EXTENSIÓN UNIVERSITARIA COMO ACCIÓN SOCIAL: IMPACTO INNOVADOR A PARTIR DE SU INSERCIÓN EN EL CURRÍCULO María Canelones Resumen La universidad como organización está sujeta a las exigencias constantes por una mayor calidad y pertinencia en sus resultados. La inserción curricular de la extensión universitaria en la Universidad Nacional Abierta (UNA) constituye un esfuerzo innovador para generar cambios innovadores en los procesos de aprendizaje del estudiante, así como en la práctica docente y en los procesos organizacionales de la institución. El desarrollo de actividades y proyectos sociales dentro de la estructura curricular facilita la formación integral al conjugar la contextualización de los aprendizajes en espacios no formales de aprendizaje. En la actividad docente, la acción social potencia el desarrollo de la capacidad investigadora del docente e induce al manejo de nuevas formas de organización y desarrollo de la práctica docente. Desde el punto de vista de la organización universitaria como un todo, el Componente Extensión Universitaria (CEX) en el currículo, en su vertiente de acción social, revaloriza académicamente la función de extensión universitaria ante toda la comunidad institucional y necesariamente conducirá a la revisión y diseño de nuevos procesos dentro de las funciones, vinculados con las actividades académicas. Palabras clave: extensión universitaria, acción social, innovación, aprendizaje integral, práctica docente, cambio organizacional. Revista Informe de Investigaciones Educativas, Vol. XXIV, año 2010. Pág. 155-169. ISSN: 1316-0648. Depósito Legal Pp. 198504DF11. María Canelones, ARTÍCULOS. 155 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXIV, año 2010 UNIVERSITY EXTENSION AS SOCIAL ACTION: INNOVATIVE IMPACT FROM THEIR INTEGRATION INTO THE CURRICULUM María Canelones Abstract University as an organization is subject to constant demands for higher quality and relevance in their results. The curricular integration of university extension in the Universidad Nacional Abierta (UNA) of Venezuela is an innovative effort to bring about changes in student learning processes of the institution. The development of social projects and activities within the curriculum structure provides comprehensive training to combine the contextualization of learning in non-formal learning. In teaching, social action promotes the development of the research capacity of teaching and management leads to new forms of organization and improvement of teaching practice. From the viewpoint of university organization as a whole, the University Extension Component in the curriculum, in its social aspect, academic reevaluated the role of university extension to the entire institution community, and necessarily lead to the revision and design of new processes within the functions associated with academic activities. Keywords: university extension, social action, innovation, integrated learning, teaching practice, organizational change. Revista Informe de Investigaciones Educativas, Vol. XXIV, año 2010. Pág. 155-169. ISSN: 1316-0648. Depósito Legal Pp. 198504DF11. María Canelones, ARTÍCULOS. 156 María Canelones INTRODUCCIÓN En el presente trabajo se analizan los rasgos característicos del desarrollo de una de las áreas dentro de la extensión universitaria en la Universidad Nacional Abierta, como lo es la acción social. Partiremos de una revisión general de lo que significa el proceso de inserción de la extensión universitaria en el currículo de las carreras de la Universidad Nacional Abierta. Luego, centraremos nuestro análisis en el impacto potencial de esas acciones en algunos elementos de la dinámica educativa, como son: la integralidad del currículo, el rol docente y el contexto organizacional. El objetivo es el desarrollo de un conjunto de reflexiones en torno a la posibilidad que presenta la función extensión universitaria en la Universidad Nacional Abierta (UNA), específicamente el área de acción social, para convertirse una estrategia de cambio que facilite la gestión innovadora del conocimiento en el entorno de la UNA. En ese sentido, la elaboración de este trabajo implica un esfuerzo de revisión de diversa producción bibliográfica de autores vinculados al ámbito de la innovación educativa, y de los procesos que dentro de las nuevas tendencias curriculares en la educación superior han sido favorecidos. Por otra parte, también se considera la información empírica proveniente de los documentos que recogen los planteamientos conceptuales y la experiencia derivada de los procesos y actividades relacionados con las iniciativas en desarrollo dentro del entorno de la extensión universitaria en la organización, y que están contribuyendo a una reconceptualización de la función. Extensión universitaria y modernización del currículo Dentro de un mundo donde la constante es el cambio y la incertidumbre, la educación sigue siendo considerada como la alternativa para dotar a la sociedad de las herramientas cognoscitivas que le faciliten su adaptación dinámica a ese entorno impredecible. En el caso de América Latina el rol de la educación es todavía más crucial, sobre todo si se considera que a los retos de la globalización y el vertiginoso desarrollo científico–tecnológico del mundo desarrollado se enfrenta el terrible drama de la exclusión social. La educación es entonces la alternativa más viable para contribuir a estrechar la brecha entre lo que Hopenhayn y Ottone (2000) señalan como una disparidad entre las crecientes expectativas de vastos sectores de población, en