Manual del Ministerio de Prisiones Ministerio de Prisiones| Oficina de Justicia y Paz| Diócesis Católica de Richmond |Septiembre 2011 2 INDICE MISIÓN______________________________________________________________ 3 DESCRIPCIÓN DEL TRABAJO DEL VOLUNTARIO______________________ 4 ENSEÑANZA SOCIAL CATÓLICA Y MINISTERIO DE PRISIONES_____ 5-6-7 PARA EMPEZAR____________________________________________________8 INFORMACIÓN DEL CAPELLÁN__________________________________ 9-10-11 NORMAS PARA LOS VOLUNTARIOS_______________________________ 12-13 RECURSOS PARA LA REINTEGRACIÓN_______________________________ 14 Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 3 Nuestra Misión Nuestra misión es preparar a sacerdotes y feligreses para servir eficazmente a los encarcelados. Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 4 Descripción del trabajo del voluntario El Ministerio para la Pastoral en las Cárceles de la Diócesis Católica de Richmond, Oficina de Justicia y Paz, le invita a responder a la llamada del Evangelio “Que se amen los unos a los otros, como yo los he amado”. Hay más de 150 instalaciones (prisiones y cárceles) en nuestra diócesis. Los jóvenes, mujeres y hombres detenidos en estos centros necesitan este ministerio de presencia. Los voluntarios actúan de acompañantes de los delincuentes, víctimas y comunidades afectadas. Estos jóvenes, mujeres y hombres encarcelados vuelven a nuestras comunidades después de la puesta en libertad. La preparación de la puesta en libertad comienza cuando aún están encarcelados, permitiéndoles aprender a vivir de nuevo como miembros pacíficos y productivos de la sociedad. Nuestros voluntarios son muy valiosos, testimoniando el amor y el compromiso en centros cada vez más multiculturales e interreligiosos. Juntos descubrimos las grandes profundidades de Dios y somos amorosamente transformados en el proceso.¡Le invitamos a unirse a nosotros en este ministerio vivificador! Responsabilidad Los voluntarios son visitantes de los centros correccionales. Son responsables ante la administración de la prisión/cárcel y ante el capellán, ante la comunidad parroquialsacerdote/Coordinador del Ministerio de Prisiones y ante el Coordinador Diocesano del Ministerio de Prisiones. Se rigen por el reglamento de la institución. Calificaciones Habilidad para ver a Dios en todo aquel que encuentren Buena disposición para cumplir las reglas de cada centro Conocimiento de sus dones y sus limitaciones Responsabilidades podrían incluir Oficiar la Liturgia Ministerio de la Eucaristía Ministerio de Música Preparación a los Sacramentos Facilitación de grupos pequeños Reflexión sobre las Escrituras Estudio de la Biblia Visitas individuales o escribir cartas Apoyo legal Apoyo a las víctimas Ministerio de oración Ayuda en la transición (ropa, necesidades de vivienda, búsqueda de trabajo) Aconsejar/ayudar en el proceso de reingreso. Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 5 Ministerio de Prisiones y Doctrina Social Católica Dignidad y Vida Humana: El punto de partida fundamental de toda la Enseñanza Social Católica es la defensa de la dignidad y vida humanas: cada persona humana ha sido creada a imagen y semejanza de Dios y posee dignidad y valor inviolables, valía sin distinción de raza, género, clase u otras características humanas. Por ello, tanto la víctima más maltratada como el criminal más cruel conservan su humanidad. Todos han sido creados a imagen de Dios y poseen dignidad y valor que deben ser reconocidos, promovidos, salvaguardados y defendidos. Por esta razón, todo sistema de justicia penal debe proporcionar esas necesidades que permitan a los presos vivir con dignidad: comida, ropa, alojamiento, seguridad personal, pronta atención médica, educación y trabajo con sentido adecuado a las condiciones de la dignidad humana. La dignidad humana no es algo que ganamos por un buen comportamiento; es algo que tenemos como hijos de Dios. Creemos que porque todos hemos sido creados por Dios, “ninguno de nosotros es la suma total de los peores actos que hemos cometido… Como personas de fe, creemos que la gracia puede transformar incluso a los seres humanos más crueles e insensibles”. ³¹ Las