales, que solamente el proceso político da las respuestas aceptadas, sean buenas o malas. Como dicen Murray y Wilkes, “Innovaciones institucionales -sean reglas fiscales para el gobierno o la Oficina de Responsabilidad Presupuestal propuesta por los conservadores ingleses- suavizan la presión democrática del electorado. Tales invenciones son una distracción, y por lo tanto niegan a los votantes una escogencia política clara. Ambas dan lugar a una caja negra en la cual el debate sobre decisiones de impuestos y endeudamiento se bloquea del escrutinio público regular.” Los supuestos detrás de la regla fiscal no son ciertos ni teórica ni empíricamente. La economía convencional detrás de la regla fiscal parte de que el ahorro determina la inversión, de ahí que el papel del banco central es el de mover la tasa de interés actual hasta llevarla a la tasa natural de interés real en que el ahorro es igual a la inversión. A esto se responde que la relación es inversa, que la inversión determina el ahorro y que empíricamente no es tan cierto, que la tasa de interés tiene un efecto importante sobre la determinación de la inversión. La política fiscal es un instrumento muy potente para modificar la demanda, para llegar a situaciones de pleno empleo ante deficiencias del sector privado y no utilizar esta herramienta lleva a recesiones o a depresiones. El papel directo de la política fiscal debería ser suavizar variaciones indeseadas del gasto privado (Skott P., p. 43). Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 UNA REGLA FISCAL PARA COLOMBIA: CRÍTICA 131 La teoría del crowding out tampoco es cierta porque el banco central puede actuar para proveer a la economía de la liquidez que sea necesaria para el sector privado y evitar alzas en las tasas de interés. Skidelsky (2010) presenta muy bien los argumentos del crowding out. Hay dos versiones. La primera es la “equivalencia Ricardiana” que dice que financiar el déficit por deuda no es otra cosa que diferir el cobro de impuestos para pagar el endeudamiento, ya que los hogares ahorran más para atender los impuestos futuros que esperan, con lo cual se neutraliza el incremento del gasto gubernamental. La otra versión afirma que “el endeudamiento del gobierno da lugar a aumentos en la tasa de interés ya que hay una suma fija de ahorro y a medida que el gobierno preste, el sector privado tendrá que pagar más por sus préstamos”. Skidelsky, siguiendo la tradición keynesiana y poskeynesiana, contra argumenta que la teoría del crowding out es cierta para condiciones de pleno empleo porque en esta situación el gasto público extra obviamente se substrae del ahorro privado, pero que esto no es correcto cuando hay recursos subutilizados, porque en esta situación el endeudamiento del gobierno no implica impuestos diferidos ya que este gasto trae en uso recursos que en otras circunstancias estarían sin uso, y de esta forma se incrementan los ingresos del gobierno sin necesidad de aumentar impuestos. Es decir, el gasto recupera la economía y al hacerlo, da lugar a nuevos ingresos para el gobierno. Un argumento adicional dice que el Banco Central tiene una función importante en estas circunstancias que consiste en dar la liquidez necesaria para mantener tasas de interés bajas. Skidelsky, dirigiéndose a la oposición laborista en Inglaterra dice: “Cuando hay un desempleo grande de los recursos, la teoría keynesiana es lo mejor, y el gobierno no debería avergonzarse de correr un déficit. Una oposición propiamente keynesiana debería afirmar que el déficit tendría que determinarse por las circunstancias económicas, no por un programa en el tiempo arbitrario: ¿quién conoce cuál será la situación en dos, tres, o cuatro años? Pero dudo que la oposición tendrá el coraje para hacerlo.” La reciente experiencia, como lo afirman Arestis P. y Sawyer Malcol (2010) De darle un mayor papel a la política fiscal y promover estímulos fiscales frente a la crisis financiera ha mostrado que las reglas tienen que suspenderse y que reglas arbitrarias de déficit fiscal pueden interferir con la definición de políticas. Ha habido ejemplos previos, aunque no tan dramáticos, cuando los déficits fiscales exceden las reglas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Reglas presupuestales, que especifican alguna forma de presupuesto balanceado, se ven como reglas arbitrarias a menos que haya razones muy fuertes para creer que un presupuesto balanceado será consistente con el nivel deseado de actividad económica. Universidad Autónoma de Colombia 132 DIEGO OTERO PRADA Otro argumento es el relativo a que los déficits fiscales llevan a aumentos en las tasas de interés, muy en línea con la tesis del crowding- out, pero los estudios empíricos han encontrado poca evidencia en esta relación, y aún si fuera cierta, muchos postkeynesianos niegan que exista una relación fuerte entre tasas de interés e inversión en el sector privado (Neville J.W, 2003, p. 153). La literatura económica keynesiana, poskeynesiana, marxista y heterodoxa en general, y aún de neokeynesianos, es muy abundante en la refutación de los supuestos base para la fijación de reglas fiscales, de ahí que ante tantas dudas es inconveniente insistir en este tipo de políticas. Conclusiones El proyecto del gobierno de la Regla Fiscal vulnera los derechos sociales. Es un propósito claro y muy bien calculado de los economistas y políticos neoliberales de acabar con el Estado y de limitarlo en su papel de interventor, regulador y orientador de la política de desarrollo. Las bases para la implementación de una regla fiscal son muy débiles, no existe evidencia empírica clara ni sustento teórico suficiente en los argumentos que se presentan. Contrario a lo que dicen sus defensores, la regla fiscal se opone a las posibilidades de un crecimiento económico rápido y equitativo. Bibliografía Arestis P. & Sawyer M. (2010) “The rReturn of fFiscal Ppolicy”. Journal of Post Keynesian Economics, Vol. 32, No. 3. Comité Técnico Interinstitucional (2010).Regla fiscal para Colombia. Bogotá, D.C., 7 de julio 2010. García Serrador A. (sep-dic. 2004). “Teoría general sobre reglas fiscales”. Cuadernos de Política Económica, Vol. 8. Valencia:, Universidad de Valencia. King J. E (2003). The Elgar Companion to Post Keynesian Economics. 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Hemos presenciado el ascenso y la caída del fascismo y el nazismo. El siglo ha visto el nacimiento del comunismo y su caída –en el antiguo bloque soviético– o su transformación radical –en China–. También hemos visto el desplazamiento de la preponderancia económica de Occidente hacia un nuevo equilibrio económico en el que Japón, el este y el sudeste asiáticos juegan un papel mucho más destacado. Y pese a que dicha región tiene actualmente algunos problemas económicos y financieros, ello no invalida el cambio en el equilibrio de la economía mundial que se ha desarrollado durante las últimas décadas y, en el caso de Japón, durante prácticamente todo el siglo. Estos últimos cien años no han estado precisamente faltos de acontecimientos importantes. Pero en última instancia no tuve ningún problema para escoger el más destacado entre la gran variedad de sucesos que han tenido lugar en este periodo: el ascenso de la democracia. No quiere decir que le reste importancia a otros acontecimientos, pero creo que en el futuro, cuando se vuelva la vista atrás y se detenga en el siglo XX, será difícil que no se le conceda la primacía al establecimiento de la democracia como la única forma de gobierno aceptable. 