relación con el disfrute de los crecientes bienes y servicios, y, por otra parte, el alejamiento real de esos grupos a la posibilidad de satisfacer esas expectativas. De ser así, lo que se le plantea a las universidades como agentes sociales es el imperativo de redefinir conceptos y prácticas para asumir, verdaderamente, su rol generador de conocimientos que conduzcan a la transformación de su propia práctica y de su entorno social. En la misma orientación, Moreno León (2001) señala lo siguiente: Las universidades deben asumir los cambios en relación con la incorporación de las herramientas de informática, la actualización de los programas y de las metodologías de enseñanza-aprendizaje y la promoción del desarrollo científico y tecnológico. A la par deberán incorporar entre sus objetivos la formación del profesional como ser humano integral, con pensamiento crítico y creatividad y con altos valores éticos y morales que le permitan promover los valores de la solidaridad, la convivencia y la paz (p161). Las instituciones educativas deben construir nuevos escenarios de gestión, nuevas opciones para crear y difundir el conocimiento que impacte, mejore y transforme su ámbito académico y social en un proceso de aprendizaje permanente. Sacristán (2002) resume muy bien 157 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXIV, año 2010 esta relación: Lo que se añada a lo dado como nuevo en el curso de progreso es realidad que se crea en un proceso dialéctico de resultados no prefijados entre lo que era aquello y lo que podía ser en un momento dado (p.13). Las universidades están llamadas a ser no solo instituciones donde se aprende, sino también organizaciones que aprenden. Lank y Mayo (2002) definen la universidad como una organización experta en crear, adquirir y transmitir conocimiento, y en modificar su conducta para adaptarse a esas nuevas ideas y conocimientos (p.56). currículo multidimensional e integral17 . Estos parámetros son: ●● Pertinencia y compromiso social: referidos al grado de contribución de las IES en la solución de los problemas del entorno. ●● I ntegralidad: inclusión de todas las dimensiones de formación de competencias científico-tecnológicas y humanistas en el estudiante. ●● M o d e r n i z a c i ó n : a d e c u a c i ó n permanente a los cambios presentes en el ámbito de la educación, ciencia, tecnología y cultura. Se consideran aspectos como la reconversión profesional, globalización, desarrollo sustentable, calidad, las Tic en educación. El fenómeno globalizador es irreversible y no es viable cerrarnos al mismo; por el contrario, lo deseable es asumirlo con una actitud abierta y crítica acerca de sus bondades y desventajas. Para Sacristán (2002) la globalización es, por tanto, un proceso dialéctico, habilitador de desarrollo, pero también disparador de efectos indeseables. El punto crucial es la capacitación de los individuos y grupos sociales para que sean no solo receptores y consumidores, sino también actores críticos y creadores conscientes dentro de este proceso. ●● Comprehensibilidad: se refiere a la necesaria reconceptualización sistémica de las funciones básicas de la universidad −docencia, investigación y extensión− para propiciar la formación de profesionales con dominio cognoscitivo e instrumental de su área de formación, pero también con una visión humanista, proclive a la búsqueda de cambios. Extensión universitaria como estrategia curricular Producto de las preocupaciones y reflexiones en torno al futuro rol de nuestras instituciones de Educación Superior (IES) y a la necesidad de reformas curriculares que orienten los procesos educativos bajo una visión de integralidad, en 1996 el Consejo Nacional de Universidades (CNU) y el Núcleo de Vicerrectores Académicos (NVA) plantearon una serie de principios y parámetros definitorios de lo que debía ser un La revisión y replanteamiento de las funciones universitarias conduce a que se 17 ●● Principio técnico-curricular: tiene que ver con la flexibilidad del currículo en cuanto a la oferta de diversas opciones curriculares, con posibles variantes en las formas de acreditación, densidad horaria, prelaciones. Conferencia Regional sobre Políticas y Estrategias para la Transformación de la Educación Superior en América Latina y el caribe, realizada por la UNESCO/ CRESAL en 1996 en Venezuela, Universidad de los Andes. Los resultados expuestos formaron parte de los resultados generados por académicos, miembros de diferentes universidades del país. 158 María Canelones visualice la extensión universitaria como la vía para transmitir a la sociedad los productos de la investigación y la docencia. Así, esta función está siendo incluida de forma cada vez más significativa en los foros, eventos, y demás espacios de reflexión acerca de la transformación de las IES. Incluso, surgen instancias de rectoría para el ámbito extensionista, como es el caso del Núcleo de Directores de Cultura y Extensión (NDCE: 2002)18, a cuyos planteamientos, citados por Pérez de Maza (2007), nos referiremos para puntualizar las relaciones de esta función universitaria con el currículo: En relación con el currículo se plantea: La extensión debe formar parte del currículo universitario, de manera que se incorporen programas y proyectos en el plan de estudios con las correspondientes unidades crédito, para contribuir con la formación integral del estudiante, desarrollar una mayor sensibilidad social, permitir y fortalecer una actitud de compromiso y responsabilidad con su comunidad, y desarrollar habilidades y