Secretos milenarios para mejor disfrutar de nuestra sexualidad

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Secretos milenarios para mejor disfrutar de nuestra sexualidad
Textos: Lic. Laura Caldiz y Lic. Diana Resnicoff
El sexo es una fuente natural de placer que puede transportarnos mas allá de lo puramente
físico, hacia experiencias trascendentes, atemporales y de unidad con el universo. La conexión
sexual satisfactoria favorece y permite una experiencia vital sana y feliz, los secretos
sexuales de las antiguas filosofías del tantrismo y del taoísmo ofrecen una perspectiva
diferente al arte de hacer el amor que puede aplicarse y adaptarse a la vida moderna.
La visión de la sexualidad tal como la conocemos en occidente es particular de nosotros, otras
culturas tienen y han tenido visiones mas positivas con respecto al sexo y por lo tanto lo han
colocado en un lugar de importancia muy diferente. Por ejemplo, la tradición taoísta de China
ha transmitido por generaciones, secretos sexuales diseñados para provocar y maximizar
conscientemente la experiencia del éxtasis. También las enseñanzas tántricas de la India
evolucionaron al mismo tiempo y hubo un intercambio de técnicas e ideas en ambas direcciones.
El Tibet recibió estas enseñanzas tanto de la India como de China, perfeccionando estos
misterios durante mil años.
Las tradiciones taoísta y tántrica representan las enseñanzas y rituales sexuales muy claros y
directamente importantes para las necesidades actuales de occidente.
En este tiempo han cambiado las actitudes de nuestra sociedad hacia la sexualidad. Se han
derribado los tabúes e inhibiciones sexuales a fin de liberar al goce sensual de los sentimientos
de culpa. Surge una liberación sexual, que se orienta hacia una dirección espiritual positiva.
De no ser así, al agotarse la novedad de las nuevas experiencias sexuales, se produce
inevitablemente un sentimiento de vacío y de falta de significado.
En parte como respuesta a ese sentimiento de vacío espiritual, el mundo occidental se ha dado
cuenta de la validez y profundidad de las prácticas místicas orientales. El yoga, la meditación y
el T'ai Chi se han convertido en palabras de uso común en poco tiempo. Es probable que el auge
de estos movimientos provenga de una auténtica necesidad de recuperar una experiencia más
profunda y consciente de la vida.
Las tradiciones metafísicos orientales hacen uso del misterio de la sexualidad como medio para
llegar a la experiencia trascendental de Unidad. El sentimiento de Unidad, logrado durante o
después del acto sexual, constituye la experiencia mística más accesible. Tanto en la India,
Nepal, Tíbet, China y Japón la sexualidad ha sido considerada desde hace mucho como un arte
y una ciencia merecedores de un estudio y práctica detallados. De hecho, en Oriente se piensa
que ningún aprendizaje es completo sin un amplio conocimiento de los principios sexuales que
yacen bajo toda existencia.
La actitud creativa
“La combinación del cielo y la tierra da forma a todas las cosas, y la unión sexual del hombre y
la mujer da vida a todas las cosas”
Y Ching
Todos podemos cultivar una actitud creativa para avanzar con éxito por el camino del amor.
Consiste en una actitud mental positiva, un estado mental dinámicamente cargado, que obtiene
su fuerza del reconocimiento de que la vida tiene un sentido y un propósito. A esta actitud los
tantras la llaman “optimismo cósmico”. Consiste en reconocer e identificarse con la energía
primaria que ha creado todas las cosas. La actitud creativa nos pone en contacto con la fuente
de nuestro ser.
Se trata de un sentimiento de autoconfianza, un reconocimiento de lo trascendente dentro de
cada uno de nosotros.
Las limitaciones mundanas o físicas pueden ser vencidas invocando la actitud creativa para
nuestro beneficio. La energía positiva que de esto emana crea una barrera infranqueable a los
pensamientos negativos. De hecho esta positividad sirve para otras áreas de la vida, como los
negocios, los proyectos, etc. Tener una visión positiva de nosotros y de nuestras circunstancias
nos ayuda a afrontar dificultades.
