Especial roma mismo modo, planeó tratar el problema con los dacios mediante una gran campaña en la que la Guardia jugaría un importante papel y aprendería a ser leal a su nuevo dueño; participando estos también en la guerra de los Partos (113-117 d.C.) y siendo reconocidos sus meritos al ser incluidos en los relieves de la Columna de Trajano y en el Gran Friso de Trajano125. Así, el gusto que por la participación personal en las campañas militares desempeñaron diversos emperadores desde finales del siglo I d.C. hasta principios del II d.C. hizo que el papel militar de la Guardia como tropa de elite se agudizara. Los pretorianos acompañaron a Lucio Vero en la campaña oriental (162-166 d.C.), y a Marco Aurelio en la del norte, entre los años 169-175 y 178-180 d.C., durante lo cual dos prefectos murieron, conmemorándose los éxitos de la Guardia en la columna de Marco Aurelio. Seria tiempo después cuando se produjo uno de los acontecimientos más importantes que, en cuanto al recobrado control de la Guardia sobre el acceso al trono imperial, protagonizarían los pretorianos cuando tras la muerte de Helvio Pertinax (193 d.C.) organizaron una subasta por el poder entre los hombres más ricos de Roma, acaecida en el interior de su campamento. El ganador sería el senador Didio Juliano126, que pagaría 25.000 sestercios a cada soldado de la Guardia por su apoyo. Sin embargo, al mismo tiempo los ejércitos del Danubio habían elegido como emperador al gobernador de Panonia Superior llamado Lucio Septimio Severo, que sitió Roma y prometió el perdón a los pretorianos si le entregaban a los asesinos de Pertinax, organizando un banquete en su campamento al que fueron invitados y una vez allí los desarmó127. Tras ello se deshizo de los soldados pretorianos y los sustituyó por tropas leales procedentes de Panonia que desde ese momento pasaron a conformar la Guardia, que más tarde combatiría con distinción contra su rival Clodio Albino en la batalla de Lyon en el año 197 d.C. y acompañaría a Severo tanto al Este desde el año 197 al 202 d.C., como a Britania desde el 208, hasta el año 211 d.C. en que acaeció su muerte en York. Parecía que los pretorianos serían leales a la nueva dinastía pero cuando Caracalla, hijo de Severo, asesinó a su hermano Geta al poco tiempo de que pasara a ocupar el trono, éste perdió el favor de la Guardia, siendo mandado asesinar por Macrino su Prefecto del Pretorio cuando en el 217 d.C. se encontraba en la campaña del Este. Macrino ocupó el trono pero solo pudo mantenerlo durante un año, que fue lo que tardó en sucumbir ante las tropas de Heliogábalo, sobrino-nieto de la mujer de Severo, Julia Domna. Macrino había enviado al exilio en Siria a la familia de Caracalla, pero tras sobornar a las tropas romanas allí asentadas éstas lo proclamaron emperador. Macrino envió a la región al Prefecto del Pretorio Ulpio Juliano para acabar con la rebelión, pero una vez allí sus soldados se pasaron al bando de Heliogábalo y la cabeza del Prefecto fue enviada al emperador128. Pronto los pretorianos y gran parte de los legionarios se arrepintieron de su decisión129 y parte de culpa la tuvo el hecho de que intentara imponer en la capital el culto oriental al dios El-Gabal como principal deidad del panteón romano130, que se casara con una virgen vestal131 y que construyera un lujoso templo a este nuevo dios en una 125 RANKOV, Boris; Opus cit., p. 13. 126 Según Herodiano (II, 12, 7) perecería a manos de un tribuno. 127 RANKOV, Boris; Opus cit., p. 16. Didio Juliano ladera del Palatino, recibiendo la construcción el nombre de Eliogabalium132. La Guardia dio su apoyo a su primo, Severo Alejandro, aun cuando contaba solo con trece años de edad en el 222 d.C. y acometió el asesinato tanto de Heliogábalo como de su madre133. Consciente de que el nuevo emperador no podía controlar al Prefecto y de que su vida estaba en sus manos, éste se hizo cargo de la administración general y designó a juristas para ocupar el puesto134, como Papimiano, que ocupó la prefectura desde el año 203 d.C. hasta que fue depuesto y ejecutado a la llegada de Caracalla al poder. Con la muerte de Alejandro en el año 235 d.C. y el fin de la dinastía Severa, el Imperio entró en una fase de anarquía, aumentó la presión de los bárbaros en las fronteras, y uno tras otro, los generales romanos emplearon sus tropas para tomar el trono, en lugar de combatir al enemigo. En el año 238 d.C., con el grueso de la Guardia lejos en el frente, una multitud de civiles, incitados por senadores sedientos de venganza por la tiranía de los pretorianos, sitió a la pequeña guarnición que quedaba en el Castra. Mientras tanto, el fracaso del emperador Maximino en provocar una guerra civil contra el pretendiente Gordiano135, le llevó a la muerte a manos de sus propias tropas, incluidos los pretorianos que le habían proclamado emperador. Los candidatos designados por el Senado, Pupieno y Balbino, reclamaron la vuelta de la Guardia a Roma, que los sitió y acabó con sus vidas. Después del año 238 d.C. tanto las fuentes literarias como las epigráficas apenas nos ofrecen información sobre los pretorianos. En el 243 d.C. durante la campaña de Gordiano III contra Sapor I de Persia, el Prefecto del Pretorio Timesiteo murió en extrañas circunstancias y el emperador le sustituyo por el que a la postre 128 Herodiano, V, 4. 132 Herodiano, V, 5. 129 Ibíd., V, 7. 133 Dión Casio, LXXX, 20. 130 Dión Casio, LXXX, 11. 134 RANKOV, Boris; Opus cit., p. 16. 131 Ibíd., LXXX, 9. 135 RANKOV, Boris; Opus cit., p. 16. 30 | Historia Rei Militaris