comportamientos básicos como servidor social y futuro profesional19 (Pérez de Maza, 2007:123). La extensión se convierte así en la función esencial para la flexibilización y apertura del currículo, dinamizando y validando la vinculación social entre las funciones académicas y la sociedad. A la vez, la inclusión curricular de la extensión universitaria potencia la generación de conocimientos actualizados y pertinentes para el crecimiento humano y profesional comprometido con la transformación positiva del contexto social. Extensión universitaria, como función básica institucional, se interrelaciona con la docencia y la investigación y con su entorno socioeconómico y cultural: ocupa un lugar preponderante en el desarrollo de las políticas universitarias al vincular de manera permanente y dinámica a la Universidad con la sociedad, y estimular en el estudiante la creatividad y la capacidad crítica, la confrontación teórico- práctica y al dar utilidad social al conocimiento que se imparte en las aulas. De este modo, la universidad se constituye en un recurso valioso de transformación y progreso social (NDCE, 2002:2). Extensión universitaria como un componente curricular Puede decirse, entonc es, que la universidad, y en particular la extensión universitaria, facilita la formación de un profesional íntegro al incluir dentro de su perfil no solo las competencias técnicas propias del desempeño dentro de un campo específico del conocimiento, sino también el desarrollo del requerido compromiso para el esclarecimiento y solución de problemas derivados de la dinámica social. En la Universidad Nacional Abierta se concibe el Componente de Extensión Universitaria (CEX) como un cuerpo de estrategias y actividades que van a permitir el desarrollo de actitudes y competencias en el estudiante a lo largo del currículo de las diferentes carreras de la universidad, con un peso específico propio, representado en una distribución porcentual de unidades crédito equivalentes a 5% del total de créditos de cada carrera. 18 El Núcleo de Directores de Cultura y Extensión de las Universidades Venezolanas, hoy en día el NAEx, es una instancia que agrupa a todos los directores, coordinadores de las funciones de extensión universitaria en todo el país. Se reúne varias veces al año en diversos sitios del país y es el organismo generador de políticas, normativas y proyectos propios del área, los cuales se asumen, en cada caso, previa consulta y aprobación de las autoridades dentro de cada institución. 19 En el año 1999 se celebró la XIV reunión del Núcleo donde se discutieron las premisas para insertar la extensión universitaria en el currículo. 159 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXIV, año 2010 En el documento Bases conceptuales y metodológicas del Componente Extensión Universitaria se exponen los siguientes propósitos: ●● C ontribuir a la formación de ciudadanos comprometidos con su universidad y con los intereses colectivos de su comunidad, fomentando la participación, la conciencia crítica y el liderazgo social. ●● Promover la investigación y la docencia en beneficio de la comunidad Extensión universitaria como acción social Aunque no de manera formal y legitimada, las actividades vinculadas a la extensión como acción social han estado presentes en la formación académica de la UNA. Esa inclusión se ha manejado como un requisito curricular instrumental y muy técnico dentro de las diferentes asignaturas, y no como un vínculo trascendente y permanente con la comunidad. Puede revisarse esa trayectoria a partir de los siguientes momentos: ●● Privilegiar enfoques metodológicos multidimensionales, interdisciplinarios y transdisciplinarios. ●● Aportar soluciones a los problemas del entorno desde el conocimiento pluridimensional de las diversas asignaturas del currículo. ●● Fortalecer la pertinencia social de la universidad. El CEX se traduce en una estrategia integral e integradora. La dimensión integral posibilita la incorporación de espacios y actividades vinculadas a todas las esferas del desenvolvimiento humano: cognoscitivo, procedimental, actitudinal, valorativo, convivencial. La dimensión integradora se refiere a su capacidad para acercar el saber sistemáticamente organizado, propio de la academia, al saber cotidiano, propio de los entornos reales, lo que permite la riqueza en la construcción de conocimientos expresados en sus tres áreas de acción: educación continua, asistencia técnica y acción social. A continuación abordaremos el CEX en el área de acción social, considerando el carácter innovador de esta última al formar parte del mapa curricular de las carreras de nuestra universidad. 160 ●● Inicialmente, como parte de los ejes de reflexión, autodesarrollo y práctica en la estructura curricular, se ubicó el eje de compromiso social para crear énfasis formativo en el desarrollo de habilidades que coadyuvaran al fomento de la sensibilidad, toma de conciencia y responsabilidad social implicadas en la acción social frente a necesidades y problemas del entorno. ●● Las pasantías en algunas de las carreras, como es el caso de Educación, han incorporado a estudiantes y docentes en actividades y proyectos de acción social en el ámbito educativo y sociocultural, sanitario y ambiental. La mayor parte de estas actividades se han limitado a dar respuesta a requisitos curriculares; no obstante, en algunos casos, se ha concretado la permanencia de algunos proyectos cuyas acciones tienden a trascender y perpetuarse a través de las diversas cohortes de estudiantes. ●● La inserción se