Una actitud creativa permite eliminar dudas e incertidumbres, actuando al mismo tiempo como
un potente energizante. Para la visión tántrica, la impotencia y la frustración sexual del
individuo son efectos directos de una falta de confianza en sí mismo, que a su vez proviene de
un sentimiento de vacío espiritual, de que la vida carece de propósito. Al buscar inspiración en
los altos ideales espirituales reforzamos nuestra actitud creativa.
Brahma es como se lo llama a este aspecto creativo en la cosmología tántrica. Su símbolo es un
huevo dorado o aura cuya sustancia es energía positiva infinita. Por ser Brahma el que gobierna
el destino y las cosas del mundo se considera importante “convertirse en Brahma” o “tenerlo al
lado”.
Saraswati es como los hindúes llaman a la energía femenina, contraparte de Brahma. Es la
“Patrona de las Sesenta y Cuatro Artes” de las cuales el Arte del Amor ocupa el primer lugar.
La energía femenina o “Shakti” es el poder creativo sin el cual no es posible ningún acto de
creación. Es a partir de la unidad de estos dos principios que se desarrolla el amor tántrico.
Cuando una pareja se identifica con estos altos ideales su relación íntima adquiere una
importancia interior y absoluta.
Una técnica muy útil y efectiva para identificarse con esta energía creativa y universal
consiste en visualizarse rodeado por un aura dorado de energía positiva. Nos podemos imaginar
irradiando rayos dorados calientes y vigorizantes.
El taoísmo nos habla de la existencia de dos fuerzas o energías opuestas pero
complementarias. Son el ying y el yang y su constante acción recíproca conforma todo el
universo. La unión sexual del hombre y las mujer simboliza la unión del ying y el yang, el cielo y
la tierra.
El ying es el principio femenino cósmico simbolizado por una mujer, el agua y la tierra. El yang
es la masculinidad cósmica. Se simboliza mediante el hombre, el fuego y el cielo. Para el
taoismo el hombre y la mujer poseen tanto las cualidades del ying como del yang con
predominio de una o del otro.
Para transformar la energía sexual en energía revitalizadora y espiritual, la pareja debe
comprometerse a ir mas allá de su personalidad y ego. Para ello es importante que cada uno
desarrolle la capacidad de conocer y comprender la energía del otro y así dar y recibir con
plena disposición.
El cuerpo templo
Cuando mi amado regrese a casa, haré de mi cuerpo un Templo de Alegría. ofreciendo este
cuerpo como altar de gozo, mi pelo colgante lo barrerá hasta dejarlo limpio. Después, mi amado
consagrará este templo.
Canción de Vais Nav Baul
Todos los elementos: espacio, aire, fuego, agua y tierra, se encuentran en el cuerpo, junto a sus
propiedades. El cuerpo es el templo del alma, el microcosmos del universo. Los Tantras enseñan
que ningún templo supera en santidad al “Templo del Cuerpo”.
Por definición, un templo es un lugar sagrado. Según el Tantra, es nuestra alma la que se
conoce y se sirve a través del Templo del Cuerpo. El templo corporal tiene sus “ríos”, “jardines”
y “ puertas”.
El Tantra nos enseña que existen nueve “puertas” para entrar al cuerpo templo, divididas en
puertas superiores y puertas inferiores. Las “puertas inferiores” son los orificios del ano y del
órgano sexual; las “puertas superiores” son la boca, la nariz, los dos ojos, los dos oídos y la
fontanela que se abre en la parte superior de la cabeza. La fontanela abierta en el momento del
nacimiento se cierra gradualmente durante el primer año de vida. Según las tradiciones
esotéricas orientales a través de esta abertura, conocida como “Abertura de Brahma”, el alma
entra y sale del templo corporal. Sin embargo, también las otras puertas pueden ser utilizadas
por el alma en sus viajes, siendo la que se encuentra situada más arriba la que conduce a los
reinos espirituales superiores.