1 Premio Nobel de Economía en 1998. Discurso pronunciado en el Congreso por la Democracia celebrado en Nueva Delhi (febrero de 1999), tomado del Journal of Democracy, julio de 1999, vol. 10, número 3, pp. 3-17, The John Hopkins University Press and National Endowment for Democracy. Universidad Autónoma de Colombia 136 AMARTYA SEN La idea de la democracia, por supuesto, tuvo su origen en la antigua Grecia, hace más de dos milenios. También hubo intentos poco sistemáticos de democratización en otros lugares, incluida la India. Pero realmente fue en la antigua Grecia donde tomó forma y se puso en práctica de verdad –aunque a una escala limitada– antes de colapsar y ceder el paso a formas de gobierno más autoritarias y asimétricas. Nada parecido ocurrió en otro sitio. Tuvo que pasar mucho tiempo para que surgiera tal y como la conocemos hoy en día. Fueron varios los acontecimientos que permitieron su gradual y finalmente exitosa instauración como sistema efectivo de gobierno, desde la firma de la Carta Magna en 1215 hasta la universalización del sufragio en Europa y Norteamérica en el siglo XX, pasando por las revoluciones francesa y norteamericana del siglo XIX. Sin embargo, sólo en el siglo XX llegó a establecerse como la forma “normal” de gobierno a la que tiene derecho cualquier nación, sea en Europa, América, Asia o África. La idea de la democracia como compromiso universal es bastante nueva y, en esencia, un producto del siglo XX. Los rebeldes que impusieron restricciones al rey de Inglaterra mediante la Carta Magna veían sus necesidades como algo absolutamente local. En cambio, los independentistas norteamericanos y los revolucionarios franceses dieron un gran impulso a la comprensión de que la democracia es necesaria como sistema general. El objetivo práctico de sus demandas, sin embargo, no excedió el ámbito local, quedando confinado a los dos lados del Atlántico Norte y sobre las bases de la historia económica, social y política de la región. A lo largo del siglo XIX era habitual que los teóricos de la democracia se preguntaran si tal o cual país “estaba preparado para la democracia”. Tal forma de pensar no cambió sino hasta el siglo XX, con el reconocimiento de que la pregunta misma era un error: un país no tiene por qué estar preparado para la democracia, sino más bien estar preparado mediante la democracia. El cambio fue decisivo, pues hacía extensible el alcance potencial de la democracia a miles de millones de personas, cualquiera que fuera su historia, su cultura o su nivel económico. También fue en este siglo cuando finalmente se aceptó que el “sufragio para todos los adultos” quería decir todos, incluyendo a las mujeres. Cuando en enero de 1999 tuve ocasión de conocer a Ruth Dreyfuss, presidenta de Suiza y mujer de notable nivel intelectual, recordé que hace tan sólo un cuarto de siglo las mujeres de ese país ni siquiera tenían derecho al voto. Por fin hemos llegado a reconocer que la aplicación del concepto de universalidad, como el de misericordia, no debe ser selectivo. Sin duda, la aspiración de universalidad de la democracia debe enfrentar desafíos que adoptan múltiples formas y que proceden de las más variadas direcciones. De hecho, parte del presente ensayo trata sobre ello, pues en él analizo la afirmación de la democracia como valor universal y la controversia alrededor de esta afirmación. Pero antes de comenzar ese análisis es necesario comprender con toda claridad en qué sentido la democracia se ha convertido en la principal creencia del mundo contemporáneo. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL 137 En cualquier época y ambiente social existen creencias generalizadas que son respetadas como una especie de norma universal, algo parecido a la configuración “por defecto” de un programa de ordenador; son consideradas correctas mientras no se demuestre lo contrario. Aunque la democracia no se ha llevado a la práctica universalmente ni ha sido uniformemente aceptada, la forma de gobierno democrática es considerada en la actualidad, dentro del clima general de la opinión internacional, como la correcta. Así pues, son los que denigran el sistema democrático los que deben justificar su postura. Pero este viaje histórico es bastante reciente. No hace mucho, los defensores de la democracia en Asia y África se veían en apuros a la hora de defender sus puntos de vista. Si bien actualmente tenemos razones suficientes para rebatir a aquellos que, implícita o explícitamente, niegan la necesidad de la democracia, debemos dejar muy claro cómo fue cambiando el estado de opinión general a lo largo de varios siglos. No tenemos que empezar de nuevo por explicar si un país u otro (Sudáfrica o Camboya o Chile) está “preparado para la democracia” (cuestión tan relevante en el discurso del siglo XIX), ahora lo damos por sentado. El reconocimiento de la democracia como sistema universalmente válido, cada vez más aceptado como valor universal, ha supuesto una importantísima revolución del pensamiento y constituye una de las contribuciones más importantes del siglo XX. Es en este contexto donde debemos analizar el tema de la democracia como valor universal. La experiencia India ¿Hasta qué punto ha funcionado la democracia? Mientras que nadie pone en duda el papel que ha desempeñado en naciones como Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia, cuando se trata de los países más pobres el tema se torna controvertido. No es el momento de hacer un análisis minucioso de la historia, pero yo diría que la democracia ha funcionado bastante bien. India es, desde luego, uno de los casos más controvertidos del debate. Cuando los británicos se negaron a darle la independencia al país, manifestaron su preocupación sobre la capacidad de los hindúes para gobernarse. En 1947, el año de la independencia, India se encontraba, de hecho, en un estado de gran confusión. Un gobierno inexperto, divisiones no asimiladas y alineamientos poco definidos se combinaban con la violencia popular generalizada y el desorden social. Resultaba difícil tener fe en el futuro de una India democrática y unida. Sin embargo, apenas medio siglo después encontramos una democracia que, con sus buenos y sus malos momentos, ha funcionado muy bien. Las divergencias políticas se han abordado dentro de un marco constitucional y se han sucedido los gobiernos siguiendo las normas parlamentarias y electorales. India, una torpe, insólita y poco elegante combinación de diferencias, ha sobrevivido a pesar de todo y funciona correctamente como unidad política regida por un sistema democrático. De hecho, se mantiene unida gracias precisamente a la democracia. Universidad Autónoma de Colombia 138 AMARTYA SEN India ha sobrevivido, además, al enorme desafío que