víctimas, también, deben recibir la ayuda de la comunidad de creyentes para recuperar su dignidad. Ser excluidas del proceso legal contra sus agresores, ser ignoradas por familia y amigos o ser abandonadas por la comunidad de creyentes porque su profundo dolor es perturbador, sólo sirve para aislar aún más a las víctimas y negar su dignidad. Todos nosotros hemos sido llamados a acompañar a las víctimas en su sufrimiento y en la búsqueda de recuperación y de auténtica dignidad. Esto incluye, por supuesto, a los hijos de los encarcelados, quienes han sufrido gravemente por los delitos de sus padres. Derechos Humanos y Responsabilidades: Nuestra tradición insiste en que cada persona tiene los dos, derechos y deberes. Tenemos el derecho a la vida y a esas cosas que hacen la vida humana: fe y familia, comida y refugio, vivienda y atención médica, educación y seguridad. También tenemos responsabilidades con nosotros mismos, con nuestras familias y con la comunidad en general. El crimen y la enmienda están en el cruce entre derechos y deberes. Aquellos que cometen delitos, violan los derechos de otros e ignoran sus responsabilidades. Pero la prueba para el resto de nosotros es si ejercitamos nuestro deber responsabilizando al agresor sin violar sus derechos básicos. Incluso los agresores deben ser tratados con respeto conforme a sus derechos. Familia, Comunidad y Participación: Creemos que la persona humana es un ser social. Nuestra dignidad, derechos y deberes se viven en las relaciones con los demás, y primordialmente entre éstos es la familia. La desintegración de la vida familiar y de la comunidad ha sido un contribuyente mayor al crimen. Apoyar y reconstruir los lazos familiares debe ser la base de los esfuerzos para prevenir y responder al crimen. Situar cárceles en áreas remotas disminuye el contacto con familiares y perjudica los contactos Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 6 familiares que podrían ayudar en la rehabilitación, especialmente para delincuentes jóvenes. De la misma manera, mantener el contacto con la familia y la comunidad puede ayudar a los delincuentes a comprender el daño que han causado y a prepararlos para la reinserción en sociedad. El aislamiento puede ser necesario en algunos raros casos; pero mientras que cortar el contacto familiar puede hacer más fácil el encarcelamiento para los encargados, puede hacer más difícil la reinserción para los reclusos. El principio de participación es especialmente importante para las víctimas del crimen. A veces las víctimas son “utilizadas” por el sistema de justicia criminal o intereses políticos. Cuando la acusación construye un caso, el dolor y la pérdida de la víctima puede verse como una herramienta para obtener condenas y sentencias severas. Pero no se atiende realmente a la necesidad de la víctima de ser escuchada y reparada. El Bien Común: La dimensión social de nuestra enseñanza nos lleva al bien común y la relación con el castigo. Según el Catecismo de la Iglesia Católica, el castigo impuesto por las autoridades civiles por una actividad criminal debe perseguir tres propósitos principales: (1) la preservación y protección del bien común de la sociedad, (2) la restauración del orden público y (3) la restauración y conversión del agresor. ³² El concepto de “enmienda” o reparación del daño causado por la acción criminal a las víctimas y a la sociedad, es también importante para la restauración del bien común. Esta dimensión, a menudo ignorada del castigo, permite a las víctimas avanzar de un estado de dolor e ira a otro de reparación y solución. En nuestra tradición, restaurar el equilibrio de los derechos a través de la restitución es un elemento importante de la justicia. La opción para los Pobres y los Vulnerables: Este principio de la enseñanza social católica reconoce que todas las políticas públicas deben evaluarse en cómo afectarán a los más pobres y vulnerables de nuestra sociedad. A veces personas que carecen de los recursos adecuados desde temprana edad (es decir, niños –especialmente aquellos que han sido abusados física, sexual o emocionalmente- enfermos mentales y aquellos que han sufrido discriminación) recurren al crimen en la desesperación, o por ira o confusión. Necesidades desatendidas- como una nutrición adecuada, vivienda, atención sanitaria y protección de abusos y abandono- puede ser un paso adelante en el camino hacia el crimen. Nuestro trabajo como Iglesia es trabajar constantemente para tratar estas necesidades desde la guía espiritual, la caridad y el consejo. Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 7 Subsidiaridad y Solidaridad: Estos dos principios cercanos reconocen que la dignidad humana y los derechos humanos se promueven en la comunidad. La subsidiaridad requiere una resolución de problemas inicialmente al nivel de comunidad: familia, barrio, ciudad y estado. Es únicamente cuando los problemas llegan a ser graves o cuando el bien común está claramente amenazado que se requiere la ayuda de instituciones mayores. Este principio anima a las comunidades a involucrarse más. La actividad criminal es en gran parte un problema local y, hasta cierto punto, deberían tener soluciones locales. Grupos de vigilancia de barrios, políticas orientadas a la comunidad, oficiales de enlace escolar, centros de barrio de tratamiento y apoyo local para ex – convictos, todo puede contribuir a hacer frente al crimen y al miedo al crimen en las comunidades locales. La solidaridad reconoce que “todos somos verdaderamente responsables de todo” ³³ No sólo somos responsables de la seguridad y bienestar de nuestra familia y de nuestro vecino más próximo, sino que la solidaridad Cristiana exige que trabajemos por la justicia más allá de nuestros límites. A los cristianos se les pide que vean a Jesús en la cara de cada persona, incluyendo a los dos, víctimas y agresores. A través del cristal de la solidaridad, aquellos que cometen crímenes y sufren daño por crímenes no son un problema o dificultad; son hermanos y hermanas, miembros de una familia humana. La solidaridad nos llama a insistir en la responsabilidad y a buscar alternativas que no simplemente castiguen, sino rehabiliten, reparen y restauren. [Fuente: USCCB] Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 8 Para empezar 1. Contactar al capellán del centro que usted quisiera visitar. El capellán coordinará probablemente todo el proceso de aprobación del voluntario. 2. Los requisitos para ser voluntario varían dependiendo del centro pero pueden incluir lo siguiente: Un historial de antecedentes penales, lo que requiere que vaya a la policía u oficina del sheriff para tomarle las huellas dactilares Una declaración escrita de por qué quiere usted ser voluntario Una declaración de su pastor/sacerdote que muestre que usted es un miembro de la iglesia con buena reputación Finalización del formulario de solicitud 3. El proceso de aprobación de voluntario puede tardar entre 3 y 6 meses. Este puede ser un proceso largo y, a veces, frustrante. Mayormente depende del centro del que usted quiere ser voluntario. Una clave para acelerar el proceso de aprobación es comunicarse con el capellán de manera constante y respetuosa. En muchos centros la cadena de mando es muy respetada, por lo tanto asegúrese de tratar siempre cualquier problema con su primer contacto establecido. Si, después de un tiempo considerable no obtiene resultados, comunique su preocupación a su contacto y amablemente pregúntele con quién debería usted hablar. Contacte a Justin Reilly en cualquier momento para preguntas o preocupaciones Justin Reilly Diócesis Católica de Richmond Oficina de Justicia y Paz 276-337-9302 [email protected] Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 9 Información del Capellán Region Central Tommy Armstrong Centro Correccional Dillwyn Región Central (434) 983-4200ext.4859 [email protected] Robert G. Ball Centro Correccional Baskerville Centro Coreccional Mecklenburg Región Central William L. Bell Centro Correccional Lunenburg (434) 447-3857ext.3255 (434) 738-6114ext.241 [email protected] Janice R. Broadie Correccional Virginia Central Unidad13 Región Central Región Central (434) 696-2045ext.2220 [email protected] (804) 796-4277ext.5108 [email protected] Robby W. Burke Centro Correccional Coffeewood David L. Cheyne Centro Correccional Deep Meadow Región Central Región Central (540) 