El Templo del Cuerpo Sutil contiene tres “ríos” principales, a los que confluyen innumerables
corrientes tributarios. El gran río o “camino psíquico” va de la región de las puertas inferiores,
el perineo, a lo largo de la columna vertebral, hasta la puerta superior de la cabeza. Es un gran
camino que conecta al individuo con el cosmos.
A cada uno de los lados del Gran Río central hay dos “ríos” que surgen de la misma fuente y que
conducen a las “puertas” superiores.
Están asociados con las energías solar y lunar,
relacionadas con el lado izquierdo y el lado derecho del cuerpo, respectivamente.
Se les
concibe cruzando el Gran Río Central a diferentes niveles del ascenso, como dos serpientes
gemelas enroscadas alrededor de una vara central. Este símbolo, la vara de Mercurio, ha sido
adoptado como emblema por la medicina.
El acto de culto en el templo del cuerpo consiste en concentrar la actitud creativa, orientando
hacia arriba la energía sexual. Esto se experimenta como un estremecimiento que asciende
desde la región sexual y resplandece en el plexo solar. El fuego del amor inunda los tres ríos y
las energías solar y lunar se unen, iluminando así el templo. Este proceso psicocósmico se
manifiesta en forma de emoción, difíciles de describir. Las prácticas de las técnicas secretas
del Tantra nos permiten experimentar conscientemente el orgasmo y el consiguiente deleite
trascendental.
Es importante considerar el cuerpo como un templo. Ser consciente de sus condiciones físicas
y sutiles es parte integral de la actitud creativa. El templo corporal debe mantenerse limpio,
sano y en armonía. Hay que proporcionar goce sin escatimar ningún esfuerzo, sin retenernos.
Rindiendo culto al Templo del Cuerpo al hacer el amor, se satisfacen todos los deseos. El amor
sensual es un acto de una gran fuerza mágica y espiritual, y constituye uno de los pilares del
Tantra.
Cambio de hábitos
Podemos acelerar nuestro crecimiento personal cambiando de hábitos. Para eso es necesario
dejar de depender de viejas costumbres.
Nuestra propia supervivencia como especie se debe a nuestra capacidad de cambio y
adaptación. El cuerpo humano es capaz de realizar adaptaciones extraordinarias, incluso
cuando parece estar rígido. Siempre existe un potencial de cambio pero es mejor no esperar
un momento de crisis para librarnos de los hábitos y permitir que nuevas experiencias nos
indiquen otros caminos.
Los hábitos sexuales son especialmente limitativos y, en este sentido, el Tantra requiere una
adaptabilidad absoluta. Todas las enseñanzas orientales sobre los misterios sexuales señalan la
necesidad de variedad y de espontaneidad desinhibida. Todo lo que se necesita para vencer
este obstáculo es voluntad por parte de la pareja amorosa, a fin de cambiar, crecer y
evolucionar. Cuando vencemos el miedo inicial al cambio, podemos verdaderamente empezar a
disfrutar las nuevas experiencias.
Aprender a respirar para poder amar
Aprender a respirar constituye un medio eficaz para liberar toxinas, purificar el cuerpo y
modificar la conciencia. Incrementa las sensaciones placenteras y el tiempo que dedicamos a
hacer el amor.
Casi todos respiramos inadecuadamente. Respiramos por la boca de forma superficial e
irregular, utilizando sólo la parte superior de los pulmones. Esto hace que inspiremos solamente
una pequeña cantidad de oxígeno, lo cual reduce los niveles de energía física y estimula el
aumento de toxinas en el cuerpo. Pensemos que en la respiración normal pudiendo inspirar unos
tres litros de aire sólo utilizamos menos de un tercio de la capacidad pulmonar.
Para las filosofías orientales, la respiración ha constituido una cuestión tan importante que
existe una rama del yoga que se ocupa únicamente del control de la respiración y de los
ejercicios respiratorios. Con una respiración completa y profunda, la sangre se oxigena y
absorbe más energía vital o prana. El control de la respiración resulta esencial para el perfecto
dominio La buena respiración empieza por una postura adecuada. En posición sentada, de pie o
acostada, comprobar que la columna esté recta, los hombros relajados y el cuello y la cabeza en
línea recta. Inspiramos y espiramos por la nariz; así penetrará la máxima cantidad de aire que
se calentará y filtrará antes de llegar a los pulmones.
