ODA A LA VIDA RETIRADA ¡Que descansada vida/ la del que huye del mundanal ruido (...) Con solo estos dos versos sabemos ya, sin duda de que se trata de uno de los poemas mas bellos y conocidos de Fray Luis de León, que siendo catedrático y autor, fue uno de los personajes mas influyentes del siglo XVI. La figura del poeta es la más armoniosa de nuestra literatura clásica. En Fray Luis se comprende y perfecciona todo el movimiento renacentista en España. Fue pensador, artífice del idioma, humanista, teólogo, escrituario, filólogo, pero sobre todo poeta. El mismo nos da la formula (suprema aspiración de los clásicos a su vez) del equilibrio y serenidad artísticos lograda a través de una vida que tuvo mucho de calvario: largos procesos inquisitoriales, un encarcelamiento... Y que más se puede decir del poeta que no se haya dicho ya, salvo que se equivocan aquellos que al leer este poema, se imaginen al poeta metido en su torre de marfil, alejado del "mundanal ruido" y lejos de los problemas y preocupaciones. Se equivocan, porque desconocen su personalidad rica y profunda, auténticamente humana, su carácter y el sentido de las luchas universitarias de las que hubo de ser protagonista, a su pesar. Esta oda, dedicada a la" vida retirada" aparece con muy diversos títulos, como por ejemplo "Canción de la vida solitaria", "Alabanza de la vida retirada", "Vida rústica", "Desprecio del mundo", etc. En muchas otras ediciones aparece en primer lugar y sin titulo alguno. Numerosos estudios se han realizado par descubrir el presunto destinatario de esta oda. Se piensa que debió de escribirse con motivo del retiro de CarlosV en Yuste, cuando el poeta, que entonces rondaba los treinta años, estudiaba en Alcalá. Muchos suponen que hubo una primera redacción en 1557 y una ultima en 1583, otros por el contrario apoyan que es anterior a su estancia en la cárcel, etc. También podemos pensar que se trata de una reflexión propia del autor al tomar una decisión. Producto juvenil del poeta, anterior o no a su prisión inquisitorial y enumerando todas estas discrepancias, podemos tener una idea aproximada de las dificultades que plantea cualquier estudio o intento de datacion del corpus poético luisiano. Polémicas aparte, analizaremos este poema en nuestro comentario exprimiendo al máximo los datos con los que contamos. La felicidad deriva del ocio sabio y del apartamiento, el deseo de soledad era una de las aspiraciones del ideal renacentista. Podemos observarlo sobre todo en los cinco primeros versos del poema. El origen esta en Horacio y se desarrollara al máximo en la corriente humanística. Horacio será, pues la fuente más importante del poema, donde parece que evoca su famoso "Beatus ille, qui procul negotiis ut prisca gens mortalium" pero también parece que bebe del propio Petrarca en su " De vita solitaria" donde explica la dicha del sabio "que se retira": "Surgit solitarius atque felix otiosus..., quem statum nulla voluptas occupatorum(...)" Así como también ciertos pasajes bíblicos como por ejemplo la invitación de Cristo a sus discípulos (Mc 6, 31): "Venite seorsum in desertum..." Alejarse del "negotium" de la vida y apartarse del "mundanal ruido" es la clave para hallar, pues la sabiduría verdadera. Los cinco siguientes versos desarrollan una alabanza a la vida sencilla, sin lujos ni ostentación; una alabanza al que no se asombra ante los dorados techos ni los palacios. Parece que Fray Luis tradujo unos versos algo similares de Horacio (Od 2, 18) "Aunque de marfil y oro/ no esta en mi casa el techo jaspeado(...)"No se preocupa en absoluto de la fama, una de las angustias del poeta, que era el anhelo de huir de la tiranía de la fama, en aquel entonces tan importante, debido a los asuntos de limpieza de sangre, que traían de cabeza a la sociedad renacentista. Debemos tener en cuenta, a su vez que Fray Luis era descendiente de conversos. El huir de esa lengua lisonjera (adjetivo utilizado con mucha frecuencia por el poeta), buscar el viento desesperadamente, refiriéndose a las palabras adulatorias, esas palabras falsas e hipócritas, que provienen de gente vana e insustancial, (vano dedo señalado) preocupada por el dinero, la fama y los lujos terrenales. Por eso afirma ya en el verso 25 "huyo de aqueste mar tempestuoso". Las exclamaciones retóricas de los versos 21 y 22 recuerdan al Cancionero de Petrarca (LXXI) " O poggi, o