supone abordar la diversidad lingüística y religiosa. Las diferencias religiosas y culturales son muy susceptibles de ser utilizadas por políticos sectarios en su propio beneficio, y lo cierto es que así ha sucedido en algunas ocasiones –incluso recientemente– para consternación de todo el país. Sin embargo, el hecho mismo de que esa violencia sectaria sea recibida con consternación y condenada por todos los sectores del país nos ofrece, en última instancia, la mejor garantía democrática contra la explotación del sectarismo. Se trata, evidentemente, de un elemento esencial para la supervivencia y prosperidad de un país tan diverso como la India, que es el hogar no sólo de una mayoría hindú, sino también de la tercera comunidad musulmana en importancia actualmente, de millones de cristianos, de budistas, y de la mayoría de sikhs, parsees y jainitas que existen en el mundo. La democracia y el desarrollo económico Con frecuencia se afirma que para conseguir el desarrollo económico resulta más conveniente un sistema no democrático. Esta opinión se conoce, en ocasiones, con el nombre de “hipótesis de Lee”, dado que Lee Kuan Yew, líder y ex presidente de Singapur, fue su principal defensor. Y tiene razón en el sentido de que algunos estados totalitarios –como el de Corea del Sur, la propia Singapur y la China posterior a la reforma– han conseguido tasas más rápidas de crecimiento económico que muchos estados menos autoritarios, como India, Jamaica y Costa Rica. La hipótesis de Lee, sin embargo, parte de un empirismo esporádico basado en información bastante limitada y selectiva, y no en un análisis estadístico general de la gran diversidad de datos de que se dispone. Semejante relación generalizadora no puede establecerse a partir de pruebas tan selectivas. Por ejemplo, no se puede tomar el auge económico de Singapur o China como “prueba definitiva” de que el autoritarismo favorece la prosperidad económica, de la misma forma que no podemos llegar a la conclusión opuesta porque Bostwana, el país con el mejor índice de crecimiento económico en África e incluso uno de los mejores del mundo, haya sido un oasis de democracia en el continente a lo largo de muchas décadas. Se requiere de estudios empíricos más sistemáticos para aclarar esta cuestión. De hecho, no existen pruebas generales convincentes de que la forma de gobierno autoritaria y la supresión de los derechos civiles y políticos sean realmente beneficiosos para el desarrollo económico. Lo cierto es que el cuadro estadístico general no inclina a semejante inducción. Los estudios empíricos sistemáticos (por ejemplo, el de Robert Barro o el de Adam Przeworski) respaldan la idea de que existe una contradicción general entre los derechos políticos y el rendimiento económico. El vínculo direccional parece depender de diversas circunstancias que no tienen que ver con lo anterior, y si bien algunas investigaciones estadísticas revelan una endeble relación negativa, otras encuentran una relación positiva muy sólida. Si se consideran todos los estudios en su conjunto, la hipótesis de que no existe una relación definida entre crecimiento económico y democracia en ninguna de las dos direcciones continúa siendo muy plausible. Y dado que la democracia y la libertad política constituyen valores en sí mismas, su defensa queda, pues, a salvo. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL 139 Pero el tema abarca también una cuestión fundamental de métodos de investigación económica. No sólo debemos examinar las relaciones estadísticas, sino también analizar minuciosamente los procesos causales inherentes al crecimiento y al desarrollo económico. En la actualidad ya se comprenden mejor las políticas económicas y las circunstancias que dieron lugar al auge económico de los países del Asia oriental. Aunque varía el énfasis de los diversos estudios empíricos, ahora existe un amplio consenso en cuanto a las “políticas eficaces” en materia económica, que incluyen la apertura a la competencia y a los mercados internacionales, la prestación de incentivos públicos a la inversión y a la exportación, el aumento del nivel escolar y cultural y las reformas agrarias exitosas, así como otras oportunidades sociales que amplían la participación en el proceso de expansión económica. No hay ninguna razón para asumir que cualquiera de dichas políticas sea inconsistente con una mayor democratización ni que tenga que ser sustentada obligatoriamente por los elementos del autoritarismo presentes en Corea del Sur, Singapur o China. De hecho, las pruebas más abrumadoras demuestran que para generar un rápido crecimiento económico es preferible un clima económico cordial antes que un endurecimiento del sistema político. Para completar este análisis debemos traspasar los estrechos confines del crecimiento económico y examinar demandas más amplias inherentes al desarrollo económico, incluida la necesidad de la seguridad social y económica. En este contexto, debemos ver la relación entre los derechos políticos y civiles, por un lado, y la prevención de grandes desastres económicos, por el otro. Los derechos civiles y políticos permiten que las personas puedan prestar atención a las necesidades generales y demandar la acción pública adecuada. La respuesta de un gobierno al sufrimiento agudo de un pueblo a menudo depende de la presión que recibe. El ejercicio de derechos políticos (como el voto, la crítica, la protesta, etcétera) puede marcar la diferencia del incentivo político que opera sobre un gobierno. En algún otro sitio me he referido al hecho notable de que, en la terrible historia de hambrunas sufridas por el mundo, nunca se ha producido un periodo de hambruna realmente importante en un país democrático e independiente con una prensa relativamente libre. No existen excepciones a esta regla, sin importar hacia a dónde miremos: las hambrunas recientes sucedidas en Etiopía, Somalia u otros países con regímenes dictatoriales; hambrunas en la Unión Soviética en los años treinta; la de China de 1958 a 1961, cuando fracasó la política del Gran Salto Adelante; y antes las de Irlanda o India bajo la dominación extranjera. Aunque en muchos sentidos se desenvolvía económicamente mejor que India, China se las arregló para padecer –a diferencia de India– una hambruna que resultó, de hecho, la mayor en la historia de la humanidad: cerca de treinta millones de personas fallecieron de 1958 a 1961. Pese a ello, a lo largo de esos tres años continuaron aplicándose las equivocadas políticas gubernamentales, que no fueron criticadas debido a que no existían partidos de la oposición dentro del parlamento, no había prensa independiente ni elecciones multipartitas. Y fue precisamente esa falta de exigencias lo que permitió que políticas erróneas continuasen en vigor a pesar de la muerte de millones de personas cada año. Lo mismo puede decirse sobre las dos hambrunas que tienen lugar actualmente en Corea del Norte y Sudán. Universidad Autónoma de Colombia 140 AMARTYA SEN Los periodos de hambruna con frecuencia se asocian a lo que parece ser un desastre natural, y los cronistas ingenuamente se conforman con el razonamiento más