legitimó, inicialmente, mediante su inclusión acreditada en el currículo del perfil de la carrera del Técnico Superior en Educación Integral, en cuyo soporte normativo se acogen los lineamientos surgidos de la Comisión Nacional de Currículo, en María Canelones febrero del año 2002. Posteriormente, en la Resolución del Consejo Directivo N° 1186 en mayo de 2002, quedan resumidos los lineamientos de la política universitaria de la UNA para la primera década del siglo XXI; se contempla allí el desarrollo y expansión de la extensión universitaria como educación continua, acción social y como divulgación y transferencia de tecnología. Además, en la política referida a la formación de un profesional propiciador del cambio en su región y en el país, se considera el afianzamiento de la extensión universitaria en su componente de acción social y en el currículo de las carreras. Lo que hoy se conoce como acción social20 en la función de extensión universitaria de la UNA se define como incidencia socioeducativa en colectivos o grupos sociales en situaciones de desventaja social, mediante acciones conducentes a promover mejoras en su calidad de vida. Estos grupos se ubican en entornos geográficos específicos donde se inserte la práctica y acción del estudiante, con la finalidad de lograr cambios en la situación tratada21. Se expresa académicamente bajo tres posibilidades de desarrollo: 1. Programas de acción social. Macro propuestas que pueden estar integradas por un conjunto de proyectos y acciones diferenciadas por áreas de impacto. torno a un problema específico en una comunidad determinada. 3. Actividades de acción social libres y/o concertadas. Referidas a un cuerpo de acciones socioeducativas puntuales y específicas, propuestas por el estudiante o el asesor de la asignatura para ser desarrolladas en una comunidad determinada. La extensión universitaria como acción social se convierte así en una estrategia posibilitadora de transformaciones en la concepción del currículo, así como en el saber y hacer del docente, generando cambios dentro de la cultura organizacional de la universidad. Cambios a partir de la extensión universitaria como acción social Todo proceso innovador representa una transformación o una modificación que conduce a un resultado o a una situación superior a la que sustituye. Proveniente del contexto tecnológico, el término innovación suele asumir connotaciones diversas, como un medio, como un producto o servicio resultante. Está obviamente asociado a un esfuerzo creativo, generador de una idea, un conocimiento, una invención que representa un esfuerzo deliberado para producir algún tipo de variación. Implica el concepto de cambio inducido. Para Havelock R. y A. Huberman (1980) innovación es 2. Proyectos. Entendidos como una propuesta integral y organizada en …un tipo especial de cambio, que supone un esfuerzo deliberado con vistas a obtener mejoras importantes 20 La definición refleja lo que hoy día se asume como acción social en el entorno académico de la Universidad Nacional Abierta. No entraremos a revisar la validez epistémica y gnoseológica del concepto. 21 Al referirnos a situación social desventajosa, se considera no únicamente los colectivos con condiciones deprimidas en relación con los aspectos de orden socioeconómico y cultural, sino también aquellos relegados socialmente por condiciones de minusvalía física, legal o discriminación sexual (ancianos, niños hospitalizados, población carcelaria, homosexuales). 161 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXIV, año 2010 Toda innovación se realiza en reacción a una situación determinada que se quiere transformar, y lo nuevo se define en relación con lo anterior: lo que es innovación en un país o en una escuela, es tradición en otra. La relatividad de la innovación se expresa en el hecho de que depende de la sociedad, cuyas demandas intenta satisfacer y, al mismo tiempo, está condicionada por el sistema educativo y social en el que está inscrita (pp. 45-46). en el sistema. …innovación constituye un trabajo novedoso y de envergadura tendente a completar o a crear un sistema (p. 46). En el campo educativo este término tiene connotaciones subjetivas propias de los actores del contexto educativo, de sus percepciones acerca de lo que se considera nuevo o significativo. Asumiremos algunas de las conceptualizaciones que Blanco y Messina (2000) resumen a partir de su revisión de varios autores: Castillo (1989) considera que no todos los cambios que se producen dentro de un sistema educativo pueden considerarse como innovaciones educativas , sin dejar de considerarlas como innovaciones, el autor señala, que para ser educativas deben servir al propósito de la educación: avanzar hacia el ser, hacia la vocación humana. En consecuencia, para que una innovación sea educativa debe involucrar necesariamente cambios en las personas (p.43). Otros autores citados por Blanco y Messina plantean la diferenciación y relación entre los términos de innovación, cambio y reforma: Aguerrondo (1992) distingue entre innovaciones macro y micro y a la vez las relaciona estrechamente. En el caso macro equivalen a reformas estructurales de los sistemas; en las segundas se refieren a cambios parciales o específicos que se consideran como experiencias de innovación. Estos cambios específicos se redefinen y modifican como resultado de las grandes transformaciones histórica, pero a su vez estas innovaciones concretas o micro son las que fuerzan el cambio en las grandes estructuras (pp. 44-45). que: Observamos en todas estas