La pregunta es la siguiente: ¿Por qué se sigue insistiendo en la inocencia de las tres jóvenes a pesar de que fueron declarados culpables en un juicio por jurado? Nosotros entendemos que los tres jóvenes son inocentes por las siguientes razones: 1. En el juicio por jurado en el que se les condenó, la evidencia física presentada en ningún momento vinculó a ninguno de los jóvenes con el asesinato. Con ello me refiero a lo siguiente: I. El análisis de las huellas dactilares salió negativo para los tres jóvenes. II. El análisis de ADN no se pudo realizar, puesto que el laboratorio Cellmarks en E.E.U.U. dijo que el material genético que se envió para compararlo con el de los tres jóvenes, era insuficiente para extraer conclusiones. III. Los análisis de balística no se pudieron realizar, puesto que el arma utilizada en el asesinato nunca apareció. 2. Nosotros entendemos que el veredicto de culpabilidad alcanzado por el jurado se basa en la única prueba acusatoria que presentó el estado: el testimonio de Luis Monserrate Martínez. Esto tiene la siguiente explicación: I. De todos los testimonios presentados por la fiscalía el único testigo que sitúa a los tres jóvenes en la escena de los hechos es Luis M. Martínez. Eso se debe a que este señor afirmó que participó con los tres jóvenes en el asesinato. II. Ahora bien, nosotros consideramos este testimonio como la única prueba vinculante puesto que si dicho testimonio no existiera o fuera falso el resto de la prueba presentada por el estado sería meramente descriptiva. Es decir, sería evidencia que simplemente describe la escena de los hechos pero no permite inferir quién cometió el crimen. Expondré brevemente algunos ejemplos extraídos del caso: i. ii. El testimonio de Yocasta Brugal (patóloga forense) sólo nos dice si hubo violación o no, pero no puede decirnos quién violó a la joven porque la patóloga no estaba allí cuando eso sucedió. El teniente Ramón Pérez Crespo sólo puede decir cómo encontró la escena de los hechos o cómo y con quién llevó a iii. cabo la investigación, pero no puede decir que vio a los jóvenes matar a la muchacha puesto que él tampoco estaba allí El señor Roque Pérez sólo puede decir a la hora que salió su hija de su casa, con quién y cómo iba vestida, pero no puede decir nada más puesto que tampoco estaba allí. Esto mismo sucede con el resto de los testigos, pero aquí nos contentamos con estos tres ejemplos, ya que sólo nos interesa que usted comprenda nuestro punto de vista. III. Como bien habrá tenido ocasión de leer en el apéndice de nuestra página web, el testimonio de Luis M. Martínez durante el juicio tenía innumerables incongruencias. (Cabe señalar que esa lista de incongruencias las puede encontrar esbozadas en su mayoría en la Resolución del Juez Reinaldo Franqui Carlo a la primera solicitud de nuevo juicio. Hago la aclaración para que sepa que todo eso no es un invento nuestro, sino que consta en los documentos oficiales del caso). 3. Al margen de esto, nosotros entendemos, que en este caso ha surgido nueva evidencia que el jurado no tuvo la oportunidad de considerar en el juicio y que sin duda, demuestra que el primer proceso fue injusto y estos tres jóvenes están encarcelados por error. Veamos cuál es esa evidencia: I. La retractación de Luis M. Martínez en la cual admite que mintió durante el juicio y que le forzaron a mentir. (Esto no es nada extraño si tomamos en cuenta lo de las incongruencias de su testimonio original a las que ya hicimos alusión). II. La retractación de Heriberto Guzmán Ocasio en la cual al igual que Luis asegura que mintió durante el juicio y que le forzaron a mentir. (Este testigo corrobora lo dicho por Luis M. Martínez). III. La Sr. Ana Chávez que afirma haber visto a la víctima jugando tenis en las canchas de la Base Ramey de Aguadilla el día del asesinato. (Este testimonio confirma una vez más que Luis M. Martínez mintió durante el juicio, al decir que a la víctima la raptaron en Aguada y la llevaron directamente al lugar de los hechos para matarla). IV. La Sr. Ana Chávez afirma haberse topado una vez más con la víctima poco después de verla en las canchas de tenis-, a la entrada de una pizzería cercana. (Esta otra parte de su testimonio es más importante aún dado que nos lleva hasta la persona con la que la víctima tuvo contacto por última vez y eso convierte a esa persona en un potencial sospechoso). V. El testimonio del investigador privado Antonio Santana que afirma haber entrevistado a varios empleados de dicha pizzería para la fecha del asesinato. De ello surge lo siguiente: i. Una persona que afirma que la víctima estuvo con el dueño de la pizzería durante el día del asesinato. Además, también afirma que el dueño de la pizzería poseía un arma ilegalmente para aquella fecha y que cree que fue él quien mató a la joven. ii. Varias personas que afirman haber visto el arma y que la novia del dueño de la pizzería tenía serios golpes en la cara durante la fecha del asesinato. (Esto es importante puesto que sugiere que la novia del dueño de la pizzería también pudo haber participado en los hechos). VI. Aparte de esto, el investigador Antonio Santana encontró el arma en cuestión y efectivamente, ésta es del mismo calibre y modelo de la que se utilizó para matar a la víctima. VII. El arma también constituye nueva prueba, ya que el análisis de balística debe reflejar con exactitud si es el arma homicida y en consecuencia, su portador tendría que rendir serias cuentas. (Recuérdese que esta arma nunca apareció ni fue presentada como evidencia durante el juicio). VIII. En última instancia, se ha solicitado al tribunal que se realicen unas pruebas de ADN para añadir los resultados a toda esta nueva evidencia. Pero claro está, estas pruebas de ADN no sólo se exigen para los tres jóvenes -aunque de ser negativas constituirían ya de por sí prueba exculpatoria- sino que además, se exige que se hagan al sospecho y su pareja. Pues, todo apunta a que el ADN encontrado en la escena de los hechos podría guardar relación con el pizzero o incluso, con los golpes en la cara de su novia. (Recuérdese, además, que el ADN tampoco se ha determinado a quién pertenece). 4. A todo esto debemos añadir que a nuestro entender no es mera casualidad que toda esta nueva evidencia haya surgido después del juicio realizado a los tres jóvenes. Más bien, esto es fruto o consecuencia, de que en dicho juicio parte de la evidencia presentada fuera falsa y de que se ocultara evidencia de crucial importancia para el esclarecimiento del caso. (Claros indicios de que todo esto estaba sucediendo o al menos, de que algo extraño sucedía en este proceso, los podemos encontrar en el Caso de la corona y en el Caso de amenaza del que hacemos algún comentario en nuestra página web. Esto sugiere, al menos, que las personas a cargo del proceso investigativo en este caso sabían que algo habían hecho mal o que tenían que ocultar). 5. Como observación final, hay que decir, que a nuestro parecer tampoco es mera casualidad que toda esta nueva evidencia constituya un todo con tal coherencia interna. Todo ello, más que mera casualidad, es el efecto de la pretensión de hacer pasar una verdad parcial por una verdad total. La verdad en este caso sobrepasa los límites de los argumentos presentados en el juicio. Eso lo deja patente toda la nueva evidencia ya que mediante ella todo en este caso adquiere un nuevo rumbo.