simplista apelando a estas calamidades: las inundaciones en China durante el fracaso del Gran Salto Adelante, las sequías en Etiopía o las pérdidas de las cosechas en Corea del Norte. Sin embargo, otros países con problemas naturales similares, e incluso peores, se las arreglaron perfectamente gracias a que gobiernos sensibles actuaron para aliviar el hambre. Dado que las víctimas fundamentales en periodos de hambruna son generalmente los indigentes, podrían evitarse las muertes con la creación de fuentes de ingreso (por ejemplo, a través de programas de empleo), que facilitarían a las víctimas potenciales el acceso a los alimentos. Hasta los países democráticos de mayor pobreza sometidos a terribles sequías o inundaciones y otros desastres naturales –como la India en 1973, o Zimbawe y Bostwana a principios de los ochenta– han conseguido alimentar a sus habitantes sin llegar a experimentar periodos de hambruna. La hambruna es fácil de evitar si existe un propósito serio al respecto, y un gobierno democrático que debe enfrentarse a las elecciones, a la crítica de los partidos de oposición y de la prensa independiente, no tiene más remedio que poner todo su interés en ello. No debe sorprendernos, pues, que India sufriera periodos continuos de hambruna mientras estuvo sometida al dominio británico (el último que presencié, de niño, tuvo lugar en 1943, cuatro años antes de la declaración de independencia), y que desapareciera súbitamente con el establecimiento de una democracia multipartita y una prensa libre. Anteriormente he aludido a estas cuestiones, sobre todo en el trabajo realizado junto a Jean Dreze, de manera que no voy a profundizar sobre ellas aquí. El tema de la hambruna, de hecho, sólo me sirve para ilustrar el alcance de la democracia, pues en muchos sentidos constituye el ejemplo más fácil de analizar. El papel positivo desempeñado por los derechos políticos y civiles tiene que ver con la prevención de todos los desastres económicos y sociales. Puede que no se eche en falta este papel decisivo de la democracia cuando todo va bien y la economía, en general, funciona. Pero cuando, por cualquier razón, algo empieza a ir mal, los incentivos políticos que pueden brindar las formas democráticas de gobierno adquieren un considerable valor práctico. Se trata, pues, de una importante lección. Muchos economistas tecnócratas recomiendan la utilización de incentivos económicos –dados por el sistema de mercado– mientras que pasan por alto los incentivos políticos –que pudieran ser garantizados por los sistemas democráticos–. Ello supone optar por un conjunto de reglas básicas totalmente desequilibradas. Puede que no se advierta el poder protector de la democracia cuando el país tiene la suerte de no verse frente a una catástrofe, cuando todo va razonablemente bien. Pero el peligro de la inseguridad originada por cambios económicos o circunstancias de otra índole, por políticas erróneas que no son corregidas a tiempo, puede esconderse detrás de la fachada de una nación en apariencia saludable. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL 141 Los problemas recientes en el este y el sureste asiáticos sacan a la luz, entre otras cosas, las consecuencias de formas de gobierno no democráticas, sobre todo desde dos puntos de vista principales. En primer lugar, el desarrollo de crisis financieras en estas economías –incluidas Corea del Sur, Tailandia e Indonesia– ha estado estrechamente vinculado a la falta de transparencia en los negocios, sobre todo a la falta de participación pública en la revisión de los acuerdos financieros; y la causa fundamental de ello ha sido la ausencia de un foro democrático efectivo. En segundo lugar, una vez que la crisis financiera ha desembocado en una recesión económica generalizada, el poder protector de la democracia, similar al que evita los periodos de hambruna en los países democráticos, se ha extrañado en un país como Indonesia. Los nuevos desposeídos no contaban con los recursos que necesitaban. Una caída del producto nacional bruto de, digamos, un 10 por ciento, pudiera no significar mucho si ha sucedido tras una tasa de crecimiento de un 5 o un 10 por ciento anual durante las últimas décadas; sin embargo, puede ocasionar la muerte y llevar a la miseria a millones de personas si el peso de la contracción no es compartido por la amplia mayoría y se permite que caiga sobre los menos capaces de soportarlo, es decir los desempleados y los que carecen de medios económicos. En Indonesia, tal vez los más vulnerables no hayan resentido la falta la democracia mientras las cosas iban mejorando, pero esa carencia impidió que se oyeran sus voces y se pudieran expresar cuando tuvo lugar la crisis desigualmente compartida. Las funciones de la democracia Hasta ahora los temas que he tratado en el presente ensayo han estado determinados por los detractores de la democracia, sobre todo por los críticos de la economía. Más tarde volveré sobre las críticas, en concreto sobre los argumentos de los críticos culturales, pero ha llegado el momento de continuar el análisis positivo sobre cómo actúa la democracia y lo que puede haber en la base de su defensa como valor universal. ¿Qué es exactamente la democracia? No se debe identificar la democracia únicamente con el gobierno de la mayoría. La democracia implica exigencias complejas, que incluyen el voto y el respeto hacia los resultados de las elecciones, pero también implica la protección de las libertades, el respeto a los derechos legales y la garantía de la libre expresión y distribución de información y crítica. Incluso las elecciones pueden resultar lesivas si tienen lugar sin que los diferentes contendientes tengan la oportunidad de presentar sus programas, o sin que el electorado goce de la libertad de obtener información y de considerar los puntos de vista de los principales partidos. La democracia es un sistema exigente, no una simple condición mecánica –el gobierno de la mayoría– tomada de forma aislada. Vistos así, los méritos de la democracia y la afirmación de su valor universal pueden relacionarse con algunas virtudes distintas inherentes a su práctica sin restricciones. De hecho, se puede decir que la democracia enriquece la vida de los ciudadanos de tres formas diferentes. Primero, la libertad política se inscribe dentro de la libertad humana Universidad Autónoma de Colombia 142 AMARTYA SEN en general, y el ejercicio de los derechos civiles y políticos es una parte crucial de la vida de los individuos en tanto seres sociales. La participación social y política posee un valor intrínseco para la vida y el bienestar de los hombres. El hecho de impedir la participación en la vida política de la comunidad constituye una privación capital. Segundo, como acabo de señalar –cuando impugnaba la afirmación de que la democracia está reñida con el desarrollo económico–, la democracia posee un importante valor instrumental en el reforzamiento de la respuesta obtenida por el pueblo cuando expresa y sostiene sus demandas de atención política –incluidas las demandas económicas–. Tercero –y este es un punto que exige una mayor profundización–, la