definiciones la mención del factor cambio como producto de una decisión o esfuerzo deliberado que lo induce. También está presente la noción de significación, en lo que ha resultados se refiere. Se habla entonces de innovación educativa cuando el esfuerzo transformador afecta significativamente una realidad, una práctica, un resultado dentro del sistema educativo en el que se desarrolla. Asumiremos estas nociones para relacionarlas con la experiencia de inserción del CEX en la UNA. En tal sentido, vincularemos este proceso de inserción del área de acción social con los cambios que produce en tres elementos fundamentales de la gestión universitaria: a) concepción y estrategias de aprendizaje, b) la práctica docente y c) los aspectos organizacionales. A. Concepción y estrategias de aprendizaje Finalmente Blanco y Messina concluyen Asumir el proceso educativo de manera integral significa considerar el carácter complejo y singular del individuo que se educa. Complejidad representada por la multidimensionalidad de las facetas fisiológicas, psíquicas y sociales del individuo. Singular, porque en su desarrollo asume rasgos y condiciones que lo hacen único. Su ser complejo, y a la vez irrepetible, se construye y reafirma gracias a la relación mutuamente condicionante con los otros. Esa construcción compartida y particular de significados es 162 María Canelones posible gracias al lenguaje y la capacidad de raciocinio, distintiva del ser humano. Es así, como, de acuerdo con Luckman (1996), en esa dialéctica enriquecedora el individuo logra su humanización transformándose a sí mismo al tiempo que transforma al otro, incidiendo en su pensar y accionar. Estos conceptos acerca de la relación individuo-sociedad y cultura son asumidos dentro de la concepción crítica de la educación, conforme la cual la acción educativa abandona su carácter meramente instrumental para asumirse como un proceso transformador, y, a la vez, en permanente construcción. El currículo integral apunta a la necesaria vinculación entre el entorno académico y el entorno social, un intercambio dialógico generador de conocimientos pertinentes. La verdadera educación busca la transformación permanente de sí misma y de la sociedad. Se compromete con todas las alternativas de producción de significados y tipos de conocimiento que se originan en el entorno educativo y en las relaciones de éste con otros espacios sociales. Al respecto, Giroux (1997) plantea lo siguiente: Por ello la construcción del conocimiento lleva en sí misma la posibilidad de su reconstrucción, es posible la Pedagogía de la posibilidad para transformar críticamente esa praxis construida socialmente para promover el aprendizaje con fines emancipadores. El desafío para profesores e investigadores será que traten de comprender las complejas interacciones existentes entre la enseñanza, la construcción de identidad, el desarrollo de relaciones sociales democráticas y el desafío de la transformación social (p.12). 22 Dentro del mismo abordaje crítico y transformador de la educación, autores como Sacristán (2002) y Freire (2001), entre otros, reafirman la importancia de incluir en el discurso curricular las particularidades sociales e históricas que conforman las vidas de los estudiantes y del resto de los actores que, de una u otra forma, están inmersos en los procesos educativos. Ello implica considerar otras formas de conocimiento y prácticas sociales para contrastar los saberes formalmente establecidos con su aplicación real. Al respecto expresa Sacristán (2002) que: Las apropiaciones culturales o los aprendizajes más significativos y de carácter más vivo son los que tienen lugar gracias a las vivencias directas que tenemos en nuestros encuentros con el mundo de la naturaleza, de las personas o de los objetos culturales, es decir aquellos que son el resultado de vernos constantemente confrontados con el mundo físico, los objetos construidos, otras personas, las relaciones sociales y las condensaciones de cultura (obras de arte, instituciones (p. 37.) Al alumno hay que colocarlo ante situaciones y experiencias que enseñen formas de construir el pensamiento. Ante textos y contextos que desarrollen y develen diferentes formas de abordar la realidad, que habiliten la creación, deconstrucción y reconstrucción de conocimientos que permitan explicitar modos creativos en el ser, saber y hacer personal y profesional. La extensión universitaria como actividad de acción social conduce a modificaciones en la manera de concebir, diseñar y gestionar el currículo, y, por ende, en el aprendizaje. En líneas gruesas señalamos a continuación algunos cambios vistos desde la perspectiva del estudiante22: Los cambios a los que se alude son producto de la reflexión que se ha desarrollado, a partir de la disposición institucional en la UNA, de insertar el componente extensión, específicamente el caso de la extensión como acción social. 