La técnica respiratoria básica, “respiración completa”, al principio nos parecerá extraña pero
es muy parecida a la utilizada naturalmente por los bebés. En esta técnica, la respiración se
divide en tres partes: inspiración, retención y espiración. Inspiramos mientras contamos uno,
retenemos el aire contando hasta cuatro, y después espiramos contando hasta dos.
Acostadas en el suelo boca arriba, en una posición cómoda y relajada, colocamos la mano
izquierda sobre el corazón y la derecha sobre el ombligo; cerramos la boca y los ojos.
Expulsamos por la nariz todo el aire viciado del cuerpo. Luego, al inspirar visualizamos el camino
de la respiración desde la nariz hacia el vientre y dejamos que éste se hinche con el aire. Al
ensancharse el vientre, el diafragma se desplazará hacia abajo y efectuará un masaje en los
órganos abdominales. Al espirar, nos concentramos primero en contraer el vientre y luego en
vaciar los pulmones. Durante la contracción del vientre, el diafragma se desplaza hacia arriba
y efectúa un masaje en el corazón.
Rituales del amor
Los rituales eróticos configuran el núcleo central de las tradiciones tántricas y taoístas. Para
los seguidores del tantra y los taoístas, el ritual de hacer el amor es esencial para alcanzar la
libertad y la iluminación a través de la conciencia de uno mismo. Podemos adoptar muchos
elementos de esos antiguos rituales e incorporarlos al acto amoroso actual.
El baño, el yoga, la respiración, el masaje, la meditación, el intercambio de energía y la creación
de un espacio sagrado constituyen rituales que nos preparan para la nueva y revitalizadora
experiencia de hacer el amor.
El ritual de hacer el amor puede resultar divertido y alegre, y constituye una excelente forma
de celebrar el acto sexual con una persona por primera vez o de revitalizar una relación
duradera. Podemos utilizar las siguientes sugerencias como estructura para el ritual o inventar
otras fórmulas; un ritual no tiene que tener necesariamente una forma concreta, por lo tanto,
seamos creativos, naturales y disfrutemos.
Conviene reservar un tiempo importante y asegurarse que no habrá ninguna interrupción.
Preparar el ambiente con flores, frutas, incienso y música suave. Luego, bañarse juntos,
eliminando simbólicamente toda la energía negativa o no deseada de los cuerpos físico y sutil.
Masajearse mutuamente con aceites aromáticos, como jazmín, rosa, sándalo y almizcle. Ello
ayudará a estimular el chakra de la base de la columna cuyo elemento, la tierra, se asocia con el
sentido del olfato. A continuación podemos hacer juntos algunos ejercicios de estiramiento o
bailar, permitiendo esto que la energía circule entre la pareja. El hombre puede acariciar y
besar de forma ritual el cuerpo de su amada y ella, a continuación, el de él. Se trata de
saborear cada momento, observando y tocando al amante como si se tratara de la primera vez.
En ese momento hemos creado nuestro espacio sagrado, exentos de preocupaciones terrenales,
temores y dudas, y experimentamos la unión divina.
El acto sexual será suave, sensual y recíproco con el lingam dentro del yoni, la pareja explora
las sensaciones del amor. Moviéndose e inmovilizándose los amantes tántricos tratan de
anticiparse a la aparición del orgasmo coordinando sus movimientos amorosos a fin de liberar la
energía que enriquece todo su ser. Cuanto mas tiempo logren mantener una alta excitación
sexual sin llegar al orgasmo, mas trascendental será la experiencia. Es conveniente variar las
posturas para que la energía fluya a través de ella por nuevos caminos.
En el lugar donde se celebre este rito habrá siempre frutas, dulces y una bebida. Compartir alimentos durante
el amor tiene un significado simbólico y resulta estimulante para el sentido del gusto y la vitalidad del cuerpo.
Parte de estos ritos secretos pueden incorporarse a cada acto amoroso. Lo mas importante es
la actitud mental de exaltación y de expectación.
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