práctica de la democracia ofrece a los ciudadanos la oportunidad de aprender unos de otros y ayuda a la sociedad a formar sus valores y prioridades. Hasta la idea de “lo necesario”, aun la comprensión de las “necesidades económicas”, requiere el debate público y el intercambio de información, opiniones y análisis. En este sentido, la democracia posee una importancia constructiva, además de su valor intrínseco para las vidas de los ciudadanos y de su valor instrumental en las decisiones políticas. La defensa de la democracia como valor universal deberá tener en cuenta toda esta diversidad de consideraciones. La conceptualización, y aun la comprensión, de lo que se entiende por “necesidades”, incluidas las “necesidades económicas”, puede requerir en sí misma el ejercicio de los derechos políticos y civiles. Un entendimiento adecuado de las necesidades económicas, de su contexto y su fuerza, requiere el intercambio y el debate. Los derechos civiles y políticos, sobre todo aquellos que garantizan la discusión pública, la crítica y la disensión, son vitales para generar opciones consideradas y estudiadas. Este proceso generativo es fundamental para la formación de valores y prioridades y, en general, no debemos tomarlo como ajeno al debate político, es decir, independientemente de si se permite el intercambio y el debate. De hecho, a menudo se subestima el alcance y la efectividad del diálogo abierto cuando se examinan los problemas sociales y políticos. Por ejemplo, el debate público desempeña un importante papel en la reducción de las elevadas tasas de fertilidad que caracterizan a muchos países en vías de desarrollo. Hay pruebas suficientes de que la rápida caída de las tasas de fertilidad en los estados más alfabetizados de India ha sido determinada por el debate público sobre las consecuencias que a la larga pueden tener las elevadas tasas de fertilidad para la comunidad y, sobre todo, para la vida de las mujeres jóvenes. Si en el estado de Kerala o de Tamil Nadu, por ejemplo, existe la creencia de que la familia feliz de la época moderna está constituida por pocos miembros, ha sido gracias a un extenso debate que ha conducido a la adopción de este punto de vista. En la actualidad Kerala posee una tasa de fertilidad del 1.7 (similar a las de Francia y Gran Bretaña, y muy por debajo del 1.9 de China), lograda sin coacción alguna, sino mediante la creación de nuevos valores, proceso en el que el diálogo social y político ha desempeñado un papel fundamental. El alto nivel cultural de Kerala –más alto que el de cualquier provincia de China–, sobre todo entre las mujeres, ha contribuido en gran medida al surgimiento de este diálogo. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL 143 Existen diversos tipos de miseria y privaciones, y algunos responden mejor a los remedios sociales. La totalidad de situaciones precarias de los seres humanos constituirían un fundamento demasiado extenso para poder detectar nuestras “necesidades”. Por ejemplo, hay muchas cosas que razonablemente se podrían considerar valiosas y que, si fueran factibles, quedarían incluidas dentro de dichas “necesidades”. Podemos, por ejemplo, desear la inmortalidad, como hizo Mitreyee, ese notable espíritu inquisitivo de los Upanishads, en su famosa conversación de tres mil años con Yajnvalkya. Pero dado que no es factible, no percibimos la inmortalidad como una necesidad. Nuestro concepto de necesidad está en íntima relación con la posibilidad de evitar determinadas carencias y con lo que entendemos que podría hacerse al respecto. El debate público desempeña un papel crucial en la formación de nuestra idea de viabilidad y, sobre todo, de viabilidad social. Los derechos políticos, que incluyen la posibilidad de expresarse y discutir libremente, no sólo resultan indispensables para la creación de respuestas sociales a las necesidades económicas, sino que también son fundamentales a la hora de conceptualizar las mismas necesidades económicas. La universalidad de los valores Si el análisis anterior es correcto, la afirmación de la democracia como valor no parte exclusivamente de un único mérito. Se trata de una pluralidad de virtudes que comprenden, en primer lugar, la importancia intrínseca que tienen la participación y la libertad políticas para la vida humana; en segundo, la importancia instrumental de los incentivos políticos para garantizar la responsabilidad de los gobiernos; y, en tercer lugar, el papel constructivo de la democracia en la formación de valores y en la asunción de necesidades, derechos y deberes. Una vez aclaradas estas ideas, podemos pasar al tema central del presente ensayo, que es la defensa de la democracia como valor universal. A menudo se arguye que no hay un consenso acerca de la importancia decisiva de la democracia, sobre todo en lo que respecta a otros logros deseables que requieren nuestra atención y nuestra dedicación. Ciertamente no existe unanimidad sobre el tema, y hay quien considera esta disparidad de criterios como la prueba de que la democracia no constituye un valor universal. Está claro que debemos comenzar por enfrentarnos a un problema metodológico: ¿qué es un valor universal? Para que un valor sea considerado universal, ¿debe haber un consenso al respecto? Pero si fuera necesario, no existirían valores universales. No sé de ninguno, ni siquiera la maternidad (y pienso en Mommie Dearest), al que no se le hayan presentado objeciones. Creo, pues, que el consenso no es un requisito necesario para la universalidad de un valor, sino que ésta depende de que haya razones para percibirlo como algo valioso en cualquier lugar. Cuando Mahatma Gandhi defendía el valor universal de la “no violencia”, no sostenía que se actuara de acuerdo con este valor en el resto del mundo, sino que existían razones de peso para percibirlo como algo valioso. Y de la misma forma, cuando Rabindranath Tagore defendía la “libertad del pensamiento” como valor universal, no quería decir que fuera Universidad Autónoma de Colombia 144 AMARTYA SEN algo ya aceptado por todos, sino que todos tenían sobradas razones para aceptarlo, razones que se dedicó a explorar, presentar y difundir. Visto así, cualquier afirmación de la universalidad de un valor presupone cierto análisis contrafactual, en concreto, la posibilidad de que la gente perciba cierto valor en dicha afirmación que hasta entonces no habían considerado detenidamente. Todas las afirmaciones de la universalidad de un valor –no sólo de la democracia– implican este presupuesto. Creo que ha sido esta suposición implícita la que ha provocado el cambio de postura respecto de la democracia en el siglo XX. Al considerar la democracia como sistema político posible para un país en el que no existe y en el que la mayoría de la gente no ha tenido la oportunidad de considerarla algo factible, se asume que las personas implicadas la aprobarían en cuanto se convirtiera en una realidad. En el siglo XIX nadie lo hubiera asumido, pero lo que actualmente se presupone con total naturalidad (la que denominé posición “por defecto”) ha cambiado radicalmente en el siglo XX. Además, debe señalarse que dicho cambio se