163 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXIV, año 2010 ●● A prender haciendo. Esta aproximación metodológica es esencial dentro de la relación teoría/práctica. El desarrollo de la extensión a través de proyectos orientados a la intervención en comunidades logra el desarrollo de aprendizajes significativos. Estos aprendizajes se construyen no solo con los conocimientos mediados del currículo formal, sino con el concurso de las expresiones cognoscitivas que se construyen a partir de los otros. Por lo tanto, el conocimiento resulta de la contrastación y validación del saber formal con su pertinencia en contextos reales y no mediados. integridad personal y la responsabilidad social de su actuación profesional. ●● Asumir el espacio sociocultural. En el marco de la regionalización y municipalización de la educación, con la consecuente diferenciación curricular, el trabajo en comunidades, adscritas al entorno geográfico próximo del estudiante, aporta la posibilidad de una mayor identificación sociocultural, incrementando una mayor comprensión socio-histórica de esa realidad de la cual forma parte. Se posibilita la investigación en aspectos verdaderamente pertinentes y necesarios y el planteamiento de alternativas novedosas para su transformación. También se logrará la revalorización de las potencialidades en esos entornos como espacios válidos de generación de conocimientos. ●● Aprender colaborativamente. Las actividades de acción social suponen el trabajo con colectivos sociales donde, necesariamente, se requerirá la aplicación de formas y procedimientos de comunicación basados en la concepción dialógica del aprendizaje. Este diálogo, bien sea directo o bien esté apoyado en la mediación tecnológica, implica el aprender unos de otros. Acá se consideran las estrategias relacionadas con el intercambio y construcción de conocimientos con los pares, los docentes y los actores sociales que están presentes en el proyecto dentro del cual se trabaje. ●● Revalorizar la utilidad social del conocimiento. Se impone la consideración de aspectos que conciernen a la formación ética en relación con el papel de la ciencia, de su sentido teleológico, tanto en lo individual como en lo social. Supone el manejo de conocimientos y habilidades que potencien la formación de significados acerca del compromiso ético y social que desarrollen la ●● P rivilegiar el aprendizaje innovador. Las exigencias que plantea el aprendizaje dialógico demanda el desarrollo de competencias reforzadoras de la autonomía, pues, si bien implica el intercambio y el aprendizaje colaborativo, exige a cada uno el necesario aporte, es decir, iniciativa, creatividad, indagación particular, como forma de generar conocimientos consensuados. Se harán necesarios los abordajes novedosos en la sistematización de resultados y en la evaluación participativa, lo cual supone al estudiante como protagonista de su desarrollo cognoscitivo. Es obvio que estas iniciativas transformadoras en la manera de concebir y desarrollar el currículo implican cambios en la actuación del docente, aspecto que revisaremos a continuación. 164 María Canelones B. Práctica docente Gairín (sf) plantea que: La nueva realidad social exige docentes creativos, investigadores, reflexivos, solidarios, éticos, y comprometidos con el cambio institucional y social, a la vez que impulsores de un desarrollo sostenible. La extensión universitaria como acción social en el currículo acentúa la transformación de la actividad docente en esa dirección, pues una innovación no se encuentra limitada a la variable sobre la que actúa, sino que origina una reacción en cadena que acarrea transformaciones en las relaciones y las funciones dentro de la cuales se desarrolla. Tal es el caso de la redefinición del rol docente en la institución. A continuación nos referiremos a los cambios en la relación comunicativa y la incorporación de la investigación como actividad del desarrollo de la acción social. Comunicación didáctica Bajo la concepción crítica de la educación, el conocimiento es producto y a la vez un medio de diálogo y reflexión permanente. Origina nuevos tipos de relaciones entre los agentes que intervienen en su construcción, difusión e internalización. Se parte de la idea de desarrollar proyectos multidimensionales de aprendizaje, que requieren del aporte y participación de docentes de diversas asignaturas en las cuales se privilegie la aplicación de metodologías abiertas para la indagación e integración de conocimientos, y en los que intervengan intervienen estudiantes de diversas carreras y asignaturas, en diversos estadios de su formación. Ante tal pluralidad, la tarea docente deja de estar constreñida a un área específica para pasar a ser una tarea que se desarrolla en estrecha relación entre colegas y estudiantes, en un proceso de constante retroalimentación y, por lo tanto, de aprendizaje permanente. Es posible, en consecuencia, una democratización dentro de la función docente. Puede hablarse de un liderazgo compartido en la gestión del proceso de creación y recreación del conocimiento. Para Freire (2001) este diálogo plural entre diversos actores, bien esté referido al conocimiento científico-técnico, o bien lo esté a un conocimiento de tipo experiencial, permite la problematización del conocimiento a partir de la propia realidad en la que se genera, y mediante su análisis desde diversas perspectivas de apreciación. La investigación como actividad docente Según la concepción de educación integral que hemos venido manejando, la investigación funcionaría como una práctica docente; ya que el basamento metodológico de los proyectos de acción social es la investigación – acción. El docente se asume como un investigador que a través de su práctica desarrolla esa capacidad en sí mismo y en los estudiantes. que: En palabras de Giroux (1997) tenemos …el docente-investigador es el protagonista, el promotor y el animador permanente que impulsa y sostiene este concepto de docencia; es, asimismo, un colega, un guía de los estudiantes, ya que éstos son desde el principio aprendices de la investigación, como investigadores noveles que echan mano, asesorados, de los recursos de la