Las mujeres sudanesas toman medidas contra la violencia sexual

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VIOLENCIA SEXUAL
RMF 27
Las mujeres sudanesas toman
medidas contra la violencia sexual
por Fahima A. Hashim
La ONU y la Unión Africana deben seguir insistiendo en
que el gobierno de Sudán cree un entorno favorable para
denunciar, investigar y enjuiciar los casos de violencia contra
la mujer.
Jartum. Se debe reconocer nuestro papel
como pacificadoras en la zona y nuestro
trabajo de reconciliación de comunidades
desgarradas por los intrusismos externos.
También es esencial:
La militarización y la prolongación del
conflicto armado en muchas regiones
del país han afectado profundamente
la vida cotidiana de las mujeres
sudanesas, especialmente en Darfur.
La interpretación fundamentalista de
la sharia o ley islámica se utiliza para
controlar a las mujeres y como argumento
para no ratificar la Convención sobre
la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer. 1
Cuando se formó, en mayo de 2004, a la
Misión de la Unión Africana en Sudán,
única fuerza militar externa en Darfur,
se le asignó la tarea de controlar el alto
el fuego que firmaron las facciones
contendientes para evitar que grupos
armados descontrolados cometieran actos
violentos contra la población civil. Los
informes públicos de la Misión destacaron
que se incumplía el alto el fuego y que
se producían ataques contra civiles pero,
por otro lado, esta fuerza militar no ha
sido capaz de integrar políticas de género.
Es evidente que no ha logrado evitar el
aumento en el número de violaciones
y de casos de violencia sexual.
En 2005, el gobierno de Sudán reaccionó
a la presión internacional ampliando el
papel de la Misión en la lucha contra
la violencia por motivos de género y
estableció la Unidad de Violencia contra
la Mujer adscrita al Ministerio de Justicia.2
La Unidad ha colaborado con el Fondo
de Población de las Naciones Unidas y
la Misión en la organización de sesiones
formativas para abogados, empleados
sanitarios, cuerpos policiales y personal
de la ONU, pero no ha contado con la
participación de organizaciones locales de
la sociedad civil. La Unidad ha contratado
a 20 mujeres como agentes de policía
y las ha distribuido por los campos de
desplazados internos en los estados de
Darfur del Norte y Darfur del Sur. Afirman
que no se han desplegado por Darfur
Occidental por razones de seguridad. Es
una lástima que el gobierno de Sudán
no se haya comprometido a fondo con
el apoyo ofrecido y que el trabajo de la
Unidad se haya visto interrumpido por
la necesidad de encontrar donantes.
Sudán tiene un gran número de
organizaciones de mujeres con capacidad
para involucrarse en la construcción de
la paz y la seguridad. El gobierno de
Sudán ha suprimido el debate político
y ha restringido la posibilidad de que
recabemos y publiquemos información
sobre las violaciones, los raptos y otros
abusos a los derechos de la mujer. En
febrero de 2006, Sudán aprobó la Ley sobre
la Organización del Trabajo Humanitario y
Voluntario, que impone serias restricciones
a las ONG y otorga al gobierno excesivas
facultades y poder normativo sobre el
trabajo de aquéllas. Amnistía Internacional
y otras organizaciones humanitarias
han condenado la aprobación de la ley
y han subrayado que vulnera el derecho
a la libertad de asociación recogida en
tratados internacionales de derechos
humanos, que Sudán ha ratificado.3
La propia existencia de organizaciones
de mujeres en la sociedad civil está en
peligro. La resolución 1325 del Consejo
de Seguridad de la ONU, aprobada en
20004, apela específicamente a la ONU
para que consulte con los grupos locales
e internacionales de mujeres. Nuestra
organización se unió a otras asociaciones
de mujeres sudanesas para solicitar a la
ONU, a través de la misión del Consejo de
Seguridad que visitó Sudán en junio de
2006, que presionara al gobierno de Sudán
para que revisara y modificara la ley. Es
preciso tomar medidas para facilitar el
trabajo de las organizaciones de mujeres,
de modo que puedan ofrecer servicios
humanitarios a las sobrevivientes de la
violencia sexual y por motivos de género
en Darfur, las montañas Nuba, Sudán
Oriental, zonas de Sudán del Sur donde
se encuentran el Ejército de Resistencia
del Señor y otras milicias, y en los
campos de desplazados internos cerca de
n que se refuerce el mandato de la
Misión, se le autorice explícitamente
y dote de los recursos necesarios
para luchar contra la violencia
por motivos de género
n formar al personal de la Misión
sobre cuestiones de género para
poder identificar y prevenir los casos
de violencia por estos motivos
n animar a la Misión a que haga un
seguimiento del progreso de sus
actividades en cuanto a la lucha
contra la desigualdad de géneros
n que la Misión apoye y colabore
con organizaciones de mujeres
de Darfur y el resto del país
n que la ONU insista en que se
debe contar con la participación
de las organizaciones de mujeres
sudanesas en todas las actividades de
formación en cuestiones de género
y de violencia por estos motivos
n que la Unidad de Violencia contra
la Mujer cuente con los recursos
suficientes para erigirse como
organización nacional de apoyo a las
mujeres sudanesas, en vez de servir,
como ocurre en la actualidad, a los
intereses del partido del Congreso
Nacional, que se encuentra en el poder
Fahima Hashim (fahimahashim@yahoo.
com, [email protected]), activista
en pro de los derechos de la mujer en
Sudán, es directora del Centro Salmmah
de Recursos para la Mujer, Jartum.
1. www.un.org/womenwatch/daw/cedaw
2. Véase la presentación que realizó el director de
la Unidad, Dr. Aiat Mustafa, para el Simposio
Internacional sobre la Violencia durante y con
posterioridad a los Conflictos en la dirección
www.unfpa.org/emergencies/symposium06/docs/
daytwosessionfiveeaiat.ppt
3. hp://web.amnesty.org/library/index/eslAFR540092006
?open&of=esl-sdn
4. Véase el artículo en las pp. 15-16
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