debe, en gran parte, a la observación de la historia de este siglo. A medida que la democracia se ha extendido, han ido aumentando sus defensores y no sus detractores. Instaurada primero en Europa y en los Estados Unidos, la democracia como sistema ha alcanzado muchas cosas diferentes donde ha sido recibida con franca aceptación y participación. Y cuando se ha atentado contra una democracia ya en marcha, se han producido protestas generalizadas pese a la represión brutal de las mismas. Son muchos los que de buen grado están dispuestos a arriesgar sus vidas por el restablecimiento del sistema democrático. Algunos de los detractores de la democracia como valor universal basan sus argumentos no ya en la ausencia de unanimidad, sino en la existencia de diferencias regionales. Estas supuestas diferencias a menudo tienen que ver con la pobreza de algunas naciones. Según este argumento, al pobre lo que le interesa, con toda razón, es el pan y no la democracia. Tan manido argumento resulta falaz desde otros puntos de vista. Primero, como señalaba anteriormente, el papel protector de la democracia posee una importancia crucial para los pobres, pues evidentemente actúa en defensa de las víctimas potenciales de la hambruna, así como de los desposeídos expulsados de la escala económica durante las crisis financieras. Las personas necesitadas, desde el punto de vista económico, requieren también de voz política. La democracia no es un lujo que pueda esperar hasta la llegada de la prosperidad generalizada. Segundo, pocas pruebas demuestran que los pobres, si pudiesen escoger, rechazarían la democracia. Se podría recordar, por ejemplo, que cuando cierto gobierno indio de mediados de los setenta intentó aplicar un argumento similar para justificar el supuesto “estado de emergencia” y la supresión de varios derechos civiles y políticos básicos, el electorado indio –uno de los más pobres del mundo– demostró el mismo entusiasmo para protestar contra la privación económica. Siempre que se ha intentado probar que los pobres no están interesados en los derechos civiles y políticos, la evidencia ha demostrado lo contrario. Y lo mismo Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL 145 puede decirse de las luchas por las libertades democráticas que tienen lugar en Corea del Sur, Tailandia, Bangladesh, Paquistán, Birmania, Indonesia y cualquier otro país asiático. Del mismo modo, en África han surgido movimientos y protestas, siempre que las circunstancias lo han permitido, en contra de la negación de la libertad política. El argumento de las diferencias culturales Otro argumento a favor de una diferencia geográfica supuestamente esencial no tiene que ver con circunstancias económicas, sino culturales. Quizá el más notable sea el relacionado con lo que se ha dado en llamar “valores asiáticos”. Se ha argumentado que los asiáticos, por tradición, valoran más la disciplina que la libertad política, y de ahí que la actitud hacia la democracia tenga un carácter mucho más escéptico en estos países. En mi conferencia en memoria de Morgenthau en el Consejo Carnegie para los Asuntos Éticos e Internacionales he tratado detalladamente esta tesis. Resulta muy difícil hallar un fundamento real para la misma en la historia de las culturas asiáticas, sobre todo en lo que se refiere a la tradición clásica de India, Oriente Medio, Irán y otras regiones del continente. Por ejemplo, una de las primeras y más enfáticas declaraciones a favor de la tolerancia, el pluralismo y el deber del Estado de proteger a las minorías se encuentra en las inscripciones del emperador hindú Ashoka del siglo III a. C. Asia abarca un área muy extensa donde vive el 60 por ciento de la población mundial, y no resulta fácil generalizar cuando se habla de un conjunto tan vasto de pueblos. Los defensores de los “valores asiáticos” algunas veces tienden a percibir la región de Asia oriental como la de aplicabilidad particular. La tesis general sobre las diferencias entre Occidente y Asia suelen referirse al este de Tailandia, si bien otros argumentos más ambiciosos consideran al resto de Asia como bastante “similar”. Lee Kuan Yew, al que debemos agradecer haber sido un expositor tan claro –y haber articulado tan bien los a menudo vagos argumentos en esta confusa literatura–, señala “la diferencia fundamental entre los conceptos occidentales y los asiáticos sobre la sociedad y el gobiern o ” , y explica que “cuando digo Asia oriental, me re f i e ro a Corea, Japón, China y Vietnam, distintos del sureste asiático, que constituye una combinación de los sinics y los hindúes, aunque la propia cultura india contiene valores similares”. Pero incluso Asia oriental resulta notablemente diversa, y pueden encontrarse allí múltiples variaciones no sólo entre Japón, China, Corea y otros países de la región, sino dentro de cada país. Confucio es el autor más citado cuando se hace referencia a la interpretación de los valores asiáticos, pero no es la única influencia intelectual de estos países (en Japón, China y Corea, por ejemplo, existen tradiciones muy antiguas y generalizadas que han prevalecido durante más de mil quinientos años, y que comprenden, entre otras, la presencia cristiana). No puede hablarse, pues, de homogeneidad en la veneración del orden por encima de la libertad en ninguna de estas culturas. Universidad Autónoma de Colombia 146 AMARTYA SEN Ni siquiera el propio Confucio recomendaba la lealtad ciega al Estado. Cuando Zilu le pregunta “cómo debía servir el príncipe”, Confucio le responde (en una declaración sobre la que probablemente entre los censores de los regímenes autoritarios deberían reflexionar): “Dile la verdad incluso si le ofende”. Confucio no censura la práctica de la cautela y el tacto, pero no renuncia a la idea de oponerse a un mal gobierno – diplomáticamente si es necesario–: “Cuando prevalecen las buenas formas en un Estado, habla y actúa con audacia. Cuando el Estado pierde el camino, actúa con audacia y habla con cautela”. De hecho, Confucio señala con toda claridad que los dos pilares del imaginario edificio de valores asiáticos, esto es, la lealtad a la familia y la obediencia al Estado, pueden entrar juntos uno con el otro. Muchos defensores del poder de los “valores asiáticos” perciben la función del Estado como una extensión del papel de la familia, pero, tal y como dijo Confucio, pueden producirse tensiones entre ellos. El gobernador de She le dijo a Confucio: “En mi pueblo hay un hombre de probada integridad: cuando su padre robó una oveja, lo denunció”. A lo que Confucio replicó: “En mi pueblo los hombres íntegros actúan de otro modo: el padre encubre a su hijo y el hijo encubre a su padre, y hay integridad en lo que hacen”. La interpretación monolítica de los valores asiáticos como elementos hostiles a la democracia y a los valores políticos no resiste el análisis crítico. Supongo que no debo ser excesivamente crítico respecto de la carencia de fundamento científico de estas creencias, dado que los que esgrimen semejantes argumentos no son científicos, sino líderes políticos, generalmente portavoces oficiales o extraoficiales de gobiernos autoritarios. Sin