investigación para alcanzar el doble propósito de su auto información y auto formación (p 165). Esta concepción de la investigación como una práctica natural del docente, conduce a la reformulación de su rol. Acompañar al estudiante que se incorpora al trabajo en una comunidad, dejar de ser solamente el difusor de conocimientos, en cuya producción la mayoría de las veces no participa, para convertirse conjuntamente 165 Informe de Investigaciones Educativas. Vol. XXIV, año 2010 con los actores involucrados en un productor de conocimientos. En un innovador que recrea estrategias y propuestas para incidir socioeducativamente en su entorno social y de aula. Para autores como Giroux (1997), Santos Guerra (2004), Castells y otros (2001) el cambio educativo solo es posible mediante la dinámica dialéctica entre la reflexión y la acción, entre teoría y práctica recíprocamente reconstructivas y transformadoras. Los proyectos o actividades de acción social se alinean con este planteamiento, pues implican la reflexión y la validación mediante la aplicación de lo que se propone como conocimiento. Esta validación facilitará al docente activar mecanismos de cambio, replanteándose su propio saber y hacer, que en muchos casos se encuentran desfasados en la manera de concebir y actuar sobre la realidad. C. Aspectos organizacionales En la UNA los ajustes curriculares en marcha a partir del año 2005 no implicaron una ruptura abrupta dentro del sistema académico actual. No obstante, fueron planificados para modificar progresiva y significativamente el diseño curricular de nuestra universidad. Por lo tanto, se han planificado para generar transformaciones acumulativas que, en suma, conduzcan al cambio total deseado. Nos referiremos de inmediato a los cambios posibles desde el punto de vista organizacional −algunos de los cuales ya se evidencian–, en relación con el componente curricular que venimos analizando. Legitimación académica de la función de extensión universitaria La incorporación de la extensión universitaria, con una ponderación en créditos dentro de los perfiles de formación de la universidad, consolida su rol académico en la formación de nuestros egresados. Es una estrategia académica válida y necesaria para incorporar contenidos, formas de hacer y desarrollo de competencias vinculadas con el saber, hacer, ser, convivir y emprender del estudiante. Ha permitido el “redescubrimiento” por parte de la comunidad académica, de las potencialidades extensionistas dentro de los procesos de aprendizaje. Genera una apreciación positiva acerca de la extensión universitaria, diferente de la percepción de minusvalía académica con la que históricamente se la ha definido. Este cambio es fundamental para aproximarnos a nuestras funciones hermanas de docencia e investigación, facilitando la sinergia productiva entre los actores dentro de los procesos de aprendizaje en la organización. En este sentido la legitimación académica de la extensión universitaria pasa por: 1. Flexibilización de las estructuras Tendrán necesariamente que cambiar los mecanismos para implantar las modalidades colaborativas de aprendizaje. Se deberán incorporar nuevas instancias de coordinación vertical y horizontal para el manejo de criterios de trabajo, evaluación y control del componente curricular, además del intercambio de información, ideas y experiencias. La necesaria flexibilización de los procesos de intercambio buscan no solo el aprendizaje permanente a través del apoyo mutuo, sino la necesaria transformación de concepciones acerca de los procesos educativos. 2. Desarrollo de competencias en académicos El éxito en la implantación impone la necesidad de capacitar a todos los académicos en las competencias relacionadas con el cambio propuesto. Esta capacitación debe contemplar desde los contactos a lo largo de las fases de planificación y difusión del proceso de inserción, hasta el diseño de eventos y estrategias instruccionales dirigidas tanto a 166 los académicos extensionistas como a los académicos docentes. Se deberán estudiar e incorporar los nuevos enfoques de la investigación, de la evaluación participativa, y de las formas de gestión del conocimiento, entre otros. 3. Surgimiento de redes de conocimiento Al hablar de redes consideramos todo tipo de mecanismo de intercambio que hace posible producir, transferir y almacenar información para el logro de objetivos preestablecidos. En palabras de Sacristán (2002), las relaciones sociales se van diferenciando en redes más complejas, y por ello van surgiendo nuevas fuentes de donde tomamos “materiales de cultura” para crear o recrear saberes e iniciativas en el saber y hacer. Esas redes trascienden el espacio. Las tecnologías amplían los límites espaciales y temporales. Se incrementan las posibilidades de interactuar y acrecentar el acervo cultural bajo la forma de soluciones y productos. Por supuesto que la riqueza de la comunicación cara a cara sigue siendo indispensable en la educación institucionalizada. Aun en una universidad a distancia como la nuestra, la posibilidad del contacto personal no está excluida, pues el diálogo sigue siendo una herramienta clave para la apropiación de nuevos saberes23. De hecho, el diálogo y la interacción entre colegas son considerados una estrategia potenciadora de conocimientos. Considerando los aspectos anteriores, surgirán transformaciones en los mecanismos de comunicación y manejo de la información externa e interna. El trabajo de grupo, aglutinado en torno a proyectos, potenciará la utilización del apoyo tecnológico