829-6483ext.6083 [email protected] (804) 598-5503 [email protected] Bernie Morris Centro Correccional Powhatan (804) 598-4251ext.4135 [email protected] Julie Perry Centro Correccional Fluvanna para mujeres Karen O. Powell Centro Correccional Va para mujeres Región Central (804) 784-3582ext.3678 [email protected] Michael A. Rowland Centro Correccional Nottoway (434) 767-5543xt.5283 [email protected] Región Central (434) 984-3700ext.4079 [email protected] Vera Rhyne Centro de trabajo James River Centro Correccional Deep Meadow Región Central (804) 784-3551 (804) 598-5503 [email protected] Donald Stine Centro Correccional Buckingham Región Central (434) 391-5980 [email protected] Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 10 Region Oriental Daniel W. Andersen Centro Correccional Greenville Paul A. Beighley III Centro Correccional Greensville Región Oriental Región Oriental (434) 535-7000 ext.6264 (434) 535-7000 ext.6690 [email protected] [email protected] Louis A. Collins III Centro Correccional Greensville Calvin R. Corbitt Centro Correccional Indian Creek Región Oriental Región Oriental (434) 848-9349 ext.2241 [email protected] (757) 421-0095 ext.2260 [email protected] Willie Derr I Centro Correccional Lawrenceville W. Eric Jackson Prisión Estatal Sussex I Región Oriental Región Oriental (434) 848-9349 ext.2241 [email protected] (804) 834-9967 ext.4333 [email protected] William Moore III Prisión Estatal Sussex I Michael R. Reed Centro Correccional Haynesville Región Oriental Región Oriental (804) 834-2678 ext.6333 [email protected] (804) 333-3577 ext.1723 [email protected] Lynn G. Robinson Centro Correccional Deerfield Claudette Rodney Centro de trabajo de hombres Deerfield Centro de trabajo de mujeres Deerfield Región Oriental (434) 658-4368 ext.3106 [email protected] Región Oriental (434) 535-7000 ext.6212 [email protected] William B. “Bill” Twine Capellán supervisor Centro Correccional St. Brides Región Oriental (757) 421-6600 ext.2649 [email protected] Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 11 Región Occidental Clifton Cauthorne Prisión Estatal Red Onion Roy McGee Ctr. Correccional Bland Región Occidental Región Occidental (276) 796-7510ext.2038 [email protected] (276) 688-3341ext.5075 [email protected] Calvin G. Dixon Centro Correccional Green Rock Paul Griffith Ctr. Correccional Tratamiento Marion Región Occidental Región Occidental (434) 797-2000ext.4757 [email protected] (276) 783-7154ext.39496 [email protected] James E. Mitchell Jr. Prisión Estatal Wallens Ridge Prisión Estatal Red Onion Kevin S. Richardson Ctr. Correccional Estatal Pocahontas Región Occidental (276) 945-9173ext.6399 [email protected] (276) 523-3310ext.2046 (276) 796-7510ext.2038 [email protected] Thomas S. Simmons Centro Correccional Augusta Región Occidental Rod Wicker Centro Correccional Keen Mountain Región Occidental Región Occidental (540) 997-7000ext.7248 [email protected] (276) 498-7411ext.2009 [email protected] Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 12 Normas del Ministerio de Prisiones para los Voluntarios 1. Aprenda las reglas y sígalas. 2. No introduzca ningún artículo a escondidas (incluido los religiosos) dentro o fuera del centro. 3. Al menos que sea aprobado por el capellán, usted debe pasar todos los artículos por el capellán. 4. Nunca acepte nada de un recluso. 5. No se involucre en los asuntos personales o legales de un recluso. 6. Si sabe que un recluso está preocupado por el bienestar de su familia, aconseje al individuo hablar con el capellán. 7. No pase ningún mensaje de reclusos para otros reclusos o a gente fuera del centro. 8. No mande por correo libros u otros artículos para los reclusos. 9. No dé ayuda financiera a los reclusos en el centro en el que usted sirve. 10. Los voluntarios no estarán bajo los efectos de drogas o alcohol mientras realizan las funciones de voluntariado en el ministerio. Los voluntarios no traerán drogas, armas o bebidas alcohólicas a la institución. Esto incluye artículos como cuchillos de bolsillo, lima de uñas, celulares u otros artículos semejantes. 11. No dé al recluso ningún artículo como regalos o dinero. No acepte regalos o dinero. 