embargo, resulta interesante ver que mientras los científicos podemos carecer de cierto sentido práctico respecto de la práctica política, los políticos que la ejercen pueden ser a su vez bastante poco prácticos respecto de la ciencia. Desde luego, es fácil encontrar escritos de tono autoritario dentro de las tradiciones asiáticas. Pero tampoco es difícil encontrarlos en los clásicos occidentales: basta detenerse en el pensamiento de Platón y de Santo Tomás de Aquino para percibir que la devoción a la disciplina no constituye un gusto especialmente asiático. Descartar la posibilidad de la democracia como valor universal debido a la existencia de ciertos escritos asiáticos sobre la disciplina y el orden, sería lo mismo que negar la posibilidad de la democracia como la actual forma natural de gobierno en Europa y Estados Unidos sobre la base de las ideas de Platón y Aquino (por no mencionar la abundante literatura medieval en defensa de la Inquisición). La experiencia de las batallas políticas contemporáneas, sobre todo en Oriente Medio, ha provocado que el islamismo sea retratado con frecuencia como intolerante y hostil hacia la libertad individual. Pero la existencia de la diversidad y la variedad dentro de una tradición también es aplicable al islamismo. En India, Akbar y la mayoría de los emperadores mongoles (con la notable excepción de Aurangzeb) son buenos ejemplos de tolerancia religiosa y política tanto desde el punto de vista teórico como del práctico. Los emperadores turcos fueron a menudo más tolerantes que sus Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 LA DEMOCRACIA COMO VALOR UNIVERSAL 147 contemporáneos europeos, y lo mismo se puede decir de muchos gobernantes de El Cairo y Bagdad. De hecho, en el siglo XII el gran sabio judío Maimónides se vio obligado a escapar de la intolerante Europa –donde había nacido– y de la persecución de los judíos allí emprendida, para refugiarse en un Cairo urbano y tolerante bajo la protección del sultán Saladino. La diversidad es una característica propia de la mayoría de las culturas, y la civilización occidental no es una excepción. La práctica de la democracia que ha triunfado en el Occidente moderno es, en gran medida, el resultado de un consenso surgido con la Ilustración y la Revolución Industrial, pero sobre todo durante el siglo pasado. Interpretar esto como un compromiso histórico de Occidente a lo largo de milenios con la democracia, y compararlo después con tradiciones no occidentales –enfocándolas como monolíticas– sería un gran error. Esta tendencia a una simplificación excesiva se percibe no sólo en los discursos de ciertos portavoces gubernamentales asiáticos, sino también en las teorías de algunos de los mejores científicos occidentales. Al respecto, como ejemplo de las opiniones de un científico importante, cuya obra, por lo demás, es totalmente admirable, quisiera citar la tesis de Samuel Huntington sobre el enfrentamiento de las civilizaciones, en el cual las heterogeneidades dentro de cada cultura reciben un tratamiento bastante inadecuado. La conclusión de este estudio es muy clara: en Occidente puede encontrarse “un sentido del individualismo y una tradición de derechos y libertades únicos en la sociedad civilizada”. Huntington señala, además, que “la característica esencial de Occidente, la que lo distingue de otras civilizaciones, precede a la modernización de Occidente”. Desde su punto de vista, “Occidente era Occidente mucho antes de que fuera moderno”. Y tal es la tesis que considero insostenible tras someterla a un análisis histórico. Por cada intento de los portavoces gubernamentales asiáticos de oponer los supuestos “valores asiáticos” a los supuestos valores occidentales existe, al parecer, un intento de los intelectuales de Occidente de establecer una comparación similar desde el lado opuesto. Pero aun cuando para cada argumento asiático exista una contrapartida occidental, los dos juntos no consiguen desvirtuar la defensa de la democracia como valor universal. ¿Donde debe situarse el debate? He intentado abarcar una serie de asuntos relacionados con la tesis de que la democracia constituye un valor universal. Dicho valor incluye su importancia intrínseca para la vida humana, su papel instrumental como generadora de incentivos políticos y su función constructiva en la formación de valores –y en la comprensión de la fuerza y viabilidad de la afirmación de necesidades, derechos y deberes–. Estas propiedades no tienen un carácter regional, como tampoco lo tiene la defensa de la disciplina y el orden. La heterogeneidad de valores parece caracterizar a casi todas, si no a todas, las culturas. Y el argumento cultural no determina ni constriñe en exceso las decisiones que podamos tomar hoy en día. Universidad Autónoma de Colombia 148 AMARTYA SEN Tales decisiones deben tomarse aquí y ahora, teniendo en cuenta el papel funcional de la democracia, del que depende su causa en el mundo contemporáneo. Y de hecho se trata de una causa fuerte en la que los factores regionales no son contingentes. El poder de la democracia como valor universal reside, en última instancia, en esa fuerza. Ahí debe situarse el debate, que no puede ser descartado por tabúes culturales imaginarios ni por supuestas predisposiciones determinadas por los diferentes pasados históricos de las civilizaciones. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 Instrucciones para autores/as La revista Economía y Desarrollo se ha inspirado en los Journals de Economía más importantes a nivel internacional, y por tanto, toda propuesta de publicación será analizada independientemente de su tendencia teórica. El objetivo principal de esta publicación es considerar aquellos artículos de investigación científica, de reflexión y de revisión, notas y comentarios con un alto nivel de calidad académica y que adicionalmente sean relevantes a la coyuntura económica y social a nivel colombiano e internacional. Se privilegiará la discusión sobre la economía del bienestar y el desarrollo. El documento debe ser original y su contenido será de responsabilidad exclusiva del autor/a (as-es) sin comprometer a la Universidad. El idioma de publicación es el español, pero se podrán incluir traducciones de otros idiomas. El envío de un trabajo a la revista Economía y Desarrollo, entraña el compromiso del autor/a de no someterlo de manera simultánea a la consideración de otras publicaciones. Los autores otorgan su permiso para que su artículo se difunda por los medios que se considere pertinentes, impresos y magnéticos. Los documentos no publicados serán archivados como artículos rechazados o en proceso de aceptación. El documento deberá ser enviado en medio magnético (archivo Word) a las siguientes personas, a las siguientes direcciones de correo electrónico: Julio Silva Colmenares Decano Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables FACEAC, Universidad Autónoma de Colombia. Higinio Pérez Negrete Docente e Investigador FACEAC, Universidad Autónoma de Colombia. e-mail: [email protected] – [email protected] [email protected] El documento será sometido a una evaluación anónima, de manera que quienes evalúen no conocerán la identidad de los autores/as. El Comité Editorial comunicará a los autores/as el resultado de las evaluaciones para que se tengan en cuenta los comentarios y se aclaren dudas o se hagan los ajustes a que haya lugar. En el proceso, el Comité velará por la confidencialidad de las evaluaciones. Adicionalmente al documento, el]/la autor/a deberá anexar la hoja de vida actualizada (en archivo Word) que contenga la siguiente información: correo electrónico, número de cédula, fecha de nacimiento, grado de escolaridad y publicaciones actualizadas, las cuales deberán incluir el nombre y el ISSN de la revista, el número de páginas y la Universidad o Institución que emite la Revista. Universidad Autónoma de Colombia 150 INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES Formato para la presentación de documentos: 1. Debe presentarse en medio magnético en archivo Word, a espacio sencillo, en la letra Time New Roman, tamaño 12, en papel tamaño carta, márgenes a 3 cm, sin superar las 12.000 palabras o las 40 páginas. 