valli, o fiuimi, o selve, o campi (...) " donde va a buscar ese reposo "reparador", limpio y puro, (almo) tan buscado por el poeta. A partir de aquí, Fray Luis va a describir todo ese reposo al que nos referíamos anteriormente y todas sus cualidades: el despertar suave, el pleno contacto con la naturaleza, el canto de las aves, tan natural (no aprendido), los días alegres y no las preocupaciones que sufren los que se dejan llevar por los problemas 1 terrenales. El deseo del poeta es vivir a solas dando gracias a Dios, sin ataduras, libre de los afectos o pasiones fundamentales y temor. Fray Luis reelabora estas ideas en el tratado "Príncipe de Paz": "Bivir pacíficamente consigo mismo, sin que el miedo nos entremezca ni la afficion nos inflamme". Este es el deseo explícito del poeta y por lo tanto la opción del Emperador (si supuestamente este es el destinatario) al escoger el retiro de Yuste, es una sabia elección y todo un ejemplo a seguir. A partir del verso 41, Fray Luis con apasionado sentimiento, canta a un huerto. Debemos recordar que en la literatura culta el placer de cultivar personalmente la tierra constituye un conocido "topos". Es el fecundo huerto de las virtudes, que se labra con esfuerzo y del cual se espera fruto (45) "Ya muestra en esperanza el fruto cierto" O también de Horacio (Od, 3) "en esperanca el fruto (...) et segetis certa fides meae". Y continuamos con la descripción de ese "locus amoenus" ahora con una fuente, el verdor, las flores, el aire lleno de olores frescos y puros, los arboles... Recuerda totalmente a Nemoro en la egloga primera: "Corrientes aguas puras, cristalinas/ arboles que os estáis mirando en ellas/ verde prado (...). En el poeta, debemos recordar que el sentimiento de la naturaleza se desarrollara dentro de un humanismo platónico, muy propio de la época. Toda la armonía de la naturaleza es reflejo de la armonía universal, la naturaleza es el reflejo fiel del mundo ideal (recordemos pues las teorías de Platon acerca del mundo de las cosas y el mundo de las Ideas). El alma, pues, siempre participara de esta armonía cósmica pero siempre limitada por esa prisión que es el cuerpo y, a su vez nuestro propio mundo. Todos estos motivos dejan a un lado las preocupaciones del mando, las riquezas, del poder, "que del oro y del cetro pone olvido". Y cuidado aquellos que se arriman a un falso leño" (aquí con sentido de navío o galera de seguridad solo aparente)y se confían porque luego llegan los vientos contrarios, turbulentos y tempestuosos, ponen en peligro la "nave" y al final pueden hundir nuestros tesoros en el fondo del mar. Se ha estudiado con interés las diversas fuentes de esta descripción de naufragio. Menéndez Pelayo afirma que son Horacio, Virgilio y Tibulo. A partir del verso 71, Fray Luis desarrollara el tópico del "áurea mediocritas"; su fuente directa es Horacio (Od 2, 10). Es un continuo elogio de la humildad de la vajilla y de los propios alimentos. Austeridad en el comer y en todo tipo de lujos, esa humildad tan buscada y querida por el poeta. En las dos ultimas liras, famosisimas, se encuentra el conocido y comentado encabalgamiento: "Y mientras miserable−/ mente se están los otros abrasando(...) es el mas famoso tmesis de la literatura española, muy audaz, imitado de Horacio. Mientras se produzcan en la corte todo tipo de intrigas y preocupaciones, yo estaré en la hierba tumbado, coronado de yedra y lauro por siempre (como se coronaba a los poetas), escuchando la música que toca Dios al regir el mundo. No hay poema que pueda expresar de mejor manera la idea del apartamiento del mundo para aliviar los sinsabores de la existencia terrena. Este poema trasmite una profunda serenidad y una exquisita armonía. Esa paz, esa soledad querida y perseguida, la austeridad, el gozar de la sencillez de la vida, el pleno contacto con la naturaleza. en un mundo dominado por el dinero, el trabajo, la ambición, donde se busca por encima de todo la fama y el éxito, no estaría de mas alejarse de los negocios mundanos y gozar de la naturaleza en estado puro, la meditación y la vida solitaria para aproximarse a Dios. Los tópicos (Beatus ille, Locus amoenus, Aurea mediocritas) están magistralmente desarrollados. Los hipérbatos, encabalgamientos y metáforas están plenamente logrados. Mas vale que estos poemas, según Fray Luis eran "obrecillas que se me caían de las manos". 2