12. En el caso de desacuerdo o problema entre el recluso y el voluntario, el voluntario debe notificar al capellán. Si el caso es serio, debe comunicarlo a un oficial del correccional inmediatamente. 13. No comparta sus asuntos personales con los detenidos o comunique información personal. 14. No tenga favoritismos; sea justo y constante en sus relaciones e interacciones con los reclusos. No tome partido. 15. Cumpla sus compromisos. En el caso en que una reunión o sesión se anule, notifíquelo antes al capellán. Los reclusos ha creado expectativas y usted las mantiene. 16. Los voluntarios se vestirán de manera apropiada cuando realicen el ministerio. Ropa ajustada o transparente no es apropiada. Use el sentido común. 17. Algunas formas de contacto físico (abrazos, etc.) a menudo se malinterpretan. Se tomará mucha precaución en esta área. 18. Siempre lleve su tarjeta de identificación de voluntario o la tarjeta de visitante del centro. 19. No lleve cartas u otros artículos fuera de una institución para un recluso. No traiga cartas ni ningún otro artículo a la institución y se lo dé directamente al recluso. 20. Los voluntarios no pueden estar en ninguna lista de visitantes a reclusos en el centro en el que prestan voluntariado. Consulte al capellán si se presenta el caso y esto es un problema. 21. Voluntarios masculinos sólo servirán a reclusos masculinos. Voluntarias femeninas sólo servirán a reclusas femeninas. 22. No acepte hacer negocios o transacciones personales en la calle para los reclusos. Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 13 23. Guarde cualquier información confidencial sobre un recluso para usted solo. No lleve información personal sobre un recluso fuera del centro bajo ninguna circunstancia. 24. Mientras sirva de voluntario en un centro, usted no debe visitar los miembros familiares, de la iglesia o nadie con quien usted tenga relaciones. Comunique al capellán si descubre que alguien que usted conoce está encarcelado en el centro. Consulte al capellán. 25. Como voluntario, usted no será aval para un recluso ni solicitará la libertad condicional para un individuo. Si lo hace para uno, lo tendrá que hacer para todos. 26. Si tiene dudas, no lo haga. Consulte al capellán. 27. No lleve a ningún acompañante al centro que no tenga autorización para entrar. Puesto que no tienen permiso de entrada, sería un caso de entrada denegada. 28. Bajo ninguna circunstancia se le ofrecerá vino a los reclusos durante el Servicio. Sólo el sacerdote puede tomar el vino. 29. No dé a los reclusos ningún número de teléfono personal ni información suya personal o de otro voluntario. Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011 14 Recursos para la reintegración Cada año entre 10,000 y 12,000 personas son puestas en libertad en Virginia y vuelven a sus comunidades. Un número aún mayor vuelven a las comunidades de cárceles locales y centros correccionales federales. El proceso de excarcelación y regreso a la sociedad ha llegado a ser un desafío para el estado y la nación. Las personas puestas en libertad a menudo tienen pocos recursos y dificultad para buscar trabajo, vivienda o ayuda. Estudios a nivel nacional muestran que aproximadamente dos tercios volverán a ser detenidos de nuevo a los tres años de la puesta en libertad. [Fuente: VDSS] Asistencia a familias de reclusos 1 North 5th Street Suite 400 Richmond, Virginia 23219 Teléfono: (804) 643-2401 (804) 643-2464 FAX [email protected] Boaz and Ruth, Inc. 3030 Meadowbridge Road P.O. Box 6129 Richmond, Virginia 23222 Teléfono: 804-329-4900 [email protected] Virginia C.U.R.E. P.O. Box 2310 Vienna, Virginia 22183 Teléfono: 703-272-3624 OAR de Richmond One North Third Street, Suite 200 Richmond, Virginia 23219 Teléfono: 804-643-2746 [email protected] OAR del condado de Fairfax 10640 Page Avenue Suite 250 Fairfax, VA 22030 Teléfono: 703-246-3033 Virginia CARES, Inc. 108 Henry St. NW Third Floor Roanoke, VA 24016 Teléfono: 540-342-9344 Fax: 540-342-9427 [email protected] Ministerios Onesimus de Norfolk Inc. P.O. Box 12241 Norfolk, VA 23541 Teléfono: (757) 421-2553 [email protected] Ministerio de Prisiones | Oficina de Justicia y Paz | Diócesis Católica de Richmond | Septiembre 2011