2. La primera página del documento deberá incluir la siguiente información y en el siguiente orden: a. Título. b. Nombre del autor/a. c. Resumen en español y en inglés que no supere las 120 palabras. d. Palabras clave en español y en inglés que faciliten la indexación del artículo (máximo 6). e. Clasificación del artículo de acuerdo al sistema utilizado por el Journal of Economic Literatura (JEL): http://www.aeaweb.org/journal/elclasjn.html f. En nota de pie de página (con un asterisco) se incluirán los agradecimientos o información relacionada con ayuda financiera para elaborar el documento (sin afectar la numeración consecutiva de notas de pie de página del resto del documento). g. En nota de pie de página (con dos asteriscos) se incluirá el grado de escolaridad del autor/a, filiación institucional y correo electrónico (tres asteriscos para un segundo autor y así sucesivamente). 3. En el resto del documento no debe haber indicios que permitan identificar a los autores con el fin de ser remitido a un evaluador anónimo, quien podrá pedir correcciones en caso de ser necesarias. 4. Las notas de pie de página serán exclusivamente de carácter aclaratorio o explicativo, no deben incluir referencias bibliográficas. 5. Las referencias bibliográficas deben aparecer en el texto con el apellido del autor; y en paréntesis, el año de la publicación: según Pérez (2004); en caso del uso de comillas se incluirá la página citada: según Pérez (2004, 21) “…”; y si son varias páginas: según Pérez (2004, 21-25). Si la referencia se presenta entre paréntesis: (Pérez, 2004, 21-25). 6. Los cuadros y gráficas deberán indicar su fuente de información en su parte inferior y los datos de origen deben presentarse en otro archivo magnético. (Como la revista es en blanco y negro, las curvas en las gráficas deben ser presentadas con símbolos diferenciadores, ejemplo: con rombos o con asteriscos, líneas continuas o discontinuas, más gruesa o más fina, etc.). Se sugiere que las tablas y gráficas que sean construidas en Excel sean importadas al programa de texto y no copiadas y pegadas. Esto para efectos de obtener una graficación final más precisa. 7. Las ecuaciones deben ser enumeradas consecutivamente a lo largo del texto ((1), (2), etc.) y esta enumeración debe estar alineada a la derecha de la página. 8. En caso de uso repetitivo de siglas y/o abreviaciones es necesario que el autor introduzca un glosario preliminar. Economía y Desarrollo - septiembre 2010, vol. 9, n° 2 INSTRUCCIONES PARA LOS AUTORES 151 9. La bibliografía del documento debe incluir solamente las publicaciones citadas en el texto y de la siguiente manera: a. Libro: Apellido e inicial del nombre del autor, año de publicación entre paréntesis, título en letra cursiva, ciudad de publicación (y país si la ciudad no es conocida) y editorial; ejemplo: VARIAN, H. (1999). Microeconomía intermedia: un enfoque actual. Barcelona, Edición en castellano por Antoni Bosch editor. b. Artículo en libro: Apellido e inicial del nombre del autor, año de publicación entre paréntesis, título del capítulo entre comillas, inicial del nombre y apellido del editor o compilador, título del libro en letra cursiva, ciudad de publicación (y país si la ciudad no es conocida) editorial y páginas que ocupa el artículo o capítulo; ejemplo: TOVAR, H. (1987). “La lenta ruptura con el pasado colonial (1810-1850)”, en J.A. Ocampo, compilador, Historia Económica de Colombia. Bogotá, Siglo XXI editores, 87-117. c. Artículo en revista: Apellido e inicial del nombre del autor, año de publicación entre paréntesis, título entre comillas, nombre de la revista en letra cursiva, ciudad de publicación, volumen, número y páginas que ocupa el artículo; ejemplo: QIU, L. (1995). “Strategic trade policy under uncertainty”, en Review of International Economics, Massachusetts, vol. 3, Núm. 1, 75-85. d. Documentos de trabajo: Apellido e inicial del nombre del autor, año de publicación entre paréntesis, título entre comillas, nombre de la serie en letra cursiva, ejemplo: HALL, R. (1989). “Invariante Properties of Solow’s Productivity Residual”, en: NBER Working Papers Series, 3034, Cambridge. e. Artículo en periódico: Apellido e inicial del nombre del autor, año de publicación entre paréntesis, título entre comillas, nombre del periódico en letra cursiva, ciudad de publicación, número, día, mes, sección si la paginación cambia y páginas que ocupa el artículo, ejemplo. GALLEGOS, E. (2000). “El ocaso de un triunfador”, en La Jornada, México, Núm. 5509, 5 de enero, contraportada, 6-7. f. Fuente electrónica: Apellido e inicial del nombre del autor, título en letra cursiva, dirección de acceso subrayada, fecha en que se visitó entre paréntesis, ejemplo: BETANCOURT M., J. “Jerome Bruner: uno de los precursores de los estudios sobre estrategias cognitivas”, (ví: 29 de abril de 2008), en http:/ /educación.jalisco.gob.mx/consulta/educar/06/6betan.htm Universidad Autónoma de Colombia REVISTA ECONOMÍA Y DESARROLLO UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE COLOMBIA FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES Publicación Semestral CUPÓN DE SUSCRIPCIÓN Nombre o razón social: Cédula o NIT: Dirección: Ciudad: Departamento: Teléfono: A.A.: País: Subscripción a partir del volumen: Número Escoja la modalidad de subscripción 1 año $25.000 nacional (US$40 internacional, incluye el envío por correo) 2 años $45.000 nacional (US$80 internacional, incluye el envío por correo) Por favor girar cheque de gerencia o consignación en efectivo a: Banco DAVIVIENDA - Sucursal Plaza de Bolívar - Bogotá Cuenta Corriente No. 009869999343 A nombre de Fundación Universidad Autónoma de Colombia Universidad Autónoma de Colombia - Bogotá e-mail, [email protected] Enviar copia de consignación y este cupón diligenciado a: Universidad Autónoma de Colombia - Bogotá Revista Economía y Desarrollo Facultad de Ciencias Económicas, Administrativas y Contables Carrera 6 No. 10-72 Piso 3 Teléfonos: 283-6082 / 282-9237 Consulte los artículos publicados anteriormente en la página Web: www.fuac.edu.co/portal/modulos.php