más allá del simple almacenamiento de información. Docentes y alumnos, igual que extensionistas y agentes externos, formarán redes de intercambio, discusión, generación y transferencia de conocimientos24. La comunicación en redes necesariamente conducirá a formas de organización abierta, flexible, participativa, y con mayor grado de autonomía, que estén permanentemente atentas a las necesidades y demandas educativas presentadas por la sociedad en general, y por el entorno geográfico inmediato. Mediante la conexión interactiva en red se logrará la simultaneidad en el pensar, supervisar y hacer. Conclusiones Según Pérez Gómez, en Santos Guerra (2002), los cambios que hoy se le exigen a la educación tienen que ver con la reconceptualización de los procesos de formación educativa de los individuos. Esa formación, además de incluir un sólido repertorio de competencias técnicoinstrumentales para asumirse exitosamente en la hoy llamada sociedad del conocimiento, también tiene que incorporar las competencias que le permitan alcanzar una actitud crítica y de compromiso social para actuar como agente de cambio en la búsqueda del bienestar común. En esa búsqueda se puede enmarcar el esfuerzo que la UNA lleva a cabo con los ajustes curriculares en marcha. Dentro de los elementos innovadores considerados dentro de los ajustes previstos, 23 La existencia de los círculos de calidad están contemplados en la metodología de las asesorias que la UNA incluye dentro de sus estrategias de formación, la misma figura del asesor encarna ese necesario dialogo vivencial. 24 La UNA está presente en todo el país. Tiene actualmente 22 centros locales ubicados en las capitales de estado, además de 48 Unidades de apoyo en poblaciones dispersas dentro de los diversos estados. En algunos de estos centros se desarrollan experiencias de extensión como acción social con rasgos afines, que lamentablemente son desarrolladas como eventos totalmente desvinculados unos de otros, perdiéndose la oportunidad de generar y sistematizar conocimientos. 167 uno de los más significativos ha sido el de incluir extensión universitaria como un componente curricular. Esa inclusión conduce a la transformación de concepciones y prácticas que afectarán no solo al estudiante, sino al docente y al propio entorno organizacional. En lo concerniente a la extensión como acción social, se favorece una concepción educativa dinámica, plural, donde la contrastación del conocimiento del aula con su aplicabilidad confiere la misma pertinencia y validez. Esta estrategia se convierte en elemento disparador de cambios, algunos de los cuales ya comienzan a evidenciarse. Podemos resumir estos cambios a partir de las siguientes reflexiones: ●● L os ámbitos en los que se sitúa el proceso de enseñanza–aprendizaje incluye otros espacios sociales: cárceles, hospitales, grupos humanos en minusvalía. Se imponen nuevas formas y estrategias de intervención, nuevos modelos y estrategias de formación con la incorporación de diversos actores en la construcción del conocimiento. ●● La autoridad del profesor deja de tener carácter unilateral para convertirse en un facilitador, guía del proceso de aprendizaje. Deja de ser el único depositario de la verdad, su misión ahora es ofrecer elementos aglutinadores para la interpretación del conocimiento. de grupos que adelanten cualquier experiencia. Estos agentes incluyen a estudiantes, docentes, extensionistas y actores de los entornos afectados, así como a las organizaciones sociales presentes en los diversos colectivos. Todo proceso innovador implica el soporte que brinda la organización por medio de la flexibilización de los sistemas relacionales, los estilos de conducción, y el necesario apoyo logístico y tecnológico que agilice el intercambio y manejo inteligente de la información mediante las redes de conocimiento. Sin embargo, existe el elemento actitudinal de los protagonistas esenciales del proceso, como son los estudiantes y los docentes. Vencer resistencias e involucrarlos entusiasta y activamente en el desarrollo de la estrategia propuesta implica una aceptación y apropiación de las ventajas del cambio. Implica asumir la extensión como acción social bajo una conceptualización teórico- metodológica exenta de ambigüedades, expresada con una identidad epistémica propia, construida a partir de nuestras propias condiciones, pero con un respaldo teórico sólido. En la actualidad, ese marco referencial es poco preciso, sujeto a variadas interpretaciones en su concepción y en su hacer. El proceso de inserción curricular de la extensión justifica y acentúa la urgencia de esa construcción epistémica para lograr un nivel mayor de aceptación y compromiso con la construcción del conocimiento pertinente, promotor constante de aprendizaje y transformación social. ●● E l desarrollo de esta estrategia requiere del trabajo colaborativo. Serán los equipos los que diseñarán, llevarán a la práctica y evaluarán el desarrollo y resultados de las actividades. El abordaje colaborativo que se privilegia conduce a la formación de redes de conocimiento entre los miembros 168 Referencias Blanco y Messina, (2000). Estado del arte de las innovaciones educativas en América Latina. (Cap. II).Santiago: Ed. Convenio Andrés Bello. CAB – UNESCO. Disponible en: http://innovemos.unesco. cl/red/publicaciones/ Bordieu, P. (2003). Capital cultural, escuela y espacio social. Buenos Aires: Siglo XXI. Castells, M.; Flecha, R.,; Freire P.; Giroux H.; Macedo, D.; y Willis P. (2001). 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